Prófugos -Minsung-

By athanasiakpop

233K 31K 60.5K

2DA PARTE DE LA TRIOLOGÍA Luego de seis años mi vida parecía volverse normal, claro, aquel pasado y aquella... More

Prologo
-1-
-2-
-3-
-4-
-5-
-6-
-7-
-8-
-9-
-10-
-11-
-12-
Spin-off
Nota Final:

-13-

14.8K 1.7K 9.9K
By athanasiakpop

Mi padre, una persona de la cual todos estos años evité hablar o tocar siquiera el tema, desde el momento en que nos abandonó se había convertido en la peor mierda que jamás existió para mi y para toda mi familia. Odio, repugnancia, eso era lo que sentía al oír su nombre, y más ahora, luego de enterarme que era un mafioso, un mafioso causante de mi dolor estos años, causante del dolor de Felix y peor aún, causante del dolor de Minho.

El hecho de haber entrado a prision no fue coincidencia, no fue porque me encontraron en la escena del crimen, fue por su culpa, ¿La razón de enviar a su propio hijo a prision? No la sabía.

Suspiré pesadamente sentado en la cama de el hotel, con las maletas a mi lado ya preparadas. Tres semanas pasaron de enterarme que el mafioso al cual buscaba era mi padre, cuando lo supe simplemente una ola de sentimientos me recorrió por el cuerpo, no sabía como sentirme, estaba feliz porque Minho estaba vivo pero enfadado por saber que mi "padre" se había convertido aún más en una mierda de lo que ya era.

En las semanas que estuvimos en Mexico, comenzamos a idear un nuevo plan, a el cual Felix insistió llamar "La venganza de los Han", porque si, no me iba a quedar de brazos cruzados sabiendo todo lo que había echo el mafioso, iba a enfrentarlo, a vida o a muerte.

Por otra parte fue un tanto extraño volver a hablar como siempre con Minho, había noches en las que lo tuve que llamar en la madrugada, porque me levantaba pensando que todo había sido un sueño y que el todavía estaba muerto, pero mi corazón se relajaba al oír su voz dormida en el otro lado de la línea.

Hablamos con Seungmin la primer noche en la habitación luego de descubrir que Minho estaba vivo, el dijo que si quería que nos divorciáramos que estaba bien, que no se enojaría, ya que sabía que yo nunca había dejado de amar a Minho y que jamás llegaría a amarlo como amaba al pelinegro, que se había casado conmigo sabiendo eso. Yo solo le dije que lo iba a pensar, y aún lo estaba haciendo, era realmente difícil tomar una decisión. A pesar de mi gran amor y el reencuentro con el pelinegro, había llegado a querer mucho a el castaño, siempre estuvo a mi lado y no podía terminar todo así como así, no podía.

Pero ahora debía dejar de pensar en mis problemas de amor, ahora debía concentrarme en algo más importante: tomar venganza. Y para eso volveríamos a Los Angeles, pero esta vez no solo cuatro, esta vez contábamos con un elemento sorpresa, esta vez éramos cinco, volvimos a ser cinco.

- ¿Ya estás listo? Minho envío un mensaje que ya estaba fuera- Dijo Seungmin entrando a la habitación.

Yo asentí y tomando aire agarre mis maletas, sabía lo difícil que iba a ser ver a mi padre, pero tenía que ser valiente esta vez.

Salimos fuera de la habitación y en el pasillo nos encontramos a Changbin y Felix quienes sonrieron al vernos.

-¿Listos?- Preguntó Felix.

Yo suspiré.- Eso espero...

Bajamos por el ascensor y llegamos a la recepción, allí entregamos las llaves, llenamos algunos papeles y salimos fuera del hotel. Estacionado frente a el edificio estaba Minho con su auto, era un Jeep de color negro, había estado ahorrando mucho para conseguirlo explicó.

Saludamos al pelinegro y nos subimos al auto, mientras Minho manejaba rumbo al aeropuerto repasábamos y veíamos algunos detalles del plan, para que saliera justo a la perfección.

El plan se iba a llevar a cabo el viernes por la noche, ósea en dos días. La idea era que nos encontraríamos con el mafioso en una fábrica abandonada, pero el solo pesaría que quien lo citó fue Felix, aunque estaríamos los cinco allí. Claro que iba a ir con toda su gente, pero habíamos estado practicando y teníamos la forma perfecta para vencerlos, Minho había trabajado con ellos y sabía la forma en que peleaban así que por consiguiente sabía como ganarles.

