RAMÉ ✔️

By mondhanna

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Erase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de... More

PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
¡IMPORTANTE!
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
CAPÍTULO 60
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 38

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By mondhanna

— ¿Puedes pasarme un chocolate de mi bolsa? — susurré con un puchero en el labio inferior mientras ignoraba el dolor que me provocaba darle pecho al pequeño Nathy.

Digamos que el tema de la lactancia aún no era mi fuerte, ya era una experta en pañales pero esto era mi punto de quiebre.

— Debes de dejar de comer tanto chocolate o  Nathy no dormirá, amor. — respondió Ezra mientras se levantaba de mi lado en el sofá para caminar en dirección a mi bolsa — Tu abuela a tardado un poco, ¿no crees? —

— Tu mamá dijo que eso era un mito. — dije sacando la lengua con diversión mientras cerraba los ojos esperando a que el dolor cesara o que Nathaniel se cansara de torturarme — Y sobre Margot no lo sé , seguramente anda por ahí. —

— Jade, no deberías de ser tan mala con ella, esta intentando arreglar las cosas pensé que se llevaban bien ahora. — respondió mientras recogía un par de cosas que habían caído al mover la bolsa — Deberías de intentarlo un poco más. —

— Ezra no quiero hablar del tema. — dije enseguida, sabía que él no comprendía todos los conflictos y el miedo que me daba tenerla cerca; sentía que necesitaba protegerme de ella aunque en realidad no me había dado motivos... Hasta ahora — Es raro que venga de la nada a querer arreglar todo cuando durante años no me hizo caso. —

— Los bebés cambian la vida de todos Jade. — respondió Ezra — ¿Por qué no me dijiste que habías ido al hospital? —

— ¿Qué? — pregunté abriendo los ojos para mirarlo con un sobre en sus manos, leyendo el contenido — ¿Qué dice? —

— Ah, nada. — mintió mientras lo cerraba rápidamente, pensé que era un juego pero algo en la forma en que se borro su sonrisa me alertó — ¿Dónde están los chocolates? —

— Ezra, ¿qué hay en el sobre? — pregunté con el ceño fruncido mientras lo miraba con seriedad.

— Ya te dije que nada. — respondió mientras continuaba rebuscando entre mis cosas nervioso.

— ¡Auch! — un sonoro quejido brotó de mis labios atrayendo al moreno de ojos verdes a mi lado con la velocidad de la luz.

— ¿Estás bien amor? — preguntó mientras se sentaba a mi lado preocupado — ¿Te duele? —

— Sí, — asentí — ¿puedes tomarlo un momento? Necesito un descanso o acabaré llorando. —

— Ven aquí bebé. — respondió mientras tomaba a Nathaniel entre sus manos y comenzaba a dar suaves palmaditas en su espalda para hacerlo eructar.

Metí mis senos adoloridos de vuelta a la camiseta de Ezra, la cual le había robado días atrás cuando sentía que cualquier cosa me lastimaba, antes de pararme en dirección a las bolsas.

— Jade, ¿qué haces? — preguntó poniéndose de pie mientras me seguí — Deja ahí, ya te dije que no se trata de nada. —

— Mentiroso. — canturreé mientras lo empujaba con mi trasero, digamos que entre los dos él había desarrollado mejor las habilidades para hacer dos cosas a la vez con el niño en brazos.

— Jade, por favor. — dijo con seriedad, algo que solo hacía cuando íbamos a discutir lo cual me preocupo más.

Era algo muy serio.

Tomé el sobre entre mis manos ignorando su voz mientras que escuchaba a Nathaniel comenzar a quejarse en sus brazos.

Saqué el documento y comencé a leerlo rápidamente.

"Paciente Margot Johnson, cosas médicas, cosas médicas, tratamiento de quimioterapias."

— ¿Q-qué? — pregunté mientras miraba a Ezra, sintiendo que mi pecho se aplastaba bajo un peso invisible.

— Jade, te dije que no vieras eso. — respondió él molesto mientras me arrebataba el papel de la mano.

— ¿Por qué va al médico? — pregunté mientras mis ojos se inundaban de lágrimas— Ahí dice que es del departamento de oncología. —

— Amor, yo no... — antes de que pudiera responder la puerta del departamento se abrió mostrando a Margot.

— ¿Qué es esto? — pregunté cuando sus ojos se posaron en mí.

— ¿Por qué revisas mis cosas, niña? — preguntó mientras intentaba arrebatarme el papel de la mano pero me alejé enseguida — Jade. —

— ¿Estás enferma? — pregunté asustada — ¿Por qué tienes que ir a quimioterapias? —

— Jade, no es momento. — susurró Ezra detrás mío mientras mecía a Nathy.

