El gigante rocoso Khalaris, una gran esfera blanco azulada suspendida en el espacio, se hacía mucho más grande a medida que la nave se acercaba hacia su superficie. La intensa gravedad del colosal planeta, influenciaba la fuerza de atracción gravitacional, incidiendo que el descenso fuera más rápido en comparación al que hacían otros tipos naves para descender a Tzargaria el planeta de origen.
En el pasado, de la exploración espacial, sondas y naves no tripuladas con robots se perdieron estrellándose a altas velocidades, porque no tomaban en cuenta estas poderosas fuerzas gravitatorias del planeta, que casi doblaban en tamaño a Tzargaria a factor de 1,83.
Khalaris esta lleno de grandes cantidades y aún no cuantificadas de múltiples recursos naturales, por ello, distintos gobiernos tzargarianos en el afán de mejorar sus situaciones económicas por las jugosas ganancias que sus expertos proyectaban, emprendieron una agresiva colonización y explotación comercial en el planeta.
Khalaris, tiene una atmósfera capaz de sostener la vida humana, pero todavía está lleno de muchos secretos y misterios desconocidos para los tzargarianos. En la superficie del planeta, la sensación gravitacional es irregular; los geofísicos trabajaban en ello sin llegar a una conclusión satisfactoria, porque en algunas partes se sentía más fuerza gravitacional y en otras no era igual, lo cual producía diversos tipos de campos magnéticos que eran una total pesadilla para la navegación aeroespacial en el planeta. Con los años, pudieron detectar algunas zonas aparentemente estables, donde se asentaron las primeras colonias tzargarianas, casi todas se ubicaron cerca de la zona ecuatorial del planeta donde las temperaturas también eran más soportables para la vida humana.
La hidrosfera del planeta se dividía en que los hielos polares ocupaban un 70% y el agua en general, era el 80%. Los polos al ser una perenne masa de agua congelada, no podían ser explorados fácilmente, ya que muchos equipos dejaban de funcionar porque se helaban rápidamente. Varias misiones científicas del pasado se perdieron, ya que desaparecieron sin dejar rastro alguno al perder contacto con las bases; las sobrevivientes no quisieron volver de nuevo por ser extremadamente hostil, La temperatura promedio global es -10ºC lo cual lo hace muy frío. Los primeros colonos tuvieron que adaptarse a este helado clima; el verano la temperatura solo llegaba hasta los 6 grados en promedio y en invierno ecuatorial se congelaba a -20 grados. Había asentamientos temporales cercanos en las zonas polares, pero en invierno tenían que ser evacuados a la zona ecuatorial, ya que si se quedaban podían morir congelados sus habitantes a temperaturas que bajaban hasta los -90 grados Celsius o incluso más.
Ya colonizado y mapeado, el planeta se dividió políticamente en 4 grandes dominios, los primeros que llegaron fueron los frondanos, reclamaron una porción, luego llegaron los aleshianos, e hicieron lo mismo en otra parte alejada. Así sucesivamente llegaron los koralianos y finalmente con los zenobianos; todos estas potencias se dividieron el planeta entre si, los laishano al no tener carrera espacial propia por tener retraso tecnológico, no pudieron reclamar ninguna porción territorial; y como en Tzargaria, no se entrometían aparentemente en las zonas de los otros «dominios» como comenzaron a llamarse cada porción dividida. Con los años, el Reino de Aleshia, creó un condado en su dominio conforme a su tradición feudal.
La economía planetaria en general, era la explotación de los enormes yacimientos minerales y los recursos energéticos de los hidrocarburos como el petróleo y el carbón mineral, hallados en el subsuelo, y en el fondo marino. Otros recursos no menos importantes y que también generaban rentas se explotaban como el oro, diamantes, hierro, aluminio, silicio, y otros minerales más. Las explotaciones comerciales de tipo marítimo, de lo que fueran a extraer o producir, era una tarea muy peligrosa, llevándose la vida de muchos marinos anualmente. Al predominar el agua en el planeta, existe un colosal océano, del tipo del océano pacífico terrestre , con una gran tormenta producto de los alterados campos magnéticos; sin dudas, era el origen del mal tiempo planetario y la navegación como el sobrevuelo hacia esa zona estaba totalmente restringida.
