FLASHBACK
24 de octubre de 2012
-Alexa Montgomery- digo dejando las bebidas sobre la mesa, este chico no va a dejarme en paz, se ve tan alegre y emocionado, que es casi imposible negarme otra vez a decirle mi nombre
-Mi nombre es Eithan Stewart- toma por el cuello a un chico a su lado –Y este es mi hermanito Derek- al parecer están ya algo ebrios, es la quinta vez que vengo a su mesa en toda la noche
-Un gusto- sonrió una última vez, esta guapo, ojos rasgados azules, cabello largo, un pequeño rastro de barba, un tipo varonil, pensé cuando entro por la puerta, fijando sus ojos brillantes sobre mí cuando yo pasaba por su lado, eso hasta que después de la tercera cerveza tuviera su corbata torcida, la camisa hacia afuera, sus cabello completamente despeinado y estuviera pidiéndome mi nombre desde entonces, las personas a su alrededor están elegantes, incluso los 3 chicos algo más jóvenes que él, sin embargo él ya es todo un desastre, es gracioso, como su familia trata de controlarlo, no es un borracho común, grosero o abusivo, o por lo menos no ha llegado a esa etapa de la borrachera, es un borracho muy muy feliz por algún motivo que realmente no quiero averiguar
-Le gustas eh- comenta Robert dejando 4 cervezas en frente de mi –Desde que llego se la ha pasado mirándote
-No lo creo, está ebrio hasta los talones, así se ponen todos después de 3 tragos- ruedo mis ojos y escucho a Robert reír, tomo las cervezas y la llevo hasta la otra mesa donde están unas cuantas chicas que no le quitan los ojos a mi amigo, pobres, me acerco de nuevo donde Robert, son ya las 12, tengo que irme, mañana debo estar reluciente para la entrevista, quito el mandil de mi cintura junto a la camisa blanca
- ¿te vas ya? - pregunta Robert sacando mi bolso del cajón
-Sí, mañana es la entrevista- le digo emocionada
-¡Ay! Santo cielo niña –se tumba sobre la barra y rodea sus brazos en mi –Te van a dar ese trabajo- dice mientras llena mi cara de pequeños besos; hasta hace 5 minutos todas las chicas a nuestro alrededor pensaban que podrían ir a la cama con él, lo siento, es muy muy gay
-Espero que sí, lo anhelo
- ¿Ya le dijiste a tu padre?
-No aun no me habla, esperare a que me llamen no quiero que por ser su hija me den el puesto, me lo ganare yo misma- digo orgullosa, es mi primera entrevista, llevo 4 meses aquí en new york recogiendo algo de dinero, salí de Australia con muy poco dinero y recién graduada de criminalista, una chica inexperta en la gran cuidad
-Bueno ve, me cuentas todo- mi mejilla recibe un fuerte beso de su parte
-Claro que si- voy hacia la puerta
-Oye- escucho la voz de un hombre, volteo - ¿por qué te vas tan rápido ale?
-Alexa- le corrijo al pobre tipo que viene hacia mi tambaleándose
-Está bien Alexa agresiva, me respondes entonces- se apoya sobre el borde de la puerta para no caerse
-Mi turno ya termino-. Espero sonar seria, no quiero que tome confianza y se propase conmigo
-Te podrías quedar con nosotros, esta toda mi familia allí- miro hacia donde señala
-No gracias
-Entonces ¿me darías tu número de teléfono? Podríamos tomar unas cervezas, tener una cita, salir –frunzo el ceño y tuerzo mi boca, sí, estoy poniendo en juicio su comentario, el ríe
-No salgo con borrachos- pone sus ojos como platos
-Yo no soy un borracho- miro detenidamente su corbata y camisa, el lo nota, la acomoda mientras se pone derecho, me causa gracia y rio, miro hacia donde está su familia y me encuentro con dos jovencitos mirando uno de ellos el que me presento hace un momento
- ¿un café? - lo miro fijamente, me encuentro con su sonrisa de lado, siento un cosquilleo en mi palma, es extraño, le devuelvo la sonrisa, ha entendido el mensaje–Un café será- no respondo y salgo del bar, le dio adiós con mi mano y el entra, es simpático, quizás el primer chico con el que pueda salir aquí, aparte de Robert, mi jefe y su hijo que me han brindado mucho desde que llegue, no he conocido a ningún otro que logre impresionarme
Al llegar a casa me encuentro con mi tierno hijito esperándome en la puerta, Kobu, un pastor alemán que me regalo mi padre y que pude traer aquí, dejo mi maleta y comienzo a arreglar todo para mañana: certificado de antecedentes, resultado de mis exámenes médicos, test de drogas, identificación y la carta de recomendación escrita por un profesor de la universidad, todo parece estar en orden, necesito conseguir ese trabajo pronto.
...
