no es lo que parece - TanZen...

By angiesmileempty

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Tanjirou está enamorado de su vecino, Zenitsu, y mientras hace su trabajo piensa en si debe invitarlo a salir... More

no es lo que parece

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By angiesmileempty

Ningún personaje, ni nada, me pertenece, son del Anime / Manga Kimetsu no Yaiba que pertenecen a Koyoharu Gotōge.

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Una llamada interrumpe justo cuando Tanjirou está haciendo el trabajo encargado de esa noche.

El burdeo tararea buscando en el bolsillo trasero de su pantalón el aparato que sonaba con una tonada única de cierta persona, en cuanto lo toma el celular automáticamente su dedo desliza para aceptar la llamada y lo lleva hasta su oreja.

—¡Buenas noches, Zenitsu-san! —Contesta la llamada y sonríe para si mismo.

Del otro lado del celular se escucha un ''Tanjirou'' con un suspiro ''Te he dicho que me llames sólo Zenitsu, en serio''.

—Lo lamento, Zenitsu. —Se disculpa enseguida y se oye sinceramente apenado. —Han pasado meses, es la costumbre.

''Está bien'' hay una risa en el fondo y es encantadora para el oído de Tanjirou en ese momento. ''¿Vendrán a cenar?''

Tanjirou le echa una mirada a Nezuko, ella le mira con las cejas arqueadas y una sonrisa de complicidad, con esto arquea una ceja y le hace un ademen con la mano a su hermana que deja escapar una pequeña risilla.

—Claro que sí, Zenitsu. En cuanto acabemos de trabajar, Nezuko y yo iremos para allá. Muchas gracias por invitarnos. —Rasca su cuello un poco y se gira para no tener que ver los ojos de su hermana que siguen viéndole con picardia.

''¡Ya deja de agradecer, tonto! Aquí te esperare, Inosuke también vendrá esta noche''.

La llamada termina después de un rato, al burdeo le molestaba tener que colgarle al rubio, no todo el tiempo tenía el placer de recibir una llamada de parte de este, pero tenía que acabar lo que estaba haciendo y, según, Zenitsu le dijo que tenía que terminar con la cena también por lo que ambos estaban ocupados en lo suyo.

—¿Y qué tal estuvo?

—Tenemos que acabar con esto rápido, Zenitsu nos espera con una cena. —Dice volteando para ver a Nezuko, suelta un suspiro y con cuidado agarra las mangas de su camiseta hasta llevarlas a los codos. Así es más comodo.

Nezuko sonríe feliz, se vuelve a lo que estaba haciendo y extiende una mano para sacar el pedazo de tela que cubría la boca del sujeto que era el objetivo de ese día.

La habitación estaba totalmente oscura en esa habitación del edificio abandonado en donde se encontraban por lo que era un tanto difícil distinguirse, siquiera veían sombras por la luz de afuera en las calles, no hay nada allí más que ellos tres y unn vieja mesa llena de musgo. En medio del cuarto, un hombre amarrado a una silla vieja y rota, los piez en cada lado de las patas y las manos en la espalda.

—¡Por favor! ¡Déjenme ir! ¡Les daré todo el dinero que quieran! ¡Todo lo que quieran! —El hombre robusto suplica piedad con lagrimas en los ojos. Se retuerce buscando liberarse y es inútil.

Los hermanos Kamado se echan miradas ante la escena dramática que montaba el hombre delante de ellos, se sonríen un tanto divertidos y encogen los hombros ignorandole. Nezuko pone en los ojos del sujeto una cuerda, juega con ella frente a la cara de este y luego se la amarra al cuello.

—El cliente fue muy claro, no vamos a matarte. —Tanjirou empieza a hablar mientras se toma el tiempo de leer la carpeta de trabajo. —No tenemos porqué, sólo nos ha pedido que nos des cierta información y te dejaremos ir. —Tira la carpeta en la vieja mesa y se aproxima al hombre para sujetarlo de la cara usando fuerza, pero no demasiada. —Te juro que soy amable, lo soy, no te he hecho realmente nada, pero ella no es tan amable. —Hace un ademen con la mano para señalar a Nezuko que estaba atrás queriendo tirar de la cuerda. —Ella va a estrangularte hasta sacarte los ojos de las cuencas si no nos das lo que queremos.

La sonrisa y las miradas de los hermanos Kamado puede verse entre la oscuridad gracias al brillo que entra de la ventana en ese justo instante, probablemente por algún auto que pasaba con las luces encendidas.

El hombre vuelve a retorcerse y el burdeo se aleja lentamente, la azabache empieza a tirar de la cuerda, sin usar aún mucha fuerza.

—Empecemos con algo fácil, dinos el nombre de tu jefe.

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—¿Te gusta Zenitsu-san?

Tanjirou mira con ojos en grande a Nezuko que está en lado del copiloto.

Ambos iban en camino a casa, ya acabado el trabajo tenían el tiempo libre que quisieran hasta tomar otro. Por supuesto que, ellos habían tenido éxito.

—Nezuko, por favor, no de nuevo. —Inclina la cabeza y parece que refunfuña como niño pequeño (Vamos, que es un hombre de casi treinta años). Intenta concentrarse en el camino, no puede darle atención a su hermana mientras está manejando el auto.

—¡Hermanooooo! ¿Cuándo será que te animes a invitarlo a salir? ¡Es obvio que le gustas! ¡Se gustan! —Ella hace berrinche en el asiento y patalea un poco.

