Mi Caos Ruso

By articsmonkeys

419K 18.3K 2K

Mi nombre es Nyx Evans, mi vida se volvió una rutina monótona sin emociones hace años, todos los días las mis... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15 Parte 1
Capítulo 15 Parte 2
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 Parte 1
Capítulo 20 Parte 2
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Aviso
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 Parte 1
Capítulo 37 Parte 2
Capítulo 38 Parte 1
Capítulo 38 Parte 2
Capítulo 39
Capítulo 41
¡Sorpresa!
¡¿Otra Sorpresa?!
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54 Part.1
Capítulo 54 Parte 2
Epílogo
Nota

Capítulo 40

3.6K 191 11
By articsmonkeys

Una semana más tarde

Hasta ahora entiendo porque las personas definen el tiempo como relativo. Siento que mi cabeza da vueltas, han pasado siete días, cuatrocientos veinte horas, veinticinco mil doscientos segundos y demasiados segundos para contar.

-¡Nyx! es hora de despertar- la voz de mi hermano se escucha a lo lejos pero mis ganas de levantarme siguen estando pérdidas- Se que me estas escuchando vaga-

De la nada, una luz me cega. Cierro los ojos con rapidez y los abro poco a poco hasta acostumbrarme a la horrible blancura de la habitación.

-He dicho que es hora de levantarse- intento colocarme las mantas sobre la cabeza- Tienes que levantarte, no puedes seguir en lo mismo por tanto tiempo-

Intento prestarle atención a mi hermano, su cabello cae por sus ojos de manera desordenada mientras que pequeñas gotas de agua caen. De manera perezosa, levanto mi cuerpo hasta quedar sentada con una almohada como soporte universal.

-¿Nyx?- su mano toca mi mejilla con cuidado- Tu uniforme está en el baño, no tenemos comida pero vas a trabajar en una cafetería- intento sonreír pero no puedo- Yo tengo que ir a la universidad pero te veré en la noche- siento un beso caliente en mi cabeza- Nos vemos luego preciosa-

-No te preocupes hermanito-

Sigo con mis ojos a Apolo hasta que desaparece por la puerta. Mi cabeza se vuelve a apagar, sin embargo, se que es realidad lo que va a decir.

Levanto la cabeza hasta encontrarme con el espejo de la puerta, mi cara es un poema de mala calidad; mi nariz está más roja de lo normal mientras que mis mis ojos tienen unas gigantes ojeras moradas haciendo verme mucho más blanca de lo normal.

-Es hora de levantarse- me digo a mi misma.

Busco mi celular pero luego me doy cuenta que no quiero verlo. Muevo mis piernas hasta llegar al baño, necesito una ducha de agua helada para poder relajarme o al menos sentir algo distinto.

Pongo la ducha mientras me quito la ropa lentamente, al meterme siento como cada uno de mis músculos se contraen y relajan en cuestión de segundos. No se porque termino sentada en el piso de la ducha con toda el agua cayendo sobre mi rostro.

-No puedo seguir así-

Me paro con lentitud hasta quedar parada nuevamente, ahora más relajada salgo con cuidado para no resbalar. Tomo una toalla para secar mi cuerpo y cabello para luego ponerme cualquier ropa interior. Levanto la vista hasta encontarme con la ventana, el cielo se ve casi gélido y los árboles se mueven de lado a lado.

Busco entre mi bolsa de ropa de emergencia hasta localizar unas medias rojas con puntos blancos. Veo el reloj, son las ocho de la mañana así que tengo tiempo de sobra para medio arreglarme y no parecer demente. Me coloco rápidamente el uniforme para luego ponerme unas botas hasta la rodillas de color negro.

El espejo refleja la realidad, mi cabello ha crecido demasiado, ahora los semi rizos caen hasta la mitad de mi espalda. Mi mirada se queda atorada cuando veo la pequeña pulsera con la campanita. Siento como un balde de agua helada me cae hasta dejarme muda, llevo lentamente mi mano hasta tocarla.

-Es hora de irse- muevo mi cabeza para olvidar los pensamientos de mi cabeza.

