Mina llegó a la casa de Chaeyoung, y pensó que la baja de verdad era una tonta por tener esa confianza. Ahora tenía pase abierto para agarrar su laptop, ni siquiera tenía contraseña. Se tomó la libertad de recordar algunas cuentas. Vió que tenía acciones de la empresa de su padre y parte de la herencia de estos mismos, la mitad era para ella y la otra para Son Jihyo.
— ¿Qué estoy haciendo? — se susurró a sí misma
Debía hacer esto para conseguir el dinero que quería para Mark, el novio que se supone ama, y ella. Chaeyoung era una buena persona y ya tenía una vida algo infeliz como para hacerle más daño.
Suspiró y cerró la laptop
La dejó en el escritorio, con la mente en blanco y al mismo tiempo, pensando que haría... ¿qué le diría a Mark? En vez de seguir con su plan se fue a la cocina y se sirvió un vaso con agua para poder tomar la pastilla que de camino hacia la casa de Son había comprado; no iba a arriesgarse a quedar embarazada. No ahora.
Dejó todo limpio y fue al cuarto de Chaeyoung para acostarse en su cama, entonces cerró los ojos. Ese aroma a fresas y el envolvente olor corporal de Chaeyoung la hacían... relajarse.
Ahora sí que estoy en problemas...
Se quedó unos minutos acostada, sin hacer nada, y cuando creyó poder descansar un rato, un fuerte estruendo sonó, asustándola. Mina fue rápido a la puerta y la abrió. Vió a Chaeyoung sumamente enojada, sus ojos estaban un poco rojos a causa de este.
Cuando entró, Chaeyoung tiró la puerta para cerrarla y la mayor abrió los ojos, creyó que la puerta se rompería o algo por la brutalidad
— ¿Tan mal te fue? — Chaeyoung dió un fuerte respiro tratando de calmarse. No quería hablarle grosero a Mina
— Ellos... siempre logran hacerme enfadar. Quieren que sea alguien que no soy y eso ya me está hartando
Mina aún no comprendió del todo lo que sus padres le habían dicho, pero hizo lo que sintió correcto. La abrazó. Chaeyoung inmediatamente envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo, apretándola fuertemente mientras recostó la cabeza en su hombro
— Necesitas tomar asiento — le recomendó la japonesa. Agarró a Chaeyoung de la mano y la llevó hacia los sillones, la baja recostó su cabeza en el respaldar del sillón. Se sentía cansada. Mina se sentó en el suelo, justamente frente de ella y la miró atentamente
— Si quieres decirme qué pasó... Yo puedo escucharte... — Mina se aclaró la garganta y luego se lamió los labios, la menor la miró seria desde arriba —. Si quieres desahogarte y-...
Chaeyoung sonrió levemente, ver a Mina ahí le hacía bien. No estaba sola, tenía a alguien, Mina estaba con ella.
— Todo el alboroto fue porque, de alguna manera, supieron que yo estaba ahí — Mina frunció el ceño. Son trató de explicar mejor —. Mi hermana mayor, Jihyo, no sabe que soy lesbiana. Mis padres no quieren que ella sepa... no sé porqué... pero ellos también son unos imbeciles, ¿sabes? Ellos realmente quieren creer que eso fue una etapa que dejé de adolescente, pero aún así, siempre están encima mío y vigilan con qué personas me junto
Muy bien. Ahora Mina estaba preocupada.
— ¿Crees que ellos saben algo de mí? — comentó minuciosa. Chaeyoung miró hacia arriba y negó con la cabeza haciendo una mueca
— No... No lo creo. Les dije que sólo estaba comiendo con una compañera de trabajo. Ellos no te vieron, así que todo está bien — cuando la joven ministra terminó de hablar, Mina sintió un fuerte alivio, por un momento pensó que estaba jodida. Pero realmente no tenía razones para sentirse así, aún no había hecho nada, nunca estuvo involucrada directamente con los anteriores timos y nunca hubieron denuncias.
