Disclaimer: los personajes no me pertenecen, son de Mashashi Kishimoto. Y el fic mucho menos me pertenece, todo es obra de crazygurl12, yo solamente lo traduzco para que llegue a más lectores.
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Hinata colocó suavemente el pequeño ramo de onagra y diente de león que compró en la florería Yamanaka anteriormente en el escritorio de Kurenai Yuhi. Su instructora de ojos rubí estaba acostado en su cama, con el rostro pálido pero había una gran sonrisa en sus labios.
-Sensei... - Hinata miró alrededor de la habitación de la jounin mayor, ya que estaba dentro de su apartamento en este momento. Ella escuchó que Kurenai estaba enferma y decidió visitarla. Hinata estaba en su día libre de todos modos y no tenía nada más que hacer.
Kurenai chasqueó la lengua. -Somos del mismo rango ahora Hinata... no es necesario que me llames sensei.
-No. Sigues siendo mi mentor Kurenai-sensei. Nada... ni siquiera los rangos podrían cambiar eso. - Hinata respondió, apilando utensilios de comida usados en la bandeja. Había tazas de fideos y platos de sopa, también muchos... ¿dulces? Su escritorio generalmente ordenado estaba lleno de envoltorios de caramelos y láminas de chocolate.
-He estado anhelando dulces últimamente. - La mujer respondió y su rostro con culpabilidad... sin embargo, había un brillo travieso en sus ojos. Mirando a su estudiante de confianza, dio unas palmaditas en la parte de la cama a su lado. -Hinata... ven y siéntate.
-Ano... voy a lavar tus platos primero...
La Yuhi de pelo negro agitó una mano despectivamente. -Deja los platos... necesito decirte algo. - Tocando el lugar otra vez, pero con poca paciencia esta vez, le hizo un gesto para que se sentara. -Hinata...
La heredera obedeció, no queriendo que su maestra se esforzara más. -¿Hai?
Cuando Hinata estaba sentada, se sorprendió cuando Kurenai la tomó de las manos y la abrazó. -¡Oh Hina-chan! ¡Realmente no quiero difundir esta noticia todavía, pero realmente quiero que lo sepas! - Soltando a la niña perpleja, la mujer mucho mayor sonrió de oreja a oreja. -Asuma quería que fuera una sorpresa, pero... supongo que eres una excepción ya que ya te elegí para ser la madrina...
-¿M-Madrina? ¿Qué quieres decir? - Hinata pareció aún más confundida. La maestra tranquila, serena y fría que una vez conoció se convirtió de repente en una niña risueña frente a sus propios ojos. ¿Surgió algo?
-Hinata... - Kurenai sonrió. -Estoy embarazada del hijo de Asuma.
Itachi vio que la cara de Hyuga se puso en blanco y se congeló. En el momento en que Zetsu mencionó algo sobre Konoha, su mirada se clavó en ella, observando cada movimiento.
Entonces vio que sus ojos volvían a la vida.
El Uchiha dio un paso al costado, muy consciente de su próximo movimiento. Es muy bueno al predecir la acción de una persona y la Hyuga no fue una excepción. Sintió que su chakra subía a sus palmas, sorprendentemente fuerte para una chica tan débil, y su postura se volvió segura.
Hinata sintió que su pecho se aplastaba cuando la información sobre la muerte de Asuma se hundió. El jounin era el futuro marido de su amada sensei, Kurenai...
Y el futuro padre de su hijo por nacer.
Por el momento, todo lo que Hinata quería era golpear a alguien muy, muy duro.
Y sus ojos buscaron el objetivo más cercano. En su caso, fue Uchiha Itachi porque él estaba a un paso de ella. En días normales, se lo pensaría seriamente antes de atacar enojada a un miembro de Akatsuki... sin mencionar que fue el miembro quien mató a cientos de sus compañeros usuarios de Sharingan en solo una noche.
Sí... está muy enojada.
Con una velocidad que coincide con un abrir y cerrar de ojos, se lanzó hacia adelante, con las manos envueltas en chakra azulado. Por un segundo, pensó que podía dar en el blanco, pero el hombre desapareció justo cuando estaba a punto de golpearlo en el pecho. Sabía que no era una especie de truco... el Uchiha es más rápido que ella.
