- Falta una hora para que sea 29 de abril – repitió por quinta vez el castaño, Chuuya lo miro de reojo con una expresión que decía “Ya me lo habías dicho”, pero Dazai ignoro esta expresión, sonriendo emocionado- ¿Qué te gustaría de regalo, Chuuya? Porque he pensado en que regalarte durante un tiempo, pero no logro tener una idea – comento el castaño sentándose en el concreto de la calle con un suspiro de cansancio - ¿Quieres Shampoo? Nunca está de más el Shampoo
- Dazai…
- ¿Te agrado la idea? – dijo este emocionado enfocando la vista en Chuuya – Sera Shampoo entonces, también quería beber algo contigo, cumplir 18 años es algo que se debería celebrar emborrachándote ¿No sería divertido?
- ¿!Podrías concéntrate en la misión?! – gruño Chuuya pateando la cabeza del sujeto que intento disparar a Dazai, fue fácilmente noqueado. El castaño hizo una mueca por la orden del pelirrojo, pero no se levantó de su lugar en el suelo, en cambio, tomo una ramita y comenzó a dibujar ficticiamente en el suelo con un aura de tristeza
- Nunca me pides nada, ¿Debo entender que no me necesitas? Siento que no le estas dando la importancia que deberías – dijo entre dientes este
- ¡Dazai, hablaremos de esto en el departamento! – gruño este golpeando a uno de los sujetos que se acercaba a atacarlo
- Siempre dices eso y luego terminas por decir que no quieres nada – espeto el castaño en cambio
- ¡Te estas comportando como un niño! – espeto Chuuya deteniéndose de atacar, permitiendo que los subordinados dispararan, se acercó a Dazai, el cual no había dejado de mirarlo
- No lo estoy – gruño este molesto, soltando la ramita de su mano
- ¿Realmente es tan importante que te pida algo? – pregunto este confundido, sinceramente no necesitaba nada, ¿Por qué tanto énfasis en su cumpleaños? Se conformaba con comer pastel como siempre
- No pude ver cada cambio que surgió en ti a través de los años – murmuro con seriedad, fulminando con la mirada al pelirrojo – Al menos déjame volver a conocerte en este cumpleaños
El pelirrojo de inmediato comprendió, sonriendo melancólico ante eso. Era primer cumpleaños que pasarían juntos desde que se habían separado. Se cruzo de brazos pensando en que quizás no le estaba dando la importancia que debería porque no solía celebrarlos desde que se fue, Kouyou solía regalarle cosas y felicitarlos, pero no hacían nada más allá de eso, ni siquiera había confiado lo suficiente en sus compañeros de Francia como para decir que día cumplía años
- No seas idiota, tu ya me conoces, Dazai – le susurro sin dudar el pelirrojo
- No me conformare hasta que conozca cada detalle que me perdí sobre tu vida, necesito ponerme al día contigo y lo hare comenzando por celebrar tu cumpleaños – respondió este de inmediato, con completa seriedad, le molestaba el hecho de haberse perdido años de vida de Chuuya. El pelirrojo se rio ante eso. Conversaban siempre, y él no le había mentido sobre ninguna de las preguntas que el castaño le había hecho a lo largo de ese año, junto con que, Dazai tampoco parecía mentirle sobre nada, ¿Qué más faltaba por conocer?
- No necesitas conocerme de nuevo – reafirmo este moviendo la cabeza a la derecha para evitar una bala que venía en su dirección, la cual se estrelló contra una de las paredes de las bodegas del alrededor del muelle. Usando su habilidad estrello al sujeto que había disparado contra el concreto. Luego volvió a girarse para mirar a Dazai – En serio, Dazai, soy feliz con estar contigo, no necesito nada más – El castaño le sonrió con dulzura, pero había algo de frustración en sus ojos que Chuuya no paso por alto, suspiro ante eso - ¿Esta bien si pido cualquier cosa? – comento finalmente
- Lo que tú quieras puedo hacerlo posible, Chuuya – respondió de inmediato Dazai, el cual se movió hacia su izquierda esquivando otra bala, volviendo al pelirrojo a la realidad, si no terminaban con esta misión pronto, iban a terminar todos los subordinados muertos por no vigilar bien los movimientos del enemigo
- Bien, te pediré algo, pero ¿Me dejarías terminar “Mi” misión”? – le dijo haciendo énfasis en el hecho de que la misión en realidad era de Chuuya y no de Dazai, el cual solo se había colado apelando a que no quería dejar fuera de su vista al pelirrojo por ese día, ya podía ver que era para continuar insistiendo sobre su cumpleaños. Cuestión que seguro traería consecuencias para el castaño, sobre todo, porque según las palabras de Mori “No podía haber un aspirante a ejecutivo y un ejecutivo oficial en el mismo lugar, porque confundía a los subordinados sobre a quién deberían obedecer”.
