Dejé a los residentes solos con Harry, debían terminar de suturar y luego dejarlo en su habitación para que descansara. No era el único con deseos de dormir. Después de su cirugía estaba exhausto. Solo quería ir a casa a descansar. Despediría a Louis e iría a terminar la noche con Zayn.
—¿Y Louis? ¿Cómo está? —pregunté a Mark.
—No lo sé, su cama está vacía hace una hora creo. Se habrá ido —se encogió de hombros más preocupado en comer unos bombones que en cuidar de su paciente.
—Iré a ver —avisé algo preocupado.
Louis podía actuar con rebeldía algunas veces, pero irse sin el alta no lo creería. A lo mejor dejó una nota explicando. Algo me sonaba raro. No se iría con Harry grave...
Revisé en el baño, nada. A simple vista las camas estaban vacías y desarregladas. Saqué mi teléfono para llamarlo. En eso, cayó un papel de mi bata al suelo. Me agaché para recogerlo y descubrí a Louis debajo de la cama convulsionando.
—¡¡Ayuda!! Louis, vamos resiste —rogué poniendo mi mano detrás de su cabeza para que no se golpeara—. ¡Ayuda, por favor!
El equipo de emergencias entró de inmediato para hacer su labor. Subieron a Louis a la camilla entre dos hombres. Le pusieron oxígeno y lo conectaron al monitor de signos vitales. Ya había dejado de temblar pero seguía inconsciente y eso era malo. Aún caía líquido blanco de su boca. Un médico le revisó las pupilas y otro el pecho.
—Signos vitales descendiendo —dijo una interna.
—Reserven un quirófano, ¡ya! ¡Kylie, corre!
El miedo me impedía pensar con claridad.
—¿P-pero..?
—¡Llamen al doctor Grant! Niall, permiso —me empujó uno y se llevaron a Louis con prisa.
¿A un neurocirujano? Oh, solo esperaba que no fuera tan grave. Mi mente no podía con tantas emociones al mismo tiempo y pronto estallaría.
Los vi alejarse hasta desaparecer. No podía ser. Mark revisó a Louis todo el tiempo y se mostraba todo en orden. Tenía todo bien, ¡como pudo ocurrir eso en mis narices! Pude haberlo supervisado yo. Mi amigo tenía su vida en riesgo por un descuido mío.
"Idiota, Niall, eres un descuidado."
—Doctor Horan —me dijo un tímido interno—, el paciente Styles ya salió de cirugía. Está en su habitación. Si quiere me encargo de los postoperatorios.
—No, gracias, lo haré yo —dije. Necesitaba un rostro familiar entre tanta desgracia.
—El doctor Grant me dijo que su otro paciente está en riesgo. Hemorragia en el cerebro. Hará todo lo que esté a su alcance.
Sentí mis ojos humedecerse al caer en la cuenta de la gravedad de la situación. Me limpié con la manga y caí al suelo sin saber qué hacer. No encontraba una solución... ¿Qué le diría a su familia si algo ocurría? No, no, no. No debía pensar en eso. Louis siempre fue fuerte y saldría de esta como cada vez que todo parecía imposible.
Entré a la habitación con el paso lento y arrastrado. Harry estaba despierto. Sus ojos verdes me analizaron de arriba abajo a causa de que aún seguía algo sedado. Solo para asegurarse que era alguien familiar. Tenía una venda en su pierna cubriendo la futura cicatriz, intravenosa sin dudar y estaba con oxígeno. Sus signos vitales eran bajos y calmados, pero nada de qué preocuparse.
—¿Cómo te sientes? —me senté a su lado. Harry miraba al frente adolorido y casi inconsciente.
—Jake... ¿cómo está él?
—Hubo complicaciones pero la doctora Johnson se está ocupando. Es la mejor cirujana de traumas, está en buenas manos. Te avisaré cuando tenga novedades.
Harry asintió. Hubo un silencio en el que yo aproveché para cerrar los ojos y solo disfrutar de la calma. El rizado comenzó a moverse y lo miré. Había preocupación en sus ojos. Oh, ya lo había notado. Era de esperarse.
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—¿Louis se fue? —sonó algo dolido. Tal vez imaginó que el castaño lo esperaría con una sonrisa luego de su cirugía, pero no todo era buena suerte en la vida .
—Louis está en cirugía. Tuvo hemorragia en el cerebro —dije con un nudo en la garganta. No quería preocuparlo más.
—¡Por, Dios! Lucía bien... Oh, Louis... Joder, justo hoy. ¡Él nunca dijo nada por veinte años!
