[EXO] Lluvia de estrellas ✦

By C-SyeUniverse

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A diez años de su dramática ruptura, Baekhyun no puede comprender por qué difícilmente puede formular palabra... More

Preludio: Remembranzas
Capítulo Dos: Música
­Capítulo Tres: Lluvia
Capítulo Cuatro: Meteoros
Capítulo Cinco: Supernovas
Extra: Error Absoluto (Interludio).
Extra: Error Relativo (Interludio).
Epílogo: Melodía, Armonía y Ritmo.

Capítulo Uno: Pétalos

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By C-SyeUniverse

***

Humedeció su boca antes de pronunciar, fue extraño cómo el sonido salió con tanta naturalidad de entre sus labios; Park Chanyeol fue por mucho tiempo un nombre que provocó sonrisas, resoplidos y ojos en blanco, pero ahora, sonaba como una confirmación o frase que podría decirlo todo en simples segundos.

Sus nervios aumentaron cuando la recepcionista le devolvió una mirada cargada de confusión, sus ojos se entrecerraron a la par.

—¿Se refiere al Profesor Park Chanyeol? —Ella cuestionó corrigiéndole, haciendo énfasis en el título de su superior.

Baekhyun endureció su cuadrada sonrisa al darse cuenta de su error, y asintió en modo disculpa para reformular.

—Sí, el Profesor Park Chanyeol, tengo una entrevista de trabajo en su oficina.

—Me temo que no será posible. —La mujer enarcó una ceja al teclear en su computador, ignorando por completo al que intentaba extraer del portafolio el documento que lo confirmaba—. Según la información que tengo, el registro y las entrevistas comenzaron hace una hora.

El de cabellos claros no se perdió ningún detalle de lo que siguió, porque la recepcionista lucía exactamente como tantas veces él lo hizo antes. Una sonrisa amable y fingida que se traducía a un: No ocurrirá, adiós.

Baekhyun no la culpaba, órdenes eran órdenes.

—De acuerdo, en ese caso supongo que grac...

—Lamento tanto interrumpir pero, ¿acaso no te conozco? —Una tercera voz interfirió.

El de ojos cafés no pudo comprender lo que estaba sucediendo al principio, y solo al darse cuenta de que se dirigían a él devolvió la mirada al intruso. Nervioso, dio un vistazo a la recepcionista y luego al alto hombre a su lado, que con un brazo apoyándose en el mostrador y la diestra bajo su propia barbilla, estaba a la espera de su respuesta.

Decir que estaba confundido era la forma más sencilla de decirlo, puesto que su cerebro había colapsado por el bombardeo de pensamientos que sufrió en los últimos cinco minutos. 

La interrogante le hizo olvidar su preocupación principal, y sus ojos se cerraron por un momento al responder.

—No, no lo creo. Esta es la primera vez que vengo a este lugar —Baekhyun se sobó la sien. Quiso alejarse de la atención de la empleada que les escuchaba. El hombre no pareció querer moverse de ahí.

—Nunca mencioné que nos encontráramos aquí, pero puedo estar seguro que te he visto antes —el hombre rumió.

A simple vista, su aspecto era una mezcla entre la formalidad y lo casual, sus pantalones de mezclilla combinaban con un suéter de algodón, y su cabello ligeramente largo estaba atado en la parte superior con una liga.

Baekhyun consideró las muchas posibilidades a las que se dirigía ese intento de conversación, y la más obvia, no fue de su total agrado. Era el sitio de trabajo de Chanyeol, coquetear con uno de sus posibles colegas se sentía tan equivocado en tantos niveles.

Niveles que sí, ni siquiera tenían un motivo razonable.

—Mi rostro es muy común, me debes estar confundiendo.

—Estoy convencido de que no —el hombre insistió. Percibiendo tarde el ambiente sospechoso que estaba creando, enderezó su postura y extendió su mano. Se notó avergonzado—. Choi MinHo.

—Byun Baekhyun.

Su presentación ocasionó algo, los ojos de MinHo parecieron más persistentes. Ladeando el cuerpo pero sin alejar sus grandes orbes de Baekhyun, se dirigió a la recepcionista con amabilidad.

—Señorita Kim, ¿podría confirmar con Yeoreum si las entrevistas con Park ya terminaron?

La empleada que fingió estar trabajado en su computador se sobresaltó, abriendo amplio los ojos por un instante antes de descolgar el teléfono.

Baekhyun observó al hombre con desconfianza, aunque un tanto agradecido por su intención. Siendo un evento inesperado, su boca se abrió y se cerró no sabiendo qué decir.

—Estabas escuchando —terminó por decir—. Gracias, pero esto no parece...

MinHo sonrió por un segundo, deduciendo lo que podía estar malinterpretando.

—No me agradezcas. Park lleva dos meses entrevistando a decenas de personas cada semana y ninguna parece convencerle, a veces no sé si se trata de exigencia o sigue desconfiando. Es del tipo que odia los cambios, y ya que su vida privada está involucrada en este cargo...

—Lo comprendo, mi anterior jefe fue así al inicio —sobando su brazo izquierdo con su diestra, Baekhyun miró hacia sus pies con timidez.

—Entonces tienes experiencia, usa eso a tu favor. Sería agradable verte a menudo en la oficina, así me podrías dar tiempo para saber en dónde te he visto —MinHo vio a la recepcionista asentirle al colgar, y luego ésta extendió una tableta electrónica para pedir al ajeno su firma en el registro.

El de ojos claros recibió un gafete de visitante después, además de instrucciones precisas para llegar al piso de oficinas.

Con el primer paso dado hacia la misma dirección, el de cabellos cobrizos comprendió que el hombre planeaba hacerle compañía. Lo que había sido descartado como un coqueteo, volvía de manera intermitente por esas miradas curiosas.

El trayecto fue silencioso, y en un par de ocasiones Baekhyun tuvo que devolver la mirada, tratando de encontrar una respuesta que no estuviera relacionada con un intento de cita o algo por el estilo. Un rechazo amable sería su solución, pese a eso se encontraba temeroso. Choi parecía tener una función grande en el edificio, si su anterior intervención decía algo.

No necesitaba hacerse de fama antes de presentarse a la entrevista, para lo cual también llegaba bastante tarde.

—Así que tú... trabajas aquí —Baekhyun rio nervioso al insinuar su duda, tragó saliva sin saber con qué continuar. Culpó al lugar, al ambiente y al próximo piso que le esperaba.

El pensamiento de Chanyeol estaba revoloteando de vuelta.

—Sí, trabajo aquí —MinHo se burló al responder—. Supongo que tu duda es sobre qué es lo que hago, ¿no es verdad?

—¿Investigación? Supongo, ¿eres profesor?

—Sí, doy clases en la universidad, sin embargo prefiero que me digan Doctor —Choi sonrió complacido al obtener una boca entreabierta—. Tu posible futuro jefe también será un Doctor en unos meses, así que si consigues el empleo tendrás mucho por hacer. La agenda de Park es inhumana, es seguro que te dará algunos dolores de cabeza.

—Estoy seguro de que podré con eso, mi trabajo anterior también fue agotador, si corría con suerte podía comer fuera de la oficina.

—Entonces lo tendrás bajo control.

Con el elevador deteniéndose en el piso indicado, Choi señaló el camino.

El pasillo principal desviaba a otras direcciones que eran indicadas por letreros y flechas en las paredes: una biblioteca, una sala de videoconferencias para investigadores, así como los nombres de maestros, doctores y directores hacia sus respectivas oficinas. Fue en una de éstas en las que el Doctor Choi se despidió, dejando al de ojos claros con el corazón palpitando de miedo a causa de lo que se avecinaba.

Agitando la cabeza para desaparecer su angustia, Baekhyun trató de poner los pies sobre la tierra. No sabía por qué razón dejó llevarse por los comentarios del pasado hombre, y su yo supersticioso creyó que fue una mala señal confiarse sobre lo que aún era impredecible.

«Ni siquiera estas tratando de conseguir este trabajo de verdad, Baekhyun», se dijo así mismo. «No podrías».

La oficina de Chanyeol se diferenció fácil por un aspecto particular, siendo la única que tenía paredes reales en lugar de vidrio y persianas. Baekhyun no estaba seguro, pero lo visto en su trayecto dejó la interrogante en el aire.

La mujer sentada tras el escritorio exterior le sonrió, mirándolo en silencio.

—No vas a quedarte parado ahí para siempre, ¿verdad? —La secretaria bromeó, mantuvo un gesto de buen humor—. Vienes por la entrevista, ¿correcto?

—Según veo, parece que ya terminaron —haciendo obvia su afirmación, Baekhyun miró los vacíos espacios del sillón.

La falta de ruido en el lugar era tan aterradora, incluso en el consultorio de su dentista había música de ambiente para los pacientes en espera.

—El profesor está entrevistando a la penúltima persona ahora, tienes suerte de que sus entrevistas se extienden gradualmente. ¿Puedes darme tu currículum? Necesito leerlo antes de pasarte con él.

Una sensación fría recorrió por su espalda al escucharle, Baekhyun sintió en la piel de su cuello la tardía confirmación de que era real; de verdad estaba a unos metros de Chanyeol.

Con manos nerviosas entregó un folder con sus documentos. Tras el resumen de sus anteriores trabajos y experiencia, una carta de recomendación y la ficha que la agencia de empleos adjuntó.

Con dificultad alcanzó a leer «Lee Yeoreum» en el gafete de la mujer, bajo el nombre una foto de ella y un código de barras, que debía acreditarla y darle acceso al edificio como empleada en la institución. La cabeza de Baekhyun comenzó a doler al instante, porque ese loco escenario estaba sintiéndose palpable, y un peso invisible le presionó los hombros.

—Qué interesante —Yeoreum dijo, dando una sonrisa con ojos de medias lunas—. Esto podría parecerte extraño, pero eres el primer postulante de tu tipo aquí.

—¿De mi tipo? —Su ceja enarcándose dio un indicio, por lo cual la secretaria calmó su primera reacción.

—No es muy común. A pesar de que muchos de los solicitantes vienen de agencias de empleos, la mayoría han tenido experiencia en escuelas, oficinas o laboratorios. La semana pasada recibimos pasantes de la facultad de física, pero el profesor los echó antes de siquiera entrar a la entrevista. Eres el primero que viene del área artística, ¿no piensas que será difícil? Los hombres de ciencia son tan rectos y tercos.

—Mi trabajo será organizar sus actividades y encargarme de lo insignificante, no creo que sea muy distinto.

—Pero trabajaste en una disquera, aquí ni siquiera podrás escuchar un silbido. ¿No es eso diferente?

Baekhyun parpadeó no entendiendo la advertencia, la comisura de su labio superior se torció en el amago de una sonrisa. ¿Park silencioso, recto y terco? Bien, Chanyeol siendo insistente y educado no era algo nuevo, pero el silencio nunca fue con él.

El larguirucho adolescente siempre fue ruidoso, gritando por insectos pasando cerca de él, por el ruido de los fuegos artificiales y hasta por Baekhyun rodeándole la cintura sin previo aviso. Tenía claro el recuerdo de escucharle cantar a todo pulmón Take it or leave it, con su garganta casi a punto de sangrar por lo rasposo que sonaba.

Chanyeol y silencio no podrían ir en la misma frase.

—Sí, será diferente. Aunque no creo que los científicos odien el sonido o les moleste ¿cierto? Deben escuchar algún tipo de música, cuál sea, no lo sé ¿Coldplay? —Baekhyun fingió sonar desinteresado al insinuar, consiguiendo que la mujer pusiera una mano sobre su boca. —. ¿Estoy en lo correcto?

—Eso quiere decir que si obtienes el trabajo querrás hacer de este lugar algo más... ¿musical?

—Bueno, cuando se trate de trabajo me adaptaré a lo que mi jefe me pida.

—En ese caso tendrías que comenzar a tomar el gusto por la orquesta, sí el profesor escucha música, no podrás salvarte de estas preciosas horas de clásicos —Yeoreum alzó las cejas al informar, perdiéndose de la fugaz sonrisa que Baekhyun creó y desapareció en segundos.

—¿Orquesta? —Decir que estaba aturdido era poco, comenzó a dudar de que el hombre dentro de esa oficina fuera el mismo que él conoció.

—Sí, orquesta. Sus compositores favoritos son Antonio Vivaldi y Frédéric Chopin, supongo que los conoces, ¿no es cierto? —Yeoreum obtuvo un asentimiento tardío, pero aun así continuó, inclinándose sobre su escritorio susurró en una especie de secreto—. Tal vez deberías mencionarle este tema de la música mientras te realiza la entrevista, por lo que he escuchado de los solicitantes, él suele irse por las ramas al preguntar.

»El profesor ha alargado mucho este proceso de contratar a un asistente, podría haber perdido la esperanza, o quizás sigue aferrándose a la idea de que no necesita uno, pero es una situación que incluso a mí me está comenzando a afectar.

Baekhyun retrocedió al oírle, no entendió por qué la secretaria de Chanyeol pareciera estar igual de estresada por el mismo tema que el Doctor Choi.

—¿Por qué me dice esto? —Apretando los párpados, Baekhyun negó con la cabeza—. ¿Intenta ayudarme?

—Intento ayudarme a mí misma. —La secretaria se sonrojó—. Sé que todos los postulantes han estado capacitados para este puesto, he leído los currículums y son increíbles. Pero parece que él no se sorprende por eso, debe ser porque no quiere revelar mucho de su vida privada.

Para ese momento, se dio cuenta de que la mujer estaba divagando en sus propias conclusiones.

—Bueno, si soy su asistente podría firmar algún documento que diga que lo que pase en el edificio, del edificio no saldrá, si eso le hace sentir tranquilo —Baekhyun farfulló—. De cualquier manera la carta de recomendación de mi antiguo jefe podría ser la prueba suficiente de que sé guardar secretos.

—Deberías mencionarle eso, tu actitud relajada puede calmarlo.

—Ou, ¿gracias? Sus comentarios seguramente serán de ayuda cuando entre allá —Baekhyun señaló hacia la puerta.

La mujer entrecerró sus ojos contagiándose de su buen humor.

—Será reciproco si consigo que para cuando acabe el día tendré a mi futuro suplente asegurado — Yeoreum sonrió amplio tras suspirar.

Baekhyun parpadeó tres veces por la revelación, cayendo en cuenta de que aquellas pasadas preguntas y lectura de currículum podría ser una entrevista previa, pero significativa.

—¿Es esta la entrevista? —Inquirió aturdido.

—Puede ser —la secretaria se rio—. Tu currículum fue enviado ayer en la mañana al correo electrónico, tuve la oportunidad de hablar con tu anterior jefe hace un par de horas también. Debo decir que estaba un poco decepcionada de que no vinieras, pero mira, estás aquí.

Baekhyun se mordió los labios con nervios por la manera en que estaba desarrollándose la conversación; una parte de él se sentía un poco en calma de no tener que pasar por eso mismo frente a su ex.

—Lo que me dijiste, ¿es cierto? ¿O es parte de esta dinámica?

—¿Acerca de qué? ¿Sobre el silencio y la música? Para nada. El profesor Park no escucha otra cosa que no sean clásicos. Dejó de escuchar otros estilos después de su boda.

No estaba seguro acerca de qué parte de su cuerpo respondió primero a la información, si es que lo hizo, porque Baekhyun pudo ser capaz de ver como la secretaria lo miraba de manera extraña, mientras su propia cabeza y corazón colapsaban, se comprimían y dolían en consecuencia.

¿Chanyeol casado? ¿Con quién?

Evidentemente, había un único motivo haciendo que su cabeza imaginara escenas extrañas acerca de un reencuentro, ignorando sus respectivos futuros y las diferencias que los separaron (todavía más) con sus experiencias vividas. El tiempo y la distancia eran las principales razones por las cuales podía deducir que habría cambios enormes. La secretaria segundos antes había destacado uno de ellos, pero un matrimonio...

Eso ni siquiera pasó por su mente.

¿En qué momento Chanyeol conoció a alguien que lo hiciera caer tan profundo? ¿Alguna vez él habló del matrimonio como una meta de vida? Baekhyun no podía generar pensamientos o indagar en sus recuerdos, porque todo lo que ambos habían conocido el uno del otro, eran aspectos que no coincidían con esta realidad alterna.

Tal vez era en este universo donde Chanyeol tenía oídos sensibles y no consideraba interpretar canciones depresivas o aburridas. Donde a pesar de haber conseguido uno de sus objetivos más ambiciosos, se unía con una promesa a una persona, una persona que no era él.

En su garganta pudo sentir un leve cosquilleo, quizás una carcajada para burlarse de sí mismo por haber tenido un pensamiento tan estúpido. El apego de su pasado no era amor, y dar por hecho las emociones de su ex parecía un acto egoísta.

«Ha pasado tanto tiempo, ¿por qué te decepcionas?» se dijo en silencio.

Sus dedos jugaban los unos con los otros sobre sus rodillas, en una acción nerviosa que no recordaba que tenía. Con una leve sonrisa miró de vuelta a la secretaria, deseando mostrarse lo menos expresivo (y angustiado) posible.

—¿Podría devolverme mis documentos? Lo he pensado mejor y tal vez...

—¿Te irás?— Yeoreum entrecerró los ojos al alejar el folder, pegando a su pecho este mismo y retrocediendo—. ¿Por qué?

Baekhyun no supo qué tipo de excusa podía ser aceptable, si es que existía alguna.

"Acabo de recordar que el Profesor Park es mi exnovio", no sonaba como una buena evasiva, sin mencionar que sería una gran mentira. Estaba tan familiarizado con soltar falsedades, pero su cerebro ahora ni siquiera podía concentrarse en algo más que no fuera, imaginar a su antiguo amigo con un elegante traje de boda.

¿Chanyeol casado? ¿De verdad?

—¿Baekhyun? —Yeoreum ladeó el rostro y lo inclinó al querer encontrar sus miradas, percibiendo como el rostro en blanco del postulante continuaba ausente—. ¿Estás bien?

Si sus oídos captaron la pregunta no hubo seña que lo demostrara; no tuvo tiempo de procesarla para cuando sus ojos volvieron hacia la mujer. Porque su corazón palpitó fuerte contra su pecho, su garganta se cerró y la agitación fue perceptible.