—¡No somos unos adolescentes, Nezuko! ¡Para de hacer eso! —Regaña el burdeo con su semblante de hermano mayor, tan serio como siempre.

Nezuko cruza los brazos y hace un puchero, gira la cabeza hacia la ventana y se hace la que está enojada (Se supone que ella también está por tener treinta, en unos años después que él los cumple). Tanjirou decide poner algo de música para relajarse y luego de elegir algo, anima a su hermana a que cante con él a pesar de que no canta para nada bien.

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A un lado del apartamento Kamado está el de Agatsuma, eran vecinos desde unos años, no faltaba mucho para cumplir, tal vez, los tres años.

Tanjirou se arregla un poco la camisa antes de tocar, Nezuko pone ojos en blanco y ella quiere reír pero no lo hace, sólo se inclina para tocar la puerta. Ella se ríe cuando escucha el jadeo de su hermano a espaldas sabiendo que lo ha tomado con la guardia baja.

No esperan mucho para que la puerta se abra y salga Zenitsu.

—¡Buenas noches, Zenitsu! Hemos traído un postre, lamentamos hacerte esperar. —Tanjirou rápidamente se disculpa mientras alza una bolsa a la altura del rostro de Zenitsu.

El rubio se ríe entre dientes y se echa a un lado para dejar a ambos Kamado pasar. —No tienen que disculparse, entiendo que el trabajo es pesado. Me alegra que siempre hayan llegado. —Hace un ademen para que los dos entren.

Los hermanos entraron soltando un bajo ''con permiso'', dejaron los zapatos donde debían y se adentraron al apartamento. Era igual al de ellos con la diferencia de la decoración y la posición de los muebles, pero eso ya lo sabían, habían estado muchas veces allí para cenar.

—Inosuke debe estar por llegar también, dijo que tenía un trabajo de última pero llegaría, espero no les importe. —El rubio los guía hasta la sala con una apenada sonrisa.

—Oh, no hay problema, nosotros podemos esperar ¿Verdad, Nezuko? —Se dirige el burdeo a la azabache un momento y esta asiente con una suave sonrisa. Entre los dos se echan miradas pero él prefiere ignorar esto y prestarle atención al rubio. —¿Qué podemos hacer mientras?

—¡Oh! ¡Olvide algo en el apartamento! —Nezuko salta de repente.

Antes de que pudieran acomodarse en los muebles, la azabache le da una sonrisa de disculpa al rubio excusándose con que ha dejado algo para la cena. El burdeo la mira irse con los ojos en grande y los labios fruncidos en una mueca.

—¡En un momento vuelvo! ¡Tú puedes, hermano! —Ella grita desde la entrada y lo siguiente que se escucha es la puerta cerrarse.

Tanjirou mira a Zenitsu, se pone un tanto nervioso y se pregunta por qué, ha sido capaz de entrar a una casa de seguridad de un criminal buscado y peligroso, en ningún momento estuvo nervioso y ahora, increíblemente, está tenso de tener una conversación con su vecino rubio de ojos tristes pero adorables.

El mayor hace algún comentario sobre Nezuko, pero nada más, él parece estar bien, pero puede oler que también está algo tenso.

¿Esos son nervios?

Oh.

—Y bien ¿Qué tal estuvo el día de hoy, Zenitsu? —Restriega las manos sobre el pantalón, está ansioso y las palmas le sudan. No suele estar solo con el otro, no, la mayor parte del tiempo tenía a su hermana allí acompañándole.

El rubio sonríe y con ello se roba el aliento del burdeo.

—Honestamente me fue bien, mejor que otros días. No exaspere al cliente esta vez, es un logro. —Bromea a lo último.

Ellos tienen una ligera charla, es comoda y agradable, con el tiempo los nervios se esfuman y es tan natural la conversación que pueden decir cualquier cosa, reírse y estar interesados en lo que cuenta el otro.

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—Eres un cobarde, hermano.

Tanjirou suelta un muy largo suspiro echando la cabeza hacia atrás, revuelve un poco el cabello teniendo cuidado de no arruinar el peinado que siempre llevaba y decide ignorar a Nezuko por un momento. Está muy ocupado buscando entre los bolsillos un recarga para el arma como para ponerse a discutir.

—¿Qué te parece una apuesta?

El burdeo se gira, mira a la azabache con una ceja alzada y ella le sonríe por tener la atención que buscaba (Recuerda que cuando eran jóvenes entrenando solían hacer apuestas para darle valor al otro, definitivamente funciona). Antes de hablar, el mayor tiene que reaccionar a un hombre que los encontró y estaba por dispararles, por suerte es rápido al lanzar navajas o tendría que esquivar balas (Era bueno haciéndolo, pero no era divertido).

—Nezuko... —Se incorpora y estira un tanto el brazo, no hizo suficiente calentamiento para ese tipo de trabajo. —¿Podemos hablarlo después?

Nezuko frunce el ceño, se gira para seguir caminando en posición de defensa con el arma en alto, Tanjirou le sigue por detrás cubriéndole y mirando hacia todos lados.

Esperaban que esa noche fuera tranquila, se supone que el trabajo sería sencillo según el cliente, pero no lo fue en absoluto. No es exactamente un trabajo fácil si acababan atrapados en una mansión que por dentro era un laberinto mortal de criminales buscando matarlos por infiltrarse.

