Si antes no me sentía cómoda de estar entre tantas personas, ahora menos. Estar cuatro años encerrada y ahora nuevamente volver a National City no me estaba sentando nada bien que digamos.
Cuando baje del auto el cuál conducía el chofer de Lillian, me encontré nuevamente enfrente de aquella casa en donde viví miles de sensaciones a medida que crecía. Contuve la respiración por tres segundos y luego decidí de una vez por todas tocar el timbre. Al abrirse la puerta pude ver a Abraham y pude ver que los años habían actuado en él.
-Oh mierda...- dijo y segundos después me abrazó con todas sus fuerzas- estás aquí-susurró.
-Si, padre- lo abrace con tanta alegría, pero a la vez controlando mi fuerza.
-Mírate, toda una mujer- se alejó un poco para observarme.
-Los años te han sentado bien- el sonrió mientras esas típicas arrugas se forman alrededor de sus ojos.
-Ven, entra- dijo mientras se hacía a un lado para que pasará.
Todo estaba como recordaba, cada mueble, cada decoración estaba en su lugar haciendo que sonriera, extrañaba mucho esté lugar.
-¿Quiéres algo de comer?- preguntó.
-No, no me demorare mucho- pude ver como se decepcionaba un poco- no pongas esa cara, volveré, lo prometo.
-Verdad que ya eres toda una mujer con responsabilidades- río haciendo que yo lo hiciera también.
-¿Y Eric?- pregunté.
-Está en el supermercado, ya no había crema de maní y ya sabes lo obsesionado que es con eso- nada a cambiado- ¿Cuándo has vuelto?
-Hoy y claramente lo primero que quise fue venir a verlos después de mucho tiempo- dije.
-¿Y la señora Lillian?¿Te cuidó bien?- ahí estaba él de preocupado como siempre.
-Lillian está en asuntos suyos y bueno, me ha cuidado como si fuera su hija- el sonrió aliviado.
-¿Ya estás lista para buscar a tu familia, ahora que eres toda una mujer?- preguntó haciendo que sonriera.
-Claro Abraham, estoy más que lista...
...
Después de pasar tiempo con Abraham, Lillian me llamó diciendo que ya había llegado la hora de iniciar con todo, era hora de hacer sufrir a los Super.
Lillian me envió la ubicación de los Super los cuales sorprendentemente estaban juntos, así que el trabajo sería más fácil de realizar.
Cuando llegué a mi destino solo una calle nos separaba. Ellos se encontraban muy animados, muy felices de sus vidas con esas estúpidas gafas, no sé como la gente no se da cuenta que se pasean entre ellos.
Cuando el semáforo cambió a verde crucé la calle junto con un grupo de personas. Estaba cada vez más cercas de ellos, pero de repente entraron a un edificio llamado "L-Corp" y maldije hacía mis adentros, pensaba que tomarían otro camino.
No me quedo más que seguirlos. Cuando llegué a las puertas del edificio, seguridad me revisó y enseguida estuve en el interior de aquel imperio. Solo podía ver gente con traje caminando de un lado para otro y sin saber que hacer me senté a lado de hombres o mujeres bien vestidos, seguramente con grandes ideas de negocios esperando su turno para ser llamados por la joven secretaría para finalmente conseguir cita con el jefe de esta organización.
Tras esperar unos minutos veo como lo dos Supers salen del elevador y seguidamente se dirigen a la salida. Me puse de pie para salir de una vez por todas, pero una voz detrás mío hizo que me deteniera.
-Señorita es su turno- dijo la secretaría, haciendo que un leve quejido saliera de mí.
-No se preocupe, ya me arrepentí- dije dándole la espalda nuevamente, pero alguien más interrumpió.
-¿Entonces por qué me vino? Estuvo perdiendo su tiempo- preguntó alguien más a lo que me di vuelta nuevamente.
Era una chica muy hermosa, ojos verdes, cabello negro, tes de piel como la nieve, unos labios rojos y un cuerpo que gritaba belleza por todos lados.
-Solo estaba observando el lugar...- cerré los ojos ante la estupidez que dije.