La puerta de la oficina había hecho un ruido estrepitoso al abrirse, y las voces en el interior fueron figurativamente comparables con la quinta sinfonía de Beethoven.

Y luego ocurrió.

Ese lapso exacto donde sus ojos se encontraron luego de tantos años, donde aquel reencuentro que en la cabeza de Baekhyun había tomado una forma inexacta, conservando los detalles de un cuasi adulto Chanyeol, se desmoronaban por completo al ver lo que la distancia le había hecho perderse de su crecimiento.

Chanyeol ya no era Chanyeol.

Porque el chico de cabellos negros y anteojos pesados, se convirtió en un hombre de perfectos y sedosos cabellos rubios, hombros anchos y piernas incluso más largas de lo que recordaba. Su camisa blanca abrazaba de manera tensa sus músculos trabajados, y sus finos pantalones apenas daban un ligero guiño del correcto chico que se ajustaba su corbata antes de llegar al instituto. Sus mangas dobladas en sus antebrazos permitían ver apenas algunas líneas de tinta sobre su piel bronceada, y la falta de feos anteojos desechaba por completo sus vanos intentos por encontrar algo reconocible en su atuendo.

Chanyeol ya no era el adolescente delgado de expresiones cómicas, ya no era su chico de sonrisas enormes y mejillas sonrojadas, y en su lugar, su rostro no mostró ninguna clase de emoción cuando parpadeó en su dirección. No había alegría, ni tristeza.

Baekhyun consideró que su ex ni siquiera lo reconoció.

—Profesor Park —Yeoreum le llamó tras despedir al chico que acababa de terminar su propia entrevista. La mujer con dificultad pudo ponerse de pie en su asiento, siendo hasta entonces que su abultado estómago salió a la vista.

Ella estiró los brazos para entregar el folder a su jefe, y solo hasta entonces Chanyeol dejó ver una estela de ese niño con modales de su adolescencia, abriendo la boca en una marcada «o», para evitar que su embarazada secretaria se moviera demasiado.

—Hay un postulante más. Byun Baekhyun tuvo un pequeño retraso, pero pude asegurarle que lo entrevistaría ya que se tomó la molestia de llamarme para avisar, ¿no es cierto? —Yeoreum dio un vistazo en su dirección para insistir.

El susodicho aún con el corazón en el suelo y los ojos abiertos de par en par, apenas si logró mover la cabeza con dificultad.

—Uhm, ¿un postulante? —Chanyeol habló por primera vez, y fue como si todo en ese lugar comenzara a sentirse irreconocible. Su voz cambió, el tono cambió, no había en ello ni una señal de reconocimiento, amor, cariño o incluso dolor.

El aire ya no servía para respirar, sus rodillas no eran lo suficientemente fuertes para sostenerlo.

Baekhyun tragó saliva lento, consiguiendo ponerse de pie para hacer una leve venia. Su antiguo amigo le había mirado por unos simples segundos, para luego dar una lectura rápida a lo que era su ficha de información.

Si ese era su karma, el de ojos claros estaba comenzando a cuestionarse por qué aún no se sentía tan miserable. ¿Estaba volviéndose masoquista? ¿O era una reacción automática a este renovado y atractivo (sin considerar ajeno) hombre?

—De acuerdo, entonces pasa —el alto dio un movimiento con su cabeza para señalar el interior, no preocupándose por asegurarse de si Baekhyun lo seguiría o no.

Por el contrario, Yeoreum tuvo que susurrarle algunas palabras para que se diera prisa. El de ojos claros le mostró una mueca de preocupación a la secretaria, quien levantó el puño deseándole suerte.

Lo que vino después contra todo pronóstico fue más familiar, porque la oficina de Chanyeol pareció ser lo más acercado a lo que Baekhyun recordaba de su entorno en el pasado.

Pese a que las paredes estaban llenas repisas con títulos, premios y certificaciones enmarcadas, imágenes conocidas también ornamentaban la habitación. Las frases, fórmulas matemáticas y planetas diseñados de manera digital, creaban esa nostalgia a la que Baekhyun se aferró en sus pasadas expectativas.

Su mente y orbes se maravillaron con el lugar, perdiéndose de como Chanyeol se mantuvo mirándolo girar sobre sus propios pies para curiosear. Sin hacer ningún comentario al respecto, el astrofísico abrió por segunda vez el documento. Los detalles generales le hicieron fruncir las cejas, y con su diestra se sobó los labios mientras su lectura lo dirigió a los detalles de su experiencia laboral.

Un currículum era fácil de entender, hecho que inquietó a Baekhyun tras haberse mantenido por minutos en silencio, ya sentado del otro lado de su escritorio.

Por lo que veía, la organización para Chanyeol era aún un tema inexplorado, su actual superficie de trabajo era una reinterpretación de su escritorio de diez años atrás. Los libros que ahora parecían el doble de complejos y extensos, se hacían lugar entre hojas apiladas y anotaciones.

Baekhyun sonrió sutil por ese pensamiento comparativo, y miró con nerviosismo sus propios dedos antes de recordar algo. Con temor, miró bajó sus pestañas hacia el rostro de Chanyeol. Su mirada seria aún sobre los documentos fue su punto a favor, por lo cual se permitió reparar en los dedos en busca de una confirmación.

«No está usando un anillo», pensó. Su pecho se aligeró por un momento, aunque no esperaba que ese hecho significara algo o reavivara esperanzas.

Un momento, ¿cuáles esperanzas?

Aún podría ocurrir que su esposo o esposa entrara por esa puerta, y que Baekhyun terminara yéndose de ese lugar con un miserable: Nosotros te llamamos.

Era lo lógico ¿cierto?, porque ¿qué estaban haciendo? ¿Actuar como dos desconocidos, un futuro empleador y un postulante nervioso? Fingiendo que nada pasaba a pesar de todos esos recuerdos y el desagradable final de su relación. ¿Era un buen momento para traer a colación el tema?, preguntar sobre cómo estaba, qué fue de su vida y quién pertenecía a ella ahora, ¿estaba bien irrumpir de esa manera?

—¿Baekhyun? —Chanyeol llamó por tercera vez, haciendo obvio que era consciente de hacia dónde miraban los ojos al esconder su zurda.

El nombrado sintió sus mejillas calentarse, su boca se abrió y cerró consecutivamente.

—Disculpa, estoy distraído.

—Lo noté —el profesor alzó las cejas en tono de mofa—. Tengo una duda sobre esto, puedo ver que estudiaste en la universidad, pero no entiendo por qué tu título universitario no está especificado. ¿No debería decir que estás graduado?

El suspiro del mayor quedó atorado en su pecho por la interrogante, y con pena agachó la cabeza. Su mano derecha se alzó en un ademán nervioso restando importancia.

—No terminé la universidad —Baekhyun rio suave, su volumen ensayado era sencillo de lograr cuando el tema era tocado, pero unas extrañas ganas de llorar por la vergüenza le nublaron los ojos al ver hacia los de Chanyeol.

Sus universos negros siempre fueron un punto débil.

—Oh —Chanyeol expresó, sus orbes se detuvieron en él por unos inquietantes segundos, pero con la misma falta de interés esquivó el cruce para cambiar de tema—. El tiempo en el que ascendiste es sorprendente. Duraste mucho en tu anterior trabajo, ¿por qué renunciaste?

—No renuncié —Baekhyun se calmó, la manera en que Chanyeol disipaba las incomodidades era tan natural—. Ocurre que el CEO en mi antiguo empleo era un adicto a las apuestas, pero uno de los malos, ahm ¿recuerdas ese tipo de 21 Blackjack? Bueno incluso ese tipo era un as, el CEO creía estar protagonizando su propia película cada que estaba de suerte, así que hizo una cantidad de deudas tan abismales que ni mi propio jefe logró solucionar con préstamos.

»Tuvieron que recortar el personal para cubrir una parte de la pérdida, pero no sirvió de mucho, la policía irrumpió en mi oficina, fue una locura y estuve a nada de mojar mis pantalones.

La historia pareció ser lo bastante extraña para Chanyeol, o tal vez fue el humor y familiaridad con el que Baekhyun la contó, porque por primera vez desde que llegó, el científico formó una leve sonrisa con sus labios, y sin embargo, no duró lo suficiente.

— Y... ¿Cuáles son tus razones para trabajar aquí? ¿Estás interesado en la ciencia? ¿O hay algún otro motivo?

Baekhyun parpadeó con lentitud, y frunció los labios al contener un inseguro: Quizás, tú.

—Trabajar con un ejecutivo no será nada parecido a hacerlo conmigo —Chanyeol ignoró su expresión pensativa al continuar hablando—. No sé si te lo mencionaron en la agencia, pero tu trabajo no se limitaría a los horarios en esta oficina, tengo una agenda extensa que cubre la docencia, la investigación y mi cargo actual en el instituto. Hace una semana el director del observatorio se sometió a una cirugía, así que tres personas estamos haciéndonos cargo de su trabajo, eso incluye la planificación de conferencias y actividades.

—Está bien, podré con eso —Baekhyun murmuró por lo bajo, lo que le hizo sonar no tan convencido. Chanyeol se detuvo para mirar su expresión, esperando que agregara algo para poder considerar su afirmación—. Yo... claramente estoy interesado en encontrar una nueva perspectiva. No soy bueno con la ciencia, pero sé ajustarme a los entornos y podré sobrellevarlo, tengo experiencia y sé mantenerme en calma ante situaciones complicadas, problemas, imprevistos, y ahm ¿no lo sé? En mi anterior trabajo incluso dormía en sofá de la oficina si era necesario, no sé si eso sea bueno para ti, pero puedo hacerlo.

El de cabellos rubios enarcó una ceja ante lo último, la carga de trabajo era grande, pese a esto sobre explotar a su empleado no estaba en sus planes, así que solo asintió dos veces al cerrar el documento. Extrajo del cajón derecho de su escritorio una libreta con anotaciones, la acumulación de notas adhesivas entre las páginas le impedían cerrar por completo.

Chanyeol encontró las hojas que le interesaban, y extendió esta misma para el solicitante.

—Estas son parte de mis actividades para el próximo mes, Yeoreum es quien se encarga de organizar mis horarios, pero... ¿Qué podrías hacer tú al respecto? —El alto miró atento a los orbes claros, que se notaron concentrados entre los garabatos y líneas que remarcaban horas y fechas.

—Lo único que puedo ver es que no sé en qué momento vuelves a casa y duermes, ¿al menos comes? —Baekhyun sonrió tenue. Estiró con duda su mano hacia los bolígrafos en el escritorio. Chanyeol ofreció uno de estos al entender, y puso atención en como la mano de Baekhyun hacia líneas invisibles sin tocar el papel—. Uhm, tal vez si priorizaras lo fundamental no habría la necesidad de escribir más de dos veces las reuniones sobre tu investigación, parece que hay un patrón, ¿lo notaste?

—¿Necesitabas el bolígrafo? Ni siquiera estás escribiendo.

El de ojos claros sonrió con timidez, poniendo el objeto sobre el escritorio por el comentario.

—Lo siento, es una manera para concentrarme en una cosa a la vez. Cómo sea, organizar un mes entero me llevaría una hora o dos tal vez, además de tus actividades laborales es importante tomar en cuenta tus ocupaciones personales, ¿cierto?

Su intercambio se acompañó de un momentáneo silencio, el astrofísico fingió toser y esquivó el cruce al tomar de vuelta su libreta.

Baekhyun percibió ese muro que el menor colocó entre ellos con el cambio de humor, haciendo obvia su resistencia de hablar sobre aquellas trivialidades que, podría involucrar su vida privada y por ende su matrimonio.

El asistente no estaba seguro de si requería de una confirmación, porque la duda estaba sembrada, pero el temor y la falta de confianza le impedían preguntar directa o indirectamente sobre eso.

¿Necesitaba oírlo? ¿Quería escucharlo decir eso?

—Entonces... ¿Cuándo podrías empezar? —Chanyeol balbuceó al indagar, sacándose las delgadas y doradas gafas que usaba para sus lecturas, y que Baekhyun hasta entonces notó. El rubio buscó una dirección a la cuál mirar, perdiendo luego su atención en su portátil.

—¿Ah? —Sus ojos se volvieron redondos al sobresaltarse, y movió la cabeza dos veces. ¿Qué estaba pasando? ¿Obtuvo el trabajo? ¿Chanyeol estaba cómodo con eso?

—El lunes, por supuesto —él asistente continuó—. Podría empezar mañana si pudiera, pero tengo que vaciar mi antigua oficina. No son muchas cosas, pero ya que trabajé tanto tiempo ahí debo despedirme, y mi liquidación... es un fiasco el trámite por estos asuntos administrativos.

—Está bien, el lunes está bien para mí —Chanyeol cortó su explicación al verlo hablar con velocidad, e inseguro, se puso de pie para dar por terminada la entrevista—. Puedes hacer la firma del contrato con Yeoreum, debido a que serás un empleado mío, no necesitarás nada más, ella se encargará.

Imitando sus acciones, Baekhyun le siguió fuera de la oficina, extrañamente desanimado cruzó el umbral volviendo a encontrarse con la secretaria. Chanyeol se humedeció los labios al tardar en decir algo, y sus dedos pasearon entre las rubias hebras de su cabello antes de ofrecerle su diestra.

Había tanta formalidad en la acción pese a su maña anterior, que Baekhyun no estaba seguro de si podría hacer ahora un comentario casual (pero necesario) que demostrara que aún se recordaban, y que aquellos años de niñez y adolescencia, seguían teniendo un peso significativo a pesar de ser parte de su pasado.

—Baekhyun firmará el contrato —Chanyeol dijo en cuanto se soltó del agarre que el de menor estatura prolongó —. Aclara sus dudas.

El de cabellos cobrizos no necesitaba mirar hacia arriba para saber que Chanyeol estaba evitando dirigirse a él, y que fuera de esa privacidad pareció ser mucho más neutral con sus gestos y comentarios.

¿Entonces por qué le dio el empleo? ¿Debía dar por hecho que continuaría ese juego sobre ser extraños?

—Muy bien. —Yeoreum dio una sonrisa a su jefe y luego a su nuevo colega, apenas dándole tiempo suficiente para ver como el más alto volvía a su oficina tan pronto como terminó de hablar —. ¡Profesor Park, en veinte minutos tiene una reunión con...!

—¡Lo sé! —Chanyeol detuvo su frase al sostenerse del marco de la puerta, asomando su cabeza tal cual niño asustado—. Haré una llamada primero, nos veremos en la sala de juntas.

Baekhyun parpadeó por la inesperada reacción. Se acomodó la correa de su portafolio en el hombro al recibir un vistazo fugaz por parte de éste.

—¿Eso quiere decir que su llamada se extenderá? —Su secretaria cuestionó inquieta.

—Intentaré no tardar, evita las interrupciones, te encontraré allá.

Ambos dieron un respingo cuando la puerta se cerró de un portazo, escuchando como Chanyeol murmuraba alguna disculpa o maldición del otro lado. Yeoreum soltó una risa y un resoplido, pero Baekhyun no pudo sentirse tranquilo con la pésima forma en la que su encuentro terminó.

Podría ser una mezcla miserable de tragedia con comedía, ya que Chanyeol de un modo u otro pondría puertas entre ellos para separarles.

—Eres admirable —Yeoreum murmuró para él, moviéndose con experiencia entre su escritorio y el archivero de un costado en busca de algo—. Conseguiste en diez minutos lo que ninguna persona antes de ti en treinta. ¿Cómo lo convenciste de contratarte? ¿Mencionaste lo de la música?

—Fingí escribir con su bolígrafo —Baekhyun balbuceó sin sentido.

— ¿Fingiste escribir con su bolígrafo? —La secretaria se aturdió—. ¿Y eso funcionó? ¿Cómo fue?

—No tengo idea. —Sobándose la sien, tomó lugar en el asiento frente a la mujer.

El trámite y firma de contrato fue acompañada de una lista de instrucciones, y Baekhyun necesitó su propia agenda para tomar en cuenta restricciones y excepciones que conseguiría al trabajar para Chanyeol.

La parte positiva del nuevo empleo, es que el salario sería bueno.

La parte negativa, es que su jefe había ocasionado que el piso bajo él se sacudiera, y que su mente no dejara de llevarlo al por qué Chanyeol no estaba usando una sortija.

***

Lo más sencillo de su rutina ocurría al llegar a casa.

Cenar en compañía de Sehun o acurrucarse con él en el sofá para mirar películas aligeraba en inmensa medida su estrés, sin embargo, la nueva noticia no pareció hacerle gracia al de cabellos plata, puesto que su primera reacción fue soltar una maldición y señalarlo con evidente exasperación.

Los arrepentimientos vinieron consigo, tan pesados e insufribles. Sehun lo estaba mirando acusatoriamente, su boca abierta y sus ojos juzgadores podrían poner de rodillas a cualquier persona que los viera.

Baekhyun no tardó en hacerlo.

—Sé que es una completa locura —el de ojos claros frotó sus palmas en señal de disculpa—. Y sé que prometí no volver a arruinar esto, pero por dios, si tan solo lo hubieras visto...

—Baekhyun —Sehun jadeó, hincándose al nivel de su amigo para detener su súplica—. ¿Estás escuchándote? El tipo es tu exnovio. ¿Cómo pudiste pensar que ir a una entrevista de trabajo con él era buena idea? ¿Ahora incluso tienes un contrato?

—Es por medio año, su secretaria dijo que dependerá de mí si decido renovarlo. Podremos ahorrar un poco más ¿no te parece genial? Extenderíamos la duración del viaje por una o dos semanas más. La paga en este lugar será muy buena, y podríamos reservar boletos de avión en primera clase.

—Baek —Sehun resopló decepcionado, y negó mientras sostenía los antebrazos de su amigo para ponerle de pie—. No importa si el viaje se atrasa unos meses o dos años, pero trabajar con ese sujeto... ¿Estás seguro?

—¿Entonces no estás molesto por atrasar los planes? —Baekhyun se humedeció la boca, la tranquilidad volvía a su cuerpo—. Me sentí preocupado por eso, la última vez que hablamos sobre el viaje y mencionaste los precios no sabía cómo decirte que estaba en problemas.

