¡Woah! Esto será muy lindo jsjs (๑•̀᎑<๑)⌒♡
— ¡Vaya! Es muy grande. — la pequeña miró todo a su alrededor, el set de grabación era amplio.
— He estado en lugares más grandes. — respondió su hermano mientras se quitaba las gafas de sol que traía puestas —. ¿Te gusta Keiko-chan?
— ¡Estoy emocionada de estar aquí! — ambos se sonrieron.
— ¡Señor Mukami, lo estábamos esperando! — se acercó a ellos una chica —. Mi nombre es Mei. — se presentó —. El director está resolviendo algunos detalles, si es gustoso de seguirme lo llevaré a su camerino.
— Bien, vamos. — tomó de la mano a la pequeña y siguieron a la chica hasta llegar al lugar.
— Nuestro personal se encargará de prepararlo para la grabación, si necesita algo no dude en decirlo. Estoy a su disposición.
— Vale~. — los maquillistas comenzaron a trabajar.
— Kou-kun... — el rubio volteó a ver a su pequeña hermana —. Necesito ir al baño.
— Mei, ¿cierto? — la mencionada asintió —. ¿Podrías llevarla al baño?
— Oh, claro. — la chica sonrío —. Vamos pequeña.
— Vale, ya vuelvo... Y por favor no lo maquillen tanto, a veces dudo de su género. — miró a los maquillistas.
— Keiko... — rodó los ojos y la menor rió para salir junto a Mei.
Mientras iban de camino a los sanitarios, la mayor se atrevió a preguntar.
— ¿Tu nombre es Keiko?
— Esa soy yo. — respondió alegre.
— ¿Eres hija del señor Mukami?
— Jaja, no, gracias al cielo no.
— Oh, ¿entonces eres...?
— Su familia. — no pensaba especificar más —. Soy su hermana menor.
— No imaginé que él tuviera una hermana. — sonrió.
— Bueno, a él no le gusta que su vida privada se mezcle con su trabajo así que nadie más sabe.
— Entiendo, pero a de ser emocionante ser la hermana de una celebridad como lo es él.
— Hmp~ yo no le encuentro lo emocionante, él para mí no es como lo muestran las cámaras o como se ve en sus conciertos y entrevistas.
— ¿No? — ladeó la cabeza un poco.
— No, él es un llorón, es molesto, fastidioso, ruidoso y algo posesivo... Y solo por mencionar algunas cualidades. — la mayor se sorprendió —. ¿Ese es el baño? — señaló a lo lejos.
— Ah, si ahí es. — la pequeña apuró el paso.
— ¡Ya no aguanto! ¡Ya vuelvo! — entró rápidamente.
— ¡Mei! ¡Mei! ¿DÓNDE ESTÁS? — gritó un hombre un poco mayor.
— Por aquí director.
— ¡Oh, querida! ¿Ya está aquí el señor Mukami?
— Sí, en estos momentos está en su camerino.
— Esto no es bueno, esto no es bueno... — dijo mordiéndose las uñas con preocupación.
— ¿Pasa algo?
— Me temo que si, tal vez tengamos que cancelar la grabación... Iré a hablar con él.
— P-pero direc...
— ¡Ya vuelvo! — y se fue en dirección opuesta.
— ¡Uf! Siento que iba a explotar. — salió aliviada luego de unos momentos Keiko —. ¿Nos vamos Mei-san?
— Ah, claro. — caminaron de regreso.
Una vez estuvieron de vuelta los gritos de cierto rubio sonaron más que molestos.
— ¡¿Es que acaso no son profecionales?! ¡Son unos idiotas! ¡¿Cómo se atreven a dejarme plantado en una grabación?! — reclamaba Kou al director.
— L-lo sentimos mucho señor Mukami, pero entienda que sin la actriz infantil no podemos hacer nada. — sonaba nervioso y se notaba que estaba sudando.
— ¡Ya volví, Kou-kun! — ambos voltearon a verla. Unos segundos de silencio inundaron el lugar y luego el rostro del director se iluminó.
— ¡Oh, es perfecta! Dime pequeña, ¿quisieras salir en un comercial?
— ¿Yo? — el mayor asintió repetidas veces con una sonrisa.
— ¡Claro, porque no! — sonrió ampliamente.
— Alto ahí, no sin mi consentimiento. — habló el rubio.
— Tampoco es como que te puedas negar, ¿o si~? — él suspiró rendido.
— ¡Perfecto! ¡Mei, lleva a la niña a un camerino! ¡Maquillistas vayan con ellas! ¡Y consigan un buen atuendo! ¡Rápido!
(...)
— ¿Qué hora es? — Keiko miró el reloj que estaba en la pared de su habitación —. ¡Oh, ya casi es hora! — salió emocionada al pasillo —. ¡YUMA, RUKI, KOU, AZUSA, VENGAAAN! ¡YA CASI SALE MI COMERCIAL EN LA TELEVISIÓN! — gritó lo más fuerte que pudo.
— Como gritas tú, ¿eh? — se quejó Yuma apareciendo junto al resto.
— ¡Escucharé tus quejas luego, titan! ¡Vamos, no tarda en salir! — fue rápido a encender el televisor y sentarse frente a él.
Yuma se sentó a su lado en el piso, Ruki en un sillón individual y Kou y Azusa en otro. Pasaron pocos minutos y el anuncio se comenzó a reproducir.
— ¡Kyaaa! — exclamó Keiko una vez terminado el comercial —. ¿Vieron, vieron? ¡Salí en la televisión! ¡Wiiiiii~!
— Sólo en un anuncio. — rodó los ojos Yuma.
— Felicidades Keiko-chan. — le dijo Azusa —. Te veías... Muy linda.
— ¡Lo sé!
— Pero no tanto como yo, la verdadera estrella soy yo. — mencionó Kou.
— ¡A quién le importa! ¡SALÍ EN LA TELEVISIÓN, MAMI! — se abalanzó a Ruki.
— Cálmate Keiko. — puso su mano sobre su cabeza y ella rió.