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New York, Manhattan 1999
-¿Sabes quién es?
-No tengo ni idea.
-El Capitán sólo dijo que llegaría un nuevo detective pero no dio más detalles.
-He escuchado que fue recientemente promovido a detective.
-Tendrás que trabajar con un novato.
-Dicen que el nuevo es una mujer... la mejor de su grupo, ya condecorada.
-Aparte de novato, una mujer.
-Jamás he trabajado con una mujer.
-Pues, amigo... tendrás que salir de tu zona de confort.
Este era un día como cualquier otro en la Unidad de Víctimas Especiales de Manhattan precinto 16 pero con una diferencia, hace unos días el Capitán Donald Cragen informó a sus detectives es sobre la llegada de un nuevo integrante, sólo eso, no dijo más, él se mostraba muy animado y ansioso, según, el novato venía con muy buenas recomendaciones, las mejores.
Para una época como 1999 tener un buen equipo de trabajo era un privilegio y más en una Unidad con casos tan difíciles.
En Homicidios: tienes una víctima a la cual se debe hacer justicia, buscar al responsable y encerrarlo, dar aviso a los familiares, hacer un informe y seguir con otro caso.
En Víctimas Especiales no es tan sencillo: a parte de que debes tratar con víctimas vivas, debes aprender a contenerte de no asesinar a un violador de niños, debes tratar con pederastas, pedófilos, violadores en serie y todos esos crímenes despiadados, inhumanos y perversos, prestarles ayuda psicológica, acompañarlas en todo momento posible, a parte de los traumas que una situación tan horrible y cruel pueda dejar. Estos tipos de casos requieren de terapias con psicólogos y psiquiatras, monitorear la salud mental de los detectives es algo que se hace muy seguido (aunque odian esto) algunos no soportan tanta perversión y no duran más de un año laburando y los que sí, son sometidos a muchas pruebas psicológicas (dicho anteriormente)
-¿Vas a cenar ya?
Luego de un día tan largo y pesado, era justo que cada Policía de la Unidad se fuera a su casa a descansar.
En total eran cinco, con el Capitán, cada uno con una historia diferente,
El más viejo, Jhon Munch, el de las teorías conspirativas, divorciado de sus cuatro matrimonios, sólo.
La mujer Policía, Monique Jeffries, la chica ruda con la que nadie puede, soltera Y fiestera, no se pierde de una buena fiesta con licor y baile.
El novato, Brian Cassidy, el típico joven carismático dispuesto a aprender de sus compañeros, con poca experiencia en el ámbito de casos de violación pero con un buen intelecto y aprendizaje eficaz.
El Capitán, viudo, sin hijos, él que en un momento de su vida sufrió de muchos problemas de alcoholismo, el que tocó fondo pero progresó aprendiendo de sus errores.
Y el último pero no menos importante,
El que tiene problemas de ira, Elliot Stabler, y es que trabajar en un ambiente tan violento y atros donde los niños son violentados de la peor manera teniendo cuatro hijos pequeños es más que difícil, evitar que la ira se apodere de su cuerpo al tener a un pedófilo frente a él le era casi imposible, pero tenía que hacerlo. Casado con una mujer un tanto problemática, odiaba cuando no llegaba a cenar o si tenía que salir, era complicado vivir con un Policía.
Todos trataban, en lo posible, no mezclar el trabajo con la familia, juntos conformaban uno de los escuadrones mas exitosos en todo New York, sus estadísticas de casos resueltos era excelente, Manhattan era afortunado por tenerlos.
-Entonces... ¿ya conociste a tu nuevo compañero? - preguntó muy interesada Kathy, la esposa de Elliot.
-Aún no.
-¿No había dicho Cragen que llegaría hoy?
-Eso dijo - tomó un sorbo de su vaso de limonada - al parecer no pudo llegar. Dicen que es muy buena.
-¿Es una mujer?
-Es lo que escuchó Munch... ¿hay algún problema con ello?
