Mi Caos Ruso

By articsmonkeys

434K 18.9K 2K

Mi nombre es Nyx Evans, mi vida se volvió una rutina monótona sin emociones hace años, todos los días las mis... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15 Parte 1
Capítulo 15 Parte 2
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 Parte 1
Capítulo 20 Parte 2
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Aviso
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 Parte 1
Capítulo 37 Parte 2
Capítulo 38 Parte 1
Capítulo 38 Parte 2
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
¡¿Otra Sorpresa?!
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54 Part.1
Capítulo 54 Parte 2
Epílogo
Nota

¡Sorpresa!

3.4K 191 19
By articsmonkeys


POV Iván

Los villancicos resuenan en las calles, las parejas se toman de las manos mientras que los niños piensan en Santa Claus. En general, Navidad es tangible para cada uno de los habitantes de Londres.

Pero en mi caso, joder odio cada uno de los detalles.

Las calles se encuentran desbordadas por las carros, los niños no paran de gritar y las parejas parecen sufrir un trance de estupidez masivo.

Puta festividad.

Desde niño, he detestado el mes de diciembre por el jodido alboroto que trae con sí, pero verme aquí, en medio Westfield intentando conseguir un estacionamiento.

Maldita sea las ofertas

Si hace un par de meses me hubiesen dicho que me encontraría en esta situación, les hubiera partido los testículos ante el simple pensar pero ahora creo que debería de encontrar donde están los míos.

Tomo el móvil por décima vez, ningún mensaje de la castalla.

¿Por qué demonios las personas no pueden pasar cinco minutos sin joderme la existencia?

El sonido del desgraciado aparatejo me detiene antes de girarme e irme de regreso al apartamento.

-No estoy de humor para llamadas-

Vuelvo a tocar la bocina pero el idiota del frente no se mueve.

-¿Vanilla Ice? ¿Qué demonios te pasa?- pregunta una voz aguda- Soy Anne-

-Sé quien eres, ¿Qué quieres?-

Frunzo el ceño, me estan comenzando a hartar.

-¿Qué que quiero?- esucho un resoplido- Pues un millón de dólares, una casa en las colinas y una librería pero recuerda algo ¡Tu me llamaste primero descerebrado!-

-No sé qué hacer con Mara-

El maldito carro al fin avanza.

-Pues según lo que hable con ella no va a poder salir del hospital en toda la noche-

-Entonces qué demonios hago Anne-

-Quieres dejar de ser un bebé y aceptar que es Navidad- algo parece romperse del otro lado de la línea- Planea algo especial, Mara no te abrirás las piernas por ser un piloto y menos por llegar con una caja de condones navideños- respira con pesadez- Mejor dicho no la abriría las piernas a ningún idiota Iván, ella es distinta-

-Lo sé, pero qué jodidos puedo hacer-

-¡Se supone que tú la conoces más que yo!- algo vuelve a caerse- Llevas yendo a ese hospital más de dos meses y aún así no sabes que quiere... eres un... copo de nieve-

Me río ante el insulto tan infantil.

-Anne estoy en Westfield -

Se que debo bajar pero realmente me niego.

-¿Y? ¿Por qué demonios me estás llamando?- suspira del otro lado- Deberías estar luchando por tu regalo-

-No eres de mucha ayuda, An-

-¡Estoy horneando un pavo!-

Tuerzo el rostro ante la idea de ella cocinando.

-Mejor inicio a buscar, no quemes el apartamento-

-Consigue un regalo de buena calidad si aprecias tu vida-

La llamada se corta.

Siento como mi respiración se acelera al poner el pie dentro del centro comercial, esta va a ser realmente una tarde de mierda.

...

Tres horas más tarde, doce tiendas después, cinco estetoscopios y mi paciencia no he encontrado malditamente nada que pueda ser digno de la castaña de mal humor.

-¿Se le ofrece algo caballero?- la voz de una de las vendedoras me sorprende.

Niego con la cabeza para salir de la tienda, creo que ropa interior puede ser para dentro de un tiempo.

Mara no ha contestados ninguno de mis mensajes, las personas son realmente irresponsables en esta época del año.

Sacudo la cabeza, nunca antes había sentido algo tan fuerte por una chica, desde que conocí a la castaña no me la puedo sacar. Estoy harto de pasar las tardes en el Hospital pero verla brincar de lado a lado cuando está molesta me hace pensar que el mundo no está tan jodido como pensaba.

