-Si me vas a tener de prisionero lo mínimo que podrías hacer es darme comida, no te sirve un prisionero muerto de hambre para negociar.
-Eres realmente la persona más molesta del mundo- dijo Lolito mientras le pasaba pan por medio de las rejas- De verdad no entiendo como alguien te soporta.
Rubius se encogió de hombros y comenzó a comer el pan con dificultad. Desde que logro despertar, con un horrible dolor de cabeza, estaba intentando idear una forma de escapar, pero entre sus manos esposadas, el frío que hacía y la celda de hierro sus opciones eran bastante pocas.
-Ya que me tienes aquí y todo eso. ¿Vas a contarme tu plan? Porque sinceramente no entiendo que hago aquí y principalmente que haces tú aquí.
-Mi idea era traerme a Cristina y a Akira, pero mira mi sorpresa cuando descubrí que esta última estaba profundamente enamorada de tu mujer y que hasta juntas vivían.
-Así es el amor hombre, no puedes hacer nada contra eso. ¿Qué hago yo aquí?
-Verás solo puede haber una persona al poder y esa persona por voto popular soy yo, así que Willy y Vegetta tienen que desaparecer del mapa, no es justo que lleve meses al poder y aun así sus opiniones sigan contando en el consejo y tengan más peso que mis órdenes directas.
-Fundaron Karmaland ¿Qué esperabas?
- ¡Respeto! - grito golpeando las barras de Metal- No logre traer a Cristina, Willy y Vegetta estaban con ellas y mis guardias les tienen miedo, pero tú eras mi siguiente blanco, si no se van por las buenas se van por las malas. Me harte de jugar limpio.
- ¿Y qué hago yo aquí? - pregunto nuevamente- Si lo único por lo que tengo poder es la iglesia y creo que la quemaste a lo que escuche a tus guardias hablar.
-Vegetta está enamorado de ti- rodo los ojos- de verdad no entiendo como los dos son tan ciegos, son el cuchicheo de todo el pueblo y más aun luego de que Nieves y Akira comenzaran a salir.
-Vegetta no...-
- ¿no está enamorado de ti? - soltó una carcajada a la que Rubius se encogió - De verdad que no me sorprende que no estén juntos, si eres más despistado...-
-Eso no... eso...-
Vegetta no estaba enamorado de él. Aunque el casi beso en la casa del árbol decía otra cosa, el te quiero, tal vez le gustaba, tal vez sus sentimientos podían ser recíprocos, tal vez existía alguna oportunidad, tal vez...
- ¡Nos están atacando alcalde! - exclamo un guardia entrando junto con 6 más y cerrando la puerta de un golpe seco. Lolito tragó saliva y saco su espada.
El caos comenzó fuera de la puerta. Rubius solo sonrió de lado y soltó una risa llamando la atención de Lolito y de los guardias.
-Vegetta te va a destrozar.
...
No había sido difícil de encontrar, era un enorme castillo en medio de la nada, pero tenía muchos más guardias a su favor de lo que esperaban por lo que la batalla comenzó en cuanto pisaron el puente para entrar. Sus amigos eran agiles con sus armas y sus aliados los respaldaban, pero él tenía un objetivo claro y cualquier cosa que se interpusiera en su camino se llevaba o la muerte o heridas de gravedad.
Willy iba junto a él, eran un equipo, siempre lo habían sido y siempre lo serian.
- ¡Tenemos que subir ya Vegetta! - escucho que le gritaba mientras golpeaba a alguien en la cabeza- ¡Nos arriesgamos a que lo mate o a que escapen!
- ¡Hay que llegar a la puerta!
Derribaron a tres guardias y comenzaron a correr por el castillo. Willy revisaba las puertas a las que Vegetta ni les daba una segunda mirada, algo le decía que la hechicera no le había mentido con la ubicación. Llego a la última puerta, tragó saliva con fuerza, respiro y observo a Willy que estaba igual de serio que él, su amigo asintió preparando su espada.
Golpeo la puerta con el pie y esta se abrió de golpe.
La batalla comenzó. Esos guardias eran más difíciles que los de la puerta, pero no le sorprendía, si estaban con Lolito era porque probablemente eran los más fuertes que tenía, aun así, lograron derribar a la mitad con la ayuda de Luzu que entró corriendo a apoyarles. Sujeto a uno de los últimos guardias con fuerza cuando un grito resonó por la habitación.
- ¡Como avancen más lo mato!