—¿En serio estamos haciendo esto para rescatar a la amante de un tipo? —Se queja la azabache en cuanto tiene que dispararle a un hombre que salta hacia ella.

—Paga bien. —Se encoge de hombros el burdeo. —Y es una mujer inocente, por eso es que decidimos tomar el trabajo.

—¿Qué hay de la apuesta? —De nuevo, toca el tema y se da el lujo de bajar la guardia.

Tanjirou lo está pensando, realmente lo hace seriamente. Lleva una mano hasta el mentón, lo soba un momento y sonríe. —Bien, hagamosla. Luego de esto, invitare a Zenitsu a salir ¿De acuerdo?

La mujer Kamado está realmente contenta, ella está por hacer otro comentario pero otro sujeto aparece en ese momento y tiene que girarse rápidamente para darle una patada en la cabeza con tanta fuerza que lo hace volar hasta estamparlo contra la pared. Probablemente el sonido de algo quebrándose fue el cráneo de ese tipo por el impacto.

—¡Acabemos con esto ya!

Los hermanos se sonríen y continúan el camino, el mayor Kamado usa el rastreador para saber en que habitación esta la mujer que estaban rescatando y tararea viendo que están bastante cerca.

¿A Zenitsu le gustarán las flores? ¿Debería llevarle flores?

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Oh Dios.

Tanjirou nunca había estado tan nervioso en su vida, ni siquiera aquella vez que tuvo que pelear cuerpo a cuerpo con Akaza, uno de los miembros de cierta Mafia llamada Demonios de Sangre (Bueno, había tenido ayuda de Tomioka aquella vez) para vengar la muerte de un compañero (Aún es doloroso el recordar a Rengoku).

¡Si pudo con Akaza definitivamente puede invitar a Zenitsu a salir!

—Sólo toca la puerta ¿Oleré bien? —Se olfatea por encima, no hay olor a sangre ni a pólvora, afortunadamente se baño bien y adecuadamente.

El burdeo decide tocar la puerta luego de gritarse mentalmente unas cuantas veces más, arregla un poco el ramo de tulipanes amarillos para calmar los nervios y respira profundo.

—¿Tanjirou? ¿Está todo bien?

Zenitsu se asoma por la puerta, por la cara que tenía parece que lo interrumpió en medio de algo, pero sacude mentalmente la pena cuando este sale por completo y se deja ver. Está bastante sorprendido con los ojos fijos en el ramo.

Es ahora o nunca, Kamado.

—Aquí, son para ti, Zenitsu. —Las manos le tiemblan entregando las flores al contrario.

Oh Dios, no temblaba así desde que porto por primera vez un arma ¿Qué era lo que le pasaba? ¡Intenta estar fresco!

—¡¿De verdad?! ¡¿Para mi?! —El rubio abre aún más los ojos, la cara es una mezcla de asombro, confusión y bochorno. —¡Nunca me habían dado flores! ¿P-por qué tan de repente? —Sonríe con los labios temblandole, tiene el ramo sujeto al pecho como si lo estuviera abrazando.

Tanjirou está feliz de oler la felicidad, la vergüenza y muchos sentimientos más, está aliviado de no oír miedo, desagrado o ningún estado de incomodidad ¿Está haciéndolo bien?

—Es... Bueno~ —El burdeo se ríe sudando, está sudando mucho y no está haciendo realmente calor. Lleva la mano hasta el cuello y se soba un poco.

Zenitsu arquea ambas cejas y le mira expectante, incluso con lo impaciente que suele ser, y lo fácil que se irritaba, estaba siendo paciente en lo que sea que fuera a decirle Tanjirou, es algo que este agradece.

¿Qué edad tiene? ¿Diecisiete años? ¡Está por cumplir treinta en unos meses! ¿Acaso es un estudiante de preparatoria? ¡Era un mercenario desde hace años!

—Me pregunta si tú quisieras... ¿Quieres salir conmigo? ¡No es que tengas que aceptar porque te di las flores! Y- y es... Eso. —Está sudando mucho, oh Dios, es un asco ¿Ya olerá mal? Tenia que ser, estaba todo transpirado.

El rubio está tan rojo como el burdeo en ese momento, increíble, ellos realmente eran dos adultos. Se miran a los ojos, bien abiertos, y se sonríen con los labios temblando.

—¿D-de verdad? ¡¿Lo estás diciendo en serio?! ¡Si esto es una broma, Tanjirou, te juro que--!

—¡No es una broma! ¡¿Por qué te haría una broma así?! ¡Es en serio, Zenitsu! ¡Te estoy pidiendo que salgas conmigo!

—¡¿POR QUÉ ME PEDIRÍAS TAL COSA?! ¡OH DIOS! ¡ESTO ES EN SERIO!

—PORQUE ME GUSTAS ¿SALDRÁS CONMIGO?!

—CLARO QUE SÍ ¡¿NO ES OBVIO QUE SI QUIERO?!

—PAREN DE GRITAR, ES TARDE, MALDICIÓN.

Uno de los vecinos se asoma para gritarles a los dos, tanto Kamado como Agatsuma se sobre saltan y se giran con caras de verguenza dando miles de disculpas mientras el hombre que había salido a gritarles les rueda los ojos a ambos cerrando la puerta.

