Compilación de historias de t...

By Lilnove

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Compilación de distintas historias y leyendas las cuales te provocaran pesadillas. Les sugiero leerlas siend... More

La violación (Historia basada en hechos reales)
Déjenme ir, va a regresar por mi
La cruel Martina
El visitante nocturno
El pozo de los deseos
La sonrisa de cristina
La dama de rojo
Primer amor
No tengas prisa
Uno, dos, tres
La muerte les Jugó una mala broma
Debajo de los puentes
Hasta que la muerte nos separe
Historia 1 (Anónimo)
Mis vecinos
Historia 2
El diabólico mito de paganini
La rosa ensangrentada (Origen)
La niña que oraba por Lucifer
Historia 3 (Anónimo)
Juguetes sexuales
El pacto
La bruja y el bebe
La traición
Lamentos
Historia 4 (Anónimo)
38 historias macabras que han sido reales
La morgue (Historia corta de terror)
Historia 5
38 Historias macabras que fueron reales (Parte 3)
La habitación infernal
El perdón de un ángel
Intentaba vender un ataúd con el cadáver adentro
DESPIDIENDO EL AÑO...
LO SOÑÉ O LO VIVÍ...
El brindis de los enamorados
DYBBUK (DEMONIO DE LA CAJA)
Historias cortas de terror
El paciente del hospital psiquiatrico
Historia 6
Historia 7
Historia 8
CONFESIÓN DE UNA NIÑA
" De lo único que me da miedo, es que de pronto me de miedo"
Ellos algún día vendrán por ti.
¡PORQUE SIEMPRE TENGO FRÍO!
"Efecto Reset"
El demonio en una botella.
«Parálisis del sueño»
«Perfeccionistas»
¡AYÚDAME!

38 historias macabras que han sido reales (Parte 2)

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By Lilnove

1. Querida Abby:

Nunca antes nos habíamos conocido, así que tal vez esto te parezca un poco raro, pero siento que es necesario. Mi nombre es Jay, para empezar. Trabajo en la caja cinco del supermercado de la Calle 67 —¿conoces el que tiene un estacionamiento demasiado grande para la tienda en sí? Ése mismo—. Tengo veinticuatro años, bastante alto y con un aspecto un poco desaliñado. Probablemente no me reconocerías si te hablase, no tengo una cara muy memorable. Je, realmente no sé por qué te estoy diciendo esto si te soy sincero... pero esta no es la razón por la cual te escribo.

Estaba trabajando hasta tarde ayer, fue un día normal la mayor parte del tiempo, pero estarías impresionada de saber lo interesante que este empleo puede ser a veces. Había estado leyendo un libro que mi compañero de la caja siguiente dejó olvidado. Una muy mala novela de misterio llena de clichés. Realmente aburrido si me preguntas. Pero, algo es algo supongo. Cuando te presentaste, sin embargo, mi noche entera cambió. No sé exactamente qué fue lo que llamó mi atención de ti, pero cuando te vi sentí una extraña sensación. Una mezcla entre la excitación y el terror, que sería la mejor manera en la que puedo describirla. Te vi entrar en mi línea y rápidamente me incorporé. Fue sólo en lo que te acercabas cuando me di cuenta de eso que me llamó la atención... eras totalmente hermosa. Te me pusiste en frente, dijiste «Hola» y me diste tu carrito. Pude notar por la forma en que hablabas y caminabas que no habías dormido muy bien, aunque no era extraño teniendo en cuenta la hora. Después de un segundo o dos de silencio incómodo, me percaté de que me habías saludado, y forcé un casual «H-Hola» para responderte. Me maldije mentalmente por eso.

Me quedé en mi lugar por un segundo, tratando de concentrarme. «¿Cuál es tu nombre?», dije. Un poco más tarde me di cuenta de lo raro que eso te podría haber sonado... Me alegro de haberlo hecho, de todos modos. Recuerdo que dijiste que te llamabas Abigail Marrot, pero que podía decirte Abby, ya que era tu nombre de pila. Abby, parecía encajar tan perfectamente. El nombre pareció rodar fuera de mi lengua mientras lo repetía en silencio. Era como miel dulce, se sentía bien con tan sólo decirlo. Parecías perpleja cuando te volví a ver, y me pregunté si había hecho algo que te hubiese molestado. «¿No deberías estar empacándolos?», dijiste, y apuntaste hacia los productos que pensabas comprar. De inmediato, sorprendido y avergonzado, me volteé en tu dirección y me disculpé, para luego empezar a guardar torpemente los productos en las bolsas lo más rápido que podía. No lo creía, ¿que tan estúpido era? Pero cuando vi arriba, me di cuenta de que estabas riéndote.

«Eres muy lindo», dijiste. Traté de mantener la compostura, pero estaba obviamente emocionado. «Tú también lo eres», dije, mientras acababa de llenar las bolsas con los alimentos que sobraban. A medida que te ibas, te diste la vuelta cuando abrías la puerta y dijiste «Buenas noches». Me imagino que parezco muy estúpido escribiendo todas estas cosas, probablemente lo recuerdas, quiero decir, pasó ayer. Pero me fui a casa estático esa noche y con toda la confianza del mundo. Siento que es casi irreal, escribiéndolo aquí.

De cualquier forma, quería escribir esta carta Abby, para decirte que te amo. No sé qué fue lo que sentí esa noche, fue una mezcla rara de emociones. Pero de lo que estoy seguro es que en esa pequeña interacción que tuvimos, sentí que había algo entre nosotros.

Te haré llegar esta carta en breve.

Atentamente, Jay.

Querida Abby,

Ha pasado una semana desde que te mandé mi carta y todavía no he recibido ninguna respuesta, pero eso no importa. ¿Cómo has estado? Mi vida ha estado igual de normal que siempre, levantarse, ir a trabajar, ir a la cama. Vivo en un departamento de mierda, pero supongo que eso es lo que consigues cuando trabajas de cajero en un supermercado. Pensé en ti demasiado últimamente, y a veces me pregunto si sigues recordándome.

Te vi de nuevo hoy en el trabajo, esta vez a una hora más razonable, por suerte. Viniste a mi línea de nuevo, lo que me hizo quedar totalmente encantado. Ahora estaba menos nervioso, iba a actuar normalmente, no importa qué dijeses o hicieses. Mientras caminabas hacia mí murmuraste algo tan silenciosamente que no pude entenderlo, y esperaste en el final de la barra a que guardase tus productos... Esto evidentemente no era lo que esperaba, pero tampoco era tan malo. De hecho, no parecías sentir nada en absoluto. Estaba esperando que me hablases o evitases como si tuviese la peste, pero seguiste tu camino como si yo fuese cualquier extraño. Esto me hace dudar de si recibiste mi carta, quizá deberías chequear tu buzón más a menudo.

Poco después de que terminase de empacar tus cosas, pagaste y caminaste hacia la salida. Claro, éste es un proceso muy normal para mí ya que lo hago 50 veces al día, pero me había determinado desde la noche que te escribí mi primera carta a socializar más contigo la próxima vez que te viese. No estaba satisfecho, tenía que lograr un progreso. Hay un pequeño cuarto en el extremo izquierdo opuesto a la entrada del supermercado, designado para el personal. Allí guardan todo el contenido tomado por las cámaras de seguridad, acerca del cual el personal hemos sido instruidos en nuestra inducción. Para mi suerte, hay una cámara situada justo al lado de mi línea.

Esperé a que el supermercado cerrase, y después entré. Tras inspeccionar algunas pantallas de televisión encontré la que daba vista de mi línea. Y luego de unos minutos de escanear, te encontré. Di pausa en el mejor ángulo que pude captar. Verte por tanto tiempo me hizo darme cuenta de lo perfecta que eras; cada rasgo de tu cuerpo, tu pelo, tu cara, tus piernas... Tu pecho, era simplemente perfección. Puse en reversa la toma de cuando pasaste por mi línea un par de veces, no podía evitarlo. Mis ojos estaban perdidos en la pantalla.

Después de algunos minutos de consideración, saqué la cinta, la puse en mi bolsillo, y volví a mi casa. Sabía que no estaba permitido, bien podía ser despedido por tales acciones, pero no podía evitarlo, Abby, te amo. Amo todo sobre ti. Pienso constantemente en ti. ¿Sientes lo mismo por mí, Abby?

Por favor, escríbeme de vuelta pronto.

Sinceramente, Jay.

Querida Abby,

Ya pasaron tres días y todavía no obtengo una respuesta. ¿Por qué no quieres hablarme? Sigo dudando de si te llegaron mis otras dos cartas, por favor dime si te llegaron.