Vegetta golpeo al guardia en la cabeza provocando que este cayera al suelo inconsciente, dirigió su mirada a Lolito, tenía a Rubius entre sus brazos, con la espada en la garganta y este estaba pálido e intentaba fallidamente soltarse del agarre.
-Suelten las espadas-
Tiro su espada encantada con un golpe seco al piso que fue seguido por dos espadas más.
-Honestamente pensé que iban a durar menos tiempo en llegar- dijo con voz neutra. - Hubiera acabado con tu cariñito hace horas y no hubieras podido hacer nada, por eso no eres alcalde, además...-
Lolito siguió hablando, pero Vegetta dejo de escuchar, estaba tratando de encontrar una forma en la cuál Lolito soltara a Rubius sin pasarle la espada por la garganta. Levanto sus ojos y los clavo en unos verdes. Rubius murmuraba algo pero no lograba entender que, movió la boca en una seña muda hacia abajo y Vegetta observo que señalaba el dorso de la mano de Lolito. Trago saliva con fuerza y ante un último asentimiento de Rubius sacó su arco y cargo una flecha en un movimiento rápido que había ganado con años de práctica.
La flecha le dio justo en el centro lo que provoco que primero dejara de hablar para soltar un grito de dolor y segundo que dejara caer la espada y por inercia empujara a Rubius lejos de él.
Vegetta lo sujeto antes de que cayera al suelo. Luzu y Willy tomaron sus espadas con rapidez y se dirigieron hasta Lolito.
Le tomo la cara con fuerza y comenzó a revisar que no tuviera ninguna herida de gravedad, pero más que unos raspones, no parecía tener nada. Traslado su cuidado a los brazos y con un cuchillo de diamante logró romper las esposas que le tenían sujeto, comenzó a masajearle las muñecas que estaban comenzando a llenarse de manchas moradas.
-Vegetta...Vegetta...- le llamó Rubius intentando detener las manos del otro, pero este seguía haciéndole un chequeo- ¡VEGETTA, QUE ME DEJES!
Se separo y puso las manos en su cadera.
- ¡Sabes la angustia que he pasado por tu culpa! - grito, Rubius levantó una ceja e imito la postura- ¡Que casi me da algo cuando las chicas llegaron y no llegaste con ellas!
- ¡No es como que yo quisiera que me secuestraran! - grito de regreso- ¡¿Y porque duraron tanto llegando hasta aquí?!
- ¿Sabes lo difícil que fue localizarte? ¡No, no lo sabes! El psicópata este- señalo a Lolito que estaba observando la pelea junto a Willy y Luzu- Decidió venirse a una maldita montaña ¡Una montaña! ¡Duramos horas subiendo y llegamos exhaustos, fue super difícil!
- ¡¿Y entonces porque viniste, si estaba tan difícil encontrarme?!
- ¡Porque estoy enamorado de ti, estúpido! - le grito, Rubius se puso rojo hasta las orejas y abrió la boca con una "o", Willy y Luzu soltaron una risa y Lolito sonrió de lado antes de hacer una mueca cuando Luzu lo hizo arrodillarse de un golpe. - ¡Y aunque no lo estuviera hubiera venido por ti porque me preocupas pedazo de animal! Pero por mí, quédate congelado aquí, no me vuelvo a preocupar por ti en mi vida, todo esto para...-
Sus palabras fueron interrumpidas por unos labios que impactaron los suyos y por el golpe que provocaron sus cuerpos al caer al suelo debido al impacto. Devolvió el beso con ganas y creía escuchar a Luzu celebrando, pero honestamente no le importaba. Rubius se separo del beso y le sonrió desde arriba con las mejillas rojas y los ojos brillantes.
-No puedes tirarte encima de mi sin avisarme, nos vas a matar un día- le dijo riendo. - Y pesas, por cierto.
- ¿Quieres que me quite?
-No- sonrió y afianzo el agarre en sus caderas- Pero para la próxima avísame.
-¡Hasta que al fin!- escucharon el grito de Auron desde la puerta.
Ambos se pusieron rojos y se levantaron del piso mientras sus amigos entraban. Vegetta estiro su mano y Rubius entrelazo sus dedos con una sonrisa. Sus amigos les sonrieron con burla, pero comenzaron a sacar a los guardias inconscientes y heridos, Alex y Fargan tomaron a Lolito con fuerza y lo sacaron de la habitación. Willy les guiño un ojo al pasar y Luzu los abrazo por cinco minutos mientras aguantaba las ganas de llorar al verlos.
- ¿Y ahora qué? - pregunto Rubius mientras caminaban detrás de sus amigos de regreso a la ciudad.
- ¿Quieres ir a ver meteoritos?
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