Mi Compañera, La Morena De Oj...

By httpchrish

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La Unidad de Víctimas Especiales de Manhattan carece de personal, es por ello que el Capitán Donald Cragen re... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13

Capítulo 7

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By httpchrish

Abril 17, 1999
Calle 09-22 Jersey

"-¿Trajo el dinero?

-¿Tiene a la chica?

-Cree que soy imbécil. ¡El dinero ahora!"

-¡Sacó un arma! - Se alarmó Liv.

Hace un mes que a la Unidad llegó una chica muy golpeada producto de una terrible violación que le propinó su proxeneta. La chica, Ann Elton de 15 años de edad. Según sus declaraciones, su proxeneta, el señor William Hill, la llevó a una cita con uno de sus mejores clientes, el hombre se negó a pagar lo pactado luego de estar con ella. Al volver, William la golpeó después de violarla brutalmente pues él afirma que le robó. Ann fue al departamento de Víctimas Especiales donde fue atendida inmediatamente por los detectives Benson y Stabler. Tras investigaciones (además del kit de violación que se le realizó que corroboró su información: apuntó a Hill por el ADN) se descubrió que Ann es sólo una de las 14 chicas menores de edad que son presas de Hill. Las mantiene encadenadas en un sótano en una casa en algún lugar de New York, las mueve a varios sitios, entre ellos: Manhattan, Queens y por supuesto, Jersey.

Lograron encontrar al hombre que estuvo con Ann en Manhattan antes de la violación, el cual les administró información sobre cómo contactar al proxeneta y por ende a las chicas.
Gracias a ello, Elliot llamó a Hill haciéndose pasar por un cliente interesado en probar su mercancía.

"-Está bien amigo, tranquilo"

-¿Crees que Hill sospeche algo?

-No Lo creo Liv - respondió Jeffries.

Mientras Elliot trabajaba de encubierto, Olivia, Monique y Munch rastreaban cada movimiento de la habitación por las cámaras que tenían implantadas. En estos momentos, Elliot debía entregar un portafolio con una gran suma de dinero, al parecer la forma de hacer negocios cambió desde la última vez, él debía pagar antes.
Hill le apuntaba con un arma mientras Elliot abría el maletín.

"-Aquí está amigo. Puede contarlo. Esta completo.

-Bien... eso veo.

-¿La chica?

-Tranquilo. Ya viene. Primero lo primero... si lastimas a mi chica, yo te lastimó a ti... ¿estamos?

-Si, ok.

-Ariadna, pasa."

-¿Dónde esta Ann? Se supone que Elliot la pidió - dijo Liv.

"-Un momento amigo. No es la chica que pedí. Quiero a Ann.

-Vas a aceptar a Ariadna y vas a tratarla bien.

-Ese no fue el trato. ¿dónde esta Ann?

-¡Basta! - de nuevo apuntó con su arma en la cabeza de él - Aquí se hace lo que yo diga... entendido.

-Esta bien, está bien amigo.

-¿Por qué tanto interés en esa pequeña perra?

-Sólo quería saber porqué incumplió mi cita, es todo.

-Entiendo... creo que podrás jugar con ella - le dio una nalgada a la chica.

-Si... creo que podría... divertirme."

-Es la señal. ¡vamos ya! - gritó Olivia. Empuñó su arma y con movimientos rápidos entró a la habitación. Los demás la siguieron - ¡Policía de New York! ¡alto! ¡las manos arriba, ahora!

-¿Qué demonios es esto? - gritó Hill.

-Haz lo que te dijo.

-¿Pero qué? - se volteó y miró a Elliot apuntandole con su arma - ¡maldito! ¡me engañaste!

-Así es... ahora obedezca a mi compañera - la miro a través del hombro de Hill. Le sonrió.

-¿Estás bien? - preguntó bajando un poco su arma.

-Ahora lo estoy - respondió de la misma manera colandole las esposas al hombre.

-Buen trabajo, detective - agregó Liv.

-Igual... llevenselo - se volvió a la chica que estaba muy asustada - Ariadna, tranquila... soy Policía, me llamo Elliot... ella es Olivia, mi compañera... vamos a sacarte de aquí.

-Tranquila - añadío Olivia tomándola de la mano.

