Odio Profundo |BL| ©

By Mila_Darkness

5.7M 562K 731K

Dominik Evans es un joven introvertido, preso entre las paredes de su propio hogar. Maltratado por la persona... More

• Introducción
• Epígrafe
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Laguna Inestable

Capítulo 21

108K 11.9K 12.7K
By Mila_Darkness

Me metí en la primera habitación que encontré con el fin de escapar de Aaron y evitar otra maldita pelea.  Por lo que puedo ver debe ser para invitados, tiene una cama de dos plazas en el centro, en frente de ella hay una televisión plasma. No tiene mucha decoración más allá de algunos adornos y ser asquerosamente blanca, casi sin más colores. Sigo indignado por el hecho de ser obligado a dormir con ese demente cuando hay tantas habitaciones sin uso. 

— ¡Maldición! — suelto en voz alta, frustrado. Podría gritar todo lo que quisiera ya que el cuarto de mi padre se encuentra abajo, pero mejor me contengo porque el que sí podría escucharme es Aaron. Lo menos que necesito es tenerlo furioso golpeando la puerta para decirme que me calle. 

Hablando de ese desquiciado...

¿Cómo pudo tocarme así? ¿Qué está mal en él?

Cuando detestas a alguien lo último que querrías hacer es tocarlo y menos de esa forma, esto no debería estar ocurriendo. Así sean impulsos de su parte, o si llegase a ser algo más retorcido, está mal. No estoy acostumbrado a este tipo de situaciones, no sé cómo reaccionar ni qué hacer. Soy consciente de que el comportamiento que tiene ahora es mucho mejor que el de hace una semana, aún así no quita lo mucho que me perturba y confunde. Antes de Aaron nadie me había tocado de esa forma, es un terreno completamente nuevo para mí. No quiero sentirme tan desprotegido. 

— Tenemos que hablar. — la voz demandante de Aaron me saca de mis pensamientos, levanto la vista encontrándolo recostado en el marco de la puerta. 

— No tengo nada de qué hablar contigo. — respondo tenso. Sólo quiero que se vaya y me deje en paz. — Vete, ya es tarde.

 — Te recuerdo que esta no es tu habitación. — contesta comenzando a enojarse, lo miro desafiante. 

— No quiero verte. — le digo con firmeza, él suelta un bufido mientras camina hacia a mí. Por inercia retrocedo hasta chocar con la orilla de la cama. 

— A nadie le importa lo que quieras. — dice siseando,  suena cada  vez más molesto, un escalofrío recorre mi cuerpo ante la terrorífica expresión de su rostro. — Bueno, capaz que a tu noviecito sí, estaba muy preocupado cuando te llamó. ¿No?

Otra vez con lo mismo. 

— ¿De eso quieres hablar con tanta urgencia? — pregunto burlón. — Me hace pensar que no estabas molesto porque hablaba por teléfono tan tarde, más bien parece una pobre excusa para tratar de ocultar tus celos.  

En el segundo que dije eso supe que fue un error, Aaron parece totalmente sacado de quicio. Intentando huir voy hacia atrás consiguiendo caer en la cama, enseguida trato de alejarme más pero él me toma con fuerza del cabello obligándome a verlo. Puedo sentir el peligro en el aire, su mirada busca asesinarme. El valor que había reunido para confrontarlo desapareció casi de inmediato, fue reemplazado por un enorme miedo. 

¿Cómo bajé la guardia así? Apenas pasó una semana de la última paliza que me dio y pareciera que lo olvidé sólo porque todavía no ha vuelto a golpearme. Bueno, ese ''todavía'' termina ahora, gracias a que lo confronté va a volver a lastimarme y todo porque no puedo cerrar la boca. Odio callarme, en situaciones así no está bien que lo haga, pero es la única forma que tengo de protegerme. Si no lo provoco tengo más posibilidad de salir ileso, ahora es demasiado tarde. 

— Estoy harto de tu insolencia, Dominik. — susurra inclinándose hacia mi rostro, no puedo dejar de mirarlo fijamente. — Me importa una mierda si no quieres hablar conmigo, mejor si te mantienes callado porque yo sí que voy a hablar y tú me escucharás, te guste o no. 

— ¿Tan desesperado estás que quieres obligarme a escucharte? — la pregunta escapó de mis labios. Aaron tiró de mi cabello dejándome prácticamente a nada de sus labios, rozándolos con los míos. 

— ¿Desesperado? — ríe de forma sombría. — No lo creo, más bien diría que estoy furioso. — dice sobre mis labios, sin soltarme. — ¿También estabas furioso cuando me obligabas a estar cerca de ti, sin importarte lo mucho que quisiera irme? Querías que fuera tu sombra, que paseara por todo el colegio llevando tus malditas cosas con el fin de que los demás vieran lo débil que yo era y lo fuerte que tú eras. — escupe con desprecio. — Siempre me obligabas a hacer las cosas más humillantes que se te ocurrían, lo disfrutabas tanto... Ahora es mi turno de disfrutarlo. 

Las palabras quedan atascadas en mi garganta, no puedo decir nada. Sólo mantuve mi mirada sobre la suya y vi algo que jamás había estado en sus ojos antes, algo que me paralizó.