— Me dijiste que tu familia gustaba de ese restaurante, creo que deberías evitarlo un tiempo
— Tienes razón. Fue mi culpa. Si hubiese escogido otro lugar, este inconveniente no hubiera pasado. Lo siento. Realmente yo no sabía que ellos estarían allí. No debían... se supone que estarían en el extranjero, pero retrasaron su viaje para cenar con mi hermana
Mina formó una "o" con sus labios, comprendiendo
— No digas que fue tu culpa, Chaeng. Tú no sabías
Son levantó la comisura de sus labios y extendió su mano hacia la mejilla de Mina acariciándola
— Ven — Chaeyoung jaló su mano e hizo que Mina se sentara sobre ella a horcajadas. La abrazó fuerte, realmente la necesitaba. Mina siempre tenía un dulce aroma, sutil. Aspiró en su cuello y cerró los ojos —. Gracias Mina
— ¿Gracias... Por qué?
— Estás aquí
¿Por qué siento que estar en tus brazos es lo correcto? ¿Qué siento por tí Chaeyoung?
Mina se hizo un poco hacia atrás para poder apreciar el rostro de su contraria, sus ojos aún seguían rojos, pero ahora también estaban algo húmedos y eso hizo encoger su corazón. No le resultó agradable ver a Chaeyoung de esa manera.
— ¿Qué te parece si salimos más tarde? ¿Hay algún lugar que te guste? — Trató Mina de animarla. Chaeyoung negó con la cabeza
— Sí tengo, pero lo que no tengo son ganas de salir a ningún lado, tal vez termine haciéndolo para comer — el tono de su voz estaba apagado, Mina no quería profundizar más en una conversación sobre su situación familiar. No era apropiado y era lo que Chaeyoung menos necesitaba.
— Vamos... — insistió Mina—, No puedes quedarte triste toda la noche —Chaeyoung volvió a mirarla seria —. Por favor... Vamos... Solo quiero animarte o algo, ¿Hay algún lugar que frecuentes mucho?
Chaeyoung gruñó.
— ¿Porque eres así? — molestó Mina—¿Ahora quieres ser una gruñona? — Chaeyoung desvió la mirada y Mina atrapó su rostro con sus manos haciendo que la mirara de frente—. ¿Dime, tienes un lugar al que frecuentes?, ¡vamos a ese lugar!
— No — Mina se removió y colocó sus manos en los hombros de Chaeyoung y la sacudió un poco tratando de animarle, aún estaba algo seria.
— Vamos por favor... — insistió e hizo un puchero.
— ¿Qué? ¿Ahora quieres hacer de niña mimada? — Chaeyoung trató de bromear pero sonó brusco, sin embargo, Mina sólo le regaló una pequeña sonrisa.
Su sonriera era adorable.
— Vamos, yo invito esta vez...— Chaeyoung rodó los ojos.
— Yo pago no te preocupes.
— ¡¿Entonces aceptaste?!
— Esto es... ¡Es un bar! — exclamó Mina, viendo el lugar desde fuera.
— Bueno, tú fuiste quién insistió en venir acá, y no es exactamente un bar... Si llegas a sentirte incómoda sólo dime y nos iremos; si alguien te dice algo no dudes en avisarme — Chaeyoung se adelantó y abrió la puerta para que Mina entrara primero—. Después de ti, linda.
Mina entró y el lugar parecía tranquilo, un bar normal como cualquier otro. Chicas, chicos, una barra, los licores, el bartender, etc...
Vió que la coreana se acercó a la barra y ella la siguió.
— ¡Hey! ¡Son Chaeyoung! — sonrió la chica—. Hace mucho no te veía por aquí — la bartender sonrió haciendo que sus ojos desaparecieron por completo—. ¡Oh! Veo que traes compañía.
— Hola Dahyun — sonrió un poco apenas un par de segundos—. Si bueno... He estado ocupada. Y si... Ella es Myoui Mina, viene conmigo — la baja sacó una tarjeta y se la entregó a la tal Dahyun. Mientras ella pasaba la tarjeta miró a Mina como si estuviera inspeccionando si se encontraba bien. Caminaron unos pasos y estuvo totalmente impresionada.
— Pensé que todos los lugares como este el gobierno los cerraba — comentó Mina teniendo una vista panorámica del lugar
— Oh... sí lo hacen — dijo un poco seria— Por eso este lugar se encuentra oculto en un bar "normal".
Siguieron caminando y Mina sintió el agarre de su mano más firme. Miró a ambos lados y wow, sí que era un lugar algo.... ¿Era un night club?
El salón era espacioso, más grande que el bar de afuera. El ambiente estaba en un tono rojizo, medio oscuro, sensual. Por donde mirara habían mesas redondas con un tubo de pole dance en el centro de cada gran mesa, los asientos eran sillones que iban de acuerdo a la circunferencia de esta. Mina tragó un poco nerviosa.
