Un Niño

由 BigEyedMCCB

103 18 4

Entre dudas y dolores, junto a los preguntones, con un intento por crecer y un solo amigo fiel, protegido p... 更多

Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo extra: Fausto

Capítulo 2

22 4 0
由 BigEyedMCCB

El niño continuó sus visitas con Fausto casi todos los días; los días libres siendo las excepciones. Cuando llegaron las vacaciones de verano, el niño, en contraste con sus demás compañeros, se encontró desconsolado.

A pesar de las constantes burlas e insultos que sufría en su escuela, el tiempo que tenía con su mejor amigo lo compensaba; ahora no estaba seguro de qué iba a hacer sin esas reuniones de amistad que apreciaba con tanto cariño.

En el último día de clases, el niño tuvo lágrimas cayendo por sus mejillas al tener que despedirse.

"Sólo son dos meses; el tiempo pasará rápido, te lo aseguro. Además, en tu casa nadie te puede molestar como aquí", dijo Fausto, tratando de confortarlo.

"Pero en mi casa no estás—"

El niño paró de hablar cuando escuchó una voz: era su madre.

En cuanto las llamadas llegaron a los oídos del niño, los árboles que se habían acercado a protegerlo regresaron a sus lugares originales y el sol que anteriormente fue escondido se reveló de nuevo.

"¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué estás llorando? ¿Estás bien?" Le preguntó su madre, su preocupación evidente en el tono de voz.

El niño no contestó. Su madre comenzó a guiarlo hacia la salida de la escuela, cuando, repentinamente, el niño vio algo brillar de reojo. Se soltó de los brazos de su madre y corrió de retorno.

En el suelo, donde sus lágrimas habían caído, se encontraba una flor de loto, con centro de oro y pétalos de perla. Tomó la bella flor y la abrazó a su pecho suavemente, cuidando no aplastarla.

"Que extraño; flores de loto no crecen en tierra, crecen en agua", comentó su madre, quedando desconcertada al ver la flor que cargaba su hijo.

El niño, sin pronunciar palabra alguna, dio la vuelta y caminó hacia la salida. Su madre lo siguió con miles de preguntas en su mente, las cuales después decidió simplemente ignorar.

...

En los primeros días de sus vacaciones, el niño pasaba su tiempo mirando a través de la ventana de su cuarto, en un ensueño sobre todas las preguntas que tenía para Fausto y los miles de respuestas posibles que podría contestar; todo para satisfacer la curiosidad del pequeño niño.

Cansado del aburrimiento, el niño de repente tuvo una idea: preguntaría todas sus dudas a sus padres. ¡Ellos sabían todo! No sabía por qué no había pensado en esto antes. Entonces, se levantó inmediatamente y corrió por la casa hasta encontrar a alguno de sus padres.

Encontró a su padre primero y decidió preguntarle sobre algo que había estado pensando por mucho tiempo:

"Papá, ¿de dónde vienen los bebés?"

Su padre se mostró muy incómodo en ese momento.

"Pues, pues... Cuando un hombre y una mujer se aman mucho... aparece un bebé. Así nacen los bebés"

Esto hizo que el niño tuviera otra duda:

"Pero, ¿qué tal dos hombres o dos mujeres? ¿Ellos no pueden amarse mucho y tener un bebé?"

Su padre se molestó mucho y gritó:

"¡POR SUPUESTO QUE NO! ¡Y NO QUIERO VOLVER A ESCUCHARTE DECIR ALGO ASÍ! ¿ENTENDISTE?"

El niño se fue corriendo, tratando de no llorar, más perplejo y asustado que nunca.

En el camino vio a su madre, sin embargo, ella no parecía saber qué decir y se mantuvo callada.

El niño regresó a su cuarto con sus pensamientos atacándose unos a otros, y abrazó sus piernas, sentado en el suelo.

No entiendo, —pensaba—no entiendo qué dije mal; no entiendo por qué se enojó... No entiendo nada.

Con la angustia tratando de escapar por sus ojos, el niño recordó que no comprendía muchas cosas que los demás percibían como normales.

Él no lograba comprender el gusto de sus compañeros por lastimar animales, insectos o plantas, y mucho menos lograba concebir la indiferencia con que los demás aceptaban esto.

Tampoco comprendía por qué importaba el género o la apariencia para poder amar a una persona.

No entiendo, pero me pone triste. —Lloró en su interior—No entiendo, pero sé que está mal.

Se sentía solo y recordó la última vez que se sintió tan solo...

Por esa razón, miró su ventana, pensando en la decisión que estaba a punto de tomar.

