Crescent Moon ➳ Seventeen

By snowcoups

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"Tras una larga temporada sin verse, Yoon Jeonghan y Choi Seungcheol buscan la forma de infringir las estrict... More

Prólogo
«Capítulo 1»
«Capítulo 2»
«Capítulo 3»
«Capítulo 4»
«Capítulo 5»
«Capítulo 6»
«Capítulo 7»
«Capítulo 8»
«Capítulo 9»
«Capítulo 10»
«Capítulo 11»
«Capítulo 12»
«Capítulo 13»
«Capítulo 14»
«Capítulo 15»
«Capítulo 16»
«Capítulo 17»
«Capítulo 18»
«Capítulo 19»
«Capítulo 20»
«Capítulo 21»
Final

«Capítulo 22»

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By snowcoups


En unas pocas horas, el profesorado entero estaba tan consternado como Jeonghan.

—¿Entiendes las normas de conducta de este Internado? —incluso en su escondite afuera de la cochera, donde se agachó detrás de los arbustos, el chico escuchó disimuladamente la voz de la señora Ha diciendo con voz brusca—: Tu elegiste ignorarlas en el pasado.

—La primera regla de Septendécim es que todo vampiro que busque refugio... —Charity parecía completamente tranquila cuando la mayor la interrumpió.

—Obedeceré las reglas, señorita Hong.

Los profesores que se encontraban alrededor murmuraron. El castaño no se arriesgó a mirar por encima del alfeicer para ver como ellas continuaban, pero básicamente parecía que la hermana de Jisoo quería unirse como una nueva estudiante y ellos iban a tener que dejarla entrar, cosa que no les gustó.

—Tenemos un pequeño problema con una fantasma —intervino el profesor Yee.

—Por culpa del pequeño bebé, pero esto se arreglara pronto, ¿No? De alguna u otra forma —Charity no se preocupaba si Jeonghan vivía o moría y el sentimiento rápidamente se hizo mutuo.

El chico se estremeció cuando reconoció la voz de su madre.

—Hay estudiantes humanos aquí ahora y tenemos que protegerlos de cualquier daño. Sus antecedentes en este tema dejan mucho que desear.

—Lo prometo y juro sobre mi propia tumba que no seré yo la que rompa la paz aquí.

Después de un momento de silencio, la señora Ha le respondió a la vampira.

—Muy bien, ¿Cuánto tiempo tiene intención de quedarse?

—No mucho tiempo. Presiento en el corazón que estaré fuera antes de Junio.

—Entonces le encontraremos un lugar en las habitaciones del Internado. Tú deberías permanecer allí tanto tiempo como fuera posible hasta final de semestre. Sería difícil de explicar que llegue una nueva alumna tan cerca de final de semestre, y cuanto menos preguntas mejor —respondió la rectora—. Deberíamos repasar las nuevas reglas sobre el consumo de sangre que han sido instauradas después de la nueva política de admisiones.

—¡Hey! —susurró alguien a su oído y al castaño le subió el miedo, pero luego respiró con alivio cuando comprendió que era Jisoo—. ¿Qué ocurre ahí dentro?

—Casi me das un susto de muerte —dieron unos cuantos pasos lejos del edificio en silencio—. ¿Porque viniste a verme?

—No vine por eso, solo me acerque a la casa de la señora Ha y tu ya estabas allí, haciendo el trabajo de espionaje por mí.

Yoon rió un poco al oírlo. Solo entonces comprendió que ellos se habían vuelto a hablar y que no había sido tan terrible como creía. Los ojos del vampiro permanecían fijos en la casa, como si tuviera visión de rayos X y pudiera ver a su hermana a través de las paredes.

—Ellos van a dejar que se quede. Ella tiene que ocultarse en la Torre para que nadie pregunte por qué viene un nuevo estudiante para hacer solo los finales. La señora Ha estaba muy enojada con esto, pero por lo visto, tiene derecho a refugiarse.

—Refugio —su rostro se encendió con esperanza—. Eso quiere decir que está escapando de alguien. Puede significar que se escapa de la tribu.

—Tal vez.

—Lo he conseguido —quería creer que su hermana no estaba mal. Jeonghan no confiaba en Charity, no estaba seguro de esto, pero no le dijo nada. Por el bien de Jisoo, tenía la esperanza de que ella se comportara para que pudieran verse de nuevo.

—Entonces, ¿Vas a entrar a verla?

—La rectora no querrá que interrumpa. Puedo verla más tarde, esta noche —el vampiro puso una mano sobre el hombro contrario—. ¿Te sientes bien?

—Si —no podía compartir su entusiasmo por su fuga inminente—. ¿Cómo estas tú?