-Que yo sepa esté lugar no es un museo- en sus labios rojos apareció una sonrisa.
-Si, ya me di cuenta, por eso me retiró- lo que dije le causo gracia ya que en sus labios nuevamente apareció una sonrisa.
-Algo me dice que volverá, todos desean hacer negocios con L-Corp- dijo, mientras observaba como hacía movimientos con sus manos.
-Lo dudo señorita- sonreí haciendo que ella lo hiciera también.
Sin deshacer su sonrisa paso por mi lado y sin que me lo pidiera le abrí la puerta para que saliera, mientras que yo le seguía.
-Se que estará aquí mañana- dijo sonriendo mientras veo como un auto se estaciona enfrente de nosotras, un hombre se baja de esté y le abre la puerta.
-Eso lo veremos- dije y ella enseguida se subió al auto.
Observé como aquel auto se alejaba y cuando reaccione miré a mi alrededor. Comencé a caminar casi tropezando con la multitud de personas, pero de ellos ya no había rastro. Los Super habian desaparecido de mi vista.
Pov Lillian
-¿Qué paso, querida? El rastreador indicó que te detuviste un largo tiempo en L-Corp- dije cuando noté que ________ por fin hacía acto de presencia en mi casa.
-Estaba siguiendo los, con la esperanza que se alejaran de la multitud. Mi intención es acabar con ellos no con parte de los civiles, pero alguien interrumpió mis planes.
Cuando terminó de hablar se dirigió al mueble de licores y se sirvió un poco de vino. Luego con la copa en mano, se sentó en uno de los sofás.
-Tienes que aprender a no ser tan sensible ________- decidí seguir hablando al ver que no prestó atención a lo que dije- ¿Qué fue lo que se interpuso en tu camino?
-Una chica-respire hondo al escuchar tal respuesta- comenzó hablar haciendo que no pudiera salir a tiempo del edificio tras los Super.
-¿Cómo era?- pregunté intrigada, rogando que no fuera en quien estaba pensando.
-Tenía tes blanca y cabello como el carbón- dijo para luego beber de la copa con vino
-Maldita...- murmure con enojo- siempre tiene que estar fastidiando a todos.
-¿Quién es?- preguntó mientras me miraba fijamente.
-Es mí hija...- pude sentir como me daba asco de solo pronunciar su nombre.
-¿Tu hija? Me dijiste que solo tenías un hijo y ese era Lex- dijo y de repente quedo en silencio- ella era la chica con la que estabas discutiendo la primera vez que me reuní contigo, ¿no?
-No la considero mi hija. Ella fue un error del imbécil de mi esposo- se levantó de su puesto para luego darme la copa con vino, sabiendo que el alcohol me tranquilizaba y después de unos segundos de silencio se me ocurrió una idea fantástica- ¿Sabes?... Se me acaba de venir una gran idea a la cabeza.
-¿Cuál?- su atención cayó en mí
-Utilizar a Lena... mi hija tiene una buena relación con los Super... si te acercas mediante a ella, a la hora de que acabes con sus vidas será mucho más doloroso, ya que no se lo vendrán venir- vi como una sonrisa apareció en su rostro haciéndome sonreír a mí también.
-¿Qué haría sin ti Lillian?- preguntó sonriendo.
-Cuando vayan pasando los años serás incluso mejor que yo- bebí un poco del vino- además, me harías un gran favor hiriendo a mi querida hija, a la vez que te acerques a tus queridos primos para provocarles más daño.
-Me encanta la idea...
-Lo sé, mi niña. Se que lo lograrás- me acerqué a ella para darle un beso cortó en su frente- no olvides que eres una hija para mi, así que siempre te ayudaré.
Dejé la copa vacía en la mesita de vidrio y me encaminó a mi habitación, al subir por las escaleras veo como ________ se dirige a la salida.
Al entrar a mi habitación quito mis joyas dejándolas en su lugar, pero fui interrumpida al ver el ya conocido portal interdimensional aparecer. Cruzó esté y como todas las veces anteriores lo veo sentado en su trono.