Los dos vuelven a verse a los ojos, los nervios se han olvidado con todo el escándalo y el problema con el vecino, ellos se ríen tratando de no hacer mucho ruido con sus carcajadas.

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Zenitsu abraza con fuerza el ramo que lleva entre los brazos, apoya la cabeza en las cómodos tulipanes y aspira un poco el aroma. Está realmente feliz, la emoción que tiene en el pecho lo mantendrá despierto toda la noche probablemente (Una suerte, porque tenía trabajo que hacer).

—Las pondré en agua fresca, así duraran más. —Comenta para si mismo caminando por el pasillo para llegar hasta la sala.

Por suerte, siempre guarda un florero por si se le da la gana de decorar un poco más. Jamás creyó que realmente lo usaría, mucho menos que lo usaría para poner flores que alguien le regalo. Y esas flores que ahora descansaban en agua en el florero eran de Kamado Tanjirou, su vecino de al lado.

Recuerda que cuando conoció a los Kamado, lo primero que le interesó fue Nezuko, ella era hermosa y tenía una tierna mirada, era el tipo que más le gustaba, pero él tuvo más relación con Tanjirou, fue inevitable enamorarse (Era un tipo guapo, muy dulce y tan amable, ese sonido le atrajo tanto y no pudo ignorarlo).

Es como un milagro.

—Ahhh, no seas una niña enamorada, Zenitsu. —Se regaña a si mismo dejando el florero sobre la mesa del comedor.

Zenitsu vuelve a la sala, se sienta en el mueble y vuelve a ocuparse en lo que hacia antes de que Tanjirou le llamara a la puerta. Extiende la mano eligiendo una de las tantas armas que había en el maletín abierto sobre la mesa.

¿Y si mejor empiezo afilando los cuchillos?

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La noche de la cita iba más que bien, ninguno de los dos era realmente extravagante (Probablemente Uzui le regañaría por no serlo) y no tuvieron problemas en escoger cualquier lugar para comer algo (Una simple tienda de Ramen y otras comidas). Era diferente que todas las veces que Tanjirou cenaba en el apartamento de Zenitsu, eran sólo ellos dos esta vez y nadie alrededor que les irrumpiera.

—Siempre me hablas sobre tu trabajo, te quejas y cosas así, pero jamás me has dicho de que trabajas realmente. —Es un tema que le da curiosidad, es todo, al burdeo no le gusta ser un metiche en los asuntos de otros y mucho menos quería incomodar al otro.

El rubio hace una expresión desconcertada. —¿Nunca lo he hecho? Oh, pensaba que sí.

Tanjirou está más interesado, puede ver bien que es una excusa, puede oler la mentira blanca en todo eso y sonríe pidiéndole con la mirada a Zenitsu que continúe.

—Es algo difícil de explicar, es un trabajo donde ¿Presto un servicio? Doy un servicio y me pagan, me dicen que hacer y lo hago, algo así. —Encoge los hombros, se sirve un poco más de sake y da un ligero sorbo. —¿Qué haces tú? Jamás hablas del trabajo.

Bien, estaba preparado para eso, fue quien abrió la caja de Pandora, ahora tenía que sobrellevar el caos.

—Se diría... Que hago lo mismo que tú. Doy mi servicio y me pegan por hacer lo que me dicen, así de simple.

Pan comido, piensa Tanjirou con una sonrisa para si mismo.

—Entonces... Si te pido que hagas algo y te pagare a cambio... ¿Lo harías? ¿En serio? —El tono coqueto se le sale sin querer (Claro, digamos eso).

—... Depende de lo que me pidas. —El burdeo sonríe ladinamente apoyando la cabeza en la mano y entrecerrando los ojos ligeramente.

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La cuenta fue pagada por ambos, después de una larga discusión ya que Tanjirou quería pagar todo, Zenitsu quería pagar todo y no fue hasta que este se irrito soltando un ''¡Bien! ¡Pagamos los dos! ¡Paga lo mío y pagare lo tuyo!'' que pudieron salir del pequeño restaurante.

Caminan aún conversando, algunas quejas sobre el trabajo que no son realmente explicitas sobre lo que hacen realmente, hablan sobre Nezuko, sobre la vida de cada uno y se entretienen mientras andan hacia el estacionamiento de la tienda.

—Lamento lo de tus padres, me habían comentado antes, pero jamás me dijeron la historia completa. Urokodaki-san realmente es una buena persona. —El rubio mira con ojos apenados al burdeo que está a un lado de él.

Niega con la mano manteniendo una sonrisa. —No, está bien, ha pasado mucho de eso... Y si, él nos enseño todo lo que sabemos del trabajo.

Tanjirou se siente un poco nostálgico en ese instante, el recordar como Urokodaki les cuido después de la muerte de su familia y aquel accidente (Tiempo después supo que no fue realmente un accidente), como les crió y enseñó el trabajo, manipular armas y el combate cuerpo a cuerpo, entre muchas otras cosas (Aunque también tuvo que aprender solo en el entrenamiento militar).

—Tan~ji~ro~ u~ —Tararea juguetonamente tocándole un costado con el dedo indice.

El menor gira a ver al mayor con una sonrisa divertida en los labios y este le devuelve la sonrisa mostrando los dientes.

—¿Qué pasa?

—¿Saldremos... Otra vez? —Se detiene un momento para verle fijamente.

