28.|Dèjá Vu|
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[Maddie] :
📥Santiago:
¿No estás aburrida? De que te mandé mensajes.
📤Maddie:
Nou, para nada. Me gusta hablar contigo por mensajes de texto y estar cómodamente en mi camita acostada.
;)
📥 Santiago:
A mí también, la mía es cómoda y blandita. Pero por ahora no tengo sueño. Y estoy solo ,solin ,solito. :(
📤Maddie:
Yo casi en el día no puedo dormir solo me dedico a descansar estando acostada. ¿Buscas compañero para tener compañía?
📥 Santiago:
Si se pudiera una compañera 0.0
📤Maddie:
Yo no estoy sola tengo a mi compañera durmiendo al lado.😉
📥 Santiago:
Es una lastima, te quería invitar a compartir mi camita conmigo.🙃
📤Maddie:
¿No que tenías planeas para salir?🧐
📥 Santiago:
Siempre los puedo cancelar por ti. No es nada importante esa salida.😏
📤 Maddie:
Uy reunión de amigos. 🤭
📥 Santiago:
Julio quiere que lo acompañe a una fiesta. 😒
📤Maddie:
Uy eso significa que te vas a desvelar 7.7
📥 Santiago:
No tengo muchas ganas de ir pero Julio no quiere ir solo.
📤Maddie:
Solo quiere que lo cuides. 🤷🏻♀️
📥 Santiago:
Jajaja ya está muy grande para eso. Prefiero cuidar a cierta chica. 👀
📤Maddie:
A lo mejor esa chica solo se dedicará a dormir.
📥 Santiago:
¿Tan pronto? Es temprano.
📤Maddie:
Ayer me desvele para terminar mis tareas y no tener nada para este fin de semana.
📥 Santiago:
Lo que quiere decir que, ¿Tendrás libre esos días? Cómo para una salida.
📤Maddie:
No se , depende tal vez alguien me quiera invitar a una salida.
📥 Santiago:
¿Quién será el afortunado?
📤Maddie:
Uno que tiene muchos tatuajes y se siente solo en su cama.
📥 Santiago:
¿Y si ese chico te invitará a descansar? ¿Vendrías? Sabes que.....
📥 Santiago:
Te invito a conocer mi cama.
📤Maddie:
😳😳😳😳😳
📥 Santiago:
😇😇😇😇
Bien esa fue una buena jugada. No sé que responder a ese mensaje. Abrazo mi almohada pensando en una respuesta.
Está más que claro que nos comenzamos a decir muchas indirectas, sobre el querer vernos.
Veamos Maddie, que le podríamos contestar a Santiago. Me gusta me sea atrevido.
Desde hace ya varios días que hablamos diario por mensaje, sobre todo en las noches. Nuestras conversaciones siempre comienzan un poco raras y terminan en cierto tono.
Muy bien, ya se me ocurrió algo para decirle.
—¡Es un imbécil!— grita furiosa Roxana, entrando a la habitación con su celular a la mano. —¡Yo lo mato!— lanza su celular a la cama para irse a su clóset y buscar algo.
—¿Todo bien?— me atrevo a preguntar.
—Para nada bien. El mismo idiota que me topé hace días no hace mas que hacerme la vida imposible. ¡Lo odio!— masculla con molestia.
—Y, ¿Que planeas hacer?— cuestiono incorporando de mi cama.
—¡Iré a partirle la cara!— se pone una chamarra de cuero color café para hacerse una coleta alta. —Tengo su dirección, ¡Iré a ponerle un hasta aquí!— se guarda su celular para caminar hacia la puerta.
Por instinto me levanto rápidamente para ponerme entre puerta y ella.
—Oye, espera un momento — la detengo. —¿A dónde piensas ir a estás horas?—
Roxana suspira duramente para colocar sus manos en su cadera.
—El sujeto está a 10 cuadras de la universidad en una fiesta y ahora mismo iré allá—
—¿A esta horas? Roxana, estás loca si crees que irás a ese sitio tan lejos y sobre todo a esta hora.—
—¿Que tiene? Iré en taxi —
—Pero y Wendy, cuando llegue y te busca —
—Ella sabe mis locuras y no tiene porqué preocuparse —
—¡La ciudad es peligrosa a estás horas!— exclamo angustiada.