Cojo un abrigo largo por si acaso y guardo mi celular sin siquiera prenderlo. Camino hasta la puerta donde reviso que todo continúe estando en el mismo lugar.

Sin pensarlo, salgo del lugar hasta encontrarme con el delicioso frío de Londres. Necesito caminar para aclarar mis pensamientos sino creo que me volveré un mamífero que pasa sus días invernando junto a cajas de chocolate caliente.

Las calles se encuentran solitarias para ser un jueves excepto por algunas familias dejando a sus hijos en la escuela cerca. Por suerte, logré hablar con mi director para hacer mis exámenes finales antes de diciembre así que solamente sufí tres días y ahora estoy libre como una jodida paloma para poder iniciar el proceso de admisión de las universidades.

Sin darme cuenta, llego a Candem Town, mi corazón se encoje al tamaño de un grano de sal. El precioso edificio negro me saluda con descaro, mis pies se adhieren al suelo con tan solo pensar en que quizás exista la mínima posibilidad que él se encuentre ahí.

-Necesitas moverte- hablo conmigo misma.

Quizás sea verdad, necesito moverme antes de que termine congelada hasta los pensamientos. Trago de manera abrupta para intentar calmarme pero siendo sincera dudo que sea capaz de regresar a la normalidad.

La puerta del café resuena al entrar, busco con la mirada una mirada verde pero ninguna llega a parecerse a la que busco solamente un mar de ojos.

Quito el abrigo de mi cuerpo, el calor lentamente inicia a llegar a mis extremidades.

-¡Al fin te dignas a llegar!- grita Elena, llamando la atención de todas las personas- Llegas dos horas tarde-

Reviso el reloj para confirmar que son las nueve en punto.

-Elena..- espero no morir- Llegue a tiempo-

Sus ojos me ven con furia y me preparo para lo peor pero nada sale de sus labios.

-El bebé se está moviendo- llevo una de mis manos a su vientre para sentir las pequeñas patadas- Odio que me toqueteen-

Intento quitar la mano pero la mano de la pelinegra sujeta la mía con fuerza.

-Ahora no, que me incomoda el cambio de temperatura- gruñe de manera extraña- Gabriel va a llorar cuando se entere-

Imagino la tierna escena y por tercera vez en la mañana, mi corazón se estruja.

-Quita la mano-

Tal como dice, no dudo en cumplir la orden.

-El cariño humano siempre me ha parecido asqueroso- la sonrisa que pude haber tenido desaparece de mi rostro- Hoy tenemos que iniciar las decoraciones para Navidad- suelta una risa extraña- Solo el estúpido de nuestro jefe decora a finales de Noviembre-

Diría algo pero desde que tengo memoria siempre he decorado a inicios de Noviembre así que mejor no decir nada.

-Como estoy embarazada- sus manos viajan hasta su estómago- No puedo levantar cosas pesadas y esas mierdas- ya se como va a terminar esto- Es tu problema todo el tema de la decoración y eso-

Ni una palabra más, se da la media vuelta dejándome sola con demasiadas dudas.

-¡Elena!- corro a su dirección- ¿De donde voy a sacar todo?-

Una llave aterriza en mi frente.

-¡En la bodega!- no digo nada- Desearía ayudarte pero no te preocupes-

Sostengo las llaves con horror, necesito poner mi mente en otro lugar así que quizás sea buena idea decorar todo el café.

Con pereza, camino hasta llegar a lo que supongo es la bodega o cuarto oscuro con posibles ratas. Al prender la luz, puedo ver las millones de cajas con etiquetas extrañas saludandome pero diablos necesito concentrarme y no entrar en pánico.

-Mierda-

Inhalo con fuerza pero mis pulmones se llenan de polvo haciéndome toser con demasiada fuerza.

Malditos pulmones supuestamente nuevos.

Me adentro para poder ver con mayor detenimiento las cajas, veamos, de primero me topo con las decoraciones para San Valentín. Tengo que respirar fuerte para evitar que termine tirando la caja al otro lado del mundo. Luego, puedo leer cortadores de galletas, platos de plástico, cubiertos de colores, vasos con figuras chistosas y por último decoraciones navideñas.

