Nota del Autor: Está es la segunda actualización, Lamento no haberla traído más rápido, es que no pensé que tendría mucho apoyo pero igual estoy feliz de que les haya gustado, sin nada más que decir, comencemos con el capitulo.
Chiffon se había despertado, tuvo un relajante sueño que no recordaba con claridad, lo único que recordaba de aquel borroso sueño, fue que había sangre en el y eso lo animaba bastante, incluso la sonrisa de aquella dulce mañana era auténtica por lo que con buen humor y olvidando por completo de lo que había sucedido la noche anterior, salió de la cama y se fue a su agotador pero divertido trabajo
Ya con su ropa habitual, fue hacía la cocina, encontrándose con Lette, haciendo el desayuno matutino, nada especial, café amargo sin azúcar, sin tomar en cuenta la precencia de su propio hermano pues jamás se llevaron bien, por lo menos desde esa supuesta escuela donde habían enviado a Chiffon a tan poco edad, Latte aún tenía preguntas sobre que pasó en aquel lugar.
No intablaron una conversación, ni una palabra salió de sus bocas ocasionando que el silencio fuese el familiar más hablador. Fue bastante incómodo pero eso ya se había vuelto parte de la rutina, es por eso que quizás cada uno apreciaba más su trabajo que a sus propios hermanos.
El ajolote rosado salió de la casa, listo para ir a su trabajo de siempre. Tenía planeado ir a tomar el autobús ya que no era un niño como para pedirle a Latte que lo llevara al trabajo, no podía tener su propio vehículo porque no alcanzaba los pedales y por último, cree que los taxis son unos ladrones que quieren robarte el dinero así que prefería compartir un transporte público apesar de que le parece tedioso estar alrededor de un montón de extraños que quien sabe cuáles enfermedades podrían tener, además de que podrían haber furries la mayoría de las veces pero igual, llegaría a su amado empleo.
Pero bueno, todo ese plan de hacer tales cosas para llegar a su trabajo fueron interrumpidas al ver como es que en frente de su casa estaba el gato que tanto detestaba, esperándolo con un auto levemente marrón.
—¡Buenas, Chffi!, ¿Que tal si te llevo al trabajo hoy?— medio gritó Cream pie al ver feliz a su pequeño en la puerta de su casa mientras sacaba su cabeza por la ventanilla más cerca de si mismo
Chiffon no quería tener el riesgo de que sus vecinos supieran de su verdadera naturaleza gruñona y mal educada, así que se acercó al vehículo de Pie y tocó dos veces la ventanilla de su lado, a lo que el felino bajo para que su rosadito pudiera hablar mejor
—Cream pie, ¿Que mierda?— Preguntó tranquilo pero desapareciendo su sonrisa icónica, a la vez que señalaba el carro con ambas manos
El felino río un poco para sus adentros, la forma en que Chiffon lo había dicho le resultó algo graciosa y tierna al mismo tiempo aún que, claro, el ajolote lo notó de inmediato pero hacía todo lo posible para no ahorcarlo en plena calle por lo que solo se digno a ihnalar y exalár para seguir tranquilo con su oración.
—Tus risitas no responden a mi pregunta, pu- gatito— habló intentando no maldecir
Finalmente, Cream pie decidió dar respuestas y responder las muchas preguntas que seguramente Chiffon se haría en la cabeza, así que con una dulce sonrisa, dijo;
—Pues no se si no te acuerdas lo de ayer o no— Habló el felino tratando de explicarse
—Ah, cierto, lo de noche lo había olvidado, infeliz— Dijo Chiffon molesto al recordar lo que pasó esa madrugada
—Bueno, me e dado cuenta de mis errores y porque no estás conmigo apesar de toda nuestra historia juntos— dijo un poco presumido, algo que al ajolote le desagradó y de hecho, el felino lo notó al ver la cara de incómodo de parte del hafinbio
—Okay, e decidido que empezaré a respetar tu opinión sobre mis acciones, ya sabes, críticas para mejorar y eso— Dejó de explicarle
—oh, bueno, en ese caso, no quería en tu auto sospechosamente robado pero gracias, no necesito tu caridad— Dijo Chiffon para luego retirarse corriendo por la vereda
El felino se puso nervioso y se le salió un poco sus instintos celosos, quienes había desarrollado específicamente por el ajolote regordete
