Desastre

By Julie18_08

301K 17.1K 2.3K

(Descontrol 2) Podríamos decir que luego de cuatro años Laila se habría convertido en una mujer medianamente... More

Cero
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Diecinueve
Veinte
Veintiuno
Veintidos
Veintitres
Veinticuatro
Veinticinco
Veintiseis
Veintisiete
Veintiocho
Veintinueve
Treinta
Treinta y Uno
Treinta y Dos
Treinta y Tres
Treinta y Cuatro
Treinta y Cinco
Treinta y Seis
Treinta y Siete
Treinta y Ocho
Treinta y Nueve
Cuarenta
Cuarenta y Uno
Cuarenta y Dos
Extras
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.

Uno

19.6K 869 70
By Julie18_08

Creo que nunca me había sentado en la oficina de Tyler por tanto tiempo. Una de las principales razones era porque él odiaba venir al hotel y comenzar a jugar su rol de dueño o jefecito supremo, prefería encerrarse a estudiar en la biblioteca de la universidad o simplemente perder el tiempo hablando de cosas que necesitan ejercicio mental. No lo culpaba, a mí tampoco me agradaba venir y comenzar a tomar decisiones cuando alguien me preguntaba “¿Deberíamos proyectar la construcción de otro hotel para fines de marzo?”, o decía: “Necesito su firma para un nuevo presupuesto de personal” “La temporada vacacional ya viene, deberíamos hacer algunos arreglos” Es por eso que evitaba cualquier responsabilidad y les decía que apoyaba al cien por ciento lo que fuera que Tyler decidiera.

Es por eso que me sorprendí cuando Mona, la secretaria que tenía nombre de animal peludo, me llamó para decirme que debía venir al hotel en ese mismo instante. Luego me sorprendí más cuando me dijo que debía ir a la oficina de Tyler y me seguí asombrando cuando efectivamente lo vi sentado al otro lado del escritorio. Al ver su postura estuve segura que no planeaba decirme nada bueno, por lo que necesitaba poner en práctica un bloqueo.

-Antes de que hables.- comencé.-Déjame decirte que amo lo que hiciste con este lugar.- lo halagué con mi mejor sonrisa. Su expresión no varió demasiado, por lo que me vi en la obligación de buscar una excusa que explicará por qué me gustaba tanto la oficina.-Oh, bueno...- dije buscando por los alrededores tratando de encontrar algo que en verdad pareciera haber sido elegido por él. Pero la oficina era algo así como un lugar estándar de reunión, sin nada excepcional. O eso creí hasta que vi...-Me refiero a este hermoso florero, es nuevo ¿no? Me encanta.- dije sonriendo.-Aunque quizás deberías ponerle unas flores.- reflexioné.

-Laila, esto es un vaso.- dijo tomando el “florero”.-Cómo sea, hablaré antes de que sigas tratando de desviar mi atención.-

-Juro que fue un accidente.- me precipité a decir.-Ni siquiera iba demasiado rápido, fue culpa de ese pollo que se me atravesó.- “Maldito pollo” pensé para mis adentros.-Además el auto no quedó tan mal, sólo hay que restregarle un poco el polvo y arreglar el capó y comprarle vidrios nuevos, quizás pintarlo... Lo más importante es que estoy viva, ¿cierto?.- sonreí ocultando el nerviosismo.

Vi una contenida mirada de sorpresa y horror expandirse por su rostro, y en ese momento supe que hablé demás. Luego de mi pequeño accidente me había asegurado de que absolutamente nadie más que West, el mecánico y yo nos enteráramos de eso, por lo que Tyler no tendría forma de haberse enterado. Bueno, hasta ahora.

-¿Tuviste un accidente de tráfico?.- preguntó apoyándose sobre el escritorio.

-Podríamos decir que sí.- balbuceé haciéndome la loca.

-¿Cuándo, Laila?.- exigió.-¿Por qué nadie me llamó? ¿Y si te hubiera pasado algo?.- él estaba a punto de tener un colapso, lo sabía.

-Relájate, estoy entera.- dije sin mayor preocupación.-El único herido fue el auto, y ya verás cómo eso se soluciona.-

Di la conversación por terminada y procedí a levantarme del asiento de piel en el que me hallaba sentada, de paso me estiré un poco la falda y le sonreí con toda la seguridad del mundo para que entendiera que un simple choque no era suficiente para destruirme. Bueno, quizás me habían quedado unos insignificantes moretones y rasguños, y puede que talvez sintiera cierto pánico al estar frente a un volante... pero fuera de eso, estaba perfectamente bien.

-No te llamé para hablar de eso.- me detuvo.-Te llamé para hablar de esto.- y con eso abrió un cajón del escritorio y sacó unas cuantas hojas de papel.