Al fin... pensé que sería imposible.

Abro una de las cajas para encontrarme con esferas rojas, verdes, doradas, demasiadas galletas plásticas y lo que creo son . Meto la mano para ver más abajo, siento lo que creo son unas ramas que me pinchan las manos supongo que es un árbol plástico.

No se como diablos voy a decorar

Rápidamente voy caja sacando todo lo que me pueda ayudar y lo coloco en el suelo para poder tener una mejor vista de lo que tengo a mi disposición. Veamos, según lo que tengo puedo crear una hermosa recreación de una casa de galletas plásticas lo cual va muy bien con todo.

Llevo todas las cosas afuera, para poder inicia a armar el pequeño árbol verde de plástico tan pequeño que no necesito ni una escalera para poder armarlo. El unico maldito problema que tengo es que no tengo el instructivo así que bueno será un poco complicado pero bueno tratar siempre funciona.

....

Llevo dos malditas horas intentando armar el maldito árbol hasta que me di cuenta que estaba al revés. Ahora me encuentro terminando de colocar las galletas plásticas cafés con sombreros de elfos. Por último, coloco la estrella.

Doy un paso atrás para ver mi obra maestra. Las ramas verdes están repletas de esferas de colores y galletas mientras que las luces de colores le dan un toque alocado.

Escucho la campana de la puerta pero me encuentro demasiado emocionada para voltearme quizás en un par de minutos cuando Elena llegue por mis huesos.

-¿Nyx?- una voz grave me causa escalofríos por todo el cuerpo- No era mi intención asustarte nena- lentamente me volteo para ver a Callum.

Su sonrisa me deslumbra por un segundo pero no de la buena manera. Incomoda lo saludo desde lejos. Raramente, es la primera vez que lo veo usando algo semi formal, lleva una camisa de botones azul marino junto a un pantalón de vestir negro.

-Hola Callum- murmuro pero regreso la vista a mi perfecto árbol- Me llamo Nyx no nena-

Hay pocas cosas en este mundo que detesto pero el sobrenombre de nena se encuentra en la lista de cosas que odio.

-¿Quieres ir a comer?- volteo para ver el reloj, no puedo creer que ya sean las dos de la tarde- Hay un lugar de comida hindú muy bueno a un par de cuadras.

Casi puedo sentir el no formarse en mi lengua pero soy incapaz de decirla porque se la maldita realidad, necesito comer.

-Supongo que esta bien- las palabras se atoran en mi garganta- Dame un segundo, iré por mi cartera-

Me muevo algo forzada hasta llegar a la cocina donde saco mi bolsa y abrigo por si acaso caminamos. Intento buscar a Elena pero no tengo rastro de ella por ningún lugar.

-Vamos- veo como una sonrisa se forma en sus labios.

Ambos salimos del local, veo a ambos lados de la calle pero ninguna mirada verde me saluda.

-¿A dónde vas?-

Cuando me doy la vuelta, ya no puedo ver a Callum solamente un Mustang negro hasta que una puerta se abre y veo nuevamente al chico.

-No pensaste que íbamos a ir a pie- puedo escuchar la burla en sus palabras- Sube-

Tal como el bebé malcriado dice, subo al carro sin protestar y casi dejándome afuera el auto inicia a moverse.

Ninguno de los dos dice mucho en el camino, mi vista se concentra en la ventana. Si no recuerdo mal, Callum dijo que el restaurante se encontraba a pocas cuadras de diferencia del café pero siento que llevamos más de diez minutos moviéndonos.

-¿Ya cerca?- pregunto con inocencia.

-Casi, creo que mentí un poco con la cercanía pero odio esos restaurantuchos-

No digo nada simplemente vuelvo mi vista a la ventana como estaba antes.

Callum para el auto, afuera se encuentra una especie de mansión, las paredes son de un blanco hueso mientras que las ventanas son de un plateado resplandeciente. No veo carros alrededor o algo similar a un restaurante.