Se dió cuenta que sólo habían mujeres. Habían chicas que bailaban encima de algunas mesas para las espectadoras, chicas hermosas, con muy poca ropa. En una de las mesas estaban sentadas y se dió cuenta que la estaban mirando de una manera extraña, una que le causó escalofríos. Mina decidió adelantar un par de pasos para estar más cerca de Chaeyoung.
La música del lugar era envolvente, daba la impresión de ser movida pero al mismo tiempo sensual y con leves toques de guitarra. No supo calificar el tipo de canciones.
— Así que solías venír aquí... — comentó mientras sus mejillas se volvían tan rojas como un tomate. Chaeyoung no soltaba su mano. Mina vió a una mesera y sus ojos se abrieron mucho — ¿A dónde vamos?
— Vamos allá. Sí te sientes incómoda, avísame — señaló una mesa vacía.
Cuando se sentaron, otra vez vino uno de esas meseras, esas tenían un cuello blanco con un corbatín pero sin la camisa y solo con su brazier, también tenían las mangas de una camisa formal con un par de botones. En la parte de abajo tenían un delantal azul que se amarraba en la cadera, era corto. Y algunas de los meseras usaban medias negras altas o panties, otras, simplemente tenían sus piernas al descubierto.
— Hola Son — saludó una de las chicas que atendían en aquel lugar. Chaeyoung asintió a manera de saludo y extendió la mano para tomar el menú—. ¿Quieres el té de siempre? — Chaeyoung volvió a asentir. La mesera miró a Mina—. ¿Y tú linda, qué quieres de tomar?
— Aah yo...— casi balbucea de la impresión. Volvió a ver a Chaeyoung y aún estaba con una expresión seria en el rostro. La pelinegra sonrió un poco maliciosa —. Trae dos soju, con el grado de alcohol más alto que tengas. — la linda mesera asintió y se retiró.
— ¿Tanto tomas? — interrogó Chaeyoung impresionada. Mina rió.
— No, pero... ¡tú tomarás conmigo! —la señaló con un dedo.
— Pero yo no tomo. No me preguntaste si quería. ¡Te lo tendrás que tomar tú sóla!
— Aún estás algo amargada, yo sólo quiero que te diviertas, Chae. Y vas a tomar conmigo — volvió a afirmar Mina muy segura de sus palabras.
— ¡Ya te dije que no tomo!
— Aquí tienen— la mesera colocó las tres bebidas, el té de Chaeyoung y las dos botellas de soju —. Por cierto Chae, ¿no quieres algo de comer o uno de los espectáculos de siempre? — Chaeyoung negó y la chica se fue
Mina tomó una de las botellas y la puso cerca del rostro de Chaeyoung para que tomara, haciendo que la baja alejara su rostro con una mueca.
— ¿Por qué no quieres tomar?
— Porque cuando lo hago no controlo mis
actos. No puedo hacer algo de lo que después pueda arrepentirme, así que lo evito — explicó arrebatando la botella de la mano de Mina para colocarla en la mesa, lejos de sí.
— Hazlo por mí ¿si? — Mina volvió a hacer un puchero y Chaeyoung rodó los ojos. Myoui suspiró negando con la cabeza .— Oye Chaeyoung. Ahora que lo pienso, bueno...Esto no es importante pero vino a mi mente, ¿Porqué siempre sales a comer? ¿Nunca comes en casa?
— Bueno... — Chaeyoung parpadeó—.Yo no sé cocinar. Así que siempre compro algo para comer.
— Oh...— Mina la miró a los ojos—. Eso explica muchas cosas — rió. Seguidamente tomó un trago de Soju y una vez más se inclinó hacía la coreana para acercar la botella hacia su boca.
— ¡No, Mina!
— ¡Abre la boca Chaeng!
Lucharon un poco a modo de juego, aunque más que todo, Mina era la que estaba jugando. Después de tanta insistencia Chaeyoung finalmente se rindió.
— ¡Bien! ¡Pero sólo un poco! —Chaeyoung abrió la boca, dejando que la mayor le diera un trago. La de pelo corto tomó un gran sorbo e hizo una mueca.
— Ya vez... No te moriste —se burló—. ¡Ahora, toma! — Mina colocó la botella de Soju en el pecho contrario. Chaeyoung colocó sus manos encima de las de Mina y ambas se miraron a los ojos.
Myoui pensó que esa mujer realmente podía acelerar sus latidos.