Me quedé a medio camino de la puerta. La verdad era que no quería acercarme a esa pila de papeles y encontrar algo terrible que me condenara, pero la curiosidad era más fuerte. En cosa de segundos volví a estar sobre el asiento, esta vez sosteniendo frente a mí lo que parecían ser varios registros de mis movimientos financieros. Escaneé rápidamente la interminable lista de números y cifras, tomándome mi tiempo entre risas y comentarios como “Sí, recuerdo eso”  Para cuando hube terminado de repasar mi lista de compras me encontré con Tyler cruzado de brazos.

-Al final también deberíamos agregar los costos del taller, ¿cierto?.- preguntó.

-Un momento... ¿esto es lo que te preocupa? ¿que gaste demasiado?.- pregunté completamente extrañada.

-Sí, Laila. Estás comprando demasiadas cosas que ni siquiera necesitas.-

-Necesito todas estas cosas.- dije tercamente, dándole golpecitos a las hojas con mi mano.

-¿Ah sí?.- me quitó las cuentas y las hojeó hasta que encontró algo interesante.-Según esto necesitaste un pony hace tres meses.- dijo.

-¿Conoces a Ruth? ¿La linda sobrina de West?.- le pregunté, él asintió lentamente.-Bueno, ella necesitaba un pony para su cumpleaños.- aclaré.

-¿Y tenía que ser uno tan caro? ¿Tenía que ser un pony de verdad?.-

-No me gusta dar regalos mediocres.- dije sin más. Además, cuando alguien quiere un pony no puedes llegar con un My Little Pony de plástico y pretender que lo acepte.

Soltó las hojas y comenzó a acariciarse las sienes, definitivamente estaba en medio de un colapso. Si en los siguientes minutos se metía una mano en los bolsillos y sacaba una cajetilla de cigarros lo podría confirmar. Los minutos en que él se pasó pensando en lo derrochadora que yo era me dediqué a ofenderme internamente, no veía el problema. Teníamos dinero, había que gastarlo y aprovecharlo mientras fuéramos jóvenes y bonitos. No quería que todo terminara invertido en remedios y enfermeras cuando fuera una vieja senil.

-Además es mi dinero, no me siento para nada culpable gastándolo.- acoté.

-Te recuerdo que también es mío, nuestro fondo es mutuo y no me siento cómodo dejándote a solas con él.- me recriminó.-Es por eso que creo que sería bueno para ti comenzar a trabajar.-

-¡¿Qué?!.- grité, literalmente.-¿Estás loco?.-

-No.- dijo tranquilamente.-Enfrentémoslo, eres una holgazana, no haces nada para ganarte la vida.-

-Soy dueña de esto.- hice un gesto abarcando su oficina.-No necesito ganarme la vida con nada más.-

-Ahí te equivocas.- me apuntó con un dedo acusador que quise quebrar.-Yo trato de hacer algo, estudio y además intento entender este tonto sistema que tenemos. No tienes idea de lo difícil que es eso.-

-¿Me vas a sacar en cara que tú sí lograste entrar a la universidad?.- ok, me estaba ofendiendo.

-Tú no haces nada, absolutamente nada.- continuó ignorándome épicamente.-Sólo compras cosas y te diviertes, así no funcionan las cosas. Se suponía que estábamos juntos en esto, pero hace tiempo que te haces la desentendida.-

-¿Qué estás diciendo?.-

-Comenzarás a trabajar aquí.-

-¿Acaso quieres que nos lleve definitivamente a la ruina? ¡No tengo idea de qué hacer!.- chillé, me iba a dar un ataque.-Pensé que querías evitar la bancarrota, no apresurarla.-

-Es por eso que te conseguimos ayuda.-

-¿Ah, sí? Genial.- dije con sarcasmo.

Tyler se levantó del asiento, tomó su chaqueta y revisó su móvil antes de rodear el escritorio. Para ese momento yo estaba al borde de una convulsión, también me estaba sintiendo propensa a vomitar y a sufrir un paro cardiaco. No podía creer que Tyler en verdad me estaba enviando a trabajar, digo, es cierto que he dedicado mis últimos años a hacer nada, pero quizás esta no era la mejor forma de comenzar a hacer algo con mi futuro. Lo bueno era que iba a trabajar en los hoteles y no repartiendo periódicos o atendiendo un puesto de comida rápida.

-Mañana debes estar aquí a las doce, conocerás al Sr. Faulkner en tu oficina.- me indicó.

-Dos preguntas.- dije luego de dar un grito mudo sin que él lo notara.-¿Tengo oficina?.- me levanté y lo seguí fuera. Al salir la secretaria Mona nos saludó.