Joder, no puedo creer que eso salió de mi.

Inhalo para despejar mi mente, creo que es hora de darse por vencido pero antes de que sea capaz de darme la vuelta un brillo captura mi atención.

Un pequeño relicario con forma de corazón, destella ante la luz artificial del vitral.

Sin pensarlo dos veces, entro a la tienda para ver de cerca los pequeños detalles dorados en sus lados, pequeñas hojas se abrazan.

-¿Puedo ayudarle joven?- habla una mujer de cabellos blancos.

-Me dejaría ver el relicario- mis modales- Por favor-

La anciana toma una llave y abre la pequeña vitrina dejándome ver el pequeño corazón totalmente dorado exceptuando por el cristal.

-Tenemos una gran variedad de dijes sí está interesado-

Simplemente asiento mientras lo tomo entre mis dedos, el relieve se siente frío ante el tacto.

-Aquí querido-

La anciana me muestra una caja completa de pequeñas piezas desde letras hasta lo que tu mente pueda imaginar.

-¿Tiene algo relacionado con la Navidad?-

-Por supuesto hijo-

Una diminuta caja rotulada como festividades se abre ante mis ojos.

Involuntariamente sonrió al ver un copo de nieve, totalmente blanco. Según Mara, soy tan blanco como la nieve.

Continuó observando en las demás cajas hasta que me topo con un pequeño avión.

-Me llevaré el colgante y estos dos dijes-

-Debe ser una chica muy importante- exclama mientras envuelve todo en una bolsa roja.

-Es la chica-

Me atraganto un poco con las palabras, no se de donde han salido.

-El amor, es realmente hermoso-

Simplemente asiento, más que hermoso, diría que es una locura.

-Muchas gracias Señora- pago y la bolsa se encuentra en mi mano.

Al salir de la tienda, siento como si un peso cayera de mis hombros, meto una mano en mi bolsillo para ver la hora.

7:00 pm

Tengo tiempo suficiente para crear la mejor Navidad de este jodido universo.

Casi corriendo llego al auto, veamos, tengo el regalo falta el árbol y comida, porque sí quiero vivir debo alimentarla bien. Enciendo el motor para iniciar mi travesía hasta encontrar todo lo que necesito.

Si mi memoria no me falla, se que hace un par de años Anne me llevó a una venta de árboles navideños a media cuadra de aquí.

...

La luces de todas las cases iluminan la calle a la vez que la luz del sol desaparece en su totalidad dejando la noche.

Tal como recordaba, un pequeño local lleno de pinos verdes, solo que ahora solamente quedan unos seis y que de esos tres son tan pequeños que podrían confundirlos con arbustos subdesarrollados.

-¿Hola?- hablo a la nada esperando a que alguien salga.

-¡Un segundo- una voz aguda me responde y ante mis ojos un pequeño niño de no más de unos doce años me ve a los ojos- Se te ofrece algo o piensas seguir viendome-

-¿Vendes árboles navideños?-

-No te sé decir, ¿Ves algo más?-

-¿Qué me puedes ofrecer?-

El enano se mueve hasta un par de árboles de tamaño medio, se queda viendo un rato hasta que señala un pequeño semi arbusto verde.

-Es el único que me queda, los demás están apartados-

-Pero es Navidad, ¿quién demonios quiere un árbol hoy?-

-Tú-

Buena respuesta.

-¿Tienes adornos y por casualidad sabes donde venden comida navideña?-

...

POV Mara

¿Alguna vez se han preguntado cómo sería tomarse un galón de Eggnog?

Pues yo nunca y menos ahora que he visto a un adolescente vomitar por más de media hora un liquido blanco con un olor a muerte.

-Mara, ya me voy querida- levanto la mirada para encontrarme con Kath, una de mis mejores amigas dentro del hospital y casualmente la mejor enfermera del turno nocturno.

-¿Ya? Pero si apenas inicia la diversión- hago un puchero pero se que no se quedará ni un segundo más.

-Sabes que no puedo quedarme, Thom me espera para comer-

-Dile hola de mi parte- me despido con la mano- Traeme sobras-

-Puedes decírselo tú misma-

Me río ante la idea

-Sabes que no, pero buen intento-

-La oferta sigue en pie-

Kath simplemente me guiña un ojo para luego desaparecer por la puerta dejándome sola con más de diez hojas de papeleo.

