–¡Tanjirou, pelea contra mi! —Inosuke parecía estar con mucha energía y eso le parecía tierno a Tanjirou, pero aún estaba recuperándose de su última misión—
–Lo siento, Inosuke, pero aún no me siento capaz de pelear —Su sonrisa era sincera y eso aceleró el corazón del oji-verde—
–Oh, entiendo... ¿Te sientes muy mal? —Se sentó con cuidado a un lado de Tanjirou y acaricio con cariño su mejilla—
–Algo así... Pero no importa, cuéntame como te fue en la misión —Inosuke no tardo en decirle con lujo de detalles y algunas exageraciones sobre su misión—
Tanjirou adoraba ver a su pareja cuando le contaba las cosas.
–Oh, Tanjirou ¿Necesitas algo? Como no puedes moverte mucho, tal vez yo... Podría serte de ayuda.
–Pues... Tal vez podrías traerme algo de agua, por favor.
–En seguida vuelvo —Inosuke se levantó y antes de empezar a caminar le dio un "pico" a Tanjirou—
Casi huyendo salió de la habitación y fue a por agua, cuando volvió se la dio a Tanjirou y se volvió a sentar a su lado, miro con detenimiento al pelirrojo y noto su rostro sonrojado.
–¿Te sientes bien, Tanjirou? —Asintió de forma lenta, Inosuke en su preocupación toco la frente de Tanjirou y entendió porque su sonrojo— Tienes fiebre... Iré a llamar a Aoi —Salió corriendo de la habitación en busca de ella—
No tardó mucho en regresar con Aoi, quien atendió a Tanjirou y luego sacó a Inosuke para que el pelirrojo descansara.
–Quiero quedarme con Tanjirou —Murmuró entre dientes mientras seguía a Aoi—
–Necesita descansar, así que no lo molestes.
Inosuke se ocupo entrenando, pero cuando llego la noche se escabullo hacia la habitación de su novio y se acostó a su lado.
–¿Inosuke? —La suave voz de Tanjirou lo hizo sobre saltarse—
–¿Te desperté? —Tanjirou lo miro y negó—
–Cuando entraste ya estaba despierto, solo me ardían los ojos y no los abrí hasta ahora.
–Entiendo, lo siento... —Desde que había empezado a salir con Inosuke, hace 3 años, él había cambiado mucho, ya sabía como demostrar sus emociones— Tanjirou, yo quiero preguntarte algo.
–Eh... Claro, puedes preguntar cualquier cosa —Los ojos de Inosuke se posaron sobre los suyos y sintió un calor que llenaba su pecho—
–¿Te unirías a mí... Para siempre? —Sus ojos reflejaban mucha duda— Osea... Como Zenitsu con Nezuko —Eso no lo esperaba, el pelirrojo se sentó y salto sobre él, besándolo con mucho cariño—
–Claro que sí —Unos minutos después de algunos besos le volvió el dolor—
–Me alegro de poder estar contigo... Pero ahora debes descansar, y yo cuidaré de ti —Tanjirou se acomodo sin rechistar e Inosuke se acomodo a su lado—
Aquella noche Inosuke vio a su madre en sueños, y le habló del amor de su vida, siendo felicitado por su madre quien le dije que por fin tenía la familia que él necesito y en ese momento también tenía con quien compartir esa felicidad.