Tragué saliva y miré el teléfono nuevamente. Mierda.
¡Lo sabía, sabía que no debía invocarlos!
Ahora tendré que enfrentarme a las consecuencias. Oh, tal vez...
Suspiré y colgué la llamada y en un movimiento rápido apagué el celular.
Soy un cobarde...
Sé que no es la acción más madura de todo el mundo pero, ¿Qué puedo hacer? No es que tenga muchas ganas de enfrentarme con el interrogatorio seguro proveniente de la chica que llamaba hace unos segundos. Dejé el celular en la mesa de noche al lado de mi cama y solté un bostezo, me acomodé en mi cama y me cubrí con mis cobijas que enseguida me permitieron sentir ese calor delicioso que proveían. Al pasar los segundos terminé cayendo en un inmenso sueño.
Kristal Derricks
Sentí una luz en uno de mis ojos y emití un gruñido instantáneamente, cubrí mi cara con la cobija que estaba sobre mi y después solté un suspiro sabiendo que el daño ya estaba hecho, me desperté y no hay manera de volver a ese estado de sueño tan divino en el que me encontraba.
Bostecé y me levanté con lentitud reposando mi espalda en el espaldar de la cama, miré a la pared por unos segundos esperando a salir del trance somnoliento en el que me encontraba, al no tener resultados apreté mis ojos con fuerza y los masajeé con brusquedad para ver si con eso lograba despertarme por completo.
"Toc, toc"
Escuché el sonido de toques en la puerta y solo solté un "Pasa", teniendo una idea de quien es.
- ¿Ya despertó la bella durmiente? -Preguntó Jackson en un tono divertido al entrar a la habitación. Ya estaba cambiado con una ropa deportiva pero casual, lo que me lleva a pensar que tiene un rato despierto. Llevaba un short hasta la rodilla que se amoldeaba levemente a su figura, y una guarda camisa que hacia juego con la parte de abajo, esta le resaltaba bastante, bastante los musculos... No Kris, deja la saliva en tu boca.
Sonreí controlandome y pase una mano por mi cabello aplanando los mechones rebeldes que seguro hacían que me viera como una bruja- Desgraciadamente, sí-Me quejo con pereza.
-Pues que bien, porque te tengo una noticia -Anuncia sentándose en el borde de la cama, yo alcé una ceja sin entender invitándolo a continuar- Vendrás a trotar conmigo -Fruncí el ceño y al intentar negarme, agregó- Y no acepto un no por respuesta.
- Pues que mal por ti, porque esta que esta aquí -Me señalé a mi misma- No tiene ni una pizca de ganas en ir a trotar, ni tampoco piensa hacerlo. -Le informé retante cruzando mis brazos sobre mi pecho.
- Pues este que esta aquí-Se señala a si mismo, imitandome- No pidió tu opinión -En un movimiento rápido se acercó a mi y terminó cargándome como un saco de papas- Porque quieras o no, vendrás conmigo -Dice soltando una risa malvada bastante sobre actuada.
- ¡Pues tendrás que amarrarme con una cuerda y jalarme!-Protesté golpeándole la espalda
- Si es necesario, lo haré, así que no me des ideas-Dice y empieza a caminar fuera de la habitación.
(...)
Duré mas de lo debido en la ducha con la intención de que se hiciera tarde y no saliéramos a trotar. Pero no funcionó, me cortó el agua desde afuera.
Él aún estaba con esa absurda idea de llevarme a trotar. Entré a la habitación de mala gana con la toalla alrededor de mi cuerpo y me senté buscando algún conjunto deportivo o algo similar. ¡Y, bingo!
Aquí está, un conjunto deportivo con zapatos y todo. Este desgraciado lo tenia planeado.
Lo saqué y lo tiré en la cama junto con un par de medias y la ropa interior. Al terminar de vestirme me dirigí a la peinadora y empecé a desenredar mi cabello con lentitud, luego lo amarré en una cola de caballo alta y me fui hasta la sala en donde me esperaba Jackson. Este tomaba algo en una taza que soltaba bastante humo.
-¿Puedo quejarme?-Consulté irónica sentándome a su lado.
- Nop. Ahora, ten -Me extiende otra taza humeante de lo mismo que el bebe.
Suspiré sin escapatoria y la acepté, miré el liquido marrón dentro de ella y respiré el aroma que soltaba, doy una leve sonrisa y sin tantos rodeos acerqué la taza con cuidado a mis labios y doy un sorbo, el sabor se apoderó de mi boca y me hizo sonreír, así terminé toda la taza en pocos minutos. Luego de eso, salimos.
Jackson tomó aire con exageración, lo que me hace rodar los ojos con diversión- Aire fresco -Murmura y empieza a caminar.
-Eres un exagerado-Digo caminando a su lado calle abajo.
- Tal vez -Admite con una sonrisa- Ahora sígueme, tortuga -Me reta con la intención de hacerme enojar y lo único que logra es que suelte una carcajada.
- ¿Tortuga, es enserio? -Pregunté con diversión, él se encoje de hombros, me da un beso en la mejilla y empieza a correr-¡Oye!-Siento como mi cara se pone roja por su acción, muevo la cabeza a los lados en un intento de disimularlo y solo empiezo a perseguirlo.
(...)
-¿Me hiciste correr tres cuadras solo para traerme al parque?-Gruñí recuperando el aire mientras descansaba en una banca.
