RAMÉ ✔️

Por mondhanna

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Erase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de... Mais

PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
¡IMPORTANTE!
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
CAPÍTULO 60
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CAPÍTULO 27

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Por mondhanna

El frío de otoño azotó contra mi rostro mientras las hojas de tonos marrones daban su último suspiro antes de caer al suelo desde las copas de los árboles.

Veía a los niños felices corriendo por todos lados, brincando sobre las montañas de hojas secas y no podía evitar imaginarme que algún día yo estaría ahí viendo a mi Nathaniel alegre.

Aquella tarde había salido a caminar, era mi día libre en el trabajo y no tenía nada que hacer más que quedarme en casa a esperar a que el ocaso invadiera la ciudad.

— ¿Ahora comenzaras a acosarme en mi trabajo? — preguntó una voz ronca que por poco me hace saltar de un susto.

— ¡¿Sabes que no debes asustar a una embarazada?! — exclamé mientras miraba aquellos ojos divertidos inundados de diversión.

— Solo tienes veintiocho semanas, — dijo con una sonrisa encantadora mientras se acercaba a mi — no es como que el niño vaya a salirse de ti por un pequeño brinco. —

No podía evitar quedarme embobada al verlo con su uniforme de bombero, jamás pensé que un par de pantalones caqui, unos tirantes rojos y camisa azul marino pudieran ser tan sensuales pero así eran con Ezra. 

En realidad cualquier cosa que se pusiera le quedaba a la perfección.

— ¿Ahora eres bombero de día y ginecólogo de noche? — pregunte divertida.

— No, soy solo bombero de día. — respondió — A excepción de los martes y jueves de cinco a siete de la tarde, ahí me convierto en acompañante de cursos de parto de una mamá sexy.—

— ¡Oh, vaya! — exclamé antes de estallar en una carcajada.

— La doctora dijo que debías de tener cuidado con los vientos fríos Jade, puedes enfermarte. — dijo con un tono autoritario antes de pasarme la chamarra del uniforme sobre los hombros.

— ¿Entonces el niño se puede salir de mi con un estornudo pero no con un susto? — pregunte encarnando una ceja — ¿No es un delito portar uniformes siendo un civil? —

— No creo que nadie vea algo de malo en prestarle mi uniforme a una mujer tan hermosa y además que carga con un bebé dentro de ella. — respondió con una sonrisa mientras apartaba un par de cabellos rebeldes que habían invadido mi rostro gracias al frío — Quería hablar contigo. —

— ¿No estás trabajando?

— Ya terminamos, solo venimos a poner un par de cintas en las entradas del lago para que la gente no pase a patinar sobre el hielo, — dijo — es peligroso y el agua no tarda en comenzar a congelarse. —

— ¿En serio? — pregunte intentando desviar el tema — En mi ciudad siempre patinamos sobre un lago congelado y no pasaba nada. —

— Seguramente el lago de tu ciudad es muy pequeño y se congela bien, pero aquí tenemos uno grande, — respondió mientras señalaba la extensión de agua frente a nosotros — tardaría una eternidad en que todo esto se congele como para soportar el peso de las personas que estarían sobre él. —

— Una lástima sería muy buen lugar para patinar, bueno supongo que tienes que ir a cambiarte así que nos veremos después en...

— ¿Estabas tratando de cambiarme de tema? — preguntó arqueando las cejas mientras se cruzaba de brazos y poniéndose frente a mi negándome el paso.

— ¿Yo? No para nada. — dije fingiendo inocencia con una pequeña sonrisa.

Ezra se limitó a mirarme unos segundos como si tratara de averiguar lo que hacía, desde el momento en que lo conocí sentí como si él de alguna manera pudiera ver a través de mi.

— Mira no pasa nada, todos alguna vez hemos llamado e ido a gritar al apartamento de alguien borrachos. — respondí incómoda — No tienes porque pedirme disculpas, Ezra. —

— ¿Fui a tu casa? — preguntó sorprendido mientras su piel morena se sonrojaba — Pensé que solo habían sido las llamadas. —

— Oh, no sabías esa parte. — dije nerviosa — Bueno, después de la llamada... De las cosas que dijiste yo te colgué y apareciste en mi puerta gritando como loco así que llame a Marcus para que viniera por ti. —

— ¡Carajo! — masculló — Yo... Espero no haberte causado muchos problemas en el edificio, pensé que había sido un sueño y no... Yo no soy alguien que se ahogue en alcohol es solo que esa noche fuimos a un bar mexicano y ya sabes... ¿Alguna vez probaste el mezcal? Esa cosa es otro nivel.—

— Tranquilo. — respondí con una risita, no podía evitarlo solo hacía falta ver lo avergonzado que estaba con las mejillas encendidas como el arrebol y sus manos rascando su nuca — No pasa nada, yo también cometía locuras ebria y decía cosas que no quería decir, así que... —

— Espera un momento ahí.— me interrumpió — Sí, cometí algunas locuras esa noche pero de eso era exactamente de lo que quería hablar. —

— ¿Qué?