Luego del viaje en auto llegamos a el aeropuerto, aquí es en donde nos separábamos, ya que Minho viajaría en auto para no levantar sospechas de ningún tipo.

- Bien, nos vemos mañana, recuerden no levantar sospechas de nada ni hablar del plan en ninguna de las dos casas: siempre los están vigilando.- Advirtió Minho y todos asentimos.

Comenzaron a bajar del auto, Changbin, Felix y Seungmin, solo quedamos yo y el pelinegro a mi lado de conductor mientras yo iba de copiloto.

Tomé aire sintiendo mis manos temblar, no quería bajar, por dos razones, la primera: mi estómago se encogía de solo pensar en enfrentarme a un mafioso y peor aún a mi padre a quien no había visto hace muchos años. Y segunda: tenía miedo, miedo de volver a Los Angeles y que Minho jamas vuelva, de no volverlo a ver nunca, otra vez...

Y sentí instantáneamente como dejaba de temblar cuando su mano se posó sobre la mía y al levantar mi vista vi sus ojos, esos ojos, cafés, llenos de brillos, relajantes, cálidos; y en aquel momento quise quedarme viéndolos por toda la eternidad.

-Todo saldrá bien, niño, deja de preocuparte tanto.- Dijo acariciando mi mano con su pulgar.

Yo suspiré y agache mi mirada hacia nuestras manos entrelazadas.- Es que tengo miedo, de todo, pero más aún de no volver a verte, y-yo no...- Mi voz se quebró y lágrimas salieron de mis ojos.

El suavemente tomó mi mentón y levantó mi mirada haciendo que otra vez se encontrara con la suya, acercó nuestros rostros hasta estar a pocos centímetros, y dejó un cálido beso en mi mejilla para luego separarse y limpiar mis lágrimas.

- Te prometo que volverás a verme, no volveré a dejarte solo, niño, no luego de tanto dolor sin ti.- Aseguró.- Además ya te dejo solo y hasta te casas con el mamon de Seunin, definitivamente no volveré a dejarte solo.

Yo reí ante su comentario.- Primero: tu fuiste quien me dijo que siguiera con mi vida y en segundo: es Seungmin, no Seunin.- Dije aún sonriendo.

El me sonrió de vuelta.- ¿Ves? Eres hermoso cuando sonríes, niño.

Yo me sonrojé rápidamente y agaché mi mirada mordiendo mi labio.

-Bueno, ya, demasiado por un día. Ve que perderás el vuelo, niño.- Dijo sonriendo.

Yo asentí.- Adios...- Hable algo triste.

El me sonrió.- Adios no, niño, aprende a hablar, hasta pronto.

Yo le sonreí y bajé del auto, fruncí mi ceño "Adiós no, hasta pronto." ¿Donde había escuchado eso antes? Me encogí de hombros y corrí hasta donde estaban los chicos con todas mis maletas.

Subimos al avión y una vez allí dormimos las cuatro horas de viaje hasta que al fin llegamos, hogar dulce hogar.

Fuimos hasta el estacionamiento del aeropuerto y allí estaba el auto de Seungmin, nos subimos y primero dejamos a Changbin y Felix en su casa, y luego fuimos hasta la de Hyunjin y Jeongin.

Bajé y toque la puerta, cuando se abrió vi a Jeongin sonriendo.

-¡Hey! Jisung! ¿Como estuvo el viaje?- Preguntó.

- Bien, logre encontrar lo que buscaba.- Le sonreí.

- Se nota, estás más feliz.- Me dijo sonriendo.- Ahora llamo a Minho, estaba jugando con Hyunjin a la consola, se dio la media vuelta y grito.- ¡Amor! ¡Llegó Jisung, trae a Minho!

Luego de unos minutos hablando con él menor, vi detrás de él a un niño correr después de bajar de los brazos de Hyunjin.

-¡Papaaaa!- Gritó el pequeño y saltó a mis brazos, lo tomé y lo abracé fuertemente.- ¡Te extrañé mucho papá!

-Y yo a ti, mi niño...- Hablé acariciando sus cabellos.

