Bella no era ciega, había utilizado la apariencia de Evans como un incentivo para que su primo actuara pero reconocía que el pequeño Gryffindor era lindo y adorable, aunque eso nunca le había sido realmente interesante, encontraba belleza en el poder y aunque sabía que Harry lo tenía no lo demostraba de modo real, o no lo había hecho hasta ahora, del cervatillo adorable que manipulaba a todos con sus lindos ojitos no quedaba nada, pero no podía decir que era un león, pues le faltaba el salvajismo correspondiente, pero tampoco era una serpiente, imponía su presencia incluso antes del ataque.
Era como una pantera, sí, esa era la descripción más certera que Bella podía usar con Harry, imponía su presencia antes de atacar advirtiendo de la inminente amenaza, pero se movía con estilo y elegancia, sus ojos los veían con astucia y malicia cómo si pensará en el mejor modo de cazarlos uno por uno, además podía sentir su magia, no los retazos que dejaba mostrar en sus ataques accidentales o usando su varita, podía sentir la magia oscura fluir finamente de parte del chico y confirmó una cosa, ese chico debía cambiar su apellido por el Black.
Lucius tragó en seco mirando con un poco de lástima a Severus, había algo en la mirada esmeralda que les advertía que se encontraban en un peligro tan inminente que probablemente no hubiera escapatoria, las miradas de los otros Slytherin le permitieron saber que compartían el mismo pensamiento que él, debían alejarse de los Gryffindor, que parecían seguir al cervatillo como si fuera el rey de todos los leones, y encontrarse con la manada de bestias sería el fin de todas las serpientes.
Pero sí alguien tenía verdadero miedo era Severus, él conocía al pequeño homicida psicópata en potencia que tenía por amigo, él no lo atacaría en manada, inclusive sí había un ataque de ese tipo seguramente sería una distracción, buscaría atacarlo cuando se sintiera confiado, pondría presión haciéndole saber que estaba ahí observándole pero esperaría hasta que sus nervios estuvieran por destruirlo solo, cuando estuviera aislado sin que nadie pudiera acudir en su auxilio para evitar que cayera en las fauces de esa extraña criatura que compartía las características de un león y una serpiente.
Durante todo el día Harry lo había visto desde la lejanía con una mirada que le advertía que estaba acabado, todos parecían esperar a que se desatará una verdadera guerra entre casas, incluso debía de reconocer que se le hacía raro que los leones no hubieran atacado a la yugular aún, cercana el final de las clases caminaba por un pasillo, él pudo sentir el frío por sus venas, la mirada helada en su nuca, volteó a todos lados pero no había nada, continuó caminando rápidamente por el pasillo, un pasillo donde no había nadie, agarró la correa de su mochila aún más fuerte y aceleró sus pasos sabiendo lo que podría ocurrir en cualquier momento.
Había logrado con relativo éxito no estar cerca de Harry, tenía suerte que Black hizo eso muy fácil, Sirius había monopolizado al menor, teniéndolo al alcance de su mano todo el día y mirando mal a cualquier serpiente que estuviera cerca, no que alguna serpiente se hubiera atrevido acercarse tanto a Harry. Se estaban acercando, sí, para medir las aguas, pero no tan cerca como para provocar a Harry, no que Harry estuviera 100% enfocado en ellos, la mirada verde brillante había estado enfocado en él.
Y Severus era honesto, estaba aterrorizado, porque sabía que vendría por él.
Una puerta se abrió de repente a su lado, y se detuvo completamente, su mente le decía corre pero su cuerpo estaba inmóvil, sabía que habían venido por él, su cuerpo sintió la magia antes de que algo sucediera, fue empujado, por no decir expulsado dentro de la habitación, de la nada, dónde antes no había habido nadie con él en los pasillos, dos figuras emergieron del pasillo estando parados en la puerta lado a lado, un claro indicativo de que no se libraba de esto.
- Estás en problemas -Dijo la pelirroja sin su habitual piedad, su cara firme aunque sus ojos burlones.
- Oh Severus, Severus, Severus -Susurró Harry arrastrando las "s" de su nombre de una forma horrible, él ya sabía que terminaría teniendo pesadillas, no le gustó nada cuando empezó a chasquear la lengua tampoco- Mira a lo que hemos llegado
- Uh -Logró decir antes de aclarar su garganta y pararse correctamente, o lo mejor que podía sabiendo lo que le esperaba- ¿Se puede saber por qué es todo éste acto? ¿Y de dónde salieron ustedes?