Dolor.

Está oculto bajo su habitual ira, pero aún así puedo notarlo. Siento un gran dolor en el pecho que poco a poco se convierte en vacío, como si una parte dentro de mí hubiese muerto. Mi vista comienza a nublarse, la voz de Aaron se escucha cada vez más distante. 

Un niño corre desesperado por los pasillos, está siendo perseguido por otros tres. No tardan nada en agarrarlo. Lo toman con fuerza y lo arrastran hacia los baños para luego arrojarlo al suelo sucio.

— ¿Por qué intentas escapar de mí? — pregunta el pelinegro divertido, tirando bruscamente del cabello del rubio. El pequeño sólo pudo mantener la vista baja mientras sollozaba. 

— L-Lo siento, tenía q-que ir a buscar algo. — responde tembloroso. 

— ¿En serio crees que me voy a tragar tu estúpida mentira? — se ríe jalándolo con más fuerza. — Más idiota no podrías ser. 

Antes de que el niño pudiese hacer algo, el pelinegro ya estaba revisándolo mientras los otros dos miraban entretenidos. No tardó mucho en encontrar una pequeña caja roja adornada con un listón negro. El rubio comenzó a protestar pero antes de que pudiese quitarle la caja los demás lo tomaron de ambos brazos, poniéndolo de pie. El niño más alto la abrió sin consideración, miró dentro encontrándose con un papel y varios caramelos de colores. Los gritos del niño más pequeño inundaban el baño, pero nadie vendría a ayudarlo. 

Abrió el papel descuidadamente y comenzó a leer en voz alta. 

— ''Tu sonrisa ilumina mi corazón, tus ojos me hacen perder la razón''. — soltó una carcajada, los demás rieron también. — ''Entre tanta oscuridad, tú me ofreces claridad. Amaría tenerte conmigo, para cuidarte y ser tu abrigo.'' ¡Parece escrito por una niña! — ríe, luego continúa leyendo. — ''Eres lo que necesito para ser feliz... niño de hermosa cicatriz''.— se detiene en seco, mirando con asco aquella carta. 

Nadie reía ya. 

Mis ojos se abren de golpe encontrándome con la intrigada mirada de Aaron, no sé en qué momento terminé acostado en la cama con él sobre mí. Por un segundo podría jurar que vi preocupación en su rostro. 

¿Qué demonios está pasando? ¿Me desmayé o algo así?

— ¿Por qué mierda no respondías? — pregunta irritado, con sus manos sobre mis hombros y su cuerpo a horcajadas sobre el mío. 

— ¿Qué ocurrió? — pregunto confundido, él me mira como si estuviese loco pero enseguida suelta una carcajada.

— No puedo creer que seas tan imbécil. — ríe sin controlarse. — ¿De verdad creías que hacerte el ido por unos segundos podría sacarte de esta situación? 

Creo que ya entiendo lo que pasa, pero me está comenzando a preocupar: es otro de mis recuerdos bloqueados. Las palabras de Aaron debieron traerlo a la superficie de mi mente, es la mejor explicación que le encuentro. El problema es que ahora tengo muchísimas dudas y sé que no puedo contarle nada a él, se enojaría demasiado si sabe que no recuerdo la mayoría de las cosas que le hice. ¿Y si intento sacarle información cuidadosamente? Mierda, es muy arriesgado pero a este punto ya no tengo nada que perder. 

— En realidad estaba pensando, por eso no respondí. — miento tratando de sonar lo más honesto que puedo. La mirada de Aaron se llena de ira, su agarre se vuelve más rudo. 

¿Y ahora qué dije?

— ¿Tantas ganas tienes de que te mate? — pregunta enfurecido, lo miro aterrado sin entender su reacción. — Te dije que me ibas a escuchar aunque no quisieras, así que la próxima vez que ''pienses'' también será la última. 

— Yo sólo quería disculparme. — me apresuro a decir captando su atención. — Pensé en la vez que te quité aquella carta... — Aaron agarró con fuerza mi cuello impidiéndome continuar. 

— ¡¿Cómo te atreves?! — grita apretando más fuerte, pongo mis manos sobre la suya para tratar de quitarlo. — ¡Debió encantarte cuando le dijiste a todo el colegio que era un marica! ¡O cuando no parabas de golpearme diciendo que lo merecía por ser un fenómeno! ¡O quizás cuando te enteraste a quién iba dirigida la carta y tuve que rogarte para que no lo lastimaras!

Una lágrima cae sobre mi rostro, me congelo al darme cuenta de que no es mía. Aaron está llorando. Tengo un nudo en la garganta, el vacío que había sentido antes no es nada con el que siento ahora. ¿Cómo pude hacerle tanto daño? ¿Cómo lo destruí de esa forma? Éramos niños, sí, pero fueron años de maltratos. La culpabilidad me está matando. 

Sin pensarlo dos veces levanto mis manos y toco sus mejillas con cautela, él se sorprende dejando de ejercer presión sobre mi cuello. Limpio sus lágrimas sin poder contener mis sollozos. 

