Era temprano, la luz entraba por la ventana de mi habitación, haciendo mover suavemente las pálidas cortinas de esta, una luz muy agradable, que me hacía sentir en paz conmigo misma y olvidarme un poco de todo el infierno en que se había convertido mi vida, aunque no conocía otra. El amo me ordeno que me levantara muy temprano, más de lo habitual, creo que es por mi comprador, la verdad no estoy muy segura. El amo me había dicho que me pusiera linda, deje mi pelo suelto, enchine mis pestañas y me puse un poco de pintalabios que se veía muy sutil, me puse una falda negra me que llegaba arriba de las rodillas y una blusa con mangas color blanca, la verdad, para mi gusto la falda estaba demasiado corta, sabia que si me agachaba se podría ver mi trasero fácilmente.
Oí llegar un coche, mire a través de la ventana, era un coche negro, elegante y se veia caro, por alguna razón mi pecho se encogió haciendo en mi la falta de aire, me ponía nerviosa el hecho de conocer a mi nuevo comprador, que clase de persona seria? sería un viejo o acaso un adolescente buscando simple diversión? no lo se, pero el simple hecho de no saberlo me intrigaba aún más. Me mire al espejo y me termine de arreglar un poco el pelo, oí como la puerta se abrió y el amo saludo al comprador. Asomé mi cabeza un poco por la puerta de mi habitación.
-Vaya¡, por fin llegas, me alegra tenerte aquí, pasa y toma asiento.
-¿Donde esta ella?.- Pregunto el hombre con una mirada seria, no alcanzaba a ver como era, las escaleras no me dejaban ver.
-Entiendo,entiendo, se que quieres verla ya, -Dijo el amo con tono burlesco.
- Es obvio, quiero ver que tan bien tienes tu mercancia, no puedo comprar simplemente algo que no he visto.
-Si la has visto.
-Solo en fotos, Merl.-así se llamaba el amo, Merl, no le gustaba que le dijese asi, asi que solamente le llamaba Amo.
-Ya debe de bajar, dale un minuto. CIELO¡es hora de bajar¡.-Escuche como me gritaba.
Me incorporé y salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mi, estaba nerviosa, el corazón me palpitaba a mil por segundo, mis mejillas las sentía muy calientes, casi toda mi vida he estado con el Amo Merl, y de un momento a otro dejarlo, me asustaba, él era el único hombre que me había tocado, y era lo único que conocía como familia, si podia llamarle de ese modo. Baje las escaleras y ahí estaba el amo y aquel hombre, que sería mi comprador, sentados en la sala.
-Cielo, ven aquí.- obedecí y me acerque al amo.-El es Zayn, es tu comprador.-dijo él con una sonrisa.
Alzé un poco la mirada, cautelosa, con temor a que me reprendieran por hacerlo, pero a la misma vez con cierta curiosidad que en mi interior necesitaba saber cómo era su apariencia. Zayn era un hombre alto, con una barba no muy larga pero muy bien cuidada, cabello azabache y ojos Grises, esos ojos eran tan profundos que sentía que podía ver a través de mi, me quede tan hipnotizada por un momento que se me había olvidado agachar la cabeza y nuestras miradas se encontraron, fue leve, como un ave, rápidamente, fugaz, pero se encontraron. Agache mi cabeza rápidamente y él se paro y besó mi mano.
-Es un gusto linda. - Linda... nunca nadie me había llamada de esa forma, el amo Merl siempre me llamaba Gatita o cielo.
- Asentí con una pequeña sonrisa, cabizbaja.
De repente el tomo mi barbilla y alzó mi cara.
-Mirame cuando te hable linda, es una falta de respeto no mirar a las personas cuando te están hablando.
No entendía muy bien eso, el amo siempre me había enseñado a siempre estar cabizbaja como forma de respeto.
-No te preocupes mi gatita, como el va a ser tu nuevo amo debes seguir sus reglas, no las mías.
-Gatita?.-miró extrañado Zayn a el amo Merl. - ¿Así es como la llamas? ¿Cual es su nombre?.
-No tiene, desde que ha llegado no le he puesto nombre, sus padres habían dejado una nota que decia que no tenia nombre, asi que la deje asi.
El amo nunca me había llamado de otra forma que no fuera gatita o cielo, no conocía mas nombres que esos.
-Que flojo de tu parte Merl. -Dijo zayn un poco decepcionado.
-¿Como me dijiste? tenme un poco mas de respeto Zayn, te estoy vendiendo uno de mis productos más preciados, esta chica es el resultado de años de esfuerzo y trabajo, así que si en verdad la quieres empieza a tratarme con mas respeto o podría vendersela a otra persona.
- Nadie te dará lo que yo te he dado Merl, tu mismo lo sabes.