-También mentí a donde íbamos a comer-

Siento como el sudor frío baja por mi espalda, me encuentro en un lugar que no conozco con alguien que tampoco conozco. Antes de que pueda pensar en una manera de escapar, la puerta se abre dejándome medio muda. Forzada bajo a la vez que veo a mi alrededor esperando a reconocer algo pero nada se ve familiar.

Moviéndome lentamente llegamos a la entrada, donde Callum pasa una especie de tarjeta en una rendija extraña y la puerta se abre.

Adentro, una sala totalmente blanca me deja de piedra. Casi se ve tan pulcra que podría comer en el suelo.

-Podemos pasar a la cocina por un bocadillo- su voz me regresa al planeta tierra- Creo tener comida hindú-

Bueno, al menos algo es real.

Sujeto fuertemente mi cartera mientras me encamino hasta donde Callum desapareció hace un par de segundos. El pasillo está repleto de fotografías de los cuales supongo son su familia, al igual que en mi pasada casa, las sonrisas se ven tan falsas pero todo se disfraza tan bien.

Un escalofrío se apodera de mi cuerpo, que horror, me siento realmente trastornada al pensar en aquello.

-¡No tengo comida hindú!- ahora es el momento donde trae un cuchillo y me mata- Pero tenemos lasagna- mi estómago gruñe ante la idea de comida.

Entro a la cocina, hay una mesa plateada en medio de todo, dos platos humeantes y un par de vasos con lo que creo es vino o jugo de mora destacan.

-La comida está servida- hace un tipo de reverencia para luego sentarse, lo cual copio.

-Gracias por la lasagna-

-Por nada, por cierto ¿Te gusta el vino?-

Me ahogo ante el comentario.

-Claro...- sonrio con falsedad.

La comida está realmente buena sin embargo tengo que admitir que la compañía es algo mala.

-¿Qué edad tienes?- rompe el silencio incomodo.

Me atraganto un poco pero se que tengo que intentar ser educada.

-Dieciocho recién cumplidos- suprimo algún otro comentario- ¿Tú?-

-Veinticinco - toma un sorbo del vaso- Supongo que sigues en el instituto-

-En realidad ya termine- mi mirada se va hacia el plato vacío- Vas a la universidad, ¿cierto?-

-Termine la carrera hace un par de años- me levanto para lavar los platos- Tanto mi hermano como yo nos haremos cargo del negocio de nuestra familia-

Muevo la cabeza asintiendo, el agua tibia toca mis dedos mandando pequeñas ondas de calor a mi cuerpo.

-Somos dueños de la mayoría de tiendas de música que veas en Londres-

-¿Tocas algún instrumento?- seco mis manos, para luego sentarme sobre la bufetera.

-No, me parece una pérdida de tiempo absoluta-

-Oh-

-Dejemos de hablar sobre mi, dime algo sobre ti-

Ahora es el momento incómodo cuando deseo desaparecer del lugar.

-Pues...¿Qué quieres saber?-

-¿Por qué vivías en ese lugar de cuarta?-

Ahora damas y caballeros de mi cerebro, es hora de irnos antes de que termine mal.

-Por la misma razón que tú vives aquí- corto de una- Agradezco la invitación pero es mejor que me vaya, tengo cosas que terminar en el café-

Me pongo de pie esperando que el haga lo mismo pero simplemente me observa de manera extraña hasta que una risa sale de su boca.

-Mejor irte a dejar entonces-

-¡No!- grito demasiado rápido- En realidad, puedo tomar el bus o un taxi no hay necesidad de que me lleves-

-Lo haré con una condición- sus manos llegan hasta las mías- ¿Qué te parece una cita mañana por la noche?-

Busco mi abrigo de manera desesperada, mis pies se mueven solos hasta la entrada de la casa. Siento en mi espalda la mirada de Callum, siendo sincera necesito la compañía pero no se si quiero verlo otra vez.

-Lo pensaré- tomo el pomo de la puerta para irme- Nos vemos Call- me despido con la mano, el simplemente me da una sonrisa torcida.

