Todo era muy normal en la vida de Naruto. Todo hasta que sierto día, lo perdió todo. ¿Muy triste la historia hasta ahora no es así mis queridos lectores y seguidores?. Pues, como en todas mis historias. Esta no será la excepción. Digamos, que sierto día, todo este malestar en el Rubio, cambiaría drásticamente. Pero, no nos adelantemos a los hecho. Como decía, este pequeño niño, a temprana edad, conocio el dolor en carnes vivas. Y apesar de no demostrarlo, cuanto sentía el dolor. Se guardaba todo aquello para el mismo. Pero, no todo se puede ocultar. Y algo de la pequeña miseria, se deja ver.
–¡Oh miren! , ¡es el pobre huérfano! -rie-
–¡Si!, ensima de feo y tonto, es huérfano -riendo con su amigo-
Naruto, paso por su lado. Intentando de que no vieran su tristeza. Pero claro, este la ocultaba del resto del mundo en su Instituto. Trato de correr hasta su salón de clases. Pero se interpusieron en su camino, haciendo que parara drásticamente.
–¿Adonde crees que vas? -pregunta un chico-
Naruto, no contesta y se mantiene cabizbajo.
–¡Contestame cuando te estoy hablando rarito! -le pega fuertemente, haciendo que caiga- y para la próxima, haz lo que te piden.
El chico se va. Y Naruto, lo vio alejarse, sosteniendo su estómago y con la otra maní su cabeza, ya que se había caído golpeando su cabeza fuertemente. Pero aún conciente y sin sangrado, que le había sorprendido aquello. Después, fue a clases, oh lo que quedaba , ya que había perdido algo de clases, por el tiempo que estuvo tratando de escapar de todos los agresores que lo detuvieron. Pero, más por el último que lo enfrentó.
–¿Uzumaki?, ¿por que llegó a esta hora?, cuando la clase ya está por terminar -decía la profesora, mirándolo fijamente-
Naruto solo se quedó en silencio pensando que contestar, hasta que se le ocurre algo.
–Tube un percance en mi hogar, no encontraba mis apuntes -miente-
–Bien, espero que no vuelva a pasar, otra vez -la profesora, sigue escribiendo en el pizarrón y explicando la clase-
Toda la clase, oh lo que quedaba, el rubio se mantuvo en silencio. Pero aún así, siendo el centro de burlas entre los demás. Ya no le afectaba en lo más mínimo. Desde que recuerda siempre fue así, desde antes que sus iadres murieran. Pero nadie sabía que tan obscuro podía ser la vida de Naruto.
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To be continued.