Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

147K 11.2K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
53.
54.
55.
56.
57.

11.

2.5K 230 107
By PassionKisser

Al día siguiente, durante un espacio libre entre clases, me encontraba en el césped del campus de la universidad bajo la sombra de un árbol intentando leer un poco. Sin embargo, parecía que mi mejor amiga estaba completamente decidida a no dejarme hacerlo.

Jisoo recostó su cabeza en mis piernas, acostándose en el césped, y empezó a hacer ruidos extraños.

—Ppoong, ppoong.

Yo suspiré.

—Jisoo, ¿te importa? Estoy intentando leer aquí.

—Estoy aburrida, pasta —murmuró con un puchero—. Hagamos algo.

Suspirando nuevamente, puse mis lentes —porque me había cansado de llevar lentes de contacto— sobre mi cabeza y cerré el libro. Era obvio que no me iba a dejar leer.

—¿Qué sugieres? —pregunté con calma.

—Uhm... No lo sé.

—Pues yo tengo una idea. ¿Por qué no te duermes un rato mientras yo leo?

—Nah, no tengo sueño —negó, observando hacia otro lado—. Oye, pasta.

—¿Qué?

—¿Cómo crees que cojan? 

Casi me ahogo con la saliva cuando escuché su pregunta.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?

Jisoo se volteó y posó su mentón sobre mi muslo, señalando un grupo de chicas vestidas con faldas cortas y con pompones en sus manos.

—Las porristas —contestó.

—No sé, Jisoo. ¿No te acostaste con alguna de ellas?

—Nah, en su mayoría tienen pareja y, además, son muy huecas —bufó—. Están bien, son sexys y lindas, pero no tienen cerebro. Todas son mimadas.

—¿Y tú no? —pregunté con diversión, ganándome una mirada por parte de mi amiga.

—Oh, cállate. Yo no soy mimada. Trabajo duro por lo que quiero.

—Lo sé —murmuré.

Unos segundos después, en el cual creí que por fin se había rendido y me dejaría leer, Jisoo habló nuevamente.

—¿Y cómo crees que coja Lisa? 

—¡Jisoo! —ante aquella pregunta no pude evitar sonrojarme. 

—¿Qué? No me digas que nunca te lo has preguntado... Tiene unos dedos bastante largos, ¿sabes? —sonrió con burla—. Seguro que sabe usarlos muy bien.

—Perdónala señor, no sabe lo que dice —observé el cielo e hice una mueca—. Es una pecadora, pero te juro que es buena persona.

—Vamos, Rosé. ¿A que no te dan ganas de comprobarlo?

—Tú te estás acostando con Jennie —le recordé frunciendo el ceño. Que ella pensara así de Lisa producía un extraño dolor en mi estómago muy difícil de ignorar.

Mordí mi labio inferior y bajé los lentes, ajustándolos en su lugar.

—Nunca dije que lo haría. Jennie y su perfección son más que suficientes para mí.

—Hablando de ellas —musité, intentando cambiar el tema para evitar las ganas de golpearla que me invadieron de repente. Lo cual era extraño puesto que soy una persona muy tranquila—, ¿cuándo llegan?

—Jennie me escribió hace unos minutos. El viejo se puso intenso otra vez, así que tal vez tarden un poco más —bufó, recordando el viejo cascarrabias que nos daba clases a las cuatro. En horarios diferentes, por supuesto.

—Entiendo —asentí—. Ahora, si no sabes qué hacer, ¿puedo seguir leyendo?

—Eres tan aburrida —bufó.

—Haríamos otra cosa si a ti se te ocurriera algo.

—Tengo algo en mente. Pero no creo que te guste hacerlo —dirigiéndome una sonrisa pícara, Jisoo se sentó y pasó suavemente su mano por mi muslo.

—¡Yah! ¡¿Q-qué crees que haces?! ¡Aléjate de mí! —chillé, sonrojándome y pateándola para que me dejara en paz.

Jisoo soltó una risa y dejó de pasar su mano por mi piel.

—Te dije que no te gustaría.

—Eres una-

—¡Rosie Pooh! 

De inmediato dejé de observar a Jisoo y mi vista se posó esta vez en cierta rubia que venía corriendo hacia mí con una adorable sonrisa en su rostro. 

Ajusté mis lentes y le sonreí de vuelta cuando ella se tiró al suelo y me envolvió entre sus brazos con ternura.

—Hola Lili.

—Lisa, te dije que no corrieras tan rápido, joder —Jennie jadeó y negó con la cabeza mientras tomaba asiento junto a Jisoo.

—Lo siento, quería ver a mi Rosie —se disculpó, haciéndome sonrojar ante el apodo.

—No es como si no la hubieses visto, ¿sabes?

—Ya, pero quería verla otra vez —sacando su lengua, Lisa se acurrucó a mi lado, pasando una mano por mi cintura y apoyando su mentón en mi hombro.

—Son tan empalagosas —soltó Jisoo, haciendo una mueca de asco que Jennie imitó.

—Concuerdo.