-Valió la pena, era la unica forma de traerte a pie-Responde Jackson en las mismas condiciones que yo.
-Tal vez si no me lo hubieses pedido a las siete de la mañana e insistías un poco, lo hubiera considerado -Digo cruzando los brazos mientras fijaba mi vista en las personas que jugaban alegremente a unos metros de nosotros.
- Primero. Eran las nueve, y segundo. No hubieses pensado un carajo, y lo sabes-Evité decir palabra alguna y me limité a rodar los ojos- Como compensación, te compraré un helado, ¿te parece?
-¡No me trates como una niña de cinco años!-Reclamé dándole un golpe débil en el hombro.
-Oh, ¿entonces no quieres? -Sonríe con picardía y yo entre cierro los ojos buscando cual es la trampa. Luego de unos segundos al mirar que no le doy una respuesta, agrega- Bueno- Se encoge de hombros-Tú te lo pierdes-Suelta con malicia, luego se levanta y empieza a caminar a un puesto de helados.
No vayas.
No vayas.
No vayas.
¡No vayas, aguanta!
-¡Espera!-Solté desesperada yendo tras él. Helado es helado, no me importa.
Se da la vuelta con una sonrisa triunfante y alza una ceja- Tal vez si quiero ese helado...-Murmuré.
-¿Perdón?, no te escuche.
-Que quizás si quiero ese helado...
-Lo siento, no entiendo tus murmuros, cariño.
-¡Que si quiero ese puto helado! -Grito con rabia ganándome varias miradas de las personas de alrededor. ¡Tragame tierra!
Siento como mis mejillas empiezan a arder y como un Jackson sorprendido me observa con una sonrisa-Esta bien, aunque no hacia falta que se lo dijeras a todo el mundo-Dice con gracia empezando a caminar.
-¡Te odio!-Murmuré con vergüenza tapando mi cara.
-Ya, ya. Tranquila, el daño ya esta hecho -Se burla sobando mi cabeza, y se siente tan bien. Pero como estoy en mi papel de molesta le di un golpe a su mano y la aparté.
Llegamos al puesto de helados finalmente y pidió, uno de chocolate, y uno de vainilla, no se cual es para mi pero ambos suenan ricos.
Me alejé un poco y me senté en una de las bancas mas cercanas al puesto, al pasar unos minutos lo miré caminar hacia mi con dos conos, uno con una bolita marrón y el otro con una bolita blanca, sonreí extendiendo mi mano ansiosa.
Jackson Coleman
¿Qué si fue mi idea fue traerla aquí desde el principio?
Sí.
No pensaba dejarla todo el día en casa para que sus pensamientos la consumieran y terminara entrando en una jodida depresión, esto es todo lo que puedo hacer, o al menos lo que esta a mi alcance.
Ahora voy caminando con dos helados en mis manos que se ven exquisitos hacia la pelirroja que los mira con emoción. Cuando llego ella se rueda un poco para que pueda sentarme a su lado.
-Toma-Le extiendo el de chocolate y ella lo agarra rápidamente-Ahora ya deja de velar el mío, capaz se me cae-Ella sonríe con diversión y empieza a comerse el helado-¡Come despacio, mujer!-Reclamé luego de unos segundos al ver como empezaba a salpicar pequeñas gotas marrones por todos lados, ella no me presta atención y continua-Dios, eres un caso perdido Kristal Derricks-Digo negando con la cabeza lentamente, ella ríe bajito y me da un débil golpe en el brazo como siempre.
Lamí mi helado de vainilla y miré a las personas caminar y charlar.
De pronto algo llamó mi atención. Oh, alguien mejor dicho.
Una chica con un suéter gris y unos jeans ajustados repartiendo unos volantes con desespero a las personas, se ve muy débil y sus piernas tiemblan.
Luego alguien "Por accidente" chocó con ella haciendo que se le cayeran los papeles que repartía, ella se agacha rápidamente a recogerlos pero la brisa hace que salgan volando. Ella se queda arrodillada en el piso.
Siento un nudo en el estómago y la necesidad de ayudarla, automáticamente me levanto en dirección a ella "¿A donde vas?" Escuché un murmuro a mi lado, no logré responder y solo le entregué el helado en mi mano, empecé a caminar cada vez mas rápido en su dirección. Y al llegar ahí la veo.
Karla.
Esta tirada en el suelo secando las lágrimas que resbalan por sus mejillas. Rápidamente me agaché y la ayudé a levantarse, parece confundida pero ya de pie me mira por unos segundos, como analizando que sea real.
Luego siento su mano izquierda estamparse con fuerza en mi mejilla.
Y solo me lleva a pensar algo...
¡Esta chica tiene una fuerza tremenda!
Esos "te odio" eran soltados en vano, en mi mente tenía todas las cosas claras, y ambos sabíamos hasta que puntos podíamos llegar. Se que pude llegar a ser muy antipatica con todos, pero esa solo era una de mis facetas, era el inicio de mi verdadero ser, porque al final... ¿Quién es el malo aquí?
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NOTA DE LA AUTORA:
¡Bueno, hasta aquí el capitulo!
Espero les haya gustado leerlo como a mí escribirlo. Recuerden dejar sus hermosas estrellitas, eso me anima muchísimo a seguir con este pequeño proyecto y por su puesto dejar sus tan apreciados comentarios, me encanta leerlos!
¡Nos vemos en la próxima actualización! Los quiero mucho mucho, cuídense.
Mi poderosisima Karla: