Mi Compañera, La Morena De Oj...

By httpchrish

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La Unidad de Víctimas Especiales de Manhattan carece de personal, es por ello que el Capitán Donald Cragen re... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13

Capítulo 8

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By httpchrish

☆☆☆☆☆☆☆

20 abril, 1999

"-¿Segura que lo harás, Serena?

-Ya te dije que si. Es matemáticas, Carmen, sabes que se me da muy bien.

-Lo sé... eres la mejor de la clase.

-Además, la compañía que entrega alimentos en la cafetería ya envió el pedido hoy en la mañana así que no tendré que ir a trabajar en la tarde. Cass va a cubrirme.

-Ese chico, el que lleva los pedidos, es muy lindo y te mira de una manera.

-No me mira de ninguna manera, el único trato que tenemos es de trabajo y nada más.

-¿Te gusta?

-Claro que no. ¿Carmen de donde sacas eso, por Dios? No tengo tiempo para esas estupideces.

-Ok. Lo que digas, no te enojes.

-Aquí nos despedimos.

-¿Te acompaño a tu casa?

-No, sabes que vivimos en direcciones opuestas, no sería justo para ti recorrer el camino dos veces. Mira yo paso por aquí y llegó más rápido, no te preocupes.

-Ok, Sere. Nos vemos mañana.

-Bye Bye...

[Tras algunos pasos que la adentraron más allá del callejón, sintió unas manos frías en sus brazos y una fuerza que consumía la suya]

Aux...!

-Shhh.

-¿Qué? ¡Nooo! ¡por favor! ¡Déjeme ir! ¡NOOOO! ¡no me haga daño por favor! ¡No!..."

-¡NOOOOO! ¡DÉJEME! - se despertó de golpe, sudada y agitada.

-¡SERENA! - Cassandra entró de inmediato a penas escuchó sus gritos.

-¡Cass era él! - sollozó.

-Ya, ya cariño sólo fue una pesadilla - se acercó a abrazarla.

-No fue sólo una pesadilla, ¡destruyó mi vida!

-Calma - acarició su cabello y ella lloraba con más fuerza.

-Tengo esa horrible pesadilla desde hace tanto... ¡si no hubiera tomado ese maldito atajo!

-Para te sigues lastimando con los "hubieras", es una palabra muy venenosa y lo sabes. Estas viva, Serena, sobreviviste, eres una valiente, ese es un maldito y tu no tienes culpa de nada... tranquila ya pasó. Tienes una hija, lucha por ella.

-No puedo, Cassandra. La veo y... lo recuerdo cada maldita vez.

-Ella no es él. Olivia es mucho más Serena. ¿de verdad no sientes nada? Tiene tus ojos, esos bellos y brillantes ojos café, tu cabello, aunque el de ella sea oscuro, tu sonrisa, hasta tu carácter. Es tu hija, cariño, deja de rechazarla y dale un oportunidad, verás que así juntas las heridas sanarán más rápido y yo estaré aquí siempre con ustedes.

Era la mañana del miercoles, apenas se podían ver los edificios de la ciudad por la neblina producto de la noche fría. Aún era temprano, Olivia salió hacía su trabajo sabiendo que el día anterior, junto a sus compañeros y Oficiales de apoyo, organizaron una redada para poner punto final al negocio de William Hill. El operativo fue liderado por ella y su pareja Stabler, gracias al testimonio e indicaciones de Ariadna pudieron dar con la casa donde tenían a las otras 13 chicas, todas, sin contar las innumerables agresiones tanto físicas como sexuales, parecían en estado,  excepto por Ann, ella estaba encadenada en el sótano de la casa semidesnuda, sus brazos colgaban del techo y dejaban al descubierto múltiples heridas, raspones y moretones. Su respiración era casi nula al estar inconsciente. De manera inmediata la llevaron al Mercy, llevaron a las chicas también para hacerles los estudios pertinentes y arrestaron a los tres hombres que las tenían encerradas.

-¿Olivia? No pensé que llegarías tan temprano hoy - comentó Munch cuando la vio entrar - como ves, sólo estoy yo, ni el Capitán, ni Cassidy, ni Jeffries, ni tu compañero favorito han llegado... tendrás que soportarme un tiempo, que aburrido.

-No lo veo así - comentó con una sonrisa - No hemos tenido la oportunidad de plaricar desde que estoy aquí.

-Es verdad... ¿Café?

-Todo el tiempo - soltó una pequeña risita.

-Buenos días, Serena... - saludó Cassandra cuando la vio llegar al desayunador de la cocina.

-Hola.

-Toma, te preparé un té. Vas a sentirte mejor.

-Un té no va a arreglar nada, pero te lo acepto.

-¿Estás más calmada?

-Si... - aspiró lentamente el vapor de su taza. Caminó hacía la ventana que daba a su patio.

-¿Qué ves?

-Acabo de recordar que tengo un rosal que debe plantar hoy.

-¡Buenos días! - saludaron los tres detectives que faltaban en la Unidad una hora después.

-Liv, no esperaba verte tan temprano.

-Hola, Elliot. Platicaba con Munch.

-¿Qué teoría conspirativa te expuso ahora? - dijo Cassidy.

-Eh...

-No les prestes atención, Liv - añadió Jeffries.

-Y si... empezamos a trabajar.

-Estoy de acuerdo... ah, Liv. Casi lo olvido. Necesito mostrarte algo.

-Claro Elliot... - la detuvo el sonido del teléfono - ah, espera... Víctimas Especiales detective Olivia Benson... oh. Hola tía... ¿Si?... ¿qué pasó?...

-Liv... ¿está todo bien? - pidió atención Elliot.

-Espera... ¿Pero ella esta bien? Ok... si, no, no hay ningún problema...

-¿Qué pasa? ¿problemas?

-Mi mamá, tuvo una mala noche y ahora no quiere hablar con nadie... ¿crees que puedas cubrirme con el Capitán?

-¿Cubrirte? Yo conduzco.

-No... es decir, lo agradezco pero, recuerda la última vez... Sería mejor que te quedes.

-Esta bien, pero si me necesitas no dudes en llamar.

-Si. Gracias - tomó su abrigo, llaves y bolso. Le sonrió a su compañero y salió corriendo hacía el ascensor.

-Hola tía - saludó Olivia a penas entró a la casa de su madre.

-Hola cariño - la abrazó con fuerza.

-¿Dónde está?

-En el único lugar donde lo puede olvidar.

La morena lo entendió enseguida. Su madre se hallaba en su jardín, su pequeño santuario, su rincón de paz. Liv recorrió el pasillo que daba al patio, ahí, acurrucada sobre sus rodillas estaba ella, su madre, tenía un bonito sombrero que la protegía del ardiente sol, sus manos tapadas con guantes amarillos cubiertos de tierra, a sus lados una regadera y muchas herramientas de jardinería. Ahí, rodeada de flores encontraba sosiego, encontraba la tranquilidad que sentía que se le había sido arrebatada. Olivia caminó sigilosamente escuchando con atención el único sonido que sus oídos alcanzaban. Se detuvo a su lado a una distancia considerable, observaba como ella introducía en la tierra el desplantador y lo sacaba de nuevo retirando así la mala hierba que había osado invadir sus dominios, le pareció oirla tararear.

-Están hermosas tus flores este año - dijo la morena al fin arrodillándose a su lado sin mirarla. Llevo sus manos desnudas a la tierra y arrancó la mala hierba que primero vio.

-Lo sé... las plantas como las personas necesitan de atención y amor para que crezcan - añadió sin dejar su actividad.

-Haces un excelente trabajo, mamá...

Guardaron silencio de repente. Cuando ya se halló despejado el terreno, libre de mala hierba invasora, Serena tomó la regadera y mojó el suelo. Se concentró en la caída de las gotitas y la forma como la tierra la absorbia.

-¿Cassandra te llamó, verdad?

-¡Ah! ¡eh! Quería saber como estas, es todo.

-No me mientas, Olivia... soy tu madre y te conozco más que nadie, sé exactamente cuando dices la verdad y cuando no.

-Esta bien... si me llamó - soltó el aire retenido y sacudió sus manos.

-Te dijo lo de ayer, ¿no es así?

-Mamá... es...

-No pasa nada... estoy bien, no le des importancia, fue sólo una mala noche y nada más.

-Quiero ayudar.

-Me ayudarías más si estuvieras en tu trabajo ahora y no aquí perdiendo el tiempo.

De nuevo el silencio se apoderó de ambas.

-¿Quieres hablar sobre lo que pasó? Quizá yo pueda...

-No trates de jugar a la Policía de delitos sexuales conmigo, Olivia. No uses tu psicología barata, no soy una de tus víctimas. Eso no funciona conmigo... Yo ya cerré esa página y espero...

-Pero mamá...

-¡Y espero! - la miró a los ojos - que tú también - tomó una pequeña pala de mano e hizo un hoyo en el suelo.

-¿Crees que sea buen momento para unas clases cortas de jardinería?

-¿Qué?

-¿Podrías enseñarme a plantar?

-¿Desde cuándo te gusta la jardinería?

-No lo sé. Creí sería bueno hacer algo... juntas - la miró en silencio y sin poder ocultarlo, los ojos de su madre se llenaron de un brillo que no conocía.

-¿Harás lo que diga?

-Claro, mamá.

-Bien - inhaló y exhaló lentamente - Ven, quiero enseñarte algo - tomó su mano y la guió delante de un jarrón grande donde había un hermoso ejemplar de rosas rosadas.

-Ok.

-Trae el jarrón con mucho cuidado.

-Si.

-Ven - se acurrucó sobre sus rodillas de nuevo y la invitó a que hiciera lo mismo - si quieres aprender a plantar no debe importante ensuciar tu ropa o tocar el suelo con manos desnudas. Ama la tierra, es sabia, Olivia. Que no te importe las manchas en tu pantalón, debes apreciar su belleza - sonrió tocando las hojas de otra de sus plantas florales - hablales, a ellas les gusta escuchar, amalas. Quiero que veas esto - se acercó - para saber que una planta es sana, especialmente esta, debes fijarte en sus raíces.