—¿Lo sabías?
—¿Por qué crees que seguí yendo?
Logré sonreír, pero si fuera otra situación estaría chillando de alegría.
—La arteria meningea media está totalmente cortada.
—¡Joder, lo estuve mirando toda la noche! ¿Qué me perdí?
—La tomografía no dio síntomas neurológicos, Mark. No se encuentra la hemorragia hasta que es tarde.
—¿Es tarde?
—Pero conocí a Jake y Louis nunca... Es inexplicable lo genial que la pasaba con su compañía y cómo me hacía sentir. Como si fuera especial, perfecto. Con él veía la luz, tocaba las estrellas, conocía lo infinito. Amaba ir cada viernes solo para verlo. No me importaba la comida, solo él. Pero... hasta hoy, creí haber confundido mis sentimientos.
—No le sé. ¡Bipolares!
—Presión 80 sobre 60. ¡Cae!
—¡Vamos! Resista, resista. ¿Los signos vitales, Kylie?
—Yo pensaba que Louis me veía como su amigo pero no era así. Yo también le quería, Niall, ¿entiendes? ¡Joder, si tan solo lo hubiera dicho él no estaría a punto de morir! ¡¡Agh, me odio, me odio, me odio!!
—Harry... tú no sabías y Louis tampoco. Ambos tenían miedo de enfrentar la verdad. Temían al rechazo.
—Él llevó a una chica. Y me sentí horrible y celoso. Pensaba que yo era alguien de importancia para Louis pero parecía que no.
—¡Doctor, sufrirá un paro! —dijo la interna.
—Un poco más, resista. Vamos.
—¡Paletas a doscientos! Aléjense —las apoyó en el pecho de Louis, pero ninguna respuesta.
—Y me enojé inútilmente. Un día, cuando le pregunté qué sentía por Eleanor me dijo que no la amaba. Que otra persona ocupaba su corazón. Y me lo dijo de tal forma que pensé que hablaba de mí y me acobardé. No podía creer que alguien realmente empezara a enamorarse de mí. Entonces, lo evité.
—Lo peor que hiciste.
—Probemos trescientos. ¡Atrás!
—Vamos, señor Tomlinson, debe saber la respuesta de Harry —decía Mark desesperado. No podía perder a otro paciente. Louis mantenía sus ojos cerrados.
—Lo sé. Luego, tuve que elegir. Jake o Louis. Jake me daba estabilidad, amor, correspondencia, seguridad un hogar; todo lo que Louis jamás me pudo dar o quiso demostrar.
"Si tan solo lo hubieras dejado..."
—Pero seguiste yendo
—A Jake le gustaba. Tiene gustos peculiares. Rodaster se convirtió en nuestro lugar para siempre. Sí, él pide mi comida porque sabe lo que me gusta y que las hamburguesas me hacen mal, por eso ya no las pido. Parece que no tenemos nada por decirnos pero a veces es lindo no tener que hablar. Cuando encuentras la paz en el silencio del otro es confortable.
—¡No, no, no! ¡Maldita sea! —Mark tiró bruscamente sus guantes a la basura mientras seguía mirando lo que había hecho.
—Mark, vamos... Ya dijo el doctor Graunt, era imposible detectar. No te culpes en vano. Estas cosas ocurren todo el tiempo y a veces lo logramos y otras perdemos pero siempre seguimos luchando. ¿Oíste? Siempre.
—Yo lo amo, Niall. Y amé a Louis. Hace años elegí y lo sigo haciendo cada día.
Asentí sin expresión alguna. No podía reprochar decisiones ajenas. Si yo estuviera en su lugar probablemente hubiera respondido igual ante tanta inestabilidad y vacilación. Pero ahora no quería enfrentar verdades, solo huír de ellas. Fui a ver si Jake estaba estable y para pedir que lo llevaran con Harry. Y sobre Louis... no podía ir a verlo. No quería por si algo ocurría. Tendría esa imagen el resto de mi vida. Mejor ir con Harry y cuidarlo hasta que estuviera del todo consciente.
Espié por el vidrio su habitación y vi que estaba hablando solo.
—Por favor, Louis, no te vayas. Nunca he tenido las palabras para decir, pero ahora te pido que te quedes conmigo. Resiste, eres fuerte, muy fuerte. Por ti iba al bar cada viernes por la noche. Tú eras mi única razón. Si no te tuviera ahí, no quedaría nada por hacer. Si tan solo podrías tener tu vida por un día más. Si tan solo yo podría retroceder el tiempo una vez más encontraría las palabras para decir que te amab... L-louis, por favor no te vayas.