-Oigan, realmente muchas gracias por todo, no se que hubiera echo sin ustedes...- Les dije a Jeongin y Hyunjin quien había llegado abrazando por la espalda a el menor.

-Fue un placer, Minho es un niño muy bueno.- Habló Hyunjin.

Yo les sonreí.- Muchas gracias otra vez y nos estamos viendo!- Les dije y nos saludamos.- Niño, saluda a los tíos.

Minho sonrió y dijo.- Adios tios!

Los tres mayores sonreímos y luego fui con el pequeño hasta el auto otra vez.

Cuando vio a Seungmin también salto a abrazarlo, en realidad a el castaño nunca lo había llamado "papá", porque habíamos quedado en un acuerdo de que Minho era mi hijo, ya que Seungmin no quería hijos propios por cuestiones personales.

Volvimos a casa y allí estuvimos hasta que cayó la noche y los tres dormimos en la cama de Seungmin y mía.

A la mañana siguiente del día jueves, nos encontrábamos desayunando cuando el timbre es tocado.

- Yo voy!- Gritó Minho bajando lenta y cuidadosamente se su sillita.

Yo reí ante la reacción del más chico y fui detrás de él, cuando llegamos lo tomé en mis brazos y lo alce para abrir la puerta.

Cuando vi quien estaba del otro lado me sorprendí, era Minho, y su Jeep estaba estacionado frente a mi casa, luego recordé que le habíamos dado mi dirección ya que yo tenía el cuarto de huéspedes y la sorpresa cesó.

Pero al del pelinegro no, ya que mantenía su vista clavada en el pequeño en mis brazos, oh, creo que olvidé mencionarle este "pequeño" detalle.

-Bueno...- Aclare mi garganta.

-¿Y él quien es, papi?- Preguntó el Minho pequeño al verlo.

-¿Papi?- Habló sorprendido el más Minho grande.

-Bueno...Minho- Dije señalando mirando a el pelinegro y señalando a mi pequeño.- Este es...Minho, mi hijo.

-Oh, vaya, le pusiste mi nombre a tu bendición.- Habló sorprendido el pelinegro mayor.

Luego mirando a el pequeño y señalando al grande dije- Hijo, el es el Señor Minho del que tanto hablamos.

-¿Al fin salió de la ventana?- Pregunto el pequeño.

-¿Ventana?- Dijo Minho grande con su ceño completamente fruncido.

Suspiré.- Bueno, creo que fue demasiado por hoy, Minho ve a jugar con tus juguetes.- Ambos me miraron y el mayor frunció su ceño indignado - Minho mi hijo.

El pequeño asintió y se cuando lo bajé se fue corriendo a jugar.

-Así que...- Un silencio se formó cuando el pelinegro habló.

- No hace falta hablarlo, solo hagamos como que no existe hasta luego de que pase todo.- Dije rápido y Minho suspiró aliviado.

-Me parece la idea más maravillosa que jamás se te ocurrió, niño.

Ambos asentimos y volvimos al comedor en donde Minho saludó a Seungmin y comenzamos a desayunar los tres, silencios incómodos se formaban entre los tres algunas veces.

- Así que...¿Se casaron?- Preguntó rascándose la nuca el pelinegro.

-Tampoco hay que hablar de eso ahora. Mejor dejemos todo tipo de conversaciones incómodas para luego.- Los dos asintieron de acuerdo conmigo.







Y llegó el viernes por la noche, estábamos los cuatro, Changbin, Seungmin, Minho y yo nos encontrábamos fuera de la fábrica en el Jeep del pelinegro, ya que Felix iría en su auto para no levantar sospechas.

El pelinaranja ya se encontraba dentro, así que solo nos quedó esperar en las sombras hasta que el mafioso llegara. Pasaron unos minutos aburridos hasta que finalmente, en un auto lujoso y blindado llegó él, mi piel se erizó en el momento en que bajó del auto, se veía exactamente igual, solo que podía notar desde aquí la mierda en la que se había convertido.

Seungmin, quién era el único que se quedaba dentro del auto monitoreando todo, le avisó a Felix por un mensaje que él mafioso ya había llegado.

Cuando bajó del auto, de este también bajaron cuatro tipos de traje, grandes y fuertes, eran cuatro, tal y como Minho había predicho y se veían exactamente iguales a como los había descripto.