— Verás Jade, yo soy el tipo de persona que cuando toma se vuelve un poquito más valiente y bueno yo... Me arrepiento sobre las cosas que hice y admito que la forma no fue la correcta, — respondió con una sonrisa torcida — pero no de lo que dije, de hecho pensaba decírtelo mañana cuando fuéramos a cenar después de los cursos. —

— Ezra, no. — negué enseguida — Yo no puedo dejar que sigas con esto cuando los dos tenemos vidas tan diferentes y... —

— ¿Lo dices por qué estás embarazada? — preguntó frunciendo el ceño — Jade, créeme que lo sé y estuve pensando en ello demasiado... No porque me moleste o algo por el estilo, sino porque soy consciente de que necesitas estabilidad. — dijo con seriedad, él no solía ser serio era más el tipo de persona que sonreía tanto que te contagiaba de su felicidad — Lo que dije es completamente en serio me gustas y no tengo miedo de intentar algo contigo, quiero ser parte de tu vida y no solo como amigos... Y no te atrevas a decirme que no te gusto porque Cara me dijo que si lo hago. —

¡Maldita Cara! Necesitaba decirle que dejarse chantajear por bomberos sexys no era una buena excusa para echarme de cabeza, se supone que es mi mejor amiga.

— Ezra, eres muy joven como para cargar con esto. — negué — Si, esta bien me gustas pero... —

— Soy mayor que tu por dos años.

— Pero tú no decidiste meterte en esto, esta es mi responsabilidad, — respondí — y tú tienes toda una vida que tener, no puedes elegir esto teniendo todas esas fiestas, las chicas lindas sin responsabilidades y los viajes. —

— Pero tu lo hiciste, solo que en vez de chicas lindas tenías un tarado, con todo respeto. — respondió manteniendo su postura.

— Porque fue mi error. — dije.

— Jade, he ido a fiestas desde que tenía quince años créeme cuando te digo que esas cosas me están comenzando a aburrir. — respondió dando un paso hacia mí antes de tomar mis manos con delicadeza — Vas a ser mamá no una reclusa sin libertad, podemos viajar después y no hay chica más linda en esta ciudad que tú. —

— Ezra, por favor no lo hagas más difícil, — dije casi en un susurró mientras intentaba no echarme a llorar — esto no va a funcionar. —

Conocer a Ezra había sido como encontrar algo que jamás pensé que estaba buscando, me había enseñado a ver la vida de otra manera dejando toda la tristeza de lado y viendo lo bueno. Me pinto el cielo de colores y ni siquiera tuve que pedirlo, pero no podía ser egoísta y atarlo a mi cuando sabía que el rumbo que tomaría mi vida era muy diferente a sus sueños que alguna vez me platico.

— ¿Cómo sabes que no va a funcionar si no lo intentamos? — preguntó encarnando una ceja — Sé que tienes miedo, yo también lo siento a veces cuando me pongo a pensar en que esto ya no es dejar las cosas a la suerte, he pensado en todo esto y no creo que haya algo que nos detenga... Ni siquiera Nathaniel. —

» Yo no soy él Jade, no me importan las demás, las fiestas, el poder; ni nada de eso. — respondió, sus manos soltaron las mías para subir hasta mi rostro — Yo no tengo miedo de caer completamente enamorado de ti, estoy listo para esto y puede que suene un poco loco pero en realidad siento que eres justo lo que estaba buscando. —

— ¿Y si acaba mal?

—¿Por qué siempre eres tan pesimista? — preguntó con una sonrisa tan dulce que por poco logra derretir mi corazón mientras inclinaba su rostro sobre el mío cada vez más hasta que su aliento cosquilleo mis labios— Si te pasas la vida pensando las cosas que pueden salir mal jamás la vas a disfrutar de verdad Jade, tienes que ser feliz... déjame hacerte feliz.—

— Un corazón partido si puede adelantar el parto. — respondí mientras sentía como caía lentamente en sus brazos. Por primera vez deseaba dejarme cegar por el optimismo y entregarme completamente a él.

