Sumergida en la oscuridad de aquellas cuatro paredes, una joven de serio semblante se encontraba observando, aparentemente, a la nada, a cualquier otra persona se le dificultaría ver en aquella habitación, para ella este no era el caso; mientras inspeccionaba aquel sombrío lugar se percató de los pasos que lentamente se iban acercando al ya mencionado y minutos antes de que abrieran la puerta ésta ya había fijado sus orbes azulados en la entrada.
Un hombre de un, aproximado, metro ochenta y de mirada severa ingreso a la oscura habitación y, sin perder de vista a la pelinegra cerró la única puerta del lugar, tras haberlo hecho se sentó en la silla ubicada frente a la joven y dejando sobre la mesa algunas carpetas empezó a hablar.
–Está preparada para hablar, señorita Montagne. – Su voz transmitía la misma severidad que sus ojos.
–No tengo nada para decir. – Contesto con sus ojos fijos en los suyos.
–Sabe perfectamente que mi paciencia con usted se está acabando y no dudaré en regresarla al área de máxima seguridad si no me dice lo que sucedió hace dos semanas – Amenazó.
–Haga lo que quiera, al fin y al cabo aunque diga la verdad no me creerá, así que es innecesario que sigamos hablando. – Dijo con indiferencia.
– ¡¿No teme a ser enviada junto a sus revoltosas tres amigas?! – Empezaba a alterarse ante tantas negativas por partes de la chica.
–Como ya sabrá por mis antecedentes, esa es la menor de mis preocupaciones.
–¡Sí, exactamente por sus antecedentes sé que, tanto usted como su grupito de amigas son totalmente capaces de lo que hicieron!
–Y justamente por lo mismo es innecesario que yo gaste mi tiempo en una explicación que no piensa tener en cuenta, agente Blake.
Aquel hombre estaba tan enojado en aquel punto que no notó dos cosas: primero, el hecho de que el brazalete supresor del quirk de la chica estaba desactivado y, segundo, la mariposa color ónix que se coló por debajo de la puerta.
***
Mientras Alexandra estaba en la sala del interrogatorio un poco más lejos en una habitación un poco más amplia se encontraban cuatro chicas conversando, mientras esperaban indicaciones para actuar, sin embargo una de ellas estaba más alterada que las demás.
–¿¡ Cómo pueden estar tan tranquilas !? ¡Llevamos casi dos semanas aquí y ustedes están como si nada! – La joven de cabello castaño y puntas rojizas empezaba a alterarse un poco, y cómo no, si no había forma de que estuviese implicada y además nadie parecía querer escucharla, ni a las demás chicas en realidad.
–No te preocupes, Den, ya hemos estado en una situación similar antes, y dentro de poco Alex hará su primer movimiento para sacarnos de aquí. – Le dijo Jenny muy segura de ello.
–¿Están seguras? No es que dude de Alex ni nada, pero miren que ni siquiera nos creen que no tuvimos nada que ver.
–Estamos seguras, si es capaz con el trío monstruoso es capaz con todo. – Habló con seguridad la más baja de entre las cuatro.
–Además esta mañana nos confirmó que ya tenía un plan estructurado y que estuviésemos atentas. – Nada más Eliza terminar de decir aquello una mariposa entro por debajo de la puerta dándoles la señal que tanto habían esperado.
Al igual que el de Alex el brazalete de Ann también estaba desactivado lo que le permitió llevar a cabo su jugada, primero desactivo los brazaletes de las demás chicas en aquella habitación y con un poco más de esfuerzo desactivo igual los del trío monstruoso que se encontraban en máxima seguridad, a continuación prosiguió manipulando el sistema tecnológico de aquel cuartel consiguiendo así desactivar cualquier arma que se accionara ante su huida.
Jenny actuó luego de ella y de una patada logró tirar la puerta que las separaba del corredor, al hacerlo salieron todas cuatro, Jenny de primera, Eliza lego junto con Den y detrás Ann, siguieron avanzando hasta llegar a la sala de interrogatorios y Jenny hizo lo mismo, al conseguir entrar Alex ya había conseguido dejar inconsciente al agente Blake y estaba en el otro extremo de la habitación, en poco tiempo por el caos empezarían a ser atacados por el resto de agentes en el lugar debían actuar rápido.
***
Nanna, Annie y Zohar se encontraban cada una en cuartos separados pero contiguos, no podían correr el riesgo de mantener a tres individuos altamente peligrosos en una misma habitación, pero definitivamente no previeron que todas intentarán escapar aquel día, se vieron obligadas a hablar entre ellas con voz alta para poderse escuchar a través de las paredes que las separaba.
–¿Creen qué nos retengan mucho más tiempo aquí? – Preguntó Annie a las otras dos chicas, sin poder encontrar una forma cómoda de estar.
