Doyoung no podía creer lo que estaba a punto de hacer.
Jamás habia tenido una buena condición física y en ese momento lo resentía, sentía el aire frío de la tarde quemarle la nariz mientras corria.
Sus lentes se empañarón debido al calor que emanaba de su rostro y comenzaba a quedarse sin aliento suficiente.
Entonces lo vió.
Jaehyun estaba sentado en la parada de autobus mirando hacía el frente mientras tenía los audifonos puestos y con su pie seguía el ritmo de una canción.
Doyoung se odió cuando sonrió y terminó por seguir corriendo, si Jaehyun subí a al autobus no podría hablar con él hasta el lunes y su conciencia no lo dejaría en paz hasta entonces.
Sin mencionar que las cosas se pondrian aún más incomodas.
Antes de que el autobus llegara Doyoung llegó hasta Jaehyun y se paró frente a él.
Respiraba pesadamente y su costado dolía, se recargó un momento en sus rodillas mientras Jaehyun lo veía preocupado.
- ¿Estás bien? - preguntó mirandolo de arriba a abajo buscando alguna evidencia de daño.
- Sí - jadeó - Me alegra haberte alcanzado. - Doyoung se quitó los lentes y se secó el sudor de la frente con la manga de su sueter.
Jaehyun sonrió grandemente sintiendo su corazón acelerarse, ni en sus sueños más locos pensó en que Doyoung estaría ahí después de una discusión.
Doyoung se sentó a su lado y cuando pudo normalizar su respiración habló.
- Lo siento, yo... No debí haber dicho esas cosas, es que es dificil para mí aceptar está situación ¿sabes?
- Yo tampoco debí decirte eso, es sólo qué... Cuando comencé a hablar contigo supe que eras diferente, no piensas cómo todos lo demás y siempre me alientas a ser mejor, me abrí contigo pero aún así piensas que soy lo bastante cruel para jugar contigo.
Fue la primera vez que Jaehyun vió avergonzado a Doyoung.
- Es que no entiendo otra razón más por la que dices que te gusto, a menos que estés jugando - Jaehyun negó.
- ¿Porqué no puedo fijarme en tí? Doyoung, eres increible ¿lo sabes? Sé que lo sabes y ahora que yo lo sé no puedo evitar mirarte de otra manera, al principio no lo negaré, sólo vi el estuche, lo de afuera, pero cuando te abriste a mí vi el hermoso diamante que hay dentro, ¿cómo no ibas a deslumbrarme? - Doyoung comenzó a sonrojarse.
- Jung yo...
- Sé que te es estupido depender de alguien emocionalmente y que no quieres una relación ni nada, aún sabiendo eso estoy aquí y no me iré - Jaehyun dudó pero terminó por colocar su mano sobre la de Doyoung - A menos que tu quieras que lo haga, es real cuando digo que me gustas, soy honesto, y sólo quiero estar contigo hasta que ya no me soportes.
Doyoung rió y después lo miró.
- ¿Aúnque jamás pueda corresponderte?
Eso dolió, pero algo que le gustaba de Doyoung era su franqueza.
- Aúnque sea yo él que tenga que advertirle a los idiotas con los que salgas que si te rompen el corazón les romperé la cara - Doyoung sonrió.
- Bien, dejaré de cuestionarte - Doyoung miró sus manos por un momento, el toque se sentía calido.
- Genial, ¿entonces... Quieres salir? Digo, como amigos o compañeros de clase o conocidos o...
- Ya entendí - contestó entre risas. - Hay una libreria a unos minutos en autobus de aquí, ¿quieres acompañarme?
- Claro sí, genial. - Jaehyun le sonrió.
Al menos ya era un comienzo.
Al llegar a la libreria Jaehyun nunca pensó en ver a Doyoung tan emocionado, era un completo nerd ratón de biblioteca pero eso era lo que más le gustaba de él.
Doyoung pareció olvidar su existencia en cuanto entrarón, había muchos libros que parecían interesarle pero terminaba por no convencerlo del todo.
Fue hasta que llegó a una mesa del fondo que encontró una mina de oro, había puros libros con descuento.
Lo siguió mientras miraba distraidamente los libros y se aseguraba de que tuvieran dibujos sin mucho exito, cuando volteó a ver a Doyoung vió algo que llamó su atención.
Doyoung parecia estar haciendo calculos y miraba su billetera una y otra vez asegurandoce de haber contado bien, miró los cuatro libros que habia tomado e hizo un puchero, Jaehyun sonrió enternecido.
- ¿Qué sucede?
- Nada - Doyoung sonrió triste.
- ¿Vas a llevar los cuatro? - Doyoung negó.
- Sólo me alcanza para dos - Arrugó la nariz.
- Llevalos, yo los pago - Doyoung frunció el ceño.
- No, no te traje aquí porque queria un cajero. - Jaehyun sonrió.
- Eso lo sé, pero no sabes si estarán de oferta después, podrían ya no estar cuando regreses, sólo aceptalos.
Doyoung negó.
- No Jung, no quiero regalos, sé que tienes dinero pero quiero que lo valores y lo uses en cosas que necesitas.
¿Cómo podía pensar Doyoung que no podia gustar de él?
Cada minuto que pasaba le gustaba aún más, Doyoung era tan secillo y calido.
- Bien, los compraré para mí y después de leer la primera pagina me aburrire y en vez de tirarlos y que se llenen de polvo en casa se los daré a un ratón de biblioteca - Jaehyun lo miró unos segundos - Ahora que lo pienso pareces más un conejo - sonrió - Te pareces al conejo de Alicia en el Pais de las Maravillas con tus lentes y en vez de un pergamino tienes un libro - Jaehyun sonrió - te regalaré un reloj de bolsillo.
