Fuerzas Opuestas.

By Gathergerd

3.5K 491 77

En las tierras de Arium, diferentes seres conviven en paz y armonía... ¡O eso quizás fue en el pasado! ... More

Fuerzas Opuestas
Mapa.
🍃Capítulo 1.🍃
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
♛SEGUNDA PARTE♛
Capítulo 17.
Capítulo 18.

Capítulo 14.

94 18 0
By Gathergerd

Maratón de Seldrum (1/3):

     El equipo había partido nuevamente apenas salió el sol. Cian ofreció llevarlos a ambos una parte del viaje volando, para así acortar el tiempo o evitar posibles peligros que surgieran en el camino. Aun que siempre fue una chica con una gran fuerza sobrehumana, eso no significa que no pudiese cansarse al cabo de un rato.

     No se detuvieron durante horas. Según el nuevo mapa, estaban a días de llegar a su destino y habían varios caminos para dirigirse allí, algunos más ajetreados que otros. Llegar hacia Augán no era cosa fácil, desde hacía años el reino se encontraba en una guerra. Cuando la reina Annela desapareció del trono sin dejar rastro, las cosas se descontrolaron. La población terminó enterándose de lo ocurrido e exigió respuestas, mismas que nunca les llegaron con claridad, dando pie al surgimiento de rumores: un asesinato, una traición, un secuestro. Pero si las cosas no iban ya peor para los ciudadanos, los problemas aumentaron con la llegada de Favio al poder absoluto: más quejas, hambre y muertes.

     Por otro lado, el desierto tampoco era una opción rentable para el equipo. Las temperaturas por ese lado eran agobiantes, y sin un transporte adecuado o la suficiente agua, podían llegar a volverse cadáveres nuevos para el cementerio bajo la arena. Eligieron el camino restante: rodear Augán e ir por el bosque. No había un sendero marcado en el mapa para aquel recorrido, así que tuvieron que confiar en su orientación.

     Pasó mucho tiempo...y mucho mas tiempo. El cansancio comenzaba a hacerse notable mientras ahora atravesaban territorio salvaje a pie. Todos permanecen en silencio mientras caminan, sumergidos en sus pensamientos. Debajo de los ojos de Eleonora, ya pueden verse unas pequeñas ojeras por no dormir. La noche anterior su cerebro no dejaba de pensar; si no eran sus dudas acerca de la identidad de Rumshum, era la incertidumbre por descubrir Seldrum.

     De repente, unos arbustos se mueven bruscamente. Hasta ahora, no habían tenido ningún problema con respecto al viaje, pero aquel sonido los regresaba a la realidad, totalmente alertas y despabilados.

Cian: Oigan —susurra— escucho algo extraño..

Rumshum: Ah, igual yo.

     Se escuchan mas fuertes.

Eleonora: Debería ir a ver —responde desenfundando su espada.

Cian: ¿Qué?, ¿piensas ir sola?

Eleonora: No creo que sea algo peligroso de todos modos.

     El humano niega con la cabeza.

Rumshum: Sabemos que eres una chica valiente Eleo, pero de todos modos estamos jodidos si desapareces sin oportunidad de gritar antes —recrimina mientras prepara su ballesta.

     La elfa ya estaba acostumbrándose a la simple actuación de Rumshum, aquella de "Todo lo que he dicho o hecho antes, realmente nunca pasó. Todo esta bien". Sin embargo, le sigue sorprendiendo su facilidad para aparentar estar relajado o despreocupado, cuando está segura de que si él tuviese la oportunidad, ya la hubiese abandonado en el trayecto. O más aún, asesinado para su colección.

Cian: Lo que él quiere decir, es que te acompañamos —agrega sonriente.

     Eleonora suspira y acepta la petición. Los tres se introducen en el camino por donde se oye el sonido, y apenas cruzan un par de árboles, se topan con algo que les toma por sorpresa: Un alto caballo de tonalidades claras y de largo cabello plateado, llevando altivo en su frente tres pequeños cuernos blancos y enfilados de forma vertical uno al lado del otro. La ángel deja escapar un chillido, aterrada. El animal capta el ruido y ve con sus ojos oscuros al equipo. Es entonces que instintivamente se echa a correr, hasta perderles de vista.