-No. No lo hay - soltó el aire retenido - Dickie te estuvo esperando esta tarde, dijiste que lo ayudarías con su tarea de matemáticas.
-Le dije que no sabía si podía.
-¡Siempre haces lo mismo! - golpeó la mesa con la jarra de limonada.
-Sabes perfectamente como es mi trabajo, Kathy... a veces no me da tiempo de nada.
-¡Ese es el maldito problema! - contó hasta diez para no explotar - nunca tienes tiempo para tu familia.
-Escucha, cariño - se levantó de su silla - vengo muy cansado y lo último que quiero es discutir... buenas noches - se retiró a sus aposentos.
-¡¿Vas a irte así?! - Lo siguió pero él parecía no escuchar, sólo continuó caminando y subió las escaleras - ¡Elliot! ¡ELLIOT!
Esa era como una rutina, los niños como su trabajo requerían de mucho tiempo, siempre se batía entre cumplir con su trabajo para tener el sustento diario y estar con su familia.
A la mañana siguiente, como era costumbre, Kathy despertó muy temprano para hacer el desayuno para sus hijos y su esposo, fue por los niños primero, los gemelos Dickie y Lizie de siete años, luego fue a la habitación de las mayores de las Stabler: Maureen y Kathleen de 15 y 11 años respectivamente, las rubias de ojos azules ya habían despertado y estaban terminando de arreglarse para ir a la escuela.
La noche anterior, después de la pelea con su esposo, ella prefirió callar Y meterse debajo de las sábanas (dándole la espalda claro) aún así, enojada, lo llamó como todas las mañanas.
-No escuché a papá llegar ayer - agregó Kathleen cuando se hallaban en la mesa.
-Llegó muy tarde, tuvo mucho trabajo, estaba muy cansado - respondió la rubia omitiendo lo de la discusión.
-Ya no importa... perderé el exámen de matemáticas de todos modos - añadio Dickie desanimado.
-¡Buenos días! - saludó Elliot.
-¡Buenos días, papá! - respondieron todos excepto Dickie.
Elliot se sentó en la mesa y Kathy terminó de servir el desayuno.
-Creo que voy a reprobar matemáticas - añadió Dickie luego de un largo tiempo en silencio
-¿Por qué lo dices, cariño?
-¡Dijiste que me ayudarías!
-¡Richard! - Kathy lo miro sería - no le grites a tu padre.
-Estoy enojado porque por su culpa perderé el exámen.
-Hijo, lo lamento. Enserio no pude llegar - miró su reloj de pulsera - aún tenemos tiempo antes de llevarlos a la escuela... ¿terminaste?
-Si.
-Ven, vamos a la sala - se levantó dejando su desayuno a medias - estudiemos un poco - tomó a su hijo de la mano.
-Elliot, tu desayuno.
-Comeré algo luego, cariño.
En la sala, con absoluto silencio, Elliot le explicó lo más que pudo a su pequeño, él siempre ha sido muy bueno con los números.
-Tal vez apruebe el exámen - agregó Dickie.
-Así será - acarició su cabeza - perdón por no ayudarte antes.
-Tambien yo, no debí gritar. Sé que por tu trabajo casi no tienes tiempo.
-Gracias por entender mi niño.
-¿Ya terminaron?
-Si, mami.
-Ve por tu mochila cariño - el pequeño asintió - te preparé un sándwich y un picado de fruta, no me gusta que comas comida chatarra.
-¡Gracias, cielo! - no estaba seguro si hacerlo, pero lo hizo. Tomó su cintura y plantó un corto beso en sus labios.
-¡Vamos llegaremos tarde! - gritaron los gemelos.
-Si, luego tendrán tiempo - rió Maureen.
-¡Adiós mamá! - dijeron en coro y besaron sus mejillas.
-Adiós cielo - de nuevo la besó.
-Adiós cariño. ¡Los amo a todos!
-¡Nosotros a ti!
