Ezra estaba sentado en uno de los rincones del bar, parecía demasiado serio lo cual no era usual en él. Tal vez había tenido un mal día en el trabajo o solo estaba muy cansado, últimamente había estado doblando turnos porque las temporadas navideñas se acercaban y con ellos los incidentes donde necesitaban a los bomberos.
— Hola. — salude con una sonrisa antes de depositar un casto beso sobre sus labios, jamás me cansaría de repetir que eso formaba parte de las cosas que me encantaba de él.
Ezra no temía tomarme de la mano, besarme en la calle o decirme cosas lindas las cuales hacían que mis mejillas se encendieran en un rojo carmín. Siempre pensé que el hecho de que estuviera embarazada lo avergonzaría pero era todo lo contrario, se la pasaba acariciando mi vientre y entrando a las tiendas con productos de bebés.
— ¿Pasa algo? — pregunté con el ceño fruncido cuando él no me regreso el beso — ¿Por qué no sonríes? —
— Yo... Disculpe señorita pero... No quiero decir que no bese bien o que no sea hermosa porque lo es pero... Yo no, — balbuceó mientras su rostro palidecía — yo no la conozco. —
— ¿Qué?
¿Quién era este hombre que lucía como Ezra, hablaba como Ezra y parecía ser mi Ezra?
— Hola, linda. — la voz ronca trono en mis oídos haciéndome girar la cabeza con tanta rapidez que incluso me mareé un poco.
— ¡Ay Dios! — exclame mientras miraba de nuevo al otro Ezra, que no era Ezra — ¿Quién eres tú? —
— Ethan,— respondió como un robot mientras clavaba sus ojos en mi vientre — soy su hermano. —
— ¡¿Tienes un hermano gemelo?! — grité en dirección al Ezra, que si era Ezra — ¡Acabo de besar a tu hermano! —
— ¡¿Qué?! — exclamó Ezra sorprendido.
— ¡¿Tienes una novia?! — preguntó Ethan llamando aún más la atención de la gente — ¡¿Y esta embarazada?! — exclamó — ¿Quieres decirme algo más Ezra? —
— ¡Jamás me dijiste que tenías un hermano gemelo! — dije mirándolos a los dos mientras me ponía de pie— Perdón yo no... No quise ocasionar problemas entre ustedes y... —
— Linda, tranquila. — respondió Ezra antes de partirse de la risa y acercarse a mi — Fue mi culpa tuve que haberte dicho que tenía un gemelo idéntico. — dijo antes de besar mi frente y pasar un brazo sobre mis hombros — Ethan ella es Jade, mi novia y este de aquí, — acarició mi vientre — es Nathaniel. —
— ¿No estás enojado? — pregunté mirando a Ezra con el ceño fruncido.
Era raro, de donde venía este tipo de situaciones se arreglaban a bola de golpes y palabrotas donde denigraban la imagen de su madre.
— No. — dijo con una sonrisa divertida — de hecho pensaba en jugarte una broma pero no quería asustarte, creo que me resultó mejor. —
— Perdón, no quise besarte. — dije avergonzada, estaba segura de que mi cara estaba completamente sonrojada — Pensé que eras Ezra. —
— Somos hermanos compartidos, no te preocupes.
— No te pases de listo con mi chica. — advirtió Ezra mientras tiraba de una silla para mi.
— Es todo un gusto Jade, espero que después de esto nos llevemos muy bien. — respondió Ethan — Y no quiero ser grosero pero, ¿alguien me puede explicar el asunto del pequeño Nathaniel? — preguntó — No quiero asustarlos pero no creo que nuestros padres les cause mucha gracia el hecho de que le hayas ocultado que vas a tener un hijo. —
— Oh no, el bebé no es de... Es que... Él no es el padre. — balbuceé enseguida preparándome para la mirada juiciosa que solían tener las personas cuando les explicaba ese pequeño detalle.
No era que me molestara que pensaran que Ezra el padre, es solo que no quería ponerlo a él en una situación incómoda.
— Jade es madre soltera, llegó a la ciudad hace poco. — respondió Ezra con una pequeña sonrisa mientras se sentaba a mi lado y ponía nuestra manos entrelazadas sobre la mesa.