Nosotros éramos cinco y cada uno tenía una misión, Felix: él era una especie de "carnada", quien atraía al mafioso a nosotros, Changbin y Minho: ambos eran la "fuerza bruta", eran los encargados de dejar inconscientes a los guardias, habían estado practicando todos los días arduamente en estas tres semanas y estaban más que listos, Seungmin: él era el "cerebro" de la operación, ya que debía estar atento a cada mínimo detalle para avisarnos, y por último yo: ante todo mi rol era la "distracción", cuando sea mi turno yo sería quien cautive la atención de él mafioso mientras el pelinegro junto al más bajo hacen su trabajo. Si queríamos atrapar al pez gordo, debíamos estar en cada mínimo detalle.

El mafioso entró junto a los guardias a la fábrica abandonada, en donde ya se encontraba el pelinaranja, quien tenía un micrófono que nos permitía desde el auto escuchar toda la conversación, para saber cuando era mi turno, habíamos creado palabras clave para saber cuando le tocaba a cada uno.

El mafioso comenzó a hablar con Felix y estaban haciendo una especie de acuerdo sobre que el pelinaranja volviera a trabajar para el cuando oí mi pie, "Entonces ¿Cerramos el trato?" Fue lo que dijo Felix.

Bajé del auto y Changbin con Minho detrás de mi, ellos aún no entraban, pero debían prepararse ante cualquier problema que pueda ocurrir en cuanto me vea.

Fuimos hasta la puerta trasera y ahora debía hacer todo solo, tomé aire y oí la voz de Minho detrás de mi.

-Tu puedes hacerlo, niño, recuerda lo que practicamos.

Asentí y entré, pude ver solo la espalda de mi padre y cuando entré la vista del pelinaranja se concentró en mi y una sonrisa se formó en su rostro.

- Pensé que sería bueno traer a un amigo conmigo...- Dijo Felix desconcertando al mafioso.- Y no cualquier amigo.

-Padre.- Hablé en modo de presentación, debía jugar con la distracción.

A penas mi voz fue oída los cuatro guardias se giraron hacia mi apuntándome con sus armas. Y luego el se giró, haciéndome dudar de aquella valentía que tenía.

Cuando me miró, sus ojos se llenaron de sorpresa y con una seña de manos hizo que los guardias bajaran las armas.

Se quedó mirándome por un largo tiempo para luego hablar.- Jisung...

-¿Recuerdas mi nombre? Eso es curioso...- Hable en tono sarcástico.

- Cuanto haz crecido, mi niño- Hablo en el mismo tono que yo.

Quería golpearlo y decirle que no era su niño y que nunca lo fui, pero debía seguir con el plan.

- Puedo decir lo mismo de ti, padre, los años dejan sus marcas ¿Cierto?- Pregunté sin sacar mi tono sarcástico en ningún momento.

- Si, mi niño, y no solo físicas ¿Cierto?- Apreté mis dientes al oírlo, estaba hablando sobre la violacion de ese guardia hacia mi, y mis ganas de golpearlo crecieron más. Pero recuerde las palabras de Minho "El buscará siempre tu punto débil, y se encargará de golpearlo todas las veces que quiera, pero tú no debes perder tus casillas porque ahí pierdes la guerra, niño, no dejes que note que te afecta, actúa indiferente ante sus palabras"

- Cierto, padre.- Dije y caminé hacia un lado.- Te estarás preguntando ¿Que hago aquí?- Pregunte y luego clave mi vista en el.- Bien, es simple, busco respuestas, como ya sabrás encontré las cartas, viaje a Mexico pero no encontré absolutamente nada, así que tuve que jugar mi última carta: Preguntártelo a ti directamente.

- Bueno, mi niño, pregunta, responderé casi todo.- Habló y yo asentí.

- Bien. Aquí va la primera, ¿Porque me enviaste a la prision en primer lugar?

- Simple, creí que te inspirarías más, mi niño. Pero la responderé de todas formas. Verás, mi niño, cuando eres un mafioso importante como yo, tus enemigos buscan tus puntos débiles, así que cuando comencé a meterme en todo este mundo decidí irme de casa para no entrometerlos a ustedes en esto, pero ocurrió algo, un mal movimiento de uno de mis hombres cuando transfería el dinero que les daba a ustedes por mes, ese mal movimiento originó que todos se enteraran de tu existencia, y la única forma de mantenerte a salvo era enviarte a la prision, con Minho protegiéndote.

