Hero | TodoDeku

By melistylinsonbutera

1.2M 109K 81.9K

AU. Midoriya Izuku es un joven médico de veintisiete años, pues gracias a su gran intelecto -que sorprendió a... More

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
Final. 36
Epílogo

16

32.4K 2.9K 2.1K
By melistylinsonbutera

Izuku

—¡Adiós! Vayan con cuidado —me despedí de Jomei y Lex, agitando una de mis manos en el aire. Luego caminé fuera del área de ambulancias, y tomando asiento sobre una banca metí mis manos dentro de los bolsillos de mi bata.

Las calles se encuentran extrañamente muy vacías para ser domingo, o eso me pareció mientras esperaba a Sho-chan.
Durante mi descanso, hace unas horas, tuve una pequeña conversación con él por medio de mensajes donde me confirmó que al final no tendría que cubrir el patrullaje nocturno hoy, es decir que sí podríamos vernos. Y estoy inmensamente feliz por ello, es lindo poder pasar otra noche juntos, pero de igual manera también me siento un tanto ansioso.

Yui me recomendó hablar con Sho-chan sobre los pensamientos e inseguridades que están rondando por mi cabeza. Y sí bien nosotros ya lo habíamos charlado anteriormente, ella me aconsejó profundizar más en el tema; terminando por convencerme de que es lo correcto.

No es que no me guste estar con Sho-chan, mis días nunca fueron tan divertidos y llenos de emociones como desde que empezamos a acercarnos pero tengo miedo. Siempre he sido una persona introvertida y reservada.
Odio llamar la atención, y el verme en todos los noticieros, páginas y revistas de la ciudad —y quizá del mundo— me asustó.
Quizá porque aún sigo siendo un tanto inseguro de mí mismo, y todo esto es muy nuevo para una persona acostumbrada a una rutina como lo soy yo, no lo sé con exactitud, pero de lo que sí estoy cien por ciento seguro es... no soy una persona a la que le guste estar en boca de todos.

Así que, lo mejor, es no dudar y hacerle saber que si en algún momento vamos a formalizar una relación: necesitaré algo de tiempo para que se vuelva pública. Y seguramente, cuando ese momento llegué, deberé retomar mis citas con aquel psicoterapeuta que me ayudó durante la adolescencia.

—Ahh —suspiró moviendo sus pies, y al tirar su cabeza hacia atrás pudo apreciar el cielo estrellado. Claro que no se veían muy bien por las brillantes luces de la ciudad, pero aun así se entretuvo intentando verlas.

No obstante, su atención se desvió a un auto que estacionó a pocos metros.
Izuku sonrió emocionado cuando lo reconoció y su sonrisa sólo creció al ver a Shoto descender del mismo, con un pulcro y elegante traje puesto.

—Izu, lo lamento, ¿esperaste mucho? —preguntó abriendo sus brazos, cuando el nombrado corrió en su dirección, y le envolvió en un fuerte abrazo al mismo tiempo que involuntariamente su kosei de fuego se activaba internamente al sentir que el peliverde estaba un tanto frío.

—No. Salí hace unos minutos, pero la noche está un poquito fría —murmuró frotando su rostro en la parte izquierda de su cuello, causándole cosquillas y una tierna risita que ni se molestó en ocultar.

—Entonces deberíamos irnos rápido. No quiero que enfermes.

El médico asintió, quejándose en su interior por tener que separarse, rodeando el vehículo y metiéndose dentro al mismo tiempo que él.
Una vez que tuvieron los cinturones de seguridad bien puestos, puso en marcha el vehículo.

—¿Tuviste una reunión? —preguntó refiriéndose a su vestimenta.

Shoto, sin apartar la mirada del camino, asintió.

—Odio los trajes, pero es un protocolo impuesto por Momo —aflojó la corbata.

Izuku rio levemente.

—Yo creo que te quedan muy bien —murmuró sin pensar, y enseguida empezó a balbucear, moviendo sus manos en diferentes direcciones, sonrojado—, a-ah... es decir...

Shoto rio por lo bajo, viéndole de soslayo con una bonita sonrisita.

—Gracias, Izu. Tú luces adorable con tu uniforme.

—¡No digas que soy adorable, es vergonzoso!

Él volvió a reír y el corazón del médico dio saltos por todo su pecho. Quedándose en un cómodo silencio el resto del camino.