Volteo a ver la puerta, sabiendo que sus padres se encontraban del otro lado; miró hacia afuera, a través de la ventana, y contempló la bajada del sol y la caída desde su cuarto en su casa de un solo piso.

Finalmente, abrió su ventana, se salió con cuidado y se fue corriendo.

El niño tenía la mente perdida y eso despertó el deseo de perderse por completo; porque la última vez que hizo eso, fue encontrado.

Ahora, quería ser encontrado otra vez por la misma persona.

...

Corrió por las calles hasta llegar a la reja de su escuela. Desesperado, trató de entrar de alguna forma.

Miró su alrededor y tuvo el mismo sentimiento que hace un año: miedo mezclado con el desconcierto que lo llevó a esa situación. Miró las calles oscuras y vacías en frente de él y los programas de noticias que veían sus padres todos los días parecieron surgir ante sus ojos:

Los cuerpos de vidas extinguidas que eran encontrados; los secuestros hechos por el codiciado dinero; las constantes guerras que sufrían algunos países; los delitos y las maldades realizadas por avidez o necesidad.

Recordó lo que siempre decían sus padres:

"El mundo ya no es seguro como antes"

"La gente está echada a perder"

"Cada vez existe más maldad"

El niño no entendía por qué personas harían cosas que lastimaran a otros, por lo que preguntaba:

"Pero, ¿por qué hacen eso?" Y la mejor respuesta que recibió fue:

"Pues, así es la sociedad de ahora."

¿Acaso eso era la normalidad del mundo? ¿Todos estaban conformes con esto? Para el niño, "normal" debería ser estar en paz, era respetar a todos.

¿O era eso extraño?

"¿Fausto? ¡Fausto!" Llamó el niño, caminando alrededor de la escuela, tratando de aproximarse a los árboles de adentro.

De repente, escuchó algo. Probablemente era sólo un gato o alguien saliendo a tirar su basura. Sin embargo, el niño automáticamente pensó que alguien venía a secuestrarlo.

"¡Fausto! ¡Por favor, ayúdame!" Rogó.

El niño puso su espalda contra los límites de la escuela, sus ojos rápidamente escaneando la oscuridad de las calles, creyendo que en cualquier momento manos aparecerían para despojarlo.

Lo que no esperaba es que las manos llegaran del cielo y lo levantaran por encima de la reja, cargándolo dentro de la escuela. El niño comenzó a gritar, peleó con todas sus fuerzas, hasta que escuchó una voz familiar.

"Shh, cálmate, soy yo", dijo Fausto. Su voz tan suave y reconfortante, que el niño de inmediato soltó sus lágrimas y, sin pensarlo, lo abrazó.

Abrazar a Fausto era diferente que cuando el niño abrazaba a sus padres. El niño no tenía la menor idea de cómo era la apariencia de Fausto y abrazarlo no le dio ninguna nueva pista. Era casi como si Fausto fuera pura energía, sin ninguna forma definida, que, si lo abrazará demasiado fuerte, el ser pasaría como humo entre sus brazos.

Aun así, fue un abrazo que lo hizo sentirse completo, y, por un tiempo, el niño sintió la libertad de ser el mismo, de tener su alma al desnudo sin ningún miedo de ser lastimado.

Fausto no dijo ninguna palabra en protesta y lo abrazó hasta que estuviera liberado de su melancolía.

"¿Me quieres decir qué paso?" Fausto preguntó después.

El niño, sin soltarlo, habló en un susurro:

"Fausto, ¿el amor tiene condiciones?"

"No."—Respondió inmediatamente—"Si tuviera condiciones, no sería amor"

Al escuchar esto, el niño abrió sus ojos; una acción que fue en vano, ya que estaba demasiado oscuro para poder ver. Entonces, cerró sus ojos de nuevo y recargó su cabeza en Fausto.

El niño le contó todo lo que había pasado en su casa. Fausto se mantuvo callado por un momento, asimilando el suceso. Después dijo:

"Temo que no puedo decirte de dónde vienen los bebés, pero sí te puedo decir que al amor no le importa el género, ni la apariencia, ni el lugar, ni el dinero. El corazón y el alma no ven nada de eso; no les importa. Hay cosas más importantes que duran toda la vida. Además, el alma ama por razones mucho más profundas que la mayoría ni logra entender. Ama por amar... No sé si me puedas entender. En realidad, no es algo que se puede explicar con palabras. Pero, no te preocupes por lo que dijo tu padre; no dijiste nada malo. Además, estoy seguro que tu padre te quiere mucho. ¿Está bien?"

