Law era alguien extremadamente paciente.
Pero los mugiwaras habían abusado de su suerte, incluso desde antes de confirmar la asociación.
Law podría vivir con eso. Con unos cuantos ejercicios de respiración.
Pero todo tenía su límite.
Y Law sintió su sangre arder violentamente al observar el comportamiento descarado de su, hasta ahora, aliado. Por enésima vez desde su arribo a Zou.
─ Respira, Law, cálmate. ─ Se repetía a regañadientes el moreno. Luego sus orbes se fijaron más allá. Sus rostros estaban tan malditamente cerca.
Y eso fue la gota que faltaba.
─¡¡Suelta inmediatamente a mi cocinero, Mugiwara!!─ gritó el capitán de los Heart rojo de ira. Blandiendo su katana temblorosamente en dirección al chico del sombrero paja.
─ Shishishishi.
Y la alianza entró en un punto de no retorno. Por un solo hombre.