La primera vez que Perú notó que su relación con Estados Unidos era diferente a la que este tenía con Rusia fue cuando, sus hermanos, los latinos organizaron una fiesta, metiendo todo tipo de bebida alcohólica.
Todo había sido muy divertido, veía como su novio lo tomaba por las caderas, lo miraba mientras bailaba; sin embargo, éste no iba más allá de eso, no le daba ni un beso; ni si quiera, un abrazo. Es cierto que si acariciaba su mejilla, lo hacía de una forma suave que parecía que podía quedarse dormido con ese tacto, incluso sentía como su corazón le pedía ir por más, tomar a ese chico que lo volvía loco y solo acortar esa distancia para probar sus labios.
No obstante, todo su progreso se vio arruinado y no, no fue por Rusia, mucho menos por sus hermanos sino por el alcohol que estaba tomando efecto en el rubio.
—Creo que deberíamos irnos ya.— comentó el moreno tomando las manos de su chico, pero fue sorprendido por este ya que las aparto de inmediato. El peruano ante tal acción se quedó atónito, pero no le tomó mucha importancia, después de todo USA no estaba dentro de sí.
—Quiero continuar con la fiesta, todo esta bien.— arrastró esas palabras y las vocalizo de forma errónea, era obvio que ya estaba ebrio. Perú suspiró y aceptó a regañadientes porque vamos, él no podía cargar a su chico sin que pusiera de su parte.
—Oye. . .— una voz seria y bastante grave retumbo en sus oidos, ahí estaba parado aquel chico alto conocido como Rusia.— USA — esta vez parecía que el de lentes oscuros ponía toda su atención para escuchar al contrario.
—¡Honey!— Bien, ahora el morocho era quien estaba interesado en todo eso, el chico que robaba cada suspiro enamorado de él, ahora le ponía apodos cariñosos a otras personas. . .Perú trataba de mantener la calma y no estar celoso, nada de celos, Rusia y su enamorado solo eran amigos, nada más y el confiaba plenamente en eso.
—Ugh, apestas a alcohol, vamos es hora de que descanses o seguro mañana tendrás un dolor de cabeza terrible.— Algo que impacto a Perú, además de la actitud cálida de Rusia y de que le haya sonreido a USA, es que su chico permitió que este le tomara de la mano y lo peor es que su contrario pudo lograr, lo que él no, a pesar de hablar de forma dulce al de habla inglesa
El bicolor sonrió a medias, quedándose en medio de la fiesta, trago cada una de sus lágrimas después de todo Rusia solo era el gran amigo de USA y no tenía que malinterpretar eso, no tenía que exagerar.