Tal vez sí sería feliz.

— Entonces procuremos no hacerlo, — dijo en voz baja con una pequeña sonrisa — lo juro. —

Sus labios presionaron los míos sellando su promesa y yo la acepte completamente.


Asher me miró una última vez antes de salir del despacho corriendo y perderse en la lejanía del pasillo en dirección a la puerta principal.

Mis ojos viajaron hasta el interior de éste donde me encontré con Nathaniel intentando limpiar sus lágrimas.

— ¿Qué pasó? — pregunte asustada mientras me acercaba a él tan rápido como pude, hincándose frente a su pequeño cuerpo.

Mi mente comenzó a maquinar ideas tan rápido que apenas podía prestar atención a una de ellas con cuidado, solo sabía que en cada una de ellas Asher había hecho algo malo hiriendo los sentimientos de mi bebé.

— No quiero que ellos sean mi familia. — sollozó antes de dejarse caer en mis brazos, ocultando su rostro en mi cuello mientras sus lágrimas humedecieron mi piel.

— ¿Te refieres a los Faith? — pregunté acariciando su espalda en un intento desesperado de mantener la calma antes de salir corriendo atrás de Asher para pedirle una maldita explicación — ¿Te hicieron algo? —

Había aceptado que su familia estuviera cerca de Nath con la condición de que no le provocarán más sufrimiento, y parece que eso no había resultado.

— No, — negó apartándose de mí para mirarme a los ojos — son muy agradables. —

— ¿Entonces?

— Todos tienen dos familias y si aceptó que ellos son mi familia entonces tendré que dejar ir a mis abuelos, al tío Ethan y a la tía Cara — chilló antes de sorber su nariz en un gesto muy tierno — y si Asher es mi papá, entonces tendré que olvidarme de mi papi y no quiero eso... —

El aire de mis pulmones salió en un último suspiro mientras sentía como una fuerza ajena estrujaba mi corazón sin compasión mientras una lágrima solitaria acariciaba mi mejilla ante los pensamientos de mi hijo.

Él no había estado enojado conmigo por no haberle contado las cosas, Nathaniel estaba triste porque creía que debía elegir entre Ezra y Asher, entre su familia y los Faith.

— Amor, eso no es cierto. — respondí mientras lo tomaba en brazos y lo llevaba hasta la silla del otro lado del despacho justo como mi padre hacía conmigo cuando me levantaba en las noches por culpa de las pesadillas.

Solía cargarme en sus brazos mientras tarareaba una melodía y seguía con su trabajo hasta que me quedaba dormida, entonces me llevaba a mi habitación y se quedaba a dormir conmigo con la promesa de que si las pesadillas aparecían él estaría ahí para luchar contra ellas.

— No hay una regla acerca de las familias Nathy, es como la tía Cara ella en realidad no es mi hermana, ni de papá pero es de la familia. — dije con una pequeña sonrisa — La familia no siempre se lleva en la sangre, a veces se escoge pero lo que importa es el amor. —

— ¿Entonces puedo tener dos papás? — preguntó con una pequeña sonrisa — ¿Tres abuelos, dos bisabuelas, un bisabuelo, dos abuelas y cuatro tíos? —

— Puedes tener la cantidad de tíos, abuelos y bisabuelas que quieras, — respondí con una sonrisa — pero solo una mamá. —

— ¿Por qué? — preguntó con el ceño fruncido dejando la tristeza de lado.

— Porque solo yo di a luz así que merezco todo el título, — dije sonriendo — así que si no quieres ver el vídeo del día que naciste más te vale no decirle a nadie más mamá. —

— No, no quiero verlo. — negó enseguida — Tu eres mi única mami. —

— Bien. — sonreí antes de depositar un beso en sus mejillas — ¿Quieres que volvamos a la cena? —

— Sí — asintió con una sonrisa grande antes de bajar de mis piernas de un brinco y tirar de mi mano.

Al menos no me odia.

*

— ... Y el jefe me dejaba lanzarme del tubo, aunque a mamá no le pareció muy divertido, — dijo Nathaniel sonriendo antes de comer una galleta — también una vez el tío me dejó encender la sirena de su patrulla. —

— ¿Entonces tu eres policía? — preguntó Arold en dirección a Ethan.

— Detective, es que la idea de gemelos bomberos no me hacía demasiada gracia. — respondió con una sonrisa mientras le robaba una galleta a Nathaniel quien enseguida le puso un puño en su plato.