Se que en parte la pelirroja tiene razón, hace más de cinco años he pasado todas las festividades dentro de las paredes del hospital o la clínica de la universidad. Hace un par de años, Navidad era mi época favorita del año, pero luego de la muerte de mi padre ya no le veo sentido al sentarme sola en medio de mi apartamento con un triste árbol plástico porque soy incapaz de adornar uno sin terminar llorando así que es mejor que la pasar las fiestas con la mente ocupada.

-Dr. Lyon, la necesitan en recepción- la voz de uno de los enfermeros me sorprende.

Cojo todos mis papeles para dirigirme a la recepción, espero que Sam no este molesta por lo de la última vez, no sabía que el botón blanco en forma de un sol era de apagar en su maldita computadora prehistórica.

-Antes de que te quejes, recuerda que es víspera de Navidad y que apenas he vivido- al terminar de hablar me doy cuenta que no hay nadie en el puesto de recepción, seguramente están comiendo pero entonces para qué demonios me llamaron.

-Dr.Lyon-

-¡Joder!- llevo mi mano a mi corazón, Sam me ve con sus ojos de zombie mientras se sienta en su silla verde.

-Un gusto verte Marion- el susto se me pasa al escuchar mi nombre en sus labios, ella sabe que lo detesto- Helen dice que usará tu cuarto por un par de horas-

Maldita sea que no

-¡Gracias!-

Sin ver un segundo atrás corro a todo pulmón al que es mi cuarto.

Helen, es mi compañera de habitación, mejor conocida como Ninfomana. En los pasados dos años, he tenido que desinfectar mi cama tantas veces que olvide que color fueron alguna vez.

Al llegar a la puerta azul, me preparo para encontrarme con la escena pornografica, paso mi tarjeta pero no escuho nada todo está oscuro.

¿Ahora que diablos harán?

Me quedo estática, unas luces azules brillan pero lo que me deja muda es que hacen juego con una hermosa estrella blanca en la punta de lo que creo es un árbol. Busco el interruptor de la luz pero siento algo caliente en mi cintura.

Joder, Santa me va a matar

Lentamente, me llevo las manos al cuello para quitarme el estetoscopio. Cuando vuelvo a sentir el calor, me volteo de una para iniciar a pegarle a lo que sea que tenga frente a mi.

-¡Sal de aquí asqueroso pedofilo!-

Veo como la sombra intenta defenderse pero no me habla.

-¡¿Quién eres?!- demando mientras suelto pequeños golpes con mi instrumento.

La luz se prende de repente y mis movimientos violentos se detienen.

-¿Iván?- pregunto como una pendeja.

El rubio, abre sus hermosos ojos azules, ahora con la luz puede ver que lleva puesto un espantoso abrigo lleno de copos de nieve.

-¡Casi me matas!- exclamo para luego entrar a la habitación y cerrar la puerta.

-Mire quien habla, ¡Me estabas agarrando a latigazos!-

Le saco la lengua de una manera muy madura, con la luz puesta logro identificar un pequeño pero hermoso árbol totalmente decorado de azul y blanco.

-¿Qué haces aquí?- me muerdo la lengua, eso sono espantoso.

-¿Feliz Navidad?- responde sin verme a los ojos.

Suspiro, soy una perra.

-Perdón- me disculpo entre un suspiro- Yo... yo no celebro esto hace años-

Iván me analiza de pies a cabeza haciendo temblar.

-Menos, en la base no era de los que disfrutaran el día libre-

-Entonces, supongo que es la primera para ambos- giro mi rostro para apuntar al árbol- Gracias, no soy fan de Santa pero me gusta la decoración-

-¿Tienes que reportarte ya?- señala con los labios mi localizador- Pensé que podríamos ¿comer?- se ve que le cuesta decir las palabras.

Sin decir una sola palabra salgo de la habitación. Mi corazón late a mil por hora, mis manos sudan y siento como mis pupilas se dilatan casi la misma reacción de un drogadicto, necesito concentrarme.

Corro hasta el pizarrón donde no veo mi nombre así que apunto en un lado que me tomaré mi descanso, el Dr. Harrison ya llegó igual.

Mis ojos se posan en la puerta e intento fallidamente calmarme pero diablos tengo que ser fuerte. Al abrir nuevamente, veo que Iván está acostado en mi cama con los ojos cerrados, sus facciones se ven relajadas; me deshago de mis zapatos y bata para acercarme un poco más.

-Eso se llama acoso- su voz ronca me hace saltar.