El niño asintió con su cabeza distraídamente. "Ama por amar"; para el niño, tenía sentido de una forma extraña. Una parte de él pensaba que no tenía nada de lógica, mientras que otra parte parecía reconocerlo por completo.

El niño tenía la sospecha que esa parte de él era su alma.

Ambos estuvieron en silencio por un tiempo, cómodos con su mera presencia.

"Te quiero mostrar algo, creo que te va gustar. Mantén tus ojos cerrados hasta que yo te diga, ¿sí?" Dijo Fausto, rompiendo el silencio.

"Bueno", accedió el niño, curioso.

El niño empezó a escuchar ramas moverse y los imaginó acomodándose en una escultura.

"Te voy a acostar en el suelo, para que veas mejor. ¿Está bien?" Fausto aclaró.

¿Para ver qué? Pensó el niño. Supuso que no era una escultura de ramas. No quería salirse del abrazo, sin embargo, el niño aceptó, un poco decepcionado.

Sintió a Fausto colocarlo cuidadosamente en el suelo, con su cabeza hacia arriba.

"Bien. Ahora, abre tus ojos"

El niño abrió sus ojos y vio algo mágico; una magia que está sobre nuestros todos los días, que tomamos por sentado y que intercambiamos por luces artificiales que jamás gozaran de la misma belleza.

"No entra la luz artificial aquí, entonces puedes ver todas las estrellas claramente en la noche. Por lo menos las estrellas que se pueden ver desde aquí", Fausto comentó.

"¿Hay más?" Preguntó el niño, asombrado.

"¡Desde luego! Sólo puedes ver unas pocas desde la Tierra. Piensa en todos los granitos de arena que existen en nuestro planeta y multiplica eso por 10"

"No sé tantas matemáticas"

Fausto se río y acarició el cabello del niño, causando que una sonrisa apareciera en su rostro.

"Siento que podría mirarlas toda la noche y todavía no haberlas visto lo suficiente."—Comentó el niño—"¿Por qué nadie más habla sobre esto?"

"Según mi conocimiento, los humanos se cegaron con sus creaciones y olvidaron que la naturaleza les dio la vida... Tú eres diferente. Por eso supe que tú si apreciarías esto"

"¿Puedo venir todas las noches aquí, contigo?"

"Eso me recuerda, ¿qué estabas pensando en venir aquí solo y en la noche? ¡Es demasiado peligroso, especialmente para alguien de tu edad!" Lo regañó Fausto. El niño sintió sus mejillas enrojecerse de la pena.

"Perdón... No quería estar solo"

Fausto suspiró.

"Espérame en tu casa mañana. Yo iré por ti en la noche"

El niño levantó su mirada en dirección de la voz de Fausto y creyó ver una figura ligeramente más oscura que el resto del entorno.

"¿En serio?" Preguntó el niño, sorprendido.

"Sí, en serio"

El niño tuvo una sonrisa gigante en su rostro y corrió hacia la figura para abrazarlo.

Fausto soltó una pequeña risa, correspondiendo a su abrazo.

El niño, cómodo y contento, sintió el cansancio alcanzarlo. Antes de rendirse a las necesidades de su cuerpo, pensó escuchar un susurro, o posiblemente lo soñó:

"Eres como una gota de agua pura cayendo hacia un mar contaminado. Ojalá te pueda proteger..."

El niño se fue de la realidad al mundo de los sueños.

继续阅读

You'll Also Like

90.1M 2.9M 134
He was so close, his breath hit my lips. His eyes darted from my eyes to my lips. I stared intently, awaiting his next move. His lips fell near my ea...
29.3K 3.5K 38
It's gonna be short stories. Most of the stories will be around 10 to 15 chapters. If you are new to my profile, do check out the short stories I.
9.9M 500K 199
In the future, everyone who's bitten by a zombie turns into one... until Diane doesn't. Seven days later, she's facing consequences she never imagine...
6.5M 179K 55
⭐️ ᴛʜᴇ ᴍᴏꜱᴛ ʀᴇᴀᴅ ꜱᴛᴀʀ ᴡᴀʀꜱ ꜰᴀɴꜰɪᴄᴛɪᴏɴ ᴏɴ ᴡᴀᴛᴛᴘᴀᴅ ⭐️ ʜɪɢʜᴇꜱᴛ ʀᴀɴᴋɪɴɢꜱ ꜱᴏ ꜰᴀʀ: #1 ɪɴ ꜱᴛᴀʀ ᴡᴀʀꜱ (2017) #1 ɪɴ ᴋʏʟᴏ (2021) #1 IN KYLOREN (2015-2022) #13...