-¿Nos hemos librado de los Super?- su voz profunda resono por todos lados.
-Hubo un inconveniente- dije y puede ver como su rostro comenzaba a ponerse tenso- calmate por favor, le he dado una idea mucho mejor.
-¿Cuál?- pregunto irritado.
-Verás... el inconveniente que tuvo fue que mi estúpida hija se interpuso en su camino, así que se me ocurrió... ¿Por qué no utilizarla? Y así aprende a no meterse en mis planes, además se de sobra que la pobre suele fantasear muy rápido y con lo encantadora que es ________ seguro caerá muy rápido- el asintió sin decir nada, así que seguí hablando- mi hija será el medio que utilizara ________ para acercarse a sus primos. Se ganará sus confianzas y en cuanto menos se lo esperen, ella atacará.
-Luthor... esperó que suceda así o sino acabaré con tu vida...- dijo.
-No te fallare...
...
Pov _______
Nuevamente me encontraba frente al edificio L-Corp, enterandome por parte de Lillian que era una de las empresas más famosas en National City. Me acerqué a los guardias de seguridad los cuáles se encontraban nuevamente en las puertas, me revisaron y al notar que no llevaba nada peligroso en mi, me dejaron ingresar. Cuando estuve en el interior me di cuenta que el lugar estaba un poco vacío a comparación de ayer, provocando que la joven secretaria se diera cuenta rápidamente de mi presencia.
-Bueno parece que la señorita Luthor no se equivocó- dijo volviendo su vista a la computadora- justamente en este momento alguien tenía cita con la señorita Luthor, pero parece que no ha podido llegar, así que usted puede tomar ese lugar.
-Perfecto- conteste sin más.
-Esta bien, pero primero necesito que me de algunos datos sobre usted y me deje avisarle a la señorita Luthor sobre el pequeño cambió.
Cómo indicó le di un conjunto de datos no tan relevantes y cuando terminamos esté proceso ella tomó el teléfono contactandose con la CEO. Medio minuto más tarde me avisó que su jefa había dado el consentimiento de que pasará y seguidamente me indicó cuál era el número de piso en que tenía que dirigirme.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron indicándome que había llegado a mi destino, salgo de esté y caminó por un pasillo. Al final había otra secretaria, la cuál supuse que era alguien que maneja cosas más personales de la CEO. La chica se levantó del puesto para abrirme la puerta de la oficina que supuse que era de la hija de Lillian y cuando entre lo pude comprobar.
-¿Sabes? Estuve dándole vueltas y creo que no vienes aquí por negocios- dijo mostrando una sonrisa de lado.
-¿Por qué lo dices?- pregunté mientras miraba todo a mi alrededor.
-No tienes pinta de alguien quien quiera hablar de negocios- está mujer si que es inteligente.
-Bueno, adivinó señorita Luthor- dije mientras me sentaba en una de las sillas elegantes que estaban delante de su escritorio- es verdad que vine a verla, pero claramente como usted dijo no es para negocios- pude ver como bajo un poco rostro para después morder un poco su labio inferior, seguramente una maña- vine a conocerla a usted, pero ayer no tuve el valor suficiente como lo pudo notar- dije mientras sacaba ese lado interesante y seguro de mi.
-¿No crees que vas muy rápido? Ni siquiera sabes si estoy con alguien- sus ojos me miraban fijamente.
-Puede ser... y en el caso de que estuvieras con alguien, ese tipo o tipa estaría esperando por ti todos los días a la hora que salgas de aquí, y además, hace mucho hubieras parado está conversación sacándome a patadas de aquí- ella soltó una pequeña carcajada.
-Déjeme decirle que no me dejo llevar por unas simples palabras con encantos- sonreí ante tal respuesta.
-Se que usted es una mujer complicada, señorita Luthor- confirmé.
-¿Cuál es tu nombre?- de su rostro desapareció su sonrisa para tener un semblante sereno.
-_________ Williams- contesté.
-Un gusto _________ Williams- volvió a sonreír
-El gusto es mío señorita Luthor...
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