No creía una sola palabra, pero debía seguir con el plan.

- ¿Y como sabías que Minho no iba a matarme por ser tu hijo?- Pregunté.

- Esa es una buena pregunta, mi niño. Mira, algo que caracterizaba a Minho era que asesinaba de forma rápida, limpia y eficaz, pero el tenía un pequeño defecto: solo mataba a gente que se lo merecía, ya sabes, esa estupidez de no matar inocentes. Y tú eras un inocente, que no era culpable de mis actos, así que el jamás te iba a asesinar, además de que luego surgió el "amor".- Rodeó los ojos.

- Pero luego le ordenaste que me matara ¿Porque?- Pregunté.

El me miró alzando una ceja.- Porque Minho había golpeado mi nuevo punto débil,- Sabía que estaba hablando de la psicóloga.- y yo debía golpear el suyo para dejarle en claro quién tenía las riendas de la situación.

- Entonces ¿Nunca quisiste matarme?

- No. A ti no.- Fruncí mi ceño.

- ¿A mi no? ¿A quien si, entonces?- Pregunté y el sonrió.

- A tres personas...cercanas a ti, y lo logré.- Me miró atentamente antes de volver a hablar.- Sus nombres eran si bien los recuerdo...Hwan, Sira y Jungkook.

Me tambaleé hacia un costado al oír aquellas palabras, había encontrado mi punto débil y lo peor aún, yo se lo había demostrado. Porque esas tres personas no eran nada más ni nada menos que mi antigua alma: mi mejor amigo, mi madre y mi hermano menor.

-Todos asesinados por el mismo filo.- Seguía hablando.

Apreté mis puños a los costados de mi cuerpo y mis dientes dentro de mi boca, iba a estallar, lo iba a hacer, no me cabía duda, iba a ir y lo iba a golpear hasta que me pidiera que me detenga, pero no me detendría hasta verlo muerto.

Y miré hacia adelante, lo vi a él, a mi "padre" a él asesino de mi familia, y estuve a solo un nivel de explotar cuando todos mis niveles de estrés bajaron a cero, porque vi aquellos ojos a lo lejos, que me daban una mirada tranquilizadora, los ojos cafés más hermosos del planeta, los ojos de Lee Minho.

Me calmé rápidamente generando una expresión de sorpresa en la cara del mafioso.

- ¿Sabes, padre?- Dije esta vez relajado.- Cuando te fuiste de casa y me abandonaste, de cierta forma sentí que perdía una parte de mi alma, luego, cuando vi a Hwan muerto en el piso de aquella bodega otra parte se fue, al entrar a la prision sentí que perdía otra, cuando me enteré de la muerte de mi madre y mi hermano otra, y terminé perdiendo mi alma por completo cuando vi caer a Minho con una navaja en su espalda. Pero ¿Sabes en que me convertí, padre? En un desalmado, siete años viví como un desalmado, fingiendo, pretendiendo ser feliz cuando no lo era. Pero algo ocurrió hace tres semanas cuando viajé a Mexico que no me devolvió mi alma, sino mejor, me dió una nueva y mejorada.- Tome aire y lo miré esta vez con una sonrisa en mi rostro.- Pero no olvido mi papel, aquel que se impregnó en mi durante siete años, mi papel de desalmado, y decido usarlo una última vez antes de deshacerme de él, y lo utilizaré contigo. Porque puedes enfrentarte a Felix y ganarle, puedes enfrentarte a Changbin y ganarle, te enfrentaste a Minho y ganaste, puedes enfrentarte conmigo y ganarme, puedes hacerme perder mis casillas y hacer que corra directamente a clavarte una navaja, pero de todas formas a pesar de que estés muerto, me hubieras ganado, ya que me hiciste perder el control. Pero hay algo a lo que no puedes ganarle, padre, porque cuando estoy a punto de perder mis casillas solo hay una persona que puede relajarme hasta el tope, y a esa persona también puedes hacerle perder sus casillas, pero el tiene a su mejor amigo que no permitirá que eso suceda, y al mismo tiempo su mejor amigo tiene a su gran amor que lo abofeteará las veces que sea necesario para que no pierda sus casillas.- El ceño del mafioso de frunció.- Hay algo a lo que no puedes vencer y lo sabes. No puedes vencer porque tienen algo que tú no. Valentía, inteligencia, alegría, fuerza y mucha, demasiada, sed de venganza.