— ¡Oh, eso es genial! — respondió Ethan sin aquella mirada, solo era una sonrisa sincera — ¿Y cómo se conocieron?—
— Yo estaba sentado en aquella mesa, — respondió Ezra mientras señalaba el otro extremo del bar donde suele sentarse con sus amigos después de trabajar — y entonces cuando gire para ver a la mesera de la que mi amigo Marcus hablaba sin parar la vi a ella, intente captar su atención varias veces pero jamás me hacía caso hasta que la lleve por unos macarrones con queso y chipotle. —
— ¡Así que tu fuiste la que causo que mi hermano anduviera lloriqueando por toda la casa que se sentía mal! — exclamó Ethan divertido antes de que su celular comenzara a sonar — Disculpen, llamada del trabajo ahora vuelvo. —
El chico moreno salió del bar apresurado mientras acercaba el teléfono a su oído y comenzaba a hablar.
— ¿Así que ahora vas a besar a todos lo chicos que tengan cierto parecido a mi? — preguntó Ezra divertido mientras giraba sobre su asiento para mirarme.
— Solo a los que sean idénticos a ti. — respondí con una sonrisa burlona— ¿Así que ahora todos tus amigos y familiares me van a conocer como la chica que te causó malestar estomacal? —
— Puede que sí,— asintió antes de inclinarse para depositar un beso en mis labios — ¿no se siente diferente? —
— Son muy idénticos. — bromeé.
— Te ves muy hermosa hoy. — dijo antes de acariciar mi vientre con cariño — Sé que tal vez es un poco pronto para presentarte a mis padres pero dado que yo ya conozco a tu abuela creí que era lo justo. —
— Espera, ¿ellos vendrán? — pregunté asustada — Ezra yo jamás he conocido a los padres de ningún otro chico y no creo que les guste la idea de que salgas con una chica que está embarazada de otro hombre... Debiste de haberme dicho para... —
— ¿Para que te fueras a sacar al niño antes de venir aquí? — preguntó riendo — Linda, les he hablado de ti solo que no había tenido la oportunidad de decirle a mi hermano porque se había ido de viaje a un campamento de la policía. —
— ¿Y si no les agrado?
— A mi madre le agrada todo el mundo. — dijo con tranquilidad antes de depositar un beso sobre el dorso de mi mano — Jade, eres una mujer increíble, muy hermosa y estoy seguro de que a la mayoría de las personas les encantas solo con ver tu sonrisa. Solo quiero que conozcan a la mujer que me tiene completamente de cabeza. —
— Eres muy bueno coqueteando. — dije rodando los ojos — ¡Uy! Creo que alguien no está de acuerdo — susurré mientras miraba la manera en que mi vientre se movía ante las patadas de Nathaniel.
— Yo creo que es su forma de decir: "Mamá, deja de preocuparte y mejor besa a Ezra". — respondió con una sonrisa antes de tomar mi rostro entre sus manos — Te van a adorar tanto como yo lo hago. —
Asentí mientras alejaba los nervios de mi sistema antes de que los labios de Ezra acariciaran los míos con suavidad haciendo que las mariposas en mi estómago revolotearan entre los movimientos de Nathaniel.
— ¡Bueno si siguen así seguramente habrá otro bebé antes de que éste cumpla el año! — exclamó Ethan a lo lejos.
Me aparté enseguida de Ezra quien soltó una carcajada antes de ponerse de pie y darme una mano para que yo también lo hiciera justo cuando un matrimonio entraba al bar tomados de la mano.
Podía reconocerlos a kilómetros pues sus hijos no eran más que las mezclas de ellos.
Su madre era demasiado hermosa, distinta a todas las mujeres de mi ciudad, su piel color caramelo mostraba un par de líneas de expresión ahí donde su sonrisa alegre amontonaba la piel de sus mejillas y sus grandes ojos color miel captando la atención de todos. Por su parte, el padre de los gemelos eran tan alto como ellos, con un cuerpo que a pesar de los años se mantenía en forma mostrando su larga trayectoria como bombero de la ciudad y a diferencia de su esposa e hijos su corta cabellera gris era lacia; estaba segura de que apenas se podría notar con el casco.
Sus ojos verdes fueron los primeros en posarse en mí.