- No, no -Interrumpió Harry antes de que Lily pudiera decir algo, la pelirroja cerró la boca y se encogió de hombros- El que hace las preguntas seré yo, y sabes, ahora tengo muchas, muchas preguntas -Aseguró con un tono que hasta podría parecer amigable.
- Y sabemos lo que pasa cuando Harry tiene preguntas -Dijo Lily riendo, Severus trago fuerte, a veces olvidaba que ella era la gemela de Harry, pero cosas como esas se lo recordaban, como el tono malicioso con el que acababa de hablar.
- Entonces Severus -Continuó Harry moviendo su varita entre sus dedos como si estuviera decidiendo qué hechizo utilizar contra él- Debo decir que no estoy de un buen humor, y mientras más rápido hables, mejor -Ofreció como último modo de piedad.
- Puedo jurarte que yo no sabía nada -Aseguró con rapidez- Me enteré hoy de lo que ellos hicieron, juro que te hubiera advertido, pero no es como sí ellos fueron a hablar de eso frente a tu mejor amigo -Rogaba a todos que eso funcionara, que recordarle a Harry que era su mejor amigo lo hiciera desistir del tema.
- Uh, la carta del mejor amigo no te va a servir -Cantó Lily entre dientes
- De los regalos hablamos luego, no -Desestimó Harry con un movimiento de mano y un suspiro- Eres mi amigo Severus, mi mejor amigo, el único que tuve en el mundo muggle, al igual que tú a mí -Su cara se transformó en una melancólica y dolorosa- Y aun así, ahora mantienes cosas lejos de mí, cosas que te preocupan, como sí ya no fuera alguien en quien puedes confiar -Sus ojos parecían emitir un triste brillo que le recordaba levemente a un cervatillo y no pudo evitar que su corazón se estrujara, Lily también lo estaba mirando con la misma expresión, ambos parecían demasiado tristes y le dolió, le dolía en lo profundo de su ser.
- Confío en ti, en ambos, con mi vida -Respondió con sinceridad- Son mis mejores amigos, y sí pudiera protegerlos lo haría y eso es lo que estoy haciendo -Intentó explicar queriendo que sus amigos entendieran eso, que no sintieran que intentaba dejarlos de lado.
- ¿Protegernos de qué Severus? -Preguntó Lily
- ¿Qué te asustó tanto? -Presionó Harry con el ceño fruncido, labios en una mueca y su voz sonando como un susurro preocupado y sí Severus se hubiera tomado el tiempo, se habría fijado que sus ojos verdes estaban oscurecidos.
- Los sangre pura, ellos -Los gemelos se tensaron, Harry palideció, aunque eso no evitó que rezara a Merlín, Morgana, Circe y la Muerte de que se equivocara- Hubo un grupo, algunos...
- ¿Te atacaron? -Preguntó Lily y parecía querer acercarse para verificar sus heridas sin importarle el haber interrumpido a su amigo.
- No, a mí no -Admitió y Harry se sintió levemente perdido para luego enfurecer de golpe, solo la confirmación sacaría su furia- Atacaron a una nacida de muggles, una de quinto -Aceptó casi en un suspiro.
- Pensé que los ataques se estaban evitando entre ustedes por miedo a Harry -Reconoció Lily mirando a su hermano que empezaba a tener un ligero rosa en sus mejillas.
- Eso pasa -Aseguró Severus- Pero no fue un ataque a la vista de otros -Tragó saliva cuando ambos pares de ojos verdes ahora estaban atentos a él- Fue de noche, en la madrugada y, en uno de los cuartos.
- ¿Qué? -Preguntó Lily desconcertada, aún sin haber juntado las piezas por desgracia Harry sí, y esperaba estar cometiendo un error.
- La habían petrificado, y la encerraron en uno de los cuartos de los chicos, esperaron y la atacaron -Susurró como si temiera que alguien le escuchara.
- ¿Qué le hicieron? -Cuestionó Lily horrorizada - ¿Por qué nadie ha dicho nada? -Añadió con miedo.