Así que me han despedido, encontraron la cinta que faltaba. Recibí una llamada del jefe de la tienda a las seis de la mañana del lunes y me dijo que debía ir inmediatamente. Me convocó a una junta obligatoria para todo el personal. Cuando llegué, la mayoría se hallaban reunidos alrededor de una mesa con mi jefe a la cabeza de ésta. Una vez que no faltaba nadie nos dijo que se había producido un robo ayer, nos habían robado cerca de dos mil dólares en mercancías y las pruebas estaban en la cinta que había tomado... Sólo mi suerte. Nos dijo que nadie iba a salir de la habitación hasta que alguien confesase. Después de algunos minutos, finalmente cedí. Le conté todo, cómo me sentía sobre que tú y yo tuviésemos una conexión. Luego de contar mi historia, todos en la sala me veían asombrados. Esperé. De pronto, mi jefe rompió la tensión. «Jay, estás despedido. Vete y no vuelvas jamás», dijo.

Ese maldito idiota, siempre me trató como mierda. Ha estado sobre mis talones desde el día que me dieron el trabajo, juro que estaba esperando que cometiese algún descuido para poder justificar despedirme. Y la única vez que tengo un desliz se entera. ¿Por qué no me comprende? ¿Acaso no entiende que estamos hechos el uno para el otro? Cualquier hombre hubiese entendido, cualquiera en mi puesto hubiese hecho lo mismo, ¿verdad?

Te he estado buscando mucho últimamente, sin trabajo tengo todo el tiempo del mundo para aprender cosas sobre ti. Hoy conduje hacía tu departamento, se ve muy bien, mucho mejor que el mío. ¿Sabías que vives a sólo kilómetro y medio de mi edificio? Pregunté para verte muchas veces, pero me dijeron que no pasabas ahí todo el tiempo. Me sentía más y más desanimado, pero estaba decidido a verte de nuevo.

Después de unas horas de preguntar, opté por quedarme en el estacionamiento esperando a que vinieses, y después de varias horas esperando lo hiciste. Era tarde por la noche, creo que alrededor de las nueve. Te vi parquear tu coche y salir. Sentí una oleada de calor al ver tu cara de nuevo, sé que tengo la cinta para verte pero no se compara con verte en vida real. Me aseguré de grabarlo para más tarde cuando esté en mi casa, esta vez con una cámara de muy buena calidad. Quería capturar tantos detalles como fuesen posibles, no tenía idea de cuándo sería la próxima vez en que te vería y la cinta ya no era suficiente para mí.

No puedo sacarte de mi cabeza nunca más, nunca. Todo lo que hago es ver ese video que grabé de ti una y otra vez. Abby, quiero que estés conmigo siempre. Quiero despertarme en las mañanas y tenerte a mi lado.

No puedo esperar a verte de nuevo.

Con amor, Jay.

Querida Abby,

Tengo noticias muy emocionantes Abby, ¡me estoy mudando a tu departamento! ¿No estás emocionada? Podremos pasar horas y horas juntos, va a ser simplemente perfecto.

Déjame explicar, mi trabajo pagaba sólo lo suficiente como para que pudiese cancelar la mensualidad del alquiler y comprar alimentos cada semana. Debido a esto, he tenido poco o ningún dinero en mis ahorros, no estaba en condiciones de durar mucho más. Fui capaz de postergarlo algunos días, pero hoy fui desahuciado. Aunque me aseguré de traer conmigo mis cintas de ti y fotografías, y mi cámara por supuesto.

Realmente deberías decirle a tu casero que mejore su personal, pude pasar a los de seguridad fácilmente. Subí a tu habitación y toqué la puerta, pero nadie contestó, así que decidí entrar por otros medios. Me di cuenta de que hay un conducto de ventilación en la esquina inferior de tu habitación; no es raro teniendo en cuenta el calor que puede hacer aquí en verano. Supuse que tenía que haber algún tipo de escotilla por la que pudiese meterme. Después de algunos minutos de buscar, encontré una puerta al final de tu pasillo que se veía como un cuarto para el personal, y por suerte había una forma de entrar a los conductos desde ahí.

Me arrastré a lo largo de ellos hasta llegar a tu cuarto, era muy estrecho y era también muy difícil moverse por ahí, pero me las arreglé. Cuando llegué, sentí una oleada de éxito. Como las luces estaban apagadas y no alcancé a verte comprobé que no estabas en casa, pero soy paciente. Recorrí con la mirada todos los rincones de tu habitación, tratando de memorizar cada detalle. Tu olor me abrumó cada instante que pasé ahí, el cual había percibido las dos veces que viniste a mi línea en la tienda, pero nunca tan intensamente. Fue fascinante, no pude poner mi dedo en ello, pero me recordaba a algo, era casi como melocotones. Me he condicionado a ser extremadamente paciente, así que te esperé por horas. Puedo permanecer inmóvil por varias horas consecutivas, sin mover un músculo; nadie iba a fijarse en mí.

Entonces, finalmente llegaste a casa. Sentí una amplia sonrisa formarse en mi cara al segundo en el que oí la puerta abrirse. Allí estabas, mi amor. En ningún momento advertiste mi presencia, la luz en tu habitación parecía estar en el ángulo indicado para que no vieses nada en la rendija de la ventilación más allá de los primeros centímetros. Traté de contener mi excitación, pero empecé a respirar muy pesadamente. Traté de ocultarlo lo mejor que pude pero me fue difícil... De repente miraste directo a la rendija. Me silencié completamente. Después de unos segundos parecía que habías perdido el interés, eso me hizo sonreír. Este era el lugar perfecto.

Pude notar que te había incomodado sin embargo, durante toda la noche te levantabas para dar una mirada a la rendija. Las personas parecen tener un sentido que les hace saber si alguien está observándolas, puede llevarlas a tener un ataque de pánico. No trates de fingirlo Abby, puedo darme cuenta de cuando alguien está despierto, de cuando está tan asustado que se le hace imposible dormir. ¿Por qué estás tan asustada, en todo caso? Soy yo, ¿por qué te asustaría? Sabes que te amo. Lo sabes, ¿cierto?

Estoy ansioso por pasar todos los días contigo de ahora en adelante Abby; escribe de vuelta si puedes.

Con amor, Jay.

Querida Abby,

Te he visto despertar esta mañana, yo no pegué un ojo en toda la noche. Eres demasiado apasionante, me pasé la noche entera mirándote. No pude evitarlo... cada vez que intentaba apartar la mirada, mis ojos se dirigían de vuelta hacia ti en unos segundos. Tuve la tentación de salir para tener una mejor vista de ti varias veces en la noche, pero me resistí. No podía dejar que me descubrieses, no por ahora al menos.

Me pareció que te pasaste demasiado tiempo en el baño por la mañana, asumí que dándote una ducha o poniéndote maquillaje. No, ¿por qué harías eso Abby? Cualquier cosa que pueda cambiar tu aspecto natural sólo ocultaría tu verdadera belleza. ¿No quieres que todos vean lo que yo veo de ti?

Te marchaste poco después a trabajar, o eso creo. Tras reflexionarlo un momento, decidí salir del conducto. Deslicé mi mano por una de las rendijas y saqué los tornillos. La superficie de la rendija era muy lisa, así que fue fácil encontrarlos. Agarré uno y lo retorcí tanto como pude, y finalmente lo pude sacar. Hice esto con los otros y retiré la rendija.

La primera cosa que hice fue ir al baño. Me deshice de todo lo que pudieses usar para cubrir tu cara, esas cosas me repugnan. De esta forma todos verían cómo eres realmente. También encontré algo más ahí, tu cepillo para el cabello. Lo agarré y lo atraje a mi cara para examinarlo; era de un azul apagado, con un mango redondo de mucho espesor. Pero eso no me interesaba, los cabellos... eso era lo que me interesaba. Me tomé unos minutos sacando todos los que podía ver, y los alineé en tu repisa. Los conté, obtuve 59. Esto me satisfizo enormemente; los recogí y los guardé en mi bolsillo.

Pasé el resto del día revisando tus cosas para aprender más sobre ti, tus intereses y tal. Veo que eres una gran fanática de las películas. Encontré tu colección detrás de tu armario, tengo que admitir que es muy impresionante. Pero he encontrado algo allí que me hizo enfadar, una foto tuya con otro hombre. Me desgradó tan sólo mirarlo, abrazándote cómo si le pertenecieses. No te hará falta.