Decidí entrar para hacerle companía.
—Volviste —dijo Harry decaído mirando sus manos.
—Sí. Veo que tu esposo ya está bien —miré a Jake en la camilla que era de Louis.
—Sí... lo trajeron hace unos minutos. Aún duerme —respondió. Alcancé a notar angustia, pero para él ya era tarde y no podía arrepentirse.
A los minutos entró la interna Kylie con una expresión neutra. Aún llevaba la ropa especial para las cirugías. Era tiempo de oír los resultados y tantos años siendo médico me habían preparado para decirle a los familiares noticias como esas pero nunca nadie nos preparó a nosotros para afrontarlas.
—Doctor Horan, el paciente Tomlinson...
—¿Cómo está Louis? —se adelantó Harry emocionado.
—Lo siento, señor, hicimos todo lo que pudimos. La hemorragia en su cerebro era grave...
No podía creerlo. Me rehusaba a aceptar que Louis no estaría el lunes con su sonrisa y su aburrido atuendo en el bar. No me dirá: "Hey, Niall, ¿qué tocarás hoy?". No estaría nunca más con Zayn y no mirarían partidos juntos. Tampoco vería a las gemelas graduarse, a los mellizos crecer ni enorgullecerse de su hermana mayor al recibir el título universitario. No formaría una familia como tanto quería. No llegaría a la vejez para alimentar palomas o sentarse a contar a sus nietos historias de su juventud. No volvería a sonreír nunca más. No volvería a ver a Louis nunca más y parecía que era todo tan irreal, algo que le ocurría al resto nunca a mí. Le arrebataron la vida y sus sueños a tan temprana edad. Ahora temía más que nadie en olvidar qué se sentía en su presencia, temía olvidarlo para siempre.
Harry asintió con lágrimas en sus ojos bloqueando su visión. Miró el costado para calmarse, no quería que lo vieran así. Su pecho se contrajo, se puso rígido y le dificultaba respirar. Sus manos comenzaron a temblar y su tórax subía y bajaba desenfrenadamente. Sus labios temblaban y las palabras no surgían.
¡Tan solo tenía que resistir!
Comenzó a hiperventilar y su ritmo cardíaco aumentaba. Un nudo en su garganta no le permitía expresarse y necesitaba... Un grito ahogado desprendió de lo más profundo de su alma. Lamentos, solo quedaba eso. Lo había perdido y para siempre. Llevó sus brazos a su cara y comenzó a sollozar desconsoladamente.
"-¡Hola! ¿Puedo ordenar una triple hamburguesa con queso extra y sin aderezos? Y una coca cola. Por favor.
-No es McDonald, niño."
"-Bienvenidos a Rodaster, soy Louis.
-Y yo soy Harry."
"-Eres una gran persona, Harry. Nunca dudes de eso. Eres un ejemplo para muchos. Sobretodo el mío.
-Tú eres fuerte. Quiero ser como tú.
-Tú me haces fuerte."
"-Me gusta Harry.
-Creo que me gusta Louis. Pero no soy lo qué el necesita. Se merece algo mucho mejor."
"-Siempre estaré aquí por siempre y me llevaré esa promesa hasta el final."
Me acerqué para calmarlo pera era imposible. Él estaba roto y sería imposible armar sus partes cuando la única persona que podría hacerlo ya no estaba allí.
—¡Dijo que estaría aquí por siempre y que llevaría esa estúpida promesa hasta el final! Y se fue, ¡me dejó! É-él prometió eso, Niall... ¡lo prometió! Louis ya no está. No podré vivir si él no lo hace. No podré verlo cada viernes, no podré mirarlo a sus hermosos ojos azules, abrazarlo... ¡No podré abrazarlo! Siempre quise hacerlo, ¿p-por qué no podré? ¿Qué haré sin él? Nunca podré oirlo cantar nuevamente... ¡No podré porque no está y jamás volverá! Y hoy me dijo que me ama, ¡que me ama! Esperé tanto por eso, pero hoy no... ¡¡Te tardaste veinte años en decir que me amabas!! ¡Veinte! Y yo... yo me tardé veinte en admitir que también te amaba.
Con las experiencias supe que el amor es una jodida patada en la entrepierna. ¿No lo crees? Pregúntame a mí sino. Después de tanto, puedo llegar a decir con seguridad que es inevitable que todo lo bueno llegue a su fin y que toda historia bonita está condenada a la tragedia tarde o temprano.