-Siempre has tenido una, que nunca la uses es otra cosa.-

-Sí, claro.- asentí.-¿Y quién es ese tal Faulkner?.-

-La ayuda.- dijo con simpleza.

Luego de la reprimenda, o mejor dicho, castigo de Tyler decidí que necesitaba quejarme con alguien. Actualmente mi gama de amigos se limitaba a los peculiares personajes que se aparecían en los clubes que solía frecuentar, desgraciadamente no podía usarlos porque no eran la clase de amigos con los que te desahogabas para sentirte menos miserable. Así que no me iban quedando muchas opciones. Fácilmente podía copiar la idea de Forest Gamp y sentarme en una banca a hablarle a quien fuera que se acercara, pero no estaba tan desesperada, así que terminé parada frente a una puerta azul petróleo que conocía bien.

Toqué el timbre con insistencia haciéndole imposible que no me escuchara, pero a pesar de que estuve presionando el botón constantemente él se tomó su tiempo en aparecer.

-¡West!.- exclamé en tono lastimoso al verle.

-¿Alguien murió?.- preguntó entrecerrando los ojos.

Se restregó una mejilla con el dorso de la mano, dejando una mancha de color verde sobre su pómulo que combinaba con el tono oscuro de sus ojos. Decidí no mencionarle que acababa de mancharse la cara con pintura por varias razones, entre ellas que no se molestaría en limpiarse porque ya estaba acostumbrado a andar todo salpicado de pintura, y otra era que me gustaba verlo desaliñado. 

-¡No!.- continué con el mismo tono.

-¿Te ofendió alguien?.- continuó adivinando.-¿Te duele algo?.- negué.-¡Oh, ya sé!.- exclamó triunfante.-Te quitaron algo. No, eso no...-

-¡Sí!.-

-Espera, ¿en verdad te asaltaron?.- preguntó, un poco más serio y menos entretenido tratando de adivinar.

-¡Sí!.- repetí.

En ese momento lo sentí rodearme el brazo con una mano y arrastrarme dentro de su departamento, cerrando la puerta tras de mí. Lo siguiente que supe fue que me inspeccionaba en busca de alguna herida mortal o algo por el estilo.

-¿Qué te quitaron? ¿Cómo era el tipo? ¿Debería llamar a la policía?.- preguntaba precipitadamente mientras me palpaba los hombros. Llevó a cabo una inspección flash de mi estado físico, buscó hematomas en mis brazos, marcas de estrangulación y finalmente me tomó el rostro con ambas manos y miró mis ojos con tal de asegurarse de que estaba bien psicológicamente.

-Me han robado la libertad.- susurré derrotada.

-¿Qué?.- preguntó confundido mientras ponía su mano en mi frente para tomarme la temperatura.

-¡Mi libertad!.- chillé alzando los brazos en el aire.

Una risa rompió mi dramática afirmación haciendo que mis brazos cayeran muertos a mis costados. Frente a mi West se recuperaba de su súbito ataque de risa, y yo fruncí el ceño no muy feliz de que él estuviera regocijándose con mi desgracia.

-Por un momento creí que en verdad pasaba algo malo.- dijo.-Me alegra que estés bien, ¿qué haría yo sin ti?.- me preguntó con una sonrisa.

-Morir de inanición.- contesté alzando un hombro con desinterés.

Bastó con que le diera una sonrisa para tenerlo aferrado a mí en un sofocante abrazo de oso, sus brazos se enredaron alrededor de mi cintura y juro que mis pies dejaron el piso por un momento. West nunca había sido tacaño con sus abrazos y solía ser de esas personas que te apretaban hasta quitarte el aire de los pulmones, por lo que en ese momento me sentía asfixiada y propensa a desmayarme.

-Probablemente.- me apoyó aflojando sus brazos a mí alrededor y dejando un ligero beso en mi cuello antes de soltarme.

Todo mi cuerpo se sacudió por culpa de ese estúpido beso, lo que seguía sorprendiéndome considerando el hecho de que ya debería estar acostumbrada a ese tipo de cosas.

Conocí a West unos meses después de que Tyler entrara a la universidad, un día fui a recogerlo para que me acompañara de compras y lo vi incluso antes de divisar a mi hermano. Todavía me pregunto por qué lo vi, West no era uno de esos chicos con los que te fracturabas el cuello por quedarte mirando. Es bastante normal, delgado sin ser esquelético, alto sin ser un gigante y lindo sin ser despampanante. De todas formas, esa misma tarde caminé hacia él y le di un extenso discurso presentándome, cuando me terminó de escuchar sonrió y me estrechó la mano. Me llevó un maldito año lograr que se le ocurriera invitarme a salir, me alegro de que valiera la pena.