-¿Comemos?- cambio de tema de una- No he comido hace ya un par de horas-

El rubio, se mueve para dejarme un espacio en la cama, al principio dudo por un segundo pero luego acepto la oferta.

-Espero que te guste el pavo con salsa de arándanos-

Suprimo una carcajada, mi madre solía cocinar lo mismo. Iván se agacha para sacar una bolsa marrón y saca dos platos cubiertos con plástico. En respuesta, me levanto para buscar un par de vasos y un jugo de manzana de mi alacena.

-¿Tu lo cocinaste?- casi estoy segura que es imposible.

Al abrir el plato, mi estómago gruñe de una manera espantosa. El delicioso aroma del pavo mezclado con la salsa y el puré de patatas hace que salivé.

-Digamos que es una historia para otro día-

No espero ni un segundo más para devorar la comida sin etiqueta alguna. Iván parece disfrutarlo tanto como yo.

-Hace años no había comido algo tan rico en Navidad- tomo un poco de jugo- El año pasado, comí una barra de granola vencida y jugo de moras-

-Creo que fuiste más afortunada que yo-

Lo empujo sutilmente, a lo que él me regresa el gesto. El único problema es que yo terminé acostada por el impacto.

Indignada, tomo un poco de salsa en mis dedos para mancharle toda la cara.

-¡Marion Lyon!- grita pero yo no me detengo, mis dedos tocan todo sus rostro para dejar pequeñas manchas rojas.

En un segundo, me encontraba al lado de Iván y en otro él se encontraba encima mío con ambas manos a los lados de mi cabeza. Sus ojos azules me ven directamente, yo intento respirar pero mis pulmones parecen fallar.

-¿Nerviosa zapyast'ye?-

No puedo responder, él se acerca y besa la punta de mi nariz.

-Merde tu me rends fou- respondo en francés.

Iván me sonríe y se levanta de dejándome totalmente de piedra.

-Ya son las diez-

Me levanto de una para tirar los platos plasticos, veo para todos los lados pero no se que decir.

-Cuando tenía unos diez años- se sienta al lado mío- Xavier tuvo la brillante idea de dormir en la chimenea de la casa para evitar que Santa entrase en la casa- una risa seca sale de sus labios- Pasamos toda la noche esperando al viejo gordo con tenedores-

Definitivamente esos dos son un caso especial.

-Mi padre- mi voz se rompe- una vez, se inyectó con la aguja con la que preparas al pavo, pasamos toda la noche en el hospital- me rio al recordar su expresión de miedo al pensar que iba a morir o convertirse en un pavo.

Iván me sostiene la mejilla, ese simple acto me hace sonreír de manera inmediata.

-¿Quieres ver una película de mala calidad sobre Navidad?-

Soy una masoquista al preguntarle que se acueste al lado mío, sabiendo que soy incapaz de controlarme.

Unos sonidos llaman mi atención, risas y fuegos artificiales. El reloj marcan la medianoche.

Feliz Navidad, papá

Mis ojos se aguadan por un momento pero me recompongo enseguida.

-Schastlivogo rozhdestva- apunta a una bolsa roja que descansa en sus manos.

-Yo...yo- tartamudeo- No te compre nada- siento como mis mejillas se tiñen de rojo.

-No es necesario que me des nada, Mara- mi nombre parece danzar en sus labios.

Tomo entre mis manos y la coloco entre mis piernas, el sudor hace que parezca que acabo de salir de la piscina. Quito el tape para ver la perte de adentro, una caja me saluda, el material de terciopelo rojo hace que mi garganta se atora.

Temblorosa abro la caja, dentro hay un hermoso relicario en forma de corazón, los pequeños detalles me impresionan, a los lados hojas de laureles abrazan la figura. Sin dudarlo, tomo el relicario para examinarlo mejor.

Detrás del cristal, pude definir un hermoso copo de nieve totalmente blanco y un avión de papel.

Tan blanco como la nieve y el avión de Iceman.

No puedo creer que se recuerde de mis apodos de mal gusto.

-¿Te gusto?- puedo escuchar la duda en su voz, por primera vez Iván Volkov suena inseguro.

-No me gusta- inicio a hablar- Es el mejor regalo que me han dado en mucho tiempo- mis dedos duelen al sostener con tanta fuerza el colgante- ¿Quieres... ponerlo?-

Los dedos del rubio se juntan con los míos para quitarme el collar, luego puedo sentir el frío de la cadena golpear contra mi garganta y el leve calor de su contacto. Ahora, el corazón cae en mi pecho.