— ¿Alguna vez has arrestado a alguien? — preguntó Moshe quien había estado muy interesado en el tema.

— Sí. — asintió.

Por su parte Noam se limitaba a mirar a Ethan en silencio y hacer algún comentario de vez en cuando, era como ver un león observando un filete de carne.

— Nuestra casa es un viejo edificio de bomberos, mamá lo escogió en secreto y cuando papá se enteró casi se desmaya. — respondió Nathaniel riendo.

— Señorita Jade, hay un taxi afuera que dice que tiene esta dirección. — anunció Kristen entrando al salón con una sonrisa — ¿Lo dejo pasar? —

— ¡No se preocupen, ya entre! — exclamó una voz femenina — Lo siento, pero es que el taxi iba a cobrarme el tiempo de espera y parece que aquí la gente hace dinero cada vez que va al baño porque las tarifas son demasiado altas. —

— Genial, llegó la loca. — dijo Ethan posando sus manos sobre su cara.

— ¡Tía Cara! — gritó Nathaniel antes de correr en dirección a la pelirroja quien enseguida lo cargó en brazos.

— ¿Por qué sigues creciendo? — preguntó con una sonrisa mientras repartía un par de besos sobre la cara de Nathaniel quien reía, camino en dirección a la mesa y tiró del cabello de Ethan — Hace un par de días parecías demasiado emocionado por mi llegada. —

— Hay niños presentes. — dije con una sonrisa fingida mientras me acercaba a mi amiga.

— ¡Mírate, parece que el tiempo retrocedió y eres la misma tonta millonaria! — exclamó divertida antes de abrazarme —¿Ves? Pude haber dicho perra, pero lo cambie por respeto a Nathaniel. —

— Muy inteligente. — respondí rodando los ojos — Ellos son los Faith, viven en la mansión de a lado y... —

— ¿Faith? ¿Cómo el Faith... Faith? — preguntó.

— Sí.

— Bien, ¿quién de estos sexys hombre es el gran imb... pedazo de inteligente? — preguntó posando sus ojos sobre Moshe y Noam — No es que los tome en cuenta señores, pero dudo que a Jade le gustan tan grandes... De edad y sus esposas lucen demasiado tranquilas como para estar en la casa de... Bueno ya saben lo demás. —

— Cara, te voy a asesinar. — susurre mientras sentía como mis mejillas se encendían en un rojo carmín.

— Creo que te equivocaste de Faith, muñeca. — respondió Moshe con una sonrisa coqueta — El que buscas se acaba de ir hace un rato. —

— Bueno, si el otro sonríe igual que éste ya sé porque te embarazaste. — susurró riendo — Bien, una lástima porque tenía muchas ganas de saludarlo. Soy Cara, por cierto. — dijo sonriente mientras tomaba algo de su bolso — Nathy, llegó esto a la casa de tu academia de baile así que lo traje para que... Hagas lo que sea que tienes que hacer con esto. —

— Gracias. — respondió mi pequeño antes de depositar un beso en la mejilla de su tía y bajar de sus brazos — ¡Son mis nuevas zapatillas! — exclamó mientras alzaba el calzado negro.

— ¿Cómo estás? — preguntó Cara en mi dirección.

— Bien.

— Uh, mala respuesta. — dijo con una mueca de dolor — Bueno, estoy segura de que debes de tener muchas botellas de vino por aquí así que tendremos una muy buena charla. —

— Cara, cariño ¿cómo estás? — preguntó Gina con una sonrisa mientras se acercaba a nosotras.

Cara y ella comenzaron a tener una conversación, mientras que Ethan se dedicaba a mirar con seriedad a Moshe quien estaba demasiado concentrado analizando el cuerpo de la chica. Todos los demás lucían muy sorprendidos, sabía que en esta ciudad no era muy usual ser tan escandalosos pero así era nuestra familia.

— Abuelo, ¿me puedes ayudar a sujetar los lazos? — preguntó Nathaniel mientras comprobaba que las zapatillas estaban listas para usarse.

Jordan miró al niño un par de segundos y después dio un rápido vistazo a William Faith quien parecía emocionado al escucharlo decir que les enseñaría lo que había aprendido.

— Tengo las manos sucias Nathy. — respondió Jordan con una sonrisa — ¿Por qué no le pides al señor William que te ayude? —

— ¿Sabías que también es mi abuelo? — preguntó Nathaniel mientras se bajaba de la silla.

Todos los miembros de la familia Faith se giraron enseguida en dirección de mi pequeño quien esperaba a que Jordan le quitara un pedazo de galleta que había ido a parar a sus rizos.