Lisa las ignoró y se dirigió a mí esta vez con voz dulce.

—¿Qué haces? 

—I-intentaba leer —contesté, sintiéndome nerviosa ante su proximidad—. Pero Jisoo no me dejaba así que... Solo hablábamos.

—Luego le hice una propuesta indecente que ella rechazó —agregó Jisoo con falsa tristeza—. Me ofrecí a ella como un tributo y simplemente se negó.

Rodé los ojos por su dramatismo cuando Jennie se acercó a Jisoo y pasó un brazo por sus hombros.

—¿Por qué querrías hacerlo con Rosie? —sorprendentemente, Lisa fue quien preguntó.

—¿Por qué no? ¿Acaso la has visto? Rosie está tan buena como un pernil de pollo.

—Tú ya tienes a Jennie.

—Cierto —concordó Jennie, asintiendo y atrayendo más a Jisoo a sus brazos—. Puedes tenerme cuando sea, Jichu.

—Excelente.

Sonriendo, Jisoo se acurrucó en el pecho de Jennie.

Lisa y yo intercambiamos miradas. Esas dos son tan... Extrañas. Primero dicen que mantendrán su distancia, luego se pelean y después están abrazándose como si nada. ¿Quién las entiende?

—¿No que actuaban de acuerdo a los términos? —preguntó la rubia con burla.

—Nunca dijimos que no podíamos abrazarnos. No estamos haciendo nada sexual, ¿entienden? Los amigos se abrazan —contestó Jennie.

—Sí, no tiene nada de malo. Ahora cállense para que pueda dormir.

—¿Qué? Pero tú dijiste que- 

—Dormir —Jisoo me observó fulminante y volvió a acurrucarse en el pecho de la castaña como un bebé.

Yo hice un puchero y Lisa, dándose cuenta de ello, plantó un suave beso en mi mejilla y se acercó más a mí. 

—¿Qué leías Rosie? —preguntó, acercándose aún más.

Dios, su proximidad es tan...

—N-no es nada interesante, en realidad. Solo algunos libros que nos recomendó el profesor para poder entender los temas siguiente. Y-yo fui a la biblioteca por ellos, este es uno y-

—Eso es aburrido —murmuró, haciendo un puchero y besando mi mejilla nuevamente antes de quitar el libro de mis muslos y ponerlo sobre el suelo a un lado.

—¿Q-qué estás-

—Vamos, puedes leer después, ardilla. ¿Puedes centrarte en mí ahora? —haciendo otro puchero, Lisa apoyó la mejilla sobre mi hombro.

Tras unos segundos, chillé y escondí mi rostro entre mis manos.

—Uh, la pusiste roja. Buen trabajo, Manoban —comentó Jennie, riendo junto a Jisoo.

—Está bien —ignorándolas, suspiré para guardar compostura y volteé hacia Lisa, quien me observaba divertida—. Supongo que l-la lectura puede esperar.

Lisa sonrió, y estábamos tan cerca, que solo con moverme podía besar sus labios.

Pero como siempre, Jennie y Jisoo interrumpieron el momento.

—Consíganse un cuarto —murmuró Jisoo.

Al instante ambas nos separamos, sonrojadas. Aunque estaba segura que yo me encontraba peor que ella.

La rubia carraspeó y cambió el tema antes de que volvieran a bromear al respecto, y parecía que estuviera ignorándome, pero yo sabía que no era así. Mordí mi labio inferior para intentar ocultar la sonrisa que empezaba a crecer en mi rostro y cuando ya no pude retenerla, tomé el libro que se encontraba sobre el suelo y fingí leerlo.

Digo fingí, porque en realidad estaba más concentrada en evitar que mi cuerpo delatara las sensaciones que empezabas a embargarme cuando la mano de Lisa acarició ligeramente mi cintura y muslos durante el resto del tiempo que estuvimos allí.

...

Al llegar la tarde, después de almorzar, Lisa y yo nos despedimos de Jennie y Jisoo —quienes se suponía que tenían que hacer un trabajo de una clase que ambas compartían, aunque Lisa y yo sabemos perfectamente que por trabajo se referían a tener sexo desenfrenado—, para poder partir hacia mi trabajo.

Ella había insistido en acompañarme hoy, murmurando también que tenía que darle una respuesta a mis jefas. Yo no tuve más opción que asentir, a pesar de que no me incomodaba en lo absoluto que me acompañara.

Cuando cruzamos las puertas del café esa tarde, Yongsun y su alegre sonrisa nos recibieron.

—¡Flor, Lisa! Llegan temprano —murmuró, luego de darnos un beso en la mejilla a cada una—. Pasen, pasen.

Ambas hicimos una reverencia e ingresamos al lugar.

—Recién abrimos, así que por eso no hay tantos clientes. Pero empezarán a llegar pronto.

Levanté una mano y saludé a Wheein, otra de mis jefas, quien se encontraba tomando la orden de una pareja de ancianos que se sentaba todos los días a la misma hora para tomar café, hablar y armar juntos sudokus o sopa de letras. Ambos eran muy tiernos, si me permiten decir. Cuando tenga su edad desearía poder compartir un amor tan lindo como el que ambos tenían.