— No, quiero que me diga qué es lo que pasa. — dije molesta, ¿cómo se supone que debía de actuar?

— Tengo cáncer. — confesó Margot sofocándome por completo — Jade, tranquila. — respondió mientras me tomaba entre sus brazos — Estoy bien, voy a tratamientos y todo, el doctor dice que estoy avanzando. —

¿Por qué me sentía tan mal? ¿Por qué sentía que no podía respirar bajo los sollozos que sacudían mi cuerpo de manera involuntaria?

Margot jamás había sido una abuela perfecta conmigo, había sido igual que mi madre en cuanto a importancia en mi vida me refería y siempre me había jurado que el día que falleciera no me dolería para nada; que solo me rompería cuando Nana partiera.

Que mal estaba, justo en estos momentos me sentía como la niña de seis años que comprendía que su padre había fallecido y que jamás podría volver a jugar con ella o decirle cuánto la amaba.

Margot intentó tranquilizarme igual que Ezra, Nathaniel comenzó a llorar mientras yo me deshacía en el suelo del apartamento.


— Celia, no esperaba verte aquí. — respondí con una sonrisa fingida, no necesitaba llamar más la atención con una pelea absurda — Espero que podamos hablar después, ahora si me disculpas. —

Asher miró a la rubia frente a nosotros con diversión antes de que su semblante se bañara en seriedad en cuestión de minutos.

— Colin, qué agradable sorpresa. —  saludó Celia — Supongo que después de todo aún no pierdes la esperanza de que Jade te haga caso. —

— Y tu de que nadie note las cirugías plásticas, ¿acaso me estás sonriendo? — preguntó en tono burlón antes de posar mis ojos en mí — Acabo de ver a Nathy, se ve demasiado adorable jugando en el brincolin. —

— Escúchame bien imbécil, — gruñó Asher mientras se interponía en nosotros, con una postura erguida; levantando el pecho y tensando cada músculo de su cuerpo — quiero que acabes ahora mismo con tu jueguito del niño lindo y te alejes de él, ¿entendiste? —

— ¿O qué me vas a hacer? — preguntó divertido, siempre había tenido cierto desinterés por salvar su vida cuando peleaban con Asher.

Estaba segura de que ambos obtendrían un par de golpes, pero nunca había sido un secreto que cualquier miembro de los Faith solía perder la cabeza cuando peleaban.

— Basta, los dos. — dije mientras me interponía entre ellos — No puede comportarse así en público. —

— Peleando por la misma gata. — respondió Celia divertida mientras giraba su copa de champaña antes de darle un sorbo.

Colin tenía razón, apenas podía mover los labios.

— No querida, no se pelean por ti deja de rogar por atención. — dije con una sonrisa falsa, ignorando la risa que brotó de los labios de Asher.

Mierda.

Estaba haciendo justamente lo que no quería, actuar como ellos; tratando de destruir al otro sin importar nada. Yo ya no era así, para nada.

— Perdón Jade, pero al único que deberías de reprender es a esta bestia que parece que no tiene respeto por las fiestas familiares. — dijo Colin con una sonrisa maliciosa posando sus ojos sobre Asher quien estaba listo para lanzarse sobre él.

— Voy a partirte la cara, hijo de...

— Asher, basta. — gruñí mientras lo detenía con una mano en el pecho — ¿Qué carajo te pasa? —

— Me pasa que estoy hasta la madre de que este tipo te vea la cara de imbécil Jade, jugando a hacerse el niño tierno que solo quiere ayuda,r — dijo con seriedad mientras clavaba sus ojos sobre mí — y que aparte tenga los huevos de acercarse a él. —

— ¿De qué hablas? — pregunté frunciendo el ceño — Colin jamás me ha hecho nada malo Asher. —

— Eso es lo que crees tú, esté pendejo me amenazó después del campeonato de fútbol. — dijo mientras clavaba sus ojos sobre él — No nos peleamos porque uno llamó al otro estúpido y estábamos cansados, este hijo de perra te tomó fotografías en ropa interior cuando fuiste a su fiesta y las compartió con sus amigos. —

— ¿Q-qué? — pregunté confundida mientras la imagen del Colin amable se rompía frente a mí.