—¡ESPERA!— Gritó a todo pulmón mientras arrancó el auto para llegar a Chiffon, obviamente asustó un poco al ajolote
El rosadito se había quedado quieto por el repentino ataque del alto. Cream pie se dió cuenta de lo que había hecho y decidió intentar calmarse, no podía romper una promesa que se hizo a si mismo, en nombre de su amado
—¿¡Que mier- ¿¡Que te pasa!?— Habló furioso Chiffon, intentando ocultar el susto que se había dado por culpa de Pie ( y sin su sonrisa)
Cream pie no sabía que decir para justificarse, solo había una única opción que tenía, era algo humillante para el ya que su egocentrismo con Chiffon era uno de sus pilares principales, además conociendo lo perfeccionista que su amorcito puede llegar a ser pero eso era lo menos loco o acosador que se le ocurría para estar con Chiffon. Cerró lo ojos y se preparó para lo que estaba a punto de decir
—Lo siento, me descontrolé un poco, b-bueno, mucho— Dijo algo avergonzado, Intentando no hacer contacto visual con el pequeño
El ajolote jamás pensó escuchar esas palabras de Cream pie, una disculpa que mataba todo su completo engreído ser que tanto lo caracterizaba (por lo menos para el), algo que Chiffon no se lo podía creer con facilidad pero mantuvo su expresión indiferente, su sonrisa típica se hizo re aparecer, no estaba seguro si esto sería un nuevo comienzo menos insoportable o sí era cosa de un solo día, por lo que se le ocurrió una pequeña idea al ajolote rosado, un experimento
—Esta bien, Cream, todos nos ponemos salvajes cuando algo no sale como lo planeamos— Habló tranquilo
—O-oh, no, no había planeado que aceptaras desde un inicio, era obvio que te ibas a negar después de todo el acoso que te hice— Dijo asumiendo la culpa, con una sonrisa un poco tímida
—En fin, que te vaya bien en el trabajo, Chiffon— Habló para luego seguir con su camino o eso era antes de que bajara la velocidad por algo que captaba su atención
—Espera, e notado que estás aprendiendo de tus malos hábitos, actúas muy diferente, Pie— dijo Chiffon fingiendo un poco de interés, siguiendo el auto por la vereda mientras que ambos iban despacio
—Oh, claro, me dí cuenta de mis terribles errores contigo así que, estoy intentando mejorar en mis conductas— habló Cream pie, intentado esconder su emoción total en una fachada agradable y relajada bpara el otro
—oh, ¿Y porque se debe este cambio?— Preguntó Chiffon, quería sacarle un poco del jugo al felino
—Por que te amo—respondió con simpleza mientras conducía un poco
—¿Y porque me amas?— Preguntó de nuevo
Cream pie detuvo el auto repentinamente, esto no sorprendió a Chiffon, sabía perfectamente que Pie no duraría un solo día sin querer lanzarse a el y ahogarlo de besos con cosas estúpidas, ya estaba listo para hecharse a correr. Sin embargo, no contó que por más quieto que el estuviera, el tiempo seguiría corriendo al igual que el autobús
—Hey, ¿Ese no es el transporte que deberias haber tomado hace un minuto?— Preguntó viendo para el frente, algo malicioso por la conveniencia que tanto internamente agradeció
Chiffon vió al frente y se quedó viendo la escena, sin apartar la linda vista. Era el autobús que debió tomar pero estrellado brutalmente contra un enorme camión de carga, ambos vehículos estaban destrozados de una forma inimaginable, se escuchaba los gritos resonantes de auxilio de las victimas de ese trágico accidente. Mientras que las que sobreviverion gritaban con todas sus fuerzas e intentaban salir por las ventanas rotas, se podían ver un poco los cuerpos de aquellos que no tuvieron la misma suerte, desmembrados, reventados o atravesados y claro, no faltaba la sangre como toque extra. Afortunadamente para los sobrevivientes, los vecinos salieron rápidamente hacía el exterior, quedándose horrizados por la terrible escena y un grupo fue a sacar a la gente atrapada en los vehículos destruidos, otros llamaron a la ambulancia y por último, nuestros animales protagónicos solo se quedaban viendo desde a lo lejos, sin entrometerse en ese asunto, sin importarles las víctimas, sin pensar en ir a darles una mano, solo estaban concentrados en el hecho de que si Cream pie no hubiera aparecido, seguramente Chffion sería una de esas víctimas.