-Gracias Iceman-

No se decir en qué momento las lágrimas se acumulan en mis ojos de manera preocupante, puedo sentir el calor bajar por mi cara. Se que debo de parecer una loca pero en realidad, creo que me había olvidado de sentirme querida o mejor dicho sentir que pertenezco a algún lado que no sea el Hospital.

-¿Mara?- una de sus manos toca mi espalda pero eso hace que mi burbuja de cero emociones se rompa y el llanto aumenta- Joder, yo...no llores-

Intento forzarme a no llorar pero no sale bien solamente me hace parecer como si tuviera un ataque de asma.

-Por favor no llores Malen'kiy d'yavol- su acento ruso me hace reir pero me ahogo con mis lágrimas.

Sus brazos me acogen con fuerza, lentamente los minutos pasan y la tristeza comienza a desaparecer hasta el punto donde ya puedo respirar con normalidad.

-Vemos la película- ladeo la cabeza para señalar la televisión de la habitación.

-¿No necesitas volver?- niego con la cabeza, mi turno inicia nuevamente en un par de horas.

-No, déjame ponerme algo más cómodo-

Me levanto de la cama para buscar un abrigo entre los cajones, al encontrarlo lo coloco en mi cuerpo para que el calor me relaje un poco.

Al voltearme, siento que mis ojos estallan en sus órbitas.

-Espero que no te importe-

Trago con dificultad.

Iceman se encuentra sin camisa enfrente a mis pobres ojos, su perfecto abdomen me hace recordar por que adoro las barras de chocolate y para cuando llego al inicio de su pantalón, un ligero vello casi blanco desaparece.

-Mis ojos están arriba Diablita-

Luego le presto atención al apodo.

-Me gusta lo que veo ahora-

Sacudo la cabeza para eliminar las ideas de mi cabeza pero cuando el muy capullo se acuesta lentamente en mi cama. Antes de que termine de ahogarme, decido apagar la luz para evitar las tentaciones.

No obstante, la poca cordura que tengo salta por la borda lo suficiente para que no dude ni un segundo al ponerme a su lado.

-No muerdo, por ahora- sus brazos me jalan hasta que quedo sobre su pecho desnudo, su corazón late a galope ante mi oído.

Sin mucho esfuerzo, me levanto un poco hasta quedar a la altura de su mejilla y deposito un beso húmedo.

-Gracias Iván- repito el acto pero esta vez me desvio un poco hasta quedar en la comisura de sus labios.

-Joder, ahora sí puedo decir que amo Navidad- gira su cabeza para verme directamente, me sonrojo ante la idea pero no quito la mirada.

-Eres un aprovechado Volkov-

-Y tú eres una Diablita-

Las luces azules parpadean dentro del cuarto, mis ojos van hacia ellas y con cada titileo siento como el sueño se va apoderando de mi. Sin embargo, estoy lo suficientemente consciente para sentir como me voy pegando al cuerpo de Iván, de tal manera que ahora nuestras piernas se encuentran totalmente enredadas y mi cabeza descansa en su desnudo pecho mientras que sus brazos me envuelven tan fuerte, como si estuviese temiendo que en cualquier segundo desaparezca.

Ya el sueño es inevitable pero, ahora en los brazos de un alocado piloto ruso, junto con las luces artificiales y una estrella blanca que ilumina el cuarto. Se puede decir que me siento viva, algo que hace años había dejado de sentir, dentro de nuestra pequeña burbuja navideña.

-Feliz Navidad Iván Volkov-

Sé que ahora me encuentro en mi hogar.

....

Nota:

¡Hola querid@slector@s!

¡Aquí sus torturadoras!

Les traemos unos regalos....:D

¡Feliz Navidad!

Ana y Maru.

Continue Reading

You'll Also Like

15.3K 1.1K 11
¿está mal, meterse con el interés amoroso de mi "hija"? ¡definitivamente! ¡solo alguien sin valores haría algo semejante! pero, apesar de saberlo...
38.9K 6.8K 47
son posibles libros
22.2K 3.5K 11
Corre y vuelve por ellos
9.6K 893 5
🌡️¡advertencia! lenguaje explícito🌡️ • Fanfics Kookmin • Escenas Viol*ntas • Para 🔞 • 100 Por Ciento Mia • Genero | Dark romance | -¿dónde está...