—¿Estás escuchando lo que digo? —Ofendido, se alejó unos pasos para no golpearle—. Eres tan terco.

—El asunto con Chanyeol ni siquiera importa —Baekhyun hizo una mueca para quitarle importancia, girando en sus desnudos pies se lanzó hacia el sofá con un salto—. Su secretaria dijo que está casado, y a él no pareció sorprenderle que estuviera allí, tal vez él ya estaba enterado de que estaría en su oficina hoy, Yeoreum mencionó que leyó mi currículum antes.

—No me interesa lo que él piense. Lo que me inquieta es lo que tú sientes.

—¿Lo qué yo siento? ¿Debo tener una postura sobre esto? Éramos unos adolescentes cuando salimos, no era la gran cosa —hizo un tonto gesto con su boca para hacerse el gracioso, no consiguiendo que el más alto le creyera.

"No era la gran cosa" —su amigo repitió, luego puso un dedo sobre sus labios al fingir recordar algo—. "Pero por dios, si lo hubieras visto..."

—¡Ya!, Oh Sehun.

—¿Entiendes mi preocupación? ¿Cuándo fue la última vez que te volviste loco por un chico?, ¿hace un año? ¿O tal vez fueron dos? No sé con precisión cuándo, pero sé que eres un asco para estas cosas: te emocionas demasiado y terminan rompiéndote el corazón.

—¿Romperme el corazón? ¿De qué hablas? —Baekhyun se rio a carcajadas por esa declaración—. Para tu información: NO. Ningún hombre me ha hecho llorar en estos veintiocho años de vida, ni siquiera he llorado frente a mi padre. Sí, a veces me ilusiono con facilidad, pero puedes decir que soy un claro ejemplo de una persona con una fuerte e intocable salud emocional.

—Salud emocional es lo que menos tienes —Sehun se burló—. ¿Y qué no ese tipo es a quien tu madre ha mencionado antes? Cada que cuenta una anécdota tuya siendo el capitán del equipo de fútbol escolar habla de Mr. Anteojos.

—Se llama Chanyeol.

—Tu madre se refiere a él como el chico con anteojos.

—Es porque no quiere mencionarlo frente a mí.

—Y eso debe tener una razón.

—No la tiene.

—A mí me parece que sí.

Baekhyun apretó los labios a causa de su insistencia, Sehun estaba presionando con uno de sus pesados hombros contra él en busca de una explicación.

—Fui yo quien lo lastimé. —Jugando con sus propios dedos confesó, el volumen de su voz había bajado. Sehun dudó de insistir, no podía siquiera recordar la última vez que Baekhyun sonó tan atormentado—. Quizás yo... comencé a salir con alguien más tan pronto como terminé con él.

—Eso no tiene nada de malo, ustedes ya no estaban juntos.

—A JeongHan lo conocí mientras aún salía con él. Yo no actué bien... —Los pulmones se le llenaron de aire al dar una fuerte respiración, necesitaba de valor para aceptar sus errores—. Chanyeol en una ocasión nos vio besándonos y yo... no esperaba que viera eso, nunca quise lastimarlo, pero fui muy imprudente y sucedió. Sé que eso le afectó, su hermana comenzó a mirarme mal después, creí que en cualquier momento me saltaría encima y me mataría.

—Entonces lo engañaste —Sehun alzó las cejas al caer en cuenta—. Interesante.

—¿Y eso que significa? —Con una ceja arqueada le juzgó, no entendió por qué su amigo sonrió con tanta picardía.

—No lo sé, si ocurrió así... las probabilidades que él no se haya olvidado de ti existen, ¿no lo crees? ¿Por qué otra cosa te habría dado el empleo? Si una de mis exnovias llegara a pedirme trabajo las enviaría a casa antes de causar problemas.

—¿Tal vez porque tengo experiencia? —Baekhyun intentó sonar obvio—. ¿No sería suficiente con las recomendaciones?

—O tal vez volver a verte también le afectó, no lo sé, pero si estuviera en su lugar solo habría permitido que mi expareja trabajara conmigo por dos circunstancias, y una de ellas no te gustará.

—Si ya lo mencionaste dilo.

—Puede ser que él se haya sentido mal por verte desempleado —se mordió el labio, negó con la mano para corregirse—. No me refiero a que eso sea malo, ¿de acuerdo? Yo sé que tú eres bueno en tu trabajo, y que aunque él te hubiera echado de su oficina conseguirías algo mucho mejor.

—Chanyeol no es del tipo que siente lástima por las personas.

—Han pasado años desde la última vez que lo viste —Sehun razonó, frenando las ganas de poner los ojos en blanco—. Las personas cambian.

Evitando mostrarse herido, Baekhyun le sonrió para hacerle saber que lo entendió, incluso cuando su mente y corazón se encogieron ante la posibilidad. La mayor cualidad de Sehun era su brutal honestidad, aquello les había mantenido juntos por los últimos cuatro años.

—Tienes razón, debería tomarlo en cuenta.

—Además, es mejor que tomes tus precauciones. Si la verdadera causa es que volviste a flecharlo deberías tener cuidado. En estos tiempos la salud emocional ha empeorado, la cantidad de casos que he visto en las prácticas hace que me duela la cabeza.

—Él está casado, y tú lo dijiste, han pasado años desde la última vez que lo vi.

—Entonces no hay nada por lo cual deba preocuparme —Sehun soltó una exhalación fuerte, poniéndose de pie al dar por terminada la conversación—. Sobre lo del viaje, es mejor que comiences a planearlo, seis meses son suficientes para que puedas reservar un buen lugar.

Baekhyun dio una patada hacia su dirección, quedando de espaldas contra los asientos del sofá una vez que Sehun se despidió para ir a su propia habitación.

No estaba del todo seguro de si sus palabras intentaban calmar a su amigo o así mismo, pero algo no se sintió bien. Angustiado por sus temores, y aún intranquilo por confirmaciones, tomó su móvil para llamar a la única persona que podría darle respuestas.

Escuchó el tono de espera dos veces, la voz suave y amorosa le saludó después.

—Pensé que no llamarías hasta la siguiente semana —su madre le dijo murmurando.

—Hoy volví a casa temprano, así que quise llamarte antes de ir a dormir.

—Pobre bebé, ¿quieres hablar con tu madre para poder descansar bien? —La mayor sonrió al escuchar a su hijo reír—. ¿Estás comiendo bien?, ¿ha sido difícil?

—En realidad no, creí que tendría unos días libres antes de comenzar a buscar trabajo, pero por la mañana recibí una llamada de la agencia y tuve que ir a una entrevista. Firmé el contrato hoy.

—Así que conseguiste un sitio sin ni siquiera preocuparte. Estoy tan orgullosa.

—Ah, basta. Solo sucedió.

—Las oportunidades ocurren así, es bueno que no lo desaprovecharas. Podrás ascender ahí, ¿de qué compañía se trata?

La curiosidad pareció ser hereditaria, ya que Baekhyun sabía que él sonaba de la misma forma cuando algo le interesaba. Inseguro de si decirlo sería una inteligente decisión, optó por desviar el tema hacia su duda principal.

—No es una compañía, trabajaré para un académico.

—¿Un profesor? ¿De la universidad?

—Sí, de la universidad. Cómo sea, no llamé para hablar sobre eso, pensaba que podríamos ir a cenar juntos la próxima semana. Mi horario cambiará y tendré un día y medio de descanso a la semana, ¿tal vez podríamos vernos el siguiente sábado?

—Ahora tengo más curiosidad por ese nuevo empleo.

—Mamá —Baekhyun rio a la par de su madre, sintiendo la saliva en su boca faltar.

No era común sentirse tan nervioso, pese a que ella era la única que podría variar su ánimo con tanta facilidad. Sentirse angustiado por una petición o consejo pareció quedar en el olvido, en ese pasado angustioso y doloroso por el que ambos fueron obligados a atravesar.

—Está bien, no insistiré. ¿Quieres venir a mi casa en ese caso?

—Me gustaría que nos reuniéramos en otro lugar, aún es extraño ir allá. El señor Kang es agradable, pero me siento raro cuando sus hijos están presentes.

—Son como tus hermanos menores, Baekhyun.

—No son mis hermanos, ni siquiera son tus hijos mamá. —El menor apretó los párpados al decir, dio una respiración dificultosa al bajar la voz—. Lo lamento, no es cómodo.

—Está bien, lo entiendo, será en otro lugar.

Un momentáneo silencio les interrumpió. Tomándolo como una señal, el de cabellos claros se aclaró la garganta para hablar de lo que le molestaba.

—Mamá, ¿has vuelto a ver a los Park? Ya sabes... nuestros antiguos vecinos.

—¿Hablas de Park YoungMi y Park DongHwan? —Su madre sonó animada al serle recordado, y dio una risa escandalosa que significaba un claro: ¡Qué emocionante!

Tras el divorcio de sus padres y la distancia que tomó con su progenitor, Baekhyun descubrió un montón de encantos de la mayor, entre ellos, que el volumen, extensión y ademanes de sus carcajadas significaban cosas distintas. Hablar con ella calmaba sus inseguridades y le hacía olvidar el estrés; añoraba tanto beber un chocolate caliente a su lado y darle un abrazo.

—Sí, los señores Park".

—Hablé con YoungMi hace un par de días, su esposo tuvo una cirugía y estuvo bastante preocupada por eso. Quise darle una visita en el hospital, pero ella dijo que no era necesario, de cualquier manera nos reuniremos en unas semanas, preferimos retomar las clases de Yoga en cuanto Park DongHwan esté recuperado.

El cerebro de Baekhyun sufrió de un pequeño corto circuito, porque no sabía qué parte sonaba más interesante de todo lo que le fue informado. Chanyeol horas antes había mencionado que el director del Instituto tuvo una intervención, y según lo escuchado su padre también.

Lo que podría ser una ridícula coincidencia, dejó de parecerle hilarante al recordar que nunca tuvo una buena relación con éste.

No mejorando su ánimo, al parecer su madre estaba al tanto de la familia Park, de cosas tan relevantes como su salud, y al grado de haber forjado una amistad.

—¿Ustedes son tan cercanas? ¿Por qué no lo mencionaste? —sonó alarmado, casi ofendido.

—¿Querías que lo hiciera? Tú y Chanyeol no parecen llevarse bien, pensé que sería mejor evitar hablar sobre ellos.

Baekhyun se tragó una maldición, y apretó los párpados con fuerza por segunda vez. Algunos años de vida los pasó lamentándose por no tener un vínculo, y justo ahora... justo ahora...

—Bien, no importa.

—¿Por qué preguntaste sobre ellos? ¿Ocurrió algo?

—El pensamiento llegó, no es relevante. —Exasperado consigo mismo, Baekhyun despeinó sus cabellos. La llamada fue un error, ya no quería obtener respuestas esa misma noche, debía enfriar sus pensamientos—. Te llamaré la siguiente semana para acordar el lugar, ¿de acuerdo? Necesito dormir ahora.

Finalizando con una despedida y un largo pero necesario suspiro, se dio cuenta de que su dilema estaba haciéndose más grande.

¿Acababa de despertar de un sueño criogénico? ¿Se había perdido de tanto por elección o terquedad?

El de ojos claros no podía profundizar en eso por ahora, todavía tenía algunas cosas que resolver.

***

Las primeras veces solían ser importantes, esos días significaban buenos augurios si las circunstancias y las felicitaciones elevaban su ánimo y su desempeño.

Llamarle supersticioso podría ser exagerado, pese a que no negaba que existían ciertas rutinas que creía moldeaban caminos seguros. Baekhyun planeaba realizar su tradicional modo de comenzar el día con naturalidad, como si aquel no fuera el primer día de trabajo al lado de su exnovio, sino solo un nuevo día con responsabilidades.

Por supuesto, intentar que aquello sucediera era tan fácil como respirar bajo el agua.

Los ojos de Baekhyun se abrieron por sí solos minutos antes de que el despertador sonara, lo que le dio un inquietante momento mirando el techo no sabiendo qué esperar. Su ducha que solía no extenderse, se alargó entre pensamientos y la sensación del agua contra su rostro.

¿Estaba sintiéndose tranquilo o ansioso? Su cabeza no lo podía procesar.

—El desayuno está listo. ¿Tienes suficiente tiempo para sentarte y comerlo como las personas normales? —Sehun le cuestionó con simpleza, el gesto insípido cambió al mirarle. Sus gruesas cejas se alzaron—. ¿Es esa la ropa que compraste ayer?

Baekhyun se miró también, un fugaz y horrible pensamiento llegó en consecuencia.

—¿Crees qué es demasiado casual? Quiero pasar desapercibido. Ahí se visten de manera más informal, así que mis trajes se tendrán que quedar en el clóset a partir de ahora.

—¿Informal? Claro que luces de esa manera, aunque que yo en tu lugar habría usado unos pantalones de mi talla, ¡Ou! —Sehun sobó su brazo por el zapato que lo golpeó, y con velocidad devolvió el golpe a quien intentó correr.

—¡Ni siquiera están ajustados!

—No lo están, pero es raro verte usando mezclilla.

—Pensé que era mejor que usar pantalones de algodón. Uno de los investigadores que conocí el día de la entrevista peina su cabello con una coleta, me pareció interesante, imaginé que serían más agrios —encogiéndose de hombros, tomó asiento en el banco libre.

Sehun puso esmero en como el cabello de Baekhyun estaba arreglado, en su camiseta nueva y el saco que volvió de la tintorería dos días atrás.

—Estoy seguro que a Chanyeol le gustará.

El de ojos claros escupió su leche al oírle.

—¡Yah, Oh Sehun.

—¿Qué? Tú también lo pensaste.

—Ni siquiera tengo la intención de que él me mire a los ojos, así que no digas estupideces —se limpió los labios con una servilleta, conteniendo la risa al ver que su roomie se sacudió en su silla al señalarlo.

—Sabes que bromeo.

—Tus bromas son crueles.

—Tendrás que acostumbrarte, será divertido —tomó su taza con ambas manos, llevándose la bebida a la boca sin despegar su mirada traviesa de su amigo.

—No sé si acaso tendré la oportunidad de que Chanyeol y yo nos volvamos a hacer amigos.

—¿Cómo? ¿Estás esperando una oportunidad? ¿Debo preocuparme? —El menor sonó serio esta vez, y sus labios formaron una línea recta temiendo a qué dirección estaba yendo esa conversación.

—No, absolutamente —Baekhyun detectó su conmoción. Prefirió dar una cucharada a su plato con fruta y ponerse de pie—. Será mejor ir adelantándome, necesito comprar algunas cosas antes de llegar a la oficina.

Sehun sintió la mano de su amigo despeinarle los cabellos al pasar, y suspiró al verle ir hacia su portafolio, tomando a la par una bolsa de papel.

—Creí que las compras las hiciste ayer, si acostumbras a tu jefe a llegar temprano se volverá un tramposo como tu anterior jefe —advirtió.

—No hice todas, no te preocupes —Baekhyun agitó sus manos en el aire para despedirse, dejando el recuerdo de su presencia por el olor de su perfume en la habitación.

El de cabellos plata se relamió los labios con temor debido a una corazonada, esa extraña intuición que estaba relacionada a su trabajo, y que en su ahora, podría implicar problemas.

***

El primer vistazo a su zona de trabajo fue decepcionante. Baekhyun sacudió el inexistente polvo en su saco, y miró la puerta cerrada de la oficina con expectativas, expectativas que se esfumaron tan pronto como Yeoreum habló.

—Llegas temprano, pero está bien, ya que es el primer día hay cosas que puedes adelantar. Si te das prisa podremos ir a comer antes de la reunión de las tres —la secretaria se puso de pie con agilidad, y extrajo de su bolso sobre el escritorio dos conjuntos de llaves.

Baekhyun se acercó a ella al ver cómo le extendía uno de ellos, y luego mirándole a los ojos, ella señaló cuatro lugares específicos.

—La llave número uno es de la oficina, por ningún, ningún motivo, puedes salir de ese lugar sin cerrar bien. La llave número dos, es del cajón del escritorio, solo cuando sea una completa emergencia podrás abrirlo, no te preocupes, te daré más instrucciones durante estas semanas para que comprendas qué tipo de documentos tengo ahí.

»La llave número tres es del primer archivero, encontrarás los números de los siguientes marcados, te evitará confusiones y ahorrarás tiempo. La llave número nueve es del cajón del escritorio del profesor, no puedes abrirlo a menos de que él te lo pida, ocurre a menudo, pero es mejor ser prudente.

Yeoreum avanzó a la entrada de la oficina, usando su propio juego de llaves para abrir el lugar. Ella esperó que el asistente entrara primero, y volvió a señalar para continuar con las instrucciones.

—El profesor Park es meticuloso y especial, quizás el uso de llaves pueda confundirte, pero él cree que sigue siendo la manera más segura de mantener todo a salvo. Puede ser eso o que hace un año su padre logró a entrar a su vieja oficina cuando aún tenía una chapa con código —Yeoreum tapó su boca al saber que habló de más, y se aclaró la garganta queriendo borrar las palabras que por error dejó salir.

—Es inusual, pero me acostumbraré.

—Seguro que lo harás —ella miró hacia el pizarrón a medio limpiar—. Él mencionó que puedes hacer uso de la pizarra para la agenda del próximo mes, como dije, el profesor es algo especial, y tener recordatorios difíciles de ignorar le salva el trasero más veces de las que le gustaría admitir. Así que puedes... ya sabes, ponerte creativo.

Baekhyun le ofreció una sonrisa a la mujer, y ésta miró hacia la pila de libros que descansaban en el inaccesible escritorio. Ella tomó de ése la pesada libreta de la ocasión anterior, vaciló por unos segundo al tamborilear sus pulgares en la caratula.

El asistente se dio cuenta de sus dudas, y con un movimiento de cabeza indicó para hacer un comentario sobre el desorganizado mueble.

—¿Hay algo qué hacer con eso?

—El profesor te lo dirá cuando llegue, por ahora preocúpate por organizar estas actividades —Yeoreum le mostró una sonrisa rectangular al entregarle la libreta—. Prepárate, porque en cuanto vuelva de sus clases tendrás mucho por hacer.

—Eso suena como una amenaza —Baekhyun bromeó al verle caminar a la salida, y ella miró por encima de su hombro con mejor humor.

