Desperté alrededor de las seis de la tarde, asustado. Era uno de esos momentos que no sabías que día era, ni en que época estabas y todo a mi alrededor era demasiado confuso. Estire el brazo para tomar mi teléfono de mi mesita de al lado y el brillo impactó mi rostro.
—Mierda.
Parpadee repetidas veces para acostumbrarme a la luz y poder checar mis mensajes. Pasee mi dedo en las diferentes conversaciones, mamá, KangIn, el grupo de los idiotas, SungMin y un número que ni siquiera tenía registrado.
"DongHae, hola. Soy HyukJae, le pedí tu número a KangIn espero no te molestes.
¿Podemos hablar?"
Aventé el celular y como si de un resorte se tratase me levanté de la cama, mierda, mierda, mierda. HyukJae había conseguido mi número.
—¡Juro que te voy a matar Kim KangIn! ¡Lo juro por mi madre!
Me lancé de nuevo a la cama y tomé el teléfono, tenía que parecer cool después de todo, no quería que Hyuk supiera que me estaba llevando la mierda.
"Claro, no pasa nada.
¿De qué quieres hablar?"
Aplasté el botón de enviar y solo unos segundos tardaron para que Hyuk estuviera en linea y contestara mis mensajes.
Wow, este tipo estaba esperando por mi.
"Me gustaría poder hacerlo en persona, ¿puedes venir a mi depa? Compraré pizza para que comamos"
¿Quien se cree este idiota? ¿Cree qué va a ganarme con pizza?
"Claro, Hyuk. Pásame tu ubicación, iré en un rato"
Eres grande, Lee DongHae.
La ubicación llegó al instante y un emoji de aprobación por parte de Hyuk fue lo que hizo finalizar la conversación. Tomé una gran bocanada de aire y mis dedos se movieron en automático para marcar el teléfono de KangIn.
Respondió.
—Querido amigo, quiero decirte que hoy es mi ultimo día en la tierra, te agradezco me hayas brindado tu amistad. Por favor cuida mucho de SungMin, es el único ser que puede soportarte como novio, dile a mi madre que la amo demasiado. Quiero dejarte todos los FIFA que tengo porque sé que te importan una mierda y no les vas a hacer nada.
—¿De qué mierda hablas, perdedor?
—Te comento que acabo de despertar de la resaca y tu pendejo amigo Lee HyukJae con quien desperté hoy en la cama, gracias, acaba de mandarme un mensaje, como si no supieras ese detalle pedazo de pendejo. Y quiere que vaya a su casa, lo cual significa que me está esperando con una revolver en la mano para dispararme en el entrecejo.
—Buu, que aburrido. Pensé que me había pedido tu número para mandarte vídeos de como se la estabas mamando ayer.
—Vete a la mierda.
Las carcajadas de KangIn aturdieron mi oído, tuve que separar el celular de mi porque creo que me había quedado sordo. Caminé hasta el closet para buscar ropa cómoda, tenía que lucir fresco y nada arrepentido de mis 24 años de vida.
—Tranquilo, todo va a estar bien. —SungMin era quien había hablaba ahora, mi amigo había puesto la llamada en altavoz—. Es muy obvio que quiere aclarar la situación y la verdad es que todos queremos saber que pasó.
Un cosquilleo apareció en mi estomago, los nervios habían llegado ya a decir hola.
—¿Y si no voy?
—¡Tienes que ir! —Hablaron los dos al mismo tiempo, fruncí el entrecejo, estos idiotas solo querían chisme—. DongHae, escúchame, estamos hablando de HyukJae, el chico del que llevas enamorado cuatro años, tal vez esta sea una oportunidad muy grande para ti.
Hace mucho no escuchaba a KangIn decir algo inteligente. Terminé asintiendo con la cabeza para animarme, sé que no los veía pero podía estar seguro que ambos estaban con los puños levantados en modo de apoyo, tenía que enfrentarlo y aclarar todo, después de todo yo también me moría de ganas por saber que había pasado.
—Les hablo más tarde.
Colgué sin esperar respuesta y me apuré a cambiarme. 30 minutos después me encontraba frente a la puerta del que creía yo era el departamento de HyukJae, al menos que la ubicación estuviera incorrecta y me haya mandado a otro lado.
