ℳάs.

By GiPoon

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COMPLETA. Erika es una joven que no le da a los hombres más de una noche. Benjamín es igual, hasta que la co... More

|♡| Sinopsis.
|♡| Personajes.
01. |♡| Amantes.
2. |♡| Razonamiento.
3. |♡| Pensamientos.
5. |♡| Paranoia.
06. |♡| El regreso del peligro.
07. |♡| La distancia entre nosotros.
08. |♡| Sorpresa.
09. |♡| Locos enamorados.
10. |♡| Revelaciones.
11. |♡| Nada.
12. |♡| Todo.
|♡| Epílogo.
💋Confesiones por GiPoon: PT2💋

4. |♡| Confesiones.

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By GiPoon

ERIKA.


Con Ashley nos arreglamos y y estamos bien cosa que me alegra, le conté que estoy enamorada de Benjamín y ahora sólo queda decírselo a el idiota.

Últimamente ella está saliendo más, come, ríe, se divierte conmigo y eso me alegra, le mande mensajes en la mañana a Benjamín sobre eso hace dos días. Me dijo que Logan se ducho luego de un par de días y yo sigo intentando que mi amiga hable con él pero se niega rotundamente. Es demasiado necia.

Estoy llegando a casa con las compras y abro la puerta como puedo con las miles de bolsas.

—¡Ashley! —grito cerrando la puerta detrás de mí. No contesta, debe estar durmiendo o volvió a salir. Entro a la cocina y dejó las bolsas sobre la isla. Miro a mi alrededor buscando mi teléfono, voy a la sala y lo veo sobre la mesa. El chat de Ashley esta abierto y miro esta confundida.

♤ 𝐌𝐢 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐨𝐬𝐚. ♤

Erika, se que te estás preguntando donde estoy y hace tiempo lo estuve pensando y decidí irme por un corto tiempo. Sabía que en cuando te lo dijera estarías en contra pero sólo serán unos meses, volveré pronto.

Y sí, eres y serás la madrina de mi bebé.
Tomaré el vuelo a Cancún de las 9:30 en el aerolínea Speed. No intentes detenerme, aún así es tarde, ya no puedes.

Te amo amiga, nos vemos.

Terminó de leer los mensajes y salgo a correr fuera del edificio.

Afuera salgo a correr en busca de Logan, ¿por qué mierda me avisa cuando se está yendo?

Carajo, me las va a pagar muy caro Ashley.

Marco el número de mi mejor amiga y no contesta, lo hago tres veces más mientras corro buscando un taxi. No tengo auto, por supuesto no hay taxis, recuerdo que no tengo dinero encima así que me siento estupida y lo único que se me ocurre es correr. Así que corro como una desquiciada, marcando con el teléfono a él idiota esposo de mi amiga. Dejo de lado eso en la quinta llamada y sigo corriendo, seguramente debe estar en la empresa y ruego porque lo estara.

Mi teléfono no tiene más batería y se había apagado luego de unas cuantas calles de llamarlo, estoy a un par de cuadras, con una rodilla sangrando por una caí de de dos cuadras antes. Mis talones me duelen y esquivar a la gente no es tan fácil como lo hacen ver en las películas cuando alguien corre por una acera, pero es entendible ya que las películas se dedican a mentir.

Miro el edificio frente a mi, se perfectamente a que piso debo ir así que corro adentro y voy directo al ascensor. Toco para que este baje y hago lo mismo con los otros cinco elevadores a mi alrededor. Él primero que toque se abrió y entro velozmente a este, me muevo en el desesperada tocando mis manos luego de tocar el botón para ir al piso destinado. Termino de subir los pisos, salgo de este y veo la recepción. La paso corriendo y la chica me mira atónita.

Suelto una risa por su cara y abro la puerta con sus gritos de fondo, entro a la oficina y me apoyo sobre mis rodillas pero subo las manos un poco por encima de estas al sentir el dolor cuando la adrenalina baja.

—Erika, ¿qué sucede? —escucho la voz de Logan. Levanto la mano para que me de un segundo y respiro agitada mientras guardo mi telefono en el bolsillo de mi vestido. Escucho unos fuertes tacones y veo a su recepcionista entrar con una cara de disculpa.

