Colder✅ [Libro 1]

By alesistuarez

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En mis visitas al pueblo de Atenas la alegría siempre fue predominante, hasta aquel desastroso verano que mar... More

Prólogo
Nota
1. Atenas
2. Gran hotel
I
3. Nuevos amigos
4. Pasado misterioso
5. Mascotas peculiares
6. Frío como una estatua
II
7. Mía
8. Lección de historia
9. Cuentas claras
10. Fuera de lugar
11. Búsqueda y rescate
III
12. Aparente confesión.
13. Lagunas mentales.
14. Diques rotos
15. El nombre de Dios
16. Curiosidad saciada
IV
17. Viejas amistades
18. Castigo y reprimenda
19. Nuevo trabajo, nuevas investigaciones
20. Aquí viene el lobo. Parte I
20. Aquí viene el lobo (Parte II)
21. Mente aislada
22. Cazador cazado
V
23. Historia de un amor inmortal
24. Frialdad latente
25. Renacido Para Matar
26. El nacimiento de un alma cegada
VI
27. Entrega Inmortal
28. El recuerdo de una amistad
30. The Colder
31. El mundo en llamas
32. Pelirroja Entrometida
33. Un viaje a la verdadera trampa
34. Amigos del Pasado
35. ¿Amor u obsesión?
36. Cara a cara con la obsesión
Book Trailer
VII
37. Tenemos un plan
Notaaaaaaa
38. Una mirada que miente
ANUNCIO IMPORTANTE
39. Jugada maestra
VIII
Especial
40. Defectos fatídicos
The Colder Show
41. La preparación (Parte I)
41. La preparación (Parte II)
IX
41. La preparación (Parte III)
42. Aires de batalla
43. Ganar perdiendo
44. Perdidos en la desdicha
45. Alianzas peligrosas (Parte I)
45. Alianzas Peligrosas (Parte II)
X
46. Lo que siento por él
47. Fallos en el plan
48. ¿Un farol?
49. Rescates Inesperados
50. Solo el principio
Epílogo
Nota Final💔
Meme zone (Parte I)
Meme zone (Parte II)
Dedicatorias
EXTRA. En algún lugar del bosque
EXTRA. Roja

29. Habla la antigüedad

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By alesistuarez

Tus comentarios we *-*

¿Que es lo mas importante en una reunión de vampiros?

¿Y yo cómo voy a saberlo? Nunca antes había estado en una

Estoy segura que la ropa.

¿Puedo usar jeans o debería ponerme un vestido? ¿Con o sin escote? ¿Vestirán como góticos o al estilo victoriano? No quiero juzgar... pero a juzgar por la apariencia que tenía esa gente en el cumpleaños de Agniet, tienen un fuerte sentido de la moda, no creo que haya nada en mi guardarropa capaz de igualar cualquiera de esos atuendos. Aunque por otro lado, los miembros del clan eran también personas que fingían ser comunes habitantes, algo ostentoso no sería lo usual para andar por ahí.

Dentro de mis divagaciones puedo oír el repique de mi celular en algún punto del cuarto, hay ropa por doquier y me cuesta ubicarlo. Fuera de eso, el cuarto me recuerda a aquél día en que Kate y yo estuvimos horas buscando que usar en la fiesta...ahora solo vive en mi memoria.

—¿Hola?...mierda —tropecé con un zapato.

—Me han llamado de muchas formas pero nunca mierda.

La voz de Arion suena divertida.

—¿Tampoco te han mandado ahí?

—Nope, pero estoy seguro de que es un lindo lugar ¿Estás lista? Estoy bajo tu ventana.

—Estoy desnuda, Romeo —miento—. Más te vale espe...

Un ruido sordo me hace girar de golpe.

—¡Mierda!

—Arion, Roja. Repite conmigo A-R-I-O-N —mira mi pijama de arriba a abajo—. Es malo mentir, me has ilusionado.

Se acerca a paso de depredador y retrocedo.

—La verdad es que no se que usar —mi espalda choca contra la puerta del baño.

—Cualquier cosa es válida, solo mírame.

Llevaba vaqueros oscuros y un suéter negro de cuello alto. Lo cierto era que en Arion cualquier cosa lucirá estupendo.

—¿No está un poco sobrio para el gran líder?

Se encoje de hombros.

—Me dejado la capa en casa.

Abro los ojos con sorpresa y él ríe.

—Estás jugando conmigo —no ríe—. ¿En serio usan capas?

—Estamos en 2019, Roja, claro que no —sus ojos destellan con diversión—. Ahora, tienes cinco minutos para estar lista o te llevaré a cuestas, no me importa si estas en ropa interior.

