Disclaimer: Este drabble pertenece al reto #FebruaryFlower organizado por Princess_Saremi.
Día diecisiete: Azalea / Alergia.
Palabras: 497.
AU.
#Atrasado.
❁ ⚘ ❁
Desde la segunda planta, escucha la puerta ser tocada. Arqueando una ceja, termina de abotonarse su camisa y sale de su cuarto, intrigado por saber quién llama a su hogar. Hoy ni él ni su esposa esperan visita.
Al inicio de las escaleras ve una sombra y el cuerpo de su mujer, mientras que a medida que va bajando las voces de las dos personas en una conversación se van haciendo más fuertes.
Una vez que ha bajado, la puerta se cierra y su esposa se da la vuelta con un ramo de flores en su brazo. Su seño se frunce más ante esto, a pesar de que Asuna se vea adorable con su ropa holgada, su cabello suelto y su estómago ya algo abultado, la imagen de esas flores le causan un mal sabor de boca y un ligero enojo.
─¿Y eso qué es? ─habla acercándose a ella, quién le sonríe y se encamina a la cocina.
─Son azaleas, las envía mi madre en buenos deseos.
─¿Tu madre?
Ella asiente, a la vez que le entrega el ramo y se va a buscar un florero.
─Ya ves que no pudo asistir al baby shower por estar en un viaje. Esta es su forma de felicitar a su hija por su embarazo.
Kazuto apreciaba esas flores de color rosa aún extrañado, acercando su nariz para intentar descubrir un olor en particular. ¿Así que su suegra las enviaba?
─¿Y por qué no mejor envíar ropa? Al menos eso sirve.
─Kazuto-kun, mejor que no quieras evitar la responsabilidad de padre porque quieras o no tú mismo comprarás la ropa. ¡Es más! Podemos ir mañana a ver algunos modelos. ¡Sí, eso haremos!
La castaña depositó el recipiente con agua en la mesa, para después quitarle el ramo y poner las azaleas en el agua.
El hombre pelinegro incluso lejos de esos pétalos, juraba aún sentir su aroma haciéndole cosquillas por los bordes de sus fosas nasales.
─Ah, ¿tiene que ser mañana?
─Así es, porque ya lo decidí. ¿ O acaso tienes algo mejor que hacer, Kazuto-kun?
No, en realidad no tenía, pero sólo se quería quedar en casa a hacer de vago.
Suspiró, para sentarse en una silla de su comedor. Asuna se le acercó y acunó sus mejillas, para besarlo suavemente.
─Vamos, será divertido cariño. Y además, caminar es bueno.
Por supuesto, ella había adivinado sus pensamientos.
Una ligera sonrisa se instaló en su rostro cuando Asuna se alejó. Pero una picazón lo alertó, a lo que giró su rostro para soltar un estornudo.
Y después de otros seguidos más, miró con desconfianza aquellas azaleas.
Porque bueno, las enviaba su suegra después de todo. Quizás esas flores causan alergia fácilmente, y todo hubiera sido como matar dos pájaros de un tiro para la señora Yuuki.
Un plan bastante estratégico, según él.
Cuando su nariz estuvo roja y llena de mocos, le echó toda la culpa a las flores.
Pero al menos de esa forma se salvaba de salir.