—Perdóneme, intenté detenerla pero es muy rápida. —habla algo asustada y casi sorprendida. No le tomo mucha importancia y me levanto para mirar a Logan.

—Esta bien, traiga un vaso con agua por favor. —reclama mirando a la chica. No sé que hace ella, pero el sonido de sus tacones alejándose es lo único que escucho.

—¿Estás bien?

Escucho su voz detrás de Logan.

Trago duro cuando sus ojos se encuentran con los míos, mi cuerpo tiembla ligeramente y quiero convencerme a mi misma que es por la corrida de hace unos momentos. Asiento mirándolo respirando un poco menos agitada que antes.

—Logan —llamo tratando de sacar mi vista de Benjamín. El nombrado voltea —. Ella se va, Ashley —la cara de Logan se pone pálida —. Me aviso antes de que mi teléfono se apagará, no me dijo por cuanto tiempo. —lamo mis labios sintiendo mi garganta seca.

—¿Cómo? —habla Benjamín acercándose —¿A dónde?, ¿cuándo? —interroga tocando el hombro de su amigo para que reaccione. Logan me mira esperando respuesta. Trato de hacer memoria y tocó mi cabeza desesperada.

—Hablo de un viaje de no sé cuanto tiempo y que es hoy. Aeropuerto... —toco mi cabeza desesperada y molesta conmigo misma.

—Erika, por favor. —insiste Logan desesperado tomando sus cabellos y girando por la habitación.

—Era el mismo con el cual volvieron de la luna de miel. —le doy una pista ya que no recuerdo el nombre.

—Ya sé, ¿recuerdas el vuelo?, ¿hora?, ¿algo? —cuestiona buscando su saco en su silla detrás del escritorio. Asiento.

—Vuelo a Cancún... —dudo unos segundos la hora y recuerdo las letras del mensaje —, ocho... ¡nueve treinta! —aviso eufórica por recordarlo. Él asiente, se pone su saco y se encamina a la puerta.

—Gracias, de verdad. —habla parandose en la puerta.

—Trae a mi amiga, suerte. —levanto el pulgar y él sale corriendo, por la puerta entra la chica de antes con el vaso de agua y una caja blanca de metal, me tiro al suelo cuando mis piernas me fallan.

—¡Señorita! —grita la chica de antes.

—¡Erika! —la voz grave de él hombre que se acerca a mi, hace latir rápidamente mi corazón. Sus manos toman mis hombros y luego mis mejillas —. ¿Estás bien? Por favor, háblame. —cierro mis ojos al sentir un mareo. Asiento para no preocuparlo.

—Estoy bien, es solo que no comi y la adrelanina me gano. —intento levantarme pero Benjamin me detiene, me vuelvo a mirarlo extrañada.

—Yo te ayudo. —pasa una de sus manos por debajo de mis rodillas y pone la otra en mi espalda mientras yo lo miro sin entender hasta que me levanta del suelo como princesa. Pego un grito sorprendida por su acción y tomo sus hombros asustada por caerme.

—Puedo caminar, ¿sabes? —mascullo con las mejillas ardiendo y no sólo por el calor del sol de afuera. Él me ignora completamente y la chica detrás de nosotros nos mira, cubro mi rostro con mi mano avergonzada.

—Me voy Sr. Maxwell. —habla la joven mientras que Benjamín me deja sobre el sofá de una persona cerca del escritorio. Mis piernas quedan sobre los brazos del sofa al igual que mi espalda. La rubia de antes toca su hombro y él se gira a verla. Le sonríe haciéndola sonrojar. Levanto una ceja cuando rozan sus manos al ella pasarle la caja de metal y él su vaso de agua.

—Gracias, Ana —contesta con dulzura.

«La llama por su nombre, ¿en serio?»

Ruedo los ojos y cruzo mis brazos mientras ella se aleja moviendo sus caderas al andar.

Él se voltea a verme y yo quito mi mirada.

«Baboso.»

Seguro le encantó su trasero pero recordó que yo estaba aquí, todos son iguales.

Resoplo.

Aunque fuera así no es mi problema ni siquiera se porque me molesto... Pero bien se porque me molesto, me encanta este hombre y me jode la idea de que le guste otra.