Conforme pasaron los minutos, Chaeyoung estaba más tomada, no mucho, pero al parecer era débil al tomar, Mina pidió más botellas de Soju y Chaeyoung pidió un poco de vodka para ambas. Poco después ya estaban algo ebrias.
En medio de las risas una mesera llegó y colocó un champagne en frente de Mina, ambas miraron a la mesera confundidas, ninguna había pedido eso.
— Te lo envía una de las chicas de allá— señaló la bella chica —. Dicen que eres hermosa y quieren hacerte una propuesta.
Tanto Mina como Chaeyoung giraron la cabeza hacia la mesa para ver de quienes se trataba, Chaeyoung frunció el ceño y Mina se dió cuenta que eran las mismas cinco chicas que la estaban mirando hace un rato.
Estas estaban observándolas atentamente, esperando una respuesta.
— Oh no. Eso no — habló Chaeyoung seriamente. Agarró la copa, extendió la mano fuera de la mesa y mirándolas, regó el líquido en el suelo para finalmente colocar la copa en la bandeja del mesero—. Diles que no acepta. Ella ya es mía.
La mesera dió una reverencia y se retiró. Chaeyoung sonrió altanera.
— Chae, no tenías que ser tan grosera.
— ¿Ah, no? ¡¿Y dejar que esas tipas te propusieran algo indecente?! — dijo a la defensiva.
— No aceptaría eso
— Más te vale, estás acompañándome en este momento — advirtió Chaeyoung y Mina rió algo borracha para notar el tono potente de la coreana.
En medio de su risa tonta, Mina, recordó las palabras dichas por la mesera y se calló mirando a Chaeyoung a los ojos.
— Pero Chaeng siempre aceptas bailes de chicas extrañas.
— Era antes de conocerte, ya no lo hago.
— Chaeng, no pidas ningún baile esta noche— expresó la nipona, insistiendo, sus mejillas estaban algo rojas por el alcohol—. Yo puedo bailar para ti.
Instantáneamente el interés de Chaeyoung despertó. Su mente imaginó mil cosas en tan solo un segundo.
— ¿Sabes bailar? — interrogó con una sonrisa juguetona y se lamió los labios.
— No lo hago mal — dijo orgullosa y se subió a la mesa para agarrar el tubo, sonrió mirando a Chaeyoung abajo, sentada con las manos extendidas a lo largo del respaldar y las piernas levemente abiertas. Mina se quitó el chaleco que llevaba puesto y lo tiró al lado de Chaeyoung. Luego, agarró con sus dos manos el tubo y descendió, agachándose con las piernas algo abiertas dándole a Chaeyoung una gloriosa vista de sus muslos y trasero, su jeans se ajustaban bien a su figura.
Desde abajo Chaeyoung estaba contemplándola y deseándola como nunca. Era increíblemente sexy. Mina comenzó a improvisar, había visto esos bailes antes, además, hace rato había observado a las chicas de ahí bailar.
Cada vuelta y movimiento de su cuerpo era deslumbrante y sensual, no sólo llamó la atención de Chaeyoung, sino también de otras mesas que comenzaron a animar a Mina, dándole más confianza.
Ella se colocó de rodillas y quitó su blusa negra, justo en frente de Chaeyoung, tenía varios pares de ojos encima, pero con el alcohol en la sangre los ignoraba por completo, en otras circunstancias no se habría atrevido a hacer lo que estaba haciendo anora.
Chaeyoung se inclinó un poco hacia adelante para colocar sus manos en el trabajado abdomen de Mina, luego situó sus manos en su cintura y acercó su rostro para lamer el abdomen de la nipona, esta dió un corto quejido ante la sensación. En un rápido movimiento, Chae la tumbó y su espalda chocó contra la fría mesa.
Mina se asustó pero se dió cuenta que sólo se trataba de Chaeyoung. La coreana sin la menor prudencia comenzó a besarle el cuello, sacándole así varios suspiros.
Fue entonces cuando Mina miró las otras mesas, muchas estaban mirándolas atentamente con una sonrisa morbosa, otras estaban concentradas en otra mesa a la distancia dónde se encontraban dos chicas teniendo sexo en el sofá y sus mejillas se pusieron calientes.
¿Acaso Chaeyoung planeaba tener sexo ahí en frente de toda esa gente?