-Esta chica vale mas de lo que tu me estas dando.
-Me estas pidiendo más dinero?
-No, solo te estoy pidiendo formalidad Zayn.
-Esta bien, Me disculpo Merl. El punto aquí es, ¿cuando puedo llevarmela?, ya firme el contrato, debería poder llevarmela hoy mismo.
-Puedes llevartela mañana.
-¿y por qué no hoy?
-Dale tiempo para que entienda la situación, dejala que se despida de este lugar.
Zayn suspiro levemente frunciendo el sueño un poco .-Esta bien Merl, la dejaré aquí hasta mañana, vendré por ella en la mañana. La verdad, es mucho más bonita que en las fotos.
-Ya te lo había dicho, todos mis productos son de calidad. -sonrió.
-Si, lo puedo notar. Bueno Linda, prometo que mañana vendré por ti, espero poder llevarnos bien. -sonrió y me dio un beso en la mano.
-Si, amo zayn. - Dije esta vez mirándole a los ojos, intentando adaptarme a sus normas.
-Hasta luego Merl, es un placer hacer negocios contigo -salió por la puerta e inmediatamente esta se cerro, dejando la habitación nuevamente oscura.
El amo Merl volteo a mirarme, con una mirada con una pizca de tristeza y a la misma vez de nostalgia, nunca había sentido esa mirada en alguien, se me hacía extraño y confuso.
-Bueno, ya se está haciendo un poco tarde, ¿qué quieres de comer?
¿Que? ¿El amo me estaba preguntando eso a mi o ya había alcanzado la locura máxima?, me preocupaba respondere.
-¿Perdone amo?.- dije casi inaudible.
-Oh vamos cielo¡, este es tu ultimo dia en esta casa, quiero que tengas un recuerdo lindo de tu y yo cenando por última vez. Así que vuelvo a preguntarte qué quieres cenar?.- lo dijo con una sonrisa.
-Este.. yo.. no lo se amo, lo que a usted le parezca está bien.- no estaba acostumbrada a este tipo de preguntas, el amo siempre elegía la comida y yo simplemente comía todo lo que él me diera.
-Vamos cielo, elige lo que tu quieras,es tu noche.
Mi noche? me sorprendió que el amo estuviera siendo tan amable.
-Chocolate. -dije preocupada, todavía pensando que se trataba de algún tipo de mala broma sin gracia.
-¿cómo?¿chocolate?.- rió fuertemente. -Es la primera vez que te dejo elegir y vas a pedir chocolate?.- El seguía riendo fuertemente.- eres todo un misterio definitivamente, pero esta bien, es tu decisión, chocolate quieres, chocolate tendrás, pero no te dejare morir de hambre, te concederé algo mas, necesitas tener fuerzas y el chocolate no te las va a dar.
- Que quieres además de el chocolate, cielo? - dijo el amo con una sonrisa amplia, por un momento se veía como una persona totalmente diferente a la que había conocido todo estos años, irreconocible, daba miedo el cambio tan brusco y rústico que había tenido, pero decidí seguir el juego y obedecer.
- Mariscos estaría bien amo.
-Esta bien, ve y sube a tu habitación a darte una ducha, Ponte algo lindo y baja. -Ordenó el amo Merl, asentó con la cabeza y subi rápidamente a mi habitación.
Me quite toda la ropa hasta quedar desnuda y me metí a la ducha, me bañe rápidamente, sentía el agua caliente recorrer todo mi cuerpo y mi mente divagaba por lo que había pasado el día de hoy, esta preocupada, pero ansiosa por la comida. Salí de la ducha y me puse un vestido color Negro, suelto y me llegaba un poco arriba de las rodillas, peine mi cabello y baje rápidamente hacia el comedor, el olor a chocolate combinado con los mariscos era totalmente exquisito, me sentía ansiosa, tanto que sentía mis ojos nublados, el amo nunca había sido tan bueno conmigo, esta feliz, si se podría llamar felicidad a comer, no lo se, nunca lo supe.
Baje la velocidad de mis pasos con temor a ser regañada, baje la cabeza y me diriji hacia la mesa.
-Gracias Amo.-Me senté y mire mi barra de chocolate.
El amo pareció notarlo, las comisuras de sus labios se rasgaron levemente.
-Puedes comerlo ya si gustas, pero asegurate de comer los mariscos
Fue como música para mis oídos, la cogí rápidamente y le quite el envoltorio, ese olor, tan dulce, tan suave pero a la misma tan fuerte que se sentía por toda la habitación. La probe y era lo mejor que había probado en varios años , sentía como cada pedazo se derretía en mi boca lentamente, me sentía como en el cielo, estaba tan rico que mis ojos se cristalizaron, por lo que inmediatamente agache la cabeza para que el amo no se diera cuenta.