— L-Lo siento tanto. — mi voz suena demasiado ahogada, rota. — S-Sé que merezco tu odio, merezco q-que quieras vengarte. — susurro acariciando sus mejillas. — Pero dime c-cualquier cosa que pueda hacer para que me o-odies un poco menos. 

Su mano abandona por completo mi cuello, en sus ojos hay un brillo que no puedo descifrar. 

— Bésame. — dice muy bajo, casi inaudible. 

Tal vez en otro momento hubiese rechazado su petición, pero en este no pude negarme. Lo acerqué a mi rostro tanto que sus labios ya rozaban los míos, lentamente uní nuestros labios en un delicado beso. Aaron gruñó con impaciencia besándome apasionadamente, se ve que los besos lentos no son lo suyo. Como pude le fui siguiendo el ritmo, su lengua acarició mis labios y no pude contener el gemido que escapó de ellos. Con avidez entró en mi boca, sin darme tiempo de pensar en nada. 

Una de sus manos empezó a recorrer mi cuerpo deteniéndose en la parte baja de mi remera, rompió el beso y enseguida entendí por qué. Me incorporé para quitarme la maldita remera pero él fue más rápido que yo, en menos de dos segundos ya no la traía puesta, hizo lo mismo con la suya. Sus ojos se enfocaron en mi short, en ese instante me di cuenta de lo duro que ya estaba. Sentí mi rostro arder de vergüenza al ser consciente de que estaba haciendo esto sobrio. Aaron pareció notarlo mientras sonreía depredadoramente y me quitaba el short dejándome sólo con mis boxers negros. Él se quitó su pantalón quedando también en boxers, la enorme erección que tiene se marca perfecta en ese color azul. 

Separó mis piernas para poder meterse entre ellas, gemí al sentir nuestras erecciones rozarse bajo la tela. El rubio atacó sin piedad mi cuello dejando un camino de mordiscos, aunque no tan bruscos. Luego lamió toda la zona hasta bajar a mis pezones los cuales chupó y succionó haciéndome gemir fuertemente. 

Se siente muchísimo mejor que hacerlo ebrio. 

Una alarma se prendió en mí cuando sentí las lamidas de Aaron bajando demasiado cerca de mi entrepierna. Con sus manos sacó mi pene del boxer, ganado una mirada confundida de mi parte. ¿Realmente está pensando en hacer...? Todo tren de pensamiento se vio desviado cuando sentí su lengua sobre mi miembro, lamiendo cada centímetro. Tapé con fuerza mi boca temiendo que mis gemidos fuesen demasiado ruidosos. Tuve que morder mi mano al sentir cómo Aaron metía todo mi pene en su boca. Inconscientemente agarré su cabeza sin ejercer presión, dejándolo hacer lo que quisiera. Se detuvo para terminar de sacarme el boxer, luego pasó su mano sobre mi miembro húmedo manchando sus dedos. Abrió más mis piernas y metió dos dedos húmedos dentro de mí, sorprendiéndome. Al principio fue una sensación incómoda, extraña, pero poco a poco fue convirtiéndose en placentera y más cuando sus dedos tocaron ese punto que me llevó a otro nivel de placer, anhelando más. 

— M-Mételo... — le dije entre gemidos, él me miró con lujuria mientras retiraba sus dedos. Se quitó su boxer y volvió a colocarse entre mis piernas, acomodó su miembro en mi entrada comenzando a penetrarme lentamente. — Ahh, maldición. — me aferré con fuerza a las sábanas. 

No es como la primera vez que lo hicimos, él está siendo mucho más considerado. 

Inconscientemente moví mis caderas haciendo que me penetrara más profundo, él gimió en aprobación. Se inclinó sobre mí hundiéndose del todo, mis manos fueron directo a su espalda atrayéndolo hacia mí. Enseguida que lo tuve en frente lo besé metiendo mi lengua en su boca, ganándome un gemido ronco de su parte. Empezó a penetrarme con más rapidez y profundidad, cada vez más y más fuerte. Cuando sentí que tocaba ese punto sensible de mí, arañé su espalda ahogándome en placer, incrédulo ante las reacciones de mi tembloroso cuerpo. Cada embestida fue más dura, sólo pude gemir bajo sus brazos. Aaron Marcó mi cuello con desespero, mordió mis hombros, besó cada centímetro de mi rostro. 

Y fue ahí cuando sentí que él comenzaba a odiarme menos. 

Continue Reading

You'll Also Like

144K 8.5K 31
Hermione, Ginny y Luna cursan su séptimo año después de la guerra en Hogwarts. Cuando Draco y Hermione se topan en un lugar en el que ninguno de los...
746 95 1
Todos saben que en Grimore reinan las mentiras, los secretos, la cuenta bancaria más grande y el linaje más puro. Ser rico no es suficiente para entr...
6.4M 654K 20
Tercer libro en la Saga Darks (2021) Portada: BetiBup33 design studio.
5.3K 974 26
Sang se ha mudado de ciudad al iniciar la universidad, al llegar al campus conoce a Prem, su compañero de habitación, quien resulta ser un chico coqu...