-Yo no quería esto...

-¿Qué?

-Ese hombre nos tenía encadenadas en un sótano muy frió. Vine a este país por un futuro mejor y...

-Ya... calma. Ya pasó - la sacó del lugar y se aseguró que estuviera cómoda para volver a Manhattan.

-Entonces... señor Hill ¿se declara cumplable?

El interrogatorio inició luego de un tiempo de viaje con todas las medidas de seguridad necesarias para un exitoso traslado a Manhattan.

-¿Culpable de qué? - respondió el hombre cruzando los brazos.

-Bueno, entre otros, prostitución y distribución de menores - añadió Liv.

-¿Prostitución? Por favor que ridículo.

-¿Ah Si? ¿entonces como le llama?

-Solo trataba de ayudar a esas chicas pero en cambio, las perras me traicionan.

-¡Vaya! Un proxeneta con conciencia - ríe Elliot - entoncesn señor Saint Hill, ¿cómo las ayudaba?

-¡William no digas nada más! - el estruendo de la puerta abrirse los hizo ver quien era - Así que interrogando a mi cliente sin su abogado, detective Stabler... Delaila Domino, su abogada y si no quieren recibir un reporte más vale que se vayan ahora.

-Le leímos sus derechos y no pidió uno.

-Pues ahora lo tiene y si ya terminaron y no tienen nada contra mi cliente supongo que puede irse.

-De hecho - añadió Liv - lo verá en arraigo el lunes en la mañana.

-¿Es una broma?

-Claro que no. Tenemos un testigo.

-En ese caso necesito hablar con mi cliente... en privado.

-Es todo suyo.

-¿Que sabemos de las chicas? - preguntó Cragen a penas los vio salir de la sala.

-Casi nada.

-Sin contar a Ariadna y Ann, tenemos a 12 chicas a las cuales debemos encontrar.

-¿Ya le preguntaron a Ariadna?

-Aún no, Capitán. La dejamos en un hotel junto con dos Oficiales. La chica necesita descansar, quizá así pueda darnos información más concreta.

-Estoy de acuerdo, Olivia.

-¿Y de las demás? ¿sabemos sus nombres al menos?

-Respecto a eso, Capitán - informó Elliot - según la información de Ann. Tenemos: 4 de Colombia, incluida ella, 3 de México, incluida Ariadna, 2 de Argentina, 1 de Manhattan, 1 de Jersey y 3 del Bronx. Todas engañadas por Hill diciendo que trabajarían como niñeras, meseras o cualquier otra cosa diferente.

-Muy bien. Ahora vamos a dejar a nuestro invitado de honor en una bella celda hasta el lunes para llevarlo a arraigo y en cuanto a la chica, será mejor dejarla descansar unas horas más... vayan a dormir. El señor Hill tiene una víbora por abogada y creanme que no nos dejará acercarnos más a su presa - dijo mirando en el espejo.

-Pero, Capitán y si...

-No, Olivia. No han dormido en largas y seguidas noches enteras, se merecen un descanso, aunque sea corto.

-Si, Capitán.

Él asintió y se retiró con una media sonrisa.

-Entonces, ¿algo en especial que quieras hacer?

-De hecho... tienes más de tres días sin ver a tus hijos, ve con ellos, pasa una tarde de calidad con tu familia.

-¿Qué harás tú?

-Creo que iré por un copa y después a dormir.

-Bien. Te veré mañana, Liv.

-Ok, Elliot.

Salieron uno después del otro, cada uno tomó un auto y condujeron en direcciones distintas. Liv planeaba ir al bar que frecuentaba y Elliot deseaba pasar una tarde de películas comiendo pizza y palomitas con su familia.

-Pensé que habías olvidado que tienes familia - comentó Kathy en el momento que escuchó la puerta abrirse.

-Hola, cariño. Lamento eso, tenemos un caso y hace mucho que no duermo.

-Pudiste llamar, por lo visto no te importa que tus hijos se vayan a la cama sin saber de su padre.

-Kathy, hablas enserio. Escucha... estoy muy cansado para tus reclamos así que, voy a dormir un poco en lo que llegan los niños de la escuela.

-Y se supone que todo este tiempo estuviste con Olivia.

-¿Cuál es el problema? - frenó en el tercer escalón - es mi compañera.