Entre ambos prepararon la cena una vez que llegaron al departamento de Izuku, y fue entonces que notó lo habilidoso que era el bicolor en casi todo lo que le pedía hacer. Y él le comentó que todo lo que sabía era gracias a su hermana y a Katsuki.

Acabaron con la preparación pocos minutos después, sin tardar en tomar asiento para degustar la comida en sus platos; luego de agradecer por los alimentos.

—¿En serio estás bien? Puedo revisarla, si quieres —ofreció observando el rasguño en su mano debido al incidente con aquel felino que tuvo por la tarde. Izuku quedó muy conmovido con el pequeño relato.

—Estoy bien, Izu. Literalmente solo es un rasguño —entrelazó su mano con la que revisaba su herida minuciosamente.

—Muy bien...

Él le sonrió y aproximó a sus labios una rodaja de tómate, atrapada en medio de los palillos, que el ojiesmeralda no dudo en comer.

Al terminar de cenar, y después de lavar los utensilios usados en la misma, se quedaron en el sofá de la sala, con unas tazas de té que el mayor de ambos preparó mas que nada para calmar sus propios nervios por la conversación que se avecinaba.

Los primeros minutos hablaron de puras trivialidades, pero cuando se encontraron en un pequeño silencio, Izuku respiró hondo y decidió aprovechar el momento para iniciar con lo que había estado planeando desde que habló con Yui, dejando su taza sobre la mesita.

—Sho-chan.

—¿Sí?

—Yo... quería hablar contigo so-sobre —apretó sus labios—, sobre...

Shoto sonrió, dejando igualmente su taza en la mesita, tomando sus manos y apoyando sus codos en sus rodillas.

—Creo que entiendo a qué te refieres, yo tenía intenciones de tratar lo mismo pero no sabía cuándo sería el momento —Izuku detuvo sus movimientos nerviosos y guardó silencio—. Sé que estás incómodo por las noticias sobre la fiesta de Momo y... también sé que tienes miedo; principalmente porque sientes que nadie va a tomar de buena manera que una persona sin particularidad esté en pareja con "un héroe como lo soy yo".

Izuku se sintió expuesto.

«¿Cómo sabe todo lo que pienso si no he soltado ni una palabra?»

—Bueno, tienes razón, pero no creas que es por ti porque claramente no es así —aclaró—, yo... a mí me encanta pasar tiempo contigo, sea dónde sea, sólo porque estoy a tu lado...

—Lo entiendo, yo me siento igual. Y también entiendo tu miedo y tus inseguridades, sé que no debe ser fácil para ti —murmuró acariciando las manos que tenía entre las suyas, viéndole fijamente—. Pero quiero que sepas, Izu, que yo no veo a una persona sin una particularidad... yo te veo a ti.

Las palabras de Shoto retumbaron en sus oídos de la misma forma que atravesaron su pecho, haciendo eco en su corazón y dejándole helado por unos cuantos minutos, minutos en los que el héroe lo miró alarmado tomando una de sus mejillas cuidadosamente con una de sus manos, y con esa acción, Izuku fue consciente de que estaba llorando.

—Lo siento, Izu. No buscaba herirte —se apresuró en disculparse y él sonrió, sorbiendo su nariz.

—No lloro por eso, Sho-chan —rio bajito mientras intentaba secar sus lágrimas—. Lloro porque tus palabras me hicieron muy feliz.

Shoto atrapó su cuerpo en un fuerte abrazo, tan fuerte que Izuku pudo sentir contra su propio pecho los latidos acelerados del bicolor, y eso logró que su sonrisa creciera.

«Shoto es una persona increíble»

—Una vez te dije que no quería que te sintieras incómodo, así que no tienes que preocuparte por nada. Yo me encargaré de que nadie conozca tu identidad hasta que tú decidas que estás listo... ¿de acuerdo?

El ojiesmeralda asintió, frotando su mejilla derecha en su cuello.

—Gracias, Sho-chan.

—¿Estás mejor?

—Lo estoy... pero estoy algo cansado —confesó.

—Ve a acostarte mientras lavo esto, enseguida estaré contigo —besó su frente dulcemente, y tomando ambas tazas en sus manos se fue a la cocina.