Chuuya lo consideraba una estupidez, no le molestaba ceder su autoridad, después de todo, Dazai no era un simple ejecutivo, era el heredero de la organización, sería estúpido no apreciar ese hecho cuando salían a las misiones. Pero, había otro problema además de ellos siendo ellos en los mismos lugares, el cual era básicamente que Dazai “Servía” a Mori, en cambio, el respondía ante Kouyou, por lo que, podría tomarse como una lucha de poderes si se intervenían en las misiones del otro. Era todo un lio la política en la mafia.
- ¿Prometes pedirme algo? – espeto este levantándose del suelo sonriendo como si le hubieran regalado el mundo, Chuuya de inmediato se alejó de sus pensamientos
- Si, ahora déjame terminar con esto
- Valeeeee, de todos modos, ya iba siendo hora – comento el castaño sacando un botón rojo de su bolsillo, Chuuya lo miro con curiosidad, el castaño solo apretó el botón tarareando por lo bajo. Se escucho un fuerte bip antes de que todo el edificio donde estaba el grupo que le habían ordenado eliminar explotara. El pelirrojo miro con la boca abierta el hecho
- Si tenías explosivos en ese edificio ¿Por qué no los activaste desde un principio? – comento saliendo del Shock unos minutos después.
- Estrategia, querido Chuuya
- ¿Estrategia?
- Bajo presión logre que prometieras que pedirías algo – explico está comenzando a caminar en dirección al auto que seguro los estaría esperando. El pelirrojo se quedó mirando con el ceño fruncido la espalda de Dazai. Luego se acercó a dar las ordenes finales, en todo caso ¿Cómo iba a reportar la misión?
El pelirrojo había llegado hace algunas horas al departamento, pero el castaño aun no llegaba de informar su participación en la misión. Miro el reloj en la pared notando que ya eran las cuatro de la mañana, eso explicaría parte de su cansancio. Pero aun así se quedó en recostado en el sillón, solo con la lámpara encendida esperando a Dazai.
Apoyo su cabeza en su mano pensativo. Su cumpleaños…No podía darle un significado del todo, cuando escuchaba eso, lo más que anhelaba era estar con Dazai, cosa que no se había logrado ni cuando eran niños… siempre ocurría algo que les impedía estar juntos para celebrar, así que, se había acostumbrado a no exigir tanto, pero ¿Se podía permitir anhelar algo más? ¿No se decepcionaría si luego no funcionaba? Sintió que sus ojos se cerraban por estas preguntas que solo provocaban que la angustia lo consumiera.
El pelirrojo abrió los ojos con lentitud ante la sensación de una mirada sobre él. Se incorporo refregándose los ojos, notando que estaba recostado bajo las frazadas de la cama que compartía con Dazai. Bostezando noto que el castaño lo estaba mirando fijamente desde el costado de la cama, le sonrió adormilado
- ¿Qué hora es? – le susurro notando que aun debía ser más o menos de noche y por la vestimenta del castaño este no debía haber llegado hace mucho
- Cinco y media – le respondió este quitándose el bléiser negro para recostarse a su lado, pero sin colocar las frazadas sobre él
- Dime que no llevas mucho tiempo observándome, Dazai – comento el pelirrojo con una ceja lazada, era una mala costumbre que tenía el castaño con él, sobre todo porque la mayoría de las noches sufría de insomnio, las cuales admitía pasar observando a Chuuya
- No llevo mucho tiempo observándote, Chuuya – comento este riéndose por lo bajo. El pelirrojo hizo una mueca
- ¿Y la verdad? - el castaño lo miro atento, como si pensara cuidadosamente sus palabras, pero finalmente suspiro
- Una hora, Diez minutos, Cincuenta segundos – el pelirrojo parpadeo sorprendido
- ¿Por qué no me despertaste? – espeto con una ceja alzada, bien, era menos tiempo que las otras veces. Ya iba agarrando el ritmo a estas tendencias extrañas de Dazai
- Parecías cansado, no quería molestarte – comento con voz suave. Parecía querer decir más, pero finalmente solo le sonrió. Chuuya lo miro extrañado
- ¿Ocurre algo?