Hay un momento entre los dos, se quedan en silencio viéndose como unos tontos a la cara, el auto no está absolutamente nada lejos, a unos tres o cuatro pasos. La noche es linda, entre brillante y oscura, no hay una luna grande sobre ellos pero si una linea que iluminaba un poco el estacionamiento junto con las decoraciones del restaurante de Ramen a un lado.

—Zen-

El celular empieza a sonar con la tonada que más conocía Tanjirou, torpemente le pide un momento a Zenitsu que se ríe entre dientes, no vacila mucho en atender ni tampoco se fija quien es el contacto porque sabe muy bien quien es.

''Tanjirou, tenemos un trabajo''.

—Estoy ocupado en este momento, Nezuko, lo sabes... No lo aceptes o espera a que llegue. —Los ojos viajan hasta su compañero que le mira con cierta curiosidad.

''¡No! ¡Tienes que escucharme, hermano!'' Ella protesta rápidamente por si buscaba colgarle.

—¿Qué es lo que pasa? ¿Es algo muy serio? —Suspira y lleva una mano hasta el punto de su nariz. Está ligeramente irritado, normalmente su hermana no le da ese sentimiento al menos que haga un berrinche.

''El cliente nos está pidiendo secuestrar a alguien...''

¿Secuestro? Ellos no hacen esos trabajos, no lo hacen al menos que sea un criminal importante, pero imagina que debe serlo ya que nadie les pide raptar inocentes y en ese caso Nezuko pasaría de largo de la petición de tal cliente.

''Tenemos que secuestrar a Agatsuma Zenitsu'' Hay una respiración preocupada del otro lado del celular al terminar.

Tanjirou no se inmuta, por dentro era un caos de preguntas y sorpresa, pero ha aprendido a controlar esos impulsos, los ojos carmesí vuelven a caer sobre Zenitsu que a decidido apartar la mirada ámbar a otro lado, estaba de espaldas con las manos en la misma. Lleva una mano al celular y suelta un largo suspiro, con eso llama la atención del otro.

—Está bien, lo hablaremos cuando llegue ¿De acuerdo? Me ocupare de eso, no te preocupes. —Cuelga la llamada y guarda inmediatamente el celular, busca entre los bolsillos las llaves del auto.

—Parece serio ¿Está todo bien? —El rubio se inclina viéndole a la cara con ligera preocupación.

—Ah, bueno... No sabría decir, será mejor que nos vayamos pronto. —Prefiere apartar la mirada y señalar el auto.

Si bien Tanjirou hacia un buen trabajo ocultado lo que era y las cosas que hacia, no era en absoluto bueno mintiendo, aprendió con el tiempo formas de evadir decir la verdad ocultándola, sin necesidad de decir mentiras, diciendo las palabras correctas que su cuerpo interpretaba como honestas. Está un poco nervioso y esta vez no es fácil ocultarlo, por supuesto que no, no si se trata de la persona en la que lleva tanto tiempo interesado, está preocupado y no sabe si debe hablar al respecto.

Los dos entran al auto, Tanjirou está por encenderlo y se pregunta ¿Por qué de todas las personas en el mundo alguien quiere secuestrar a Zenitsu? ¿Hizo algo malo? ¡Imposible! Podía oler bien, tenía un sentido bastante desarrollado, desde que lo conoció podía decir que era una persona amable, una buena persona, y era fuerte ¿Quizás esa sensación viene de algo más?

—Lo siento, pero no puedo dejarte hacerlo.

El burdeo abre los ojos cual platos, aprieta la mandíbula con fuerza y las manos se alejan del volante, puede sentir el frío acero de la navaja golpeando en el cuello expuesto.

—No quería escuchar la llamada, discúlpame. —El rubio mantiene firme la mano y la navaja contra el burdeo, su disculpa es sincera y está tan apenado como nervioso.

Tanjirou tiene las manos alzadas, traga saliva y mira a Zenitsu, intenta estar relajado pero esto sin duda lo ha tomado por sorpresa ¿Cuándo fue la última vez que algo le sorprendió así?

—Zenitsu... ¿Oíste la conversación?

¿Era siquiera posible? Juraba no haber puesto el alta voz y su hermana solía hablar bajo, no levantaba la voz ni siquiera un poco al menos que estuviera molesta, no pudo haber escuchado esa llamada aunque estuviera justo a un lado de él, pero parece que sí lo hizo, de otra forma no estaría en esta situación (No era la primera vez que alguien le apuntaba peligrosamente con una navaja, pero juraba había pasado un tiempo que alguien tenía la oportunidad de matarlo).

—Tengo un buen oído, puedo escuchar muchas cosas, tu pulso cardíaco, los murmuros más bajos a Kilómetros... —Encoge los hombros.

—Algo que no sabía de ti, en nuestra primera cita debiste comentarlo ¿Sabes, Zenitsu-san?

—Ya lo hemos hablado, dime sólo Zenitsu... Y lo estoy haciendo, Tanjirou. —Hay una risa entre dientes, una combinación entre diversión y pánico.

Tanjirou puede sentir el sudor deslizarse desde su sien, no sabe las intenciones de Zenitsu, puede oler el miedo y el pánico; está nervioso ¿Podría en serio degollarlo? Oh si, definitivamente lo haría, está seguro de que no vacilaría mucho si da un paso en falso. Respira profundo, aún así, no huele malas intenciones ni nada similar lo que significa que con todo el rubio no es una mala persona sedienta de sangre.