—Buenas tardes, chicas —nos saludó Moonbyul, quien se encontraba detrás de la caja registradora. 

Lisa y yo correspondimos con una reverencia.

—¿Y bien? —preguntó Solar—. ¿Has pensado sobre la oferta de trabajo, Lisa?

Dándome un rápido vistazo, Lisa se volvió hacia ella y sonrió.

—Sí, lo hice.

—¿Qué decidiste?

La rubia extendió su sonrisa.

—Quiero trabajar aquí.

—¡Excelente! —chilló mi jefa.

—Esperen —farfullé, volteándome hacia Lisa con preocupación y acariciando su brazo ligeramente—. No tienes que hacer esto, Lice. No es una obligación.

—Tú misma lo dijiste, Rosie. Nadie me está obligando. Yo quiero hacer esto

—¿Segura?

—Completamente —inclinándose en su lugar, Lisa plantó un beso en mi frente con ternura—. Además, así pasamos más tiempo juntas.

—¡Awwww! —Yongsun chilló y juntó sus manos—. ¡Son tan lindas! ¡Wheein, ven a ver esto! 

Mi otra jefa se volteó de inmediato en cuanto le entregó la orden a Moonbyul y sonrió al acercarse.

—¿Qué sucede?

—Ella es Lisa, la novia de Flor. ¿A que no es linda?

—Awww, ¿es tu novia? No sabía que te gustara alguien.

—Unnie, no es mi-

Pero pese a mi intento por explicar las cosas, Lisa pasó un brazo por mis hombros y plantó un beso en mi sien. No tenía idea de por qué, pero ella parecía fascinada con besarme, y por supuesto yo no tenía ningún problema con ello, aunque me hiciera sonrojar aún más.

—Lalisa Manoban, un placer, jefa.

—¿Jefa? —Wheein levantó una ceja.

—Oh, sí. Ella trabajará aquí.

—¡Oigan ustedes dos! ¿Por qué tanto alboroto? ¿No saben que deben trabajar? 

Una mujer que poseía cabello negro y la misma estatura que Wheein  salió de la parte de atrás, frunciendo el ceño al observarlas. Ella era mi otra jefa, Hwasa, en realidad era muy divertida, pero también podía ser la más seria de las cuatro cuando se trataba del trabajo.

—¡Oh, bebé! Mira, ella es la novia de flor —murmuró Wheein, mientras ella y Solar saltaban como niñas pequeñas.

—¿Novia de Roseanne? 

—Así es, mucho gusto. Soy Lalisa Manoban —saludó, extendiendo una mano hacia la mayor.

—Ahn Hyejin, pero me dicen Hwasa —contestó, dándole un apretón amistoso—. ¿Así que tu novia, eh? —me observó con una sonrisa burlona.

—Unnie-

—¡Si! Eso fue lo que Wheein dijo —balbuceó Yongsun—. Y también trabajará aquí.

—¿Trabajar aquí? Nadie me dijo que harían un nuevo contrato —frunció ligeramente el ceño. Sabía que le molestaba bastante el hecho de no enterarse de las cosas del trabajo, a ella le gustaba tener todo bajo control.

—Eso fue porque apenas se decidió ayer —contestó Moonbyul, pasando por nuestro lado para entregar una orden.

—Tiene sentido, recuerda que nosotras no estuvimos aquí ayer.

—Uhm, sí —Hwasa asintió hacia Lisa—. En ese caso, acompáñame. Llegaremos a un acuerdo ahora. Roseanne, tú ponte a trabajar. 

—Sí señora.

Antes de ingresar a la oficina, Yongsun y Wheein le dieron una palmada en la espalda a Hwasa en reprimienda, y Lisa me guiñó un ojo.

—Ya regreso —dijo, plantando un beso en mi cabeza antes de seguir a la mayor.

—Es tan estirada —balbuceó Wheein, haciendo un puchero.

—Tú te casaste con ella —le reprochó Solar entre risas.

—Ya, mejor sigamos trabajando antes de que nos regañe otra vez —bromeó de regreso y se palmearon la espalda antes de caminar hacia las mesas con los nuevos clientes.

Yo negué, su locura realmente es abrumadora a veces, pero aún así no podría pedir mejores jefas.

Con eso en mente, fui a la parte trasera a cambiarme para empezar a trabajar, sonriendo cuando recordé a aquella linda y pegajosa rubia que hacía mi corazón latir como loco últimamente.

Capítulo corto, pero prometo que las cosas se tornarán más interesantes pronto 7w7
Muchas gracias por leer, votar y comentar uwu.

Continue Reading

You'll Also Like

202K 13.4K 50
"No te vayas, hay muchas pero no hay de tú talla"
60.1K 3.6K 22
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
358K 34.6K 61
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...
88K 8.6K 63
👁️⃤ 𝘖𝘯𝘦-𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴, 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 𝘦 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 con los personajes de la serie: «🇬 🇷 🇦 🇻 🇮 🇹 �...