— Por eso fue que le rompí un par de huesos y lo ayudé con su cambio de look. — dijo con una sonrisa burlona antes de volver a la seriedad — Y antes de que te enojes conmigo por no decirte él me amenazó con que si decía algo iba a subir las fotografías y un vídeo tuyo donde apareces en una mesa borracha y con drogas. —

— ¿Tu hiciste eso? — pregunté clavando mis ojos en Colin, quien lucía pálido mientras apartaba la mirada de mí — ¿Me tomaste fotos cuando estaba borracha y las enseñaste, Colin? — bramé mientras buscaba su mirada — ¿Cómo carajos te atreves a hacer eso, regresar años después y fingir que te importo? —

— Jade, perdón yo no... Pensaba decírtelo, — respondió rápidamente — esas acciones no representan en nada al hombre que soy ahora. —

— Te deje entrar a mi casa, conocer a mi hijo, ¿y ahora resulta que crees que amenazar a Asher con exponerme de esa manera es solo un pequeño punto error del pasado? — pregunté molesta mientras que sentía la mano de cierto ojiazul sobre mi cintura — ¿Me mostraste con tus amigos? Yo confiaba en ti, estúpido. Por eso subí contigo, porque pensaba que eras el único de esa puta escuela que tendría la decencia de respetarme. —

— Jade, de verdad...

— Cállate, — negué — no quiero que te vuelvas a acercar a mí y mucho menos a mi hijo; no querrás meterte conmigo. —

— ¿Quieres que llame a seguridad para que te muestren la salida? — preguntó Asher, no había ningún tono burlón en su voz lo cual me sorprendió.

Colin negó antes de darme una rápida mirada y alejarse nosotros.

— Bueno, no es un secreto que eras un poco tonta e ilusa para creer en la gente, ¿no? — preguntó Celia con una sonrisa maliciosa.

— Perdón por ser una mierda como tú. — respondí, estaba perdiendo el control lo sabía porque ya podía imaginar la satisfacción que me provocaría vaciar su copa de champaña sobre su vestido.

— Tal vez seré una mierda Jade, pero al menos no soy tan estúpida como para andar dejando mi bolsa repleta de condones por ahí — dijo con una sonrisa de superioridad —, siempre pensé que te acostabas con Colin o incluso con Samuel, pero jamás me imaginé que te dejabas meter la verga por el chico al que llamabas mejor amigo. —

— ¿Qué mierda estás diciendo? — preguntó Asher mientras me apartaba con suavidad para quedar frente a Celia.

— No me malinterpreten, mi único objetivo era meterle un susto de embarazo a Jade para que acabara corriendo a mí por ayuda y enterarme de quién era el que se la cogía; ella jamás nos contaba nada y me daba curiosidad. — respondió como si fuera la mejor broma del año — Lo del niño fue mera coincidencia. —

— ¿Qué? — pregunté confundida.

—¡ Ay estúpida! Que yo fui quien picó tus condones a diestra y siniestra desde poco antes de la graduación. — dijo molesta mientras tomaba otro trago de champaña.

— Te voy a...— comencé a decir, quería pensar que la presión en mi pecho se trataba de ira pura lista para salir en modo de dulce venganza pero no lo era.

— ¿Mami? — preguntó una voz infantil a mis espaldas justo al instante en que Asher posó un brazo sobre mí para evitar que me abalanzará contra Celia.

— Dios, esto lo hace mejor. — dijo Celia antes de partirse de la risa.

— ¿Están contando chistes? — preguntó Nathaniel confundido mientras me miraba antes de pasar sus ojitos hacía Asher.

— ¡Seguridad! — exclamó molesto mientras clavaba sus ojos en la rubia que había dejado de lucir tan divertida  — Escolten a la señorita hasta la salida e informen a los demás oficiales que tiene prohibido el acceso a la mansión. —

— ¿Cómo te atreves? — preguntó mientras los hombres comenzaban a obligarla a caminar y las miradas se posaban sobre ella — Me las vas a pagar. —

Quería decir algo o incluso responder a su mirada llena de odio antes de que se girara para seguir su camino hacía la puerta principal pero no era capaz.

Sólo podía repasar una y otra vez todo lo que había sucedido, era básicamente de lo que había huido años atrás y aunque sabía que aquellas cosas ahora mismo no me afectan en lo absoluto no podía negar que una pequeña parte de mí dolía al pensar en que ambos habían sido nombres que pasaron por mi cabeza cuando pensaba en mi ciudad y extrañaba un poco de mi vida.

— Mami. — chilló Nathaniel mientras me miraba asustado, extendiendo los brazos en mi dirección abriendo y cerrando los puños.

— Jade, ¿estás bien? — preguntó Asher preocupado.

¿Por qué no lo estaba?

— Vamos a cenar. — dije con una pequeña sonrisa mientras tomaba a mi pequeño en brazos — ¿Te has divertido? —

Ya tendría tiempo para poder entender qué era ese nudo que se cerraba mi garganta con fuerza.