"Estoy afuera"
Mandé el mensaje y guarde mi teléfono. Todavía podía huir, digo, Hyuk no iba a alcanzarme. Probablemente si me iba y me mudaba de ciudad, me cambiaba el nombre y me hacía heterosexual, todo iba a estar bien.
Moví el pie con desesperación y la puerta se abrió dejando ver a un hermoso chico de cabellos castaños y ojos demasiado rasgados los cuales me hipnotizaban, tal vez era la reencarnación de Medusa y yo estaba convirtiéndome en piedra, mi plan iba a fracasar desde ya.
—DongHae, hola. —Habló y el ambiente se volvió incomodo desde ya—. Pasa.
Ingrese al departamento, era la primera vez que estaba en ese lugar. Alguien por favor pellízqueme que no podía creer que estaba ahí. Examine sin mucho detalle el lugar, era amplio, un poco más que mi propio departamento y tenía una pequeña sala con una mesa en medio y una caja de pizza en ella, una televisión frente al sofá más grande y un estante debajo de la televisión con lo que suponía yo eran películas o discos de música.
—Tengo mucha hambre, que bueno que llegaste ya.
Me senté en el sofá más grande, mostrando solo mis dientes en modo de sonrisa, por favor que esto pasara rápido. Por supuesto que primero iba a comer la pizza, pero que todo pasara rápido.
—Oye, respecto a lo de hoy... —Menciona Hyuk pasándome una rebanada—.
—Entonces te acuerdas. —Comenté dandole una mordida. Hyuk casi se atraganta—.
Lo vi removerse incomodo y cuando al fin obtuvo su rebanada se sentó en el sofá para una sola persona.
—Claro que me acuerdo, después de todo no me puse tan ebrio como lo estabas tu.
Trague con dificultad y mis pies empezaron a moverse inconscientemente, me estaba llevando la mierda de los nervios que tenía.
—Hyuk, discúlpame, yo sé que no te sientes atraído por los hombres y mira, estaba borracho, no estaba en mis cinco sentidos. Y cualquier cosa que haya pasado, porque de verdad no me acuerdo de lo que pasó, quiero decirte que lo siento y que por favor no me rompas la cara con tus puños que pretendo vivir de mi belleza.
—Espera, espera. —Hizo una pausa y me observó con una cara de pocos amigos por mi ultimo comentario—. ¿De verdad no te acuerdas de nada? ¿Hasta donde llegan tus recuerdos?
Negué con la cabeza y mordí mi pizza con desesperación, abulte mis labios intentando recordar que había pasado después de las tres de la madrugada que según KangIn fue la hora que nos quedamos solos.
—Tomamos una bomba, estábamos el KangMin, tú y yo. —Mordí la orilla de la pizza, mierda, esto era demasiado difícil—. Recuerdo que uno de mis retos fue tomarme mi bomba a pecho y creo que ahí se me borró la memoria.
Lo observé con las cejas muy alzadas y él estaba muy pensativo. Bueno, ¿iba a decirme o no?
—DongHae no sé como decirte esto... juro que no me aproveche. —Está bien, esto estaba tomando un camino y no sé cual era—. Cuando KangIn y SungMin se fueron a lo que creo yo, coger. Nos quedamos solos tu y yo y... bueno, ambos estábamos borrachos y digo, eres un chico demasiado guapo y solo me hiciste dudar demasiado.
No sabía si esta era la pausa para que yo pudiera comer otra rebanada de pizza.
—Te pregunté si verdad o reto y me dijiste verdad, yo te pregunté quien era la persona que te gustaba.
Oh,
no,
mierda,
no.
Los recuerdos estaban llegando ahora.
—Te reíste y me dijiste, reto...
Hizo una pausa larga y mi cabeza explotó, la imagen de HyukJae el día anterior, burlándose de mi ebriedad había llegado a mi, el calor en mi cuerpo se estaba expandiendo tan rápido que no podía creer que esto era de verdad.
Todo yo estaba temblando y mis palabras se estaban empujando para salir.
—¡Mi reto fue besarte!