A eso de las ocho de la noche me pareció que lo mejor sería regresar al conducto de la ventilación, siempre sueles llegar a esa hora... Luego tuve otra idea. Miré hacia tu cama, las mantas estaban colgando por lo bajo, lo suficiente como para rozar el suelo. Así no podrías ver bajo la cama, a menos que las acomodases. Primero puse la rendija en su lugar, y luego me deslicé por debajo de tu cama con una sonrisa en mi cara. Cuando volviste estabas completamente pálida, y me di cuenta de que venías con alguien más. Te decía que escuchó ruidos venir de tu apartamento mientras no estabas. Me grité a mí mismo mentalmente, debía de ser más cuidadoso. Ir bajo la cama había sido una buena idea después de todo, ya que, obviamente, tu primer idea fue ir a ver por la rendija. Agradeciste a la persona y se fue. Por fin, estábamos a solas.

Aguardé en silencio hasta que te fuiste a la cama, me pareció una eternidad hasta que lo hiciste. Esa noche sería mi oportunidad de tenerte más cerca; pero fui cauteloso, esperé hasta que estuvieses profundamente dormida, y sólo entonces me deslicé fuera de la cama. Y te vi ahí postrada, te veías increíble. Cada curva de tu cuerpo era perfecta, cada pequeño detalle era hermoso. Te acerqué mi mano y empecé a acariciarte la cara, era tan suave como la seda. Estaba muy excitado, tu belleza era abrumadora. Poco a poco me bajé el pantalón y empecé a tocarme, traté de controlarme para no despertarte, pero me fue imposible. Sentía el más puro éxtasis, todo sobre ti era perfecto.

Regresé a mi lugar poco antes de que amaneciera. Me aseguré de prestar atención estos días, no viste mi carta más reciente Abby, simplemente no debes de chequear tu buzón. Haré un cambio, voy a dejar ésta en tu repisa.

Ah, me olvidé, estoy preparándote una sorpresa. Fíjate en tu armario después de leer esto.

Tuyo siempre, Jay.

Querida Abby,

Hoy pasé mi tiempo dándole los toques finales a tu sorpresa mientras estabas en el trabajo, realmente vas a amarlo. He puesto todo mi esfuerzo en ello, ¿sabes? Llegaste a casa a las ocho treinta de nuevo, y viste mi carta casi inmediatamente. Empecé a sonreír mientras la abrías, esperando a ver tu reacción. Te veías confundida al principio, después alarmada, y finalmente horrorizada. Empezaste a temblar violentamente y vi que empezabas a llorar... ¿No te gusto, Abby? ¿Por qué llorabas? ¿No me amas? ¿NO ME AMAS ABBY?

Todo lo que pasó después de eso fue un borrón. Volteaste al armario sin dejar de sollozar, como contemplando la opción de abrirlo o no. En su lugar, pasaste corriendo entre el armario y la puerta. Cuando volviste tenías todas mis cartas, que no tardaste en leer... bueno. En algún momento parecía que ibas a romperte y a hacerte un ovillo en el suelo. Estabas desesperada por decir algo, pero totalmente paralizada por el miedo. Después de unos diez minutos, te vi mirar bajo la cama, en el conducto de la ventilación, en cualquier lugar en el que pudiese estar. Verás, Abby, soy más inteligente que eso. Sabía que ibas a buscarme en esos lugares, así que encontré un mejor lugar después de terminar tu sorpresa. Nunca me encontrarás aquí, nadie lo hará. ¿No es genial? Puedo observarte para siempre y no hay nada que tú u otros puedan hacer.

Aunque, todavía no viste tu sorpresa Abby. Sé que aún seguías pensando en ello, te vi mirar al armario repetidamente. ¿Qué podría haber ahí? ¿Qué ibas a encontrar? Esto no podía durar para siempre, tú y yo lo sabíamos. Vi que caminabas lentamente hacia el armario buscando a tientas el mango para abrirlo. De súbito, lo agarraste firmemente y lo abriste.

Era un libro de recuerdos, de ti y de mí. Te vi pasar las páginas, parecías sorprendida. Nos saqué fotos juntos cuando no estabas mirando, fotos de ti durmiendo, fotos de ti en la computadora; esparcí los cabellos que coleccioné en él. También pegué fotografías de parejas juntos, con nuestros rostros, por supuesto. Y la fotografía de ti y ese estúpido al fondo, con su cabeza desgarrada. ¿No terminas de entenderlo, verdad, Abby? Nadie, NADIE puede tenerte excepto yo. Estamos hechos el uno para el otro, y para nadie más.

Te vi llorar por otros treinta minutos, y luego te paraste y corriste fuera de tu departamento. Volviste con muchos policías. Eso me desconcertó. ¿Por qué traerías a esas personas a nuestro cuarto? Ellos nunca me encontrarán, pero si lo hiciesen podrían arruinar todo. Todo mi trabajo en las últimas semanas sería en vano. Tú no quieres eso, Abby.

Estoy exhausto por el trabajo de hoy, y por más que te ame, necesito dormir.

Buenas noches Abby.

Con amor, Jay.

Querida Abby,

¿Ves lo que has hecho Abby? ¿VES LO QUE HAS HECHO? Me desperté a las ocho de la mañana y te vi haciendo tus maletas frenéticamente; estaba confundido al principio, pero luego entendí. Me estabas dejando. Ya no me amabas. ¿Cómo pudiste hacerme esto, Abby? Fuiste la única persona a quien quise en toda mi vida. No tenía una razón para vivir, pero cuando te conocí tuve un último deje de esperanza. Pensé que al fin tenía un propósito para continuar con mi vida de mierda. Y fuiste y tiraste todo eso por la borda. ¡¿Cómo pudiste Abby?!

Unos segundos después saliste de tu habitación. Yo salí de mi escondite y te seguí. Vi que arrojaste tus maletas en el baúl y te disponías a entrar a tu coche. ¿En serio creías que podrías librarte de mí Abby? No iba a dejar que te alejases, nunca dejaría que eso pasase. Tuve que golpear tu cabeza y noquearte para que detuvieras tu escándalo.

Estaba preparado en caso de que reaccionaras así. Reservé uno de los depósitos en las afueras de la ciudad el día en que decidí mudarme contigo. Nos llevé con tu auto hasta allí, te agarré y te traje dentro conmigo. Me tomó poco tiempo así que seguías inconsciente, me aseguré de revisar en tus bolsillos que no tuvieses tu celular. Te senté en la parte de atrás del pequeño cuarto y cerré la puerta. Llamé al propietario y le dije que había visitado mi depósito la otra vez y me había olvidado de cerrarlo, y le pregunté si no le molestaría cerrarlo por mí. Por supuesto, él dijo que sí y colgué. Luego tiré el celular en el suelo y lo pisoteé, para asegurarme de que nunca más funcionase. Poco después lo escuché venir y cerrar la puerta.

Alrededor de una hora más tarde, vi que empezabas a despertarte. La primera vez escuché un quejido muy débil, luego tu pierna empezó a moverse. Un poco después estabas completamente despierta. Cuando viste mi cara, empezaste a gritar, lo que luego disminuiste a un gemido, y luego a un murmullo. Ahí fue cuando lo viste, la otra cosa en el cuarto. Mi cuchillo. Era obvio qué hacía aquí, y después de un segundo de entendimiento te precipitaste a recogerlo.

Vi la muerte en tus ojos y dije «Abby, te amo»... y luego sentí el dolor punzante del cuchillo siendo introducido en mi cuerpo. Creo que lo sacaste y lo clavaste de nuevo con mucha fuerza. Pude sentirlo en cada momento, como un fuego ardiente en mi pecho. Caí en el suelo, riendo mientras tosía sangre. Te vi retroceder, temblando, y sentarte de nuevo en tu rincón.

Y ahora, mientras me siento sobre un charco de mi propia sangre escribiendo esto, me pregunto cómo saldrás. ¿Usarás el cuchillo para tomar tu propia vida? ¿O vas a dejar que el hambre te mate? De cualquier manera, estaremos juntos en la muerte Abby. Juntos desde el día en que te vi, hasta el día que ambos morimos. Y mientras estás sentada ahí, llorando, puedo decirte que llegué a una conclusión. Abby, esto es todo lo que quería, y por eso quiero decirte gracias.

Con amor, Jay.

2. La Maldición de Tutankamon.

Es una maldición conocida en todo el mundo. Cuando el arqueólogo Howard Carter descubre la tumba de Tutankamon en el año 1922 comienzan a suceder varias tragedias y muertes sin explicación alguna.

La noche del 4 de abril de 1923, Lord Carnarvon, quien había financiado la excavación y estuvo presente el día en que se abrió la tumba, falleció a causa de una neumonía fulminante, detonada por una septicemia ocasionada por la picadura de un mosquito. Se cuenta que a la misma hora de su muerte en el Cairo hubo un gran apagón que dejó a oscuras la ciudad y, en Inglaterra, su perro aulló misteriosamente para luego caer fulminado en su casa en Hampshire. Para abonar el terreno a las coincidencias, al proceder a la autopsia de la momia se encontró que justo donde el mosquito había picado a Lord Carnarvon, Tutankamón tenía una herida.