Los altos sueldos incitaban a muchos tzargarianos intentar arriesgarse al frío planeta para mejorar su calidad de vida. Llegaron científicos tejniks, comerciantes ezrahin, después algunos gobiernos trajeron sus colonias penales donde los delincuentes y parias pagaban sus fechorías con trabajo en duras condiciones. También llegaron oportunistas y cazadores de fortunas buscando una mejor calidad de vida. Se atrajo la migración de diversa mano de obra minera de las distintas castas al planeta. Hasta los kohanitas establecieron centros religiosos y se vieron algunos prelados trabajando en las explotaciones mineras de forma secular.
En algunas zonas la autoridad civil se impuso, pero como la ley de más fuerte, la única zona donde estaba un aparente gobierno con estado de derecho estable, era en el «Dominio Aleshiano», más tarde conocido como: Condado de Nueva Aleshia. Las otros dominios después de un conflicto de mafias sindicales, lo gobernaban, representantes o gobernadores designados por sus diversos gobiernos, pero en realidad, lo dirigían corporaciones empresariales que contaban con su propia seguridad privada, conformada por tzarings retirados o miembros de otras castas prestados para la seguridad. el Dominio Koraliano, era prácticamente la hacienda privada de Ramiz; en el dominio Zenobiano, una corporación concesionaria; y en el Dominio Frondano, una gobernación electa por las élites financieras, pero sujeta al gobierno de Fronda.
En el dominio aleshiano, conocido como Condado de Nueva Aleshia, ejercía el poder el Conde Amasías, un hombre que aparenta cincuenta y tantos años, delgado y de caminar finamente erguido, de estilo refinado, culto a pesar de ser de una humilde familia de origen tzaring de rango bajo, desarrolló habilidades por los buenos gustos y una exigente obsesión por el orden de las cosas, le gustaba la perfección y la puntualidad como buen militar, por lo cual era alguien muy exigente en su trabajo, destacado en el conocimiento de las armas. Fue nombrado conde por el Rey Mija hace unos años atrás para imponer la disciplina real en el dominio aleshiano ante una pequeña revuelta que ocurrió por la desidia de un representante de la corona anterior, durante la pasada «guerra de los sindicatos».
El descenso se realizó sin ningún problema, el capitán Uziel Ahías era experto en ello.
─Llegamos, ¡a salvo! ─suspiró el capitán.
─Felicitaciones capitán por traernos vivo.
─Solo es mi deber Alteza Real.
─Lo sé, pero siempre será una labor para expertos. ─alabó el Príncipe al Capitán.
La nave aterrizó en un campo abierto, pero el séquito al bajar, camina por un pasillo hermético hacía un gigantesco edificio sellado de las inclemencias climáticas del planeta. Era mediodía, el distante Araah se veía más pequeño que en Tzargaria, hacía una fría ventisca que silbaba fuerte en el ambiente.
Una parada militar estaba esperando al Príncipe, unos mil hombres de la casta tzaring, parados correctamente en el lugar, se dividían en bloques de cien, quinientos a la derecha y los otros quinientos a la izquierda, a medida que Vhalir caminaba, ellos en perfecta formación apuntaban sus armas hacia arriba y las cerraban en correcta sincronía. A la mitad estaba esperando como dictaba la formalidad, el Conde Amasías, acompañado de su esposa, Maya iba caminando un poco detrás de Vhalir, algo abrumada por la ceremonia, por un momento se puso nostálgica en su mente que algo así le hubiesen hecho a su padre si no lo hubiesen asesinado.