Cian: ¿Qué fue eso...? —pregunta con sus manos temblorosas.

Eleonora: Es un tricornio. Poseen tres cuernos y son mas raros, veloces y fuertes que un caballo corriente.

Cian: ¡¿Enserio?! —grita espantada con aquella descripción—. Se ve un poco peligroso..

Rumshum: Suena a un buen animal para cazar —comenta apuntando con su ballesta.

Eleonora: No tenemos que molestarlo, eso sería peligroso. Mejor sigamos hasta encontrar la salida del bosqu..

Cian: ¡Hey, por allá! —interrumpe.

     En la dirección donde apunta el dedo de Cian, ven una abertura de árboles, y más en el fondo, un camino de piedras. Los tres se miran entre sí y optan por investigar.

     Llegando hacia el otro lado, se topan con una aldea brillante. Las casas se ven construidas con madera y barro, teniendo forma circular. Sobre el camino, se encuentran nuevamente al mismo tricornio, siendo acicalado por una delgada mujer pálida y cabello platinado: una sílfide. Cerca de ella, la acompañan lo que parecen ser sus amigas, de igual aspecto y suma belleza, riéndose dulcemente mientras extienden sus anchas alas de tonalidades verdes y plateadas, casi imperceptibles a la vista.

Eleonora: ¿Sílfides?, creí que ellas rondaban por Sidrik —inquiere confundida.

Rumshum: ¿Qué clase de seres son?

Eleonora: Son mujeres que dominan el elemento del aire. Mi padre me contó que Sidrik estaba repleto de ellas por las constantes ventiscas que encuentras por allá.

Rumshum: Quizás simplemente querían cambiar de aires —responde a modo de broma.

Ninguna de las dos chicas se ríen.

Cian: ¿Cómo se llama este pueblo, Eleonora?

Eleonora: Pues, viéndolo bien, éste lugar no aparece en el mapa. Pero parece que aquí es territorio de caballos, unicornios, tricornios... y todos sus derivados.

Cian: Creo que me dan un poco de miedo...

Eleonora: ...¿Por qué?

Rumshum: <<¿En qué me metí...?>> —piensa llevándose una mano a su frente, agobiado.

Cian: No lo sé. Son como caballos, pero tienen un cuerno, o dos, y ahora me entero que existen hasta de tres.. —explica en una expresión horrorizada—. ¡Eso es ESPANTOSO! -finaliza y nota la expresión de Rumshum, para acto seguido golpearle el brazo—. ¡Hey!, ¡hablo enserio, no hagas esas caras!

Rumshum: Solo no quiero perder tiempo... —responde—. Algo me inquieta desde hace rato. Si nuestras armas fueron bendecidas, ¿Por qué Favio no recibió casi nada de daño? —pregunta cambiando de tema.

Eleonora: No tengo ni la menor idea, algo nos faltó...

Cian: ¿Fuerza interior? —sugiere.

Eleonora: No, seguramente hay otra cosa que se nos está escapando de las manos.

Rumshum: Solo démonos prisa en revisar si este lugar tiene una salida directo a Seldrum, quiero acabar ésto cuanto antes.

Cian: ¡A por Seldrum! —canta alegremente levantando un puño en el aire.

     Caminando por la aldea, se encuentran nuevamente con pequeños mercados. A diferencia de la Gran Ciudad, éstos venden monturas, pelos de unicornio y sus cuernos, junto con una amplia variedad de elementos para equinos y sus respectivos cuidados. También se ven puestos de hongos medicinales, armas de segunda mano y comida. Tanto Eleonora como Rumshum guardan sus armas para no mostrarse amenazantes ante los vendedores.

Rumshum: Yo me voy a ver que otras cosas tienen —dice separándose del grupo.

Eleonora: Si venden algo de elfo seguro ira a comprarlo —murmura mientras lo ve acercarse a un puesto.

     La rubia se ríe y niega con la cabeza.

Cian: ¡No lo creo!, eso rompería las reglas de nuestra unión amistosa —explica antes de posar su mirada fija en una de las tiendas—. Espera, eso es... ¡ES UN PUESTO DE COMIDA GRATIS! —grita mientras va corriendo hacia allí.