—No lo es. Por cierto, cuando el profesor no está puedo relajarme, y ya que el silencio es incómodo cuando dos personas trabajan juntas, ¿podrías instruirme sobre buen gusto musical?

—¿Quieres que sea yo el responsable de hacer ruido aquí? —Baekhyun dejó a un lado la pesada agenda para quitarse la correa del portafolio, así como su saco. La oficina de Chanyeol comenzaba a sofocarlo por su falta de organización.

—¿Prefieres conversar?

Ambos ya habían comenzado a alzar la voz por la distancia que les separaba, pese a que la puerta quedó abierta, se volvería extraño.

—Pondré música en ese caso.

*

Dos horas pasaron entre comentarios socarrones sobre letras de canciones y voces poderosas, incluyendo unos cuantos tarareos de Baekhyun en sus melodías favoritas.

Estar de pie por tanto tiempo estaba cansándole, ni siquiera la barra de cereal sujeta entre sus dientes estaba ayudando a recuperar su energía. Su brazo acalambrándose bajo la agenda, su mano escribiendo en el pizarrón, y su cerebro organizando actividades estaba jugándole mal, sin mencionar que su nueva colonia lo mareó.

«Es el primer día», Baekhyun se regañó. «Has pasado por cosas cien veces más complicadas, aguanta, faltan tres espacios»

El último fin de semana del mes incluía una visita al director de la facultad, una reunión con un físico de nombre impronunciable, además de una serie de conferencias que abarcaban los últimos dos horarios. Baekhyun puso especial atención a ese detalle.

Las puntas de sus dientes luchaban por mantener su alimento a salvo, y su mente estaba en un ir y venir entre el porqué de tan extensa duración, y el adictivo "Where is he?, the man who was just like me" de la canción.

Por esa razón, sus oídos bloquearon el saludo que Chanyeol dio en el exterior a su secretaria, y en la mirada profunda que le dio detrás del umbral. El astrofísico no fue silencioso al cerrar, ocasionando que el cuerpo de Baekhyun brincara de sorpresa.

—Quitaré la música —Baekhyun intentó disculparse. Sus palabras salieron inentendibles debido a su snack, el cual estuvo a punto de caer al suelo al ser consciente de que Chanyeol comenzaba a desnudarse.

Obviamente, desnudarse era la manera más escandalosa de describirlo, porque el científico tan solo había deslizado la cremallera de su sudadera para sacársela. La camiseta sin mangas debajo de ella le dio una vista amplia de sus anchos hombros y piel acaramelada, los cuales no dejó ver por mucho tiempo, puesto que avanzó al pequeño clóset de donde extrajo una camisa.

Baekhyun, quien teniendo su zurda libre de la agenda intentó girar en sus talones y no mirar, masticó la barra de cereal con lentitud. La sensación de la avena empeoró por su garganta seca, y no, la sorprendente vista de músculos bien definidos no tenía nada que ver.

—¿No ibas a quitar la música? —Chanyeol cuestionó, viendo sin emoción la espalda de su empleado a la par de sus dedos abrochando la camisa—. ¿O te gusta trabajar así?

—S-Sí, claro, la quitaré —Baekhyun dio un paso en falso.

—No, está bien, debe relajarte. ¿Ha sido difícil organizar las actividades? —El alto frunció las cejas al cambiar de opinión, y luego se sacó la gorra de su cabeza, en sus sienes se dejó ver una pequeña capa de sudor.

—¿Ah?, ya casi termino. —Sus inquietos ojos viajaron hacia las hebras rubias, y luego hacia la mochila de estilo deportivo que Chanyeol dejó sobre su perchero junto con un portafolio con correa—. Vienes, uhm, ¿de hacer ejercicio?

El profesor contestó con un simple movimiento de cabeza indiferente, lo que podría interpretarse a un: sí, no te metas.

Baekhyun dejó salir el arrepentimiento de su interrogante con un suspiro casi silencioso, y giró en sus talones para sacudirse la vergüenza por parecer un entrometido.

—Solo corro cuando estoy estresado, hoy fue un día de esos, así que lo hice antes de ir a clases. Fue una experiencia nueva, mis alumnos no están acostumbrados a verme vestido así —Chanyeol continuó hablando, parecía estar divagando o respondiendo para deshacerse de la incomodidad; sus manos abandonaron los cabellos rubios desordenados para ponerlos en los libros abiertos llenos de anotaciones.

Baekhyun observó por encima de su hombro a su dirección, un pensamiento se alojó en su cabeza, estómago y corazón.

Chanyeol se veía distinto.

Chanyeol había cambiado.

Y eso, por incompresible que sonara, le gustó.

***

Una cosa era bastante segura, y Baekhyun debatió internamente por eso mientras escribía a la par de las oraciones de Chanyeol.

Lo que en un principio fue una charla aclarando situaciones y complicaciones futuras, se convirtió en una especie de dictado que aturdió al científico, pero que dejó pasar al entender lo que su nuevo asistente realizaba.

Chanyeol estaba hablando de tantos detalles de su vida y cotidianidad, que el de cabellos cobre no sabía cómo curaría esos recuerdos después. Existía esta sensación que se apoderaba de sus pensamientos, donde la música ambientaba sus momentos más simples, y en el futuro, al volver a escuchar las melodías, lo devolvía a esos instantes precisos en forma de remembranzas. A veces se sentían como un déjà vu, en otras incluso, recordaba el clima, el olor o el sentimiento.

Su antiguo amigo no estaba prestando atención en esto, y por el contrario, el de ojos claros anhelaba detener su canción favorita para que no acompañara al sonriente Chanyeol hablando de sus travesías.

Era una pésima combinación.

—Entonces, lo que haremos hoy será organizar mis lecturas. —Chanyeol mostró una geométrica sonrisa de culpa; obtuvo como sospechaba, unos redondos ojos de Baekhyun en reacción—. No será tan difícil, algunos libros deben volver a la biblioteca, hmm, hay un par que debo llevarme a casa, el resto se quedará en la oficina.

—¿Yo debo devolverlos a la biblioteca? —Baekhyun farfulló sin malas intenciones.

Chanyeol movió la cabeza.

—Algunos son de ésta biblioteca, el resto pertenece a la de la universidad. Será una pérdida de tiempo si te mando allí, lo haré yo mismo.

—Puedo hacerlo si quieres, soy tu empleado, haré lo que me pidas.

El rubio le miró sin emoción, y dio un seguro no, antes de levantar la pantalla de su laptop indicando que la organización comenzaba.

Investigaciones fotográficas de nebulosas débiles —Chanyeol leyó, siendo paciente ante el momento de torpeza que su asistente tuvo al no comprender. El nuevo empleado tanteó entre algunas tapas de los textos para seleccionar el indicado.

*

Los extensos nombres agotaron su cabeza con rapidez.

Al llegar al libro número quince, Baekhyun entendió las diferencias a las que Yeoreum y Chanyeol se refirieron durante su entrevista. La astronomía era tan distinta de la música, los intereses de su ex volvían a parecer aburridos entre los autores extranjeros y el funk acompañando su gruesa voz.

Su preciada lista de reproducción.

Sus relajantes recuerdos.

Baekhyun dio un respiro corto al extender su mano, con un ligero golpecito a su teléfono móvil detuvo la melodía. Las pequeñas bocinas en el mueble en un costado dejaron de sonar, distrayendo por primera vez al que se mantuvo concentrado en la pantalla de su computador.

Chanyeol dio una mirada a ese extremo y luego hacia Baekhyun, como si de hecho la falta de armonía lo molestara.

—¿Te cansaste de escucharlo?

—En realidad prefiero no hacerlo aquí —Baekhyun se humedeció la boca, luchando consigo mismo para evitar mirarlo—. Yeoreum dijo que te molestaba, así que estoy siendo considerado.

—Pensé que yo estaba haciendo lo mismo —respondió torciendo los labios—. No me importa si quieres escucharla.

—No, está bien, lo soportaré. —Sus ojos se concentraron en la pila de libros que llevaría de vuelta a la biblioteca.

—Como quieras —el alto sonó áspero esta vez, asimismo separó tres libros en la superficie para diferenciar el destino que tendrían.

Baekhyun detectó la pesadez de su ánimo, e intentó de minimizar el horrible sentimiento al pensar en otra cosa.

Pero era imposible.

Aún se sentía como si un muro invisible los distanciara por kilómetros, y por éste mismo, ambos interactuaban de la misma manera que un par de extraños, y no como los mejores amigos de la infancia que Baekhyun recordaba e intentaba superar.

¿Superar? ¿Al menos lo estaba intentando?

—¿Aún te gusta Coldplay? —La pregunta de Baekhyun salió de la nada, entre los murmullos que Chanyeol hacia cuando leía en voz baja.

Los almendrados ojos del rubio parpadearon no entendiendo, y luego su manzana de adán hizo un movimiento al tragar.

—¿Esa es una pregunta que haces a tu jefe el primer día? —Su ceja izquierda se alzó con un sutil tinte superioridad, el cual no dejó rastro pues sus ojos volvieron hacia la pantalla de su laptop.

—Al anterior le mencioné a Radiohead, pero en tu rostro puedo ver que Coldplay te va mejor.

El creativo comentario aligeró la curiosidad inicial, Chanyeol se encogió de un hombro.

—No lo sé, no lo he pensado.

—¿No has pensado si aún tienes gusto por un grupo musical? ¿Por qué lo harías? Sí algo deja de gustarte solo lo sabes, ¿o no?

—No los he escuchado en mucho tiempo, quizás años —Chanyeol reflexionó. Sus labios habían formado una línea recta; dio un vistazo hacia el mayor—. Así que no lo he pensado.

Su respuesta era tan difícil de contradecir, que Baekhyun tuvo que aceptarla al pensar que era razonable.

—¿Por qué no los escuchamos ahora? —Sin embargo su terquedad continuaba ahí, y su curiosidad o egoísmo, necesitaba de una prueba que asegurara emociones—. ¿Gravity?, recuerdo que te encantaba.

La expresión de Chanyeol cambió tan pronto las palabras hicieron eco en su cabeza. Su estómago pudo sentirlo, Baekhyun pudo sentirlo, incluso Yeoreum que acababa de asomarse a la oficina percibió la tensión. Fue una milésima de segundo o dos, pero algo cambió en el lugar, en sus pensamientos y en el trasfondo.

Duró poco, y de forma inevitable esa burbuja de cercanía se rompió.

—La Profesora Jung está aquí —Yeoreum informó con delicadeza, dando una mirada al asistente que ocultaba su rostro al casi enterrarlo en un libro abierto.

Chanyeol parpadeó, poniéndose de un salto de pie para recibir a su colega.

—Dile que pase.

Baekhyun no pareció entender las acciones de los ajenos, puesto que intentando deshacerse de su rostro enrojecido, tomó su libreta de apuntes para memorizar y planificar algunas de sus propias tareas.

Chanyeol le miró nervioso, así mismo, la empleada al pie de la puerta dio un paso a un costado dejando que una mujer de cabello corto y prendas elegantes entrara a la oficina. Ella reparó en el hombre sentado frente al escritorio del alto, aunque no pareció aturdida o inquisitiva.

—Profesor Park, ¿usted hizo ejercicio hoy? —Ella comentó tras un vistazo al lugar y reparar en el bolso deportivo. En su hablar había comodidad pese a la formalidad que utilizó.

A causa de eso, la atención del asistente se detuvo en su figura, sintiendo como un balde de agua helada cerniéndose sobre él.

—SooJung —Chanyeol le llamó, sus ojos se arrugaron por las esquinas a consecuencia de una enorme sonrisa, su hoyuelo asomándose con timidez.

«¿SooJung?» Baekhyun repasó al mismo tiempo que se ponía de pie para hacer una ligera venia para saludar. Su memoria quizás estaba jugándole mal, pero aquella mujer lucía tan familiar a...

—Yeoreum dijo que al fin contrataste un asistente, es un alivio, creí que este día jamás llegaría.

—Es temporal —Chanyeol se apuró en decir, perdiéndose de la expresión afligida de Baekhyun por estar mirando hacia la hermosa mujer.

Los ojos burlones de la profesora Jung eran tan obvios, Chanyeol se había acostumbrado a ellos, se había enamorado de ellos, existía la confianza ahí.

Baekhyun no lo pasó desapercibido, porque SooJung desviaba la atención hacia sus propios pies y luego volvía hacia los universos negros de Chanyeol.

¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Era esta la confirmación que esperaba?

—Baekhyun, hey, Byun BaekhyunYeoreum susurró con suplica. Obtuvo la atención del nombrado solo cuando fue lo suficientemente doloroso seguir mirando. La secretaria movió sus manos para llamarle, rogándole por salir de ahí.

El de cabellos cobre no necesitó pensarlo dos veces, y luego tomar su teléfono y hacer una leve inclinación, huyó del que pareció un sitio sin aire. Fuera por mala suerte o su exceso de curiosidad, lo último que vislumbró al cerrar la puerta fueron unas delgadas manos deslizándose por las mejillas de Chanyeol y hacia su cabello, acompañado de un más asfixiante: qué guapo te ves hoy.

Sus pulmones se rellenaron al darle la espalda a la puerta tras cerrarla; sus sospechas se confirmaron al ver a su compañera tomar su bolso mientras le pedía que lo siguiera.

—El profesor Park no nos necesita ahora —ella dijo, haciendo una media curva que tambaleaba entre la felicidad y la amargura.

Baekhyun no estaba seguro de su propia expresión, el miedo profundizó en su pecho como una navaja recién afilada. Acababa de revelar diez años de indecisión con una pregunta tonta, confesó su poca voluntad de dejar ir las memorias con insinuaciones incómodas, poco antes de darse cuenta de que Chanyeol siguió su vida, maduró y cambió cualquier gusto e insignificancia a las que el mayor se aferraba.

Chanyeol continuó sin él.

Chanyeol, siguió adelante.

***

El resto de la jornada fue difícil de sobrellevar, iniciando por todas aquellas complicaciones que incluían no mirar los ojos de su jefe cuando se dirigía a él o pedía un comentario en relación a temas minúsculos de su horario.

Baekhyun se sintió mental y emocionalmente exhausto para cuando Yeoreum anunció su partida, puesto que al tener siete meses de embarazo, había ganado algunas atenciones de Chanyeol respecto a salir más temprano o ausentarse cuando era necesario.

Bastante tarde, el de ojos claros comprendió que su estadía en ese lugar era por la licencia de la empleada, y que de un modo u otro él podría irse (para no volver), en cuanto el contrato de seis meses concluyera y la mujer estuviera de regreso.

Sus ojos dolieron mientras sus manos tecleaban de forma mecánica en el computador, esperando que la enorme lista de alumnos y calificaciones concluyera por fin.

—¿Sabes qué hora es? —Chanyeol inquirió al verle ausente pese a sus acciones.

Baekhyun detuvo sus dedos y le miró, descubriendo que Chanyeol cambió su expresión insípida de la mañana, dejando ver un ligero vestigio del adolescente con anteojos de su pasado.

—¿Las cinco? —El mayor replicó sin pensarlo tanto.

—Ya casi son las ocho, no vas a quedarte aquí, ¿o sí? Tu horario está por terminar. —Su portafolio y bolso deportivo ya estaban sobre sus hombros, de manera casual metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.

La floja acción le recordó un detalle, Baekhyun se olvidó de comprobarlo por estar evitando cualquier acercamiento.

¿Chanyeol llevaba sortija hoy? Pero, ¿importaba ahora?

—Sí, estaba por guardar el documento —se apresuró a decir. Con algunos clics en el mouse y en el teclado, la computadora dio un anuncio de apagado en cuenta regresiva.

Chanyeol se quedó de pie en el mismo lugar, mirándole. Su empleado simulaba acomodar pilas de papeles, bolígrafos y folletos en la superficie, acciones sin sentido que le divirtieron.

—Necesito que mañana nos veamos en la universidad —anunció, no perdiéndose ningún detalle de como el mayor se detenía con pánico al verle acercarse. Del bolsillo derecho de su pantalón extrajo un papel doblado—. Anoté mis números para que puedas contactarme sin problemas, también agregué los emails. La información que te dieron en la agencia incluía el número de esta oficina, pero ahí podrás ver que hay varios donde puedes encontrarme dependiendo del horario, ya que ahora eres mi asistente tendrás que ir conmigo a algunos lugares. Yeoreum solía hacerlo, pero ahora que ella está...

—Lo entiendo —Baekhyun respondió, asintiendo tras una leída rápida al papel. Tenía una sensación extraña en el estómago, por lo que necesitaba expresarlo para sacarlo de su cabeza—. Sé que será un poco molesto al principio, pero podremos adaptarnos. No debes sentirte raro a mí alrededor, soy muy profesional y reservado, así que ni siquiera me notarás cuando esté cerca.

El alto dio un abstruso suspiro por su aclaración.

—No es molesto, es... extraño.

—Lo sé —Baekhyun forzó una curva con los labios, reprimiendo lo que ambos estaban dando por hecho—. Te llamaré en cuanto llegué a la universidad en ese caso, ¿de acuerdo?

—A las diez am —Chanyeol añadió, un leve nerviosismo se dejó ver al señalar el papel—. A mi teléfono personal, hmm, hay algunas cosas que necesito arreglar en mi cubículo en la universidad y...

—Está bien —Baekhyun pareció cortar su explicación al ponerse la correa del portafolio en el hombro, y mostró una falsa mueca de buen humor conteniendo su aflicción—. Te veré mañana.

El de ojos claros dio una venia de despedida y siguió su camino, más angustiado por como ese «extraño» salió de la boca de Chanyeol con tanta simpleza y crueldad.

¿Eran extraños ahora? Eso era obvio.

No podía sentirse cómodo con todo ese cambio alrededor de Chanyeol. Con esa aura pesada y esos ojos negros, que no tenían ahora cristales con armazón feo minimizando su efecto. Era irreconocible por como el que alguna vez fue su amigo preocupándose en exceso por él, parecía un hombre lleno de distracciones y actividades que obstaculizaban cualquier atisbo de emoción, donde incluso salir a comer necesitaba una previa cita.

Chanyeol sin duda cambió, se deshizo de las reacciones torpes y las intercambió por tarareos indiferentes y asentimientos débiles.