- La hora…
- ¿Humm? ¿Ocurre algo con la hora? – comento el pelirrojo confundido
- No, no es nada…- comento este chasqueando la lengua
- ¿Te dijo algo por lo de la misión? – murmuro finalmente Chuuya refiriéndose a Mori, pensando que esa era la razón del enojo del castaño
- Como si me importara lo que me dice- espeto altanero Dazai- de todos modos, tengo que hacer estupideces de vez en cuando para que no piensen que me tiene amarrado con una correa
Chuuya se rio por ese comentario. Ciertamente Dazai no se andaba con tapujos cuando quería irritar a Mori.
- De todos modos, no vuelva a interrumpir mis misiones, Dazai - dijo finalmente Chuuya. Este hizo un puchero
- Pero hoy te ayude ¿No es eso bueno?
- Si, pero...
- ¿No merezco un agradecimiento? - interrumpió este con voz cantarina. El pelirrojo levanto una ceja mirándolo fijamente - Por favorrrrr
- !Bien!
Chuuya se levantó, estremeciéndose ante el contacto de sus pies con el suelo helado. El castaño le había quitado las calcetas y zapatos cuando lo había llevado a dormir
- ¿A dónde vas? - pregunto Dazai sentándose en la cama confundido
- Te ayudare a cambiarte las vendas como agradecimiento- respondió Chuuya acercándose al baño a sacarlas del maletín.
Cuando regreso, Dazai se había quitado la camisa para que tuviera mejor acceso.
El pelirrojo se sentó a su lado, pero al notar que sería incomodo por la altura de Dazai optó por ponerse de rodillas a su lado. El castaño simplemente sonreía
- No deberías tocar mi piel de ese modo, podría contagiarte mi aspecto- murmuro en broma el castaño
Chuuya detuvo sus manos que habían comenzado a quitar las que cubrían su torso.
- No sé de qué aspecto te quejas, idiota - le respondió este volviendo a su labor.
Sinceramente no había nada de desagradable en la forma en que se veía. Sin poder evitarlo se detuvo a observarlo. Tenía dolorosas cicatrices y pequeñas quemaduras que casi no se notaban en cada espacio que iba liberando de su piel. Sin embargo, no lo hacían menos atractivo, todo lo contrario, resaltaban sus rasgos. Aun así, se estremeció ante la vista, Chuuya no quería que sus rasgos se resaltaran de ese modo. Si tan solo hubiera sido más fuerte...si no lo hubiera dejado irse, quizás su piel no estaría marcada de este modo...
-Basta, Chuuya. Sabes que no me agrada que hagas eso - espeto Dazai capturando su mirada. Tenía el ceño fruncido. El pelirrojo lo miro perplejo
- ¿Qué cosa?
- Que te culpes - lo dijo con suavidad, aun así, los ojos del pelirrojo brillaron por las lágrimas que no iban a caer, nunca caían, cosa que siempre irritaba de algún modo al castaño, no quería que le ocultara nada, especialmente esos sentimientos que le hacían daño.
- Es mi culpa - susurro apoyándose en el hombro de Dazai - Fui débil y te falle, si tan solo...
- No, fue mi decisión y este es el resultado de mis acciones - lo tomo por los hombros separándolo de él. Instándolo a que volviera a mirarlo. Pero Chuuya mantuvo la mirada baja - Mírame - El pelirrojo levanto la mirada algo contrariado, recibiendo una sonrisa de parte de Dazai - Estoy bien, mientras no te moleste como me veo, no sufriré por esto, además, si te sigues culpando tendré que pensar que me hicieron esto porque me lo merecía
- !No te lo merecías! No digas eso- gruño enfadado Chuuya.
- Entonces deja de culparte, yo...haría lo que fuera por protegerte Chuuya, al igual que tú lo harías por mi ¿Verdad?