—No te haré daño, Zenitsu, no pienso aceptar el trabajo. No lastimo inocentes ni me meto en esos asuntos. —Empieza a hablar, el cuerpo se relaja queriendo bajar la guardia para verse convincente. —Lo único que quiero hacer es encender el auto, salir de aquí e ir a casa.

No está mintiendo.

—E invitarte a desayunar mañana.

No, no está mintiendo.

—T-tú... ¿Cómo puedes decir eso en está situación? ¡Te estoy amenazando con una navaja! ¡En el cuello! ¡¿Ves?!

—Oh si, también lo puedo sentir. Pero ¿Si quieres?

Zenitsu hace un silencio largo, el aire huele a duda y confusión, pero también se aleja el pánico y los nervios, hay un aroma más dulce que opaca todo lo demás. Lentamente la navaja deja de tocar la piel alejándose con la mano un tanto temblorosa y se escucha un fuerte resoplido como de fingido fastidio.

Hay un gran suspiro.

Tanjirou sujeta la mano de Zenitsu rápidamente, lo presiona contra la puerta del auto y se queda quieto, no respira por un segundo. El rubio tiene los ojos bien abiertos al igual que el burdeo que está sobre él.

—Si no fuera porque está tocando mi estomago... No me daría cuenta, eres bastante rápido. —Hace un comentario con una sonrisa pero el gesto de asombro no desaparece de su cara.

El arma que sostiene Zenitsu en sus manos presiona con fuerza contra el abdomen de Tanjirou, el dedo está firmemente puesto en el gatillo.

La expresión de asombro se suaviza, la de pánico igualmente se calma, los dos se quedan unos momentos viéndose a la cara hasta que el arma es bajada.

—Nunca te escuchaste como una mala persona, sé que dices la verdad...

Los dos se incorporan en sus respectivos asientos, Tanjirou le echa una mirada a Zenitsu que guarda el arma y tiene curiosidad de saber en donde la esconde (No se fijo, Kanao le había enseñado como ser buen observador, no tanto como ella claramente, pero le sorprende no haberse dado cuenta antes), pero aparta la mirada hacia el frente cuando los ojos ámbar chocan con los suyos carmesí.

El auto, al fin después de tanto, es encendido y pueden salir del estacionamiento, ninguno dice nada en ese pequeño transcurso, no hasta que se encuentran en medio camino.

—¿Vas a explicarme? No tienes que hacerlo si no quieres... —Hace un cruce para pasar de las carreteras principales a las secundarias para llegar a los apartamentos.

Zenitsu cruza los brazos y se deja caer en el asiento con clara irritación en el rostro.

—No me has devuelto la navaja.

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La historia de Zenitsu no es tan larga pero es increíble, de no ser porque Tanjirou ha visto muchas cosas y vivido tantas tal vez no lo le creería, bueno, lo haría de todos modos, él sigue siendo el ingenuo niño de trece años, el ingenuo adolescente de quince años, sigue allí y, además, tenía el olfato para saber si alguien era de confiar.

—Kaigaku era un buen tipo, bueno, se podría decir que iba por buen camino... No sé que fue lo que pasó...

Y lo que más llamó la atención, fue que el hermano mayor de Zenitsu era un integrante de la Mafia con la que había tenido más de un roce.

—¿Por qué te está buscando? ¿Tienes algo de él? ¿Quiere matarte por ser testigo de algo? —El burdeo arquea una ceja.

Han estado un tiempo en el estacionamiento del edificio apartamental en donde viven, habían llegado alrededor de unos diez minutos, pero no se habían bajado o tenido la intención.

—No estoy seguro, pero he escapo hasta donde puedo hacerlo y no creo que me haya encontrado si ha pedido a un mercenario por mi. —Suelta un gran suspiro y se echa aún más en el asiento.

Tanjirou respira profundo, es un poco difícil de digerir pero eso aclara muchas cosas ahora, el por qué le habían pedido secuestrar a su vecino y el cómo es que este sabe manejar armas con una gran velocidad en cuanto a reflejos.

Ellos salen del auto después de echarse unas miradas y unas suaves sonrisas, el menor se encarga de asegurar el auto mientras el mayor le espera para caminar los dos juntos y adentrarse al edificio.

La tensión se relaja con algunas historias de Tanjirou sobre su trabajo y no puede evitarse sentirse muy liviano, estaba menos pesado, tal vez era porque no tenía que seguir ocultando lo que era y porque podía hablarlo con alguien más que entendía bien lo que estaba pasando. Todo un peso se va de sus hombros y la presión de soltar algo por ser tan honesto desaparecen.

Zenitsu igualmente cuenta bien de lo que trabaja y están en la misma sintonia, aunque el rubio no escoge trabajos tan pesados y peligrosos. Habla sobre que tenía miedo mucho de hacerlo, pero es lo que sabía hacer, Kuwajima (Padre adoptivo y maestro, quien falleció hace muchos años cuando Kaigaku se desvió del camino) le enseñó tanto como pudo y con ello sobrevivió hasta entonces.

¿Tan similares son? ¿Cómo es que pudo vivir tanto tiempo al lado de alguien que estaba en el mismo camino y no se dio cuenta?

En una parpadeo, el ascensor los lleva hasta el piso que le corresponde a ambos y ellos tienen que caminar a paso lento para seguir charlando, ya un poco desanimados por que estaban en casa. Los dos mercenarios, que ahora saben que el otro lo es, se quedan frente la puerta del rubio.