─Alteza Real, sea bienvenido de nuevo al frío de Khalaris, le esperábamos desde hace tiempo. ─saludó con su acento refinado, pausado y con una elegante voz, el Conde que sostenía en su mano un pequeño cetro de mando que no dejaba de maniobrar cuando caminaba.
─Conde Amasías tanto tiempo, hace dos años que no vengo hacia este lugar.
─Y muy breve su visita anterior Alteza. Con lo del infarto del Rey, recuerdo que partió de inmediato.
─Lo recuerdo, fue leve, por cierto, mi padre les envía saludos.
─Gracias Alteza, le deseo una larga vida a su Majestad, vemos que usted está bien acompañado.
─¡Ah claro! ─Vhalir ubica a Maya delante de la pareja feudal─. Por favor, conozca a mi prometida, la futura Princesa, la hoy Doctora en Astrobiología, Maya Yrena.
Amasías muy cortésmente se detiene mira de frente a Maya, le toma la mano y la besa dando una impresión de galantería propia de un caballero muy educado.
─Una bella mujer que opaca tu presencia estimado Príncipe, pero que te hace más digno del estatus de su Alteza sin dudas. ─piropeó el Conde de forma indirecta a Maya, mirándola con una respetuosa sonrisa.
─Gracias por el elogio. ─Maya se ruborizó ante el halago del educado Conde.
─No todos los condes aleshianos son mal educados Maya ─bromeó Vhalir en referencia al último encuentro de Maya con Ismail.
─Doctora Maya, conozca a mi esposa. ─Presentó el conde a su esposa, una mujer un poco mayor que él, llamada Rahel.
Pero Rahel saluda como era de esperar: primero al Príncipe, y luego le tiende la mano a Maya.
─No sabía que el Príncipe vino con su prometida, es más, no sabíamos que tenía prometida. ─dijo la Condesa Rahel.
─Tienen que saber que ustedes son los primeros de la nobleza en enterarse ─aclaró Vhalir ─. Es algo reciente. ─Añadió mientras miraba felizmente a Maya.
─Pues, ordenaré preparar la habitación de la invitada especial, ya que usted Príncipe tiene la suya. ─dijo la Condesa con su cara de severidad.
─Pero Condesa...
─¡Nada de peros! ─respondió firme la condesa con su tono de alta educación a la antigua─, Vhalir, serás el Príncipe y mañana mi futuro Rey, pero en mi casa las parejas duermen juntos cuando hayan pasado por el palo nupcial.
─Estoy completamente de acuerdo con usted respetable Condesa ─secundó Maya a Rahel para sorpresa de Vhalir.
En ese momento, el Conde Amasías cambia rápidamente el tema y dice:
─Doctora Maya, noto en usted un peculiar acento al hablar, ¿acaso es usted de origen frondano?
Vhalir interviene nervioso.
─Maestro, si, ella es de Fronda, pero ahora es aleshiana con todos los derechos.
─No estoy criticando, por favor, solo que el acento en la Doctora suena..., exótico, me gusta como suena, espero que podamos conversar más adelante y poder practicar mi oxidado frondano ─galanteó el Conde con estilo.
─Seguro que si Excelencia. ─respondió Maya en frondano.
Amasías sonríe por la respuesta y la esposa del Conde interviene.
─¿Y para cuando es la boda? espero que estemos invitados su Alteza.
─Aún no la hemos anunciado, estimados condes, pero sin dudas estarán presentes.
─¡Pues ya es hora! Alteza, necesito ir a Tzargaria, tengo ya más de siete años khalarianos en este frío planeta y necesito bañarme en una playa de mi natal y calurosa Mel"Nar ─reclamó el Conde.
Vhalir lo escucha y sabe el porqué, desde hace tiempo el Rey Mija le había dicho que estaría en Khalaris por un corto tiempo mientras terminaba con la mencionada sedición y que luego volvería a Tzargaria, según acordaron enviarían otro conde a sustituirlo, una especie de enroque, pero el Rey hasta la fecha no había cumplido con lo ofrecido. Ante ello, Vhalir lo palmea en la espalda y le dice:
─Irás a la boda y veremos para resolver eso, sé que un aleshiano necesita su caluroso hogar. ─respondió dándole esperanzas al Conde.