El pelirrojo asintió apretando los puños. Dazai para protegerlo había salido herido...y él, tuvo que irse para volverse más fuerte, ninguno de los dos estaba equivocado desde sus puntos de vista. El único errado era el que había provocado que tuvieran que sufrir.
Con delicadeza continúo sacando las vendas que quedaban, terminado con la que cubría su ojo. Esta venda siempre lo hacía sonreír, después de todo, no tenía ninguna discapacidad en este. Dazai le había explicado que era un camuflaje para Mori y una metáfora que esperaba volver realidad, aunque cuando pregunto el resultado, el castaño solo le sonrió.
Acaricio el rostro de este sonriendo con suavidad. Cosa que el castaño recibió de buen gusto, apoyándose en el gesto, recordándole al pelirrojo a un gran gato. Luego continuo por poner las vendas nuevas, acostumbrado a hacerlo por el castaño.
- Chuuya~ ¿No dijiste que me dirías que quieres de regalo? - comento finalmente Dazai al notar que la última venda estaba en su lugar. El pelirrojo lo miro pensativo, sonriendo después de unos segundos
- Salgamos a algún lado juntos - dijo Chuuya. Dazai abrió los ojos sorprendido
- ¿Eso deseas para tu cumpleaños?
- Quiero estar contigo- explico Chuuya algo nervioso - Nunca hemos podido estar de ese modo en mi cumpleaños - Dazai lo atrajo a sus brazos ante esas palabras. Él también quería estar con Chuuya.
- No eres nada ambicioso con tus regalos- comento en broma, a lo que Chuuya frunció el ceño molesto - No te enojes, me encargaré de que salgamos a algún lado, lo prometo
- No tienes que esforzarte, si por alguna razón no puedes...
- Es tu regalo, no lo dejaría de lado por ningún motivo – comento este de inmediato, pareció pensar un poco – Tengo que hacer ciertas molestias que tratar en la mañana, pero, en la noche tengo tiempo libre ¿Alguna idea de donde te gustaría ir?
- ¿El…rio? – murmuro Chuuya sin saber en realidad que hacer. Dazai se rio divertido
- ¿Quieres ir a pescar? – pregunto burlón el castaño
- ¡No! – espeto el pelirrojo avergonzado
- Déjame a mi elegir el lugar, Chuchu – dijo Dazai con una sonrisa. El pelirrojo lo miro con una mueca, seguro Dazai sabía que iba responder de esa forma, no es como si saliera mucho de todos modos, se recostó dando la espalda al castaño. Sintió como Dazai lo abrazaba por atrás con una risita. Se quedaron en silencio unos segundos, solo disfrutando de la comodidad del otro.
- De todos modos, Chuuya
- ¿Que? - susurro este que ya estaba empezando a quedarse dormido de nuevo en la comodidad de los brazos del castaño.
- Feliz cumpleaños 18 - le murmuro contra su cabello. El pelirrojo parpadeó ante eso...ohh...ya eran más de las 00:00... ya era su cumpleaños
- Gracias - respondió con los ojos brillando. Dazai observo el brillo que estos tomaban. Chuuya cada día estaba más hermoso.
El pelirrojo se cubrió los ojos molesto por el sol que alcanzaba sus ojos. El sueño se había ido, así que optó por levantarse. De todos modos, ya eran las 10 de la mañana. Estiro sus brazos, parpadeando al notar que Dazai no estaba a su lado. Miro alrededor de la habitación, entonces recordó que el castaño le había mencionado que tenía que ir tratar con algunas cosas molestas. Seguro tenía que ver con Akutagawa o no habría dicho algunas molestias. Curiosamente se había vuelto un buen amigo del pelinegro.
Luego de asearse, se dirigió a la cocina para prepararse un café. Notando de inmediato el pastelito en la encimera, sonrió divertido ante eso. Con curiosidad quito la nota que tenía al lado
“Coffe Deluxe, calle principal, 20:00. No llegues tarde, enano”
Sonrió contento ante eso. Esperaba que hoy fuera un buen día, sin embargo, las nubes comenzaban a cubrir Yokohama.
GRACIAS por leer ❤❤❤ mañana le sigo, ya vamos a terminar este fanfic hermoso precioso, creo que fue el primero que escribí.
Kaakak la verdad publique estos dos para que sepan que no estoy muerta sino que estoy escribiendo