A la muerte de Lord Carnarvon siguieron otras. En septiembre su hermano Aubrey Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, murió inexplicablemente en cuanto volvió a Londres. Arthur Mace, el hombre que dio el último golpe al muro para entrar en la cámara real, murió en El Cairo poco después, sin ninguna explicación médica. Sir Douglas Reid, que radiografió la momia de Tutankamón, enfermó y volvió a Suiza donde murió dos meses después. La secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al enterarse de la noticia. Un profesor canadiense que estudió la tumba con Carter murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo. George Jay Gould, amigo de Carnarvon, se trasladó a Egipto, después de la muerte de su amigo, para ver el lugar con sus propios ojos. Murió de neumonía después de resfriarse tras visitar la tumba. Richard Bethell, que había ayudado a Carter a clasificar el tesoro, murió a los 49 años de edad, al parecer suicidado. Meses después, su padre, lord Westbury, se quitó la vida en Londres, al arrojarse por la ventana de su habitación. En su dormitorio tenía un jarrón de alabastro procedente del sepulcro de Tutankamón.

Los textos y escritos que apoyaban la teoría de la maldición no sólo se basaban en la muerte de Carnarvon y otras personas, sino en el hecho de que el día en que Howard abrió la tumba, una cobra se comió a su mascota, un canario (las cobras en el antiguo Egipto protegían a los faraones).

La presunta maldición reapareció en las décadas de 1960 y 1970, cuando algunas de las piezas encontradas en la tumba de Tutankamón se trasladaron a varias exposiciones temporales organizadas en museos europeos. Los directores del museo de entonces murieron poco después de aprobar los traslados. La última víctima atribuida a la maldición fue el actor inglés Ian McShane (famoso por personificar a Judas Iscariote en la película "Jesús de Nazareth", de Franco Zeffirelli), quien durante la filmación de un película en los años ochenta sobre la supuesta maldición, sufrió un grave accidente: su coche se salió de la carretera y se rompió gravemente una de las piernas.
Muchos autores niegan que hubiese una maldición escrita, pero otros aseguran que Carter habría encontrado en la antecámara de la tumba un ostracon de arcilla cuya inscripción decía: «La muerte golpeará con sus alas a aquel que turbe el reposo del faraón»

3. ¿QUÉ ES UN VIAJE ASTRAL O DESDOBLAMIENTO?

Un viaje astral es la separación del cuerpo físico y el cuerpo astral. Esta separación es muy parecida a la muerte, muchas de las personas que han permanecido muertas clínicamente durante algunos minutos lo han experimentado conscientemente. Pero no hace falta estar al borde de la muerte para experimentarlo.

Algunas personas lo experimentan de forma espontánea cuando están perfectamente despiertas, sin proponérselo siquiera, mientras que otras se pasan la vida buscando en vano dicha experiencia y lo mas que consiguen, después de ayunar y de meditar durante años, es una potente proyección mental.
Durante la realización de un viaje astral las limitaciones físicas parece que pueden superarse. La persona puede desplazarse a miles de kilómetros de distancia de forma instantánea, ve lo que sucede y lo describe con increíble exactitud. Los ejemplos de esta clarividencia provocada por experiencias fuera del cuerpo son innumerables. La Sociedad de Investigaciones Psíquicas británica cuenta en sus archivos con numerosos casos comprobados, que incluyen incluso la resolución de un crimen gracias a un testigo que presenció el robo y muerte de un hombre, mientras se encontraba fuera de su cuerpo.

Lo más corriente es que las personas que se encuentran realizando un viaje fuera del cuerpo se comporten como fantasmas; pueden ver pero no ser vistos, ni intervenir físicamente donde se encuentran.

Aunque esto no siempre es así. Hay personas que afirman haber visto figuras espectrales de familiares y conocidos, que después se comprobó que estaban bien vivos, aunque dormidos, cuando se produjo el fenómeno. En ocasiones, la aparición de esos supuestos espectros se produce durante la agonía de la persona, como si quisiese despedirse de sus allegados por última vez. Los expertos los llaman "fantasmas de los vivos" y su presencia obedece a desdoblamientos astrales.

Durante un viaje extracorporal se pueden recorrer grandes distancias y atravesar todo tipo de obstáculos, pero también hay ocasiones en que el viajero astral no puede atravesar una simple pared, y tiene que salir por la puerta, como una persona física.

Algunos pasajes de literatura religiosa parecen confirmar esta similitud entre la muerte y las Experiencias Extracorporeas. De algunos fragmentos de la Biblia podría deducirse que la muerte es allí descrita como la rotura de «un cordón de plata» que une el «otro» cuerpo al cuerpo físico, como por ejemplo se menciona en Eclesiastés 12. En otras religiones como la hindú o el budismo esta aún más arraigada esta idea y prácticamente en todas las culturas han existido "Chamanes" o Hechiceros que afirmaban tener Experiencias Extracorporeas.

Sentir que uno sale fuera de su cuerpo debe ser, a todas luces, una experiencia impactante. Viajar hasta lugares lejanos, ver cosas que se escapan a la percepción habitual, y hasta sentir que se es algo más que cuerpo físico, son algunas de las realidades a las que es posible acceder cuando la mente se libera del cuerpo. Se trata de un fenómeno vivido no sólo por místicos, chamanes y personas que han sentido de cerca la muerte, si no por gentes normales en situaciones corrientes.

Una súbita sensación de ligereza invade el cuerpo. Y antes de terminar de acostumbrarse, los ojos comienzan a percibir la habitación de modo diferente.

Mientras dormimos a veces nuestro espíritu abandona nuestro cuerpo.
Ya no está tendido en la cama, sino muy cerca del techo. O al menos eso parece. Al girar la vista, surge una visión estremecedora: tendida sobre la cama se encuentra una persona a la que uno conoce muy bien... demasiado bien. La primera sorpresa es verse a sí mismo acostado, mientras que el auténtico yo se encuentra flotando en la habitación. Después ya no hay prácticamente límites a lo que puede pasar.

Ir a visitar a un amigo al otro lado de la ciudad, viajar a lejanos países, ver lo que pasa en la habitación de al lado, o incluso reunirse con algún pariente que falleció hace cierto tiempo.

4. Fotografia de una victima de combustión espontánea humana.

Es un fenómeno donde el cuerpo de una persona arde por completo sin exposición a fuentes de calor externas, o sea el fuego se inicia en el interior del cuerpo, los motivos aun no fueron bien descubiertos pero se cree que personas con altos niveles de grasa tienen más posibilidades de sufrir la combustión espontánea. La creencia en el fenómeno se basa en algunos casos en los que se han encontrado los restos incinerados del cuerpo de una víctima en circunstancias donde no se puede determinar fácilmente la causa de la combustión.

En la mayoría de los casos, las víctimas han sido encontradas totalmente reducidas a cenizas en su vivienda, aunque la habitación y los objetos a su alrededor presentan poco o ningún daño causado por fuego. En ocasiones, el fuego ha consumido completamente la mayor parte del cuerpo a excepción de algunas partes, quedando entre los restos fragmentos de hueso e incluso pies o brazos.

El estado de los restos de estas personas es muy diferente al en el que comúnmente se encuentran los restos de personas víctimas de incendios domésticos, cuyos cuerpos no se reduen a cenizas sino que permanecen completos, si bien carbonizados y presentando incluso tejidos.

5. Kuchisake-onna, clásica leyenda japonesa.

El significado de Kuchisake-onna sería algo así como "mujer de la boca cortada" y su origen no es del todo claro, ya que por un lado nos hablan de la historia de una mujer que fue mutilada salvajemente por su marido una vez que regresó en forma de espíritu maligno, pero hay otra versión de una mujer que fue encontrada con dicha cortada después de un accidente automovilístico.

La leyenda cuenta que esta mujer suele aparecerse con una mascarilla quirúrgica, lo que es normal en los japoneses que buscan cuidarse de resfriados o enfermedades. Sus víctimas son principalmente niños y si la llegases a encontrar te detendrá y te preguntará si es bella, si respondes que no, te cortará la cabeza con unas tijeras, pero si respondes que sí, se quitará la mascara mostrando su boca cortada y volverá a preguntar si es bella, si en esta ocasión respondes que no, te cortará a la mitad, pero si respondes que sí, se alegrará y te cortará la boca de oreja a oreja dejándote como ella.