─Te lo agradezco Vhalir ─respondió el conde─, así revisaremos como estás en tu entrenamiento.
─¡Maya! ─dijo Vhalir─, no te conté, pero el Conde Amasías era mi antiguo maestro en armas, me enseñó la esgrima y el tiro al blanco, él tenía antes el cargo de comandante de la guardia real, el más joven que tuvo mi padre, hasta que le ofreció ser conde aquí en Khalaris.
─Que interesante Excelencia yo sé algo de prácticas con bastón kersh y algunas prácticas con otras armas blancas.
─¡Interesante Doctora, Vhalir estará seguro con usted, quizás tengamos un momento para compartir nuestros conocimientos, aunque me enfoco a las armas blancas y de fuego, también sé de armas de contundencia, enseñe a este muchacho el manejo de armas hasta que se presentó un problema en este frío lugar y tuve que venir aquí a poner el orden aleshiano.
Llegan a un pódium, donde Vhalir dirige unas palabras de agradecimientos a la tropa por mantener el orden y control en el dominio de Khalaris, cumple con otras actividades de protocolo. Al lado de Maya se coloca Rahel, bien vestida para la ocasión, aunque todos andaban cubiertos por el frío, su uniforme revelaba elegancia, la mujer que aparentaba como 55 años, era alta y delgada, con una fina voz de señora mayor.
─Le atenderemos como se merecen, le daremos la más cálida bienvenida a pesar de este congelado lugar. Y me acompañarás a una reunión de la alta clase khalariana, con esposas de la alta alcurnia aleshiana en este frío lugar.
─Gracias Condesa, cuente conmigo ─dijo Maya.
La ceremonia militar termina y el príncipe junto a Maya con los condes se retiran a las instalaciones de lo que sería la villa del Conde donde Amasías, ejerce el mando feudal. Abner y el resto de la tripulación se dirigen al centro de control tzaring a conversar con el encargado de la seguridad real del Conde y del Príncipe.
─General Eliahu, me presento, Coronel Abner Bani, III regimiento de la Guardia Real.
─Le conozco de referencia Coronel Abner, está encargado de la seguridad del Príncipe.
─Si, es por ello que quiero reforzarla, ¿cómo está el acceso de extranjeros al dominio aquí al condado?
─Coronel, ─dijo el viejo general que hablaba con un chasquido mientras se ajustaba su abrigo─. Si usted miró el mapa, se debió haber dado cuenta que estamos en pleno invierno, por lo que no vienen gente de otros dominios a este condado con mucha regularidad, pero nos hemos adelantado y cerramos el espacio aleshiano tanto a la navegación aérea como la marítima.
─Se lo agradezco General Eliahu, la prometida del Príncipe tuvo un atentado en Kenops en el propio sector aleshiano.
─Ya nos informaron de ello, por eso ordené el cierre del espacio.
─Gracias General, quiero coordinar con usted el traslado del Príncipe y su séquito, él quiere visitar las minas de hierro al norte, no sé si usted le entregaron copia de la agenda.
─Coronel Abner, con todo respeto pero ¿su Alteza lo ha pensado bien? creí que era un error, en esta época las condiciones climáticas son severas para el traslado aéreo, le sugeriría cambiar la agenda a una mina más cercana y segura.
─Yo también creí que era un error, pero su Alteza quiere ver las condiciones y hablar con los mineros.
─Haremos como dice, pero tenemos que sentarnos a discutir muchas cosas tácticas y estratégicas. Asignaré cuatro hombres más a su mando a partir de este momento.
Los militares empiezan a estudiar opciones y revisar condiciones, finalmente luego de unas horas de planificación llegan a un acuerdo para que Vhalir pueda ir a las minas que él quería visitar.