Y ese fue el pie para que se desencadene las peleas. Dos disparos certeros se escucharon y ambos guardias que estaban detrás de mi padre cayeron al piso. Luego de eso comenzaron los tiroteos, los golpes y las acuchilladas.

Changbin y Minho se movían juntos, con la agilidad de el más bajo y la fuerza de el pelinegro solo bastaron unos minutos para que los otros dos guardias estén también en el piso.

Y fue allí que los cuatro unidos nos paramos frente al mafioso quien solo tenía miedo en sus ojos, pero algo cautivó la atención de todos, tenía una sonrisa en su boca.

-Lo hicieron genial, Minho tu entrada fue la mejor, no me alegra que sigas vivo pero ¿Que podemos hacer?- Dijo sarcástico.- Pero hay algo que ustedes no saben...y es que en su grupo, hay un traidor.

Los cuatro fruncimos nuestros ceños, pero luego nuestras expresiones cambiaron a una de notable sorpresa, cuando quien apareció con un arma en sus manos no fue nada más ni nada menos que Kim Seungmin: más que la inteligencia, el traidor.

Se acercó hasta estar frente a nosotros y al lado del mafioso. Yo no podía creerlo, había vivido, dormido, llegar a querer a alguien que solo estaba buscando lastimarme, simplemente no podía reaccionar.

- Ahora, deshazte de los cuatro, ya me aburrieron.- Habló y se dió la vuelta caminando a la salida.

Mis ojos se encontraron con los de el castaño y lo miré con lágrimas en los ojos ¿Como pudo hacerme esto? ¿Porque lo hizo? ¿Que razón le dimos para lastimarnos? Eso intentaba pregúntale con tan solo una mirada.

Y de pronto algo inesperado ocurrió, Seungmin apuntó a Minho, quien no se movió ni un centímetro y lo miró directo a los ojos.

El gatillo estaba a punto de ser apretado, pero cuando esto sucedió el arma cambió de víctima y la bala fue expulsada creando luego un largo silencio y un cuerpo cayó al piso con un hueco en su cabeza.

Y aquel cuerpo no fue ni el de Minho, ni el de Changbin, ni el de Felix, ni el mío, sino que fue de aquella persona que tanto odiaba, quien murió aquella noche fue aquel empresario multimillonario conocido mundialmente, Kim Pal Me, tal vez aquel mafioso al que todos temían SJ, o aquel padre, que abandonó a su hijo llevándose con el una parte de su alma, y su nombre era Han Mehpal, la mayor mierda que existió en este mundo. Pero lamentablemente no fue la única persona que murió aquella noche.

Con el mismo arma, aquel hombre que llegué a querer apuntó a su cabeza y apretó el gatillo, cayendo también al piso, murió mintiendo, traicionando, engañando y ocultando, pero sin embargo corrí a su cuerpo y lo tomé entre mis manos, con pequeños flashbacks de un momento como este hace ocho años en una bodega, pero esta vez me aseguré de que su ropa estuviera correctamente acomodada como a él le gustaba, que sus cabellos estén entre ordenados y desordenados, y que una sonrisa yazca en su boca, como la primera vez que lo vi en aquella prision luego de enterarme que mi madre y mi hermano habían muerto recordando como aquella sonrisa había logrado calmarme, tal vez era fingida, pero para mi fue muy real. Y antes de que cerrara sus ojos, con los míos llenos de lágrimas, le hablé al oído diciendo.- Prometiste estar siempre a mi lado ¿También mentiste en eso, Seungmin?


















Fin.

Continue Reading

You'll Also Like

497 34 1
¿Qué tanto puedes huir de tu pasado?
192K 21.8K 37
En donde Emma Larusso y Robby Keene sufren por lo mismo, la ausencia de una verdadera figura paterna.
556K 56K 35
-Oh, genial- susurro Jisung desde donde estaba sentado. Más precisamente desde el suelo del baño de su habitación, con la mirada fija en las dos rayi...
4.6K 578 12
➪𝐂𝐡𝐚𝐧𝐦𝐢𝐧 | Completada | Si te digo que ni yo sé cual es mi realidad, me creerías? Si la vida te depara un mal destino, ¿Qu...