— ¿Ah sí? — preguntó.

— Sí, pero tú también lo eres, — respondió Nathaniel con una sonrisa antes de depositar un beso en su mejilla — es solo que ellos también son mi familia. —

— Me parece perfecto. — asintió Jordan con una sonrisa mientras veía a Nathaniel rodear la mesa hasta llegar con William quien aún sorprendido lo sentó a su lado antes de ayudar a anudar las zapatillas.

Jordan me miró con una sonrisa antes de asentir lentamente un gesto que me decía que estaba orgulloso de mi.

Y en el fondo recé para que esto fuera lo correcto.

— ¿Así está bien? — preguntó William.

— Sí, gracias. — respondió Nathaniel con una sonrisa antes de darle un abrazo y bajar corriendo en dirección a Ethan — ¡Mira! —

— Tienes que comenzar a ensayar si quieres estar en el recital de año nuevo. — dijo éste con una sonrisa mientras lo ayudaba a estirar como hacía siempre que lo acompañaba a sus clases.

— Tienes que quedar mocoso, porque ya aparte ese día para ir a verte. — advirtió Cara con una sonrisa mientras se sentaba a lado de Ethan y comenzaba a robar de su comida — ¿Qué? No es como te molesten mis babas. —

— ¿Y de qué será tu recital? — preguntó Noam mirando a Nathaniel con una sonrisa.

— Aún no sé, aunque a la nueva maestra le gusta mucho el ballet. — respondió con una sonrisa — ¿Quieren ver un poco de lo que he aprendido? —

Todos asintieron antes de que yo comenzara a mover un par de sillas para darle espacio a Nathaniel quien amaba los pasos donde debía brincar y girar. Había practicado demasiado para que le salieran.

— Miren puedo hacer que mi pie llegue hasta ese muñeco de nieve que está ahí en la pared. — dijo señalando el adorno navideño antes de tomar su posición.

Nathaniel se puso de puntillas guardando el equilibrio y después estiró una de sus piernas hasta que ésta formó una línea recta logrando que la punta de su pie diera con éste.

— ¡Mierda! — exclamó Moshe sorprendido — Perdón, pero es que... Yo no podría hacer eso con trabajo puedo arrodillarme. —

— Deberías de practicar yoga. — dijo Cara con una sonrisa coqueta — Yo soy maestra, si quieres te puedo ayudar eso te da mucha elasticidad. —

— ¿En serio? — preguntó — ¿Y eres buena maestra? —

— Ni te imaginas — respondió Cara.

El timbre resonó en la casa llamando la atención de todos.

— ¿Esperas a alguien más? — preguntó Ethan mientras se ponía de pie y caminaba en dirección a la puerta.

— No. — negué con el ceño fruncido.

Ethan desapareció por el pasillo y después un par de pasos resonaron hasta donde nosotros estábamos.

Apenas pude creer lo que mis ojos veían mientras una sonrisa se extendía en mis labios.

— Cuanto tiempo sin verte, Jade — saludó Colin Smith con una sonrisa encantadora.

**************************************************************************

¡Bienvenidos/as a su tragicomedia favorita en donde cada vez que crean que las cosas no pueden ir peor aparezco yo y hago lo imposible!

Hoy conocieron a Cara, quien es una de mis favoritas, así que: ¿Qué les pareció? ¿Creen que pase algo con Moshe? ¿Se imaginaron el regreso de Colin? ¡¿Por qué nadie esta gritando porque Colin regresó?! ¿Les gustó el capítulo? ¿Y el recuerdo? ¿LLORARON CON EZRA?

Bien, ya me calmo. 

No puedo creer que ya estemos a nada de llegar  a los 30 capítulos y a los 40 K de lectores, esto se siente como un sueño y espero que sea realidad, o llorare. Muchas gracias por el apoyo de todos/as, gracias a ustedes es que estamos aquí creciendo poco a poco, gracias por comentar, votar y recomendar la historia. Los/as quiero mucho.

Este capítulo va dedicado a melslibonati, gracias por leer mi historia, por votar y comentar espero que sigas amándola tanto como yo y que te vea por aquí un largo rato.

Ya casi salgo de vacaciones en el trabajo así que lo más seguro es que a inicios de año salga "Buscando a Alem" que es otro proyecto que derribara su  estabilidad emocional aún más que Ramé pero que estoy muy emocionada por que puedan leer.

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Nos vemos el próximo sábado.

¡Ya les extraño! 

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