—Creo que a partir de ahora va a estar todo bien —sonrió abiertamente.

—Tal vez —el castaño pensó en Seungcheol y devolvió la sonrisa—. Tal vez para nosotros dos sí que empiece a estar todo bien.

Al día siguiente cuando los alumnos se reunieron en el Gran Salón, la voz de Mingyu se escuchó entre el grupo de tres.

—¿Soy solo yo o el tiempo ha ido más lento? Es como si el verano estuviera más lejos en vez de estar más cerca.

—Sé a qué te refieres —respondió Jeonghan. ¿En dónde estará tu familia este verano?

—Me parece que alquilaremos una villa en la Toscana —contestó con un tono despreocupado que solo alguien rico podría usar anunciando una noticia como aquella. A su lado, los ojos de Boo se abrieron desmesuradamente.

—Si yo estuviera en Italia, me gustaría estar en Roma para visitar las ruinas. Siempre he soñado con estar en una casa en medio del país del vino, aunque no tenga edad para beber aún. He escuchado que la edad legal para beber es inferior en Europa.

—Lo es, pero intenta explicárselo a mi madre —Kim paró en seco cuando alcanzaron la entrada de la Torre Norte. Miró detenidamente hacia arriba de la escalera de espiral—. Hay algo extraño allá arriba.

—¿Extraño? —el menor del grupo apretó sus libros más cerca de su pecho—. ¿Tan extraño como un fantasma?

—No. No creo, es otra clase de cosa extraña. Normalmente los profesores no se preocupan por quien se ha sentado en las escaleras por la noche. Sin embargo, hace unos días, Wonwoo y yo nos movimos hacia la escalera y de repente el profesor Baek apareció de la nada. Nos riñó por el disturbio y luego nos dijo que no subiéramos de esa manera.

—Apuesto a que tiene algo que ver con esto —dijo Seungkwan—. Con los fantasmas, digo. Esta es la razón principal por la que la gente ha actuado raro este año.

Jeonghan sabía que los profesores solo estaban tratando de mantener a los estudiantes lejos de Charity o viceversa.

—Yo no me preocuparía por ello. Independientemente de lo que sea, en dos semanas estaremos todos fuera de aquí.

—A no ser que esa cosa que esta allá arriba siga aquí al volver —el más alto sonrió abiertamente dándose la vuelta hacia los dormitorios.

Los otros dos se dirigieron pasillo atrás, hacia su piso. Cuando el rubio le dio un leve codazo al mayor, este echó un vistazo a su derecha y vio al señor Yoon andar hacia ellos.

—Oh no —él sabía que no había sitio al que pudiera correr—. ¿Estarás aquí conmigo?

—Sabes que va a decirme que me vaya tarde o temprano. Cuanto antes me vaya, antes terminaras con esto.

—Bien, hablamos más tarde.

Seungkwan se dirigió hacia su habitación, dejando solo a Jeonghan cuando su padre le dirigió la palabra con voz firme.

—Quiero hablar contigo. Sé que estás alterado y entiendo que lo estés. Supongo que tienes derecho a estarlo.

—¿Supones?

—Si necesitas estar enfadado con alguien, enfádate conmigo. Fue mi decisión el manejar las cosas de esta manera, y si me equivoqué, lo siento —antes de que su hijo pudiese preguntar qué había querido decir, siguió—, pero, ¿Cuánto tiempo le vas a estar haciendo esto a tu madre?

—¡No le hago nada!

—Te has alejado de ella y no le haces caso. ¿Piensas que no dañas sus sentimientos? ¿Piensas que eres la única persona en esta familia al que le han hecho daño? Esto la esta rompiendo por dentro y no puedo soportar verla sufrir así. No creí que tu pudieras soportarlo también.

El castaño recordó una imagen de su madre trenzando su cabello cuando solía ser largo. Intentó no hablar mucho de ello.

—No puedo tener una relación con alguien que no ha sido honesto conmigo.

—Miras esta situación desde un punto de vista extremo. Eres joven, así que supongo que esto es lo que haces.

—No es porque sea joven —rápidamente echó un vistazo a su alrededor. No se veía a nadie, ni humano, ni vampiro—. Dime qué ocurrirá si alguna vez rechazo matar a alguien.

—Esa opción no existe para ti.

—Pienso que lo es —de todos modos su padre no podía decirle la verdad. Daba igual si tenía derecho a estar alterado, o si el mayor reconocía que se había equivocado—. ¿Y qué sucedería si esta fuera mi elección?

—Jeonghan, esto no es algo puedas escoger y jamás lo será. No dejes que tu carácter interfiera a la razón.