***

El regreso a casa fue tan contrastante con su salida. Sehun no necesitó de una confirmación para dar por hecho lo que ocurrió, por lo que tan pronto vio al de ojos caídos hundiéndose en el sofá, dejó sus libros y anotaciones en la mesa de la estancia para ofrecerle un largo y fuerte abrazo de oso.

Baekhyun se aferró a sus hombros y suspiró profundo, tragando saliva con fuerza pues los minutos iban unos tras otros, y su amigo comenzaría a pedir explicaciones o ligeros detalles del porqué de su humor.

—Tal vez Chanyeol sí está afectándome —Baekhyun jadeó—. O tal vez... estoy siendo estúpido.

—¿Qué fue lo que hizo? ¿Dijo algo que te volvió loco?

—Sí y no. —Rompiendo la caricia, sus manos fueron directo a su propio rostro, frotándolo con desesperación—. No dijo nada cuando hice un comentario sobre una cosa que recordaba que le gustaba, pero después dijo que era extraño trabajar conmigo. «¡Oye!, amigo, sé que trabajar con tu exnovio de adolescencia puede ser patético, pero por favor no me trates como si fuera un completo desconocido».

Sehun parpadeó ante su desahogo, y ladeó un par de veces su cabeza al repasar en ello.

—¿Por qué no se lo dices?

—¿Cómo hacerlo? Cuando me mira por mucho tiempo me da la sensación de que podría echarme de su oficina en cualquier momento.

—¿Y si es tan malo por qué no renuncias? Mándalo al diablo.

—Tampoco puedo hacerlo, a pesar de que actúa como si acabáramos de conocernos no ha sido grosero, fue compresivo de hecho. Incluso dejó que escuchara música dentro de su oficina.

Sehun frunció las cejas y los labios a la par, su mueca evidenció cómo se sentía.

—Ese Chanyeol... me da tanta curiosidad. ¿Es tan guapo o inteligente? ¿Qué tiene él que te pone de esta manera? —Sus dedos no vacilaron al ir hacia el bolsillo de su sudadera, extrayendo su móvil para abrir una aplicación.

Baekhyun le miró sin emoción.

—Fue mi mejor amigo, nunca he conocido a alguien como él.

—¿Y si es culpa lo que sientes? No lo sé, quizás necesitas hablar con honestidad de lo que sucedió para que puedas pasar de página —Sehun tecleó—. ¿Cuál es su apellido?

—Park —rumió—. ¿No crees qué es tonto? ¿Hablar de una ruptura de hace diez años no sería innecesario? Él ya está casado, si lo menciono pensará que estoy loco. ¿Qué demonios haces?

—Lo estoy googleando —Sehun dijo vacilar—. El asunto es que no es importante para él, es importante para ti, estás tan estancado en esta amistad que te pusiste en esta situación. ¿No sería mejor ir a terapia? Quizás ni siquiera se trate de algo que te aferre a él, sino a tu pasado. ¡Ah, lo encontré!

—¿Ahora estás analizándome? —Baekhyun arrugó la nariz, acercándose para ver como el dedo de Sehun presionaba un botón virtual que lo llevaba a Instagram—. La terapia es para débiles emocionales.

—Lamento decepcionarte cariño, pero te sorprendería mucho todas las repercusiones que trae consigo no estar bien de aquí, y de aquí —Sehun presionó su dedo índice en la frente de Baekhyun, haciendo luego una presión suave en su pecho—. Si tu corazón no está bien, tu cuerpo no estará bien.

—Suenas como mi madre —se burló.

—Debo sonar como un futuro farmacéutico —Sehun infló su pecho con emoción—. La especialidad está ablandando mi alma, en serio.

Hubo una sonrisa intercambiada; ambos miraron hacia la pantalla del móvil cuando éste vibró por una notificación. La novia de Sehun acababa de enviar un mensaje al chat, sin embargo no fue eso lo que los distrajo, pues el perfil de la red social mostraba varias fotos a nivel profesional que hizo que inclinaran sus cuerpos para mirar de cerca.

El icono era una silueta que Baekhyun reconoció rápido, Chanyeol mirando hacia el cielo mientras la luz del atardecer moldeaba su figura con tonos lilas y naranjas. Entre las fotografías más recientes se mostraban los cráteres de la luna y un planeta.

—Tiene demasiados seguidores para unas fotografías tan aburridas —Sehun bostezó, presionando su pulgar sobre cada captura para encontrar algo interesante.

—No tiene tantos en realidad, ¡oh!, ¿solo sigue a tres personas?

—Volveremos ahí en un momento, espera —Sehun alejó el teléfono de su amigo, y continuó mirando, no demorándose en encontrar lo que quería.

La sonrisa de Baekhyun se desvaneció al instante, pues en esa imagen estaba lo que por la tarde de algún modo confirmó.

Chanyeol abrazaba a una mujer, una que lucía como la que había estado en la oficina, el acercamiento era íntimo, podía entenderse la naturaleza de la relación que tenían. Sehun le miró por el rabillo del ojo, no sabiendo si sería buena o mala idea deslizar el dedo hacía las siguientes imágenes en esa publicación.

—Hmm, así que es ella —Baekhyun se puso de pie para evitar mirar, siendo la señal de Sehun para continuar.

Aquella mujer y Chanyeol compartían un beso en la segunda, la tercera era solo de ella cubriendo su rostro, en uno de sus dedos podía verse un anillo.

—No es tan linda —Sehun comentó—. Tiene cara de amargura.

—Es amable y linda —Baekhyun susurró—. A la secretaria de Chanyeol le llevó un obsequio hoy para su bebé, era como una canasta llena de cosas. Ni siquiera sabía que los bebés necesitaban shampoo especial, ¿tú lo sabías?

Sehun detectó el tono falso de su comentario, y negó con la cabeza para no extender su observación.

—Chanyeol sigue a tres personas, un tal MinHo, a mujer-amable-con-cara-de-amargura, y sorpresivamente a Do Kyungsoo.

—¿Do Kyungsoo? —Baekhyun inquirió desde la cocina, su cerebro intentaba distraerse de la terrible foto de Chanyeol—. ¿El locutor de radio? Pero... Chanyeol... él ni siquiera parece escuchar a su banda favorita.

—Do es popular entre el público masculino, y puedo ver que no hay limitaciones. Un científico que no escucha música es su fan, qué interesante ¿no lo crees? El programa de Do es muy relajado, un tanto bohemio. ¿Park parece de ese tipo?

Baekhyun se encogió de hombros, puesto que ni él mismo sabía quién era Chanyeol ahora.

No podía imaginar qué podría pensar o qué podría sentir.

Ni siquiera por qué le había dado el trabajo.

***

*

La universidad ya no era como la recordaba, y contrario a lo que su cabeza imaginó al llegar, Baekhyun fue guiado por medio de mensajes de texto hasta la sala de profesores.

Los pasillos de la facultad de Física estaban semi vacíos, los alumnos moviéndose de un extremo al otro del camino avanzaban con prisa, o estaban sumergidos en conversaciones grupales sobre temas relacionados a calificaciones o clases.

Baekhyun puso atención en los más animados, aunque ninguno de ellos se veía como los chicos con los que alguna vez compartió clases de teoría musical o acústica. Se sintió tan fuera de lugar, que con las manos presionando la correa de su portafolio caminó sin detenerse hasta el área indicada.

En el interior de la sala Chanyeol conversaba con un hombre de edad avanzada y una mujer, los cuales sonreían entre sus intercambios que por fortuna, no parecían estar relacionados con nada profesional. El alto le notó pronto, movió la mano para llamarle y guiarle a los cubículos.

El asistente pasó al costado de los colegas de Chanyeol haciendo una inclinación. Los tonos de la habitación o la cantidad de seriedad en el aire le estresaban, o quizás, se debía a aquellos llamados de atención que sus antiguos profesores le dieron en lugares como ése.

Baekhyun no estaba seguro, pero no planeaba detenerse a sobrepensar en eso.

—¿Fue complicado llegar? —Chanyeol inquirió sin mirarle. Sus manos estaban ocupadas tomando la pila de papeles que lucían como exámenes, además de un libro que por su tamaño, pensó podría incluir todas las teorías del origen de la vida ahí.

—No lo fue, tus mensajes eran precisos, ni siquiera tuve que pedir ayuda —Baekhyun le dio una sonrisa con dientes.

Chanyeol evitó el cruce tan pronto la notó.

—Muy bien, ¡ah! —Su mano se agitó señalando su computador, su índice indicaba a ningún lugar, sin embargo su empleado puso atención—. Necesito que me ayudes a organizar las carpetas de mis archivos, la división principal está en el apartado de documentos, el resto ha quedado por todo el escritorio y subcarpetas. Sé que esto será muy tedioso, he estado intentando arreglar esto por semanas, pero con las clases, los exámenes y mi doctorado, guau, es como el infierno.

Baekhyun le dio una mirada llena de terror, ya que al presionar la barra espaciadora para quitar el estado de suspensión su peor pesadilla se hizo visible.

—¿Cómo demonios encuentras lo que necesitas aquí? —Baekhyun jadeó, al mismo tiempo que tomaba la silla y se sentaba para mirar de cerca.

El astrofísico era bastante específico al nombrar sus archivos, aun cuando eso no mejoraba la telaraña de iconos. El fondo de pantalla no era visible, los archivos ocultaban más debajo de otros.

—Busco por nombre, o por oración —Chanyeol murmuró, y sacó del bolsillo izquierdo de su pantalón un papel doblado, tal cual como un déjà vu. Baekhyun parpadeó dos veces pensando en el día anterior, sus orbes enfocaron sus dedos como reflejo —. Aquí, resumí la manera en la que distingo los archivos.

«Sin sortija», Baekhyun dio un leve suspiro, y luchó por concentrarse en lo que Chanyeol continuaba sugiriendo para la organización.

No era momento para pensar en eso, no podría ni siquiera importar.

Chanyeol estaba casado, no había nada qué hacer al respecto.

—¿No te volverás loco, o sí? —Chanyeol preguntó con suavidad, y sus dedos fueron hacia su nuca con algo de vergüenza—. Tal vez estoy pidiéndote mucho para ser tu segundo día.

—Trabajo para ti, tranquilo —el mayor sonrió. Se quitó el portafolio para comenzar a trabajar—. Nunca fuiste organizado, así que debería ser fácil hacer esto.

Chanyeol detectó el sentido de su oración, y no deseando sumergirse en el pasado, miró su reloj. Se dio cuenta que estaba unos minutos atrasado.

—Entonces te dejaré para que puedas empezar sin presión, debo ir a dar una clase, así que tienes cuatro horas antes de que vuelva. —Con su zurda libre de la pila de exámenes, tomó su vaso con café del escritorio.

—¿Quieres que termine esto en cuatro horas? —Baekhyun replicó—. Dije que soy bueno, pero no soy tan veloz.

—Adelanta lo que puedas, si no terminas puedes volver en unos días.

A diferencia de su primera impresión avergonzada, el asistente detectó el cambio de Chanyeol al pedirle que no escuchara música a alto volumen o que abusara de la máquina de café.

Chanyeol como jefe a veces apestaba, pero Baekhyun decidió no comenzar a sobre nombrarlo a un día de laborar.

Nada estaba saliendo según lo esperado, pero ya era muy tarde para rendirse.

*

La primera acción a realizar en cuanto tuvo el mouse bajo su diestra, y su enorme vaso de café en la contraria, no fue digna de un asistente de confianza. Escribió en el buscador un enlace de descarga para una aplicación de música, esperando diez segundos en tenerla lista, menos de uno para instarla, y dos minutos después, Best mistake sonaba con el cincuenta por ciento de volumen desde sus auriculares.

El resto ocurrió entre tarareos, asentimientos de cabeza y golpeteos con las puntas de sus pies siguiendo los ritmos. Las carpetas y subcarpetas fueron llenándose, y el fondo de pantalla comenzó a distinguirse parcialmente como si de un rompecabezas armándose se tratara.

Siendo ése el motivo encendiendo su curiosidad, la energía y concentración de Baekhyun se avivó, su mente se alejó por completo de las letras depresivas, y sus universos claros se movían de entre los garabatos inclinados de Chanyeol, a los números y títulos de cada documento.

Fue así, como la fotografía más inesperada de todas se volvió clara tres horas después.

La espalda del asistente descansó en el respaldo del asiento por completo, en una reacción física e incrédula por lo que estaba viendo, sus dedos tomaron sus cabellos para desordenarlos, y su boca se abrió aguantando un sonido de frustración.

En la fotografía, Chanyeol sostenía con maestría un violín, sus ojos estaban cerrados, concentrado en la pieza que tocaba. Su mandíbula lucía algo tensa, había una fuerte emoción capturada ahí.

Baekhyun resopló cansado, confundido y con nuevas preguntas surgiendo.

¿Qué tanto hizo Chanyeol en ese tiempo? ¿Aprender a tocar el violín fue una de sus metas?

¿Cuánto más ignoró?

Sus especulaciones no duraron mucho, su móvil sonando sobre el escritorio le hizo actuar rápido para no interrumpir al resto de los profesores en el área, los cuales ya habían tenido suficiente del intruso en el lugar.

El asistente respondió rápido a la siguiente petición, dejando limpia el área de trabajo y sin rastro de su visita salvo su organizado computador, y una recién adquirida aplicación que sorprendería al científico.

Baekhyun fue amable al sostener el libro que Chanyeol solicitó, tomándolo con fuerza contra su pecho al ir en búsqueda del auditorio. Se hizo una imagen mental de lo que podría encontrar al llegar, lo cual estaba considerando dejar de hacer pronto, debido a que por los últimos días todo tipo de expectativas terminaban siendo trituradas por Chanyeol, y su estúpido mundo alterno en el que decidió vivir.

No perdiendo la costumbre, el auditorio que el asistente mentalizó era pequeño y cálido, con Chanyeol al pie de un pizarrón blanco donde se proyectaría alguna de esas imágenes de planetas, donde explicaría sus características o lo que fuera. Contrapuesto a eso, el auditorio resultó enorme, la cantidad de alumnos en el interior superaba las asistencias de sus populares clases de composición. Las ventanas en la parte superior eran largas pero estrechas, y permitían que el blanco de las paredes reflejara luz en el lugar.

Su entrada no generó cabezas girando en su dirección, ni siquiera percibió que su llegada fuera relevante para alguno. La razón, es que Chanyeol estaba hablando con una autoridad absoluta, explicando sobre compuestos químicos y gravedad.

Baekhyun tragó saliva al detenerse en un costado, estiró su cuerpo y brazos para no interrumpir a su jefe mientras colocaba el pesado libro en la esquina del escritorio. Por supuesto, nada de eso funcionó, ya que al estar satisfecho con su ingreso y tarea concluida, Chanyeol le pidió en un tono igual de fuerte que sus pasados comentarios «que esperara».

Varias decenas de ojos fueron hacia su dirección por eso, y el nerviosismo creció.

¿Cuándo había sido la última vez que estuvo de pie frente a tanta gente? Baekhyun no sabía, él incluso prefería ir al karaoke en salas privadas y no en los bares, como Sehun tanto pedía.

—Toma asiento ahí —Chanyeol habló esta vez minimizando su volumen, dio un movimiento de cabeza mostrando el asiento libre en la tercera fila—. La clase está por terminar, después nos iremos.

Siendo imposible negarse, fingió una sonrisa y luego la desapareció, moviéndose con lentitud y tras algunos estudiantes para ocupar el espacio entre un par.

El estudiante a su derecha le sonrió, volviendo su atención al frente en cuanto la voz de Chanyeol tomó su atención por completo. A diferencia de su compañero, el chico de la izquierda apoyó su palma bajo su barbilla, dándole una mirada inquisitiva al de cabellos cobrizos.

—¿Tú estudias aquí? ¿Por qué no te había visto antes? ¿Estás haciendo tu maestría? Escuché que el profesor Park comenzaría tutorías para los posgrados.

—¿No deberías estar poniendo atención? —Baekhyun susurró.

—Mhg, esta clase es optativa.

—¿Y por ello tiene menos valor? Tus compañeros parecen tomárselo en serio.

—Yo no seré astrónomo como ellos, seré un físico —rebatió.

—Da lo mismo, con esa actitud dudo que lo consigas —Baekhyun juzgó. A la par escuchó al chico a su derecha resoplar con buen humor, contento por la respuesta.

—Cállate JiHoon —el de la izquierda pidió.

—Ni siquiera dije nada, DoWoon —JiHoon rebatió.

Guarden silencio, demonios —Baekhyun suplicó hundiéndose en su asiento, por poco derritiéndose por la mirada cargada de mal humor que Chanyeol dirigió hacia ellos.

Se sentía como un imán de problemas, algo que se consideró tantas veces antes, y que en ocasiones lo mortificaba.

No podía volverse un obstáculo para Chanyeol, mucho menos un dolor de cabeza.

Manteniendo la compostura e ignorando con éxito al tal DoWoon, el asistente sobrevivió los siguientes treinta minutos de clase. Sin embargo, no tenía idea de lo que había escuchado, Chanyeol pareció hablar otro idioma durante toda la lección.

***

La siguiente parada en la agenda fue la biblioteca, hecho que casi le hizo explotar la cabeza, ¿Chanyeol alguna vez se cansaba de los libros? ¿Alguna vez se detenía a respirar?

En retrospectiva, no comprendió cómo pudo sobrellevar al cerebrito que tuvo por amigo en su adolescencia, en sí aquel hombre guapo y frío, fue siempre así.

—Pareces mareado —el de cabellos rubios mencionó divertido, y en un acto atrevido (considerando sus acciones erráticas y su nulo interés por hablar con él), pasó la correa de su propio portafolio por la cabeza de Baekhyun para que lo cargara.

Con ambas carteras contra su pecho, y los ojos abiertos por la sorpresa, Baekhyun le escuchó pedirle que esperara mientras él iba en busca de los libros que necesitaba. La orden sonó lejana, con un poco de eco y más suave de lo que fue en realidad, pero aquello no podría significar nada, indudablemente no.