—Idiota. —me susurro a mi misma con molestia.

—¿Perdona? —lo miro de reojo y parece extrañado.

—Nada —mascullo molesta. Benjamín se acerca y me pasa el vaso de agua —. Sólo que me pareció extraño que te llevarás tan bien con el personal. —hablo tomando el recipiente de su mano consigueindo con exito no tocarlo. Tomo el agua bajo su atenta mirada, lo miro con desinterés.

—¿Acaso estás celosa? —pregunto brusco, sin filtro, un tanto divertido e incrédulo.

Siento que el agua se atora en mi garganta y trago mal para luego empezar a toser. Él se acerca y me da unas palmadas en la espalda.

Mierda, ¿estoy celosa? Me enoja sólo la idea de que le sonría a una chica.

Mis mejillas se calientan de sobremanera y seco el agua de mis labios con mi mano.

—No sé de que estás hablando, está conversación no está llegando a ningún lado —exclamo sin mirarlo, veo por el gran ventanal como el sol se esconde y deja lugar a las grises nubes —. Ya debo irme. —aviso intentando levantarme pero él me detiene inclinandose frente a mi y tomando mis piernas cuando la planta de mis zapatillas tocan el suelo.

—Espera, primero sanare tu herida. —lo miro sin entender, ve mi rodilla, llevo mi vista a esta donde hay unas gotas de sangre cayendo casi hasta mi zapato, un lugar lastimado casi violeta y raspado.

Jadeo sorprendida mientras el hombre frente a mi abre la caja en el piso.

Empieza a atenderme en silencio.

Lo miro desde arriba aunque no hay mucha diferencia ya que él es muy alto y hasta agachado lo sigue siendo. Se dedica a ponerme alcohol, pasarme el algodón mientras yo obsevo su ancha espalda, sus grandes brazos, su sedoso cabello, su traje pegado a su cuerpo de apariencia tan cara.

Trago duro, realmente hermoso. Un hombre gentil, elegante y apuesto enamorado de mi. Es imposible, ¿por qué me amaría?

—¿Te duele? —pregunta de pronto llamando mi atención. Levanta su rostro para mirarme y yo miro sus ojos.

—No. —casi susurre. Benjamín mira mis ojos con un brillo peculiar en los suyos. Carraspeo mirando a otra parte, miro un segundo el ventanal girando mi rostro, el cielo esta completamente gris y hace calor a morir. Se que llovera y me importa poco, de todas formas tengo que caminar a casa.

—Ya está —suspira, lo miro extrañada mientras se levanta —. Acabé... —avisa y asiento.

—Gracias —agradezco con normalidad parandome al igual que él. Ambos quedamos tan cerca que casi podríamos llegar a rozar nuestros cuespos. Levanto mi cabeza y lo miro, su mirada esta puesta en mi. Mi vista viaja a sus labios y de la nada los mios se sienten resecos entonces me atrevo a lamerlos. Trago con dificultad —. Ya me voy... —murmuro vacilando para volver a ver sus ojos.

Él pasa su vista de mis labios para encontrar mi mirada. El ambiente se siente más pesado de repente y mi cuerpo entra en calor, a pesar de que quiero moverme para irme mi cuerpo parece ir en mi contra. Él toca mi mejilla, acercando con lentitud su cara a la mía. Siento nuestras respiraciones mezclarse mientras mis ojos se cierran, me atrevo a levantar mi mano para tocar la suya.

—Te mentí. —sale de mis labios sin que pudiera detenerlo. Lo había hecho, más de una vez; tengo que ser sincera conmigo misma y con él.

—¿Qué? —Él me mira y puedo ver algo que no sé descifrar en sus ojos.

Estoy dispuesta a decirle la verdad, que me he dado cuenta que soy una idiota. Que me molesta y estoy asustada, pero que sé perfectamente que lo amo.

Nuestros labios estan a punto de tocarse cuando escucho la puerta abrirse, Benjamín se aleja con algo de rapidez y se acerca al escritorio.

—Perdón. ¿Interrumpo? —pregunta la tal Ana.