—Que así sea —dijo el mencionado, marchándose. Se preguntó si su padre lo seguiría, pero no lo hizo.

Esa noche, al acostarse sobre la cama de la señora Ha, observó el broche que estaba sobre una mesita de noche. Era casi tan brillante como una lamparilla sobre la pared y trató de encontrar placer en sus destellos, pero siguió pensando en su madre.

Mientras estuviera enfadado con sus padres, la separación no iba a doler. Recordó cómo en otros momentos habían estado tan cerca los unos de los otros y los echó de menos. Lo que había perdido, lo había perdido para siempre y ya no podía ni mirarlos después de su mentira, así que no había otro camino.

De repente, golpearon la puerta de la cochera para abrirla, haciendo que el castaño saltara de la cama apresuradamente.

—¿Quién está ahí? —gritó antes de pensar en que si era un intruso, habría sido mucho mejor haberse quedado callado. Sin embargo, el intruso resulto ser la señora Ha.

—Ven conmigo —sus ojos ardían. Aunque era tarde, ella aún llevaba puesto el vestido que llevaba en la clase, como si hubiera estado trabajando todo ese tiempo.

—¿A dónde vamos?

—A enfrentar a su acusadora con la esperanza de que la desacredite.

Jeonghan no tenía idea de qué significaba aquello, pero en un segundo, su estómago se hundió con temor.

—Bien, solo déjeme alistarme.

—Apúrese. Debemos aclarar esta cuestión inmediatamente.

Obviamente no le darían ninguna explicación al castaño. Con las manos temblando, cogió una chaqueta y ató el cinturón de sus pantalones. Logró meter el broche en el bolsillo sin que la rectora lo notara. Necesitaba tenerlo cerca para ganar valor.

Una vez tuvo puesto el colgante de obsidiana alrededor del cuello, la señora Ha lo condujo a través de los terrenos hacia Septendécim. Arriba, en la Torre Norte, varias ventanas ardían intensamente, incluyendo las de la habitación de Charity.

—¿Están mis padres allá arriba?

—Tenía la impresión de que a usted ya no le interesaban sus padres —respondió arrastrando su larga falda. No miro en ningún momento hacia atrás, dando por sentado que el alumno la seguiría donde fuera—. Puedes manejarlo solo, de eso estoy completamente segura —la señora Ha estaba claramente furiosa, pero el castaño no podía adivinar aún si era con él o con otra persona. Considerando que se dirigían a la habitación de Charity, supo que era con alguien más. 

Ascendieron por las piedras silenciosamente. Yoon sabía que la persona de la que habló la rectora tenía que ser Charity, pero aún no quería aceptarlo. El miedo de repente lo golpeó fuertemente como un puño. Se paró delante de la puerta, no muy dispuesto a entrar.

—Señora Ha, quisiera poder hablar a solas con usted.

La mujer pasó delante de su alumno para abrir la puerta y luego lo empujó dentro.

Charity estaba sentada en una silla alta situada en el centro de la habitación y ya llevaba el uniforme de Septendécim, la única ropa intacta que había llevado alguna vez. Cruzó sus brazos por encima de su regazo para mirarlo de forma normal, y el castaño entendió al momento que había alguien más en la habitación. Jisoo se sentó en un pequeño banco en la esquina, y juzgando su postura caída y la expresión enferma de su cara, Jeonghan supo que no se había unido a la acusación, sino que él también era uno de los acusados. Se sentó al lado suyo y el vampiro lo observó con la mirada más desolada que jamás había visto.

—Señorita Hong, por favor, repita lo que me ha contado esta tarde.

—Estoy tan contenta de haberla podido poner al corriente, señora Ha. Esto me recordó que nosotras tuvimos buenos momentos antes de conocernos realmente la una a la otra.

—Repita la acusación.

—Estos dos han estado persiguiéndome a lo largo del año escolar —la vampira les sonrió como si saludara a unos viejos amigos—, pero no eran solo ellos, iban con un amigo. Alguien llamado Choi Seungcheol, y sé a ciencia cierta que es un miembro de Adamās.

Los tres habían hecho un gran trabajo escondiendo el secreto, pero nunca pensaron que ella lo contaría y lo arruinaría todo.

—Entonces es verdad —hasta ese momento, la rectora había esperado que Charity hubiese mentido y así tendría una excusa para expulsarla de Septendécim.

—Es verdad —cabeceo Jisoo.

—Ir con un miembro de Adamās es un crimen grave —cruzó sus brazos cuando estuvo de pie delante de los acusados—. El año pasado el joven Yoon, no conocía la conexión del joven Choi y lo perdoné. En este año ya no puedo ser tan clemente, pero usted, joven Hong. De cualquier persona podría habérmelo esperarlo. De cualquiera, excepto de usted.