Dicho esto, salta por la ventana como si nada, dejándome girar los ojos al vacío cuarto.

En última instancia uso jeans, camiseta y una chaqueta que me va dos tallas grandes porque no es mía.

Estoy dándome un toque de polvo cuando una ráfaga tira todo mi cabello a la cara y sé que Arion está de nuevo ahí.

—Linda chaqueta —su sonrisa burlona es algo que querría besar.

—Mis abuelos cenan con algún vecino, puedes usar la puerta.

—No sería tan divertido —algo de maldad brilla en sus ojos—. Tampoco esto...

Me toma en volandas y cuando caigo en cuenta estamos saliendo por la ventana, Arion salta y mi estómago amenaza con salirse por mi garganta.

Lo golpeo en cuánto tocamos el suelo no sin antes tambalearme.

—Mira, intento de Edward Cullen versión rubio ¡Como hagas eso de nuevo le digo a mi abuelo que castre tus lindas...!

—Wow, Roja ¿Con esa boquita comes? —me corta cubriendo mis labios con un dedo que luego reemplaza con su boca— Andando.

Caminamos por el bosque, Arion se ofreció a cargarme más de una vez pero le rechacé, cada paso que dábamos provocaba que mis nervios fueran en aumento. Cuando vi el débil fuego a la distancia prácticamente sentí mi corazón detenerse.

Y sin darme cuenta mis pies hicieron lo mismo, le tomó dos pasos a Arion darse cuenta de esto y se plantó frente a mí.

—Estamos lo suficientemente cerca como para que nos perciban, nadie va atacarte si estás conmigo —me tendió la mano.

Entrelazar mis dedos con los suyos resultó reconfortante, una corriente eléctrica me recorrió entera y un creciente calor se hizo presente.

Sabía que solo retrasaba lo inevitable pero tiré de Arion y junte nuestros labios en un ardiente beso que se encargó de liberar mis miedos. Él respondió al instante, rozando su lengua con la mía llevando nuestras manos enlazadas a mi espalda para inmovilizarme.

—Resultas muy eficiente en eso de distraer —la tenue luz de luna me dejaban ver sus ojos grises oscurecerse—. ¿Ahora si?

Asentí, ya estaba lista.

Había cerca de treinta personas en torno al fuego, de cerca me di cuenta de que era una hoguera de tamaño moderado, todos los ojos se giraron a nosotros y nuestras manos; algunas miradas de asco se hicieron notar, aunque la mayoría parecía inescrutable.

—Buenas...noches —habló Arion con lentitud—. Los noto silenciosos, nuestra invitada no muerde.

No había diversión en su voz, solo un sereno tono autoritario.

—Y pensar que lo creía una broma de chiquillos —el mismo hombre que enfrentó a Arion en el tanque dio un paso adelante.

Arion podría haber dicho lo que sea pero este tipo tenía puesta una túnica ¡Una túnica! Cubría sus pies y era de un tono tierra manchado con restos de un líquido muy peculiar.

Sentí nauseas.

—Yo muy bien Hitach, gracias por preguntar.

—Al grano de una vez, no hay tiempo para que se midan la...antigüedad —habló Evan con retintín.

Muchos de los presentes le vieron como si no creyeran que pudiera referirse de aquella forma ante las figuras de autoridad.

Yo me callé, soportando todas las miradas sobre mí y clavando la mía propia en el fuego. Arion aclaró su garganta.

—La razón por la que la chica esta hoy con nosotros tiene que ver con los ataques que ha estado recibiendo el clan...

—¿Aceptará por fin que es toda su culpa? —masculló una mujer y muchas voces se elevaron tras ella.

—Los cegados —continuó Arion sin dedicarle más que una mirada silenciadora—. Han sido cortesía de los Sahirs, hemos seguido sus pasos y visto como deja que los nuevos vampiros dejen salir todo su poder para quedar ciegos en cuestión de días.

>>Pensamos que hay más detrás de esto, pero para averiguarlo tendríamos que presentarnos en la ciudad que está bajo su mando; voy a liderar esta "expedición" aún sabiendo que podrá convertirse en un enfrentamiento. No obligare a nadie a unirse, sin embargo, todos aquí son fieles al legado del Gran Vriklas, nuestro deber es, y será para toda la eternidad la preservación de los nuestros y la protección del secreto.

Con los ojos muy abiertos me quedé embobada observando a Arion dar aquél discurso que había finalizado con los ojos irradiando luz.

No obstante, las respuestas no fueron las mejores, un coro de voces se elevó, todos hablando a la vez y con distintas opiniones. Val me miro compadeciendo mi posición en medio de todo el caos.