—Se cuidarme sola Maddie, no te preocupes, ahora sí me permites — me hace aún lado para abrir la puerta.
Por unos segundos mi mente me trajo un viejo recuerdo haciendo que me quedé totalmente estática.
—¿En las buenas y en las malas?—
—¡Siempre juntas!—
Cierro fuerte mis ojos para colocar mis ambos a mis costados de mi cabeza.
<<¿No piensas hacer nada? ¿Piensas dejarla ir sola? ¿Quieres que se repita lo mismo?>>
No, cállate. Cállate. Cállate.
Nada se va a repetir. Ya no más.
No voy a dejar a Roxana irse sola.
Si no puedo impedir que no vaya tendré que ir con ella.
—¡Espera Roxana iré contigo!— agarro mi chamarra de mezclilla para salir detrás de ella.
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—Creo que no fue buena idea venir acá — me dice Roxana frunciendo las cejas y sus brazos cruzados.
—Tú fuiste la que quizo venir a pelar con no se quien — respondo girando mi cabeza a su dirección.
—Ese estúpido me atrajo una trampa — rebuzna soltando un pisotón.
—¿A esto le llaman las fiestas de fraternidad?— cuestiono mirando hacia delante nuestro.
Hace como 15 minutos que llegamos a la dirección que le mandaron a Roxana, así que no nos hemos movido de aquí , solo mirando la disque fiesta que más bien parece jauría de animales.
¿Que no se supone que los universitarios se deberían de comportar más adecuadamente que los de preparatoria? Digo, para poner el ejemplo.
Lo que están viendo mis ojos es un completo desastre, en este sitio está lleno de jóvenes de preparatoria y universidad. Eso lo sé, ya que Roxana le pregunto a una chica que pasó por nuestro lado.
Está fiesta es la típica que pasan en las películas, cosa sola, llena de adolescentes hormonales, juegos subidos y las bebidas alcohólicas.
La música se escucha muy fuerte así como las luces que se ven potentes.
—Si quieres me puedes esperar acá afuera no tardaré — da un paso pero la detengo.
—No, iré contigo, aunque suene como boba no te dejaré sola— le aviso para caminar hacia delante.
Con nuestros brazos entrelazados, entramos como podemos para buscar al tipo que desea matar Roxana.
—Ahora que lo pienso, ¿Cuál es el fin del que estemos aquí?— nos adentramos para ubicarnos por una cocina.
—Por mi suéter, lo había olvidado en alguna parte que no recordaba y que para mí desgracia él lo tiene— se alza de puntillas para buscarlo.
Yo solo me posicionó por una esquina y observar a mi alrededor.
No siquiera hay comida ni nada, solo bebidas con alcohol.
—Hola chicas, ¿Gustan un copa?— nos ofrece una chica sonriente con una charola en sus manos que tiene vasos rojos.
—No gracias— lo rechazó lo más amable que puedo.
—Yo si— agarra uno Roxana para beberlo de un jalón. —Para agarrar fuerzas— suspira para agarrar otro.
—Se supone que venías a enfrentarlo no a emborracharte— le reprochó.
—Si gustan más, estaré por allá— se retira la chica para dejarnos solas.
—Andando entonces— me agarra del brazo para comenzar a buscarlo.
Pasamos entre empujones y manotazos para pasar hacia una sala y ver aún monton de personas como en un círculo.
—¡Chicas! Ustedes faltan — un tipo nos jala para el círculo.
—Oye— se queja Roxana tratando de soltar pero es demasiado tarde.
—Miren encontré a esta dos— nos hace sentarnos en un sillón.
Estaba por replicar pero una voz chillona me hizo callar ya que hablo ella primero.
—¡Nuestro grupo está completo!— grita la chica con exageración.
Justo cuando iba a replicar llega una chica de pelo rosa con un ajustado vestido jalando a un chico.
—Aca estamos nosotros — alza su mano con superioridad.