Kisame observó con sorpresa cómo la niña intentaba atacar a su compañero. Al principio, sus ojos de pez se abrieron, y luego fue reemplazado por diversión cuando se dio cuenta de que iba a disfrutar del espectáculo en vivo a solo un metro de donde estaba parado. Incluso el espía del grupo, Zetsu, guardó silencio y observó con una estúpida sonrisa en su rostro.
Decidiendo dejar que Itachi se divirtiera un poco, Kisame dio un paso atrás, no queriendo interrumpirlo, luego se cruzó de brazos justo cuando un pájaro blanco gigante se hizo visible en el cielo. Estaba en lo alto de las nubes, por lo que el ex Kiri nin no estaba seguro de si era su compañero Akatsuki o si alguien estaba montado en la parte posterior del pájaro.
Itachi dio un paso atrás nuevamente, evitando que una mano envuelta en chakra le golpeara la cara.
Hyuga Hinata se dio la vuelta, un poco confundida sobre cómo el Uchiha puede moverse tan rápido sin ningún esfuerzo. Pateando sus pies en el suelo, fingió un lado y luego se abalanzó nuevamente al verlo materializarse junto a ella al lado de sus ojos.
Incluso con una velocidad cegadora, Hinata sabía que no podía escapar ahora. Llegó un segundo tarde.
Y ella tuvo razón. Su puño aterrizó en su pecho... pero se sorprendió cuando el cuerpo de Itachi se convirtió en una bandada de cuervos, sorprendiéndola y haciendo que gritara, y cuando dio un paso atrás, Hinata jadeó cuando chocó contra un cuerpo... o para ser más preciso, en el verdadero pecho de Itachi.
-¿Has terminado? - Su voz era baja, carente de emoción, pero le provocó escalofríos.
Hinata se dio la vuelta, no queriendo renunciar a su asalto. Levantó el puño de nuevo, pero el Uchiha mayor lo agarró sin esfuerzo, evitando el chakra ardiente a su alrededor para que no le quemara la piel. Itachi sonrió, atrayéndola hacia él mientras su otra mano agarraba la parte posterior de su cuello, obligándola a mirar sus ojos rojos.
Kisame se rió entre dientes cuando un pájaro gigante aterrizó detrás de él, un macho rubio en su espalda. -El espectáculo ha terminado. - Mirando hacia atrás, estudió a la rubia recién llegada. -Deidara...
Hinata trató de liberarse del agarre del hombre fuerte, todavía enojada, completamente furiosa. -Traidor. - Ella siseó a Itachi. -Eres un traidor.
-Lo sé. - Él le dijo, en voz baja, que Hinata dudaba si Kisame o el monstruo recién llegado podían escuchar. Cuando su tomoe giró, él inclinó la cabeza hacia abajo para que ella pudiera ver su Sharingan claramente. -Ahora duerme.
Hinata sintió que el poder del dojutso de Itachi envolvía sus sentidos, haciéndola caer en los brazos de Itachi en un sueño antinatural.
-Luchadora. - Comentó Kisame. -Hey Itachi... nuestro transporte está aquí. - Señaló al pájaro. Si uno mirara de cerca, el pájaro no era realmente un pájaro real. Es solo una arcilla moldeada gigante, una arcilla moldeada gigante que tiene la capacidad de moverse y seguir instrucciones.
Itachi colgó a la niña inconsciente sobre su hombro, al igual que como la llevó la noche en que fue secuestrada, aunque podía notar que ahora es más ligera de peso, en comparación con la primera vez.
Hubo una ligera brisa, y sopló algo del cabello azul de Hinata en su rostro.
Huele a lilas... la flor favorita de su difunta madre.
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Sasuke gruñó detrás de su máscara y Sakura se mordió el labio. Se dirigían a una propiedad feudal, un día de viaje desde las afueras del territorio de Konoha. Al llegar allí, deben escoltar a una joven heredera feudal a otro territorio feudal para un pacto de matrimonio. Es una de clase B... pero una misión no obstante.
Sabe que esta misión no estaría sucediendl si Sasuke no hubiera entrado en la habitación de Lady Tsunade, exigiendo algún tipo de permiso para irse con la unidad de recuperación por Hyuga Hinata. Sakura sospecha que Tsunade lo hizo a propósito solo para dejar que Sasuke evite la oportunidad de confrontar a su hermano mayor, Itachi.
Y una vez que la Hokage da las órdenes, ningún Shinobi puede decir que no... incluso si es en contra de su voluntad.
