Me empujaste violentamente contra la pared.
Tus amigos se estaban riendo, pero tú no parecías estar muy convencido de lo que estabas a punto de hacer en esos momentos.
Me diste un puñetazo en toda la cara.
No estoy seguro de si me dolió más el golpe en el rostro o el dolor de mi corazón rompiéndose por lo que acababas de hacer.