— Sí, mis tíos me enseñaron a hacer un montón de cosas en el brincolin pero creo que están muy cansados. — dijo mientras besaba mi frente — ¿Quién era esa señora? —

— Una de las malas personas Nathy. — respondí con una sonrisa mientras llegábamos al salón donde la cena comenzaba a servirse  — ¿Tienes hambre? —

— ¡Sí! — exclamó antes de mirar a Asher quien caminaba a nuestro lado en silencio, con los ojos clavado sobre mí — Berwin, ¿vas a sentarte a mi lado? —

Una pequeña risa brotó de mis labios tranquilizándome un poco, era justo lo que necesitaba para poder fingir por una rato más.

— Sí Berwin, ¿dónde te sentarás? — pregunté divertida.

— Muy graciosos. — gruñó mientras me ayudaba con mi asiento, justo del lado donde toda la familia Faith se sentaba.

Miré a Moshe y Noam quienes lucían devastados mientras picaban un poco de pan y bebían agua mientras que sus padres y abuelos mantenían conversaciones con las personas a su alrededor antes de comenzar la cena.

Nathaniel se sentó a mi lado quedando a lado de Isabel quien lo miraba fascinado mientras intentaba colocar su moño blanco sobre su camisa antes de pedirle ayuda.

— ¿Estás bien? — preguntó Asher en voz baja a mi lado mientras tomaba mi mano por debajo de la mesa, justo con en los viejos tiempos.

— No, — negué enseguida — pero hablaremos luego, ¿sí? —

Él asintió lentamente, sabía que quería seguir hablando pero hacía todo lo posible por respetar mi decisión mientras trazaba pequeños círculos sobre mi piel con su pulgar alejándome un poco del pánico que explotó dentro de mí cuando Arold Faith menciono a Nathaniel en su discurso anual.

La cena transcurrió demasiado bien para mi sorpresa, con Nathy captando la atención de un par de miradas curiosas mientras él hablaba con su familia sobre lo bien que la había pasado con sus tíos quienes comenzaban a preocuparme.

Habían pasado cientos de atractivas jovencitas a sus lados y ellos ni siquiera las habían mirado, estaban exhaustos.

Asher y yo mantuvimos conversaciones banales junto a un par de invitados y entre nosotros, esquivando a toda costa las preguntas acerca de nuestro pequeño hasta que la cena acabó.

Entonces yo me dispuse a llevar a mi bebé al baño quien no dejaba de hablarme sobre las personas a las que había conocido, mostrando cierto interés en uno de los socios de los Faith que según él su cabellera parecía ser un mapache atropellado.

— Nathaniel, sabes que tienes que lavarte las manos, — dije con severidad mientras ignoraba sus intentos desesperados por abrir la puerta — o te saldrán gusanos en el estómago y no será nada divertido. —

— ¡Pero yo quiero ir por una fresa! — exclamó molesto mientras se cruzaba de brazos.

— Pues entonces te lavas las manos y después vamos por una fresa. — respondí mientras extendía los brazos — Abel. —

— Bien. — gruñó mientras lo cargaba antes de sentarlo sobre el lavamanos.

— ¿Tienes sueño? — pregunté cuando recostó su cabeza sobre mi pecho mientras intentaba lavarle las manos y limpiar su cara de los restos de comida.

— No me quiero ir aún. — dijo antes de bostezar mientras le secaba las manos, algo que le molesto por completo.

— Bueno, pues si sigues haciendo berrinche ten por seguro que te llevaré a casa y no podrás jugar con ninguno de tus regalos. — advertí mientras me cruzaba de brazos, estaba segura que se encontraba tan cansado que todo le parecía irritante en estos momentos — Podemos irnos ahora, mañana estarás todo el día aquí para seguir jugando. —

— Me pica en traje. — gruñó.

— Bien, solo iremos a firmar el libro antes de despedirnos e irnos a dormir, ¿bien? — pregunté mientras lo ayudaba a bajar del lavamanos.

Nathaniel asintió antes de que abriera la puerta, me tomó de la mano y caminó a mi lado hasta la mesa donde descansaba el libro de firmas de los Faith el cual formaba parte de la tradición.

Su felicidad volvió un par de segundos mientras ponía un par de garabatos y su nombre pero cuando fue mi turno de escribir comenzó a pedirme que lo cargará, así que aquí estaba yo intentando escribir con un niño en brazos.

— Ya me quiero ir. — dijo Nathaniel mientras recostaba su cabeza sobre mi hombro — Mami. —

— ¿Qué se supone que es eso? — preguntó Asher mientras llegaba a nuestro lado mientras señalaba un pequeño garabato de Nathaniel.

— No preguntes, esta de malas. — susurré mientras señalaba al pequeño que se quejaba en mi hombro.