Mientas Abner coordinaba, Maya va junto con Rahel, a conocer a un club de mujeres esposas de colonos de la alta sociedad khalariana, las cónyuges de directivos de empresas, militares de alto rango, que discutirían sobre el sistema de enseñanza en las escuelas para sus hijos en el frío Khalaris. La reunión caía como anillo al dedo a Maya ya que ella tenía conocimiento de ciencias sobre fauna khalariana y participa activamente en la reunión de mujeres en Khalaris. Vhalir se queda en la oficina de Amasías y comienzan a discutir otros asuntos, sentados en el escritorio hacía algo de frío, a pesar que el sistema de calefacción trataba de calentar el despacho.
─¡Que frío hace maestro! ¿Cómo anda el gobierno aquí en Khalaris?
─Afortunadamente se ha mantenido el control ─reveló con su refinada voz─, luego de la guerra de los sindicatos en los demás dominios, y el intento de sedición, el orden volvió, pero me preocupa es una nueva facción en los otros dominios, me han llegado ciertos informes que generan alarmas.
─¿Que ocurre allá? ─preguntó Vhalir con seriedad.
─Hay un líder religioso de una secta rara, en el dominio zenobiano que ha traído algunos problemas en los otros sectores, quieren proclamar una zona exclusiva en el medio del planeta, se hace llamar «Los hijos de la Estrella Negra» o algo así. ─El Conde servía un par de tragos de un licor khalariano hecho de algas marinas muy conocido por tener propiedades de calentar el cuerpo.
─«Hijos de la Estrella negra» ¿Qué tontería es esa? ─Pregunta Vhalir mientras recibe el trago.
─¡Estupideces religiosas!, nadie les hacía caso, pero ya tiene gente a su favor, y han sucedido algunos atentados en algunos sectores de otras naciones sobretodo en los zenobianos, han afectado la producción de recursos, sabotean instalaciones, dañan oleoductos, derrumban minas, provocan avalanchas, hay indicios que ellos son los culpables de esos extraños desastres. ─Explicaba el Conde con cierta preocupación.
─¿Y los zenobianos que han hecho?
─¿Contra ellos? ¡Casi nada!, están escondidos, su líder que por cierto, es de origen koraliano, anda de forma pública, técnicamente él no es culpable, son sus seguidores, pero en los otros sectores tzargarianos le han puesto controles a su extraño culto.
─¿Es kohanita?
─Oficialmente es un apóstata de la casta.
─¿Y nuestro sector se ha visto afectado?
─Somos un continente alejado de los otros dominios, pero limitamos con los zenobianos por la hostil y fría cadena montañosa y tal vez no quieran meterse aquí por ahora.
─Amasías, lo que debes hacer es reforzar las fronteras en común y no dejes entrar a extraños acá.
─Lo hemos hecho, pero sabes que tenemos una larga líneas de fronteras no vigiladas. Los dispositivos se dañan por el frío intenso y una vigilancia humana es solo temporal de acuerdo a las condiciones climáticas.
─Mientras ellos no nos afecten no nos importa el otro lado, pero mantén informada a la Corona ─replicó Vhalir mientras terminaba su trago para calentarse.
─Vhalir, me preocupa es que pase algo, y me dejen solo aquí, los informes de los zenobianos que pudo hacerse nuestro cuerpo de seguridad dejan mucho que desear, algo me dice que terminará en una revolución, recuerda que las condiciones sociales de Khalaris no son las mismas que en Tzargaria, y de ello se está aprovechando ese fulano líder religioso, por cierto, se hace llamar Sader, el hombre está dirigiendo un discurso de odio a las masas molestas de los dominios y está ganando peligrosamente muchos adeptos.
Amasías le muestra una foto de un anciano hombre blanco, muy barbudo con ojos tiernos, su cabeza recubierta con una capucha para el frío.
─¿Le temes a un loco religioso? ─Vhalir preguntaba mientras le extendía la copa para que le sirviera otro trago de licor.
