Disclaimer: Este drabble pertenece al reto #FebruaryFlower organizado por Princess_Saremi.
Día dos: Margarita / Atardecer.
Palabras: 473.
AU.
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Para cuando habían llegado a esa zona solitaria el sol se estaba ocultando, coloreando el reflejo del lago frente a ellos y cambiando el tinte del cielo.
Su exploración del lugar al que se acababan de mudar comenzó desde la mañana. Ansiosos como unos niños ─y sobre todo la mujer─ de conocer aquello que identificarían como hogar, con una ropa sencilla y tomados de la mano, emprendieron una caminata con el solo objetivo de reconocimiento.
Muchos dirían que vivir por el campo no era la gran cosa, alejados de todo y de todos. Pero al menos para Asuna, la mujer ahora esposa de Kazuto Kirigaya, lo tomaba como una aventura que le emocionaba a montón.
Y absolutamente todo lo que encontró a su alrededor le fascinó. Ahí, donde sentía el aire más puro y era hipnotizada por la belleza de la naturaleza, ahí donde escuchaba con tanta claridad el cantar de las aves, ahí donde encontraba tanta variedad de flores... Sí, ahí quería vivir con su persona amada.
Lo que más le alegró el alma fue descubrir montones de margaritas creciendo cerca de su casa. Tomó aquello como una señal; una señal de que definitivamente ahí sería feliz.
La enorme sonrisa disminuyó un poco debido a la fatiga, pero en cambio, el agarre de las manos sólo se afianzó.
Disfrutando de la paz y la sensación de añoranza que deja los últimos momentos del sol, ambos se sentaron en la hierba a contemplar el panorama.
Cuando él la abrazó por detrás, su cabeza encontró lugar entre su hombro. En un suspiro ella estaba tan cómoda y en calma.
Kazuto, observando atentamente esos cálidos tonos naranjas y amarillentos, que revueltos allá en el cielo le recordaban demasiado a la cabellera de la mujer sentada a su lado y con la que compartirá su vida de ahora en adelante. Acercó su rostro al de ella, y tomando un beso de cariño desprevenido, le preguntó casi susurrando, como algo que queda entre los dos y nadie más:
─¿Lista para un nuevo inicio juntos, Asuna?
La Yuuki miró a las pupilas de su pareja, y viniendo a su mente todo lo que ha pasado con él, las nuevas y maravillosas experiencias que seguramente vivirán los dos, así como esas margaritas que le aseguran todo lo que quiere. Devolvió su respuesta con otro beso de amor.
─Sí, lista para estar contigo Kazuto-kun.
Con sonrisas contagiosas de un inocente amor de una pareja joven recién casada, de verdad esperan una felicidad juntos como lo predican las margaritas al alcance de sus manos.
Pero no se aferran sólo a significados, no. Ellos darán su esfuerzo para que su alegría dure tanto como sus cuerpos. Y su amor se convierta en lo más cercano a eterno.
Antes de perder por completo el brillo del astro rey, ellos regresaron a casa.