Izuku bostezó poniéndose de pie también y dirigió sus pasos perezosamente hacia su habitación —no sin antes pasar por el baño para hacer sus necesidades y lavar sus dientes. Ya había tomado una ducha en el hospital—. Antes de arrojarse a la cama se cambió sus ropas por algo más cómodo, y mientras lo hacía recordó que el héroe estaba vestido con su traje aún.

«No puede dormir así» pensó y automáticamente se dirigió a su armario de nuevo; rebuscando en sus ropas algún pantalón que pudiera entrarle al héroe. Y cuando creyó encontrarlo: una fuerte explosión le hizo perder el equilibrio, provocando que su cabeza se golpeara con la mesa de noche.

Mareado y quejándose por el golpe tocó la zona afectada de su frente, descubriendo que estaba sangrando.

—¡Izuku! —los pasos apresurados de Shoto se escucharon por el pasillo y en segundos lo tuvo frente a él, viéndole preocupado—. Mierda, estás sangrando.

—E-Estoy bien, Sho-chan, no te preocupes —con su ayuda se puso de pie y tomó asiento sobre la cama—. ¿Qué fue eso?

—Al parecer un grupo de villanos están atacando éste lado de la ciudad, no muy lejos de aquí —respondió revisando que su herida no fuera muy profunda.

—¿Son muchos?

—No. Acababa de recibir un mensaje de Ochaco antes de la explosión, por eso lo sé —aclaró al mismo tiempo que sacaba uno de sus celulares para localizar a sus compañeros, pero la mayoría no se encontraban ni en la ciudad.

Ochaco, por ejemplo, ya estaba en la zona crítica del conflicto con Hanta y Kyoka ayudándoles a los bomberos a evacuar.

Los más cercanos —por medio de un rastreador que todos poseían en forma de tobilleras discretas— que podrían pelear en estos momentos eran Eijiro y Katsuki.

—Debo irme.

—Espera, ¿los enfrentarás solo?

—Bakugo y Eijiro no tardarán en llegar, pero por mien-...

—¡No puedes ir solo, Shoto! —regañó asustado.

El héroe relajó su ceño fruncido, acercándose para abrazarlo e Izuku se aferró a él.

—Todo estará bien, Izu. Prométeme que te quedarás aquí.

—Pero...

—Prométeme que te quedarás aquí —repitió apartándose levemente para ver sus ojos—. No podré concentrarme si no estoy seguro de que tú estás a salvo.

Izuku suspiró y asintió.

Shoto, acariciando sus mejillas, besó su frente antes de moverse con intenciones de salir de la habitación. Sin embargo, Izuku no le dejó atravesar la puerta.

—Sho-chan, prometo quedarme aquí si tú prometes volver a salvo —exigió en un hilo de voz. Él le sonrió.

—Te lo prometo, Izu —se acercó una vez más, besando sus labios y quedándose unos segundos así, hasta que una nueva explosión le obligó a separarse y correr fuera del cuarto para próximamente abandonar el edificio.

Izuku, en soledad, suspiró y se dignó a curar su herida teniendo el corazón inquieto. Aunque la condición de Katsuki no era la mejor por su embarazo: rogaba que él y Eijiro llegarán pronto para ayudarle... y que los tres regresarán a salvo.

Un insistente e insoportable sonido llegó a los oídos del cenizo, sacándole un gruñido.

Sin abrir sus ojos giró su rostro y pasó su brazo izquierdo por encima del cuerpo dormido de Eijiro para tomar al dueño de aquel infernal sonido: su celular.

—¿Quién mierda jode a estas ho‐... —los insultos se quedaron atorados en su garganta al leer los mensajes de Shoto.

Rápidamente se puso de pie, despertando en el proceso al pelirrojo a su lado que le observó confundido cuando empezó a vestirse apresuradamente, con lo primero que encontró al no estar en su hogar, y por lo tanto, no portar su traje de héroe.

—¿Blasty? ¿Qué haces, amor? —preguntó frotando sus ojos.

Él le arrojó sus pantalones a la cara.

—Un grupo de villanos salió de la nada. Shoto pidió nuestro apoyo porque somos los más cercanos y no hay nadie que detenga a esos bastardos. El cara plata, orejas y la cara redonda están ahí ayudando a los bomberos.  ¡Vístete, maldición! —ordenó y su pareja no tardó en salir de la cama, ya más despierto, pero entonces sus movimientos se detuvieron viendo al cenizo, más específicamente a su vientre.

—Tú no irás.