—Hay un error, nosotras no vamos a participar — anuncio y la chica que acaba de llegar se gira hacia mi para mirarme descaradamente y sonreír con maldad.
—¿Y eso por que chica Barbie?— me mira con desagrado.
La miro confundida sin saber quien es, pero al mismo tiempo saber el por qué le caí mal al instante.
—¿Disculpa?— estaba por responderle pero Roxana le responde.
—¡Por qué no estamos para jugar tonterías rosadita!— exclama estando apunto de lanzarse encima de ella.
—¿Tienes miedo de perder?— llega un chico delgado, con su cabello alborotado y fumando.
Roxana cambia su expresión de molestia a furia.
—¡Tú? Devuélveme mi suéter — le reclama a lo que el chico solo le dedica una sonrisa maliciosa.
—Lo haré, si tú juegas, ¿Aceptas? O tienes miedo— la pica riéndose y sabiendo que la tiene en sus manos.
—Solo uno— masculla entre dientes.
—Roxana— la llamó.
—Tú tranquila, solo jugaré yo— nos hace sentarnos.
—Si la discusión se terminó a jugar se a dicho — entra al círculo y cuando veo al chico que tenía del brazo casi me da algo.
Santiago también al momento que sus ojos se topan con los míos se deja soltado para tragar duro.
Rápidamente volteo hacía otro lado. Escucho como empiezan decir que jugarán a verdad o reto, según la botella.
Me mantengo en mi lugar, cruzando mis piernas y mirando hacia otra parte. Lo que si puedo notar es la mirada de Santiago en mi pero la ignoró.
Escucho las voces de quién le tocó con quién unos escogieron reto de beber o besarse. Unos verdad de confesar. Así fue sustantivamente.
Y yo solo deseaba irme ya. No estaba pensando cuando decidí acompañar a Roxana.
De reojo puedo ver a Santiago muy nervioso, moviendo sus piernas y frotando sus manos, estando lo más alejado de esa chica.
No sé, pero intuyo que no le caí bien. Y no se por que. Ni siquiera la conozco.
¿Tan mala es mi apariencia?
—Ey, chica Barbie — me truena los dedos la chica pelí rosa ganando la atención de todos. —Es tu turno—
—Yo no estoy jugando — le digo y ella solo pone los en blanco.
—Reglas son reglas, quién está en este círculo juega —
—Yo estoy jugando, ella no— me defiende Roxana.
—Si Monik, si ella no quiere no la puedes obligar — se interpone Santiago.
La tal Monik lo empuja suavemente para ignorar a Roxana y él.
—¿Verdad o reto?— se pone frente de mi cruzando sus brazos.
—¿Es en serio?— hago una mueca.
—Hablo muy seriamente —
—Monik basta — Santiago la jala del brazo pero ella ni se mueve.
—¿Eres sorda ? Mi amiga no juega—
—Responde, ¿Verdad o reto?— los sigue ignorando esperando mi respuesta.
Sin milite de paciencia me levanto para quedar a su altura copiar sus movimientos.
—Verdad—
—Ok tu escogiste — con sus largas uñas color rosa chillón se hace aún lado su cabello. —¿Eres pura?— pregunta y se escucha un "uuuh"
—Tiene que ser una broma— doy un paso hacia atrás.
—No lo es. — chasquea su lengua. —Responde, ¿Si o no?— pregunta impaciente.
Bajo la mirada moviendo mi cabeza.
—¡Basta Monik!— se desespera Santiago. —Dejala en paz— se escucha molesto.
—¡Si basta! ¿Quién te cree que eres ?— se le acerca peligrosamente Roxana.
Antes que uno de ellos dos diga algo más, suelto aire y respondo cerrando mis ojos.
Abro lentamente mis ojos y la veo con la boca cerrada.
—No, no lo soy — respondo y se queda callada por unos segundos.
—Es mentira— dice dudosa a lo que yo sonrió.
—Me vale si me crees o no, pero yo ya te respondí a tu pregunta — respondo irritada.
—Uy, la Barbie si que no es pura, ¿Quién lo iba a decir? De las calladitas hay que cuidarse — me mira se arriba abajo.
Si claro, ¿A poco no se ha visto en un espejo?