—Quise encontrar a mi hermana —se defendió. Sus hombros se encorvaron como alguien que siente un dolor profundo—. Pensaba que usted o ella lo entendería.

—Los cazadores de Adamās son horribles —balanceó sus pies hacia delante y hacia atrás bajo su silla como una niña pequeña que se divierte—. Son violentos y viciosos.

—Ustedes han mentido y han abusado de nuestra hospitalidad. Han roto cada regla que tenemos y cometimos algunos errores tan tontos que nunca se nos ocurrió hacer una regla de ellos. No puedo apoyar esto.

—Múlteme, expúlseme —el castaño se puso de pie. No necesitaba un Internado para enseñarle a ser un vampiro cuando ya no tenía la intención de serlo—. Si usted me permite dejar un  escrito para que pueda mostrárselo a mis padres más tarde, está bien. Si usted no quiere darme posibilidad de hacer las maletas, está bien también. No me preocupa.

—Son unos viciosos —repitió Charity—. Los cazadores de Adamās piensan que hacen lo correcto como usted, señora Ha.

La rectora se giró aún más enfadad de lo que había estado antes.

—¿Cómo se atreve usted a compararme con esos bichos?

—Cada uno de ustedes caza. Todos cazan. Adamās caza vampiros y usted caza fantasmas. Los fantasmas cazan a Jeonghan y él me caza a mí. Esto es una cadena perfecta y usted forma parte de ella. Pienso que cada uno debería seguir su caza. Mi hermano y su novio usaron a Adamās para cazarme, entonces pensé que yo debería hacerles lo mismo.

—¿Crees que me estas usando? —la señora Ha se giró con una sonrisa cínica.

—No, yo uso a Adamās.

Jisoo se puso de pie. Algo de lo que había dicho su hermana le había hecho reaccionar.

—Charity, ¿De qué estás hablando?

Su tono de voz resonó en la habitación. Aquello afectó a la vampira, porque de inmediato volteó como una niña obediente.

—¡Estábamos fuera de control y con hambre porque ellos nos habían torturado durante días! Tu estabas allí, hermano, estabas allí. ¿Acaso no lo recuerdas? —los ojos se le pusieron rojos de la ira—. No tenías que hacer lo que querían. ¡No tenías que matarme!

El cuerpo entero de Jeonghan se congeló. Al parecer, Jisoo había sido el que convirtió a Charity en vampiro.

—Castígame más tarde —respondió su hermano. Las sombras oscurecieron su rostro y su mirada—. Dime lo de Adamās.

—¡Odio este lugar! Sabes que siempre lo he odiado, y la odio a ella —la vampira miró a la rectora, quien pensaba que estaba al borde de atacarlos—. Odio el modo en que ella pretende ser la autoridad suprema, sobre todo lo que quiere decir ser un vampiro, cuando ella misma no hace caso de lo que aquello quiere decir. Ella no mata personas, ella no entiende qué es lo que hacemos. Ella se desharía de todos nosotros si pudiera. Pretende proteger a los vampiros, pero ella será el final de nuestra clase si consigue lo que quiere.

—¡Muchacha desgraciada! —la señora Ha estaba tan furiosa en ese momento que se había olvidado de sus dos alumnos—. ¡Tu nunca aprenderás!

—He aprendido más de lo que piensa —la de cabellos miel echó un vistazo al delicado reloj de pulsera que llevaba.

—¿Qué has querido decir con que usabas a Adamās, Charity? —su hermano preguntó con una voz más tranquila.

—Ellos siempre han dejado tranquilo a Septendécim porque piensan que todos los vampiros de aquí se comportan correctamente, pero últimamente han encontrado tantos cuerpos alrededor en los bosques cercanos que están seguros de que algo terrible está pasando. Algo que tienen que parar —abajo, se oyó a alguien gritar, y su rostro cambió a una amplia sonrisa—. La hora ha llegado.

—Charity, más vale que lo digas —Jisoo seguía tratando de ser razonable con ella.

Alguien más gritaba en la escalera, ahora más fuerte. Luego, otra persona gritó. Todos se dieron la vuelta hacia la entrada con horror.

—Tuve que conseguir que me arrinconaran para hacerlo. Podría haber muerto, pero el hombre de la cicatriz me creyó.

—¿Qué le hiciste creer? —preguntó Jeonghan esta vez. Sabía que ella estaba hablando de Baekho, el padrastro de Seungcheol.

Ella levantó su cara triunfalmente.

—Le dije que los vampiros de Septendécim masacrarían a los estudiantes humanos esta noche, así que Adamās ha venido para masacrarlos a ustedes a cambio.

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