     Tal y como dijo su compañera, Eleonora observa una tienda con muestras de comida. Los platillos calientes hacen resonar su estómago, obligándola a seguirla. Al llegar, una vendedora de contextura grande y orejas de felino puntiagudas les regala una sonrisa. Es la primera vez que Eleonora ve en persona a un Enák, una raza compuesta por animales humanizados. La misma muchacha les acerca unos platos antes de hablar:

Vendedora: Bienvenidas. ¿Qué les parece si prueban un poco de la comida típica de Ukarn?

Cian: Así que así se llamaba este lugar. Ukarn, Ukarn... —pronuncia en voz baja dos veces. Luego asiente en una sonrisa—. ¡Nos encantaría!

     La mujer Enák se da la vuelta y acercando una profunda olla les sirve a ambas una sopa con extrañas verduras cortadas en cuadrados. Su particular olor y textura les recuerda a la cena de aquella posada barata en Rhampsia, comenzando a sospechar. Reciben la comida en agradecimiento y se alejan un par de pasos para discutirlo:

Eleonora: Oye, ¿No se te hace raro que regalen comida en primer lugar?

Cian: No lo sé...pero ya he comido tantas cosas extrañas en todo este tiempo, que aceptaría cualquier cosa, inclusive algo como ésto —responde viendo su plato—. Y...tengo hambre.

Eleonora: Típico de ti.

     Cuando prueban la sopa, notan que realmente tiene buen sabor. Ambas disfrutan de su comida hasta que la rubia nota un condimento de gran tamaño, sumergido en el fondo del líquido amarillento. Al levantarlo con su cuchara, deja caer el plato en un grito de espanto. El ojo rueda hasta detenerse sobre las botas de la elfa, la cual recae en uno de los carteles sobre la comida la cual ofrecían: "Sopa de unicornio con verduras". Eleonora revuelve un poco su sopa y al igual, flota una oreja de caballo, causándole arcadas. Justo a tiempo, Rumshum regresa y se acerca a ellas.

Rumshum: Creo que no vieron esa venir —bromea y prosigue con algo de sarcasmo—. ¿Estaba buena la sopa de unicornio? Tengo que probarla.

     A la rubia se le congela la sangre de horror.

Cian: Me comí a un unicornio... a un...un unicornio... —repite paranoica antes de hacerse a un lado y vomitar.

     Eleonora desecha con asco todo el líquido junto con el plato en un bote de basura. Mientras Cian se recompone, su compañero les muestra una bolsa de tela cerrada que ocupa toda la palma de su mano, y con al parecer varias cosas dentro.

Rumshum: Yo conseguí esto.

Cian: ¿Qué...qué es eso de ahí...? —pregunta señalando su bolsa—. <<Por Dios, que no sean más partes de unicornios...>>

Rumshum: Son cosas que conseguí mientras perdían el tiempo.

Cian: ¿Cómo cuáles?

Rumshum: Cosas. Son para mí.

Cian: ¡Ya pues, déjame ver! —insiste acercándose a él.

Rumshum: Dije que son para mí —apartando la bolsa.

     La rubia trata de quitarle la bolsa, pero él es más rápido y la aleja de ella. Cian retrocede y hace un puchero, viéndose como una niña enfadada ante los ojos de su compañero.

Cian: Bueno, pues quédatelo para ti —responde ofendida, cruzándose de brazos.

     Aquellos ojos nuevamente empezaban a aturdir los pensamientos de Rumshum. Suspira molesto.

Rumshum: ...Agh, bien —responde fastidiado. Abre la bolsa y saca uno de los objetos que compró— Observen esto, llegaremos a Seldrum antes de lo que cante un gallo.

    El humano saca una esfera pequeña de color rojo sangre con detalles plateados, que es de apenas el tamaño de un ojo humano. Las chicas lo ven extrañadas, hasta que él levanta su brazo, y la tira contra el suelo. Como si de una pequeña bomba se tratara, la esfera se expande en un arco, hasta formar frente a los tres un portal, con aquellos colores que tenía anteriormente.