–No lo sé, pero espero que sí, un ser superior como yo no puede seguir durmiendo en estas cosas que simulan ser camas.
Aquel trío de chicas, no estaba al tanto del plan que se iba a llevar a cabo ese mismo día, sabían que Alex iba a pensar en algo pero no sabían el qué, ni el cuándo. Justo después de Ann haber desactivado los brazaletes del trío monstruoso estas entendieron que sea lo que sea que debían hacer era ya y empezaron a moverse también, Annie con su quirk desintegró parte de las puertas, primero la suya y la de las otras dos chicas, siguiendo con aquellas que separaban el área de seguridad máxima del resto de las instalaciones, Zohar corría detrás de Annie y de última iba Nanna usando su particularidad para conseguir repeler el quirk de los agentes de pudieran atacar de la nada, les tomó poco tiempo llegar con las demás chicas.
Ya estando juntas siguieron evadiendo la seguridad hasta llegar a la entrada del lugar, al encontrarse frente a la puerta de salida había un grupo de por lo menos 40 hombres listos para evitar que ellas salieran de ahí, pero no contaban con las habilidades físicas de algunas de ellas y lo destructivo que llegaba a ser el trío monstruoso, al estar unas calles lejos de las instalaciones Ann contribuyo en el robo de un auto lo suficientemente amplio para caber las 8 chicas y alejarse de allí.
***
Ya en el auto, mientras Alex manejaba Zohar se dispuso a hablar.
–¡Eso fue asombroso! Hace demasiado tiempo que no hacíamos algo así. – Dijo muy emocionada.
–Si, como la vez en que hicimos explotar aquel edificio en las afueras. – Mencionó Annie, orgullosa de aquello.
–Eso fue dos días antes de que nos arrestaran. – Les recordó Alex, no muy feliz de aquella hazaña.
–Pero se siente como una eternidad. – No pudo evitar puntualizar la de orbes carmesí.
–Ann, ¿puedes averiguar dónde se encuentran Nils, Kaede y Rose?
–Por supuesto.
***
Kaede se encontraba interrogando amablemente a un tipo con apariencia de drogadicto que al parecer presenció el ataque por el cual se les culpaba, aquel tipo estaba al borde del colapso pues durante dos días a estado pasando por demasiadas cosas, tortura tras tortura, su único descanso era en el momento en que intercambiaban de lugar las dos chicas que ha estado viendo durante su estadía allí, una de cabello castaño oscuro y una pelinegra, la cual lleva un parche cubriendo uno de sus ojos, aunque sabía que había otra, la escuchaba de vez en cuando entrando al lugar y hablar con sus torturadoras.
Kaede estaba que mataba a aquel tipo, desde que lo habían llevado allí lo único que había revelado había sido una tarjeta de acceso que tomó del lugar donde sucedieron las cosas, y nada más; en vista de que aun pueda ser de utilidad, prefirió salir a tomar algo de aire, pero no había llegado a la puerta aun cuando Nils apareció en su campo de visión.
–¿Sigue sin decir nada más aún? – La chica de mirada lila, negó.
–Es un tipo muy inusual, cualquier otro en las mismas circunstancias ya habría dicho de todo, o al menos habría rogado por su muerte, ya varias veces. – Analizó Rose.
–Es muy extraño, hay algo que en definitiva no nos quiere decir. – Pensó en voz alta la de piel morena.
–Tal vez si analizamos más a fondo esta tarjeta de acceso y lo usamos en el interrogatorio capaz y conseguiremos algo más de él.
Tras analizar la procedencia de la tarjeta y listos para continuar con su arduo interrogatorio, descubrieron que el lugar donde se suponía debía estar su testigo solo había cenizas y nada más, el enojo que se sentía en aquel lugar era inmenso, tanto así que hasta podría dificultar el respirar, minutos después llegaron las demás chicas al lugar y tras escuchar lo recién acontecido por parte de Rose.
No les quedo de otra más que investigar en el lugar de su única pista, deberían ir a Japón, más exactamente a la Academia U.A.
Sin embargo no tuvieron tiempo de pensar mucho en aquel lugar pues los agentes espaciales, de aquella organización secreta que hasta hace poco las tenía encerradas, les iban a encontrar pronto por lo cual tuvieron que tomar prestado un avión para poder dirigirse a Japón y pensar en su siguiente movimiento.
º
º
º
º
º
Chicas, primero que todo disculpen la tardanza para iniciar este grupal, si bien tenía ideas y demás no encontraba momento para escribir; también me disculpo por la poca participación de algunas en este prólogo, lo más probable es que en el primer capítulo tengan más aparición y diálogos, o eso creo.