....

-¡Nyx! ¡Es hora de cerrar!- los gritos de Elena me despiertan-Ya es hora de irnos dulzura-

¡Joder! Luego de tomar un taxi y llegar a trabajar no he parado de decorar el lugar hasta que no quedó ni un solo espacio sin tener el hermoso brillo navideño.

Algo incomoda, me levanto de la pequeña mesa para ir hasta la salida donde Elena me espera con las llaves en manos. La noche fría me acaricia, veo las calles en busca de lo mismo pero para mi sorpresa otra vez me decepciono al no encontrar nada.

-Nos vemos mañana Nyx- se despide Elena para luego montarse en el asiento del copiloto.

Las calles oscuras me dan un poco de miedo pero el bus no tardará en llegar.

Intento estirar mis piernas pero un calambre me detiene. Uno pensaría que decorar es muy sencillo pero la mayoría de mis músculos duelen de manera exagerada por estar agachandome cada segundo, jamás me volveré a quejarme cuando vea una decoración extraña.

El sonido de las llantas frenando contra el pavimento me asustan un poco pero me subo con rapidez para no terminar siendo la cena de alguna ardilla con rabia. Tambaleandome, llego hasta un asiento al final del gran bus, me siento sin ganas para luego pegar mi frente en el vidrio.

No puede ser... Por favor no puede ser...

Mis ojos se llenan de lágrimas al ver a Xavier cruzando la calle, sus hermosos ojos verdes se ven apagados casi sin vida alguna.

-¡Xav!- grito pero el bus ya se está moviendo, intento darme la vuelta pero ya es muy tarde porque ya no puedo ver esos malditos ojos demoníacos.

Puedo sentir como mi mundo se hunde como mis emociones se vuelven un remolino y como mi corazón me dice que salga corriendo del bus.

Un sonido en mi bolsillo me distrae, el celular no para de vibrar como un desquiciado. Intento calmarme para saber quien me llama pero es un número desconocido.

-¿Hola?- mi voz suena algo rota pero se podría confundir con interferencia- ¿Quién es?-

-Hola nena- dejo escapara una risa incómoda.

-Callum, ¿Por qué la llamada?-

-No me has respondido mi pregunta- puedo escuchar ruidos extraños al otro lado de la llamada- Soy una persona muy insistente-

-Yo...- bajo del bus para cruzar la calle- Callum no se que decir-

Llego a la entrada del edificio y saludo con la mano al portero. Sostengo el celular con mi hombro para poder tocar el botón del elevador y sostener el abrigo con la otra.

-Una cita Nyx, podemos ir al cine o ir a comer de verdad a un restaurante de comida hindú-

El elevador se abre dejándome entrar al horrendo aparato.

-No se que decir- tengo que pensar en una mejor excusa.

Al abrirse las puertas, camino hasta la puerta del apartamento de mi hermano, para mi sorpresa no hay ni un ruido afuera así que supongo que Apolo debe continuar en alguna fiesta o algo por el estilo.

-Solo di que si, no vas a perder nada-

-Callum...- respiro hondo- Okay-

Se que existe una gran posibilidad de que me arrepienta en un par de segundos.

-Se que no te arrepentiras nena-

Nota:

¡Hola querid@s Lector@s!

¡Aquí sus dolidas torturadoras!

Sí...Todos sufrimos esta pena :(

¡Gracias por leer!

Pregunta: ¿Saben diferenciar entre nosotras? Queríamos saber si ustedes reconocían cuando un capítulo era escrito por Maru y otro por mí :D

Ana y Maru.


Continue Reading

You'll Also Like

5.2M 453K 83
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
86.1K 4.4K 53
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
7K 468 47
Matthew, era la pieza que necesitaba para conocer el placer y la vida en un mismo lugar. Lucia, siempre buscaba la felicidad de todos y hacia todo pa...
9.7K 325 22
Carlee Lugo una joven de 21 años está devuelta a su país natal después de a ver culminado sus estudio en Francia,al regresa tiene el propósito de que...