─No le temo querido alumno, pero si a lo que son manipulados : al formar una masa de gente fanatizada, dirigidas por un loco extremista resentido ─argumentó el conde mientras servía de nuevo otra ronda.
─Conde, te preocupas demasiado por ese problema de seguridad, nosotros estamos bien en nuestro dominio, que el resto resuelvan sus problemas, solo asegura que no vengan aquí, tengo otros planes para el dominio aleshiano y quiero hablar de eso contigo.
─Vhalir, querido alumno, no quiero que dejes de vigilar este asunto, haré lo que me pidas. Ahora bien ¿qué es lo que deseas hacer? He reportado las ganancias como tu padre me ha exigido, he acumulado fortuna no lo voy a negar de lo que me corresponde, ¿pero me vas a pedir más?
─Conde ─replicó Vhalir sin inmutarse─, quiero usar Khalaris como base de lanzamiento para explorar y establecer colonias futuras en las lunas de Citara, y quizás más adelante iniciaremos exploración a las lunas de Leviathan.
─¿Que tienes que buscar allá, que no te brinde Khalaris?
─Maestro, quiero conquistar el espacio, que Aleshia sea quien domine y gane la carrera espacial, conquistar nuestro sistema planetario. Hará más grande a Aleshia.
─Las lunas de Citara, ninguna es habitable, son simples y pequeñas bolas rocosas que orbitan a ese gigante gaseoso radiactivo.
─Lo sé, pero es solo una fase, desde ese planeta, iremos a las estrellas.
─¿Te has vuelto loco?
─No maestro, cuando me vaya de aquí iré de vuelta a Amud, estoy trabajando con el Doctor Bani, quien está a punto de hacer un descubrimiento que va a revolucionar la exploración espacial.
─Alteza, no creo que haya más planetas habitables, la estrella más cercana está apenas a 7 años luz de distancia y planetas con vida, fue una suerte Khalaris y mira, casi no es habitable, con esta era glacial que tiene.
─Maestro, yo lo sé, pero los aleshianos conquistaremos las estrellas y antes por eso quiero mejorar las condiciones de vida de los aleshianos, les quiero decir que voy a coordinar el envío de asistencia social, mejorar el envío del maná, de mejorar la calidad de vida, para eso voy mañana a las minas del norte.
─Todavía creo que es una broma de tu parte, pero está bien, les pasé a mis tzarings la coordinación de la seguridad.
─¡Mañana iremos!
Los nobles brindan con sus vasos llenos de licor khalariano.
─Cuando vuelva a Tzargaria me llevaré una de estas botellas.
─Te daré unas pero este es un licor barato.
─No me importa, sabe muy bien para este frío. Pero esta noche cenaremos con vino de sarbara que traje.
─¿Trajiste, que celebraremos?
─Mi compromiso con Maya, la astrobióloga.
─¿Va en serio?
─Muy en serio ─recalcó Vhalir.
─Bien por ti. Por cierto querido alumno, el contacto con Tzargaria ha estado infructuoso estos últimos días por la tormenta magnética de Araah, y las condiciones climáticas del planeta que han sido un problema como cosa rara para a la navegación y comunicación, pero me han tratado de enviar un mensaje que recibo en diferido y no le he dado confirmación de recepción.
─¿Que dicen allá en Aleshia?
─Antes dime algo, ¿Quien es la frondana con la que andas?
─¿Maya?, ¡te la presenté!, es mi futura esposa, mi prometida.
─¿Y eso lo sabe Casa Real? O sea, ¿tu padre sabe de esto?
Vhalir se queda callado.
─¡Lo sabía!, aún no saben nada en Tzargaria.
─Conde, la verdad no lo saben, mi padre quiere que me case con Shara, la hija de Ismail.
─¿Ismail, de Ursh"Nar? ¡ese déspota oportunista! ─Amasías se levanta molesto de su silla, al nombrar a Ismail, que era evidentemente su adversario político.