— Papá, mamá ella es Jade, — dijo Ezra con una sonrisa que me recordaba a la de un niño en navidad — mi novia. —
— Hola cariño, Ezra nos a hablado muchas cosas sobre ti — respondió su madre con una sonrisa antes de abrazarme, tomándome completamente por sorpresa — y supongo que este pequeñito de aquí es Nathy. — dijo mirando mi vientre — Es un placer conocerte. —
— Igualmente, — respondí nerviosa — gracias por venir. —
— Sí, es muy linda. — dijo el señor en dirección a Ezra — Jordan, un gusto conocerte espero no haberte incomodado pero digamos que cuando mi esposa se enteró de que al fin te conoceríamos se puso un poco loca. —
— Es que no todos los días veo que alguien hace que a mi bebé le brillen los ojos de esa manera, hace que me emocione. — respondió con una sonrisa antes de depositar un beso en la mejilla de su hijo.
— Mamá. — masculló sonrojándose.
Solté una pequeña risa mientras pensaba en lo mucho que a mi también me emocionaba cuando descubría a Ezra mirándome, era justamente soñé con aquel brillo inundando sus ojos verdes y una sonrisa boba atravesando su cara.
Supongo que yo lo miraba de la misma manera.
— ¿Cuál es tu color favorito? — preguntó Nathaniel sin despegar la mirada de Asher.
Ambos se habían sentado en sofás distintos quedando frente a frente y separados por la pequeña mesa cafetera de madera que había en el medio. Mi pequeño lucía demasiado confundido mientras miraba a Asher quien parecía que acababa de ver un fantasma, apenas se movía de su lugar y ni siquiera estaba segura de que respirara.
Sabía que lo más probable era que había dicho que quería hablar con Nathaniel porque le molestaba que Colin estuviera aquí, todos sabían de su enemistad y supongo que sus hermanos habían ido con el chisme de que él se había quedado a dormir aquí.
Ni siquiera lo había planeado yo, todo había sido idea de Cara quien se sacó de la manga la excusa de la tormenta de nieve pero después de un rato de intentar coquetear se fue a dormir junto con Ethan.
— Naranja. — respondió con seriedad sin dejar de mirarlo, era como si temiera que en cualquier momento fuera a saltar sobre él.
— ¿Estás segura de que no quieres que me quede? — preguntó Colin con una sonrisa encantadora — Nath no parece demasiado cómodo. —
— Lo sé, pero también creo que a ambos les servirá. — respondí despegando mi vista de ambos para mirarlo a él — Nathy está muy confundido con todo el asunto y prohibirle hablar con Asher solo empeorará las cosas. —
— ¿Crees que sea seguro para él? — preguntó — No quiero meterme demasiado pero bueno, conoces a Asher y su forma de ser... —
— No lo sé, — confesé — sé que los Faith han sido demasiados buenos con él y eso me alegra, ya sabes que no quería que todo esto se volviera una tormenta sobre la cabeza de mi bebé. — respondí — Pero creo que Asher aún no sabe muy bien cómo manejar las cosas. —
— ¿Estás segura de que quiere siquiera intentar hacerlo? Luce muy indiferente.
— Está asustado. — dije un poco a la defensiva, ¿por qué sentía la necesidad de hacer eso cada vez que Colin decía algo malo acerca de Asher? — Es alguien a quien le gusta tener las cosas bajo control y esto... Bueno, no estaba en sus planes. —
— Tampoco es como si lo hubiera estado en los tuyos — respondió Colin.
— Lo sé, pero yo al menos tuve tiempo para procesarlo, ya sabes, todo el embarazo y luego fue poco a poco. — dije con una pequeña sonrisa — Estoy segura que de estar en el mismo lugar que Asher está ahora me habría vuelto loca. —
Quería creer que no estaba volviendo a caer en el error de confiar en los Faith demasiado pero necesitaba dejar de actuar como si todo mundo quisiera atacarme y comenzar a entenderlos un poco. O al menos eso era lo que me había aconsejado Gina anoche cuando limpiábamos la cocina.
Además Ethan tenía un poco de razón, ellos habían puesto todo a su disposición para poder convivir con Nathaniel y ayer cuando él llamó a William abuelo pude ver en sus ojos el mismo brillo que iluminó los de Jordan cuando cargó por primera vez a mi hijo en sus brazos.
Sí, seguía un poco confundida y molesta por el hecho de que ayer Asher se largara sin dar una explicación dejando a Nathaniel hecho un mar de lágrimas pero no podía esperar que todo fuera fácil. Yo también había sido culpable de complicar las cosas un poco.
— ¿Te gusta la navidad? — preguntó Nathy captando mi atención.