-Si... tu compañera.

-Oye Nicky, esta corre por mi cuenta.

-No recuerdo haberlo invitado. Nicky, otra por favor - llamó Olivia desde la barra al chico que servía los tragos - gracias.

-Vamos, Olivia. Sé que no rechazarías una bebida de un viejo amigo - añadió el hombre de cabello rubio.

-¿Disculpe? - Era guapo, lo era, con musculos muy bien tonificados, una voz ronca, gruesa y en alguna parte de su tono, sensual y algo reconocida.

-¿Qué? No me digas que no me recuerdas... Brooklyn, sábado por la noche, ¿no te dice nada? - ella levantó una ceja - Nathan.

-¡Oh! Nathan - cerró los ojos, sonrío y se dio una pequeña palmada en su frente - si, ahora lo recuerdo. ¿cómo estas? Hace cuanto.

-Pues dijiste que llamarías, fui varias veces al bar que frecuentabas pero, no te vi más y mira, que coincidencia encontrarnos en Manhattan, parece que estamos destinados a vernos siempre en las mismas circunstancias.

-Eh, pedí mi transferencia aquí, sentí que Brooklyn no era mi lugar.

-¿Y aquí si?

-Eso creo - inexplicablemente su cabeza de llenó de recuerdos sobre el último mes, los almuerzos con la tía Cass en compañía de Elliot. ¿Elliot? ¿por qué tendría que estar pensando en Elliot?

-Tierra llamando a Olivia.

-Eh, si. Aquí estoy...

-Estás un tanto elevada, ¿en qué pensabas? ¿quizá en la última noche que tuvimos? ¿por qué no llamaste?

-Lo olvide. Con todo lo del traslado y el cambio de domicilio, mi cabeza se lleno de otras cosas.

-Bueno, no importa. Ahora estamos aquí y - tomó su mano y le besó los nudillos - podemos terminar lo que empezamos.

El sol retomaba su trabajo de iluminar el día como siempre. El reloj marcaba las 8:45 am. Olivia despertaba, sentía que los tragos de la noche anterior ya le hacían efecto, el mundo le daba vueltas, un leve pero molesto sonidito le estallaba la cabeza, era su celular lleno de mensajes de texto, de inmediato se levantó. Estaba desnuda, el viejo amigo de Brooklyn estaba a su lado profundamente dormido. La habitación era un caos, en silencio se vistió y tomó sus cosas olvidando una pulsera de brillantes de colores. Peinó su cabello con los dedos y rápidamente salió del apartamento de Nathan.

Sintió que el vecindario le resultaba familiar. Por fortuna su edificio se encontraba a tan sólo una cuadras. Caminó rápido y corrió en varias oportunidades. Al llegar a su apartamento se dio una ducha caliente, mientras el agua recorría las curvas de su cuerpo su cabeza le reprochaba la locura de la noche del viernes, ¿cómo pudo permitir que eso pasará? Se vistió muy casual al ser sábado, busco sus gafas más oscuras, le dio un retoque más a su cabello y salió al ser las 10:50 am.

-Buenos días... - saludó Elliot a penas sintió el aroma embriagador de su compañera.

-Hola - respondió ella muy bajo. Estaba desaliñada, su cabello cubría su rostro. Tenía una gran botella de agua la cual bebió un sorbo largo, como si su garganta fuera un desierto total. Se quitó su abrigo y se sentó.

-¿Noche larga?

-Más o menos - de nuevo bebió agua.

-Mmm... pensé que no vendrías hoy.

-Ya estoy aquí.

-Tenemos mucho trabajo por delante.

-Lo tengo claro, Elliot - se quitó las gafas y sintió como si algo en su cabeza le hubiera dado un martillazo. Se quejó y frotó sus dedos en la frente.

-"Así no podremos hacer nada" -  pensó Elliot levantándose camino a su casillero. Tomó una pequeña bolsita y volvió - toma, te sentirás mejor.

-¿Qué es eso?

-Bebela, es efervescente y calmara ese... malestar de fiesta.

-Ok - sus ojos se concentraron en las burbujas que comenzaban a formarse dentro del vaso transparente.

"(...) -¡Olivia eres tan hermosa! No sabes cuanto he deseado esto.