Es imposible correr y escaparse ya que si lo intentas ella reaparecerá frente a ti y no se irá hasta que contestes a su pregunta. Tal ha sido el miedo por esta leyenda que varios colegios de Japón hacen que sus profesores acompañen a los alumnos a sus casas para que lleguen seguros.

6. Barbara Baekelan, la mujer que violó a su hijo Anthony para curarlo de su homosexualidad.

Bárbara Saly Baekeland fue una mujer millonaria que pertenecía a la socialité americana.

Al ser una mujer de gran belleza, inicio su carrera como modelo de Vogue y como aspirante a estrella de Hollywood. Al poco tiempo, sus contactos le presentarían a Brooks Baekeland, nieto de Leo Baekeland, millonario creador de la baquelita. Se casaron porque Barbara tuvo un falso embarazo, sin embargo, en agosto de 1946 traería al mundo a Anthony, su primer hijo.

Durante el matrimonio, Barbara mostró una personalidad inestable. Tanto ella como su esposo llevaban una vida pegada al alcohol y a los encuentros sexuales con otras personas. A esto hay que sumarle que Anthony, con el tiempo, fue desvelando su homosexualidad.

Cuando el muchacho tenía 21 años de edad, sus padres se divorciaron. Al parecer, Brooks había dejado a Barbara por una mujer más joven, quien algunos creían se trataba de la primera enamorado que tuvo su hijo. El divorcio le chocó bastante a Barbara, hasta intentó suicidarse. Fue entonces, por su bien, que se fue a vivir con su hijo a un pent-house en Londres.

Allí, la mujer hizo notar su descontento con que su hijo, ahora, sea homosexual, así que intento "arreglarlo". En un primer intento, contrató a prostitutas para que se acostaran con Anthony en la cama, pero él no quería. No se sentía cómodo con ello. Barbara, al ver que sus métodos no iban a funcionar, obligo a su hijo a tener relaciones incestuosas con ella.

Para aquel entonces, Anthony mostraba signos de esquizofrenia con tendencias paranoides, pero su padre se negó a llevarlo al psiquiatra porque pensaba que era algo "poco ético".

Cansado de los abusos que recibía por parte de su madre, en julio de 1972, el muchacho, ahora de 25 años de edad, intentó tirar a su madre a la pista en pleno tráfico, pero falló. La policía lo arrestó de inmediato, pero su madre no puso cargo alguno. Meses más tarde, el 17 de noviembre, apuñaló hasta más no poder a Barbara, quien ya tenía 50 años de edad. La mujer murió en el acto, y Anthony, tranquilo, pidió comida por teléfono y esperó a que llegara la policía.

Tras su arresto, el juicio en su contra comenzaría el 6 de junio de 1973. Para su suerte, todos los testigos afirmaron tener conocimiento de lo que su madre le hacía y de la relación incestuosa que tenían. Creían que Barbara intentaba "curar" a su hijo de aquellas "preferencias sexuales" que tenía. Su defensa estuvo muy bien argumentada, por lo que solo lo encontraron culpable que cargos menores. Fue entonces enviado a Broadmoor, un hospital psiquiátrico.

Casi 7 años después, fue puesto en libertad el 21 de julio de 1980 a los 30 años de edad. Sus amigos habían hecho varias solicitudes para que salga libre. Anthony decidió trasladarse a la casa de su abuela materna de 87 años de edad en Nueva York, y luego de seis días de haber salido de prisión, el 27 de julio, atacó a su abuela con un cuchillo. La apuñaló 8 veces y le rompió varios huesos. Según él, su abuela se lo habría pedido.

La policía lo volvió a arrestar y se le encontró culpable de intento de asesinato. Esta vez, seria encerrado en Rikers Island. Tras 8 largos meses de evaluación por parte del equipo psiquiátrico del lugar, se esperaba que Anthony sea puesto en libertad condicional el 20 de marzo de 1981. Sin embargo, su caso tuvo que ser aplazado por el juez debido a un retraso en la transferencia de sus registros médicos del Reino Unido. Anthony regresó a su celda, y 30 minutos más tarde, seria encontrado muerto, con una bolsa de plástico en la cabeza. Falleció el 21 de marzo de 1981, y hasta hoy sigue siendo un misterio si realmente se suicidó, o si alguien lo mató.

La historia de los Baekeland se transformaría en un libro que más tarde fue adaptado al cine con el nombre de Savage Grace (2007).

7. ...

El corazón embalsamado de Auguste Delagrange, un hombre que fue acusado de ser un vampiro y de asesinar a 40 personas en el año 1912. En la fotografía podemos ver como le atravesaron el corazón con una estaca.

8. LA INEXPRESIVA.

En julio de 1972, una mujer apareció en el hospital Cedar Sinai, usando nada más que un vestido blanco manchado de sangre. Ahora, esto podría no ser tan sorprendente si tomamos en cuenta que a veces las personas sufren accidentes y viajan al hospital más próximo en busca de atención médica; pero hubo en particular dos cosas que causaron que la gente que la viera, vomitara y escapara aterrorizada.

Lo primero, fue que ella no era exactamente humana. Asemejaba algo similar a un maniquí, pero tenía la destreza y fluidez del movimiento de un humano normal. Su rostro perfecto como el de un maniquí, inexpresivo y manchado de maquillaje.

Tenía un gatito en la boca, con la quijada apretada tan fuerte que no se podía ver ninguno de sus dientes; y la sangre del animal manchaba su vestido y el piso por donde caminaba. Entonces, sacó los restos del animal de su boca, los arrojó y colapsó.
Desde del momento en que entró por la puerta hasta cuando fue llevada a una habitación y limpiada para poder ser sedada, permaneció calmada, sin expresión e inmóvil.

Los doctores pensaron que lo mejor era mantenerla amarrada hasta que las autoridades llegaran, cosa que no la hizo protestar.

El personal fue incapaz de obtener respuesta alguna de ella, y la mayoría de los miembros que la atendieron se sentían incómodos con solo verla por unos cuantos segundos.
Pero en el momento en que intentaron sedarla, la mujer reaccionó con fuerza extrema. Al ser sujetada por dos miembros del personal, la mujer miró a un doctor e hizo algo inusual: sonrió.

Mientras lo hizo, una doctora que la sujetaba gritó y la soltó; pues en la boca de la mujer no había dientes humanos, si no púas afiladas y alargadas. Demasiado largas para que su boca pudiese cerrarse sin causarse daño...
El doctor la miró por un momento antes de preguntarle "¿Qué demonios eres?"
La mujer movió su cuello de forma antinatural y lo observó, todavía sonriendo. Hubo una pausa en la cual pudo escucharse a los elementos de seguridad viniendo por el pasillo; y mientras la mujer los oyó, inclinó la cabeza hacia delante, hundiendo sus 'dientes' en la garganta del doctor; arrancándole la yugular.

Luego se incorporó y se inclinó sobre él hasta quedar cara a cara, luego se arrodilló y le susurró: "Yo... soy... Dios."

Los ojos del doctor se llenaron de terror mientras la vio caminar hacia el personal de seguridad. Quizás lo último que el doctor vio, fue como los devoraba uno a uno.
La doctora que sobrevivió el incidente la llamó "La Inexpresiva."
Y jamás se le volvió a ver.

9. El experimento ruso del sueño.

Investigadores rusos en la década de los 40, hicieron un experimento utilizando a 5 prisioneros políticos que eran considerados enemigos del estado. Se les prometió falsamente que serían liberados si accedían voluntariamente a ser usados como conejillos de indias durante una prueba, en la que se probaría sobre ellos un nuevo gas excitante que los iba a mantener despiertos durante un mes entero. Fueron confinados en un habitáculo sellado en el que se controlaba el consumo de oxígeno y se les administraba el gas en su dosis exacta, ya que en dosis más elevadas era mortal.

No tenían camas, ya que no iban a dormir, pero tenían agua, alimentos secos para un mes, un inodoro y cosas para leer. Para observar el experimento, se disponía de una ventana de cristal grueso, con un diámetro de 5 pulgadas, y varios micrófonos.

Los primeros 5 días transcurrieron bien, pero a partir de entonces, los sujetos empezaron a mostrar paranoia. Dejaron de hablarse entre ellos y empezaron a susurrarle a los micrófonos. Los investigadores sospecharon que este era un efecto secundario del gas.

A partir del 9º día uno de ellos empezó a correr por la sala gritando sin parar durante 3 horas. Después de ese tiempo, seguía gritando pero ya no sa lía sonido de su garganta. Los científicos pensaron que físicamente se había destrozado las cuerdas vocales. Pero lo más sorprendente fue la reacción de los otros 4 individuos. Ellos siguieron susurrándole a los micrófonos como si nada pasase. Pasado un tiempo, ocurrió lo mismo con un segundo sujeto. Los otros tres presos, tomaron un libro, le arrancaron las hojas y las pegaron una a una con sus propias heces sobre la ventanilla de observación. Los gritos se detuvieron de inmediato, y también los susurros. Y así estuvieron por otros 3 días.