- Porque Petunia tampoco hubiera dicho nada -Contestó Harry haciendo que su hermana por fin entendiera- La violaron -No fue una pregunta, el tono no era de eso en absoluto, no, era una afirmación, una que contenía veneno y promesas de venganza y odio.
Fue finalista, Severus estaba seguro que algo muy malo le pasaría a esos imbéciles, porque una de las hermanas de Harry también fue víctima de un imbécil que no sabía que debía mantener sus manos para sí mismo, aunque Petunia tuvo a Harry para protegerla. También fue desconcertante, escuchar a alguien decirlo tan crudamente fue horrible, se estremeció, todos habían susurrado palabras como "forzaron", "obligaron", "impusieron", "le hicieron recordar su lugar", ninguno se había atrevido a decir violación, por la facilidad de ignorar mejor el tema, una escapada fácil, para no pensar en ello.
- ¿Qué? -Preguntó Lily sin poderlo creer casi creyendo que tenía un problema de oído.
- Eso fue lo que pasó ¿Verdad? -Presionó Harry por una confirmación agarrando su varita con ambas manos tan fuerte que Severus tenía miedo que la rompiera- ¡Responde! -Rugió.
- Sí -Confesó del susto, observando cómo los ojos verdes de Harry destellaban con ira y odio, mucho odio- Lo hicieron, y lo que pasó, nadie lo supo hasta la mañana cuando la sacaron del cuarto para que los que estaban despiertos la vieran -Añadió con pena.
- ¿Cómo es que los profesores no han dicho nada? -Gruñó Lily pálida y ofendida, furiosa- Deben expulsarlos -Aseguró casi como una orden.
- Los profesores no saben -Cortó Severus de inmediato- Y nadie dirá nada, ni siquiera ella se acercó a un profesor, y el resto... -Pero antes de completar esa frase fue interrumpido por Harry que parecía saber con demasiada certeza lo que ocurría.
- Son unos cobardes que prefieren la comodidad de su estatus a hacer algo por su propio bien -Gruñó Harry empezando a perder el control de su magia, Snape se encogió sabiendo que el mordisco también era para él - Quiero los nombres -Ordenó.
- ¿Qué harás? -Preguntó Snape con miedo
- Lo único que se merecen esos hijos de puta -Bufó sorprendiendo a ambos con el vocabulario- Dime los nombres -Volvió a ordenar y Severus no tuvo otra opción que responder, tan pronto como Snape respondió, Harry salió hecho una furia del lugar dejando a su gemela pálida y temblorosa detrás con su mejor amigo.
- ¿Qué crees que hará? -Cuestionó Severus
- Mi hermano no tendrá piedad -Tembló Lily- No lo he visto tan furioso desde -Dejó las palabras al aire sin atreverse a completar la oración.
- ¿Petunia? -Preguntó suavemente mientras se acercaba y vio cómo empezaba a soltar lágrimas, tuvo que abrazarla- Lily -Llamó en un tono lastimero.
- ¿Por qué no nos dijiste? -Reclamó ahogando un sollozo- Hogwarts no es seguro, no lo es para Harry -Se lamentó escondiendo su rostro en el pecho de su amigo.
- Ey, tranquila -Aumentó la fuerza del abrazo contra él dejándola llorar- Nada le pasará -Era una promesa vacía, sabía que no podía hacer nada para cumplirla pero intentaba reconfortarla.
- Él debió ir a Durmstrang -Lloró más fuerte sintiéndose horrible- Obligué a mi hermano a venir aquí, él debió estar lejos, lejos de ellos -Juró con desdicha.
- Oye no, no -Refutó Severus- Yo también le pedí venir, y a finales, fue decisión de Harry no dejarte sola -Opinó intentando que la pelirroja se calmara.
- Pero ahora está aquí -Lloró- Y recuerda, recuerda lo que pasó, no quería que eso pasara, nunca quise exponer a mi hermano a esto, y no nos lo dijiste -Volvió a reñir con su tono entristecido.
- No quería que pasara esto -Confesó- No quería que Harry recordara lo que pasó y tenía miedo, por ustedes, porque son nacidos de muggles y...
- No somos nacidos de muggles -Gruñó Lily interrumpiendo a su amigo.