—¿Qué?

—Que te quedes aquí, Katsuki. Yo iré.

—¿Ha? ¿Qué puta mierda dices? No voy a quedarme aquí.

—¡No te llevaré a pelear estando embarazado!

—¡¿Quién mierda dice que no puedo pelear estando embarazado?! —gruñó molesto.

—No dudo de que puedas hacerlo, pero no puede usar tu kosei, amor. Entiende que es muy peligroso, por favor —insistió.

—Tch —chasqueó su lengua—. Está bien, maldición, ¡pero si ves que todo se va a la mier-...

—Te llamaré —sonrió, terminando la frase por él, dándole un besito en su frente antes de salir corriendo fuera de la habitación.

Katsuki rodó sus ojos, sonrojado, y también salió al escuchar los llamados de sus padres.

—Katsuki, ¿qué ocurre, hijo? —Masaru lo vio sin entender porqué su yerno había salido disparado fuera de la casa mientras les pedía perdón por despertarles.

—Hay un ataque de un grupo de villanos por está zona —informó.

Mitsuki abrió sus ojos y preocupada tomó el teléfono del hogar.

—¿A quién llamas, vieja?

—A Inko, ¿a quién más?

Katsuki imitó el gesto de su madre al abrir sus ojos como platos.
No había pensando en la posibilidad de que Izuku y su madre pudieran estar en peligro, y ante esa idea: sus pies se movieron por sí solos a la entrada donde se colocó sus zapatos.

—Katsuki, ¡espera! —Masaru quiso detenerlo, pero él nisiquiera volteó a verlo y abandonó la casa—. ¡Katsuki!

—Este moco-... —la línea del otro lado se conectó—. ¡Inko! ¿Estás bien?

¿Mitsuki-chan? ¿Por qué no lo estaría? ¿Qué sucede?

—Katsuki nos informó sobre un ataque por nuestra zona, solo me preocupé por Izuku-chan y por ti.

Pero sabes que Izuku ya no vive aquí —las dos sintieron el mismo escalofrío recorrer sus espaldas—. Oh no... Mi bebé está solo, Mitsuki-chan.

—Cálmate, Inko, no te alteres. Llamaré a Katsuki para que vaya con él; sólo tienes que darme su dirección.

La peliverde asintió, aunque no pudiera verla, y con voz temblorosa se la dio.

Mitsuki la tranquilizó una vez más, prometiéndole que en un rato irían a buscarla, se despidió, colgó la llamada y tomó su celular para comunicarse con su hijo. Él le contestó a los segundos.

—Katsuki, Izuku está solo. Te envié su dirección porque él ya no vive con Inko.

Ah... maldición, vieja. ¿No pudiste mencionarlo antes? —reprochó agitado al otro lado de la línea.

—¿Estás corriendo? ¡No puedes correr en tu estado, Katsuki!

Y una mierda, adiós —colgó.

Mitsuki gruñó, molesta y preocupada, sintiendo a Masaru acariciar sus hombros antes de irse ambos a su habitación para vestirse e ir a buscar a Inko. No dejarían a la mujer sola en aquella casa, por lo que volverían todos juntos a la suya al ser la más alejada del conflicto.

Por otro lado, Katsuki tomó una fuerte bocanada de aire y cambió sus pasos apresurados en dirección contraría a la que estaba yendo; observando la nueva dirección en su celular.
Le quedaban unas cuantas calles para poder llegar al lugar.

No obstante, un hombre enmascarado lo interceptó. Y por supuesto que no se dejó intimidar.

Sonriendo maniáticamente aceleró sus pasos para brincar sobre él mientras soltaba unas leves explosiones justo en su cara, cayendo limpiamente detrás suyo y dándole una patada que lo derribo dejándolo, aparentemente, inconsciente.

—Gusano débil —murmuró pateando su brazo para cerciorarse de que estuviera frito, y cuando fue así retomó su carrera al edificio donde se encontraba Izuku, pero con lo único que se encontró fue con todas las personas evacuando el mismo—. Mierda...

Sin tener más opciones empezó a buscar en la multitud la maldita cara de su amigo. Y estaba comenzando a desesperarse, porque no le veía, cuando aquella voz chillona le llamó a sus espaldas.

—¡Katchan!

Él se encontraba ayudando a una anciana, y Katsuki no dudo en correr a su lado.

—¿Qué mierda pasó?