— No estoy de malas. — gruñó enseguida haciéndome sonreír.

— ¿Por qué no vienes conmigo? — preguntó Asher mientras extendía sus brazos — Así tu mamá podrá escribir rápido. —

Nathaniel extendió sus brazos hacía Asher quien lo cargó enseguida ignorando las miradas de las personas a nuestro alrededor.

— ¿Qué tienes? — preguntó clavando sus ojos en él.

— Sueño, — respondió con seriedad mientras lo miraba — y me pica el traje. —

— Apenas es la una de la mañana. — dijo Asher con el ceño fruncido mientras miraba el reloj gigante que adornaba la pared.

— Me duermo a las ocho de la noche. — contestó mientras trazaba el ceño fruncido de Asher con la punta de su dedos — Berwin, ¿podemos hacer una pijamada con mamá? — preguntó de la nada — Es que ya no está el tío Ethan, él dormía conmigo. —

— Nathaniel no creo que sea...

— Si juras dejar de llamarme Berwin podemos hacer una pijamada. — respondió Asher ignorándome por completo.

— ¿Qué? — pregunté sorprendida.

— Necesito que deje de llamarme así, lo siento. — dijo Asher encogiéndose de hombros — Oye vas a dormir con dos hombres, ¿qué ese no es el sueño de toda mujer? —

Una sonora carcajada brotó de mis labios mientras negaba divertida y terminaba de firmar.

— Trato hecho, — respondió Nathaniel con una pequeña sonrisa antes de bostezar — pero ya vamonos. —

— Están locos no vamos a caber en la cama. — dije enseguida, necesitaba descansar para el día siguiente en el juicio.

— Entonces durmamos en mi cuarto, la cama es grande. — respondió Asher con naturalidad, ¿qué mosca le pico?

Era verdad, en su cama podría dormir hasta cuatro personas sin exagerar.

— Necesito despertarme temprano, si Nathy duerme sin pijama se enfermara. — negué ignorando la mirada de enojo de éste último.

— Bien, entonces yo iré por todas sus cosas a tu casa y las traeré. — respondió Asher con una sonrisa encantadora — Por la mañana podrás arreglarte aquí y así no tienes que despertarlo, él se quedará dormido cuando te vayas y no saldrá al frío, sé que eso es malo. —

» Cuando despierte pasaremos a tu casa por los juguetes y Baloo para traerlos aquí.

— ¡Por favor! — exclamó Nath mientras hacía un pequeño puchero.

— Bien. — respondí dándome por vencida, tenía razón así Nathaniel no se expondría al frío o se levantaría y en realidad tampoco tenía muchos ánimos de soportar un gran berrinche.

— Iré por las cosas. — dijo mientras me entregaba a Nathaniel, aunque en realidad creo que solo le avisaba a él antes de partir.

— Vamos primero a despedirnos. — dije mientras caminaba al salón donde todos seguían.

Nathaniel bajó de mis brazos antes de correr hacía William quien dejó de lado su conversación  con sus socios para cargarlo, intercambiaron un par de palabras y después Nathy le dio un beso de buenas noches antes de seguir con Regina quien se encontraba a lado de su esposo.

— Parece que a alguien le van a dar su regalote de navidad, — dijo Moshe con diversión mientras me entregaba a mi hijo en brazos — no lo traumen. —

— Cállate. — gruñí antes de salir del salón con Nathy quien no tardó en acurrucarse en mi hombro — Nada de dormir señorito, hasta que te lave los dientes y te ponga la pijama. —

— ¡Mami! — chilló mientras entrabamos al cuarto de Asher, que como siempre lucía completamente ordenado y sin una pista de su vida personal.

Bueno, solo el marco que Nathaniel le había regalado aquella mañana sobre su escritorio pero aún no tenía nada que enmarcar.

— Nada de mami. — negué mientras lo dejaba sobre el suelo y lo miraba curiosear molesto por el lugar prestando cierta atención en el librero que descansaba en una de las esquinas y la chimenea eléctrica de la pared justo debajo de la pantalla de plasma — Mañana vas a tener que portarte muy bien, no quiero que hagas travesuras. —

— Pero el tío Moshe dijo que podía hacerlas. — respondió molesto mientras se sentaba en la silla del escritorio de Asher.

— Tío Moshe no es mamá, así que no le hagas caso. — dije con una pequeña sonrisa mientras lo llevaba hasta la cama para comenzar a quitarle el traje — No quiero nada de berrinches con ellos y recuerda que cualquier cosa puedes pedirles que me marquen. —

Nathaniel asintió cansado mientras dejaba que quitara su camisa la cual no se había manchado por puro milagro al igual que sus zapatos cuales aún seguían calzando sus pies. Siempre solía ser muy descuidado a la hora de jugar y perdía todo.