—Fue una... Interesante noche, muy interesante tengo que admitir. —El mayor se ríe encogiendo los hombros.

—Sí, lo fue, para ser la primera cita estuvo muy bien ¿No crees? —El menor también suelta una pequeña carcajada con eso.

Los dos se miran a la cara, suponen que tienen que despedirse ya y era todo.

—Bueno, me iré... Buenas noches, espero... Salir contigo... Otro día. —Tanjirou se soba el cuello un poco y esta por girarse en dirección a la puerta de su apartamento compartido con Nezuko.

—Tanjirou.

Enseguida escucha la voz del rubio, el burdeo voltea con ambas cejas arqueadas y los labios apretados.

—Quieres... ¿Quieres pasar?

Zenitsu se mantiene en la puerta y le echa una mirada a Tanjirou, tiene las mejillas rojas y se está mordiendo los labios.

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—¿Esos son... De bala?

Zenitsu acaricia con la yema de los dedos el abdomen marcado y desnudo de Tanjirou, puede sentir las cicatrices duras y entre más recorre parece que más encuentra, algunas son de apuñaladas también.

—Sí, he recibido algunas balas... ¿Nunca te han disparado? —Sonríe siguiendo con la mirada la mano del otro.

Tanjirou toma con ambas manos el rostro de Zenitsu, inclina la cabeza y lo acerca suavemente hasta plantarle un beso en los labios, un roce dulce comparado con los besos que se habían estado dando desde que entraron al apartamento del rubio. Ellos no habían perdido mucho el tiempo.

—No, soy muy rápido como para que me den las balas... —Se ríe entre el beso y decide profundizarlo más.

Ellos ni siquiera han llegado a la cama y casi toda la ropa se encuentra esparcida entre el pasillo y la sala del apartamento de Zenitsu, no quieren esperar mucho más y prefieren lanzarse al mueble más cercano.

Tanjirou mantiene entre sus brazos a Zenitsu mientras viaja por el cuello con besos suaves y algunas risas sobre las cosquillas que le hace, el aroma de lujuria es similar al alcohol y se mezcla con una fragancia dulce que marea al burdeo y se pierde en ellos entre las caricias.

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La luz entrando por las ventanas mal cubiertas por las cortinas hacen que Tanjirou sea el primero en abrir los ojos, no es deslumbrante hasta molestarle pero lo suficiente como para despertarle. Se levanta enredado entre las sabanas y las piernas de Zenitsu entre las suyas, sonríe entrecerrando la mirada y con cuidado se desenvuelve para no despertar al otro.

Son las 6:54 a.m. según el reloj de mesa sobre la mesa junto a la cama.

Sentado sobre la orilla de la cama, trata de arreglarse los cabellos burdeos hechos un desastre y se frota el rostro con ambas manos, con el tiempo dejo de molestarle que estuvieran callosas (El entrenamiento con Urokodaki y el constante uso de las armas sin protección dan por resultado esto).

—¿Qué estás haciendo? Mmmmghhh. —Se queja una voz entre las sábanas y el cuerpo se acomoda hasta sacar la cabeza de las mantas, los ojos están abiertos pero adormilados. —Tanjirooouuu, vuelve a la cama... Es muy temprano.

Tanjirou gira la cabeza para ver a Zenitsu, tarda un responder por contemplarlo un momento, era totalmente diferente a todas las mañanas que se saludaban, el cabello rubio es un desorden y hay muchos mechones en punta, peor que el suyo, puede ver las piernas blancas que ahora están cubiertas por algunas manchas rojas y las marcas que imagina dejaron sus propias manos al, tal vez, apretarlas muy fuerte anoche.

—Tengo que ir a ver a Nezuko, pero volveré pronto para que desayunemos los dos ¿Si?

Está por levantarse de la cama y buscar su ropa (Joder, es un desastre ¿Qué demonios estaban pensando? ¡Por poco pierde el boxer también!), pero es detenido por unos brazos que se envuelven en su cuello desde la espalda, siente el pecho calido apoyarse también sobre la misma y lentamente la mueca en sus labios se vuelve una sonrisa.

—Un rato más... —Susurra el rubio en el oído del burdeo, esa voz se escucha bastante despierta.

Tanjirou no lo piensa mucho para girar el cuerpo y recostarse sobre Zenitsu, él cree que Nezuko está bien, podía verla más tarde ¿Cierto? Ella sabía defenderse más que bien por si sola, la tenía a un lado por si acaso ocurría algo, así que se daría un tiempo más para la ronda extra de la mañana ¿Por qué no?

.

Tanjirou parpadea varias veces viendo a Inosuke salir de la puerta del apartamento que comparte con Nezuko.

—Hey... Buenos días, Inosuke. —Sonríe tratando de no verse más extraño de lo que ya es.

Ambos se habían encontrado justo saliendo de dos apartamentos que no le corresponden en absoluto ¿Cómo eso no podía ser un poco incomodo?

Inosuke arquea una ceja, los ojos verdes viajan a la puerta de donde Gonpachirou salió hace un momento, sabe bien que es el apartamento de su mejor amigo, Zentatsu, pero no hace ningún comentario, apenas hace una mueca que podía pasar por una sonrisa.

—Kentarou. —Dice el azulado haciendo un movimiento de la mano alejándose de la puerta y caminando en dirección al ascensor.