Hitach fue el primero en dar la espalda.

—¡Silencio! —gritó—. Nuestro líder y descendiente de los Grandes dice ser fiel al legado y sin embargo, no nos cuenta la verdad de su repentino deseo por enfrentar al clan Sahirs.

Se giró entornando los ojos a nosotros, sentí el apretón de Arion de tal forma que lastimó mi mano.

—Si vamos a proteger el secreto ¿Qué papel pinta una humana en nuestra reunión? Una humana que al parecer no solo tiene el privilegio de acostarse con nuestro líder sino que también cuenta con su protección, a pesar de tener un rastro que cualquiera con mis años podría ver que es del propio hijo de Arthur. ¿Actúas por el clan o por una mortal? ¿Hasta qué punto la pequeña zorra tiene poder sobre ti?

Arion quiso ir sobre él, pero Hitach fue más rápido, al instante mi mano dejó el agarre de Arion y tenía al otro hombre respirando en mi nuca, una mano en mi frente y la otra en mi cuello.

Mi corazón iba a mil, sentía sus uñas clavarse en mi piel de tan manera que los ojos se me llenaron de lágrimas y tuve que morder mi labio inferior para no gritar.

—Shss, shss —habló en mi oído—. Entonces, jefe —dijo en tono burlón—... si buscas la seguridad de clan, no te importará elegir entre la humana o nosotros.

Hubo un murmullo de aprobación, busqué a Arion con los ojos pero él clavo en suelo su vista.

—La mortal fue cambiada, su ADN ya se encuentra medio ligado al de nuestra especie. Anabelle está en proceso de volverse una inmortal.

La confesión fue acompañada de un grito ahogado de la mayoría de los presentes. Arion apretó los dientes, lo último que él pretendía hacer era volverme el centro de atención, Hitach no le había dejado de otra.

Este último me soltó de un empujón que me tiró de bruces. Paré con mis manos la caída, cubriéndome de tierra y lastimándome palmas y rodillas. Me ardían los ojos, pero no iba a llorar.

—¿Una humana mutada? —inquirió con asco—. La inestabilidad de aquellos que se encuentran en el limbo será capaz de hacer caer de lo más alto a los más grandes. —dijo como si citara las palabras de algún lugar.

Escupió justo a mi lado y se giró a los presentes.

—Que ciento cincuenta años hablando les sirvan de ejemplo. Esta chica será nuestra perdición. He citado las últimas palabras de mi único y gran líder, con ellas me despido.

—Está claro que ya no me debes nada Hitach, te veré del otro lado —anunció el rubio, con seriedad se volvió de cara al resto—. Son libres de seguirlo, una vez tomada esa decisión, el exilio será su castigo.

Hitach hizo a Arion una reverencia de brillantes ojos.

—Considere esta, mi última muestra de respeto ante su nombre y que sus antepasados tengan en cuenta esta deshonra al cruzar la gran Estigia.

Conté seis personas reverenciadas, entre ellas la mujer que antes había hablado y uno a uno se marcharon del lugar.

Aún permanecía en el suelo observando aquel intercambio, Evan fue quién me tendió una mano.

—¿Qué...? —comencé a murmurar, su mirada me silenció indicando que no era el momento.

Continué escuchando.

—La antigüedad nos deja conocimientos de muchos tipos y algunos nunca conseguiremos entender del todo. Hay secretos de nuestra especie que solo el más antiguo de los antiguos puede saber y que tal vez nunca llegarán a nuestros oídos. Deben de tener en cuenta eso al quedarse de mi lado. Partiremos en acción de gracias, hasta entonces esta será nuestra última reunión.

Muchos asintieron y consultaron entre sí.

Era demasiado abrumador para mí. Asimilar cualquiera de las cosas dichas esta noche hacía que entrara en corto. Y pensar que el día prometía, Arion ni siquiera me miraba y todos parecían juzgarme en silencio.

—No puedo con esto —solté por fin.

Comencé a caminar de vuelta al bosque y aunque creí que Arion vendría conmigo, él fue tragado entre preguntas de los suyos.

Los suyos...

Ahí pertenecía él y yo no. No era como ellos y me daba cuenta de que quizá tampoco era del todo humana. Me habían tratado como un trozo de carne y él sólo se quedó ahí, sin hacer nada.

—¿Te acaban de dictar una sentencia de caza y tu respuesta es marchar por el bosque sola?

Evan me siguió el paso.

—Tú no tienes que soportar que te miren como si fueras una cucaracha en el retrete.