— Sí.
— ¿Y qué vas a pedir de regalos?
— Aún no lo sé. — respondió Asher con seriedad.
— Yo quiero un dálmata. — dijo Nathaniel mientras se ponía de pie, tomó su carta del árbol de navidad y después regresó hasta donde estaba Asher quien abrió un poco los ojos cuando notó que él se sentó a su lado.
Me recordaba a aquella vez cuando fuimos a la fiesta y en la casa había un gato, estaba tan asustado que me obligo a ir con él al baño solo en caso de que éste se acercara a él yo podría "domarlo". Al parecer el chico grande que podía romper dedos a diestra y siniestra le temía a los gatos... Y a los niños.
— ¿Sabes lo cruel que es para las madres de los perritos dar a luz y que después les quiten a sus cachorros? — preguntó Asher encarnando una ceja — Es mejor que adoptes un perro, ellos necesitan una familia y amor. —
— Es raro. — dijo Colin con una sonrisa burlona.
— Bueno, al menos están hablando. — respondí encogiéndome de hombros mientras miraba a Nathaniel.
— ¿Por qué dices eso? — preguntó.
— Los perros en la calle son animales que ya están en este mundo y esperan para que alguien los adopte; un hogar. — explicó Asher relajándose un poco — Mientras que los perros de raza son obligados a tener cachorros por montones para que personas como tu se queden con ellos... Mira a las hembras las amarran en cajas para.... —
Apenas escuche esas palabras carraspeé tan fuerte como me fue posible llamando la atención de Asher quien enseguida clavó sus ojos en mi.
— Perdón no quería ser tan cruel, solo digo que si ya hay muchos perros buscando alguien que los ame ¿para qué gastar mucho dinero en traer un nuevo perro al mundo? — dijo rápidamente.
— ¿Y dónde se adoptan los perros? — preguntó Nathaniel — ¿Crees que Santa Claus sepa? —
— Conozco un par de lugares, podemos ir a buscar uno si quieres, — susurró Colin sonriente mientras posaba una de sus manos sobre mi hombro apartando mi cabello con delicadeza — puedo cuidarlo y después lo traeré en navidad. —
— Es mejor que tu vayas, de cierta manera ambos se escogen — dijo Asher enseguida, ¿lo habría escuchado? — y puedes pedir otros regalos. —
— Mamá, ¿podemos ir a adoptar un perro? — preguntó Nathaniel enseguida mirando en mi dirección o con más exactitud a mi hombro donde la mano de Colin aún se encontraba — Por favor. —
— Bueno, si quieren puedo llevarlos, — dijo Colin con una sonrisa que mostraba su perfecta dentadura — no tengo nada que hacer hoy. —
— Que amable eres Colin, pero los llevaré yo. — respondió Asher poniéndose de pie fingiendo una sonrisa — Así que puedes hacer otro planes para tu tarde. —
— No recuerdo haberte preguntado a ti Asher, así que limítate a observar.
Mierda, aquí van.
— No es como si fuera a responder tus dudas, cachorrito. — dijo Asher — Así que mejor ahórrate tus comentarios. —
Sentí la mirada preocupada de Nathaniel sobre mi mientras se apartaba del medio de los dos, como si sospechara que en cualquier momento alguno se fuera a abalanzarse sobre el otro.
— Nathy, ¿por qué no vas a cambiarte? — pregunte con una sonrisa — No creo que sea muy conveniente que vayas a los albergues con tus pantuflas de árboles de navidad, seguro que uno que otro perrito cree que es un juguete. —
— Ya se enojo. — susurró en dirección a Asher quien miraba con el ceño fruncido el calzado de Nathaniel — Sí mami. —
¿Qué fue eso?
Esperé a que mi pequeño pasará a mi lado y se perdiera en el pasillo antes de mirar a ambos hombres con severidad.
— Paren, no quiero que comiencen a armar una pelea enfrente de mi hijo. — advertí.
— Yo solo estaba tratando de ayudarte, — respondió Colin — pero ya sabes, el niño lindo no sabe quedarse con la boca cerrada. —
— ¡Ay, por favor! — exclamó Asher divertido — Sé que jamás has sido bueno coqueteando pero ahora mismo eres patético, el papel de mosca muerta no te queda. —
— Disculpa, ¿estás celoso? — preguntó Colin con una sonrisa burlona — Creo que ya no estás en posición de tener esos comportamientos tan cavernícolas. —
La sonrisa divertida en los labios de Asher se borró en cuestión de segundos, tomando una postura erguida antes de acercarse a Colin.