─Lo sé maestro, pero apenas llegue a Tzargaria, anunciaré mi compromiso con Maya, la necesito a mi lado, es astrobióloga y con ella estoy seguro de completar los planes para la conquista espacial de Aleshia. Es bella, fuerte e inteligente, sabe lo que quiero y me acompañará en mi empresa. Ahora bien, ¿qué pasa con Tzargaria, que te están enviando?
─Querido alumno, me llego esta comunicación directa de tu padre.
El conde saca de su escritorio una carta que entrega a Vhalir que decía lo siguiente:
«Saludo, Conde Amasías, apenas Vhalir llegue a Khalaris, informar que se comunique con Shara de Ursh"Nar, asunto: planificación inmediata de la boda, entiendo condiciones ambientales que imposibilita comunicación en directo, pero entrega este mensaje apenas llegue Vhalir, Atentamente... Rey Mija»
─Anularé ese compromiso. ─señaló con firmeza el Príncipe.
─Alumno, ten mucho cuidado con lo que vayas a hacer, Ismail es peligroso, nunca me he fiado de ese tipo, algo se trae entre manos y tiene muy influenciado a tu padre.
─Lo sé, y por eso ando con Maya, ella será mi mujer.
─Alumno mío, te apoyaré en tu decisión, pero repito, ten cuidado, los clanes del norte algo se traen, y yo le decía a tu padre, pero surgió el problema de la sedición y me enviaron aquí, y sé que fue a sugerencia de Ismail, para sacarme del camino, y por ello sospecho que no me han enviado sustituto, yo puedo hacerle sobrepeso táctico a Ismail en caso que ejecute algo con los clanes del norte.
─Los clanes del norte están en control maestro, Alina está allá ahora.
─Por tu bien lo deseo alumno, ahora debo decirte otra cosa que también me llegó a parte.
─¿Que cosa?
─Me llegó otra comunicación que no he confirmado la recepción, o sea, ellos creen que no la he recibido aún.
Amasías saca otra comunicación cerrada y se la entrega a Vhalir en su mano, la cual al abrirla dice lo siguiente: «Arrestar a Maya Yrena y encerrarla en cárcel khalariana sin pérdida de tiempo, se someterá a juicio por ilegalidad.»
─La comunicación a pesar que fue enviada por el canal real, no tiene la firma electrónica del Rey, por eso te la quería mostrar.
─¿Sospechas que usaron el canal de transmisión del Rey? Esto era para hacerte creer que era una orden de mi padre.
─Alguien en Tzargaria, está haciendo algo contra tu prometida, querido alumno, ya te lo dije, Ismail es de tenerle mucho cuidado. ─acentuó el Conde.
─Destruye esa carta, nunca la recibiste.
─Lo haré por dos motivos Alteza: el primero es que estoy seguro, no la envió el Rey; y el segundo, quiero que Ismail se moleste a causa mía.
─De todos modos, gracias maestro, cuando llegue a Tzargaria voy a investigar esto a fondo y alguien pagará este juego, te confieso que Maya es una objetivo político de los frondanos, y ya la intentaron matar dos veces.
─Pues querido sobrino, la infiltración llegó a Casa Real, ten cuidado. Y aquí entre nosotros como hombres, si esa frondana vale la pena, no te niegues, dale una lección a la nobleza aleshiana, muchos son unos creídos.
─Es raro que me lo diga un noble.
─Soy un noble de causas justas, querido alumno. Ahora bien, ve a descansar y nada de meterte en la habitación de la frondana esta noche, conociendo a Rahel la pondrá a dormir junto a nuestra habitación con fornidas mujeres tzarings. Por ahora anda y ve con ella, se merecen un tiempo para estar juntos y no te extrañes que Rahel se aparezca como chaperona para ver como van las cosas.
─Esta bien maestro, soy un huésped en su hogar. ─respondió resignado Vhalir.