— Regresé, — anunció Asher mientras entraba por la puerta cargando todo entre sus brazos — Kristen me dio todo, tu bolsa de maquillaje, cepillos de dientes, pijamas y tu vestido. —

— Gracias. — respondí con una sonrisa mientras ponía de pie a Nathaniel quien apenas renegó cuando después de vestirlo lo lleve al baño a lavarse los dientes.

— Ya quiero dormir, — chilló mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas — no quiero que me seques. —

— Ya Nathy, solo es un poco e irás a dormir. — dije con una pequeña sonrisa, sabía que moría de sueño — Asher, ¿puedes llevarlo a la cama mientras me desmaquillo? — él estaba a nuestro lado de nosotros en caso de que Nathaniel decidiera que era buena idea quedarse dormido de la nada y cayera del mueble del lavamanos.

— Vamos. — asintió antes de tomarlo en sus brazos y desaparecer por la puerta.

Tomé la bolsa de maquillaje y saque las toallitas desmaquillantes antes de comenzar a limpiar mi cara. Creo que Nathaniel no era el único casado aquí, yo también estaba harta de los tacones y el vestido que comenzaba a picarme.

Había sido una buena noche a pesar de todo, ¿y por qué no podía dejar de pensar en lo malo que había sucedido?

Colin, siempre me había sentido mal por no poder ver visto lo bueno en él mientras me repetía que tal vez a su lado hubiera sido feliz; que mi historia hubiera sido completamente diferente. Y ahora solo podía pensar en que siempre había jugado conmigo mostrándome una cara de caballero cuando en realidad había estado dispuesto con acabar con mi reputación por tener la victoria en una pelea con Asher.

Y Celia, jamás había esperado algo bueno de su lado como ella jamás lo espero del mío pero al menos yo tenía un poco de decencia. No podía dejar de pensar que ella había sido la que de alguna manera me había orillado a huir de aquí; había cambiado todo.

Había sido feliz; conocí el amor de mil maneras diferentes, forme mi propia familia y deje de lado el monstruo en el que esta ciudad me había convertido.. Entonces, ¿por qué me sentía tan mal? Como si me hubieran arrebatado una parte de mi.

— ¿Jade? — la voz ronca de Asher trono en mis oídos sacándome de mis pensamientos — Ya se quedó dormido y yo... ¿Por qué lloras? —

¿Lloraba? Sí que era un lío emocional.

— Perdón, — dije rápidamente mientras limpiaba las lágrimas de mis mejillas — no pasa nada. —

Asher soltó un pequeño suspiro antes de salir del baño, lo escuché remover un par de cosas mientras me concentraba por no soltarme a llorar como una pequeña niña.

Estaba segura que solo estaba cansada, a punto de explotar por todo el estrés que me causaba el juicio de mañana y por las confesiones de las cuales me había enterado hace apenas unas horas.

Asher volvió a aparecer detrás de mí, lucía demasiado serio e incluso un poco nervioso mientras cerraba la puerta a su espalda dándonos completa privacidad.

— Puse un par de almohadas a su alrededor, para que no se cayera. — dijo y tarde un par de segundos en darme cuenta de que se refería a Nathaniel.

— Bien. — asentí mientras me giraba hacía él para mirarlo frente a frente y no por el reflejo del espejo.

— ¿Estás enojada conmigo por esconderte lo de Colin? — preguntó después de un par de segundos de silencio, sus ojos brillaban clavados sobre mí ansiosos.

— No, — respondí con sinceridad — pero pudiste haberlo dicho antes Asher, no tenías por qué ocultarme las cosas y de ser sinceros eso nos hubiera ahorrado muchos problemas. —

— Lo sé nena, pero no quería que te hicieran daño.— dijo mientras me tomaba de las manos con cuidado, como si temiera que me fuera a alejar — Te conozco, habrías querido tomar venganza por tu cuenta sin importar que filtrará esas fotos y el vídeo. —

» No quería que fueran a parar en manos de tu abuela o tu madre, porque entonces todo se iría a la mierda, — respondió — o que la gente te señalará por cosas que no hiciste, solo quería cuidarte. —

Sabía que era cierto yo había sido capaz de mandar a la mierda mi reputación y seguramente eso hubiera terminado con mi madre mandándome a un internado.

— Celia es una estúpida, — murmure mientras le pasaba su cepillo de dientes y comenzaba a lavar los míos — no puedo creer que me hiciera eso. —

— Jade, metió a sus propios padres a la prisión para quedarse con la empresa. — respondió Asher antes de escupir en el lavamanos — Es una perra, siempre te lo dije. —

Asentí molesta antes de imitar su acción y enjuagar mi boca con agua para quitar los restos de pasta.