¿Haremos como si nada, eh? Piensa Tanjirou con una sonrisa en los labios andando hasta su puerta, esta sí era la suya. Abre la puerta lentamente queriendo no hacer ruido, no sabe si Nezuko está despierta (Y no está seguro de si quiere verla a la cara realmente luego de presenciar a un Inosuke sin camisa saliendo de allí).

Para su mala suerte, aunque no del todo porque ver a su hermana en las mañanas no era tan malo, ella está en la cocina tomando una taza de café en el momento justo en que el cruza por allí.

—¡Buenos días, hermano! Ayer no llegaste... —Tiene una sonrisa en los labios que asusta un poco a Tanjirou (¿En qué momento su dulce e inocente hermana se volvió así? ¡Esa imagen se distorsiona!).

—Si, a ti seguro no te preocupo eso... No es por nada, pero si me sorprendió ver a Inosuke salir... Eso no me lo esperaba.

Nezuko abre los ojos en grande, ella borra la sonrisa de su rostro enseguida y está pálida, eso es una victoria para Tanjirou que se desliza para buscar la leche en el refrigerador mientras tararea, horriblemente, alguna canción.

.

''Tanjirou... ¿Me estás respondiendo mientras trabajas... Otra vez?''

Tanjirou tiene su pie sobre la cabeza de algún sujeto que es el objetivo de esa tarde, la presiona con fuerza contra el suelo para ahogar los gritos que está soltando y no moleste la llamada que tiene en ese momento con Zenitsu.

—Uhmmm... No. —Contesta el burdeo, la cara se le tensa por completo y por la risa que suelta la azabache que está frente a él imagina la horrible mueca que hace.

''Puedo imaginar la mueca dolorosa que haces cada que mientes, Tanjirou... ¿Vendrás a cenar esta noche?''

—Por supuesto que sí, dalo por hecho. Después de que acabe con este trabajo iré.

Gracias al Cielo, no estaba lejos de casa por lo que en unas horas estaría en la ciudad y podía deducir que llegaría incluso antes de la hora acordada. Es temprano, puede hacerlo.

''Bien, esperare ansioso... Dile a Nezuko que también puede venir si quiere''

Tanjirou separa un poco el celular y lo cubre con la otra mano libre, se dirige a Nezuko con una suave sonrisa en los labios y los ojos perdidos (Claramente es la cara de alguien que está hasta el fondo del enamoramiento).

—Zenitsu dice que puedes cenar con nosotros si gustas. —Dice el burdeo y suelta un suspiro.

—Oh no, dile que muchas gracias pero iré con Inosuke en cuanto acabemos. —Ella sonríe un tanto apenada agitando las manos.

''La pude oír, no tienes que decirme... ¡Aún no puedo creer que mi hermosa Nezuko esté saliendo con esa bestia de Inosuke! ¡Ese idiota estuvo haciendo de las suyas en mis narices!''

—En nuestras narices... —Corrige el burdeo echándole malos ojos a la azabache que se encoge de hombros inocentemente.

Ambos se despiden después de otra charla sobre que podrían comer, decidiendo que Zenitsu escogiera y Tanjirou llevaría algo para el postre. La llamada se corta y el celular vuelve a su lugar.

Tanjirou se inclina un poco para ver al rostro al hombre que ha estado todo este tiempo bajo su pie, el hombre le mira con los ojos abiertos llenos de lágrimas y cubierto de la sangre de su propia nariz rota.

—Disculpa por no atenderte, parece que tengo una cita importante esta noche... Por lo que sabrás que estoy un tanto apurado, ahora dinos, por favor... ¿En dónde está esa lista de testigos que has robado?

La sonrisa amable en los labios de Tanjirou es escalofriante a los ojos del pobre sujeto que está temblando y empezando a creer que era hora de soltar todo.

.

En cuanto acaba la llamada Zenitsu guarda el celular en el bolsillo de su pantalón, con cuidado de que no se le resbalara por los guantes que cubren sus manos.

—¿Debería hacer comida occidental...? Creo que Tanjirou no suele comer a menudo ¿O si? —El rubio se muerde los labios pensando seriamente en que podía hacer para impresionar a su novio esa noche.

Los gimoteos de varios tipos en el suelo interrumpen sus pensamientos y tiene que echarles un vistazo.

—Uuuhhh, paren de llorar, me ponen de nervios ¡Sobre todo con esas caras horribles llenas de golpes! ¡Les dije que me dieran el maletín con la mercancía por las buenas!

Zenitsu chilla cuando una de las manos de los hombres sujeta su tobillo y no tiene de otra que patearle con fuerza en la cabeza para alejarlo (¡Aún así de heridos se atreven a darle esos sustos! ¡Que malos son!).

Oh, si, haré comida occidental para esta noche ¡Debo pasar por el supermercado!


.


.


.

¡Muchas gracias por leer!

Espero les haya gustado, ¡esto fue un regalo para dos de mis amigas a las cuales aprecio mucho!
Una idea al azar que escribí hace buen y no publique aquí hahaha.

Créditos de la portada a Alejandra (mandarino), ¡Muchas gracias por tu ayuda!

¡Besos!

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uhm-- 🧍🏻🧍🏻 i made this when i was bored BAHAHHAQLHSZX so uh-- basically demon tanjiro x zenitsu zenitsu getting lost in the woods 😩☝🏻 and tanji...
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