-¿De donde saliste?- preguntó el asiatico con brusquedad.
-Y-yo-trató de decir la chica confundida pero las palabras no le salían.
-¿Como te llamas?-preguntó el otro chico.
-N-no lo se -atinó a responder con un hilo de voz.
Los dos muchachos se observaron.
-¿Crees que debemos llevarla con Alby?
-No, hay que dejarla aquí-contestó con ironía-. Claro que si, pedazo de plopus.
¿Quien era Alby? ¿Que era plopus?Por fin habia encontrado a alguien mas a parte de ese bicho pero al contrario de sentirse aliviada se sentía preocupada. ¿Que tal si le hacian daño?
-Se pondrá furioso.
-Se pondrá mas furioso si no la llevamos.
Los chicos volvieron a verla como recordando que ella seguía ahi y sin pensarlo dos veces la agarraron de los brazos y la arrastraron con ellos a través de los pasillos.
-¡¿Hey que pasa?¿Que hacen?!-gritó tratando de soltarse de su agarre.
-Te llevaremos al Área.
-¿El Área?-preguntó. Realmente no entendía nada-.¿Quien es Alby? ¿Por que no recuerdo nada? ¿Donde es..
-Basta-. La hizo callar el chico alto.
-Todas las preguntas serán respondidas a su tiempo.-explicó el otro.
-Pero no me pueden dejar así- se quejó-. No se donde estoy, ni quien soy y tampoco se quienes son ustedes y me estan arrastrando hasta quien sabe donde.
-En este lugar tienes que ser paciente.
-¿Paciente?-dijo con ironia-. He estado dos días aquí sola, confundida pensando en donde estoy y que tengo que hacer, cuidandome de esa cosa babosa amenzante que casi me descubre y me mata y ustedes me arrastran como si no pesara nada a un lugar que no conozco y me exigen que sea paciente. Creo que tengo derecho a no estar tan confundida-soltó todo de repente sorprendiendose a si misma.
-¿Viste a un penitente?-preguntó Minho sin detenerse como si de todo lo que habia dicho fuera lo unico que escucho.
-¿Como?
-Esa cosa que viste ¿Era grande y viscosa y tenia brazos terminados en garras y otras cosas y hacia un ruido metálico?
-Si¿me vas a decir que era eso?
-No aún no- contestó justo cuando frente a sus ojos apareció una gran abertura entre los muros y su corazón comenzó a palpitarle en el pecho.
-¿Que es eso?
-Eso, novata,-dijo señalando con su dedo el espacio entre las paredes-es el Área.