Las luces eran coloridas y la música alta, las personas bailaba, tomaban y coqueteaban, esperabas no encontrarte con un tipo así, creyéndose la última coca-cola estando tu en pleno desierto ¿era así el dicho? sacudes la cabeza ante tus bobos pensamientos. Estabas en el bar esperando tu agua complicandote ya mentalmente por el atraso de cierta rubia.
No te gustaban mucho los clubes, pero tu chica te arrastró tratado de que seas menos autista, te das la vuelta y ves que ella estaba bailando con algunos de sus nuevos amigos. Ella te atrapó mirándote, sonrió realmente grande y te saludó con la mano y trataste de devolverle la sonrisa, pero debido a tu concisión parecía demasiado forzado.
Te das cuenta de que alguien se sentó a tu lado y se acercó demasiado causando cierta inquietud.
-¿Cuál es tu nombre guapa? -. Preguntó, parecía que los dioses estaban en tu contra ya que no habían escuchado tus suplicas,
realmente no estabas de humor para esto.
-Para ti, no tengo nombre -comentas jugando con el vaso de agua, haciéndolo ver tu desinterés.
-Debes ser difícil de conseguir, ¿eh?-. acaricia tu pierna con lentitud, te remueves incómoda y sin querer estar más allí te levantas, pero él no se da por vencido ya que toma fuertemente tu mano.
-¡Hey, déjame ir! -. Intenté alejarme.
Al segundo siguiente, con suma rapidez el tipo estaba en el suelo, levante la vista y veo a una sonriente Harley.
-Te vi luchando por aquí, muñeca. ¿Estás bien?
-Gracias.
-Cualquier cosa por ti, muñeca.