Estaban en el camino hacía el empleo del enano, al final Chffion si accedió a ir con el chico, iba centado en el pasajero de al lado del conductor, Cream pie. El ajolote solo miraba lo que apenas podía ver de la ventana, ya que solo había un pensamiento que lo perseguía en su cabeza, el odioso gato le había salvado la vida (indirectamente)
Una locura total para el pequeño, que inconcientemente, por más que se lo negara, estaba agradecido con Cream pie
Para Chiffon, era un puñal en sus pensamientos sobre el sicario juvenil pero no sé adelantaba a confiar cien porciento en el, su pequeño plan apenas comenzaba pues si el furro seguía así de amigable, el ajolote coquetearia con otros para causarles celos al más alto y así, romper su paciencia y que la bestia saliera, sabiendo el que rompió su promesa con sigo mismo, estaría tan molesto consigo mismo que llegaría al suicidio y así se libraría de una vez por todas del detestable Pie
—Chiffon— Dijo Cream pie, captando la atención del pequeño
El ajolote rosado salió de sus pensamientos, dirigió su vista hacía el alto quien lo miraba de reojo algo delicado pero seguía manejando
—Yo te amo, más de lo que crees, no es por tu apariencia linda, no es por el simple hecho de que seas un asesino como yo, ni siquiera estoy interesado en tu dinero, yo te amo, yo te adoro porque...eres la primera persona que me hizo feliz de verdad— Habló Cream pie serio, sin apartar la vista del camino
—¿Y porque?, Siempre huyó de ti o te amenazo con mi bisturí, ¿Acaso cumplo un tipo de fetiche furrie?, ¿Que mierda quieres de mí?— Dijo empezando a molestarse con el gato y sus clichés amorosos
El gato ihnaló y exaló profundamente
—Mi pasado es algo mío pero solo digamos que no fue nada fácil, nunca tuve un padre o una madre que me amarán o la oportunidad de mantener una amistad, mi sueño es simplemente tener una vida normal, poder quedarme en casa por la noche, no tener que comprar armas en lugares donde mi vida podría correr riesgo, no tener que huir de la policía, tener una casa propia, ser feliz con alguien a quien realmente amo y ahí es cuando tú entrás a mi vida— Miró con una sonrisa dulce sonrisa
—mh, eso es muy lindo y todo ¿Pero porque yo?, No deseo eso para mí, a mí me gusta mi vida tal y como es—
—Cierto, una vida donde estas atrapado en el pasado para siempre suena el paraíso— Mencionó Cream Pie sarcástico
—Mi vida no está atrapada en el pasado o esa verga— Respondió Chiffon ofendido
—Claro, el hecho de que hayas sido víctima de experimentos dudosamente legales de niño y ahora en audulto tú hagas lo mismo con otras personas, también no olvides que tu único hermano está perdiendo valor emocional para ti mismo— Mencionó con malicia
—Cerra la puta boca, como si me conocieras— Dijo Chiffon
Cream pie volteó a ver al ajolote, una cara de molestia y confucion se presentaba en su cara, de ahí Chiffon se dió cuenta de lo que había dicho
—Oh, claro— Habló el pequeño
El felino comenzó a reír un poco, realmente le parecía de película lo que acababa de pasar mientras Chffion empezaba a sonrojarse de la vergüenza tanto que su débil rosado se volvió un tono muy fuerte de rojo, el pobre ajolote intentaba esconder su rostro rojizo de la vista del alto pero este solo se reía aún más por lo inútiles intentos de Chffion por ocultar su enorme cabeza con sus pequeñas manos. Se sentía muy humillado pero no estaba lo suficientemente enojado como para matar al gato en pleno acto de conducir como normalmente debería ser, solo dejaba que se siguiera riendo pero Chiffon no entendía porque no lo quería matar, no tuvo el coraje para sacar su bisturí ni siquiera para amenazarlo, algo en el le parecía que no estaba bien.
Después de ese rato tan incómodo para el ajolote pero adorablemente divertido, llegaron al trabajo de Chiffon, un enorme edificio gris con ventanas en casi cada habitación, nada sospechoso, podía pasar desapercibido fácilmente por quienes pasaran por ahí.
Chiffon bajo de el auto y se despidió de Cream pie con calma, el gato estaba muy feliz por lo que había avanzado, pensaba que ya estaba un paso más adelante de conquistarlo o eso creía fielmente, hasta que vió por su ventana de su lado (porque aún seguía estacionado enfrente de la entrada principal del edificio) una escena que le desagradó al instante.
—No se a ido, y Cady acaba de llegar, ahora de trabajar— Pensó Chffion
Se fue al lado de la joven, una simple empleada, pues Chiffon era el jefe, normalmente no se hablaba mucho con esta lagarta amarilla, solo para dar una que otra orden del trabajo pero no más allá que esa relación distanciada de Jefe a fiel Empleado. Cady al notar la precencia de su jefe, lo saludó al instante al igual que Chiffon correspondió su saludo, más expresivo de lo normal, con un buen humor bastante notable por la joven lagarta y la señorita saludó algo confundida pero igual con la misma alegría.
Cream pie quería gritar a los cuatro vientos para alejar a esa chica de Chiffon lo más rápido posible, odiaba mucho ver a alguien más bonito que el saludando con tranquilidad a su amado, realmente envidiaba poder tener una conversación normal con el, sin terminar en peleas y sin que de alguna u otra forma lo terminara arruinando, fantaseaba con ese don. Normalmente seguiría a la largarta para luego matarla en donde sea su casa pero había hecho una promesa que no se atrevía a romper, quiso pensar la posibilidad de que Chiffon la saludó así porque estuvo muy feliz de verlo tranquilo ya que nunca registro algo entre esa Cady y su ajolote pero no era momento de ahogarse en groserías que no podrían salir de su boca, solo tenía que ignorar eso, retirarse de la calle y volver a consentrarse en su miserable vida.