- Para el resto del mundo sí -Le recordó Severus- Tu hermano estará bien, yo lo sé, pero son mis amigos, no puedo evitar temer por ustedes, y aún más por el trauma de Harry, aunque diga que no es nada -Aceptó apoyando su barbilla contra la cabeza de la chica.
- Él es fuerte -Dijo Lily pero parecía que dudaba al menos un poco- Oscuro, y de moral flexible, pero está en la sangre, él en realidad es bueno, es muy buena persona -Afirmó con verdadera convicción en sus palabras.
- Lo es -Afirmó Severus- Y por eso los hará pagar -Reconoció con un tono solemne.
- Prométeme que no volverás a ocultarnos algo como esto -Insistió Lily viéndole con ojos pequeños y llorosos.
- Ustedes también tienen secretos -Le recordó intentando calmar el pesar que se había sobrepuesto en su corazón.
- Ninguno que pueda afectarte -Devolvió- Ninguno que merezca ser conocido por el simple hecho de poder afectarnos, quién dice que no intentarán eso con alguno de nosotros -Severus reprimió el escalofrío al pensar en las cosas que se gritaron en la mañana, y los regalos que habían sido mandados.
- Le mandaron regalos Sev -Expuso Lily- Algunos eran inicios de cortejo -Añadió con desespero.
- Lo sé -Respondió suspirando- En la mañana hubo una pequeña pelea en la sala común por eso, porque los devolvió -No lo negaría se había esperado algo mucho más drástico viniendo de su amigo.
- Escuché a James decir que algunos chocolates tenían Amortentia -Confesó Lily con los ojos verdes centellando en hostilidad- Yo no logré ver nada, no sé quiénes fueron ¿y tú? -Preguntó mientras sus ojos verdes parecían brillar del mismo modo que lo hacían antes de caer en llanto.
- Bueno, los que mandaron fueron...
Luego de que Lily saliera del salón con una sonrisa radiante, del gato que atrapó al canario, Severus se dio cuenta que había sido engañado para decir todos los nombres que sabía, los dos habían usado lágrimas, preocupación y su amistad para conseguir los nombres que querían, no le mintieron, no, cada palabra sobre su amistad era cierta, solo que usaron eso en su contra para hacerlo sentir mal y luego robar conocimiento de él.
Solo lo manipularon, bueno, no era nada nuevo en realidad, suspiró, se encogió de hombros y salió del salón esperando que Harry sea cuidadoso al momento de tomar su vendetta, y sí quería ayuda, entonces estaría más que dispuesto a darle una mano, aunque sospechaba que no sería nada bonito.
Mientras Harry caminaba a donde sentía que estaban los pobres desgraciados que eran el foco de su furia no podía evitar que su mente lo llevara a un recuerdo del pasado.
(Flash Back)
Estaba en las duchas del equipo de Quidditch de Gryffindor mientras escuchaba a Alicia Spinnet charlar con Katie Bell y Angelina Johnson, aunque cualquiera podía escucharlas, malditos baños que parecían militares.
- Vamos, sé que los Slytherin no son los mejores pero ¿En serio a tanto? -Preguntó Katie sin poder creerse lo que había dicho Alice.
- Te lo digo, escuché a esos idiotas burlarse de que la "Habían puesto en su lugar" -Gruñó imitando la voz con asco- Que nunca se lo habría esperado atacándola en mitad de la noche, esos, esos sujetos son un asco -Bramó y Harry se imaginó que estaba haciendo una mueca de asco.
- No sería imposible -Sentenció Oliver desde su ducha- Esas asquerosas serpientes son de lo peor -Gruñó con desagrado.
- Hay rumores de que cada año cuando es seleccionada una nacida de muggles las violan entre todos en plena sala común -Murmuró Fred, estaba seguro de que era él pues era el que se había apropiado de la ducha a su lado izquierdo.
- Mamá dice que en sus tiempos se rumoreaba que las exponían en plena sala común después de que los años mayores abusaran de ellas para dejar el ejemplo -Gruñó George desde la ducha a su derecha.
- No puede ser cierto, digo ¿En serio caen tan bajo? -Preguntó Harry teniendo problemas para agarrar el champú, las voces se detuvieron como sí por primera vez recordarán que ahí había un primer año.
- No puedo asegurar nada, Harry -Empezó Angelina intentando sonar calmada- Pero estos rumores han existido por mucho tiempo, sí yo fuera tú, me andaría con cuidado cuando estés cerca de los Slytherin -Le recomendó dando por terminada la conversación, aunque Harry no lo dejaría así.