-¿Por qué te vi?.- le pregunté, lo escuché resoplar en la lejanía. Ni siquiera me había dado cuenta de que se había ido a la otra habitación.

-¿Tengo que decírtelo de nuevo?.- preguntó asomándose por el arco que daba a la sala.-Laila, llevaba una pintura en lienzo que me llegaba hasta el pecho. Creo que eso es algo un poco notorio.-

-Oh, sí.- asentí.-Lo recuerdo.- dije con la imagen de él tratando de no chocar con las cosas por llevar un cuadro gigante.

Me quité los zapatos y la chaqueta antes de seguirlo dentro de la sala, tropezando con un tarro en el camino. El departamento de West era un verdadero desastre, cada vez que pasaba la noche con él terminaba tropezándome con algo la mañana siguiente.

Sorteé un camino lleno de obstáculos antes de lograr llegar al sofá, caí rendida sobre él y comencé a retorcerme como una babosa, sufriendo por lo que el futuro me deparaba. Creo que estuve varios minutos deshaciéndome en miseria antes de notar la mirada de West, tenía una ceja arqueada y se frotaba la barbilla pensativamente mientras me analizaba.

-Me encantaría saber qué te pasa, honey.- odiaba que me llamara “honey”, cada vez que lo hacía su voz se suavizaba y me hacía sentir como una enana de ocho años.-Pero esas contorciones me distraen.- aseguró.

-Tyler dice que debo trabajar.- solté, dejando las contorciones de lado.

-¡Eso es genial!.- exclamó juntando sus manos.-Oh no lo es...- trató de corregirse al ver mi cara.

-¡No lo es!.- gimoteé.-Tendré que levantarme temprano y usar mi cerebro, tendré responsabilidades y todos me odiarán si digo o hago algo mal.- solté un grito histérico, el cual contuve mordiendo una almohada.

-No es tan malo, hacer esas cosas es parte de crecer.-

-No quiero crecer.- me crucé de brazos.-¿Quieres que crezca y que sea madura?.- le pregunté haciendo mi mejor imitación del Gato con Botas.

Dejó escapar un suspiro, se limpió los restos de pintura de las manos con un paño y después se sentó junto a mis pies. Apoyó los codos sobre sus rodillas, mirando meditabundo hacia la televisión apagada, sólo entonces me di cuenta de que había música sonando. Siempre encendía la radio cuando pintaba o dibujaba, igual que muchos otros supongo.

-Te adoro ¿lo sabes?.- asentí lo más seria que pude.-Soy feliz con cada pequeña parte de ti.- sujetó mis piernas, como si fuera a salir corriendo porque decía eso. Cosa que hice un par de veces antes...-Pero algún día tendrás que convertirte en la jefa de mucha gente, el dinero no se hace solo y dentro de unos años tú tendrás que encargarte de todo.-

-Tyler y yo.- lo corregí.

-Sí, y espero que  seas un buen complemento para él.- dijo cuidadosamente.

-¿Es idea mía o estás ligeramente de su lado?.- por el universo, odiaba que fueran amigos.

-Pff, claro que no.- bufó, alejando la posibilidad como si fuera algo completamente ridículo.-Siempre voy a estar de tu lado.- aseguró.

Hice unas extrañas maniobras hasta que estuve hincada a su lado, le rodeé el cuello con los brazos y besé su mejilla varias veces hasta llegar a su boca. Estaba a punto de cambiar el tono de ese beso cuando murmuró algo sobre mis labios, algo que obviamente no entendí enseguida.

-Quizás estoy...- lo interrumpí continuamente, pero él insistió en hablar.-Ligeramente de su lado.-

-¡Maldito traidor!- y con eso tomé el cojín para estampárselo en la cara.     

----------------------------------------------------------

Primer cap!!! espero que les gustara y recuerden que el primer comentario se lleva una dedicatoria y no vale un comentario que diga "Primer comentario!!!" tienen que leer primero!!! :D

Continue Reading

You'll Also Like

1.3M 96.7K 51
A punto de terminar su carrera en Historia, Skylar Case se somete al duro trabajo de realizar un EuroTour junto a sus compañeros. Resignada solamente...
38.2K 4.3K 47
Pobre Joseph, alguien debió advertirle que se estaba equivocando al contratar a Lexy como su nueva secretaria, pero se "emocionó" demasiado y la mesa...
155K 5.8K 14
"Elizabeth debe jugar a tiempo sus cartas, porque nunca se sabe cuando se acabará el juego. Mucho menos cuando manda el corazón..." ESTA NOVELA SE EN...
152K 13.9K 43
Cuando la vida de Evonne Simmons comienza a caer en picada, y la depresión se encuentra a flor de piel, su hermana de cinco años, Loamy, luego de una...