Eleonora: ¿Qué fue eso? —pregunta viendo alarmada el portal frente a sus ojos.

Rumshum: Uno de los vendedores me la ofreció gratis, son llamadas esferas de portales. Me explicó que al ser objetos mágicos, con ellas se pueden viajar de un lado a otro, alrededor de todo Arium. 

Cian: ¡Woah, eso es increíble! —desprendiendo un aullido de felicidad. Sin embargo, una duda le surge y lleva un dedo a su mentón, pensativa— ¿Pero estás seguro de que eso no nos llevará a una dimensión paralela o nos tragará hasta el fin de nuestra existencia?

Rumshum: Eh... —mientras se la queda viendo raro— mira, no entendí nada de lo que quisiste decir, pero lo importante es que es seguro. Sino, no serían tan usados por los viajeros o aventureros. O eso me dijeron.

Eleonora: Bien, mientras nos apresuremos con ello, confío en eso. Adelante.

     Los tres se miran unos segundos, esperando que alguno pase primero y compruebe la seguridad del portal. Rumshum suspira exhausto y pone ambos pies dentro de él, hasta que en unos segundos las chicas dejan de ver su cuerpo, atravesándolo. Seguido de él, se adelanta Cian emocionada por descubrir como será el viaje. Eleonora ve por última vez todo a su alrededor, con la esperanza de que el viaje salga en condiciones.

     Pero sería todo lo contrario. Sus vistas son cegadas por la magia del portal, y casi a la velocidad de la luz, son transportados a través de un camino de colores que cambian a todo microsegundo. Sienten sus cuerpos ser empujados con fuerza hasta lo que parece ser la salida: un punto blanco que se acercaba cada vez más a ellos, hasta tomar la forma de una abertura, una puerta casi parecida a la entrada del cielo. Entonces salen disparados hacia el exterior, y caen de bruces sobre un montículo de arena. 

 Cuando se levantan aturdidos y ojean los alrededores, comienzan a recaer en que posiblemente aquel vendedor que le había ofrecido ciertos objetos a Rumshum, entre ellos la esfera, era un estafador de primera. Frente a ellos no se veía ningún cuartel ni edificio, solo una vegetación deteriorada y caminos de tierra seca. Un cielo oscuro los estremecía, y empezaban a ser agobiados por una cosa en concreto: una oleada de calor inesperada

Eleonora: Esto no es Seldrum, Rumshum.

Cian: Ugh...esto es horrible —se queja mientras su rostro se enrojece por las altas temperaturas.

Rumshum: ¿Esperabas que supiera todo acerca de éstas cosas? —explica señalando el portal, que ya se estaba cerrando detrás de ellos—. Ustedes prefirieron regresar a los bosques antes que caminar por Augán.

Eleonora: Ya te dijimos que ese camino sería complicado porque... —antes de proseguir, solo prefiere detenerse, siente que aquel momento no es el indicado para discutir.

Rumshum: No importa, ahora hay que buscar una forma de salir. ¿Dónde se supone que estamos?

     La elfa revisa el mapa y, de acuerdo con el bioma desértico y siniestro que observa, detiene su mirada en el único lugar que concuerda con aquellas características: Los inicios del territorio más caluroso en todo Arium, Carbhant. Ella se lo muestra a sus compañeros, y el humano se queja en voz baja.

Rumshum: ...No me gusta el calor.

Continue Reading

You'll Also Like

242K 1.3K 9
Aquí habrá todo tipo de fantasía sexual, confesiones sexuales, si tienes alguna fantasía o secreto sexual mandamelo por privado y yo lo escribiré pro...
14.9K 1.7K 28
cada mil años dios debe mandar a uno de sus ángeles más puros para tener en pie el trato que hizo con el rey del infierno uno de sus antiguos ángeles...
50.1K 7K 45
toda mi clase y yo fuimos transportados a todo un mundo de fantasía lleno de magia y poderes, todo para vencer al Rey demonio. ¿¡Porqué debo pelear p...
53.2K 1.8K 42
Les vengo a informar que si demoró en publicar más capítulos es por falta de ideas o porque estoy ocupada y si no les gusta el ship por favor no haga...