Jaehyun comenzó a reir ante sus comentario y vió el rostro molesto de Doyoung que después sonrió tambien.
- Tonto, si ya terminaste de burlarte vámonos - Jaehyun lo detuvo.
- Está bien, te prestaré para comprarlos, pero no me pagaras con dinero - Doyoung alzó las cejas.
Si no supiera que Jaehyun era virgen podría pensar que le iba a hacer una propuesta indecorosa.
- ¿Qué quieres?
- Una cita y... - Jaehyun apretó los labios nervioso - Dejame darte un beso en la mejilla.
Doyoung sintió su corazón latir fuertemente.
- ¿Porqué querrias algo así? - preguntó sorprendido.
Jaehyun rodó los ojos y sonrió.
- Creo que lo entiendes bien, sábes porqué.
Doyoung apartó la mirada nervioso, jamás pensó verse en una situación así, jamás habia pensado en gustarle a alguien y no sabía como manejar la situación.
Apesar de todo tuvo que admitir algo.
Jaehyun no le era completamente indiferente como él creia.
- Mañana no puedo, suelo comer con mi familia los domingos - Jaehyun asintió pensó unos segundos.
- El lunes después de la clase, podríamos comprar un helado y conversar en el rio Han mientras caminamos o no hacemos nada - Doyoung sonrió.
La idea de una cita así realmente le gustaba.
- Suena bien - aceptó.
- ¿Y de lo otro? - Jaehyun le sonrió coqueto.
- Bien, pero si intentas otra cosa te golpearé - Doyoung le enseñó su puño y él rió.
- Me parece justo, vámos a pagar.
Doyoung iba de lo más feliz con nuevo material para leer, en algún momento Jaehyun le quitó la bolsa y los cargó él.
Doyoung comenzaba a sentir miedo, miedo de acostumbrarse a eso y después no poder acostumbrarse a estar sin él.
No queria abrirle la puerta a Jaehyun, no quería dejarlo entrar, jamás se habia sentido tan vulnerable e indefenso, jamás le habia importado la opinión de alguien pero de alguna manera comenzaba a importarle la de Jaehyun.
Comenzaba a acostumbrarse a ver esos profundos hoyuelos cuando sonreia y tenía miedo a eso.
De que en algún momento Jaehyun se diera cuenta que en realidad no es lo que quería y que todo quedara en el olvido.
Él no era una persona que podía olvidar facilmente.
- ¿Doyoung? - Jaehyun lo miraba preocupado.
- ¿Qué? Perdón me distraje - trató de sonreir.
¿Porqué diablos se sentía tan inseguro? Él nunca era así.
- Te pregunte tu sabor favorito de helado - Jaehyun sonrió.
- Ah, fresa - Jaehyun frunció la nariz.
- No soy muy afecto a él, amo el de chocolate - Doyoung sonrió.
- Incluso en eso sómos diferentes - Jaehyun se alzó de hombros.
- Sabes que los opuestos se atraén ¿verdad? - Doyoung rodó los ojos y sonrió.
- Lo sé, pero no estoy seguro de que funcione en personas.
- Podríamos averiguarlo - Doyoung apartó la mirada.
No sabia si Jaehyun lo hacia aproposito o era completamente natural.
- Sí bueno, veremos que sucede con Taeyong y Ten - Jaehyun entrecerró los ojos pero no dijo nada más.
Bajarón del autobus y caminarón rumbo a la casa de Doyoung, Jaehyun seguía cargando los libros y caminaba tranquilamente mientras le relataba como conoció a Taeyong.
Doyoung sentía que el día que lo fue a dejar a su casa parecia tan lejano, cuando él tamblaba de frio y le dió su chamarra, cuando le dijo que hablaba en serio frente a su puerta, y todo había sido apenas el día anterior.
Doyoung se preguntó cómo las relaciones humanas podían cambiar tan rapido.
Hace un mes cuando comenzó las clases con Jaehyun jamás imaginó que treinta días después estaría caminando con Jaehyun a su lado mientras el llevaba las compras y trataba de convencerlo de su gusto por él.
Las relaciones humanas son maravillosas, cambian rapidamente y son situaciones que a veces están fuera de tu control.
Es extraño y fascinante a la vez.
Cuando llegarón a casa de Doyoung Jaehyun le entregó la bolsa de los libros con una sonrisa.
- Es una pena que mañana no pueda verte - suspiró - Pero te veré el lunes en clase y después de ella.
Doyoung asintió.
- Ten cuidado de regreso a casa - Jaehyun sonrió grandemente.
Dió dos pasos adelante y puso sus manos en los hombros de Doyoung, le encantaba que fuera un poco más bajito que él.
Se inclinó casi juntando sus frentes y sonrió.
- Nos vemos, conejito nerd.
Jaehyun dejó un sueve y tierno beso en su mejilla.
Se apartó mirando el rostro lleno de sorpresa de Doyoung y sonrió.
Entonces se fué, dejandolo con sus sentimientos hechos un caos.
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Debo de admitir que este es de mis caps favoritos 😍😍
Alguien una vez me dijo que alguíen que te regala un libro te regala un mundo entero 💚😍
Poco a poquito vámos avanzando con esto 😂 la verdad es que creo que va a quedar un poco largo pero espero que no 😅
Epero les esté gustando 🙈🙊🙉muchas gracias por leer y por sus comentarios 💚
Nos vemos mañana 😍💚