Todos saben que los hermanos Uchiha van a arreglar las cosas hasta la muerte... y de alguna manera, la kunoichi de cabello rosado estaba agradecida de que la Hokage se preocupara lo suficiente como para planear esta misión. Sakura ya estaba preocupada por la seguridad de Hinata... preocuparse por Sasuke también la haría perder la cabeza en poco tiempo.
Mirando al Anbu con ella, Sakura dejó que un recuerdo jugara dentro de su cabeza una y otra vez. Si ella es la que elige, preferiría olvidar el "recuerdo" de una vez por todas... pero en momentos como este, simplemente seguiría jugando con su mente.
Le está rompiendo el corazón... puede que no lo diga en voz alta, pero es doloroso.
-Naruto... baka. - Murmuró Sakura mientras caminaba sola por un callejón oscuro. El Uzumaki prometió invitarle algo de ramen para esta noche y le dijo que se encontrara con él a las siete en línea recta frente a la casa de ramen de Ichiraku.
¿Pero a dónde fue ahora?
Naruto llegó antes de que ella llegara, de pie frente a la casa de ramen con aspecto nervioso y sudoroso. Cuando ella le preguntó cuál era el problema, dejó caer el ramo de flores con un pequeño paquete con forma de corazon con chocolates y corrió como si lo estuviera persiguiendo un asesino sangriento.
Y ahora se encuentra buscando al idiota Uzumaki.
-Sasuke-kun... d-deja de arrastrarme. - Dijo una pequeña voz. -Sasuke-kun...
Sakura se detuvo en seco y miró a su alrededor. No vio a nadie, así que decidió apoyar la oreja derecha en la pared de madera a su lado, tratando de averiguar si la voz venía del otro lado. Estaba segura de que era la voz de Hinata... no había forma de confundirla.
¿Y Sasuke la estaba arrastrando? ¿Qué están haciendo juntos?
-Sasuke-kun... di algo. - La chica súplica.
Los ojos de Haruno se abrieron. Ella tenía razón... estaN juntis en el lado opuesto de la pared de madera. Con el corazón palpitante y la cabeza tambaleándose por las sospechas, Sakura decidió escuchar de qué se trataba la conversación, y por qué Hinata y Sasuke tienen que estar juntos en un callejón oscuro donde generalmente nadie va.
Se escucho una fuerza contra la pared como si alguien hubiera siendo empujado hacia ella, seguido de un pequeño jadeo que suena como Hinata. -Sasuke-kun... M-me estás asustando...
-¿Por qué sigues siguiendo a ese maldito idiota? - Un gruñido. La mano de Sakura se disparó a sus labios para cubrir su propio sonido de sorpresa. Era Sasuke bien... ella ama mucho esa voz para no reconocerla. -¿Lo viste cargar esas flores? Le gusta Sakura... no a ti.
Hubo un jadeo de nuevo, pero esta vez, fue más un sonido doloroso. -Yo... sé que le gusta Sakura-chan.
-Hn.
-Lo sé... y no quise que me vieras...
-¿Verte llorar en un callejón oscuro como una niña indefensa? Eres una jounin Hinata... actúa como tal.
Hubo unos segundos de silencio, y Sakura se preguntó si ya se habían ido.
-P-Pero, ¿qué sucede contigo? - Era Hinata, su voz sonaba desafiante, pero había un estremecimiento. -Gomenasai Sasuke-kun... pero puedo manejar mis sentimientos unilaterales por N-Naruto-kun... no tienes que preocuparte por si-uhmpp. - Las palabras de Hinata fueron interrumpidas, y Sakura acaba de encontrar un pequeño agujero para mirar.
Y lo que vio le partió el corazón en mil pedazos.
Hinata estaba de espaldas a la pared, el cuerpo de Sasuke la mantenía en su lugar mientras sus labios presionaban los de ella con obvio deseo. La mano de la Hyuga se disparó pero el Uchiha la agarró por la muñeca y la colocó firmemente detrás de ella.
Sakura no necesito ver más.
Dejando caer las flores y los dulces de Naruto en el suelo, se escapó con lágrimas en los ojos.
Parpadeando, Sakura regresó al presente. Sucedió hace unos meses y ella nunca le contó ni siquiera a un alma. ¿Tal vez porque no quiere que nadie sepa de la atracción de Sasuke por su amiga?
¿Tal vez porque todavía esperaba que él la amara de vuelta?
-Estoy en mal estado. -Murmuró y miró al alto Anbu. -Todos estamos en mal estado.
continuará...