Esa distancia se sintió bien al inicio, necesitaba respirar bien y deshacerse de la sensación de los gruesos dedos rozando su cabello, los almendrados ojos mirándole de cerca, el leve olor a menta fresca. Alprolongarse, la espera se transformó en angustia, le cansó estar de pie bajo el umbral, le aburrió estar sentado cuando decidió ingresar al área de mesas, y el silencio se volvió insoportable con cada segundo rodeado de alumnos estoicos y estresados.

Baekhyun bostezó contra su mano observando a una de las bibliotecarias, quien con sumo cuidado colocaba en el aparador algunos de sus ejemplares a la venta. Entrecerrando sus ojos intentó enfocar el título de uno, leyendo en éste el único nombre que reconocía en ese lugar.

Fuera una mala idea o no, el asistente miró hacia sus costados esperando que Chanyeol no estuviera volviendo ahora, y tras un debate que terminó ganando su corazón, avanzó hacia lo que quizás podría acercarlo de nuevo a su antiguo amigo.

***

Los labios de Chanyeol lucían ansiosos.

La forma en la que sus dientes raspaban el inferior con lentitud provocaba una marca rojiza que desaparecía tras soltarlo, luego la acción se repetía, tan constantemente, tan adictivamente.

Baekhyun tragaba saliva y desviaba la atención de su boca para no ser atrapado; tan complicado, exasperante. ¿Desde cuándo estaba comportándose de nuevo como un adolecente hormonal? ¿Por qué después de diez largos años estaba recuperando emociones perdidas hacia el mismo hombre? ¿Por qué su ex? ¿Por qué ahora? Quería poner sus pensamientos en otro lugar, pero justo ahora, sentando ahí, parecía incorrecto no comenzar a cuestionarse (o pedirle a Chanyeol que resolviera sus dudas).

—Fue costosa, ¿no? —Su pregunta salió floja pero inesperada, Baekhyun pretendía que su voz minimizara la de Do Kyungsoo en la radio—. Yo no sé de autos, pero parece lujosa.

—¿Hablas de la camioneta? —Chanyeol quiso entender, y con la diestra en el volante tamborileó sus dedos ahí—. No puedo recordar el precio, supongo que sí.

La respuesta era tan simple, sin ningún hilo suelto de donde generar conversación.

Baekhyun respiró con fuerza, el mal humor estaba volviendo. Chanyeol evitaba las oportunidades para hablar, y estresarse por ese tipo de causas la mayoría de las veces lo obligaba a presionar. No era su culpa ¿o si?, ¿era mucho pedir? Quedaban seis meses por delante, ¿se comportarían así hasta el final del contrato? Solo era el segundo día, pero por algo debía comenzar.

—Luce como de varios millones, y aun así lo decoraste con un pequeño perrito de juguete, es lindo —simuló una sonrisa, su mano se estiró al retrovisor picando con su índice el Corgi de peluche colgando de éste—. Me recuerda a Bubble

Los hombros de Chanyeol se tensaron. Su asistente lo notó, así que continuó:

—Ah, cierto, Bubble era mi perro. Lo tuve cuando era niño, era muy lindo; fingía ser algo territorial pero en realidad solo quería atención, es porque le gustaba jugar, era muy, muy lindo—. Baekhyun no necesitó fingir esta vez, una sonrisa amplia se formó en su cara al contar. Su corazón latía acelerado por lo que su ex estaría pensando—. ¿Usted ha tenido mascotas, Profesor Park?

Las palabras de Do Kyungsoo ya sonaban lejanas. Los dedos del rubio estaban sujetando con fuerza el volante, las puntas blancas de sus dígitos y las venas en su diestra sobresalían por esa causa.

—Recuerdo a Bubble, Baekhyun.

El oxígeno pareció faltar, las piernas no le respondían, y su cabeza dejó de procesar información de manera correcta.

—Oh, ¿es así? Bubble se divertía contigo, sería una pena si lo olvidaras.

—No lo olvidaría, fue lo más cercano a una mascota que tuve. Esos recuerdos jamás serán insignificantes.

—¿Y cuáles sí lo son?

—¿Tenemos que hablar de esto ahora? —Chanyeol le miró, su mandíbula tensa y sus cejas frunciéndose.

El mal humor pareció iniciar al salir de la biblioteca, Baekhyun no sabía si la bolsa de papel con el logo de un planeta tenía algo que ver, aunque estaba seguro que sus pasadas palabras lo intensificaron.

—No —se mordió la lengua al responder. Debía volver a sus sentidos o se arruinaría. Esta vez no solo sería una relación fallida, su empleo también estaba juego

Habían pasado diez años, ¿por qué tendrían que repetir la historia?

Chanyeol tomó esa oportunidad para calmarse, e inhaló una buena cantidad de aire al abrir la ventana de su lado.

El locutor en el fondo pareció ser su mediador, quien con un tono bajo y casi seductor, presentó una canción que Baekhyun conocía. Oh Sehun estaba tan equivocado cuando definió el estilo musical de su programa, aquella melodía era todo menos relajante. No en ese caso.

***

Resultó fastidioso el no poder sacarse la canción de la cabeza.

Sus labios y pensamientos iban a las estrofas más interesantes de la letra, su tarde y noche transcurrió en el bucle de inicio y repetición de ésta por el resto de sus deberes, y trayecto a casa.

Ya con el pijama puesto y su cabello semi mojado por su pasada ducha, Baekhyun puso manos a la obra en su siguiente labor. Estaba inseguro de si Chanyeol merecía tal atención después de lo sucedido, pero tras algunas réplicas y lucha interna, decidió que su trabajo merecía de ese esfuerzo. Ser un profesional y comprometerse con sus obligaciones requería de sacrificios.

Sí, eso era por trabajo.

Naturalmente, Baekhyun se encontró con los primeros obstáculos hacia su meta pronto, lo cual lo obligó a tomar su portátil y hacer (bastantes) búsquedas intercaladas entre su lectura para su compresión.

"We're meant to be friends, but it feels like a century in my head", Baekhyun cantó tal vez por millonésima vez, siguiendo un tarareo que se acompañó por el sonido de la puerta principal abriéndose.

La risa de SeJeon se escuchó fuerte, una luz al final del túnel a la que Baekhyun no se negó de ir. Con un movimiento rápido bajó la pantalla de su computador, y cerró el libro sin delicadeza para saltar fuera de su habitación.

—Llegaste temprano hoy —Sehun mencionó, colocando su mochila en uno de los bancos de la cocina. Su novia agitó ambas manos con buen humor y correspondió el abrazo que el de cabellos cobrizos le dio—. Pareces de buen humor, pero baja el volumen ¿quieres? Los vecinos podrían volver a quejarse.

—Ya, ya, lo haré —Baekhyun se volvió a su habitación. Dando algunos clics en la pantalla de su móvil desactivó la música en las bocinas. Afuera el olor a comida recién comprada lo sedujo, sin embargo decidió tomar la ocasión para recibir ayuda mientras aprovechaba la cena.

—Sehunnie mencionó que cancelaron el viaje Bali —SeJeon comentó, sus labios de curvearon hacia abajo en un puchero—. ¿Obtuviste un trabajo antes de lo esperado?

—El viaje no se canceló —el mayor aseguró—. Se atrasó unos meses, seguiremos ahorrando y podremos hospedarnos en un lugar mejor, viajar en primera clase, quizás sumar un día o dos. Unas vacaciones reales.

—¿Tan bueno es el salario? —La mujer amplió los ojos con curiosidad—. ¿Qué haces ahí? ¿Continúas siendo asistente?

—Lo soy, de un académico en realidad —sus manos se agitaron al hablar—. Horarios pesados, un poco, pero el ambiente de trabajo no es tan estresante como en la disquera. La poca gente que he conocido es amable y puedo usar ropa informal, en pocas palabras, es mejor que el anterior.

—Hmm —la mujer entrecerró los ojos—. ¿Leíste las letras pequeñas de tu contrato, verdad? ¿No hay algún truco ahí?

—Lo hay —Sehun interrumpió—. Baekhyun está trabajando con su exnovio.

Los ojos de SeJeon se ampliaron, poniendo una mano sobre su boca a la par de un agudo "¡Oh!"

—Sehun —el mayor jadeó—. ¿Por qué lo haces sonar tan mal?

—¿Acaso dije algo malo? Es la verdad.

—Park Chanyeol antes de ser mi novio era mi mejor amigo, las personas cuando maduran pueden hablar la una con la otra sin esa clase de tonterías importando.

—Ahora dilo hasta que lo creas —Sehun se burló.

SeJeon arrugó su frente al no estar cómoda, y dio un par de miradas intimidantes para cada uno.

—No pienso cenar junto a dos niños berrinchudos, así que al menos pónganme al día con esto, ¿de acuerdo? ¿Por qué estás tan molesto cariño? —SeJeon miró a su novio pidiendo explicaciones, sus manos tocaron uno de sus bíceps para calmarle, éste torció la boca.

—No estoy tranquilo, tengo un mal presentimiento —él dijo.

—¿Un mal presentimiento? —Baekhyun enarcó una ceja, incrédulo—. ¿Acerca de Park?

—Acerca de ti, ya te dije que él no me interesa.

—Nada malo sucederá, ¿muy bien? He sobrevivido a su ausencia y sobreviviré a su compañía, él está poniendo de su parte, se volvió un idiota.

—¿A qué se dedica él? —La mujer intervino, la tensión entre ellos era insoportable y no deseaba que su apetito desapareciera.

—Es astrofísico —Baekhyun entendió su objetivo, y tomó ése camino en busca de una solución—. De hecho justo hoy compré este libro, descubrí que fue una buena decisión horas después, al parecer Park participará en conferencias en el instituto, y ya que soy su asistente ayudaré con la organización, dijo que asistiré a las juntas con el resto de los investigadores.

Sehun y SeJeon intercambiaron una mirada, la voz optimista del mayor entre su explicación era una mala señal. SeJeon dio un asentimiento comprendiendo su preocupación.

—¿Y aprenderás sobre agujeros negros porque....? —El más alto fue directo.

—Eh... me di cuenta que soy malo en ese tema, quiero decir, se supone que debo estar informado al menos un poco, y conozco algunas definiciones, pero nada sorprendente. Hoy mientras organizaba algunas actividades y documentos no sabía cómo clasificarlos. ¿Ustedes saben qué es la materia oscura o la antimateria? ¿O para qué sirven?

—¿Por qué estamos hablando de esto? —SeJeon se rio nerviosa—. ¿Crees qué podrás leer ese libro por ti mismo? Siendo honesta desconozco mucho sobre física y ciencia en general, Sehunnie apenas puede memorizar sus propios libros, yo estoy la mayor parte del día horneando pasteles. ¿Crees qué seremos de ayuda? Mejor pregúntale a tu jefe.

—No, no, no —Baekhyun hipó—. Él fue raro hoy, si sabe que estoy leyendo esto se volverá más extraño.

—No comprendo por qué ambos parecen estar actuando como unos bebés —Sehun puso los ojos en blanco—. Siéntense y háblenlo. Sigo pensando que lo mejor para quitar esta molestia es si pasan de página. Baekhyun, rompieron hace años, siguió su vida al igual que tú. Dices que está casado y eso no te afecta, así que toma eso a tu favor y acabalo, consigue una cita y enamórate, déjalo ir.

Los ojos cafés se sintieron humedecer por el repentino reproche, algo extraño cosquilleó en sus pulmones, pero Baekhyun presionó el libro contra su pecho esperando que desapareciera.

—¿Saben qué? Tal vez deba resolverlo yo mismo. Disfruten su cena.

La pareja compartió un suspiro al verle ir a su habitación. SeJeon tomó la mano de su novio y le masajeó los dedos para calmarle.

Estaban conscientes de la corazonada, del inminente desastre.

***

*

***

Ignorar fue sencillo, pero acostumbrarse no tanto; con el paso de los días y el aumento de actividades, las conmociones y altercados continuaron.

Aquello no impidió que nuevas situaciones, malos entendidos o comentarios fuera de lugar, provocaran que los dos dieran media vuelta y tomaran caminos opuestos para evitar mirarse. Lo cual, siendo empleado-jefe, les impedía mantenerse sin comunicación por mucho tiempo; Baekhyun tomaría notas mirando sus manos al escribir, y el científico dirigiría sus orbes hacia alguna lectura, examen o formula que necesitara observar para su actividad en curso.

Las patéticas interacciones habían generado sonrisas y cejas alzadas de los colegas más cercanos al profesor Park, sin excluir, a quien estaba en primera fila en cada nueva escena que protagonizaban. La secretaria aprovechó para preguntar al respecto, pero el asistente esquivaba las balas al hacer sus propias preguntas. Yeoreum se iría de la oficina en cuanto su licencia comenzara, lo cual ocurriría pronto.

Durante esas tres semanas y media, se mentalizó para concentrarse y sobrellevar la situación. Sin Yeoreum ahí, necesitaría un tanque de oxígeno y algún remedio antiestrés, además de unos cuantos calmantes para no golpear a Chanyeol cuando éste lo exasperara.

Sus problemas siempre iniciaban y terminaban con él; detestaba que sus roces en ninguna de esas ocasiones, tenían que ver directamente con trabajo.

Resultaba tan extraño cómo existían estos extremos en su convivencia, en donde podrían hablar con tranquilidad sobre cosas vagas u horarios, y luego estarían tensándose o resoplando por alguna indirecta a destiempo. No había un punto intermedio, porque aquel lugar gris, ése asunto que podría ser su conclusión y solución, era la conversación que Sehun tanto sugería para hacer las paces, y la misma a la que ambos repelían.

El supuesto matrimonio para entonces perdió importancia, porque en esas mismas semanas Baekhyun no encontró en sus dedos alguna pista que diera por hecho la unión, lo que tampoco necesitaba, las constantes visitas de SooJung a la oficina dejaban claro que su matrimonio marchaba bien.

Baekhyun no entendía el cómo o el porqué, pero la idea, el solo pensamiento, seguía provocándole jaqueca.

—Es bueno que hagas amistades mientras estás ahí —Yeoreum comentó en medio de su almuerzo, interrumpiendo el largo y profundo enfoque que los ojos de Baekhyun, continuaban dándole a Chanyeol a cuatro mesas de él.

La cafetería del edificio lucía como un establecimiento moderno, el de cabellos cobre se adaptó rápido a su ambiente y menú. Descubrió que Chanyeol no pondría peros en almorzar en el mismo sitio, pese a que ya lo había descubierto algunas veces mirándole.

Existió una emoción familiar en el hecho, aunque no idéntico. Baekhyun recordaba las desorganizadas comidas en el instituto, donde Chanyeol tomaría lugar con sus juiciosos amigos en la última mesa de la tercera sección, a su vez, Baekhyun se sentaría con sus compañeros de equipo en la de en medio del comedor. La cabeza de Chanyeol sobresaldría entre las demás, y así, el de ojos claros podría dar un vistazo para encontrar los universos negros de Chanyeol mirándole de vuelta.

Era una acción simple y significativa, donde sus labios sonreirían para el otro en complicidad, donde podrían ser ellos mismos sin necesidad de nada más.

El motivo podría ser ese amor en secreto, o la profunda conexión por su amistad, Baekhyun no lo sabía, porque le bastaba con sentirlo; pero ahora...

—Descubrí que es mejor, puedo hablar con alguien mientras Park está en clases, también estoy usando ese tiempo para escribir —Baekhyun optó por mirar hacia sus compañeras, puesto que una ceja alzada de MinHo al costado de Chanyeol, le advirtió que podría hacerle más de esas sugerentes preguntas sobre haberse enamorado de su superior.

—¿Tú escribes? —JiHyun cuestionó, hizo a un lado su jugo de naranja al sentirse satisfecha—. ¿Qué tipo de cosas escribes? ¿Novelas?

—Baekhyun escribe canciones —Yeoreum se apresuró en decir—. Deberías escucharlo cantar, no puedo creer que este chico no sea famoso. Sería una estrella global si lo quisiera.

—El Doctor Choi habló antes de la increíble voz de uno de los empleados, ¿así que eres tú?

Baekhyun tosió, la garganta se le sentía seca desde una semana atrás, y en ocasiones necesitaba llevar consigo una botella de agua para humedecer.

—Para nada. —Negó con las manos para detener a ambas secretarias—. Cantar y escribir son simples pasatiempos, no es nada serio.

—Deberías escuchar alguna de sus composiciones, son tan... tan sexys —Yeoreum insistió.

—Hey, Reum —el asistente replicó.

—¡Oh! ¿Así que esa canción que sonaba en el piso aquella vez venía de su oficina? —JiHyun alzó ambas cejas con diversión.

—Ustedes son tan imposibles —sonando nervioso y alterado, Baekhyun optó por ponerse de pie. Tomó su vaso desechable para anunciar que se retiraría—. Debo volver al trabajo ya, intenten controlarse.

Ambas mujeres rieron por su petición, haciendo que por leves segundos Chanyeol mirara hacia ellos. El asistente se deshizo de los escalofríos que la acción produjo al abrazar sus hombros y frotarlos, siguiendo su camino de vuelta a la oficina para la preparación de su siguiente actividad.

Lo asombroso de su nueva rutina, era la facilidad con la que se adaptó al ambiente que percibió frío y superior al comienzo. Descubrió que nada de esas primeras impresiones fueron ciertas, por lo que con algunas conversaciones, venias respetuosas o un comentario amigable, la creación de relaciones laborales incrementó, y por lo mismo obtener permisos, soluciones y sugerencias para resolver problemas, fue sencillo.

Baekhyun era consciente de su capacidad, de su talento para acoplarse y sobrellevar imprevistos. Su meta era que nada en el horario saliera mal, y que su jefe cumpliera con todas las actividades del día; La vida de Chanyeol según decían, estaba volviéndose más sencilla, y el de ojos claros sentía la alegría florecer desde su estómago al entender, que estaba siendo responsable de eso, a pesar de que el sabor amargo de esos mismos resultados lo mareaban.

Resultados justamente como ése.

Baekhyun consiguió formar una cuadrada sonrisa para la profesora Jung, y luego de una ligera inclinación, se movió con naturalidad hacia el teléfono en el escritorio. Tecleando tres números se comunicó al departamento de audiovisual, recibiendo de ahí una luz verde para poder dirigirse hacia su siguiente parada sin retrasos.