Los científicos sabían que las 5 personas estaban vivas porque el consumo de oxígeno en el interior se correspondía con el de 5 personas realizando ejercicio físico intenso, pero no podía oírse nada en el interior. En la mañana del día 14 los investigadores hicieron algo que nunca planearon. Le hablaron a los presos por un intercomunicador, buscando su reacción. "Vamos a abrir el habitáculo para comprobar los micrófonos. Aléjense de la puerta y túmbense en el suelo. Si no lo hacen les dispararemos. Pero si hacen lo que les decimos, uno de ustedes será liberado de forma inmediata.".

Pero la sorpresa fue mayúscula cuando oyeron una voz que les respondía desde el interior: "Ya no queremos que nos liberen".

Finalmente decidieron abrir la cámara en la medianoche del día 15. Primero se extrajo el gas del interior y se remplazó por aire fresco. De inmediato, 3 voces empezaron a suplicar desde el interior de la cámara que les volviesen a aplicar el gas. Cuando los militares entraron, y vieron el panorama, empezaron a gritar más fuerte aun que lo que lo hicieron los presos en su día. 4 de ellos estaban todavía vivos aunque su estado era difícil de describir. Las raciones de comida a partir del sexto día estaban intactas. Había trozos de carne de los sujetos obstruyendo el sumidero de la habitación impidiendo que se evacuase la sangre que se acumulaba alrededor. Los 4 supervivientes tenían grandes porciones de carne arrancada.

Los huesos de sus dedos estaban expuestos, y la manera en la que tenían las heridas indicaba que ellos mismos se habían arrancado la piel con sus propias manos. Se habían abierto el abdomen, quedando a la vista los intestinos, que salían de la cavidad estaban sobre el suelo a su lado. Podía verse que estaban digiriendo algo: su propia carne.

Los militares eran soldados de operaciones especiales, pero rehusaron volver a entrar a recoger a los presos. Ellos, mientras, seguían rogando que les volviesen a suministrarles el gas.

Finalmente les convencieron, y entraron a sacar a los 4 supervivientes. Todos ellos ofrecieron resistencia. Uno de ellos, que luchaba contra los médicos y militares, recibió una dosis de morfina 10 veces superior a la dosis normal de un adulto y aun así no consiguieron sedarle. Murió desangrado.

El que se encontraba en peores condiciones de los tres que quedaban fue ingresado en una sala de operaciones. Mientras que le devolvían sus intestinos a la cavidad abdominal comprobaron que era insensible a la anestesia. Fue operado despierto mientras que forcejeaba con tal fuerza que arrancó las correas de cuero que le sujetaban las muñecas.

El siguiente en ser puesto en la mesa de operaciones fue el segundo que se destrozó las cuerdas vocales. Como no podía gritar solo movía violentamente la cabeza para protestar por la retirada del gas. Le restituyeron los intestinos y le cubrieron la cavidad abdominal con lo que le quedaba de piel. A este preso ni siquiera intentaron aplicarle anestesia.

Los investigadores se preguntaban por que deseaban que les volviesen a proporcionar el gas. Uno de los presos les respondió "Tengo que permanecer despierto".

Así que tomaron a los tres supervivientes y los devolvieron a la sala de experimentación, atados a las camillas mientras que se les realizaba un electroencefalograma. Todos ellos dejaron de luchar cuando volvieron a notar el gas. Las líneas del electroencefalograma eran normales, pero en ocasiones se volvían planas, como si ocurriese una muerte cerebral.

Uno de los investigadores le preguntó al que todavía podía hablar: "¿Qué eres?"

"¿Ya lo has olvidado? Somos la locura que se esconde dentro de todos vosotros, rogando en todo momento ser liberada, desde lo más profundo de la mente animal. Somos de lo que te escondes cada noche en el interior de tu cama. Somos lo que ocultas en silencio cuando vas al refugio nocturno donde no podemos pisar ". Acto seguido el hombre empezó a agitarse, luego de 1 minuto de moverse intensamente quedó quieto pero sacaba espuma por la boca.

El investigador hizo una pausa mirándolo fijamente, y finalmente le disparó.

10. ESCAPE DE ALCATRAZ.

Realmente las autoridades y los investigadores que intervinieron en este caso no saben y no se dieron cuenta hasta después de la fuga, tanto así que no saben del paradero de estas personas, algunos declararon que pudieron haber fallecido, o que escaparon y se encuentran en el extranjero, sin embargo, nos damos cuenta que aun así no existe una prisión que sea lo más segura que podamos decir todas en algún momento y por personas capaces de doblegar las fortalezas sin usar violencia puede vulnerarlas tan fácil como sucedió.

Fue construida para albergar a los criminales más violentos de los Estados Unidos
Está hecha sobre roca sólida, y a dos kilómetros de tierra, con la marea en contra, aguas heladas con un guarda en cada tres presos y doce conteos diarios, era considerada a prueba de fugas, no contaban que el trio formado por Frank Morris, Clarence y John Anglin comprobarían que no era así.

En enero de 1960 llega Frank Morris a la prisión, quien era un ladrón de bancos con un coeficiente intelectual por sobre la media. Desde el momento en que entro observo y planifico su escape. Dentro se encontró con tres conocidos los hermanos Anglin y Allan West, con los que comenzó a gestar su huida en diciembre de 1961.

Con el paso de los tiempos había erosionado parcialmente la roca de los muros, y pensaron que podían romper la pared con una cuchara o cualquier objeto punzante. La salida de aire de cada celda los conducía al pasillo de mantenimiento no vigilado. El agujero lo ocultaban con cartones y otros utensilios. Para poder trabajar de noche crearon cabezas en yeso y usaron pelo de la barbería y así fingir que estaban dormidos, crearon también un taladro manual con un pequeño ventilador eléctrico y una broca para poder atravesar unos remaches de la tapa de un tubo que los conducía al techo.

Consiguieron ejecutar el plan el 11 de junio de ese mismo año.
Desde el techo bajaron por cañerías al patio, saltaron o cortaron gracias a un aspa de ventilador varias rejas y llegaron a la playa, una vez ahí inflaron una bolsa con un acordeón y un sistema de válvula hecho con una pelota de pin pon y una botella.
La balsa la habían construido a partir de trozos de impermeables pegados y se habían hecho unas palas de madera a modo de remos, impulsados por sus piernas y por la corriente, West no consiguió abrir el conducto y se quedó en la celda.

A la mañana siguiente pasadas las 10 de la mañana sonó la alarma, los policías siguieron un trayecto a San Francisco, pero los prófugos habían tomado otra dirección. La prisión fue bloqueada hacia abajo y comenzó una intensa búsqueda. Se entrevistaron a sus familiares, recopilaron registros de identificación, preguntaron a operadores de embarcaciones.

Al cabo de dos días se recuperó un paquete de cartas selladas en caucho en relación con los hombres, más tarde también se encontraron piezas como remos de madera, y trozos de tubo interior de caucho de madera en el agua.

Pero ellos nunca más fueron vistos...

11.  Dennis Rader, el asesino "BTK".

"¿A cuántos tendré que matar antes de ver mi nombre en el periódico?" BTK, 10 de febrero de 1978

Dennis L. Rader, quien con los años se convertiría en el sanguinario asesino "BTK", nació el 9 de marzo de 1945 en Wichita, Kansas. Fue jefe de un grupo de Boy Scouts. Dennis disfrutaba y fantaseaba con escenas de tortura y muerte, aunque en su vida social era un chico introvertido. Sufría una discapacidad de aprendizaje que lo hizo un alumno mediocre y de aprendizaje lento. Por ello, descargaba su frustración torturando animales, como perros, gatos o roedores.

En su juventud, entró en el ejército y llegó a ser Técnico de Aviación. Tras pedir una licencia, regresó a Wichita, se casó y comenzó a trabajar en un supermercado, hasta que fue despedido. A finales de 1973, frustrado de nuevo, y sin trabajo, inició lo que denominaría como sus "proyectos": el asesinato de personas. En sus ratos libres, se dedicaba a circular por las calles en su coche, como una forma de seleccionar a potenciales víctimas, a las que perseguía un tiempo antes de intentar el asesinato. Le gustaba mirar en los buzones de sus víctimas, para conocer sus nombres, averiguar dónde trabajaban, qué solían hacer Una vez declaró: "Cuanto más sabía de una persona, más confortable me encontraba con ella".