Caminaba a mi lado con las manos en los bolsillos.

—Tienes razón, solo mi madre me mira de esa forma lo cual no es casi nada ¿cierto? —bufó con sarcasmo.

Evan estaba diferente, quise preguntarle qué le hizo cambiar pero temía a la respuesta.

—Bueno, mi mamá me mira como si estuviera loca la mayoría del tiempo.

—Eso no es difícil, lo estás —afirmó.

Le gruñí medio en broma.

—Eso es grosero.

—Piénsatelo, cualquiera con cinco dedos de frente se habría ido corriendo en cuanto se le presentara la oportunidad y tú —chasqueó la lengua—... Estás reacia a alejarte.

—¿Cómo puedo hacerlo ahora que sé la verdad? Teniendo en cuenta el pequeñísimo detalle de que estoy en el "limbo" y voy a ocasionar su "destrucción" y no sé qué cosas de la estigiación.

Evan rió, como el Evan de antes y no el témpano que había sido últimamente.

—Las aguas estigias, como la mitología y eso —aclaró—. No sabemos que puede o no ser cierto de las antiguas leyendas. Ya ves a Agniet, ella fue híbrida y...

—Está loca —completé su frase dejada al aire.

—Sólo sabemos que es inestable, por otro lado, la mayoría no pasan de una o dos semanas antes de comenzar con la transformación y tú...

Pasaron tres años.

—Tampoco lo entiendo ¿okey? Nunca me sentí así, de hecho, sólo me sentí mal un par de días. Tal vez sí era un resfriado después de todo.

—¿Ves eso que hacemos con los ojos? —se puso frente a mí deteniendo nuestra caminata.

—¿Mirar a los demás como caca?

Volteó los ojos para luego hacer que estos se iluminaran.

—Vale, ya. Me dejaste medio ciega de por vida —reclamé bizqueando.

—Tus ojos destellan, son verdes y cuándo estás enojada destellan —se echó atrás notando la cercanía y lo rápida que era mi respiración—. Esta mañana, cuando ibas a golpearme...

—No iba...

—Fueron completamente azules, como los nuestros.

Eso provocó en mí un estremecimiento.

—Todo esto me da miedo, solo deseo encontrar la solución a mi locura antes de que suceda.

Pensé en acción de gracias, ese sería quizá la cumbre de esto. Todo podría acabar en una guerra entre clanes y había visto suficientes películas como para saber que alguien no saldría bien parado.

—Si te pido que no vayas ¿Lo harás?

Ya estábamos en el límite del bosque. Alcé mi cabeza para mirarle. Debía cambiar de tema, porque dudaba que algo me hiciese cambiar de opinión.

—¿Sentías algo por Agniet?

Y aunque creí que la mención de su nombre le haría cambiar su gesto, eso no pasó.

—No —y esa fue toda su respuesta, creí que no hablaría mas pero lo hizo— ¿Estás enamorada de Arion?

Yo realmente no sabía que responder a aquello y menos a Evan, el calor subió a mi cara.

—No lo sé —murmuré cabizbaja.

—Pero han...dormido juntos —hubo un deje amargo en su voz.

Más calor en mi cara.

—No es como si tú no hubieras hecho lo mismo con Agniet —sonreía pero mi voz era tan amarga como la suya—. Más de una vez —terminé susurrando.

Subió una ceja.

—¿Celosa...Roja?

—No.

—Un poco.

—No.

—Muy bien.

—Lo estoy.

Estábamos muy cerca, no pensé en lo que salió de mi boca hasta ver su triunfal gesto.

—Lo sé, pero no estamos para juegos justo ahora. Prefiero ser quien dé un paso atrás. Digamos que no duele tanto si lo ignoro.

Me sentí...¿Triste? ¿Decepcionada?

Asentí con la vista gacha y luego supe que debía mostrar seguridad, enfrenté sus ojos azul índigo. Abrí la boca para darle la razón pero al instante él maldijo.

—Quizá luego —agregó para sí.

Entreabrí los labios, confundida y solo eso bastó para que me besara.

Nuestro contacto no duró mucho, un aplauso cargado de sarcasmo nos interrumpió.

Y si hacíamos un concurso de miradas amargas, la de Arion se llevaba todos los premios.


Chale ¿Cómo andan? ¿Fue el capítulo lo que esperaban?

Ya vamos en 11k estoy emocionada chicos, gracias, gracias, gracias. Esta increíble ver como día a día aumenta esto y somos mas.

Ya no me extiendo, síganme y pueden unirse al grupo de Whats, el enlace está en mi perfil, nos divertimos mucho ahí 🙊💖

Besitos❤

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