Subieron al auto muy animados y Elliot dio marcha.
-No estoy de acuerdo con esto.
-¡Ay, mamá! Ya lo hablamos... es lo que soy.
-Ya lo sé...
-Bien... nos vemos luego mamá... te quiero.
-Adiós... cuídate mucho por favor.
Una hermosa mujer, muy bien vestida, de cabello oscuro, con un cara impoluta y muy sonriente pasaba frente a las Oficinas de los detectives del precinto 16.
-¡Buenos días! - saludó con una dulce y segura voz - ¿está el Capitán Donald Cragen?
-Si, señorita - tartamudeo Brian - está en su Oficina.
-Gracias - rió al ver el efecto que provocó a el joven carismático.
-¡Hey! ¿Necesitas un pañuelo? - bromeó Jeffries.
-¿Quién es esa chica?
-Por si porte me atrevería a decir que es una nueva fiscal o abogada de la defensa.
-No, es demasiado bonita para ser abogada de la defensa.
-¡Buenos días!
-Stabler.
-¿Qué tanto ven la Oficina del Capitán? - preguntó sentándose en su escritorio.
-Acaba de entrar una chica a su Oficina.
-Siempre entran chicas aquí, Cassidy.
-Lo sé, Stabler. Pero esta, esta es especial, es muy hermosa, y tiene una sonrisa - suspiró.
-Calma, detective - rio Jeffries levantando una ceja.
-¡Elliot! - llamó el Capitán - ¿puedes venir un momento?
-Si, señor.
-No ha iniciado el día y ya te metes en problemas Stabler - bromeó Munch.
Algo en su interior vibró al traspasar la puerta de la Oficina de su Superior. La mujer que estaba sentada de espaldas le causó una gran curiosidad, una nueva fragancia llegó a sus sentidos, dulce y atrevida, tierna y ruda, su corto cabello negro brillaba.
¿Quién es ella? ¿acaso es la chica que hablaba Brian? ¿la hermosa, especial y de linda sonrisa? Ya lo descubriría.
-Elliot - comenzó a hablar el Capitán - permíteme presentarte a Olivia Benson.
Bien, sabía su nombre, ¿ahora qué?
Ella suavemente se levantó, se volteó hasta quedar frente a él.
Olivia Benson... Olivia Benson... Olivia Benson
Se repetía en su cabeza. Al ver su rostro se paralizó, ¡que hermosa mujer! Cassidy se quedó corto.
-¡Hola! Es un gusto conocerlo - sonrió. Extendió su mano y él la estrechó.
Como una chispa explosiva, ese contacto fue como una gran chispa explosiva, escuchar su voz, ver la forma como sonríe, Elliot se volvió un completo idiota, sentía que le faltaba el aire.
-So-soy... Elliot, Elliot Stabler - se sintió peor al tartamudear sin saber porque.
-El Capitán me ha estado hablando mucho sobre usted... Dice que es un excelente detective, el más experimentado.
-¿Eso dijo?
-Así es, Elliot.
-¡Vaya!
-¿Qué le sorprende? ¿Acaso es mentira?
-No lo es, Olivia. Elliot es muy modesto.
Ella rió.
-"¡Que hermosa mujer! ¿Acaso es una victima? No no, Elliot sólo mirala, a simple vista se ve que sabe defenderse, tal vez será una abogada, pero es tan amable y gentil que dudo mucho que venga a defender a alguno de los depravados que mandamos a la prisión" - pensaba mientras contemplaba su sonrisa - ¿en qué puedo servirle?
-Elliot... Olivia es la nueva Detective... ella será, a partir de hoy, tu nueva compañera.
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¡Hola Hola amores!
Gracias por acomparme en esta nueva historia. Espero halla sido de su agrado.
Le había puesto un nombre antes que este pero no me había convencido, por suerte se me ocurrió el que tiene.
¡Gracias por el apoyo!
Ya nos leeremos pronto
Chris♡