Se hacía con ropa especial antes de cometer sus crímenes, y luego se deshacía de ellas, y solía llevar una bolsa de boliche en la que guardaba su kit de asesinato con cuerdas, bolsas y esposas. Su primer asesinato ocurrió el 15 de enero de 1974. Su carrera criminal comenzó con los cuatro miembros de la familia Otero. Según su declaración judicial, ellos eran previamente sus objetivos.

Había fantaseado mucho sobre lo que le haría a Julie Otero o a su hija Josephine y, finalmente, a las 7:30 horas de la mañana, cortó la línea telefónica del domicilio y entró por la puerta trasera. Les apuntó con una pistola y "para tranquilizarles", dijo que era un fugitivo y que solo quería comer y huir con su coche.

Ató de pies y manos a los cuatro miembros de la familia que se encontraban en la casa. "Empezaron a quejarse" y el asesino le puso una almohada en la cabeza al padre "para que estuviera lo más cómodo posible", porque tenía una costilla rota por un accidente, según dijo BTK. Después le puso una bolsa de plástico en la cabeza, atada con una cuerda, para asfixiarle.

Luego le tocó el turno a la madre, Julie, a la que estranguló. Después hizo lo mismo con Josephine, y tuvo que rematar al matrimonio porque seguían vivos. Volvió a asfixiar a la madre y le puso otra bolsa en la cabeza al padre, ya que éste había logrado agujerear la primera.

En cuanto a Joseph Otero Jr, BTK lo llevó a la primera planta del hogar, donde acabó con él, también ahorcándolo. Tras ello BTK dijo sentir "perversiones sexuales" , recogió sus cosas, se llevó el reloj del padre, una radio y huyó en el coche de la familia, que dejó abandonado en el aparcamiento de un centro comercial. En ese mismo día, la policía de Wichita, Kansas, recibió una llamada del este de la ciudad. El joven Charlie Otero había vuelto a casa desde el colegio y había encontrado la escena del crimen. Los vecinos llamaron a la policía. Joseph Otero estaba atado con una cuerda de una persiana veneciana, boja abajo, en su dormitorio. Las manos de Julie Otero estaban atadas de forma similar, en la cama.

Mientras los agentes inspeccionaban la casa, hallaron también el cadáver de Joseph Otero junior muerto en su cuarto, con una bolsa en la cabeza. La última en ser encontrada fue Josephine, de once años de edad, colgada del techo del sótano. Todos habían sido atados con cuerdas de persianas venecianas, lo que les hizo suponer que el asesino las portaba consigo. Las autopsias revelaron que ninguna de las víctimas había sufrido agresión sexual. La hija, Josephine, estaba vestida únicamente con un jersey y unos calcetines, y los expertos encontraron semen en el sótano y en otras zonas de la casa, lo que indicaba que el asesino se había masturbado durante el curso de los asesinatos o después de éstos. Rader declaró años después que había planeado el crimen, pero que perdió el control de la situación tras entrar en la casa. "Me entró pánico", dijo el asesino: pensó que el padre no iba a estar en el domicilio. "Yo nunca había estrangulado a nadie antes, realmente no sabía cuánta presión había que aplicar, ni por cuánto tiempo".

Solo tres meses después de estos primeros asesinatos, y antes de que el asesino empezara a comunicarse con la policía bajo el sobrenombre de BTK, ya había atacado de nuevo. El 5 de abril de 1974, los hermanos Kathryn y Kevin Bright llegaron a casa desde la escuela, y hallaron en ella a un hombre armado. El asaltante rompió el cristal de la puerta trasera para acceder a la casa. El intruso obligó a Kevin a atar a su hermana a una silla y luego se lo llevó a otra habitación. Intentó estrangularlo enrollándole una cuerda alrededor del cuello, pero Kevin consiguió huir de la casa. Cuando la policía llegó al lugar, el asesino había huido. Sin embargo, Kathryn, todavía atada a la silla, estaba malherida, fruto de tres puñaladas en el abdomen. Murió poco después.

Vistos los hechos, se formó un grupo de investigación. Durante varios días, setenta y cinco policías barrieron la ciudad e interrogaron a más de mil personas en busca de un sospechoso. Al poco tiempo, los agentes fueron apartados del caso y se les asignaron otros. La investigación siguió adelante y, en un momento dado, tres hombres habían confesado ser lo autores del asesinato de la familia Otero.

El hombre que sería conocido como "Asesino BTK" no podía soportar que le saliesen competidores o imitadores, y no podía permitir que le quitasen la fama que según él le pertenecía por cometer dichos crímenes. Aunque la policía no dio crédito a las tres anteriores confesiones, el asesino decidió contactar con la policía para reivindicar la autoría de los asesinatos. BTK llamó a la línea abierta por el periódico Wichita Eagle-Beacon para conocer detalles sobre los crímenes, y dijo que obtendrían mayor información sobre los mismos si recuperaban una carta colocada en un libro de texto de ingeniería que estaba en la Biblioteca Pública de Wichita. La carta comenzaba con las palabras "EL CASO OTERO", escrito en mayúsculas. El autor de la carta dio una explicación algo confusa del móvil de sus actos. Ésta sería la carta que dio al asesino el nombre de "BTK", debido a sus explicaciones:

"Los tres individuos que tienen detenidos sólo hablan de los crímenes de los Otero para hacerse publicidad. No saben nada de nada. Lo hice yo solo y nadie me ayudó. Tampoco lo he contado... que quede claro.

"PD: Puesto que los criminales sexuales no cambian su modus operandi ni pueden hacerlo porque así es su naturaleza, yo no cambiaré el mío. Las palabras clave para mí serán... Átalos, tortúralos, mátalos, BTK (siglas en inglés); ustedes lo verán de nuevo. Estará en la siguiente víctima".

En enero de 1977, BTK decidió atacar de nuevo. Su objetivo fue la casa de Shirley Vian. Ella se hallaba en su casa con dos de sus hijos, que se quedaron con ella ya que creían que su madre estaba enferma. Hacia mediodía, el hombre llamó a la puerta y luego usó la fuerza para reducir a los niños, a los que encerró en el baño. Éstos huyeron, pero luego encontraron a su madre muerta, atada de pies y manos en la cama, con una bolsa de plástico en la cabeza. Se dudó si BTK fue el autor del asesinato en esta ocasión, ya que había robado de la casa dos giros postales, pero todo se despejó cuando el Wichita Eagle-Beacon recibió por correo una ficha con un poema que comenzaba así: "RICITOS DE SHIRLEY, RICITOS DE SHIRLEY, MARCHÍTENSE PERO SEAN MÍOS".

Más adelante, explicaba lo que había pasado con los niños:

"Tuvieron suerte, una llamada telefónica los salvó. Iba a atarlos y a ponerles bolsas de plástico en la cabeza como hice con Joseph y Shirley, y después iba a colgar a la niña. ¡Oh, Dios mío, qué bonito alivio sexual habría sido...!"

BTK mandó el aviso del siguiente asesinato. El 9 de diciembre de 1977, llamó desde una cabina de teléfono situada a seis manzanas de la comisaría de policía. Le dijo al agente que cogió el teléfono que tomara nota de una dirección y añadió: "Nancy Fox. Encontrarán un homicidio". Los agentes se presentaron en la cabina telefónica desde la que se había efectuado la llamada cuando un hombre rubio de 1.80 metros acababa de irse, según los testigos presenciales.

Nancy Fox fue hallada en su casa, semidesnuda y, por supuesto, muerta. La habían estrangulado con una media de nylon. No se relacionó con los asesinatos de BTK hasta que la cadena local Channel 10 recibió una carta suya. En el comunicado decía que sus actos estaban motivados por un demonio, y se comparaba con Jack el Destripador, el Estrangulador de Hillside y el Hijo de Sam.

BTK concluía: "¿A cuántos tengo que matar antes de ver mi nombre en el periódico o algo de atención a nivel nacional? Después de una cosa como la de Fox, vuelvo a casa y sigo mi vida como los demás. Y así haré hasta que vuelva a entrarme el gusanito. Siento que esto le pase a la sociedad. Ellos son los que más sufren. Me cuesta controlarme. Cuando este monstruo entra en mi cerebro, no sé. Quizás ustedes puedan pararle. Yo no puedo. Él ya ha escogido a su próxima víctima".

Pasó un año y medio y BTK guardó silencio. Una noche de primavera de 1979, Fran Dreier, de sesenta y tres años, llegó a su casa a las once de la noche y se encontró con que habían entrado ladrones. Llamó a la policía, que trató el caso como un robo normal hasta que Fran Dreier recibió un sobre con las joyas que le habían robado, un dibujo hecho por el intruso y un poema. El poema contaba lo mucho que se había decepcionado al ver que Fran llegaba tarde aquella noche. Tenía intención de matarla. Le dejó una nota en la que decía: "Alégrate por no haber estado aquí, porque yo estaba".