— ¿Necesitas que te de un recordatorio de porque no es buena idea meterse conmigo, Colin? — preguntó con seriedad haciendo que los vellos de mi nuca se pusieran de punta mientras comenzaba a rezar para que pararán.
— Siempre creyéndote tan superior a los demás, cuando no eres nada. — respondió Colin mientras se acerca a él.
— ¡Los dos, parecen niños pequeños! — exclamé molesta.
— Dime Asher, ¿qué te hace creer que él te va a escoger a ti? — preguntó Colin ignorándome por completo — Porque al menos yo si puedo mantener una buena conversación con el niño, ¿qué te hace pensar que tienes ventaja sobre mi? —
¿En serio estaban convirtiendo a mi hijo en una más de sus luchas de poder?
El pecho de Asher se infló junto a sus pulmones mientras una sonrisa maliciosa comenzaba a curvar las comisuras de su boca y sus ojos brillaban bañados en victoria.
— ¿En serio eres tan estúpido como para no ver la razón?
Había algo en la manera en que pronunciaba las palabras que me daba la corazonada de que debía de prepararme para su respuesta.
— Así que tu eres demasiado inteligente, ¿no? — preguntó Colin riendo — Dime una sola razón lógica, te escucho. —
Y entonces apareció aquella sonrisa que marcaba el final de una discusión, una pelea e incluso una guerra. La conocía tan bien que podía reconocerla desde antes de que apareciera sobre sus carnosos labios.
Él tenía la victoria absoluta y quería alardear sobre ello.
— Porque yo soy el padre Colin, no tú. — respondió Asher.
Cualquier muestra de gracia desapareció del castaño que aún permanecía a mi lado, dejando de lado su encanto.
Quería decirles que pararan de discutir como un par de niños por un juguete pero las palabras de Asher se habían clavado en mi corazón poniendo mis nervios de punta.
— ¡Mami, estoy listo! — exclamó Nathaniel mientras se acercaba a mi.
¿Había escuchado algo?
— Creo que nos vamos. — dijo Asher con una sonrisa torcida sin quitar la mirada de Colin — Adiós, que tengas un excelente día. —
— Nos vemos después Jade. — respondió sonriéndome, aceptando que no había nada más que hacer. O al menos no para Asher. — espero que encuentres a tu amigo Nath, juro que vendré a verlo. —
— Adiós Colin. — asintió mi pequeño con una sonrisa antes de que éste saliera de la casa.
— Nathaniel, ¿puedes ir a mi habitación por mi abrigo? — pregunté sin despegar mi mirada de Asher quien aún sonreía mirando la puerta principal.
Escuche las pequeñas pisadas alejarse por las escaleras antes de abofetear el brazo de Asher con todas mis fuerzas.
— ¡Carajo! — exclamó mientras se llevaba una mano hacía donde mi mano lo había golpeado — ¡¿Qué te pasa?! —
— Escúchame bien Asher, mi hijo no es un utensilio que puedas ocupar contra Colin ¿entiendes? — dije molesta — Es un niño con un corazón hermoso, así que piensa dos veces antes de actuar porque puedes lastimarlo y juro que si lo haces te voy a asesinar. —
— ¿En serio te preocupo yo cuando tu vienes aquí a lanzar amenazas de muerte? — preguntó arqueando una ceja mientras se cruzaba de brazos.
Genial, ¿a dónde había ido el Asher fantasma que parecía que iba a desmayarse en cualquier momento?
— No juegues conmigo, — le advertí — hablo en serio. —
— Tu dijiste que podía conocerlo si él quería, ¿no? — dijo con tranquilidad — Fue mi idea lo de adoptar un perro y salvarte de tener que conseguir un dálmata días antes de navidad, así que deja de tratarme así. — contestó — Estoy intentando poner todo de mi parte. —
— No quiero que salga lastimado. — respondí.
— Jade, esto no ha sido fácil para mi pero no quiere decir que lo odie o algo por el estilo, — dijo molesto — solo estoy intentando entenderme en medio de este lío. —
— Lo entiendo pero no puedes olvidarlo a él solo porque estés un poco confundido, — le recordé mientras me aseguraba de que Nathaniel no estuviera cerca — para Nathy también está siendo difícil. —
— Créeme que puedo de hacer de todo menos olvidarlo. — respondió mientras pasaba a mi lado — Voy a cambiarme, regresare con ustedes con el coche. —
— ¡Carajo! — exclamé mientras intentaba comprender todo.