- ¿Por qué lo dices? -Preguntó sin entender, sí solo habían atacado chicas de ese modo ¿Por qué debía cuidarse él? Estaba casi seguro de que le estaban viendo la espalda.
- ¿En serio no te has dado...? Olvídalo, sí no estás enterado mejor -Y ahí sí que dio por terminada la conversación plantando un terrible silencio en el lugar.
(Fin del Flash Back)
Por primera vez había confirmado los horribles rumores que habían existido en su época y estaba dispuesto a cortarlo de raíz sin importarle que tan lejos debiera ir con tal de cumplir ese objetivo.
Lily caminaba a otro pasillo, más concretamente al que daba para el patio, Hogwarts parecía saber lo que quería pues todas las escaleras previas se habían movido para que nadie pudiera subir obligando a los alumnos a rodear por el patio, se sentó en la fuente esperando, diez minutos después siete alumnos de Slytherin entraron por el patio entre charlas.
- No puedo creerme que lo haya devuelto ¡Es un collar de diamantes perfectos! -Gruñó uno de ellos con un poco de dolor en su voz.
- Es una fierecita -Aseguró Avery, no estaba recordando bien el nombre pero le importaba poco- Quiere hacerse el difícil, ver quién es el mejor candidato -Aseguró sacando un libro de su mochila- Aunque debo admitir que me sorprende que con su gusto por los libros haya rechazado una primera edición firmada por el autor, pero no importa, me lo pagará cuando estemos en la cama -Admitió con una sonrisa de superioridad.
- Sí es que termina en tu cama -Se burló otro- Cuando lo tenga debajo de mí pienso ver sí esa lengua ponzoñosa suya sirve para algo más -Antes de que Lily pudiera escuchar más vulgaridades tronó los dedos llamando la atención de esos pobres desgraciados- ¿Eh? -Las puertas se cerraron de golpe mientras ella se levantaba dejando que su magia fluyera, Harry estaba muy ocupado castigando a los violadores por lo que podría encargarse ella de esos bastardos.
- Pero miren lo que llegó -Susurró pero el silencio era tan denso que fue escuchado con perfecta claridad, todos voltearon a verla- Parece que unas alimañas no conocen su lugar ¿En verdad son tan cortos de cerebro que creyeron que tenían una oportunidad con mi hermano? -Cuestionó levantándose de manera elegante
- Oye, Lily... -Intentó decir Dennis Avery pero fue empujado contra el suelo y el aire comenzaba a faltarle, detrás de una columna del patio se encontraba Regulus viendo todo con los ojos abiertos.
- No te atrevas a decir mi nombre con tu asquerosa boca -Murmuró dejando que su magia aplastara a todos ellos- Todos ustedes buscan acostarse con mi hermano ¡Qué repugnante! Mi hermanito, parte de sus sueños húmedos y sus fantasías, usando su nombre para sus vulgaridades, no me agradan los pervertidos -Aseguró mientras el asco se apoderaba de su voz- Y mi hermano está muy ocupado castigando a sus otros compañeros por atacar a esa pobre chica, por lo que creo que yo me encargaré de ustedes -Dijo lo último en un tono conformista sacando su varita de entre sus túnicas.
- ¿De qué hablas niña? Mejor volvamos por donde vinimos y te llevo con tu hermano -Opinó uno de séptimo intentando ignorar la inmensa presión que podía sentir, magia oscura, magia negra tan antigua que parecía simplemente salir de lo normal incluso para magos de familias tan oscuras como ellos, además de que el aire se volvía difícil respirar.
- Un dato curioso, no solo Severus y Harry pueden crear maldiciones o hechizos, este es uno propio Ósea Fractionis -Apuntó con maliciosa elegancia a la pierna de Dennis Avery, un horrible crujido fue escuchado antes de que el chico rugiera de dolor.
- ¿Q-qué diablos le hiciste? -Preguntó el de séptimo Altaír Carrow, primo mayor de los gemelos Carrow, viendo a la chica que jugaba con su varita con elegancia sin dejar de lado el aura maligna que emitía.