— Chaeng... — suspiró fuerte—. ¿Vamos a tener sexo aquí? —habló con la voz temblorosa, podía jurar que el miembro de Chaeyoung ya estaba duro por el gran bulto que se observaba sobre su pantalón — Todos n-nos están mirando.
— No me importa si nos miran —colocó su cuerpo encima del de Mina presionándola contra la mesa y acercó su rostro a su oído —. Así todos se darán cuenta que soy yo la que te quiere y te tiene.
Esa actitud de la coreana la estaba excitando, por un momento se imaginó teniendo relaciones sexuales en frente de todos, pero no era algo que quisiera, aún no estaba tan ebria para hacer tal acto.
— Pero me da vergüenza —susurró y Chaeyoung la observó seria—. por lo menos, vamos al baño... Por favor...
— ¿Te gustó hacerlo en el baño verdad? — rió un poco —. Sería la segunda vez que lo hacemos hoy.
Mina a pesar de todo estaba sumamente excitada. Así que tomó la mano de Chaeyoung y la guío hasta el baño. Entraron besándose con una profunda necesidad, cerraron el cubículo del baño, y empezaron a desvestirse con los movimientos torpes de sus manos.
Esta vez no importaba, estaban algo ebrias y debido al lugar podían ser ruidosas, al menos eso pensó Mina.
Myoui devoró los labios de Chaeyoung, mientras esta trataba de alzarla, la nipona puso sus brazos y manos en la parte superior de los cubículos, todo para que el peso no fuera tanto para Chaeyoung. La japonesa rodeó las caderas de la baja sosteniéndose fuerte.
Escuchó el cinturón de Chaeyoung ser movido por el suelo y luego la agradable y excitante sensación de ser penetrada, dió un gemido bastante fuerte y sus cuerpos empezaron a moverse juntos para darse placer mutuo.
— Ah... ¡Chaeng! Esto me excita mucho—admitió.
— ¿Si? — Chaeyoung tenía una sonrisa juguetona, reafirmó el agarre en los glúteos de la pelinegra y comenzó a embestirla
Saliendo muy de noche de ese "bar", se estaban dirigiéndo al auto de la coreana. Mina estaba rodeando la cintura de la contraria con el brazo, mientras Chaeyoung rodeaba su cuerpo atrayéndola más a ella, a tal punto de que Mina se sentía protegida por su contraria.
— Gracias Minari — dijo la coreana.
— ¿Por qué?
— Gracias por-...— se detuvo por un leve tambaleo — Por hacer a mi pequeño fifi feliz.
— ¿ah? — Mina bostezó mientras trataba de analizar las palabras de la coreana. Acaso...¿Chaeyoung tenía un hijo o alguna mascota? —. ¿Quién es tu pequeño fifi, Chae? — reclamó.
— el pequeño fifi es mi pe-...— levantó el brazo señalando su auto negro — ¡Ese es mi auto!
— Chae, tomaste mucho, no deberías conducir así. ¡Yo conduzco!....Bueno, Vamos a morir.
— Ah, es mi auto, Minari. Además yo te traerte — dijo, en su voz se podía notar la embriaguez, pero Mina no era la excepción, había tomado un poco más que la joven empresaria de vestimenta elegante. Chaeyoung se subió al carro primero y Mina estaba por abrir la puerta del asiento copiloto y un sonido apareció. Lo buscó medio minuto para darse cuenta que era su celular así que lo sacó de su chaqueta negra.
— ¿Quién es?
— Mina, soy Mark. ¿Vas a venir? Había preparado la cena, y ya es muy tarde, estaba preocupado
— ¡Mark, sí! No me esperes. Yo quiero pasar tiempo con ella.
— ¿Mina? Estas... ¡¿Estás ebria?!
— ¿Que? ¡No! Solo tomé un poquito. Y no me esperes — volvió a decir. Él ignoró sus palabras.
— ¿Estás con la idiota? ¡¿Al menos sacaste información de ella?!
— no te vo'a decir — reprochó—. ¡Y Chaeng no es idiota!
— Mina ¿que estas-...?
— ¡cállese! Chaeng es buena —lloriqueó Mina, nisiquiera sé entendió lo que dijo.
Finalmente ella colgó. Se subió al auto y Chaeyoung la estaba mirando.
— ¿estás bien?
— Chaeng no es idiota, Chaeng es inteligente y hermosa — dijo Mina
Sin entender, Chaeyoung iba a encender el carro, pero en realidad, ambas se quedaron dormidas en el auto antes de que este si quiera prendiera.