-Cierra la boca maldita sea. ¡hazlo Ya! (...)"

Se elevó por unos segundos recordando su noche con Nathan hasta que el sonido del teléfono de su escritorio la devolvió.

-Benson, víctimas especiales.

-Olivia, cariño. Hasta que por fin contestas.

-Ah, tía Cass.

-¿Dónde has estado, por Dios? No llegaste a dormir anoche, me tenías con el Cristo en la boca.

-Lo lamento, tía - a pesar de tener 35 años de edad y el hecho que no vivía en casa de su madre sentía que le debía respeto, por eso no llegó a dormir ebria - he tenido mucho trabajo.

-Mi niña, hubieras llamado. Sabes que vuelvo a Oregón en una semana, quiero que pasemos un poco mas juntas, cariño.

-Si, lo-lo sé, tía, lo lamento.

-Bueno ya basta de disculpas, ¿desayunaste ya?

-Si - si a medio vaso de jugo de naranja y un mordisco a media tostada quemada se le puede llamar desayuno, entonces si.

-No te llamé para regañarte al contrario, acabo de rentar un auto y en unos 20 minutos por ti para que vallamos a almorzar, yo invito. No acepto un no por respuesta eh.

-Me parece bien. Te veré entonces.

-Perfecto. ¡Ah! Dile a tu guapo compañero que también pasaré por el.

-Tía, no se si sea buena idea.

-Pues, inventa algo, eres creativa. Cariño debo colgar... adiós, te quiero.

-Te quiero... - soltó el aire retenido y puso la bocina en su lugar.

-¿Problemas?

-No, tía Cass... ya la conoces - soltó una risita y arqueó una ceja. Bebió el resultado de la pastilla y el agua.

-Si, lo suficiente - rió.

-Dijo que nos llevará a almorzar hoy.

-¿Enserio?

-Si, estaba algo intensa. Pero no hay problema si no puedes ir, le diré que surgió algo, no, no te preocupes.

-Liv Liv Liv - la detuvo tomando su mano encima de su escritorio - me encantaría.

-Gracias... - sonrió.

-¿Te sientes mejor?

-Si, ya.

-Muy bien. Entonces arriba, tenemos trabajo. El señor Saint Hill está histérico.

-El señor Hill no está disponible - interrumpió el Capitán.

-¿Qué?

-Su abogada acaba de llegar. Casi es medio día - comentó mirando su reloj de pulsera - vayan a almorzar. Me informaron que Ariadna vendrá a las 2 de la tarde. Pueden tomarse ese tiempo.

-Gracias Capitán - asintió.

-Nos vamos - añadió Elliot dando una palmadita con ambas manos.

Ya en la acera, era difícil adivinar en que auto vendría Cass hasta que una camioneta negra se estaciono frente y pito tres veces.

-Es ella.

-Mis niños - ya era costumbre para ella llamarlos así - ¡suban ya! No se imaginan estoy muy emocionada, justo cuando venía de camino descubrí un restaurante colombiano, tenemos que ir, les encantará la comida, los corrientazos, para chuparse los dedos.

-¿Ha viajado a Colombia, Cassandra? - preguntó Elliot ya en el auto.

-Mi padre era de allá y voy cada que puedo.

-No sabía eso, tía.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi cariño - dio marcha - muchas cosas.

☆☆☆☆☆☆☆☆

¡Buenos días!

OH POR DIOS POR FIN NOS LEEMOS DESPUÉS DE AÑOS! ok no... bueno si.
Hola que tal mis amores como andan?
Perdón por la demora :'(

Quiero comentarles sobre algunos detalles sobre el personaje de la tía Cass, como se pudieron dar cuenta la quiero hacer en parte de mi Colombia bella, a ella le estoy dando rasgos de mi personalidad, se podría decir que es como un pedacito de mi que quiero regalarles.
Así que... ¿qué les parece?
¿debería cambiarla o seguir como la llevo?
Déjenme sus opiniones y/o surgencias en los comentarios y así podré saber si les gusta o no, para mi es muy importante sus puntos.

Ok es todo. Gracias por llegar hasta aquí. Sé la mayoría no lee el comentario que dejó siempre pero bueno.
Gracias de todo corazón!

Chris♡

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