-Ok - sonrió maravillada por la forma como su madre se expresaba.

-Toca - llevó la mano de su hija a la raíz - tienen que ser duras y unos 20 centímetros de longitud. Eso nos garantiza que será un árbol fuerte, ¿lo sientes?

-Si. Si, si lo siento - estaba muy emocionada.

-Ahora, con mucho cuidado pon el rosal aquí - indicó el hoyo que cabo - muy bien.

-¿Así?

-Si, está muy bien... ayúdame a llenarlo de nuevo - con ayuda de una pala pequeña guió la tierra al hoyo - debes fijarte que no quede aire, es decir, que la tierra quede muy apretada, así las raíces tendrán más oportunidad de expandirse y tomar  fuerza.

-Ok... - obedició sonriendo.

-Ya quedó - se levantó sacudiendo las manos.

-Crecerá y será el rosal más hermoso de todo el jardín - indicó Liv muy entusiasmada. Había plantado es rosal con su madre.

-Si lo cuidamos, entonces si - regó la pequeña plantita.

-Claro que si - se volvió hacía a verla, ella ya la veía. Tenía rastros de tierra en su nariz y mejillas. Liv, con movimientos torpes pasó su pulgar y la removió con suavidad. Sonrió.

-¿Quieres limonada? - dijo como para evadir la atención de su hija.

-Deja que vaya por ella - dijo muy alegre y fue a la cocina. Le sonrió a su tía que iba en sentido contrario.

-Hacen un buen equipo - dijo Cass a Serena que contemplaba muy atenta el pequeño rosal.

-¿De qué hablas?

-El rosal. Fue un buen trabajo.

-No es nada. Sólo lo plantamos.

-Juntas. Tu hija y tu. Es un buen comienzo querida, este momentol debe ser tan especial para ti como lo es para ella. Cuidado... y las dejó un momento - habló en voz alta la última parte al escuchar los pasos de Liv detrás suyo - tengo pendientes así que nos veremos en la cena.

-Esta bien, tía. Cuidate mucho.

-Igual ustedes. Las amo.

-Toma - pasó el vaso a su madre que lo bebió enseguida.

-Mamá...

-¿Si?

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por este momento, por enseñarme a plantar, por dejarme estar a tu lado...

Serena le sonrió. Bebió un poco más de su limonada, contempló el rosal y soltó el aire lentamente.

-Ven, quiero enseñarte algo.

(...)

-Mira... eres tú.

-¡Ay, Dios! Era muy chiquita.

-Así es, faltaba una semana y media cuando naciste.

-"Recuerdo del nacimiento de mi hija, Olivia Margaret Benson, 07 febrero de 1967... " - leyó la dedicatoria que había del otro lado de la foto.

-Siempre quise tener una hija la cual llamaría "Olivia" me gustaba la idea que le dijeran de cariño "Liv". El "Margaret" es por mi madre, tu abuela "Margaret Benson" - bajó la miraba y sonrió - te pareces mucho a ella, tienes su cabello, su mirada incluso su risa.

-Nunca me habías hablado sobre esto.

-Lo sé. Creí que sería un buen momento hablar - de nuevo bajo la mirada y lo primero que vio fue un mechonsito de cabello atado con una cinta rosada. Soltó una carcajada y estiró el brazo para alcanzarlo - hace mucho que no veía esto - se lo mostró.

-¿De quién es?

-Tuyo... cuando tenías 2 años viste un programa de tintes en la televisión - rió de nuevo - yo estaba en la cocina preparando la cena y de repente no te vi más, fui a buscarte por toda la casa, te hallé en el baño de tu habitación con este mechón cubierto de pintura rosada, estabas poniéndolo en tu cabeza con un broche, al verme dijiste "¿mami... te gusta mi tinte rosa?".

-¿Qué hiciste?

-Nada, sólo reí. Desafortunadamente esa parte de tu cabello no creció mas, hasta ahora por lo que veo - comentó mirándola - guardé las tijeras donde jamás las buscarías, lave el mechonsito y creí que era demasiado hermoso como para tirarlo. Aquí lo tengo, ha estado todo el tiempo ahí - sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Es hermoso mamá. ¡Muy hermoso!

☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆

Dun Dun
Hola amores
Aquí les dejo otro cap
Como se pudieron dar cuenta aquí no hubo Bensler. Quise darle un poco de participación a Serena junto a Liv.
No sé, pienso que en algún lugar del corazón de Serena hay algo De amor por su hija, eso es lo que me hizo pensar en lo poco que pasó la serie sobre ella y es precisamente eso lo que quiero explotar.

Cambie la portada y lo mas probable es que vuelva a cambiarla.

Espero les halla gustado.
Feliz fin de semana
Los quiero!!!

Chris♡

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