DoYoung, a diferencia de Johnny, no es bueno con las matemáticas. Por lo que siempre que tiene tareas difíciles ahí estaba su mejor amigo, ahora novio.
Y más aun si las tareas eran del profesor Do. El siempre le daba ejercicios imposibles a sus alumnos.
— En serio, muchas gracias. No sé que sería sin ti. — le dijo DoYoung a su novio, quien estaba sentado al costado de él, enseñándole los ejercicios.
— No te preocupes, amor. Me alegra poder enseñarte.
— Es que, tienes muchas cosas que hacer y te estoy haciendo perder tiempo.
— No, no pienses eso. — masajeó su hombro izquierdo y le dio un beso ahí.
— Dejame pagarte. — ofreció mirándolo a los ojos.
— No, para nada. — sacudió sus manos para negar.
DoYoung bajó su mirada asintiendo lentamente, pero al rato levanto su cabeza con una sonrisa en el rostro y miró a Johnny.
— Te voy a pagar con otros favores.
Coloco sus brazos alrededor del cuello de su novio y comenzó a besarlo.
— Bueno, sería descortés rechazarlo. — susurró en sus labios.
— Mi madre se pone de chismosa con su casera en el mercado... tenemos media hora.
— Esta bien... te enseñaré como colocar los puntos en el plano cartesiano.