- ¿Eso? Es solo una pequeña maldición de mi invención, rompe los huesos y en un cuarto de hora volverán a unirse en teoría, todo el proceso es... doloroso, no me gusta usar este tipo de cosas, pero cuando intentan fastidiar a mi pequeño hermanito hago pequeñas excepciones -Reconoció apuntando a otro de ellos, que parecían muy atontados por ver a la siempre buena y amable gemela Evans tomar una actitud tan diferente, lo que los volvió presa fácil para otro Ósea Fractionis.
Regulus miraba asustado toda la escena, alumnos de diferentes años luchando por abrir las puertas del patio intentando alejarse de la chica que ahora parecía mover su varita como si organizara una orquesta invisible, y de pronto Regulus tuvo una idea de lo que había hecho que los Evans fueran reconocidos como los magos que eran, mientras Lily movía su varita los alumnos parecían ser azotados por fuertes látigos, no le gustaba infligir dolor a otros, ese era más el estilo de Harry (Aunque el propio no solía hacerlo sin un motivo) pero cuando alguien apuntaba contra su hermano su instinto de hermana mayor protectora salía a la luz, además, no podía permitir que nadie creyera que ella era una brecha en las defensas de Harry por lo que sí debía mostrar su punto lo haría gustosa.
Pasados unos minutos los siete se retorcían en el suelo sufriendo el dolor de las maldiciones, se acercó con paso lento, Regulus podía encontrarle cierto parecido al ballet, antes de posarse frente a esos alumnos, elevó su varita dejando estelas de hilos plateados en el aire que se adentraron en las cabezas de los chicos.
- Es una lástima que no pueda dejarles esto como recuerdo, pero, no sé si fueran a ir con algún profesor o alguien más por lo que tendré que callarlos, al menos me consolaré sabiendo que sus sueños serán intranquilos por un tiempo -Susurró antes de escuchar un ruido cerca, volteó a los arbustos pero no había nadie, Regulus se había escondido haciendo caso a la mejor idea posible, que no lo descubrieran.
Un rato después la pelirroja salió de ahí dejando a los siete chicos inconscientes que despertaron casi media hora después, levantándose como si no les hubieran roto los huesos o lo que fuera que le hubiese hecho Lily con esos movimientos de orquesta, caminaron chocándose con otras cosas hasta que parecieron enfocar donde estaban, se fueron del lugar caminando lentamente.
- Debo decirle esto a Bellatrix -Aseguró antes de emprender carrera hacía su sala común.
Por otro lado Harry caminaba con dirección de los cinco chicos que creían que podían abusar de alguien en el castillo de su antepasado, podía sentir la presencia de Bella y de Andrómeda, quería suponer que no pensaban atacarlas o que los Black se habían relacionado a esos hombres y sus horribles actos como aliados.
Bella estaba viendo a los cinco alumnos de séptimo que habían atacado a Mary Doll, tal vez movida por Andrómeda o los ataques de heroísmo de Harry, estaba dispuesta a combatir contra ellos, puede que inclusive solo lo hiciera para quedar mejor con Evans y unirlo más a su familia, antes de que cualquiera pudiera mover su varita las antorchas se apagaron una por una mientras un aire helado inundaba el pasillo además de llenarlo en una inmensa oscuridad que evitaba que vieran más allá de sus narices, las antorchas volvieron a encenderse desde donde ellos estaban hacía el fondo del pasillo, las antorchas sostenían fuego verde.
La luz revelaba cada vez más hasta dejar el pasillo completamente iluminado, al final del pasillo se podía observar a Harry caminar lentamente acercándose a ellos lentamente mientras el fuego danzaba haciendo que las sombras tomaran la forma de serpientes.
- Oh ¿Qué te trae por aquí Evans? -Preguntó uno de los alumnos de séptimo intentando parecer tranquilo, una inmensa fuerza lo lanzó contra la pared arrancándole el aire de los pulmones.
- ¿E-Evans? -Cuestionó otro de ellos que entendieron que probablemente ese niño había descubierto lo que habían hecho, las sombras de las paredes cambiaban pasando de leones a serpientes y viceversa, con cada paso una terrible presencia se cernía sobre todos ellos, los alumnos de séptimo se arrodillaron por el terror.
- Bella, Andrómeda, váyanse de aquí -Ordenó mientras elevaba su mano dejando que su magia fluyera para que el aire se volviera más denso y pesado