— ¿Cómo se atreve a meterse con algo como eso? — pregunté molesta mientras sentía como las lágrimas picar mis ojos, me sentía frustrada y demasiado emocional — Se supone que era nuestra decisión elegir cuándo queríamos ser padres no de esa hija de... Perdón. —

— Oye tranquila, — dijo en un susurro mientras me abrazaba — ¿estás bien? —

— Solo estoy muy estresada, por mañana y por todo esto. — negué mientras le devolvía la atención — No quise sonar como si ella me hubiera echado a perder la vida es solo que... No sé, me molesta que se haya tomado esa libertad de jugar con algo tan importante. — dije cansada — Al menos gracias a su estupidez puede tener a mi bebé y no una enfermedad venérea. —

— Toda una ganga. — respondió divertido, cambiando el aire en el que nos sumergimos — Espero que no te haya molestado lo de la pijamada, no quería que estuvieras sola después de todo esto y menos con un pequeño niño que parecía que iba a estallar el cualquier momento. —

— Te dije que tenía tu carácter. — dije con una sonrisa mientras levantaba la cara para mirarlo.

— Yo creo que luce bastante parecido a ti cuando va llorar, — negó con una pequeña sonrisa estirando sus labios — le tiembla el labio y se le llenan los ojitos de lágrimas. —

— ¿Aún estás seguro de mañana? — pregunté mientras me separaba de él para verlo a los ojos.

— Sí, — asintió mientras me observaba mientras intentaba quitarme el collar — no debes de preocuparte más, solo concéntrate en el juicio. — dijo — Date la vuelta, te ayudo. —

— Perdón, no quiero que pienses que no me siento segura de dejarlo aquí. — dije nerviosa mientras levantaba mi cabello para dejar mi nuca expuesta para sus dedos suaves que provocaron un escalofrío en todo mi cuerpo — Es solo que ya sabes, prefiero preocuparme por él que pensar en toda la cuestión legal. —

— Tiene un itinerario, ¿sabias? — preguntó divertido mientras desabrochaba el collar de perlas — Me estaba contando de él antes de quedarse dormido. —

— Sí, lo vi en su diario. — asentí.

— Jade Annabelle Johnson, ¿eres de esas madres chismosas que revisan los diarios de sus hijos? — preguntó divertido mientras me miraba por el espejo.

— Otra de las cosas que heredo de ti es que le cuesta lidiar con sus sentimientos, para eso es el diario él escribe ahí todo lo que piensa o al menos hace intento de ello. — le explique — Y entonces así yo puedo saber qué es lo que le sucede para ayudarlo. —

— Vi su firma en el libro, no creo que te de muchas respuestas.

— Me da las importantes, sé cómo sacarle información — respondí sonriendo — ¿Puedes ayudarme con el vestido? Por favor. —

Asher asintió borrando la sonrisa que atravesaba su rostro mientras sus dedos tembloroso se cerraban sobre mi vestido antes de comenzar a bajar lentamente el cierre.

— ¿Te lo estoy poniendo complicado, amigo? — pregunté divertida cuando note su respiración pesada.

— Así que esto te divierte, ¿no? — dijo encarnando una ceja mientras se detenía a la mitad — Perdón es que está haciendo mucho calor. — una sonrisa traviesa atravesó su rostro mientras su saco se deslizaba por sus hombros.

— ¿Q-qué haces? — pregunté confundida mientras comenzaba a desabotonar su camisa después de pasar su corbata floja por su cabeza.

— Perdón, ¿te lo estoy poniendo complicado, amiga? — preguntó divertido mientras sus manos volvían a mi vestido — Es que pensé que las cosas tenían que ser justas. —

— Yo solo te enseño la espalda. — me defendí mientras intentaba apartar mis ojos de su cuerpo y sentía sus manos deslizarse lentamente sobre mí cierre.

— Y ese bonito sostén, solo estoy viendo la aburrida parte de atrás y no puedo dejar de fantasear. — susurró inclinándose sobre mí, provocando que su aliento cosquilleo mi cuello — Te ves muy hermosa esta noche. —

Tragué con dificultad cuando mi cuerpo al fin se la liberó de la presión a lo que lo sometía bajo el ceñido vestido.

— Esta chingadera lucía muy ajustada. — dijo en voz baja mientras las puntas de sus dedos trazaban líneas sobre mi espalda desnuda — Te dejo marcas. —

Sabía que esta disfrutando el momento, que era consciente de lo que sus palabras y su tacto provocaban en mí. No quería que se saliera con la suya, al menos pelear con él por cosas absurdas me despejaba un rato.