Sin embargo, terminar su llamada pronto permitió que ese encuentro e intercambio de palabras sucediera. El asistente luchó por esquivarlo, lo hizo antes con éxito, porque dejar que la pareja de su ex se volviera amigable podría generar más tensiones con Chanyeol (si las miradas engorrosas o los susurros cuando estaba cerca de ellos significaba algo), pese a esto, la mujer inclinó su rostro para encontrar su mirada y la oportunidad de hablar con él.

—¿Estás evitándome? —SooJung curioseó—. Eso podría herirme.

—¿Por qué la estaría evitando? —Baekhyun tragó, la sensación espinosa en su garganta calmándose por ello—. Trabaja con mi jefe, herirla nunca ha sido mi intención. Él no está en la oficina ahora, ¿necesita dejarle un mensaje?

—Quizás porque cada que me encuentro contigo das media vuelta o huyes de mis preguntas. ¿Acaso parezco intimidante? ¿O no te agrado? —ella frunció los labios, dando un paso al frente para alcanzar a palmear con suavidad el hombro del asistente.

Los ojos de Baekhyun se abrieron amplios, y la saliva que mojó su garganta comenzó a saberle metálica.

—¿Por qué está diciendo esa clase de cosas? Si yo estuviera siendo grosero el profesor Park ya me habría despedido.

—No dije que fueras grosero, me refiero a que no pareces interesado en hablar conmigo. Es culpa de mi necesidad de interacción, no lo tomes a mal. Yeoreum ha dicho que eres divertido, y por la forma en que el ambiente cambió en cuanto llegaste aquí...

—Tiene curiosidad —él concluyó—. No debe estarlo, no hay nada maravilloso en mí. Mi único motivo para estar aquí es que necesito un trabajo.

—Creí que estabas interesado en la astronomía, te vi leyendo un libro de Stephen Hawking la última vez que me reuní con Chanyeol, pareció que te estaba estresando la lectura —ella sonrió de manera sutil, Baekhyun pese a quererlo no pudo detectar burla.

SooJung hacía un pésimo trabajo para justificar su desagrado por ella. ¿Cómo podría odiarla si se comportaba así? Siendo perfecta, amable y amigable. Pero, ¿esperaba menos? Era la pareja de Chanyeol de quien estaba hablando.

El rubio podría parecer ahora un idiota sin sentimientos, con todo eso, todavía se preocupaba de que Yeoreum no trabajara de más, no le pedía resolver cosas insignificantes si podía hacerlas él mismo, e incluso les recordaba tomar sus almuerzos a su hora.

—Oh, ¿eso? —Baekhyun rio nervioso. Tomó su propia libreta de anotaciones y tableta electrónica para anunciar su partida—. Es para ponerme al día, tal vez no soy un experto, pero si trabajaré con Park necesitó entender algunas cosas.

—Si necesitas ayuda puedes decirme, ¿bien? Sé que en unas semanas comenzarán la planeación de actividades para la semana de la ciencia, a Chan le gusta escuchar sugerencias divertidas para el público general, y Choi ha dicho que eres bueno dando ideas.

La palma de SooJung descansó en su hombro con atrevimiento, sus dedos presionaron de manera juguetona. Baekhyun consideró poner mala cara y aclarar algunas cosas. La profesora Jung era menor que él, ¿acaso no podría usar la edad para ponerle un alto?

El asistente se mordió la lengua, porque era evidente que no. Jung SooJung podría ser menor, pero también era uno de sus superiores. El estúpido cargo y títulos universitarios eran la enorme diferencia.

Sin mencionar, que ser amigable no justificaría ninguna de las posibles quejas que anhelaba hacer.

—¿Interrumpo? —La voz de Chanyeol provino del pasillo.

Baekhyun soltó un suspiro de alivio al tener su excusa, y luego maldijo por lo mal que eso podría parecer, los ojos de Chanyeol iban de su hombro hacia sus orbes, consecutivamente fueron hacia la profesora.

Suponer que lo malinterpretó sería quedarse corto.

—La sala de proyecciones está lista —Baekhyun se agachó para zafarse del toque—. Así que sí, iré hacia allá ahora mismo, ¿necesitas otra cosa? Kim dijo que tenía las animaciones listas.

¡Oh!, ¿harás la prueba hoy mismo? —SooJung sonrió, e impidiendo que el asistente se salvara de su cercanía, logró entrelazar su brazo en el de él—. ¿Puedo ir con ustedes? MinHo dijo que haríamos un ensayo juntos por la noche, ya que nos presentamos el mismo día, pero no podría perderme la oportunidad de ver antes lo que has preparado.

—Lo verás el sábado —Chanyeol discutió—. Lo que haré ahora se trata de ajustar detalles, no quiero que nada esté fuera de lugar.

—Pero tu experiencia me ayudaría a mejorar, ¿no lo crees? —Ella apretó los labios en un mohín. —. Será mi primera conferencia, debo aprovechar todo tipo de medios para mi aprendizaje, ¿cierto, Baekhyun?

El nombrado carraspeó evitando responder. Su lado cuerdo tomaba en cuenta que no parecía tener malas o dobles intenciones en su insistencia, pero el irreflexivo demandaba que Chanyeol diera un certero «no», ¿por qué? No lo sabía, quizás solo no deseaba estar mirándolos interactuar y ser una tercera rueda.

—De acuerdo, como quieras —el astrofísico puso los ojos en blanco, y la torcedura de su boca no tuvo algún tipo de comparación.

Baekhyun parpadeó incrédulo, abrumado por como su ex se mostró. ¿Chanyeol alguna vez tuvo ese tipo de expresión? No hubo espacio para pensarlo o ponerlo en duda, debido a que el camino hacia la sala de proyecciones fue guiada por SooJung incluso sin confirmar si el alto estaba siguiéndoles.

La profesora Jung siguió haciendo comentarios juguetones sobre el lindo tono de su cabello, o lo exasperante que Chanyeol podría ser con sus manías. Baekhyun descubrió así, que SooJung tenía ciertas cosas en común con él, puesto que además de que SooJung había tarareado en la versión instrumental de One last song (que ambientó su viaje en el elevador), también tenía algunas cosas sobre las cuales gruñir en relación a Park.

¿Su matrimonio aún seguía pareciendo perfecto? Baekhyun sonrió como un tonto al descubrir que no.

Agitar el brazo en victoria antes de tiempo nunca fue un buen augurio, y el asistente lo comprobó tan pronto Chanyeol llegó al lugar con su portátil bajo el brazo, junto con un comentario dulce al referirse a SooJung:

—Luces tierna —dijo, regalándole una sonrisa con dientes al hacerla arrugar la cara—. Estoy orgulloso, podré verte en ese mismo panel el domingo.

—Era tiempo, ¿no lo crees? —SooJung resopló—. Muchas gracias por darme un lugar en tu apretada agenda, cariño.

—Baekhyun lo consiguió —él afirmó, su atención cruzó con la del asistente que pareció atormentado, y luego volvió hacia la mujer—. Él organizó todo el fin de semana de este mes, podré estar en las conferencias de los siguientes dos días, incluso tendré la oportunidad de llegar a casa temprano.

—Ou, eso es bastante molesto —ella se quejó—. ¿No planeas darle un aumento a Baekhyun por tantas molestias? Trabajar la semana completa lo hará colapsar.

—Yo trabajaré toda la semana también.

—Pero Baekhyun es quien me preocupa.

Algo estaba obstruyendo su nariz o su garganta, Baekhyun no sabía qué, pero culpaba a la tensión y lo que sus oídos escuchaban. Apretó con fuerza los labios, y su cerebro apenas pudo dar órdenes a sus extremidades para conectar la portátil a la corriente eléctrica.

La llegada de Minseok a la mesa en la tarima le salvó del shock, por lo que ocupó su mente entre respuestas hacia el técnico sobre el guion que la conferencia tendría, para evitar estar atento a quienes se sonreían a unos metros.

Minseok le tendió un micrófono a Chanyeol, y levantó el pulgar hacia éste mismo dando la señal de que podrían comenzar. El asistente por su parte, bajó con velocidad los escalones al costado. SooJung lució confundida al principio por esa razón, pero decidió de cualquier modo tomar asiento en uno de los bancos en para presenciar lo que el profesor Park explicaría.

Chanyeol notó a su asistente ir hacia la última fila de asientos en la sala, y cerró los ojos conteniendo una mala palabra por lo obvio de su arrebato. No era nada nuevo, por supuesto, sus acciones obvias cada que SooJung estaba cerca lo delataban. Con ambas manos sostuvo el micrófono, esperando que el técnico volviera a la cabina para iniciar la prueba.

—No quiero sonar delirante —SooJung murmuró a solo dos metros, el mayor le miró por encima de su hombro, desconcertado por su interrupción—. ¿Pero no te parece que Baekhyun está interesado en ti?

¿Q-Qué? —Sus dedos presionaron con más fuerza el objeto, su garganta se estaba poniendo seca.

—La manera en que te mira, o en la que me mira a mí cuando estoy cerca de ti. ¿Hay algo que me estás ocultando?

—Deja de sugerir cosas extrañas SooJung —el rubio se rio nervioso, sus dedos libres temblaron—. No sé qué suena más inapropiado, sí tus especulaciones o el que pienses que yo estoy ocultándolo.

—Sé que no tengo derecho a pedir explicaciones.

—Exacto, no lo tienes —en su afirmación hubo brusquedad, Chanyeol trató de calmarse al respirar profundo.

—Por la forma que lo dices suena a reproche, si nosotros nos separamos no fue solo a causa de mí, ¿lo sabes, no?

—SooJung, no es momento para hablar sobre esto, nuestro matrimonio terminó el día que firmaste el divorcio, ¿por qué tienes que sacarlo a colación ahora? Asumí que habíamos pasado esa etapa. ¿No fuiste tú quien sugirió que fuéramos amigos? Pensé que una parte de ese acuerdo incluía no meternos en la vida privada del otro.

—¿Te molesta que pregunte? No estoy pidiendo que no veas a otras personas, al contrario, me alegraría que lo hicieras —SooJung movió su cabeza indicando hacia el fondo del lugar.

—Si tú estás volviendo a salir es tu problema, ¿por qué siempre tienes que presionarme para que actúe de la manera en que deseas? Eres tan parecida a Baekhyun, ambos son tan egoístas y están tan obsesionados con acorralarme.

Desde su asiento, el asistente miró inquieto el intercambio de murmullos de ese par, no comprendiendo por qué de la nada el rostro de la profesora Jung lució tan afligido.

La cabina detrás de él continuaba encendida, y dio una señal de disculpa pidiendo al técnico que esperara un poco. Minseok susurró alguna pregunta de vuelta, pero al no recibir una respuesta aceptable por parte del asistente, levantó un pulgar y disminuyó la intensidad de las luces para iniciar la prueba de video.

Tal hecho tomó por sorpresa a los tres. Baekhyun entró en pánico en cuanto las luces violetas de los proyectores iluminaron el techo. Chanyeol dejó de responder para SooJung al serle imposible verle con claridad entre las estrellas animadas.

Minseok trabajó por unos eternos segundos con el zoom y la resolución de la imagen, logrando que aquel juego de luces calmara los corazones de las tres alteradas personas ahí. SooJung mordió sus propios labios con arrepentimiento, Chanyeol distrajo su cabeza de su pasado arranque, y Baekhyun a su vez, presenció aquella expresión tan emotiva en su viejo amor.

En sus almendrados ojos apasionados, en su respirar calmado.

Como si fuera sacado de algún drama lleno de clichés, Baekhyun aguantó la respiración por un segundo. El recuerdo de aquel joven mejor amigo al que acompañaba a mirar el cielo desde su azotea, con los universos más brillosos y repletos de esperanza por encontrar algo maravilloso en el cielo nocturno pareció estar de vuelta. No tenía una sonrisa deslumbrante, pero sus labios estaban en calma y libres de decepción o mal humor. Sus expresivos universos negros era todo lo que necesitaba.

«Mierda», Baekhyun suspiró, y a la par el fastidioso cosquilleó en su garganta volvió, esta vez con la incomodidad rozando y deteniéndose en su lengua. La tos que le siguió alteró su corazón al instante. No era un carraspeó normal, ardía y casi quemaba. La palma con la que se cubrió la boca fue como un reflejo, y en ésta se distinguió una mancha pese a la tenue iluminación.

En su boca el sabor a sangre le causó terror y náuseas, el pétalo de rosa en su mano arruinó todo en su interior.

Porque ese mismo hecho, le daba una confirmación.

***

El miedo le impidió disculparse, la ansiedad le hizo correr en busca de ayuda, y sus explicaciones junto a su rostro pálido, fueron convincentes para que Yeoreum no preguntara mucho y le dejara ir.

La ausencia por enfermedad obligatoriamente requería de la firma de un médico, en este caso, la secretaria tendría que interceder por él a falta de una receta médica. Baekhyun no pensaba, ni quería, demostrar las razones del porqué de huir así.

Hacerlo lo empeoraría todo.

Sucedía que La tos rosa, como se le conocía a la enfermedad, continuaba siendo un tema tabú por sus implicaciones. Nadie esperaba ser relacionado con el padecimiento, nadie necesitaba de miradas extrañas o llenas de lástima por sentimientos no correspondidos.

Durante su adolescencia y vida adulta, Baekhyun presenció tantos casos y tristes conclusiones de cerca. La televisión explotaba el tema de los corazones rotos para el entretenimiento, el público aplaudía películas, libros y música inspiradas en desgarradoras historias de amor; pero eso era todo, un tema que lucía estético cuando los artistas del maquillaje y de dirección de arte le daban al dolor un toque tétrico con flores de colores vivos, y que fuera de los flashes, rimas o el maquillaje, se volvía motivo de desprecio, burlas o palmaditas en la espalda.

Nadie quería relacionarse con una persona emocionalmente inestable, que necesitaba pastillas y terapias para poder funcionar.

El corazón roto de su madre fue la experiencia más dolorosa y aparatosa por la que tuvo que pasar, fue su acercamiento más directo con la inaguantable enfermedad: la sangre que le corrió por la boca, los pétalos negros y amplios que le lastimaron la garganta persistían en su memoria, loque le impedía perdonar a su padre.

¿Cómo podría perdonarlo? Después de poner en peligro la vida de su persona más importante.

No podría, no debía, y no quería.

El tratamiento por otra parte, era borroso al intentar recordar. Baekhyun evitó escuchar con atención los comentarios de su madre durante el avance de sus terapias, porque en éstos, aquellas cosas importantes que ignoró debido a su libertinaje, le provocaban nuevas heridas. Podía mantenerse cerca y fingir escuchar, sostener su mano o abrazarla durante su llanto, pero no pretendía causarse más dolor; en sus acciones estaba cuidando su propio corazón.

Con las manos sobre el rostro trató de ocultar su llanto. El dolor creciente en sus pulmones y su errática respiración se mezclaban con desesperación. Se había vuelto a enamorar de Chanyeol, no había ninguna duda, pero Chanyeol, pero él...

No comprendió si era enfado o amargura lo que sentía, porque su cabeza no lo alejaba de aquellas memorias, esas en las que Chanyeol le dio una sonrisa o fue amable con él en los pasados días. En las ocasiones que se tomaba el tiempo de llevarle una bebida en medio de sus largas horas organizando copias de su investigación, o donde incluso esporádicos comentarios sobre sus costumbres le provocaron una sonrisa.

Quizás fue la confianza que Chanyeol le entregó solo en unas semanas, o en el que por error dio por hecho que ambos estaban sintiéndose cómodos, incluso cuando aún se notaba duda en sus acciones, incluso cuando sus sonrisas no eran tan enormes...

Tal vez... él lo malinterpretó.

*

Tan pronto el taxi logró aparcar frente a Bloom's, Baekhyun se limpió el rostro de las posibles huellas de sus lágrimas. El chófer lució perturbado por el estado frenético de su pasado cliente, siguiendo con la mirada el camino del hombre que entró a la cafetería en el mismo estado.

Angustiado por no visualizar a Sehun en el primer vistazo, se aventuró a la puerta que dirigía hacia la cocina, siendo detenido casi al instante por el de cabellos plata.

—¿Qué demonios estás haciendo aquí? —Con su brazo impidió que su amigo ingresara por la entrada restringida, y con su antebrazo le rodeó los hombros para guiarlo hacia zona de mesas del exterior.

Bloom's había abierto una hora antes, la cantidad de clientes en el interior no era tanta, pero los pocos que estaban ahí podrían llevarse una mala experiencia. Sehun conocía de desastrosas escenas protagonizadas por Baekhyun, permitir que una ocurriera en su trabajo podría echar abajo el arduo trabajo de SeJeon.

—Necesito tu ayuda —el de ojos claros suplicó. Con los dedos se aferró al mandil del ajeno, halándolo hacia él—. Es muy importante, no bromeo. Debes hacerlo o me volveré loco.

—¿Qué clase de estupidez hiciste? —Sehun se burló, pero solo por un segundo, su sonrisa se desvaneció al comprender que la expresión del mayor no era fingida—. ¿Qué ocurrió? ¿Mataste a alguien?

—Ojalá —Baekhyun jadeó. Sus dedos soltaron a su amigo para llevárselos a su propio cabello. El ardor en su garganta incrementaba y raspaba, la comezón ya le había provocado irritarse la piel al quererla desaparecer rascando su cuello.

Baekhyun —Sehun rogó.

—Tenías razón, Hun —suspiró—. Fui un idiota al no escucharte. No debí haber aceptado ese trabajo, ni siquiera tuve que ir a la estúpida entrevista. Park Chanyeol es un idiota, es-un-maldito-idiota.

—¿Él se portó grosero contigo? Y todas esas palabrerías sobre que estaban volviéndose amigos de nuevo, ¿qué fue? ¿Lo soñaste?

—Es posible que sí —Baekhyun escupió—. Tal vez mi cabeza se ilusionó en exceso con eso, me obsesioné con recuperar a una persona que rompió conmigo en uno de mis peores momentos. No sé por qué pretendía que las cosas volvieran a ser como antes, pasaron diez jodidos años, Sehun. Chanyeol ya no es el chico del que me enamoré, ya no sonríe por esas ridiculeces que tanto nos gustaban, no disfruta las aficiones a los que yo me aferré.