—Parece que hay una fuga de gas en el edificio y nos ordenaron evacuar —explicó mientras dejaba a la mujer en brazos de una chica que le agradeció por atender a su abuela.

—¿Y no se te ocurrió llamar?

—No creí qu-... —volteó a verle y entonces su cerebro hizo un click—. Espera, ¿qué haces aquí? ¿Y Sho-chan?

—El estúpido de Eijiro no me dejó ir, así que él está ayudándolo —Izuku mordió las uñas de sus dedos, nervioso, y Katsuki chasqueó su lengua dándole un manotazo—. No hagas eso, ellos estarán bien.

Izuku sonrió a medias.

—Pero ¿qué haces aquí si no estás allá?

—La vieja me envió. Estaba yendo a casa de tu madre cuan-...

—¿Mi madre? ¿Ella está bien? —preguntó alarmado.

—No te alteres, Deku, ella está bien. Yo no sabía que ya no vivías allí, así que la vieja me mandó tu dirección actual y vine porque te encontrabas solo —reveló sin querer.

Los ojos de ambos se abrieron enormemente antes de apartar las miradas, sonrojados y levemente avergonzados.

—Gracias por preocuparte por mí, Katchan, pero estoy bien.

—¡¿Qui-quién mierda se preocupa por ti?! ¡Solo vi-vine porque eres un debilucho!

—Sí, sí —rio tiernamente y el cenizo chasqueó su lengua otra vez.

—En fin. Vámonos de aquí... este maldito lugar no es seguro.

El peliverde asintiendo lo siguió, preguntándole a dónde irían y este le respondió que a casa de sus padres.

Se tranquilizó cuando su amigo recibió un mensaje de Shoto diciéndole que tanto Eijiro como él estaban a salvo y que la situación estaba empezando a controlarse. Katsuki, por su parte, le respondió avisándole que ambos se encontraban juntos y que estarían en dicha dirección, pero entonces recordó al villano que lo atacó hace unos instantes y sus ojos volaron al lugar donde le había dejado encontrándose con el mismo vacío.

—Mierda. Deku, vayamos por otro lado —le habló en susurros, tomando su muñeca con intenciones de arrastrarle en otra dirección, y en ese momento una risa resonó sobre sus cabezas.

—Necesitas más que explosiones para detenerme, Dynamight.

Katsuki elevó su cabeza enseguida y tomó dos dagas que se dirigían hacia ellos con sus manos. Internamente agradeció el haber nacido con los reflejos de su madre.

—¡Vete! —le gritó a Izuku, sacándole de su shock, mas este nisiquiera pudo dar dos pasos al quedar inmóvil debido a que el suelo se abrió debajo de él; succionando sus piernas.

Katsuki chasqueó su lengua cuando lo mismo le sucedió a él mismo, pero la diferencia fue que sí logró moverse a tiempo.

De la nada el cuerpo de Izuku fue arrastrado hacia el sujeto, gracias al kosei que lo tenía capturado, y una vez que lo tuvo lejos del cenizo saltó a su lado y colocó una de sus dagas en su cuello.

—¿Y te llamas a ti mismo héroe? —Katsuki gruñó y amenazó con acercarse, pero entonces él acercó más la daga al cuello del peliverde entre sus brazos, haciéndole jadear de dolor por el pequeño corte sobre su piel—. Si te mueves, lo mato.

«Estoy acorralado»

Continuará

No me maten por dejarlo ahí porfa

Espero que les haya gustado y nos leemos en la próxima actualización, cuídense bbs y recuerden que lxs amo💜

Adiós

Continue Reading

You'll Also Like

378K 37.7K 17
»🗝️ dónde Jeon Jungkook le pide de favor a su asistente que se haga pasar por su novio, ya que su ex novia irá a las vacaciones familiares con su nu...
1M 98.9K 35
Luego de que Katsuki e Izuku confiesan sus sentimientos ambos comienzan una relación. Al principio Izuku pensaba que su novio se abriría con el tiemp...
3.1K 302 8
Shoto fue brutalmente humillado por la chica a la que le había jurado amor eterno. Con lágrimas en los ojos es testigo de como un portal se abre en s...
132K 7.7K 43
¿Qué sucede cuando un hombre que nunca ha querido casarse se ve obligado a contraer matrimonio con una mujer que apenas conoce? Benjamín Astor se ve...