En 1983, se tomaron muestras de saliva a unos doscientos sospechosos. Todas ellas fueron infructuosas. Cuando comenzaron los crímenes aun no existían los análisis de ADN, pero se guardaron restos orgánicos tras cada crimen que podían ser analizados ya en esas fechas. Según los investigadores, el asesino tenía un tipo de semen que sólo se da en un seis por ciento de los hombres.

En diciembre de 1987, Mary Fager encontró a su marido muerto de dos disparos y a sus dos hijas estranguladas en la bañera de su casa. Los medios de comunicación sugirieron que BTK podía ser el responsable de estos asesinatos, y el asesino en serie envió una carta a Mary en la que le decía que se alegraba de las muertes, pero que él no era el autor de esos crímenes en concreto.

En marzo de 2004, el periódico The Wichita Eagle recibió un sobre con el nombre de "Bill Thomas Killman" como remitente. Contenía una carta de una sola página junto con fotocopias de un carné de conducir y de tres fotografías de un cadáver.

El carné pertenecía a una mujer llamada Vicky Wegerle. El 16 de septiembre de 1986, el marido de Wegerle llegó a casa a comer y encontró su cadáver. Tenía las manos y los pies atados y la habían estrangulado. Las tres fotografías fotocopiadas mostraban el cadáver de la víctima en distintas posturas para cada foto. Dieciocho años después, BTK reivindicaba el asesinato.

La policía estaba en un punto muerto de la investigación. No había pistas sobre el sospechoso, así que volvieron al punto de origen, y a los testimonios que se habían recogido a lo largo de los años precedentes, cuando empezaron a ocurrir los asesinatos. La policía conservó la grabación de la llamada de BTK en 1977, que un profesor de Nueva York procesó por ordenador en 1979. Durante varios años, se emitió muchas veces por la radio y la televisión. Incluso podía descargarse desde Internet en muchísimos foros dedicados a asesinos en serie.

Todos los asesinatos, excepto el de Wegerle, se cometieron en la zona este de Wichita. De los cinco crímenes, tres fueron durante el día. BTK entró en el domicilio de los Otero hacia las nueve de la mañana. La familia Bright fue atacada hacia las dos. BTK entró en casa de Vian hacia mediodía. Prefirió no esperar hasta las once de la noche a que volviera Fran Dreier, con lo cual ésta salvó la vida. Ese aparente fallo en su modus operandi fue clave para la salvación de la última posible víctima. Ese cambio debía tener algún significado, viendo los anteriores horarios de los sucesos.

Según el perfil elaborado por Robert K. Ressler, "El Cazador de Monstruos", para el FBI, BTK era un estudiante universitario o profesor de Derecho en Kansas y un lector ávido de libros y noticias sobre asesinos en serie. Y en marzo de 2004, el investigador Maurice Godwin desarrolló un perfil geográfico de BTK.

Treinta años después de sus cartas, por fin se cumplió su deseo de publicidad. Desde marzo de 2004 todas las agencias de noticias de Estados Unidos hablaron de él. Fue el tema de conversación y especulación en incontables foros de Internet. Si se introducía en Google «BTK Killer» se obtenían más de 5,000 resultados. El 29 de mayo recibió uno de los mayores honores que cualquier criminal entusiasta de la publicidad puede esperar: su perfil apareció en el programa de televisión Americas Most Wanted.

El 25 de febrero de 2005 la policía detuvo a Dennis L. Rader, de sesenta años de edad. Rader trabajó durante años en ADT Alarm, empresa situada en N. Washington Street, Wichita. La policía detuvo a Rader treinta y un años después de su primer asesinato. Él mismo se ocupó de reactivar la investigación de sus crímenes en marzo de 2004 con el envío de la carta al Wichita Eagle en la que afirmaba que había asesinado a Vicky Wegerle en 1986.

Hasta entonces los investigadores creían que Nancy Fox, asesinada en diciembre de 1977, había sido la última víctima de BTK y pensaban que el asesino había dejado de matar por alguna circunstancia. Poco antes de que se revelara su identidad le habían dado un cargo directivo en la congregación luterana a la que pertenecía. Estaba casado, tenía dos hijos y era funcionario. Con los años, Dennis había perdido confianza en su fuerza física. Dejó de matar por temor a ya no poder dominar físicamente a sus víctimas.

Sin embargo, necesitado de la emoción del crimen, comenzó a vigilar a una mesera del restaurante donde desayunaba. Las autoridades suponían que BTK estaba muerto; y un investigador llamado Robert Beattie empezó a escribir un libro sobre el criminal. BTK no quería que nadie más escribiese su historia, así que cometió un error fatal: dejó varias cajas de cereales con "recuerdos" de sus víctimas, una de ellas en la tienda de herramientas Home Depot, donde una cámara de vigilancia grabó su camioneta.

Después envió a la policía un disquete con archivos de texto. Ellos revisaron la unidad de almacenamiento y detectaron que había sido grabado en un equipo informático perteneciente a la Iglesia Luterana de Cristo de Wichita, de la que BTK era presidente del Consejo Parroquial. Allí obtuvieron su nombre y después le hicieron pruebas de ADN. Dio positivo.

BTK estaba dispuesto a hablar; lo interrogaron durante treinta horas seguidas, pero él estaba feliz: les contó la historia de su vida. En el juicio, éste afirmó que era el asesino en serie llamado BTK y se declaró culpable de diez asesinatos. Rader renunció a su derecho a tener un juicio con jurado que valoraría las circunstancias agravantes o atenuantes de sus crímenes.
Fue condenado en septiembre de 2005 a diez cadenas perpetuas consecutivas, sin posibilidad de libertad condicional durante más de cuarenta años (aunque hay pena de muerte en Kansas, no se puede aplicar a crímenes cometidos antes de 1994, la fecha de su entrada en vigor). Recurrió la sentencia, pero le fue negada. Estará en prisión hasta que muera...

12. La escalofriante confesión de Madelaine Bavent: casada con el diablo durante un aquelarre (reunión de brujas).

La bibliografía medieval recolecta algunas de las anécdotas más bizarras en torno a la religión, la superstición y lo diabólico. El caso de la joven monja Madelaine Bavent es uno de los más emblemáticos y escalofriantes.

Sucedió en el convento de monjas de la localidad de Louviers, en Normandía, durante el año 1625, cuando la monja tenía apenas 18 años. Desesperada, se presentó ante las autoridades del lugar para declarar que había sido hechizada durante un aquelarre al que había sido llevada forzosamente por el director espiritual del lugar, el padre Mathurin Picard, y su vicario, el padre Thomas Boulle. Según confesó, durante el secuestro, había sido casada con un diablo llamado Dragon y obligada a mantener relaciones sexuales con él, sobre un altar. Entre tanto, añadió, dos hombres habían sido crucificados y destripados.

Tras la apertura de una exhaustiva investigación, otras dos monjas confesaron haber sido víctimas de los dos sacerdotes, que también las llevaron a distintos aquelarres en donde mantuvieron relaciones sexuales con varios demonios. En tanto las investigaciones avanzaban, el padre Mathurin Picard falleció y las monjas fueron acusadas de estar poseídas, lo cual era bastante frecuente en ocasiones similares, por lo que debían ser exorcizadas.

La iglesia en donde el ritual tuvo lugar reunió a muchísima gente. Las monjas montaron un verdadero espectáculo, que incluyó saltos, corridas, insultos y obscenidades de toda calaña; incluso llegaron a convulsionar mientras el padre Thomas Boulle se desahogaba en gritos, mientras era torturado.

Finalmente, Madelaine fue condenada a cumplir penitencia de por vida en la prisión episcopal. Así mismo, el padre Boulle fue condenado a muerte en la hoguera y se ordenó la exhumación del cuerpo del padre Picard, que fue desenterrado y quemado, también.

A partir de este suceso, la iglesia fijó por primera vez las normas a seguir para saber si alguien estaba poseído o no, a través de 15 puntos que se resumen en: creerse poseído y llevar una mala vida; ser malvado y vomitar cosas inusuales, como serpientes o sapos; blasfemar y gritar obscenidades; comportarse violentamente y efectuar sonidos y movimientos propios de los animales; conductas lascivas y ostentar una inusual fuerza muscular; demostrar miedo ante reliquias y objetos sagrados; y no recordar nada tras el momento de transe diabólico.

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"Slashers x reader" - Headcanons y One shots traducidos de tumblr! ¡Gracias por leer! © Todos los derechos reservados