Lawliet
Eran contados los momentos en los que se podría decir "he sido feliz" y lo más gracioso es que ella ha estado en la mayoría de ellos. Desde que salí de la casa Wammy lo único en mi vida de suficiente importancia como para prestarle atención a parte de los casos ha sido Watari y siempre estuve seguro que esto se iba a quedar así hasta mi último respiro, no contaba con que ________ aparecería en mi vida. La quería y no como una amiga, la quería como mujer. La quería ver despertar todos los días, quería hacerla mía y eso realmente me sacaba de mis casillas, casi tanto como la manera en la que la mira Light. En toda mi vida adolescente ninguna chica había despertado ese instinto primitivo en mí o esos celos y ganas de vomitar al ver como Light le coquetea y ese sentimiento realmente me desconcertaba.
La sentí queriendo romper el abrazo, a este punto actuaba sin pensar. En toda mi vida nunca hubo una mujer que llame mi atención de esta manera, no sé si estaba muy ocupado con los casos o simplemente era el hecho de que ninguna era como ________.
— Ryuzaki — murmuró ella tratando de empujarme, la diferencia de fuerza entre los dos era notoria. Aunque era una chica muy preparada mentalmente, su fuerza física no era la mejor. Sentía que era como una muñeca de porcelana que se rompería con solo caerse.
— No hables — respondí en un susurro cerca de su oído. Acerqué mi mano derecha a su mejilla, acariciándola. Ella cerró los ojos.
— Ryuzaki... — volvió a murmurar ella esta vez con un tono más suave, poniendo mis sentidos alerta. ¿Qué me has hecho, _______?
— No hables, no lo repetiré de nuevo — dije con los labios a centímetros de los suyos. Agarré sus muñecas por encima de su cabeza apoyándome en una pared cercana cuando sentí su intención de empujarme
— Basta — susurró de nuevo ella por lo que aflojé mi agarre
— ¿En serio quieres que pare? — pregunté aún a escasos centímetros de ella observando sus labios entreabiertos, casi invitándome y lo pude confirmar cuando sentí la presión de sus labios contra los míos.
Solté mi agarre posicionando suavemente mis manos en su cintura atrayéndola más a mí. Ella me rodeó con sus brazos sobre mi cuello, acariciando mi cabello lo cual producía un efecto explosivo en mí. Quería más de ella.
Nos separamos abruptamente cuando escuchamos la puerta abrirse. Matsuda idiota.
— Regresaré a la oficina — dijo ______ yéndose rápidamente de la habitación, yo suspiré resignado.
— Eres un idiota — dije a Matsuda antes de salir de ahí también
Pov (_______)
Una corriente de adrenalina cruzó por mí cuerpo al ver a Matsuda en la puerta, haciéndome salir a máxima velocidad de aquella vergonzosa situación.
Al llegar a mi puesto terminé las cosas que faltaban y me dirigí a la salida. Pude sentir a mi consciencia decirme algo así como "amiga date cuenta". No sé si lo besé por impulso o porque muy en el fondo de mis pensamientos había esperado por algo así. Sea cual sea el caso las cosas estaban hechas, besé a Ryuzaki y quién sabe qué cosa hubiera pasado si Matsuda no hubiera entrado en la habitación en ese instante.
— ¡_______! — escuché gritar a Light cuando estaba a punto de salir del edificio
— ¿Qué ocurre? — pregunté atareada, con el único pensamiento de irme de ahí
— ¿Te pasa algo? Te ves sonrojada — dijo él a punto de tocarme la mejilla
— Estoy bien, nos vemos mañana — dije apartando su mano
De camino a casa las cosas no fueron mejores, en realidad era la misma rutina de siempre solo que ahora tenía a Ryuzaki pegado en mis pensamientos como la goma de mascar en las sillas de la cafetería de la universidad.