—No —contesto con rapidez, algo molesta por su repentino alejamiento —. Yo ya me voy, ustedes sigan con lo suyo —No quise sonar molesta pero creo que fue todo lo contrario. Miro un segundo a Benjamín que me observa sin más, parece querer abrir su boca para hablar pero me adelanto —. Adiós, Sr. Maxwell. —me despido, fue una despedida. Pero no sé a qué exactamente.

Salgo un tanto apresurada pasando por al lado de la chica en la puerta y casi corriendo a los ascensores. Toco el botón de este con rapidez, esperando que llegue y para mi buena suerte una persona bajo de este al instante. Cierro la puerta esperando llegar al primer piso. Me apoyo en la pared de la pequeña caja de metal y miro perdida el piso. Mi corazón esta agitado, su suave mano me toco y casi me besa. Si esa chica no hubiera entrado... resoplo. Me hubiera dejado besar, hasta yo misma lo hubiera besado, le hubiera dicho la verdad. Mierda.

Las puertas se abren y salgo rápidamente del elevador para próximamente del lugar, no me siento tranquila hasta que estoy afuera del edificio.

Caen las primeras gotas de agua, son grandes y la gente a mi alrededor camina con rapidez o trota, mientras yo ando tranquila por la acera. La lluvia se vuelve torrencial, la gente empieza a correr, miro el suelo mojado como todo mi cuerpo, mi ropa esta empapada y caen gotas de agua de mi. Sigo mi camino a casa por las calles solitarias de la tarde, con hambre y algo de frío.

Los pensamientos rondan mi mente, atormentandome con las ridículas preguntas si lleva algún tipo de relación privado con esa chica. Pero si así fuera, no tendría derecho ni a preguntar al respecto, y es cuando me siento como una idiota por sentirme como me siento, me siento una estúpida, ridícula...

Los autos pasan a mi lado pero uno en general llama mi atención, alejándome de mis reproches mentales, me parece extrañamente conocido y para no muy lejos de mi. Veo a alguien salir de la puerta de piloto y su rostro mojarse en lo primero que noto, paro en seco en mi lugar en ese momento.

Él cierra la puerta mirándome fijamente y se acerca a mi, cuando esta enfre a mi, toma mi cara entre sus manos y besa mis labios. Aprieta la parte trasera de mi cabeza y baja una de sus manos a mi espalda apretandome contra él. Subo mis manos a su espalda y me aferro a esta pegándome más. Tomo sus labios al igual que Benjamín, besandolo con pasión y él moviéndose tan sensual.

Mierda, amo sus besos, amo su toque y me da miedo porque no quiero perderlo, a él.

Benjamín toma mi mano con delicadeza soltando mis labios y tira de mi brazo como si de cristal se trataea, para llevarme a su auto.

Lo miro extrañada, ¿debería decirle que creo amarlo?... Que lo amo.

—Benjamín —lo llamo con mis mejillas ardientes ante lo que voy a decir. Se detiene frente al auto y me pega a tal. Me mira esperando que hable —. Es que yo... —No sé por donde empezar. Son palabras que ha esperado por mucho tiempo y estoy ansiosa, es peligroso.

Cuando diga eso se que ya no habrá vuelta atrás, que será posible que salga lastimada muchas veces, que comience una relación, que nos enamoremos más, nos lastimemos y lo resolvamos... porque así es el amor, ¿o no?

Estoy dispuesta al riesgo, dejando mi lado mis miedos... porque mi miedo por perderlo es más fuerte que el miedo a ser lástimada otra vez.

Así que lo intentaré por él... por Benjamín.

»Estoy enamorada de ti. —miro sus ojos que parecen iluminarse. Sus pupilas dilatan pero su rostro serio no cambia. Pone ambas manos a los lados de mi cuerpo y me besa una vez más, subo mis manos a su nuca mientras mete su lengua en mi boca explorando en ella. Su beso es salvaje, feroz, posesivo y pasional. Tomando con desesperación mis labios.

—Soñe con esto... —habla separandose de mis labios para luego besarme otra vez —, desde que me di cuenta... —otro beso más, un tanto mar largo que el anterior —, qué estoy perdidamente enamorado de ti —me da un pequeño pico y sonríe mirando mis ojos —. No tienes ni las mínima idea de lo feliz que estoy. —acaricio su mejilla y le sonrío.