— Dijiste una mala palabra.
Ethan se encontraba de pie a unos metros de mí con una sonrisa divertida y con la espalda recargada en la pared mientras comía una barra de cereales, aún seguía en pijama y descalzo.
Eran tan parecidos.
— Me estoy volviendo loca. — suspire.
Una pequeña carcajada brotó de sus labios mientras estiraba los brazos en mi dirección.
— Ven aquí. — dijo mientras me estrechaba contra su pecho y depositó un beso en mi coronilla — No estas loca, solo que te preocupas demasiado. —
— No puedo evitarlo, — respondí mientras le daba una mordida a la barra de cereal que me ofreció — es que todo es tan extraño, primero viene a decirme que no quiere tener nada que ver, luego me ofrece ayuda económica y ahora esto... —
— Trata de entenderlo un poco Jade, — dijo — acaba de enterarse que la chica con la que salió prácticamente la mitad de su vida huyó para tener en secreto un hijo de él, se casó y enviudó. —
— Lo sé. — asentí.
— Sabes que primero los arrestaría antes de que te hicieran daño a ti o a Nathy, ¿verdad? — preguntó — Deja que el mocoso explore un poco esa familia, es muy inteligente y si son malas personas se dará cuenta antes que todos nosotros —
— ¿Y qué sucedió con Cara? — pregunté cambiando de tema, no quería hacer que toda la familia se aburriera del terrible drama en el cual se había convertido mi vida.
— Así que ve y diviértete buscando un cachorro para tu hijo. — respondió ignorándome mientras se alejaba de mi — Despeja tu mente, sobre todo deja de enfocarte en asuntos que no te importan. —
— ¡Oye, es injusto! — exclamé divertida.
— ¡Nathaniel, tu mamá te esta esperando! — gritó.
— Ya te sacare la información. — le advertí mientras miraba a Nathaniel bajar las escaleras sonriente con mi abrigo en manos.
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[SANTA SCREMING AFTER SAYING JO, JO, JO]
¡FELIZ NAVIDAD!
Nada mejor para la mañana de navidad que un capítulo demasiado dramático CON ASHER DICIENDO EN VOZ ALTA QUE ES EL PADRE DE NATHANIEL DESPUÉS DE UN RECUERDO TAN HERMOSO CON EZRA BEBÉ EL CUAL TODO MUNDO EXTRAÑA.
Bien, respiremos.
¿Qué les pareció el capítulo y el recuerdo? ¿Qué creen que pase en el viaje rumbo a encontrar el nuevo amigo de Nathy? ¿Quién se muere primero Asher o Jade? ¿Por qué Ezra es tan perfecto?
Así es amigos/as amantes de ésta, su tragicomedia favorita, es navidad y por ello quisiera decir unas palabras bonitas para dejar explotar mi espíritu navideño: Muchas gracias por todo su apoyo, por sus comentarios, sus votos y sus mensajes; de verdad no saben lo mucho que amo a esta historia y lo irreal que se me hace que a todos/as ustedes les guste algo que escribí sin pensar en lo que podría llegar a ser. Estoy muy agradecida con todos/as ustedes, gracias por permitirme ser parte de sus vidas y por quedarse aquí a mi lado; no cabe duda que el mejor regalo que pude recibir este año fueron ustedes. Los/as amo.
Y QUISIERA ANUNCIARLES QUE DEBIDO A TODO ESTE AMBIENTE DE DAR REGALOS Y SORPRESAS HE DECIDIDO PUBLICAR EL PRÓLOGO DE "BUSCANDO A ALEM" (mi nuevo proyecto) ESPERO QUE PUEDAN IR A DARLE UN VISTAZO, QUE REGRESEN CON ESTABILIDAD EMOCIONAL Y CEREBRO, Y ME ACOMPAÑEN EN ESTA NUEVA AVENTURA PRÓXIMAMENTE.
Este capítulo va dedicado a Santa Claus, por poseer mi cuerpo y lanzar regalos a diestra y siniestra.
Ahora si...
¡Nos vemos el próximo sábado!
Ya les extraño.