—Si a esas estamos, tú también, no tienes mucho que perder, no creo que seas pura, por lo que se ve—
—¿Disculpa? —
—Ya me escuchaste— le suelto muy segura.
Monik, la chica , me mira de pies a cabeza con superioridad para chasquear los dedos.
—Esto no se quedará así, chica Barbie— se da la vuelta para irse.
Yo también no espero a Roxana para irme afuera y tomar aire fresco.
Ya presentía yo que algo saldría mal. Tanto así fue que tuve que decir algo que era como un secreto íntimo.
Por qué si, yo no tengo esa Pureza, la perdí a mis 15 años. Vamos, era una adolescente y tuve a mi primer novio, queríamos experimentar.
Lo único bueno fue que la deje con la boca abierta, ¿A poco creía que era una chica ingenua? No. Creía que me iba a humillar. Obvio no.
Sea quien sea esa chica , por lo visto, ya le caí mal. Sin darle motivos.
Ni para mandarle un mensaje a Roxana, olvidé mi celular en la habitación.
Ahora mismo me encuentro en el jardín tomando un poco de aire.
Y haciendo aún lado lo que pasó hace unos minutos, no lo había mencionado pero al instante que habíamos llegado un horrible recuerdo me apareció en la mente haciendo que volvería pero no lo hice.
Me había dado un mareó regresandome al pasado, eso fue solo por unos segundos hasta que que Roxana habló.
Tengo irme de aquí ahora mismo. No sin antes buscar a Roxana.
—¡Maddie!— reconozco esa voz y era al último que quería ver .
No me muevo de mi lugar, Santiago se detiene a mi lado.
—¿Si?—
—¿Estás bien?— me pregunta y por su tono se escucha preocupado.
—Ah, si super. ¿Por?—
—Solo quería saber por lo sucedido hace rato—
—No me peleé con nadie, solo contesté su pregunta —
—De todos modos, no estuvo nada bien —
—Nadie me obligó , yo quise responder — le respondo sus preguntas sin voltear a verlo.
—Estaba preocupado por ti. Cómo me habías dejado de contestar los mensajes.—
—Roxana tuvo la excelente idea de salir de noche, no la quise dejar sola. A estas horas y olvide mi celular—
—Oh ya.— da un paso dudoso. —Espero y esto no afecta nada entre nosotros —
—No tiene porqué, somos amigos— le digo y en su mirada veo dolor— Oh más bien espero no haberte decepcionado —
—¿Decepcionado? No ¿Por qué?—
—Por mi confesión — lo enfrentó mirándolo directamente.
Santiago se le quita todo su nerviosismo para reír con esa típica rosa varonil.
—Por supuesto que no.— se ríe. —Era obvio que tú tenías que estar con alguien. Somos seres humanos que alguna vez hizo algo íntimo con otra persona.— juega con su boca.—En ningún momento me decepcionaste, al mencionarlo, todo lo contrario. — sonríe de lado.
Lo miro sin saber que decir, sin dejar pasar por alto sus bonitas palabras.
—Comprobado, eres difícil de perder— ladeó mi cabeza.
—Lo se — se rasca la cabeza riendo. —Yo solo quería aclarar que no hay......— estaba por agarrar mi mano pero me soltó, por el grito de Roxana.
—¡Maddie! Ahí estás te estaba buscando, es hora de irnos — se acerca toda agitada.
La miro enarcando una ceja.
—Y ¿Cómo? Caminando, por qué ahora no hay taxis a estás horas—
—Yo las puedo llevar— se ofrece Santiago. Roxana y yo compartimos una mirada a lo que asiente.
Vuelvo a mirar a Santiago para sonreírle.
—Te lo agradecería mucho si pudieras— aceptamos su propuesta.
—Eso si, siempre y cuándo no hayas tomado cerveza, por qué sino.....— le advierte Roxana un poco desconfiada.
Santiago rápidamente niega.
—No tiene mucho que llegue y solo bebí refresco, cerveza aún no — se apresura a decir.
—Bueno, si eso es todo, andado que muero de sueño— y estando apunto de perder los estribos.
Está no fue mi noche.
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