—Yo también estoy feliz. —confieso algo apenada, él sonríe y suelta una risita para luego volver a dejar un suave beso sobre mis labios. Veo que abre la puerta de copiloto a nuestro lado sin alejarse de mi, haciéndome mirarlo extrañada.

—Entra. —ordena autoritario, lo cual es muy sexy, levanto mis cejas.

—¿Por qué? —pregunto con mis manos aún en su cuello, acaricio este y sus cabellos.

—Porque está lloviendo, y no quisiera que mi novia se enferme. —responde con una sonrisa.

—¿Ahora soy tu novia? —interrogo riendo, divertida y sonriente con las mejillas calientes.

—Sí, ahora eres mi mujer —besa mis labios con una pequeña sonrisa y yo igual —. Ya entra, por favor. —exige, esta vez, amablemente. Me giro a la puerta, dudo unos segundos para finalmente dar la vuelta para mirarlo otra vez, una sonrisa se plasma en su rostro y me acerco a su apetiotosa besable boca para besarlo otra vez, no me cansare de hacerlo. Me separo y le sonrío antes de entrar a su auto. Lo observo rodearlo para luego sentarse a mi lado.

—Estoy mojando todo tu auto. —digo riendo, mayormente por el nerviosismo. Él gira a verme y sonríe.

—Esta bien, yo también lo estoy haciendo —asegura despreocupado —. Bien, a tu casa. —demanda quitándose su empapado saco.

—Vamos a tu casa. —propongo mientras veo como se quita el saco y su camisa mojada se pega a su cuerpo.

—Hace menos de dos minutos empezamos el noviazgo y ya quieres llevarme a la cama —finge indignación, a lo que río a carcajadas.

—¿Soy tan obvia? —pregunto divertida, siguiendo su juego —. Bueno, perdóname—me acerco un poco, apoyando mi mano a un lado del asiento para verlo y él también —. Pero ya no puedo esperar —murmuro de manera sensual. Tomo el cuello de su camisa y lo artraigo hacia a mi —. ¿Tú no quieres? —de la nada ya no se siente un juego, de verdad lo quiero, levanto una ceja con una mini sonrisa maliciosa. Benjamín suelta el aire casi con pesadez y besa mis labios, no un beso corto, no, parece que ambos necesitamos nuestros labios encima del otro. Un beso desesperado, desenfrenado. Moviendo sus labios a la sincronización de los míos, mientras bajo mi mano a su cuello, para tocar poco a poco su tonificado pecho.

Sin decir una palabra nos separa dejándome deseosa de más, pasa mi cinturón por encima de mi y lo ajusta. Hace lo mismo con él y arranca el auto. Ahora todo depende de él, y se su decisión cuando se pasa de mi casa, lo que me hace mirarlo divertida.

...

Entramos a su casa besandonos aún mojados, me quito mis tacones y el su camisa mientras soltamos una risitas traviesas, para luego tirarme a sus brazos volviendonos a besar.

—Benjamín —susurro mientras él besa mi cuello. Aprieto su espalda con algo de nerviosismo y lo suelto —. Te amo... —se detiene y cruzamos miradas observandonos hitamente. Sus ojos brillan al igual que los míos —, no es sólo deseó, no es una emoción. De verdad te amo. —acaricio su rostro sonriendo, traga con dificultad para luego reír y bajar la mirada. Vuelve a verme con sus hermosos ojos celestes.

—Te amo, preciosa. —confiesa mirándome, acaricio su mejilla, sonrío y beso sus labios.

—Lo sé. —digo apartandome un segundo de sus labios para luego volver a lanzarme a ellos.

Sonrío saboreando el sabor de su boca, me encanta esto, lo amo.

Me alegra haber aceptar mis sentimientos y haberle dado más.

Mucho más.




















































Ame este cap, ¿ustedes no?

Vamos bien, ¡YA SON PAREJA!
Y SON TAAAAAAAN TIERNOS JAJAJAJ

Juro que en verdad era así, porque ya saben que es una historia real y todo siempre fue muy tierno. ☺💕

💋BYE, ZUKITAS💋

ATT: Erika.

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