-Montgomery de Australia- es la primera vez que comenta algo desde que llegue, un hombre serio y de carácter fuerte, voz gruesa, tiene una cicatriz en la parte posterior de su ceja, un poco grande para ser precisa, miro por la habitación y me encuentro con distintas conmemoraciones en su nombre, al parecer también buen policía, deja la hoja a un lado y dirige su vista hacia su computador, me mira, creo que me intimido un poco –Cuénteme señorita Alexa, ¿Qué hace la hija de un ex capitán de las Fuerzas Especiales de Australia aquí en mi comisaria? Debería estar en su hogar junto a su madre o en un caso especial como el suyo, siendo una comandante
-Comandante Rommer, buscar trabajo, es algo que alguien del común con los estudios finalizados, con suficientes capacidades intelectuales y suerte para llegar a los estados unidos hace después de obtener su residencia ¿no cree eso usted? - sostengo mi mirada en él, que lo último que crea es que causa en mi temor
-Usted no es alguien de la común señorita Montgomery, me han contado que era de las mejores soldadas que tenían, buenas estrategias planteadas, muy meticulosa, digna hija del capitán ¿Por qué rechazar la oportunidad de ascender a rangos mayores como su padre?
-Porque yo no soy mi padre- protesto, tomo aire y me fijo en él, parece asombrado con mi comentario, segundos después de calmarme prosigo diciendo- Para ser un soldado se necesita pasión, valentía y rigor, y yo no lo tengo, al menos no para eso, encontré una profesión que me ofrecía mas que cargar con un arma o crear estrategias para combatir, la criminalística, y creo que eso es lo que importa, yo, no mi padre, puesto que soy yo quien planea conseguir el trabajo aquí en su comisaria- su mirada es penetrante y retadora, casi imposible de saber que está pensando, pero esto no me asusta, estoy segura de mí y como mi padre me lo dijo "Nunca, nunca dejes que alguien pueda creerse más fuerte que tu", vuelve a mirar mis papeles, lee de nuevo
-La llamaremos en el caso que sea la indicada para el puesto, gracias- tiende su mano, la tomo, tomo mi bolso y me dirijo a la puerta
-Tenga buen día- digo antes de abrir la puerta
-Señorita Montgomery- giro mi rostro para verlo –Es usted una imagen de su padre- abro la puerta y salgo de allí, no sé qué acaba de pasar, es una falta de respeto cuestionar mis decisiones y más involucrando mi vida personal, habrá otra comisaria la cual buscar, lo hare y se arrepentirá, mi curriculum es 10/10, al igual que mis antecedentes, que mejor que tener a una ex soldada hija de un capitán trabajando en una simple y ordinaria comisaria, ja, se lo pierde completamente, y yo pensando que por mi padre me darian el empleo, completamente equivocada
...
Son las 5, el bar abrirá dentro de poco, organizo algunas mesas, llevo copas aquí y allá, Robert aun no llega, necesito uno de sus tes, además necesito un amigo, drenar de alguna forma todo esto que paso hoy, es el único en quien confió y sabe realmente todo de mí, me siento en una de las mesas, pongo mis brazos encima de ella y mi cabeza sobre ellos, a mi lado izquierdo está el ventanal de vidrio que da en dirección hacia la calle, intento tapar con mis brazos mis ojos, no quiero que la luz me roce, el cielo esta hermoso ni pareciera que fuera un día tan malo, me siento cansada, agobiada, quizás muchas emociones en conjunto, y solo por 20 minutos que duro aquella entrevista
-Hola- escucho una voz y siento una presencia a mi lado, alzo mi rostro, espero que mis ojos se acostumbren de nuevo a la luz, ¿Quién carajos le dijo que hoy podríamos tomar el café?
- ¿y tú que haces aquí?
-Bueno- se sienta en frente de mi -como no me dice tu numero anoche, supuse que te gustaría un café antes de tu jornada laboral, así que adelante- me tiende el vaso
-Gracias- aunque no quisiera admitirlo, y no sea nada parecido a los tés de Robert, esto podría servir un poco, nos quedamos en silencio, trato de no cruzar mi mirada con la suya, aunque siento como esta detallándome
-Muy pocas veces tomo, lo de ayer, como estaba, era con una razón muy especial, no quiero que pienses que soy un borracho, creo que es la primera vez que mi familia conoce esa faceta, fui la burla de mis hermanos
- ¿y cuál era esa razón? - dije que no me incumbía pero ya es obvio que debo saberlo
-He conseguido trabajo en una multinacional
-Sí, ¿Cuál?
-En GarderWen- he leído varios artículos de esa multinacional, es muy famosa por los tratos que ha hecho con los diferentes países de Latinoamérica, y que la mayoría de ellos ha hecho crecer su economía en gran escala, casi alcanzando el 1 puesto en los estados unidos con sus ingresos
-Carajo, una gran empresa, ¿y en que vas a trabajar?
-Seré el contador del principal accionista, tendré ayuda de mi padre durante un tiempo para adecuarme bien al puesto, él también era contador, pero decidió tomarse un tiempo, así que yo soy su reemplazo
-Bastante bien- un niño rico, el mal concepto en que los tengo es suficiente para que el caiga en uno más del montón, he conocido tantos en estos meses, ahora si el silencio es incomodo
–esto no es una cita lo sabes ¿no? - digo tomando un poco de mi café y mostrando simpleza en mis palabras, aun así, el sigue emocionado, ojalá no se cree ideas equivocadas, podría romper su racha de buena suerte
-Si lo sé, entonces es el momento donde tú me das tu número y acordamos una cita
-Es el momento donde yo tengo que ir a trabajar- me pongo de pie –gracias por el café Edward- lo digo apropósito
-Eithan- dice –Vendré todos los días a traerte café hasta que tengamos una cita
-No tendremos una cita-le respondo, mientras me alejo
-Tendremos más que eso- grita