Jan Hernández trabajó en Apple y fue ascendiendo hasta obtener un alto cargo dentro de la empresa. Semanas después rechazó el puesto para abrir su propia empresa centrada en el desarrollo de sistemas informáticos de seguridad y páginas web para multinacionales americanas.
Un porcentaje de los beneficios anuales recibidos los destina a la fundación AECC (Asociación Española Contra el Cáncer).
A día de hoy, la carta que le escribió Claudia sigue guardada sin abrir en el fondo del cajón de su mesilla.
Javi aceptó la oferta de trabajo del padre de Jan y empezó a trabajar con él en la carpintería. Juntos hicieron una fuerte amistad, ambos encontraron en el otro el hijo y el padre que nunca tuvieron.
Pamela intentó volver con Javi en varias ocasiones, pero él no quiso saber nada más de ella. Actualmente, es madre soltera y vive con su familia en la periferia de Barcelona. Ninguna de las relaciones que ha iniciado ha funcionado porque no puede dejar de pensar en Javi. Tiene la esperanza de que el destino les vuelva a unir.
Los padres de Claudia regresaron a Valencia e intentaron seguir con sus vidas. Jamás lo consiguieron.
Gracias por haber llegado hasta el final y dar una oportunidad a esta novela.
También agradezco a las personas que inspiraron esta historia, cuyos nombres han sido cambiados. Jota, te deseo suerte en Estados Unidos. Espero que encuentres la persona que te complemente, permíteme que deje volar mi imaginación, y mientras esperamos a que llegue esa persona por la que vuelvas a ilusionarte, invente un nuevo final para tu historia.