-Gracias amo. - dije con una pequeña sonrisa en mi boca que pocas veces aparecía.
-De nada cielo, disfruta de tu comida.
Asentí y termine mi chocolate, segui con los mariscos y cuando termine había quedado muy satisfecha.
-Bueno, es hora de dormir, hoy dormirás conmigo.
Nunca había dormido con el amo, iba a ser muy extraño para mi , pero mi limite a simplemente asentir. Me arregle, me puse mi pijama y fui a la habitación del amo, toque la puerta y el me abrió, el amo era , ¿Cómo decirlo? Guapo, tenía músculos y una cara con facciones muy finas que lo hacían ver incluso más lindo. Pero definitivamente no era mi tipo.
-Pasa, cielo, acuéstate. -dijo el amo ya sentado en la cama con su bata roja.
Me acosté a un lado de la cama y empecé a observar alrededor, la habitación del amo era como la había imaginado siempre, las cortinas eran rojas, las sábanas eran rojas, su escritorio era rojo y hasta incluso la bata con que salía del baño era roja, se notaba que al amo le gustaba mucho el color rojo.
Estaba tan concentrada que no note que el amo se estaba acostando a mi lado y apagando las luces. Toda la habitación quedo a oscuras y la ventana que estaba hacia el lado en el que estaba el amo Merl iluminaba un poco la habitación con la hermosa luna, haciendo ver un poco la silueta de perfil del amo. Solo podía pensar en que pasaría mañana, en que me depararía el destino, aunque para ser sincera nunca me ha deparado cosas positivas, solo desgracias. Sentía como mis ojos se cerraban lentamente ya que el amo no parecía tener intenciones de hablar o decirme el porqué de su repentina petición. De repente y casi inaudible escuche la voz del amo dirigiéndose a mi.
-Sigues despierta?- pregunto el amo.
- Si, amo. - respondí saliendo de mis pensamientos.
- Que bueno, mañana te vas a ir de esta casa y lo mas probable es que no nos volveremos a ver-dijo el amo, y notaba en su voz cierta nostalgia o tristeza. - Mañana mi querida gatita, veras un mundo totalmente nuevo, Zayn es diferente y tendrás que adaptarte a sus reglas, te he enseñado bien, espero que no me dejes en ridículo, eres de mis productos mas preciados y dejarte ir es como dejar ir a un diamante.
Sus palabras me desconcertaban, mi cabeza estaba llena de preguntas ¿Qué reglas tenia el amo Zayn? ¿soy de sus mejores productos? ¿para que me querría el amo Zayn?, aunque esta ultima pregunta supongo que es algo obvia para ser sincera, me imaginaba que me querría para lo mismo que me había enseñado el amo Merl desde pequeña todo estos años, a ser sumida y obedecer sin importar el dolor que podría provocarme. Estaba ansiosa, nerviosa, queria hacer muchas preguntas, pero sabia que era inapropiado.
- Cielo, antes de irte mañana quiero que sepas que no se lo que te espera con el Zayn, solo se que podrías llegar a experimentar nuevas sensaciones además del dolor, ¿entiendes eso?
- No, amo. -Dije un poco confusa con aquellas palabras, ¿una sensación diferente además del dolor?, esas palabras me extrañaban y no sabia que pensar de ellas.
El amo rio levemente. -Por eso tu valor es aun mas alto, eres tan inocente y a la misma vez estas tan corrompida, eres los mejor de ambos mundos, cielo, y por la misma razón se que tu nuevo amo estará contento porque seas tan pura, nadie además de mi te ha tocado y sigues siendo virgen por lo que como entenderás tu precio es magnifico, eres mi producto mas puro e inocente.
No entendía muchas cosas, en verdad creo que no entendía nada, el amo me había hablado una o dos veces del tema de la virginidad, y me decía que cuando me compraran lo entendería, lo único que sabia de ello es que aumentaba mi valor como persona. También el hecho de que hay otros productos además de mi, otras personas, que me imagino que son chicas que también han llevado esta clase de vida, me daba algo de tristeza pero a la misma vez me daba cierto alivio saber que no era la única pasando por todo esto, creo que es un poco egoísta de mi parte pensar ello, pero es la verdad que la mayoría no se atreve a decir.
- Duerme, mañana tendrás un día muy largo.
Sin nada mas que decir el amo dejo de hablarme y volteo su cuerpo hacia el otro lado de la cama, dándome la espalda por completo. Me quedo pensando, atónita, sin saber que pensar, ni hacer, solo intentando calmarme y pensar en lo mejor. Cerré mis ojos suavemente hasta quedarme dormida, esperando que mi comprador no fuera un psicópata maniático como el de los libros de misterio.