»Me estanqué tanto en el pasado Hun, y me he vuelto a quedar atrapado con él ahora. ¿Cómo es posible que te vuelvas a enamorar de un mismo rostro y de los mismos ojos? Cuando él parece ser otra persona.

—Espera ¿qué?, ¿enamorar? —La boca del menor se abrió por la sorpresa, su piel blanca logró ponerse un tono más pálido ante el miedo.

—¿Y sabes qué es lo peor? Qué quizás me lo merezco. Yo también lo abandoné en uno de sus peores momentos, nunca supe de qué enfermó por tantos meses, ni siquiera hice el intento de preguntar a su madre a pesar de que ella fue a animarme durante mi último torneo y en mis presentaciones en el coro. No tuve el valor de acercarme en cuanto noté las señales: Chanyeol dejó de hacer tantas cosas que le gustaban y de hablar con muchas personas... pero yo...

Baekhyun haló de su cabello con desesperación, tomó una bocanada de aire que se sintió arenosa contra su garganta sensible antes de continuar.

—Simplemente seguí adelante, Sehun. ¿Cómo esperaba hacerlo volver a eso? Él cambió hace diez años cuando terminamos, pero pensé que ahora podría mencionarle cosas que quizás le recuerdan esos horribles tiempos, nunca supe qué hacía cuando se ausentaba de la escuela, o por qué se fue de casa cuando la universidad comenzó.

—No tienes que justificarlo, Baekhyun. No des por hecho lo que no sabes, preocúpate por ti, no por él.

—Lo doy por hecho porque creo que conocí al Chanyeol de ese entonces, porque es al único al que puedo entender. El hombre de ahora no es ni un poco similar, pero incluso así... me gusta.

—Muy bien, vamos por partes —Sehun se inquietó—. Empecemos por esto, ¿de acuerdo? ¿Te enamoraste de tu jefe? ¿Cuándo?

—¿Importa acaso? —sonó alterado—. Ni yo mismo sé cuándo pasó, si fue la vez que me sonrió por primera vez desde que nos rencontramos o fue ayer. Chanyeol es un idiota por tratarme bien, por actuar de esta manera cuando pudo decirme que no quería volver a verme. Sehun, le engañé cuando yo sabía que fui su primer novio. Él todavía dudaba de su sexualidad cuando comenzamos, no tenía el valor ni la confianza para hablar con sus padres sobre esto.

El menor guardó silencio permitiendo que terminara de desahogarse, en esa especie de catarsis donde su corazón reventaba en confesiones.

—Estoy seguro de que se enteró sobre JeongHan y por eso terminó conmigo —Baekhyun continuó—. Tardé tanto tiempo en hacer caso a las palabras de su hermana, y algo en mí suponía que ella se lo dijo. Quizás Chanyeol estaba esperando que fuera sincero, y entonces le decepcioné porque no lo hice.

—¿Y si lo sospechabas por qué no lo terminaste?

—Por miedo, toda la vida he tenido miedo.

—Eso no es cierto, Baek —con un abrazo fuerte, Sehun consiguió que el llanto del mayor brotara, anhelando que así el frenesí terminara—. Tampoco lo mereces, nadie merece sentirse así. Los errores que cometiste no significan nada ahora, ninguna cosa de lo que ocurrió antes debe de...

Un tanto tarde, Sehun ligó sus reproches a sus declaraciones, y su corazón se hundió pensando en lo peor.

—¿Por qué estás aquí? —Volvió a inquirir. Sus brazos se aferraron al cuerpo de menor tamaño, y en esa misma acción dio un apretón impidiendo que Baekhyun le mirara a los ojos para responder.

Los presentimientos estuvieron ahí, y parecieron ser ciertos.

—Hun, necesito curarme. No quiero que él se entere.

***

Con los brazos cruzados en el pecho, consideró la gravedad de la situación, Sehun analizó los ojos enrojecidos de su roomie del otro lado de la mesa, debatiéndose sobre si hacer lo correcto para su salud, o lo mejor para su amistad.

Porque sí, existía una diferencia.

—No lo pienses tanto —Baekhyun le pidió, y extendió su mano por encima de la mesa para conseguir contacto—. Comprende que será lo mejor, no tengo tiempo para perder en un tratamiento. Si acaso menciono que estoy yendo al hospital él pedirá ver las pruebas, y necesitaré algunas recetas médicas. ¿Crees qué no será vergonzoso? ¿Quién a mi edad sufre La tos rosa? Es patético.

—Me contaste que tu madre la padeció durante el divorcio. No suena imposible, los matrimonios terminan y la gente se desenamora todo el tiempo, la enfermedad no tiene edad.

—Eso es distinto, el matrimonio es complicado. A mí la única cosa que me une a Chanyeol es que trabajo para él, y él ya tiene a alguien.

—¿Ahora entiendes mi preocupación? —Sehun bufó—. Baek, sabías que estabas exponiéndote al volver a reunirte con él, ¿no has considerado que tú estabas buscando que te hiciera daño?

—Puede ser —aceptó sin pensar—. No importa, necesitaba volver a verlo, tenía curiosidad.

—Y a causa de tu curiosidad ahora estás así. No tienes idea de todo el daño por le podrías hacer pasar a tu cuerpo por tu necedad.

—Pero tú sí lo sabes, por eso vine contigo. Sé que me ayudarás a salir de esto sin dolor. — Inclinado por la superficie, su mano tiró del brazo ajeno, sosteniendo los dedos de su amigo para insistir.

—Lo diste por hecho desde el inicio, ¿no es así?

—¿Crees qué busqué enfermarme? Eso es estúpido. Intentaba recuperar a mi amigo.

—Y terminaste enamorándote de él, lo cual es gracioso considerando que le fuiste infiel.

—Ya, Oh Sehun.

El nombrado se mordió la lengua, y asintió murmurando una disculpa. Se puso de pie para ir a su habitación, tomándose su tiempo en encontrar las muestras que podría tener ahí.

Baekhyun percibió aquel lapso como una eternidad, pues el dolor de garganta seguía quemándole, y la ansiedad por intentar desaparecer los malestares lo tenían arañando la tela de su pantalón.

Los síntomas, por lo que se decía, eran la etapa más desesperante de todas, porque en ésta se incluía la formación de los pétalos en sus pulmones, a causa de esto la respiración se volvía dificultosa, y era probable que las personas se dieran cuenta del inicio de la enfermedad por las sofocaciones, el resto... era lo que la mayoría ya sabían:

Las flores viajaban hasta la garganta si sus emociones estaban al límite, y entonces éstas lastimaban creando las heridas que originaban la sangre. La tos rosa obtuvo su nombre de ese hecho, donde al mezclarse con su saliva y el tono de los pétalos, el particular color predominaba.

El futuro farmacéutico salió de la habitación con una caja de cartón mediana, entrecerrando los ojos con mal humor al ver la sonrisa aliviada de su amigo. Dejó caer esta misma en la mesa, y puso una mano sobre la tapa impidiendo que el mayor intentara tomar las píldoras.

—Espera —él sentenció—. Antes que nada, debo explicarte lo que sucederá. No puedo darte medicamento para que lo uses a tu antojo, podría enfermarte más.

—Necesito calmar el dolor, dime qué debo tomar.

—Baek, no es tan simple.

—Mi madre tomaba tres tipos de pastillas distintas, unas calmaban el dolor, otras deshacían los pétalos, y las últimas hacían algo extraño, siendo honesto no sé qué era.

—Baekhyun —Sehun detuvo sus manos, y lo hizo sentarse para poder tener un poco de autoridad—. ¿Sabes qué estoy poniendo en riesgo mis estudios por ti? Darte medicamento no es ético, no soy un médico, soy un estudiante de farmacéutica. No conozco a profundidad cómo se les receta, los pacientes con La tos rosa necesitan pasar por análisis y citas con un especialista. Cada caso es distinto.

—No tienes que dármelos, solo déjalos aquí y yo podré tomarlos.

—Así no funciona, idiota —frustrado, el de cabellos plata volvió a su asiento, jalando la caja hacia su costado para ser él quien tomara los recipientes de píldoras. Leyó las etiquetas con sumo cuidado, asegurándose de que su roomie estaba comportándose.

—¿Si me ayudarás, verdad?

—Te daré un analgésico para el dolor, reducirá la inflamación y evitará que sigas lastimando tu piel. No puedo darte nada que cure tu enfermedad, podría empeorarlo. Si deseas sanar entonces necesitarás ir al hospital y hacerte unos análisis, ¿muy bien? —Sehun lanzó un tubo plástico en dirección a su amigo, sabiendo que su expresión era de total decepción.

—Pensé que me ayudarías.

—Intenté ayudarte, pero no tomaste en cuenta mis consejos. ¿Sabías qué la mejor forma de prevenir esto es no ponerte en situaciones incómodas? Baekhyun, fuiste en busca de tu exnovio para recuperar algo que ya estaba roto. Sé que las posibilidades de que te ilusionaras con él eran pocas, pero no quisiste escuchar. Si quieres curarte renuncia a tu empleo, haz el tratamiento o confiésate para que puedas avanzar, pero no me arrastres contigo. Te quiero Baekhyun, y por eso no te apoyaré para que sigas haciéndote daño.

El de ojos claros recibió un abrazo cálido junto al llamado de atención, lo que provocó que sus ojos se humedecieran por la culpa.

¿Debía seguir aferrándose y minimizar su mal? ¿O urgía distanciarse por segunda vez?

Su sufrimiento dependía de su voluntad, pero su voluntad vacilaba y desaparecía por Chanyeol.

¿Por qué nadie le dijo que sería tan difícil?

***

*

***

La reunión inició con un ambiente diferente desde el ingreso a la sala, a pesar de que las mismas seis personas de siempre estarían ocupando sus respectivos asientos.

Chanyeol dio una sonrisa a su secretaria que se acomodó en la silla a su lado, lo que ocasionó que MinHo parpadeará y diera un vistazo hacia la puerta, a la espera del animado asistente de comentarios ocurrentes.

—¿Baekhyun no vendrá? —El Doctor Choi cuestionó.

—Él se sintió mal por la mañana, volvió a casa para ir al médico —Yeoreum respondió por Chanyeol.

—¿De verdad? Él se veía bastante sano en la mañana —El Doctor Kim agregó, a la par de sus manos tomando el plumón. Su mano vaciló cerca del pizarrón blanco, después escribió tres fechas que se incluirían en su discusión—. ¿Algo le hizo daño? Parecía bastante contento cuando lo vi durante el almuerzo.

—Sí, puede tratarse de eso. Byun estaba pálido, lo vi cubrirse la boca algunas veces, supuse que devolvió su comida —La secretaria comentó, obteniendo un suave apretón en su hombro para que se detuviera. Chanyeol negó con la cabeza al pedirle que no revelara más sobre la privacidad de su empleado—. De cualquier modo, él aseguró que estaría aquí para mañana, así que no debe ser grave.

—Sería una pena que Chanyeol tardara tanto en elegir un asistente para que este le abandonara un mes después —Choi se mofó—. Él aligera los ambientes.

—Y hace buenas recomendaciones musicales —Kim Junmyeon añadió. Con el tema marcado en letras rojas en el pizarrón, señaló hacia esa misma dirección para no desviarse del motivo—. Esperaba que nos concentráramos primero en lo más sencillo, para extendernos en la selección académica después.

—Creí que hablaríamos primero de los cursos de conocimiento —Chanyeol se aturdió, agitó su cabeza y apretó los párpados buscando concentración, pues sus pensamientos era un ir y venir de recuerdos y suposiciones.

Era un fugaz recuerdo, por poco borroso. Las animaciones de estrellas de neutrones y supernovas impedían que sus ojos miraran con claridad, sin embargo recordaba a Baekhyun llevándose las manos a la boca, girar en sus pies y correr a la salida.

Esperó que volviera, una explicación y una disculpa. Pero tal como antes, como aquella vez que lo vio sostener la mano de alguien más frente a su antigua escuela, él solo se fue.

—La elección de diplomados y docentes es un asunto importante, pensaba que era mejor hablar de las prácticas de campo, para después profundizar en el resto. Si resolvemos lo de las actividades podremos dejar que nuestros asistentes se encarguen de comunicarse con la universidad y el departamento de logística, así estaremos centrados en lo relevante —Junmyeon insistió.

—En ese caso deberíamos sugerir un solo lugar —El doctor Choi sugirió—. Los mismos días, un solo viaje, y complementaríamos nuestras clases enriqueciendo a los alumnos.

Chanyeol tragó saliva al entender que sus colegas estaban repasando una idea, no sabía qué era o si fue una mala señal, su mente estaba ya en otro lugar, pero al recibir una interrogante preguntando si estaba de acuerdo, se obligó a asentir.

—Sí, podría ser interesante —balbuceó.

—Guau —el Doctor Choi aplaudió dos veces—. ¡Bravo!, sabía que Park alguna vez accedería a trabajar en equipo, los milagros existen, ¿puedes creerlo Junmyeon?

—¿Está seguro sobre esto profesor? —Yeoreum murmuró para su jefe, el otro par de asistentes miraron en su dirección con sorpresa—. Creí que tenía la intención de cancelar su práctica.

Chanyeol maldijo, mordiéndose la parte interior de la mejilla al caer en cuenta de su equivocación. Las prácticas de campo solían ser excusas para el alumnado, razones sin sentido para enfiestarse, beber y tener sexo mientras fingían aprender.

El profesor Park había experimentado dolor de cabeza por contener la energía de sus estudiantes.

—Sí, ¿por qué no? —terminó respondiendo. Un grito interno se reflejó en su lento parpadeo.

—Está bien, se lo mencionaré a Baekhyun en cuanto llegue mañana, lo emocionará —Yeoreum sonó irónica.

La mención perturbó por segunda vez a Chanyeol, que como un flashback vio pasar aquella repetitiva remembranza en su cabeza. Sus universos negros miraron a sus colegas señalar algunos lugares para el futuro viaje, y su pecho se infló con resignación por el estrés que padecería a largo plazo.

No resultaba tan ajeno, las inquietudes y ansiedad volvieron a su vida tan solo unas semanas atrás.

Sus pensamientos divagaron a ratos en su entorno y preocupaciones, las voces de sus colegas se oían lejanas, sus oídos se negaban a escucharles, el ruido blanco de su aturdimiento se desvaneció, y en uno de esos momentos de silencio que su cerebro provocaba para tranquilizarse, sus orbes enfocaron la pasta color carmín de la agenda de su asistente. Yeoreum estaba escribiendo en ella.

Su asistente casi nunca la dejaba lejos, su ágil diestra escribía en ella cuando necesitaba darle detalles, Baekhyun anotaba palabras claves que se transformaban en ideas, en horarios y ajustes que le facilitaban la vida. Era un misterio para él cómo podía ser así, un hombre que parecía estar la mitad del tiempo quebrándose la cabeza con pensamientos tontos o letras de canciones, pero que siempre tenía una respuesta o solución lista para él.

Baekhyun podría estar un minuto tarareando alguna canción explicita, y al siguiente entregarle un archivo terminado que le salvaría el trasero.

Con inquietud, su alma observadora reparó en un detalle pese a sus cavilaciones, o quizás, fue solo por el aterrador indicio.

Un pétalo de rosa se asomaba entre las hojas usadas, y la mezcla de su color le resultó conocida.

No. Era imposible.

No tenía sentido.

Baekhyun no podría estar enfermo de aquello, ¿o sí?

La temida sensación de vacío le provocó escalofríos, y Chanyeol pasó la palma de su mano contra su cuello en busca de alivio y calor; recordar esa experiencia lo volvía nervioso con facilidad, su corazón aún sufría algunas secuelas de su padecimiento.

Al final, la enfermedad nunca se iba.

Podría dejar el cuerpo, pero no abandonaba la mente.

Sin detenerse a pensar, sus dedos fueron hasta la agenda a centímetros de él, y con las puntas de los dedos tomó la esquina del pétalo para tomarlo. Yeoreum dio un vistazo rápido a su acción, aunque las palabras del Doctor Kim la mantuvieron atenta a lo que se explicaba.

El astrofísico sintió su pecho hundirse ante la revelación, ya que la tonalidad no era nada normal. Las rosas reales podrían no ser tan diferentes, pero la textura, el color y los bordes les hacían diferenciarse. La parte inferior de la hoja iniciaba en un color blanco, mezclándose con el rosado a través de patrones circulares y suaves que se volvían de un tono carmín, una delgada línea de negro se dejaba ver en la orilla rizada.

Chanyeol no pudo contenerse, porque sus emociones habían cambiado desde que enfermó y terminó con Baekhyun. Vivir tantos años con eso le hizo ser más atento a sus intuiciones y corazón. Sin una sola palabra se puso de pie y salió de la sala, dejando a cinco personas en completa confusión en el interior.

Su corazón palpitaba frenético, y su puño presionó el pétalo con disgusto.

Con frecuencia sus reacciones eran salvajes en el enojo, frías en el desagrado, e inclusive impetuosas en la alegría. La terapia no le había curado por completo, porque todavía debía concluir su cura con ese último paso del que su antiguo médico tanto habló.

Chanyeol no añoraba alcanzarlo, pero entendía que necesitaba llegar a él.

Tener a Baekhyun cerca lo dificultaba más.

El científico se encerró en su oficina buscando su remedio, y al llegar ahí, su espalda se deslizó por la puerta de madera hasta caer al piso. La frustración lo estaba superando, y el bombardeo de recuerdos le humedeció los ojos al casi experimentar una de las tantas sofocaciones que le impedían respirar.

Fue como revivir esos días, en los que dependía de un inhalador. Donde respirar dolía, cuando pensar en Baekhyun le lastimaba; como volver a esos años en el que sus pulmones y garganta sangraban por su causa, en el cómo su amor salía en forma de flores de casi todos los colores, y los cuales representaban los sentimientos que tenía por él.

Chanyeol contuvo un sollozo en su boca, haciendo un ejercicio básico de respiración para rellenar sus pulmones. Su cuerpo se curó de ese mal físico hace tantos años, pero su cerebro aún conservaba los efectos.

Abriendo la palma de su mano, sus húmedos orbes vieron el destrozado pétalo.

Si las intuiciones de SooJung eran ciertas, Baekhyun probablemente se había enamorado de él.

***  



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