— ¿Q-qué haces? — balbuceó mientras recuperaba la compostura al ver que mis manos tiraban del vestido hacía abajo dejando a la vista la parte delantera de mi sostén y parte de mi ropa interior.

— Pensé que querías que todo fuera justo y tu tienes el pecho descubierto. — respondí con inocencia mientras sonreía frente al espejo.

Creé un recordatorio mental de agradecer a Cara por regalarme este conjunto blanco de encaje. Era verdad que no venía en busca de segundas intenciones con Asher pero siempre había sido parte de mí el sentirme sensual con la ropa interior de ves en cuando, formaba parte de las pequeñas cosas que me levantan el autoestima.

Aunque estaba segura que después de ver la forma en la que Asher luchaba contra él mismo por no mantener sus ojos clavados sobre mis pechos no volvería a sentirme mal por mi cuerpo en un largo tiempo.

— Carajo, — masculló — eso no es justo y lo sabes. —

— ¿Quieres que me lo quite? — pregunté frunciendo el ceño, ocultando mi diversión — Ya sabes, ¿te molesta que tus pezones se vean y los míos no? —

Asher se quitó los zapatos dejándolos a un lado antes de llevar sus dedos hasta la hebilla de su cinturón. Lo observé con el corazón martillando contra mis costillas y la garganta seca mientras se despojó de sus pantalones con total naturalidad dejando a la vista sus bóxers.

Un pequeño grito ahogado brotó de sus labios cuando mi vestido formó un charco blanco sobre el suelo mientras que sus ojos se clavaban sobre el encaje blanco que abrazaba mis caderas antes de perderse entre mi glúteos.

— Jade. — dijo mientras el aire abandonaba sus pulmones, estaba segura de que yo también había dejado de respirar.

Asher levantó su mano con el ademán de tocarme y cuando noté que estaba a punto de retroceder posé mi mano sobre la suya guiándolo hasta mi cadera. El tacto actuó sobre mi cuerpo como una corriente eléctrica que me robó un suspiro.

Giré lentamente apartando el vestido con los tacones para quedar frente a él, observando los ojos azules que oscurecían con cada centímetro de mi cuerpo que recorrían con gusto.

— Si lo que querías era asesinarme podrías utilizar otras maneras que no involucra un ataque al corazón. —  dijo con una pequeña sonrisa mientras sus ojos volvían a mi rostro en el instante que los míos vagaron por la obra de arte que conformaba su cuerpo.

Desde los lunares en su pecho hasta su creciente erección que se contenía entre la tela roja de los bóxers, pasando por sus abdominales y sus brazos donde las venas se marcaban contra la piel como si buscaran romperla.

— Lo mismo pienso. — respondí mientras lo miraba a los ojos.

— No quiero adelantar las cosas Jade. — dijo mientras mis manos se posaban sobre su torso desnudo, acariciando la suave piel  — Me pediste ir poco a poco y yo, de verdad e tratado de hacerlo nena y si esto es una prueba...—

— No lo es. — negué enseguida.

— Carajo. — murmuró — ¿Qué quieres Jade? —

¿Qué quería?

************************************************************************************

¡JESÚS DEL HUERTO, QUE CALOR ESTA HACIENDO AQUÍ!

Bien, ¿quién más acaba de sufrir miles de mini-infartos con este capítulo? No puedo ser la única.

Creo que cada capítulo nuevo me tiene más enamorada que el interior, ¿a ustedes les gustó? ¿Y el recuerdo? Creo que es la mejor manera de demostrar a la Jade antes de Ezra y la Jade después de él, con todos estos sentimientos al flor de piel.

¿YA LEYERON "BUSCANDO A ALEM"? Recuerden que ya se comenzó a publicar aquí mismo y que puedes ir a llorar a allá también, no hay que conformarnos con poco.

¡Cada día somo más y más aquí, apenas puedo creerlo! De verdad muchísimas gracias por la paciencia, por el amor y por sus buenos deseos, gracias por estar aquí y quedarse. Tienen una parte de mi corazón dedicada a todos ustedes.

RECUERDEN COMENTAR, COMPARTIR Y VOTAR PARA QUE CADA VEZ SEAMOS MÁS Y MÁS EN ESTA LINDA FAMILIA. TAMBIÉN PUEDEN PASARSE POR MI PERFIL PARA VER MI NUEVO PROYECTO Y ENAMORARSE DE ESA HISTORIA TANTO COMO ESTA.

Síganme en instagram para saber sobre adelantos y ver memes: mondhannaw.

Nos vemos el próximo sábado.

¡Ya les extraño!

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